Los Habitos de Estudio
Los Habitos de Estudio
Los Habitos de Estudio
Memorización: Hacer uso de estrategias para memorizar más fácilmente un tema como elaborar
resúmenes, cuadros sinópticos, esquemas, diagramas de flujo, etc.
Comprensión de lectura: Se refiere al empleo de estrategias para mejorar la comprensión de
las lecturas, tales como subrayar, hacer anotaciones, profundizar en otro texto sobre un tema y
relacionar el contenido de la lectura con tus conocimientos previos.
Estudiar en casa: Requiere de una buena organización para establecer horarios para el estudio
y cumplir con los mismos, asignar un lugar bien iluminado y ventilado para el estudio y tener
acceso a materiales bibliográficos e internet para profundizar o ampliar un tema.
Estudiar para los exámenes: Este hábito requiere realizar frecuentes repasos de los temas
vistos, resumiendo los contenidos de cada tema a lo esencial y sobre todo iniciar con tiempo un
repaso con mayor profundidad para los exámenes.
Elementos facilitadores del aprendizaje.
Aprende es adquirir nuevas destrezas mentales o físicas de hacer las cosas, mediante la
observación, el estudio y de ponerlo a prueba mediante la práctica. Aprender es un
proceso de cambio. Hay seis elementos que facilitan el aprendizaje:
2. Actitud. La actitud que asume una persona determina en gran medida el resultado
que obtendrá en una situación determinada. La cantidad y calidad de lo que puede
aprender depende del esfuerzo que haga en poner la mente a pensar y trabajar en
una forma positiva.
3. Escucha. Para desarrollar la capacidad de escuchar que es otro ángulo de proceso de
atender, se debe preparar el estado de animo antes de entrar a clase, charla o
conferencia. Es importante mantenerse alerta y atento desde el mismo comienzo de la
charla.
6. Organización. Para lograr algo ordenado se debe tener todo el material necesario para
completar la tarea.
Las técnicas de estudio
Leer correctamente es el primer paso para tener una técnica de estudio efectiva. Si lees el
texto por encima y tratas de comprenderlo, no vas a profundizar en todo lo que te está
diciendo. Por eso, lo que debes hacer es leer cada una de las oraciones de las que esté
compuesto el texto, el libro o el enunciado y comprender exactamente lo que te está
diciendo. Crear una idea concreta en tu mente y no simplemente un concepto general.
Revisión del texto: Echa un vistazo a los títulos, los apartados, los subrayados, etc. De esta
manera tendrás un primer acercamiento al texto.
Primera lectura: En esta primera lectura deberás comprender el concepto general del texto y
subraya las palabras que no entiendas o las partes que te cueste comprender.
Segunda lectura: Esta lectura es más profunda y consiste en comprender todo lo que se te
haya pasado por alto en la lectura anterior.
Subraya lo más importante
El subrayado es otra de las mejores tipos de técnicas de estudio. Se hace durante la segunda
lectura y se trata de destacar lo más importante de un texto, usando un subrayador, un lápiz o
un bolígrafo de un color llamativo. Esta técnica es bastante sencilla, así que no te supondrá
demasiado esfuerzo, pero te permitirá comprender y retener las partes más valiosas de la
información que estás adquiriendo.
Sin embargo, es importante aprender a subrayar bien, ya que es fácil tender a subrayar frases
completas o incluso párrafos enteros. Un buen subrayado debe permitir ver los conceptos
cruciales en un solo golpe de vista.
• Utiliza diferentes colores o distintos tipos de subrayado: círculo, doble línea, recuadro, etc.
Uno deberá ser para los conceptos generales y el otro para los detalles más concretos.
Toma apuntes
Una de las mejores técnicas de estudio son los apuntes. Consiste en interpretar el contenido que estás
aprendiendo y volver a escribirlo con tus propias palabras. Durante el proceso, la información se
filtra en tu cerebro, de manera que seas capaz de comprenderla. Además, al escribirlo en un papel, tu
mente se reafirmará y reconocerá visualmente los conceptos.
Esta puede ser una buena herramienta para retener una lección de forma definitiva al estudiar. Te
recomendamos que apliques una de las mejores tipos de técnicas de estudio: tomar anotaciones breves
y resumidas de lo que estás estudiando, para que te resulte más fácil recordarlo a posteriori.
Haz un resumen
Un resumen es una síntesis del contenido de un texto. Es decir, una vez hayas hecho el resumen, tendrás
el mismo texto que antes, pero en un tamaño mucho más reducido. Eso hará que la lección sea mucho más
fácil de estudiar, ya que solamente estarás leyendo lo más relevante del texto original, habiendo eliminado
la paja por completo.
3. Escribe los puntos destacados en un papel y redacta los párrafos de nuevo usándolos.
4. Vuelve a leer el resumen para asegurarte de que la información se entienda bien y no te hayas dejado
ningún concepto importante.
Realiza un esquema
Este es uno de los tipos de técnicas de estudio que sirve para repasar el tema que estás tratando y para
estudiarlo posteriormente. El resumen es una herramienta textual, pero el esquema es un método
visual que te permitirá entender todos los conceptos y ver cómo se relacionan entre ellos, en un solo
vistazo.
Hay muchos tipos de esquemas que pueden elaborarse teniendo en cuenta tus preferencias, pero el
principio básico siempre es el mismo.
Uno de los esquemas más utilizados es el mapa conceptual, una herramienta que consta de cajas que
representan conceptos o palabras clave, que se conectan entre ellas mediante líneas y flechas.
Memoriza el temario y repasa
Una vez has hecho todos los pasos que te hemos explicado en los apartados anteriores, eres capaz de dominar
perfectamente el tema al que te enfrentas, así que solamente te faltará memorizarlo, para ser capaz de
exponerlo en un examen, sin la necesidad de apuntes.
Existen muchas maneras de memorizar y deberás encontrar la que mejor encaje contigo, teniendo en cuenta
si eres más visual, más auditivo, más sensorial, etc. Algunos ejemplos de tipos de técnicas de estudio son: