Lesiones Del Plexo Braquial

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Lesiones nerviosas

del plexo braquial


Angeris Veras Pérez
1-18-0085
El plexo braquial es la red de nervios
que envía señales desde la médula
espinal hasta el hombro, el brazo y la
mano. Las lesiones del plexo braquial
se producen cuando estos nervios se
estiran, se comprimen o, en los casos
más graves, se desgarran o se
desprenden de la médula espinal.
Las lesiones nerviosas pueden ser causadas por:

• Traumatismo directo con un bisturí o un trocar afilado

• Tracción por distracción excesiva

• Compresión mecánica o por extravasación de líquido

• Isquemia prolongada por el uso excesivo de torniquetes

• Mecanismo mal definido de lesión en el sistema nervioso anatómico que da


como resultado reflejo distrofia simpática.
Clasificación de las lesiones nerviosas

• Neuropraxia: se produce la interrupción de la conducción nerviosa por


compresión o contusión, el daño ocurre en la envoltura del nervio o axón
con preservación del cilindroeje (edema mínimo o rotura de un segmento
localizado de la vaina de mielina). Se interrumpe de forma pasajera el
impulso nervioso. La recuperación es completa en pocos días o semanas.

• Axonotmesis: daño directamente en el axón y degeneración walleriana


distal pero con preservación de la célula de Schwann y los tubos
endoneurales por aplastamiento, estiramiento y compresión. Cabe esperar
una regeneración espontánea con una buena recuperación funcional.
Clasificación de las lesiones nerviosas

Neurotmesis: Daño en toda la neurona. El axón y la célula de Schwann y los tubos


endoneurales están completamente interrumpidos. El perineuro y el epineuro también se
rompen en diversos grados que designa una lesión más grave con corte anatómico
completo del nervio o lesión extensa por avulsión o aplastamiento, luxaciones, heridas,
traumatismo. En este grupo no se puede esperar una recuperación espontánea significativa.
Causas
El daño a los nervios superiores que componen el plexo braquial tiende a producirse cuando se
fuerza el hombro hacia abajo mientras el cuello se estira hacia arriba y se aleja del hombro
lesionado. Es más probable que los nervios inferiores se lesionen cuando se fuerza el brazo
hacia arriba de la cabeza.

Estas lesiones pueden producirse por distintos motivos, incluidos los siguientes:

- Deportes de contacto. Muchos jugadores de fútbol americano sienten quemazones o


aguijones, que pueden ocurrir cuando se estiran los nervios del plexo más allá de su capacidad
al chocar contra otros jugadores.

- Partos complicados. Los recién nacidos pueden tener lesiones del plexo braquial. Estas
pueden estar asociadas con un alto peso al nacer, la presentación de nalgas o un trabajo de
parto prolongado. Si los hombros del bebé se atoran en el canal de parto, aumenta el riesgo de
parálisis del plexo braquial. Lo más frecuente es que se lesionen los nervios superiores; esta
afección se conoce como parálisis de Erb.
- Traumatismo. Varios tipos de traumatismos, como los accidentes automovilísticos, los accidentes de
motocicleta, las caídas o las heridas de bala.

- Tumores y tratamientos oncológicos. La radioterapia que se hace en el pecho o el cuello puede hacer
que se formen tumores en el plexo braquial o a lo largo de este, o que los tumores presionen el plexo
braquial o se diseminen hacia los nervios.
Complicaciones
Con tiempo suficiente, muchas lesiones del plexo braquial tanto en niños como en adultos se curan con daños
persistentes mínimos o sin daño alguno. Sin embargo, algunas lesiones pueden causar problemas temporales o
permanentes, como los siguientes:

- Articulaciones rígidas. Si se te paraliza una mano o un brazo, las articulaciones pueden volverse rígidas. Esto
dificulta el movimiento.
- Dolor. Ocurre como consecuencia del daño nervioso y puede volverse crónico.
- Entumecimiento. Si pierdes la sensación en un brazo o una mano, corres riesgo de quemarte o lastimarte sin
darte cuenta.
- Atrofia muscular. Los nervios crecen lentamente y pueden tardar varios años en sanar después de una lesión.
Durante ese tiempo, la falta de uso puede hacer que los músculos afectados se debiliten.
- Discapacidad permanente. El grado de recuperación que logres luego de una lesión grave del plexo braquial
depende de diversos factores, incluidos tu edad y el tipo, la ubicación y la gravedad de la lesión. Aun con un
procedimiento quirúrgico, algunas personas presentan debilidad o parálisis muscular permanentes.
Diagnóstico
- Radiografía. Una radiografía del hombro y del cuello puede indicar si tienes fracturas u
otras lesiones asociadas.

- Electromiografía. Durante una electromiografía, el proveedor de atención médica inserta


un electrodo de aguja a través de la piel en varios músculos. La prueba evalúa la actividad
eléctrica de los músculos cuando se contraen y cuando están en reposo.

- Estudios de la conducción nerviosa. Estas pruebas suelen realizarse como parte de la


electromiografía, y miden la velocidad de conducción en el nervio cuando una pequeña
corriente pasa a través de él. Esto brinda información sobre el funcionamiento del nervio.
Diagnóstico
- Imágenes por resonancia magnética. En esta prueba se utiliza un campo magnético potente
y ondas de radio para producir imágenes detalladas del cuerpo en varios planos. A menudo
muestra el alcance del daño ocasionado por la lesión del plexo braquial y puede ayudar a
evaluar el estado de las arterias importantes para la extremidad o para su reconstrucción.

- Mielografía por tomografía computarizada. En esta se emplea una serie de rayos X para
obtener imágenes transversales del cuerpo. La mielografía por tomografía computarizada agrega
un medio de contraste (que se inyecta durante una punción lumbar) para producir una imagen
detallada de la médula espinal y las raíces nerviosas durante una tomografía computarizada.
Esta prueba a veces se lleva a cabo cuando las imágenes por resonancia magnética no
proporcionan la información adecuada.
Tratamiento
El tratamiento depende de varios factores, incluidos la gravedad, el tipo y la duración de la herida, y
otras afecciones existentes.

Los nervios que solo están estirados se pueden recuperar sin mayor tratamiento.

Se puede recomendar fisioterapia para que las articulaciones y los músculos sigan funcionando
adecuadamente y mantengan la amplitud de movimiento, y para prevenir la rigidez de las
articulaciones.

La cirugía para reparar los nervios del plexo braquial debe realizarse generalmente dentro de los seis
meses posteriores a la lesión. Las cirugías que se realizan después de ese plazo tienen índices de éxito
inferiores.

El tejido de los nervios crece lentamente, por lo que puede llevar varios años notar los beneficios
completos de la cirugía. Durante el período de recuperación, se debe mantener flexibles las
articulaciones con un programa de ejercicios. Se pueden usar férulas para evitar que la mano se curve
hacia dentro.
Tipos de cirugía
- Neurólisis. Este procedimiento consiste en liberar el nervio del tejido cicatricial.

- Injerto de nervio. En este procedimiento, la parte dañada del plexo braquial se


extirpa y se reemplaza con secciones de nervios tomadas de otras partes del cuerpo.

- Transferencia de nervios. Cuando la raíz del nervio se ha desprendido de la médula


espinal, los cirujanos suelen tomar un nervio menos importante que todavía funciona
y lo conectan a un nervio que es más importante pero que no funciona. Esto
proporciona un puente para el crecimiento de nuevos nervios.

- Transferencia de músculo. La transferencia de músculo es un procedimiento en el


que el cirujano extrae un músculo o tendón menos importante, por lo general del
muslo, lo transfiere al brazo y reconecta los nervios y los vasos sanguíneos que
irrigan el músculo.

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