Habitos Toxicos en El Embarazo Articulo

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Consumo de tóxicos durante el

embarazo y consecuencias en
el recién nacido
Actualización para
profesionales de enfermería

TRABAJO FIN DE
GRADO Autora: Beatriz de Carlos García
Directora: Raquel Sáenz Mendía

Grado en Enfermería
Curso académico: 2019/2020
Convocatoria de defensa: Mayo
Universidad Pública de Navarra

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RESUMEN ABSTRACT
El abuso de sustancias psicoactivas por The abuse of psychoactive substances
parte de la mujer embarazada y los by a pregnant woman and the lifestyles
estilos de vida asociados a esta associated with this practice represent
práctica, representan un importante an important public health problem, as
problema de salud pública, por it involves high maternal and child
conllevar una alta morbimortalidad morbidity and mortality. The main
materno-infantil. El objetivo principal objective of this work is to know the
de este trabajo es conocer los efectos effects of toxic consumption during
que tiene el consumo de tóxicos pregnancy on the health of
durante el embarazo sobre la salud del newborn, affectingtheFetal Alcohol
recién nacido, incidiendo sobre el Syndrome, and especially Neonatal
Síndrome Alcohólico Fetal, y, Abstinence Syndrome, as the main
especialmente, sobre el Síndrome de consequences. Thus, a systematic
Abstinencia Neonatal, como principales review of the existing scientific
consecuencias. Así pues, se lleva a literature has been carried out from
cabo una revisión bibliográfica different scientific databases, books
sistemática de la literatura científica and web pages of organizations and
existente en diferentes bases de datos institutions of national
científicas, libros y páginas web de and
international scope related to the
organizaciones e instituciones de subject under study. In this way, the
ámbito nacional e internacional epidemiology, etiopathogenesis and
relacionadas con el tema objeto de pathophysiology, clinical
estudio. De esta manera, se expone la manifestations, and
yepidemiología, etiopatogenia
fisiopatología, manifestaciones diagnosis of such clinical entities are
treatment
clínicas, diagnóstico y tratamiento de exposed, and it is concluded that, given
tales entidades clínicas, y se concluye its preventable nature, the early
que, dado su carácter prevenible, el diagnosis of gestational substance use
diagnóstico precoz del consumo is essential. For this aim, an screening
gestacional de sustancias es tool is proposed in prenatal controls for
fundamental. Para ello, se propone una normal pregnancy care.
herramienta de aplicación en los
Keywords: substance abuse,
controles prenatales de atención al
pregnancy, newborn, neonatal
embarazo normal.
abstinence/ withdrawal syndrome,
Palabras clave: abuso de sustancias, fetal alcohol syndrome.
embarazo, recién nacido, síndrome de
Number of words: 18. 972
abstinencia neonatal, síndrome
alcohólico fetal.
Número de palabras: 18.972

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ABREVIATURAS

AAP: American Academy of Pediatrics


ARBD: Alcohol-Related Birth Defects
ARND: Alcohol-Related Neurodevelopmental Disorders
DSM: Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders
FDA: Food and Drug Administration
FNASS: Finnegan Neonatal Abstinence Scoring System
GHB: gammahidroxibutirato
IOM: Institute of Medicine of the US National Academies
LSD: dietilamida de ácido lisérgico.
MDA: 3,4-metilendioxianfetamina.
MDEA: 3,4-metilendioxietilanfetamina.
MDMA: 3,4-metilendioximetanfetamina.
ND-PAE: Neurobehavioral Disorder
associated with Prenatal Alcohol
Exposure
NSP: nuevas sustancias psicoactivas
OMS: Organización Mundial de la Salud
RN: recién nacido
SAF: Síndrome Alcohólico Fetal
SAN: Síndrome de Abstinencia Neonatal
SNC: sistema nervioso central
TEAF: Trastornos del Espectro Alcohólico
Fetal
THC: tetrahidrocannabinol
UCIN: Unidad de Cuidados Intensivos
Neonatales
UNODC: United Nations Office on Drugs
and Crime
VHB: virus de la hepatitis B
VHC: virus de la hepatitis C
VIH: virus de la inmunodeficiencia
humana Página │ ii
1. INTRODUCCIÓN

1.1. Marco teórico

a. Drogas y drogadicción

Conceptos clave

El término ‘’droga’’ es un concepto sujeto a múltiples matices dependiendo del


contexto en el que se aplique. La Real Academia Española (RAE) lo define como
aquella ‘’sustancia mineral, vegetal o animal, que se emplea en la medicina, en la
industria o en las bellas artes”1. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud
(OMS), expone que una droga es ‘’toda aquella sustancia que, introducida en el
organismo por cualquier vía de administración, produce de algún modo una
alteración del natural funcionamiento del Sistema Nervioso Central (SNC) del
individuo y además es susceptible de crear dependencia, ya sea psicológica, física o
ambas’’2.

En el lenguaje coloquial, los términos ‘’droga’’ o ‘’tóxico’’ representan a las


‘’sustancias psicoactivas’’ y a su equivalente, ‘’sustancias psicotrópicas’’3, y se
emplea generalmente para designar a las sustancias, tanto ilegales como legales que
se consumen de forma excesiva bajo el término de ‘’drogas de abuso’’4, pudiendo
estas producir ‘’adicción’’ o ‘’drogadicción’’3. En consecuencia, todos estos
conceptos se utilizan de forma indistinta y así se procederá durante el resto del
presente trabajo. No obstante, entre todas las definiciones existentes, la que más se
adapta al tema que se expone, es la dada por Gisbert Calabuig, según la cual ‘’drogas
son todas aquellas sustancias que producen dependencia y que se emplean
voluntariamente para provocarse determinadas sensaciones o estados psíquicos no
justificados terapéuticamente’’5.

La ‘’adicción’’ es definida por la Asociación Española de Toxicología (AETOX) como la


‘’afición y sometimiento al uso regular de una sustancia en busca de alivio, bienestar,
estimulación o vigor, frecuentemente con desarrollo de necesidad de consumo’’4.
Algunos expertos, por su efecto perjudicial para el sujeto y la sociedad, la consideran
como una enfermedad con entidad propia, un trastorno debilitante con pérdida de

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la libertad individual condicionada por los efectos farmacológicos de la sustancia. Por
ello, entre los años 1920 y 1960, se trató de diferenciar entre “adicción” y
“habituación”, una forma menos severa de adaptación psicológica. Finalmente, en la
década de los años 60, la OMS sugirió la sustitución de ambos términos por el de
‘’dependencia’’, en la cual, se pueden establecer diferentes grados de severidad3.

La ‘’dependencia’’, era definida en la cuarta edición del Manual Diagnóstico y


Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM, por sus siglas en inglés) como una
entidad clínica independiente, sin embargo, la nueva edición elimina los términos de
‘’abuso’’ y ‘’dependencia’’ por considerarse problemática su discriminación6,7. Es por
eso que establece el concepto de ‘’trastornos relacionados con sustancias’’, los
cuales divide en: trastornos por consumo de sustancias, y trastornos inducidos por
sustancias (intoxicación, abstinencia y otros trastornos mentales inducidos por una
sustancia o medicación)6,7. El diagnóstico de un trastorno por consumo de sustancias
se hace cuando la persona tiene, 2 o más síntomas de una lista de 11 criterios a lo
largo de un periodo continuo de 12 meses (véase anexo 1)6,7.

La ‘’tolerancia’’, se trata de una ‘’disminución de la respuesta a una dosis concreta de


una droga o un medicamento que se produce con el uso continuado’’, requiriéndose
cada vez dosis más altas de la sustancia para lograr alcanzar el efecto que se obtenía
inicialmente con dosis menores3. Existen factores fisiológicos y psicosociales que
contribuyen al desarrollo de la tolerancia, la cual puede ser física, psicológica o
conductual3. La tolerancia física puede deberse, a su vez, a un incremento de la
capacidad del organismo para metabolizar la sustancia (metabólica) o a una
disminución en la sensibilidad del SNC a la misma (funcional). El aprendizaje o la
alteración de las restricciones del entorno originan un cambio en el efecto de la
sustancia, provocando lo que se conoce como tolerancia conductual3.

La OMS define ‘’síndrome de abstinencia’’ como un ‘’conjunto de síntomas con grado


de intensidad y agrupamiento variables que aparecen al suspender o reducir el
consumo de una sustancia psicoactiva que se ha consumido de forma repetida,
habitualmente durante un período prolongado y/o en dosis altas’’3. El comienzo y la
evolución del cuadro clínico son de duración determinada, y dependen del tipo y de

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la última dosis consumida inmediatamente antes de la disminución o suspensión
total de la sustancia3.

Clasificación

A lo largo de la Historia, las sustancias psicoactivas han sido estudiadas desde


diversas perspectivas dando lugar a múltiples formas de clasificación. Sin embargo,
pueden considerarse los criterios de ‘’status legal’’, ‘’origen’’ y ‘’efectos sobre el
SNC’’ como los de mayor interés (figura 1).

Figura 1. Clasificación de las sustancias psicoactivas. Fuente: Elaboración propia2,5,8-13,17.

En función de las restricciones legales establecidas en cada país para regular la


producción, venta y consumo de estas sustancias, pueden clasificarse de acuerdo a
su status legal en:

- Drogas legales o lícitas: El alcohol, el tabaco, el café, y ciertas sustancias bajo


prescripción médica, como los psicofármacos o analgésicos, son permitidas por la
ley en la mayoría de los países occidentales2,5.

- Drogas ilegales o ilícitas: Son aquellas sustancias no incluidas en el grupo anterior


y sometidas a un régimen de fiscalización que las clasifica jerárquicamente en
‘’listas’’ en función del equilibrio entre el nivel de utilidad terapéutica y el riesgo
de producción de dependencia o de los problemas sociales y de salud pública

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derivados de su uso indebido, con el objetivo de asignar un nivel adecuado de
control a cada grupo de sustancia8,9.

De esta manera, el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971, estableció


cuatro listas, con grados de restricción creciente9,10 (véase anexo 2), incluyendo
en la lista I sustancias que los Estados deben prohibir o ‘’restringir todo uso,
excepto el que con fines científicos y médicos muy limitados” hagan personas
debidamente autorizadas10.

Con respecto a su origen, las drogas pueden ser: ‘’naturales’’ (también llamadas
‘’extraídas de plantas’’ o ‘’botánicas’’) o ‘’sintéticas’’. Las drogas naturales se
obtienen refinando o procesando el producto generalmente vegetal que aparece de
forma espontánea en la naturaleza11. Por el contrario, las sintéticas, se elaboran en
un laboratorio mediante procesos físicos o químicos, pudiendo ser copias de
sustancias que se presentan en la naturaleza, modificaciones de dichas sustancias o
creaciones completamente nuevas que no tienen homólogos naturales11,12. Sin
embargo, la distinción entre lo natural y lo sintético no es tan sencilla, ya que cuando
en el proceso de fabricación se utilizan precursores naturales y se realizan pequeñas
modificaciones químicas de su fórmula, siendo más apropiado referirse al producto
como droga ‘’semisintética’’12.

En este sentido, dada su relevancia durante todo el trabajo, es preciso mencionar


que los términos ‘’opioide’’ y ‘’opiáceo’’ se suelen emplear indistintamente, aunque
este último hace referencia a los alcaloides presentes en el opio (sustancia
componente de la planta adormidera) refiriéndose, por tanto, al origen natural de la
sustancia, mientras que ‘’opioide’’ es cualquier sustancia capaz de unirse a los
receptores opioides, incluyendo en este grupo a todas las sustancias endógenas
(encefalinas, las endorfinas y las endomorfinas), y exógenas (natural o
sintética)11,12,13.

En las últimas décadas, ha ido apareciendo una gran variedad de estupefacientes


químicos con propiedades similares a drogas ilegales, como el cannabis o el “éxtasis”,
pero fabricadas con elementos sintéticos legales e importadas principalmente desde
Asia, las cuales se conocen por términos como ‘’drogas emergentes’’, ‘’drogas de
diseño’’, ‘’drogas recreativas’’14,15, ‘’euforizantes legales’’, ‘’productos químicos de
investigación’’, o ‘’sales de baño’’16. Con el fin de aunar criterios, se utiliza el término
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“nuevas sustancias psicoactivas (NSP)’’, como “toda sustancia de abuso, ya sea en
forma pura o en preparado, no incluida en la Convención Única de 1961 sobre
Estupefacientes ni en el Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de 1971, pero que
puede suponer una amenaza para la salud pública”14,16.

Existen varias clasificaciones para estas nuevas sustancias, aunque se han descrito
seis familias principales: Cannabinoides sintéticos (los más conocidos),
Fenetilaminas, Triptaminas, Piperazinas, Catinonas sintéticas, y otro grupo
heterogéneo que contiene otro tipo de sustancias químicas o vegetales, en el que se
incluye, por ejemplo, la Ketamina14,15.

Sin embargo, el término “nuevas sustancias psicoactivas” no es sinónimo de ‘’nueva


síntesis’’, ya que, muchas de ellas son conocidas desde antaño y utilizadas en la
práctica médica o veterinaria14,16. Lo que hoy resulta novedoso es su difusión y
adquisición a través de Internet y redes sociales, y, sobre todo, la velocidad de
modificación de su fórmula química, que, por desconocimiento de sus efectos
adversos, representa un riesgo significativo para la salud pública14.

Finalmente, la forma más aceptada y extendida de clasificación de las drogas de


abuso es en función de su efecto sobre el SNC, estableciéndose tres categorías:

- Sustancias depresoras del SNC: provocan una inhibición, disminución, o


ralentización de las funciones del sistema nervioso central2,17. Predominan los
efectos de tipo subjetivo como la sensación de relajación, de bienestar17, la
disminución de la apreciación de los estímulos externos, analgesia5 y alteración
de la concentración y del juicio2, pudiendo objetivarse desde una disminución de
la capacidad motora hasta una disminución de la conciencia pasando por
sedación, somnolencia e incluso llegando al coma5,17.

- Sustancias estimulantes del SNC o psicoestimulantes: aceleran, con grados


variables de intensidad, la actividad del sistema nervioso central, activando el
estado de alerta y vigilia, lo que se traduce en efectos objetivables a nivel
respiratorio y cardiovascular, como taquipnea, taquicardia, hipertensión5,17. A
nivel subjetivo, los consumidores de psicoestimulantes refieren efectos como

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euforia, inquietud, excitación motora, desinhibición, irritabilidad, agresividad,
menor control emocional, menor fatiga e insomnio2,17.

- Sustancias alteradoras/perturbadoras del SNC: también conocidas como


‘’psicodislépticas’’5, ‘’psicomiméticas’’17 y, en ocasiones, aunque erróneamente,
‘’alucinógenas’’2,5,17. Distorsionan el funcionamiento del cerebro, ocasionando
alteraciones perceptivas temporoespaciales o sensoriales como las alucinaciones,
además de alterar considerablemente el estado de ánimo y los procesos
cognitivos2,5.

La clasificación anterior se basa en los efectos que predominantemente ejercen las


sustancias psicoactivas sobre el SNC, pudiendo existir sustancias que provoquen un
efecto mixto, como se muestra en la figura 2.

Figura 2. Clasificación de las sustancias psicoactivas. Fuente: Informe 2019 de la Comisión Global
de Política de Drogas10.

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Patrones de consumo en mujeres embarazadas

En los hábitos de consumo de drogas, es fundamental la consideración de la


influencia del género, la cual, a su vez, está condicionada por el factor generacional y
los modelos educativos y las normas sociales asociadas a este18. Entre la población
adulta, cuya educación en relación a los roles de género se basa en el modelo
tradicional, el consumo de sustancias entre las mujeres es mucho más reducido que
entre los hombres, al contrario de lo que ocurre en el caso de los adolescentes,
educados en un modelo de roles más igualitario18.

Tanto es así que los últimos informes de la Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y
Drogas en España (EDADES) han puesto de manifiesto un estrechamiento progresivo
en las diferencias en el consumo entre hombres y mujeres, llevando a las
generaciones más jóvenes a una tendencia de equiparación de los consumos entre
ambos géneros19. Sin embargo, y acorde a las tendencias europeas y mundiales, el
consumo de las drogas ilegales, alcohol y tabaco en España sigue siendo todavía más
común entre los hombres que entre las mujeres, mientras que el consumo de los
hipnosedantes y analgésicos opioides está más extendido entre las mujeres (incluso
en una relación de 2:1)19,20,21.

Por otro lado, mientras que el consumo de drogas entre los hombres se percibe
como una conducta natural, social y culturalmente aceptada (excepto cuando se
asocia a violencia), para las mujeres supone una gran estigmatización social y un
desafío a los valores sociales dominantes18. Por consiguiente, las mujeres con
drogodependencia se ven obligadas a ocultar su problema y se encuentran con
mayores obstáculos que los hombres a la hora de iniciar un tratamiento, como la
falta de apoyo familiar y social, la necesidad de abandonar sus responsabilidades en
el cuidado del hogar y de los hijos, y el miedo a perder su custodia18.

Dicho lo anterior, se estima que el patrón de consumo en las mujeres que


recientemente conocen su estado de gravidez es similar a la de la población general,
por lo que la exposición fetal a tóxicos es elevada durante al menos el inicio del
primer trimestre de gestación22,23. Si bien es cierto que, aunque buena parte de estas
mujeres abandonan estos malos hábitos durante la primera etapa del embarazo, al
final del mismo existe aún un grupo de pacientes que, a pesar de conocer los efectos

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negativos y dañinos para su salud y la del feto, mantiene tasas elevadas de
consumo22,23.

Los estudios epidemiológicos a nivel nacional sobre la prevalencia de consumo de


drogas legales o ilegales entre las mujeres embarazadas son escasos, y, la mayoría de
los trabajos a nivel internacional que tratan este problema proceden de EEUU y
Canadá24. A pesar de la escasez de datos, todos ellos coinciden en que los múltiples
factores que influyen en el testimonio de la mujer consumidora, las tasas que se
informan muy probablemente estén subestimando las tasas reales, haciendo difícil la
determinación exacta de su incidencia y prevalencia25.

Así pues, varias investigaciones sugieren que el consumo de sustancias de abuso


ocurre entre el 2,6-5,9 % de las mujeres embarazadas en los Estados Unidos, y en un
17,2% en Canadá. En Europa, estos datos suponen el 1,8% en la República Checa, el
6% en Irlanda, el 0,9% en el Reino Unido, el 0,2% en Croacia24,26.

En nuestro país no existen datos recientes sobre la prevalencia del consumo de


tóxicos entre las gestantes. Sin embargo, los estudios de los que se dispone, ponen
de manifiesto una tendencia creciente en el consumo de tabaco durante el
embarazo, y una prevalencia de consumo que oscila entre el 13% y el 34% de las
gestantes a término, y alrededor de un 14-26% de mujeres que, aunque no son
fumadoras, están expuestas al tabaco en su entorno laboral o familiar22. Con
relación al consumo de alcohol, la información procedente del grupo Eurocare
(2011) indica que, en España, el 25% de las mujeres consume alcohol durante el
embarazo22,27. Los datos sobre consumo de drogas ilícitas durante el embarazo son
mucho más escasos. En un estudio realizado en Barcelona sobre la detección de
drogas en muestras de meconio, se observó que un 5.3% eran positivas a cannabis,
un 4.7% a heroína y un 2.6% a cocaína22.

Por otro lado, deben considerarse los posibles riesgos inducidos del consumo
concomitante de sustancias de abuso y de ciertos medicamentos bajo prescripción
médica o aquellos de venta libre que por sus efectos psicoactivos puedan utilizarse
como droga28,29. Así, en un estudio realizado en Brasil, se determinó que, el 96,6% de
las mujeres consume al menos un medicamento durante el embarazo, de las cuales,

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el 38,9% se automedicó durante el primer trimestre, generalmente con
antiinflamatorios28.

En general, se estima que uno de cada diez recién nacidos vivos puede haber estado
expuesto a drogas durante el periodo intrauterino24. Además, tal y como muestran
los datos obtenidos en un estudio realizado en Australia, el consumo simultáneo de
múltiples sustancias de abuso entre las gestantes es algo habitual, siendo
especialmente el alcohol, el tabaco y el cannabis los más relacionándose entre sí29.

En definitiva, acorde a la literatura, las drogas más consumidas por las mujeres
embarazadas, y, por tanto, las sustancias a las que los neonatos están más expuestos
intrauterinamente son29-32:

- Entre las lícitas, principalmente el tabaco, al que le sigue el alcohol; los


medicamentos utilizados en los tratamientos de reemplazo de opioides
(metadona y buprenorfina fundamentalmente); otros opioides origen
sintético o semisintético, empleados como medicamentos analgésicos (como,
por ejemplo, el fentanilo o el tramadol) y los hipnosedantes
(benzodiacepinas y barbitúricos), todos ellos con o sin receta médica, y de
los cuales se hace un uso indebido.
- En cuanto a las ilícitas, los cannabinoides, especialmente la marihuana, y, en
menor medida, y con prevalencias cada vez menores, la heroína, la cocaína y
las metanfetaminas.

b. Fisiología del embarazo

Desarrollo embrionario y fetal

El desarrollo humano se lleva a cabo en tres fases o etapas, cuyas características se


resumen en la siguiente tabla:

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Tabla 1. Características de las etapas del desarrollo embrionario y fetal.

ETAPA CARACTERÍSTICAS

Extensión: Desde la fecundación hasta el final de la segunda


semana.
Sucesos: El óvulo fecundado se desplaza a lo largo de la trompa
de Falopio, se diferencia en el trofoblasto y el disco embrionario,
y se implanta en el endometrio. El disco embrionario forma tres
capas germinales de las que nacerán todos los sistemas
Preembrionaria orgánicos: el endodermo o capa interna, originará el aparato
respiratorio, el aparato gastrointestinal, hígado y páncreas, la
vejiga y la uretra; el mesodermo o capa intermedia, desarrollará
el sistema muscular, el sistema esquelético, el corazón, sangre y
vasos sanguíneos, el bazo, el aparato urinario y el aparato
reproductor; y el ectodermo o capa externa, que dará lugar a la
piel, el sistema nervioso, los órganos de los sentidos, la boca y el
ano.
Extensión: Desde la tercera semana hasta la completar la
Embrionaria octava. Sucesos: Los tejidos se diferenciarán en los órganos
esenciales y se desarrollarán las principales características
externas del embrión.
Extensión: Desde la novena semana hasta la semana 38-40,
momento en el que se considera que la gestación está a
Fetal término.
Sucesos: Todos los sistemas orgánicos y las estructuras externas
que se observan en un feto a término están ya formados,
aunque se produce su maduración, perfeccionando su
morfología y sus funciones.
Fuente: Elaboración propia33-35.

Los efectos negativos del consumo de tóxicos durante el embarazo son distintos
dependiendo del momento de la gestación en el que éste se produzca (figura 3), lo
que obligó a la Food and Drug Administration (FDA) a establecer un sistema de
clasificación con el objetivo de evaluar el riesgo de teratogenicidad de las diferentes
sustancias farmacológicas28. En este sistema, los medicamentos se clasifican en cinco
clases: clase A: que designa medicamentos seguros en el embarazo; clase B, que
incluye medicamentos que no presentan riesgos fetales para los animales, aunque
no se han probado en humanos; clase C, que incluye medicamentos con efectos
teratogénicos en animales, aunque no se han probado en humanos; clase D, que
designa fármacos con efectos adversos en el feto, pero que permiten el análisis de

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riesgo-beneficio; y clase X, cuyos medicamentos están contraindicados en el
embarazo porque causan la teratogenicidad en humanos28.

Figura 3. Periodos de gran susceptibilidad durante el desarrollo embrionario. Fuente: Towle MA,
201035.

De esta manera, el periodo constituido por las primeras ocho semanas de gestación,
conocido también como ‘’periodo de organogénesis’’ y comprendido por las etapas
preembrionaria y embrionaria, constituye un lapso crítico para el feto, de máxima
vulnerabilidad, ya que los efectos provocados por los agentes teratógenos pueden
causar fácilmente malformaciones o anomalías generalmente de carácter anatómico,
e incluso alterar la implantación y provocar un aborto espontáneo33-36.

Sin embargo, en la etapa fetal, una vez que la mayor parte del desarrollo estructural
ya se ha completado, las sustancias tienen efectos más sutiles, y causan
principalmente alteraciones funcionales por crecimiento y/o maduración anormal de
los diferentes órganos o alteraciones en los neurotransmisores, sus receptores, y en
su organización cerebral, pudiendo manifestarse en el nacimiento o incluso
semanas, meses o años después33-36.

Página │ 11
Paso transplacentario de sustancias

La placenta es un órgano fetomaterno complejo, que actúa como un medio de


intercambio de sustancias entre la circulación materna y la circulación del embrión y
posteriormente del feto, realizando, durante todo el desarrollo fetal, numerosas e
importantes funciones33-35.

Entre ellas, cabe destacar las de transporte, metabolismo y barrera (figura 4), por ser
las de mayor relevancia en el tema que se expone en el presente trabajo ya que
existen numerosas sustancias tóxicas (como las sustancias de abuso) que pueden
cruzar la barrera placentaria y causar daños en el feto37.

Figura 4. Principales funciones de la placenta. Fuente: Elaboración propia33-35.

Además, los cambios fisiológicos adaptativos que se producen en el organismo de la


gestante pueden alterar la farmacocinética y la farmacodinamia de muchas
sustancias. Además, es necesario considerar especialmente las propiedades
fisicoquímicas de liposolubilidad, grado de ionización, peso molecular y unión a
proteínas plasmáticas de las sustancias, ya que condicionan su difusión38. La mayoría

Página │ 12
de las drogas son lipofílicas, de bajo peso molecular, con un gran porcentaje de
formas no ionizadas y de baja unión a proteínas, lo que facilita su paso
transplacentario de la madre al feto37-39.

Cada sustancia tiene sus características farmacocinéticas y farmacodinámicas


propias, pudiendo éstas estar influenciadas a su vez por otras variables, como el
consumo simultáneo de otras sustancias, o factores genéticos y sociales15,39.

1.2. Justificación

El consumo de drogas por la población general, tanto ilícitas como lícitas, representa
un importante problema de salud pública, y contribuye significativamente a la carga
de enfermedad de la sociedad, elevando los costes sanitarios, humanos, sociales y
económicos en materia de prevención, tratamiento, seguridad pública, medio
ambiente y productividad laboral25,30,40,41.

Numerosas publicaciones manifiestan que, a nivel mundial, independientemente de


las características socioculturales, es frecuente el consumo de una gran variedad de
sustancias psicoactivas entre las mujeres, no sólo en edad fértil (especialmente entre
las más jóvenes), sino también durante el periodo gestacional, llegando a notificarse
en este colectivo un incremento considerable de la incidencia y la prevalencia de los
trastornos por consumo de sustancias25,32.

También se sabe que los estilos de vida que a menudo llevan estas mujeres,
convierten el embarazo en una situación de alto riesgo. Entre estos se incluyen otras
conductas peligrosas, como el abuso simultáneo varias sustancias, el consumo de
drogas por vía parenteral, las prácticas sexuales de riesgo, el control prenatal
inadecuado y los delitos de prostitución y robo40,42. Todo ello, a su vez, se asocia con
situaciones de pobreza, indigencia, violencia doméstica y otras comorbilidades
(malnutrición, infecciones por VIH, VHB, VHC u otras infecciones de transmisión
sexual, embarazos no deseados, traumas psicológicos, depresión y otros trastornos

mentales)15,23,26,30,31,40-43.

Además, el análisis de las causas de mortalidad infantil indica que, en los últimos
años, ha habido una disminución en la tasa general de enfermedades infecciosas y, a

Página │ 13
su vez, un aumento en la de muertes por malformaciones congénitas28,44. Entre las
posibles causas de estas malformaciones, además de los factores ambientales, se
encuentran algunos medicamentos y otras drogas como, por ejemplo, el alcohol y el
tabaco28.

De esta manera, queda suficientemente demostrado que los efectos directos e


indirectos del consumo de sustancias tóxicas durante el embarazo, conllevan
complicaciones obstétricas graves en la madre que pueden suponer una amenaza
para el desarrollo normal de la gestación, y dar lugar a alteraciones en el crecimiento
y el desarrollo del feto y del recién nacido, e incluso, en la correcta evolución
psicosocial de los niños a largo plazo23,40-43,45.

Sin embargo, a pesar de conocerse tales riesgos, un porcentaje importante de las


mujeres continúa con sus hábitos de consumo tras conocer su estado de gravidez y
durante el resto del embarazo23,46. Este hecho resulta de gran preocupación, ya que
de ello se derivan importantes consecuencias que podrían prevenirse
completamente, considerándose, por ejemplo, el tabaquismo gestacional como el
factor de riesgo modificable más importante para la salud del feto y de la madre, y el
consumo de alcohol como la primera causa prevenible de discapacidad intelectual a
consecuencia de anomalías congénitas del desarrollo neurológico45,46.

Así pues, dada la creciente tendencia de consumo de sustancias adictivas por parte
de las mujeres embarazadas, se puede entender que, a consecuencia de ello, la
incidencia del Síndrome de Abstinencia Neonatal (SAN), en los neonatos expuestos
intrauterinamente a dichas sustancias también esté experimentando un aumento32.
En este sentido, cabe destacar la influencia de la extensión del mercado de las
nuevas sustancias psicoactivas, de las que no se conocen sus efectos a corto y a
largo plazo para la salud14,15, el repunte que parece estar experimentando el
consumo de heroína en los países desarrollados47, y, el aumento en el uso indebido
de los opioides en mujeres embarazadas, originalmente prescritos por los
facultativos para tratar el dolor agudo o crónico debido a múltiples etiologías47,48.

Es por ello que, en el presente trabajo se ha considerado destacar el SAN como la


complicación que más frecuentemente se desarrolla en los recién nacidos expuestos
a tóxicos durante la gestación, cuya gravedad pone en peligro la vida del neonato,

Página │ 14
aumentando el riesgo de problemas neurológicos, cardiovasculares,
gastrointestinales, respiratorios y metabólicos y, en muchas ocasiones, requiriendo
de atención inmediata en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales

(UCIN)26,31,41,48-51.

El SAN representa una entidad clínica con un gran impacto socioeconómico no sólo
por afectar a esta parte tan vulnerable de la población, sino porque entre el 50 y el
80% de los recién nacidos con este cuadro requieren tratamientos farmacológicos y
estancias hospitalarias más largas, calculándose un aumento aproximadamente del
40% en los gastos sanitarios al año23,26,31,41,48,50,51. Aquellos que requieren
tratamiento farmacológico son hospitalizados durante una media de 3 semanas
(entre un mínimo de 2 semanas y un máximo de 12), lo que origina unos costes
estimados por cada ingreso entre 20.000 $ (en las unidades de hospitalización
pediátrica) y 93.000 $ (en las UCIN)26,31,41,48,50,51.

De la misma manera, el Síndrome Alcohólico Fetal (SAF), requiere también una


mención especial por representar dentro de un amplio espectro de trastornos
observables en los hijos de madres consumidoras de alcohol durante el embarazo, el
cuadro clínico más grave, con un gran impacto no solo en materia de salud, sino
también desde el plano económico y social45,52,53. Las malformaciones faciales, el
retraso del crecimiento y diversas alteraciones del neurodesarrollo que se producen
en estos niños condicionan la aparición de otras patologías orgánicas, psiquiátricas,
y, especialmente, trastornos cognitivos y conductuales en cualquier momento de la
infancia del niño o del adolescente que pueden permanecer durante toda la vida del
adulto causándole múltiples desafíos médicos, educativos y sociales45,52,53.

La atención a nivel social y sanitario de los pacientes con SAN o SAF y sus familias,
requiere un gran número de recursos materiales y humanos, formando equipos
multidisciplinares tanto en el ámbito hospitalario como en el ámbito de la atención
primaria32,43,54. En este sentido, es preciso destacar a los profesionales de enfermería:
matronas, enfermeras neonatales y enfermeras de las UCIs neonatales y/o
pediátricas, por configurar una red de cuidados especializados, los cuales precisan de
una formación específica que deberá apoyarse en las guías de práctica clínica y en
cuidados basados en las evidencias científicas más actuales23,32.

Página │ 15
A pesar de ello, el abuso de sustancias ilícitas durante el embarazo es un problema
grave y muy complejo, y ofrecer una atención médica y psicológica de calidad a estas
madres con adicción a las drogas y a sus recién nacidos dependientes a esas
sustancias puede suponer grandes desafíos para los profesionales sanitarios32,41,43.
Estos retos no se dan únicamente a nivel técnico, por todo expuesto anteriormente,
sino también, a nivel psicológico y ético, fundamentalmente debido al estigma social
que rodea al consumo de sustancias32,41,43.

Paralelamente, diversos estudios ponen en evidencia la gran carencia, por parte de


los profesionales de enfermería, de conocimientos relacionados con el abuso de
sustancias y su relación con los trastornos de salud mental, así como de los factores
sociales relacionados, los cuales podrían explicar la adopción de ciertas conductas
por parte de la madre (posturas defensivas con el personal o distantes con sus hijos,
sentimientos de ira, frustración, ansiedad, depresión, etc.)41-43.Esta laguna de
conocimiento hace que las enfermeras se sientan limitadas para comprender estas
situaciones y proporcionar unos cuidados óptimos a estos pacientes, así como
construir relaciones de confianza sólidas con estas madres, lo que supone una gran
fuente de frustración y el estrés para ambas partes41,43.

Dicho lo anterior, en el presente trabajo se realiza una investigación sobre los efectos
que tiene el consumo de sustancias tóxicas por parte de la mujer embarazada sobre
el feto y el recién nacido, ofreciendo una discreta información acerca del Síndrome
Alcohólico Fetal por representar el cuadro más grave de los relacionados con el
consumo de alcohol, y enfatizando en el Síndrome de Abstinencia Neonatal, por ser
la entidad clínica que más frecuentemente tiene lugar en los neonatos con
exposición prenatal a una gran variedad de sustancias psicoactivas.

La motivación principal que ha llevado a esta investigación es la de ampliar el


conocimiento de los profesionales de enfermería sobre las características
etiopatogénicas, clínicas, diagnósticas y terapéuticas del SAN (y en cierta medida del
SAF). De esta manera se trata, por un lado, de que las matronas reconozcan en las
consultas de atención prenatal los factores de riesgo que facilitan el diagnóstico de
sospecha del abuso gestacional de sustancias, y de que los equipos de neonatología
del ámbito hospitalario puedan realizar con mayor facilidad el diagnóstico precoz de

Página │ 16
dichas entidades clínicas para aplicar inmediatamente las estrategias de tratamiento
oportunas y disminuir así las potenciales complicaciones.

Por otro lado, esta información no solo pretende que las enfermeras neonatales
ofrezcan cuidados a nivel fisiológico y conductual de mayor calidad a estos recién
nacidos, sino que, mediante la formación apropiada en materia de abuso de
sustancias, puedan desarrollar las habilidades sociales y comunicativas para brindar
el apoyo psicológico necesario a la madre y ayudar a fortalecer el vínculo materno-
infantil, lo que puede conducir a cambios de conducta positivos en la madre, y
condicionar un mejor pronóstico de la diada materno-filial41,43.

2. OBJETIVOS

2.1. General:

Conocer los efectos que tiene el consumo de tóxicos durante el embarazo sobre la
salud del recién nacido, incidiendo sobre el Síndrome Alcohólico Fetal, y,
especialmente, el Síndrome de Abstinencia Neonatal, como principales
consecuencias de dicha exposición.

2. Específicos:

- Definir en qué consiste el Síndrome de Abstinencia Neonatal y el


Síndrome Alcohólico Fetal, conocer sus antecedentes históricos, y
determinar su epidemiología tanto a nivel mundial como a nivel nacional,
si la hubiera.

- Conocer cuáles son los efectos que las distintas sustancias psicoactivas
ejercen sobre el embarazo y el feto, resaltar aquellas responsables de la
etiopatogenia asociada dichas entidades patológicas, y describir los
mecanismos fisiopatológicos que inician su expresión clínica.

- Describir las manifestaciones clínicas del Síndrome de Abstinencia


Neonatal y del Síndrome Alcohólico Fetal, así como los factores que
influyen en su presentación clínica.

Página │ 17
- Identificar los factores de riesgo que predisponen a la gestante al
consumo de tóxicos y conocer cuáles son los procedimientos para llegar
al diagnóstico ambas situaciones clínicas.

- Describir las diferentes posibilidades de tratamiento existentes para cada


una de ellas, y determinar, los cuidados de enfermería que requiere el
recién nacido diagnosticado de Síndrome de Abstinencia Neonatal,
profundizando en las competencias profesionales que se debieran adquirir
para ofrecer una atención adecuada.

- Desarrollar una herramienta que permita al personal de salud realizar la


detección precoz del consumo de sustancias tóxicas por parte de la
gestante, y prevenir así la progresión de las complicaciones perinatales y
postnatales asociadas a tales hábitos.

3. METODOLOGÍA

Para la elaboración de este trabajo, se realizó, entre los meses de enero a marzo de
2020, una revisión sistemática de la literatura científica existente acerca de las
consecuencias del consumo de sustancias tóxicas durante el embarazo, así como de
la epidemiología, etiopatogenia, manifestaciones clínicas, diagnóstico y tratamiento
del Síndrome de Abstinencia Neonatal, y en menor medida, del Síndrome Alcohólico
Fetal.

Antes de nada, se consultaron las referencias disponibles sobre el tema elegido en la


plataforma Google Académico, y en el repositorio institucional Académica-e de la
Biblioteca de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), permitiendo así determinar
la viabilidad de la continuación del estudio. Una vez comprobada la existencia de
una cantidad suficiente de información científica, se establecieron las estrategias
para la búsqueda sistemática de los artículos de las revistas en las bases de datos
científicas del ámbito de las ciencias de la salud ofrecidas por la BUPNA: PubMed,
Cinhal, Dialnet y Sirius.

Página │ 18
Se utilizaron los descriptores de Ciencias de la Salud (DeCS), términos Médical
Subject Headings (MeSH), y términos de lenguaje libre relacionados con el tema en
estudio, formando las siguientes palabras clave, que, en combinación con los
operadores booleanos AND y OR y el truncamiento *, permitieron realizar la
búsqueda tanto en español como en inglés (tabla 2):

Tabla 2. Palabras clave empleadas en la búsqueda bibliográfica.

Palabras clave
Español Inglés
Recién nacido, neonato, neonatal Newborn, infant, neonate, neonatal
Embarazo, gestación, embarazada,
gestante Pregnancy, pregnant

Consumo Abuse, use,


Sustancias, droga, tóxicos, alcohol, Substance, drug, alcohol, tobacco,
tabaco, tabaquismo smoking
Síndrome de Abstinencia Neonatal, Neonatal Abstinence Syndrome,
abstinencia Neonatal Withdrawal Syndrome,
neonatal drug withdrawal
Síndrome Alcohólico Fetal, Fetal Alcohol Syndrome, Fetal Alcohol
Trastornos del Espectro Alcohólico Spectrum Disorders
Fetal
Exposición prenatal, exposición Prenatal exposure, intrauterine
intrauterina exposure

Cuidados de enfermería Nursing care, nursing interventions

Fuente: Elaboración propia.

Los filtros de: idioma español o inglés, año de publicación entre 2010 y 2020, y
acceso al texto completo, fueron fijados como criterios de inclusión para la
búsqueda, excluyendo todos los artículos que no cumpliesen dichas condiciones. En
la tabla 3 se muestra la estrategia principal de búsqueda siendo preciso mencionar
que no recoge todas las búsquedas realizadas, sólo aquellas que, tras ligeras
modificaciones, han resultado en los artículos seleccionados por contar con un título
y/o resumen de interés para el tema objeto de estudio. Las características de las 34
publicaciones que finalmente fueron seleccionadas a partir de las bases de datos
científicas se incluyen en el anexo (anexo 3).

Página │ 19
Tabla 3. Estrategias de búsqueda y criterios de inclusión.

BASE DE ESTRATEGIAS DE BÚSQUEDA Y CRITERIOS DE


DATOS INCLUSIÓN RESULTADOS

(neonatal abstinence syndrome Encontrados 147


[Title]) OR (neonatal drug
withdrawal [Title]) Búsqueda Seleccionados 7
avanzada
(pregnan* substance use* + Encontrados 168
[Title/Abstract]) AND Filtros
aplicados: Seleccionados 2
effect*[Title/Abstract]
(TI: neonatal abstinence syndrome) Encontrados 92
Fecha
OR (TI: neonatal withdrawal
de Seleccionados 12
syndrome)
publicación:
(sindrome) AND (abstinencia) AND 2010-2020 Encontrados 13
(neonat*) + Seleccionados 4
(sindrome) AND (alcohol*) AND Texto Encontrados 18
(fetal*) completo Seleccionados 2
(drog* OR habito OR toxic*) AND + Encontrados 58
(embaraz*) AND (neonat*) Idioma
inglés y/o Seleccionados 4
(TI: neonatal abstinence syndrome) español Encontrados 99
OR (TI: neonatal drug withdrawal)
Seleccionados 1
Encontrados 13
(TI: trastorno alcohol* fetal)
Seleccionados 1
Síndrome de abstinencia neonatal Seleccionados 1

Fuente: Elaboración propia. TOTAL


SELECCIONADOS 34

Al mismo tiempo, se ha obtenido información a partir de libros en papel disponibles


en el catálogo de la Biblioteca de la UPNA y de otros libros en formato electrónico
recuperados a partir de Google Books. Además, también se han se han revisado las
publicaciones más actuales de diversas organizaciones oficiales e instituciones de
ámbito nacional e internacional requeridas para contextualizar el objeto de estudio,
suponiendo un total de 64 documentos (tabla 4). Estas son:

- Real Academia de la Lengua Española (RAE).

- Portal de Drogodependencias y otras Adicciones del Gobierno de La Rioja.

- Portal del Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad. Gobierno de España.

Página │ 20
- Instituto Nacional de Estadística (INE)

- Asociación Española de Pediatría (AEP)

- Servicio Navarro de Salud – Osasunbidea (SNS-O)

- Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

- Organización Mundial de la Salud (OMS).

- Organización Panamericana de la Salud (PAHO).

- American Academy of Pediatrics (AAP)

- National Institutes of Health (NIH)

Tabla 4. Recuento total de documentos seleccionados.

DOCUMENTOS SELECCIONADOS FINALMENTE


 Publicaciones de bases de datos científicas 34
- De las cuales, tesis 1
doctorales
 Libros 4
 Publicaciones de las Organizaciones e
Instituciones nacionales e internacionales 14

 Páginas web 6
 Otros artículos 6

Fuente: Elaboración propia.

De todos ellos se ha realizado una lectura minuciosa y crítica con el fin de dar
respuesta a los objetivos planteados. Para terminar, los documentos seleccionados
fueron almacenados en el gestor bibliográfico Mendeley, el cual, posteriormente ha
permitido elaborar, junto con la guía de la BUPNA destinada a este fin, las citas y
referencias en el estilo bibliográfico “Vancouver”.

Página │ 21
4. RESULTADOS

4.1. Consecuencias del consumo de drogas durante el embarazo y principales


efectos sobre el recién nacido. SAN y SAF.

Como se ha mencionado anteriormente, el consumo de tóxicos durante el embarazo


conlleva una alta morbimortalidad materno-infantil (figura 5). El consumo de ciertas
drogas no solo producirá dependencia y adicción en la gestante, sino que, la
exposición intrauterina prolongada a éstas también repercutirá en el normal
crecimiento del feto, en la correcta adaptación del recién nacido a la vida
extrauterina e incluso en el desarrollo normal posterior del niño23,40.

Figura 5. Principales efectos ocasionados por el abuso de sustancias durante el embarazo. Fuente:

Elaboración propia15,22,23,26,30,31,40,46.

Es por ello que se ha considerado destacar el Síndrome de Abstinencia Neonatal


(SAN) como la complicación aguda que más frecuentemente se desarrolla en los
recién nacidos expuestos a tóxicos durante la gestación, y el Síndrome Alcohólico
Fetal (SAF) porque, aunque no es tan frecuente, representa el cuadro clínico más
grave que se puede producir en los hijos de madres consumidoras de alcohol
durante el embarazo.
Página │ 22
a. Antecedentes históricos

Hasta el año 1875, las mujeres embarazadas con adicción a opioides eran tratadas
con morfina, y esta en se asociaba con una disminución de la lívido y esterilidad,
razón por la que se creía que este fármaco no causaba ningún efecto sobre el feto47.
Sin embargo, en 1875, se notificaron varios casos de fallecimientos de lactantes
hijos de mujeres con dependencia a la morfina. Esta condición se llamó
‘’morfinismo congénito’’, y se describió en recién nacidos a término que
comenzaban a llorar inconsolablemente al tercer día de vida, llegando a
presentarse, incluso, convulsiones generalizadas en algunos de ellos47.

En esa época, el ‘’morfinismo congénito’’ era mortal para muchos recién nacidos, no
solo por la condición de prematuridad en la que nacían algunos, sino porque, en su
tratamiento, únicamente se llevaban a cabo medidas no farmacológicas47. Fue en
1901, cuando se consiguió entender que la causa de tales signos era la suspensión
brusca en el momento del parto de la transferencia transplacentaria pasiva de la
morfina materna, y que la administración de ciertos medicamentos al neonato
podría aliviar sus síntomas47.

De esta manera, se les comenzó a administrar opio, elixir paregórico y una solución
oral de morfina en pequeñas cantidades, notificándose mejorías en sus tasas de
supervivencia. Asimismo, se observó que los opioides se excretaban por la leche
materna, por lo que se utilizaba la lactancia materna para calmar a algunos de esos
recién nacidos, sin necesidad de llegar a intervenir farmacológicamente47.

Posteriormente, ya en el año 1969, la doctora Loretta Finnegan, pediatra Hospital


General de Filadelfia, fue la primera persona en comenzar a informar sobre la
presentación de síntomas de abstinencia en los recién nacidos de madres
drogodependientes32. En el año 1975 desarrolló el primer sistema de puntuación
para el SAN, el Neonatal Abstinence Scoring System (NASS), el cual se cita en la
mayoría de los artículos científicos. En 1990, la Dra. Loretta Finnegan publicó, a
partir del original, su propia versión modificada de este sistema de puntuación,
conocido comúnmente como ‘’escala de Finnegan’’, y utilizándose hoy en día la
mayoría de las UCIN32.

Página │ 23
Respecto a los efectos negativos del alcohol en el desarrollo del feto, no fue sino
hasta los años sesenta (1968) cuando se observó patrón constante de déficits en los
hijos de mujeres que habían consumido alcohol durante el embarazo. Fue entonces
cuando, un grupo de investigadores norteamericanos, introdujeron el término de
‘’Síndrome de Alcohol Fetal’’ en la comunidad científica, describiéndolo como ‘’una
serie de características físicas que aparecen en el recién nacido expuesto a altas
dosis de alcohol durante la gestación’’. Posteriormente, los investigadores reunieron
todos estos datos observables en los hijos de madres alcohólicas, definiendo un
grupo mayor de trastornos, a los que denominaron “trastornos del espectro del
alcoholismo fetal”52.

b. Definición

El primer caso de SAN descrito por la Dra. Finnegan (1975), se definió como un
trastorno generalizado, compatible con un síndrome de abstinencia, cuyas
manifestaciones clínicas englobaban un conjunto de signos y síntomas neurológicos,
conductuales, gastrointestinales y respiratorios ocasionados por la suspensión o
descontinuación brusca de los a opioides a los que el recién nacido había sido
expuesto intrauterinamente como consecuencia de su consumo materno23,26,31,55.

El término de ‘’síndrome de abstinencia neonatal’’, ha sido clásicamente utilizado


para referirse particularmente a las manifestaciones que presentan los hijos de
madres consumidoras de opioides, llevando a la FDA, incluso, a proponer el
concepto de ‘’síndrome de abstinencia neonatal a opioides’’ para denominar a esta
entidad clínica por su especificidad, frecuencia y gravedad15,48.

Sin embargo, se ha mantenido el término genérico SAN, ya que, en las últimas


décadas, los patrones de consumo de drogas han venido experimentando un
cambio, especialmente debido a la aparición y desarrollo de las NPS y al hábito del
policonsumo15,48. Hoy en día también se han descrito casos de SAN en recién nacidos

expuestos a una amplia variedad de otras sustancias psicoactivas30,31,39,43,55,


obligando a considerar la redefinición del concepto como un ‘’grupo de signos y
síntomas que experimenta un recién nacido cuando se le retira, en el momento del
parto, la exposición a sustancias, drogas o narcóticos, que la madre ha consumido
durante la gestación’’40.

Página │ 24
Algunos autores, incluso, establecen dos tipos de SAN: prenatal y postnatal56. El
prenatal se produce a consecuencia del consumo materno de sustancias, y es el más
reconocido. El SAN postnatal tiene lugar cuando se descontinúan de forma abrupta
los analgésicos (como el fentanilo o la morfina) empleados para la sedación o el
manejo del dolor neonatal tras un procedimiento terapéutico56.

En cualquiera de los casos, existe una gran variabilidad individual en cuanto a la


gravedad de las manifestaciones clínicas del SAN, y su presentación es impredecible,
aunque los estudios demuestran que los signos de abstinencia aparecen en más del
66% de todos los neonatos expuestos a alguna droga durante la gestación24, y,
concretamente, entre el 49 y 94% de todos los neonatos expuestos a opioides23,43,49.

Por su parte, las alteraciones producidas por el consumo de alcohol durante la


gestación se definen bajo el término general de ‘’Trastornos del Espectro Alcohólico
Fetal’’ (TEAF)45,52,53,57. Entre ellos, destaca el SAF por representar el primer cuadro
clínico descrito y el más grave, aunque no el más frecuente. Este se define como un
patrón caracterizado por malformaciones faciales, retraso del crecimiento y diversas
alteraciones del neurodesarrollo45,52,53,57.

El término TEAF, según el Instituto de Medicina (IOM, por sus siglas en inglés)
engloba, por un lado, a los casos puros o completos de SAF y los parciales (SAFp) y,
por otro, a lo que primeramente se denominó ‘’defectos del alcoholismo fetal’’ y que
hoy en día se desglosa en: ‘’Trastornos Congénitos Relacionados con el Alcohol’’ o
más conocidos como ARBD, por sus siglas en inglés, y Trastornos del Neurodesarrollo
Relacionados con el Alcohol, denominados ARND45,52,53. El DSM-V también incluye el
diagnóstico psiquiátrico denominado ‘’Trastorno neuroconductual asociado a la
exposición prenatal al alcohol (ND-PAE, por sus siglas en inglés)’’, cuyos criterios
diagnósticos equivalen al TEAF53.

c. Epidemiología

De forma general, los informes que estudian la epidemiología del SAN son
insuficientes24,39. A pesar de ello, numerosos estudios han puesto de manifiesto que,
desde la década de 1970, se está produciendo un considerable incremento en las
tasas del SAN en todo el mundo, llegando a quintuplicarse su incidencia entre los

Página │ 25
años 2000 y 201231,47-49, e incluso, se sugiere una tendencia al alza durante los
próximos años43.

La mayoría de estudios epidemiológicos sobre el SAN proceden de Norteamérica, y


en ellos se establece una incidencia entre el 48 y el 90% de los recién nacidos de
madres consumidoras de alguna sustancia24. Concretamente, en los Estados Unidos,
la tasa de ingresos de neonatos con SAN en las UCIN ha aumentado de 7 a 27 casos
por cada 1.000 nacidos vivos entre los años 2004 y 2013, llegando a suponer, en
2013, la causa del 4% del total de ingresos39,42. En Canadá, se registró un incremento
en 2 casos por cada 1.000 nacidos vivos en un periodo de 5 años (de 1,3 en 2004 a
4,3 en 2009)24.

Por otro lado, en Australia, varias investigaciones han demostrado un aumento de


aproximadamente 40 casos por cada 10.000 nacimientos vivos, desde 0,97 casos en
el año 1980, hasta 35,1 en el año 2005, y llegando a una tasa máxima de 42,4 casos
en 201124.

En lo que se respecta a Europa, el SAN y su evolución ha sido poco estudiado. Sin


embargo, en España, se ha notificado un aumento de su prevalencia entre 1982 y
2008 del 60 al 68% en las madres adictas a la heroína y del 77 al 85,7% en las adictas
a metadona24. Los datos ofrecidos por la Asociación Española de Pediatría (AEP)
revelan que el SAN aparece aproximadamente en el 60 - 70% de los recién nacidos
de madres consumidoras de alguna sustancia23.

Asimismo, establecer la incidencia y la prevalencia de los TEAF y del SAF supone un


reto para los investigadores45,52. El carácter retrospectivo de las investigaciones, la
falta de reconocimiento del consumo gestacional de alcohol por parte de la mujer
(que es de vital importancia para el diagnóstico en ausencia de características
físicas), y la dificultad que ofrece la heterogeneidad de sus manifestaciones clínicas a
la hora de la clasificación dentro de la categoría diagnóstica adecuada, llevan a una
subestimación de las tasas reales tanto de SAF como del resto de los TEAF,
estableciéndose en muchos estudios, el grado de incidencia de los TEAF en
general45,52.

Página │ 26
Los individuos que tienen algunas, pero no todas las características del TEAF pueden
ser diagnosticados como ARND y ARBD52, estimándose que, actualmente, el 50-80%
de los niños afectados por los TEAF presentan solamente disfunciones agrupadas
bajo la categoría de ARND. La frecuencia de ARBD entre consumidoras de alcohol
parece oscilar entre el 2-3%45, ya que generalmente se diagnostica como un
trastorno
secundario que acompaña a otras afecciones de TEAF (por ejemplo, SAF y

ARBD)45,53,57.

Aun así, se estima que entre el 4 y el 15% de los hijos de mujeres que consumen
alcohol en grandes cantidades durante la gestación estarán afectados por el SAF
completo45, situándose su incidencia en muchas de las estadísticas internacionales
en un promedio de 1 a 10 casos por cada 1.000 nacidos vivos52.

La prevalencia del SAF en a nivel mundial se registra entre 0,5 y 2 casos por cada
1.000 nacidos, mientras que la prevalencia del conjunto de trastornos TEAF se
estima en 9-10 casos por cada 1.000 nacidos vivos, representando entre 3 y 5 veces
superior
a la del SAF45,57. Por su parte, España registra una de las tasas de prevalencia del SAF
más altas, con 2 casos por cada 1000 nacidos vivos, lo que se relaciona, en parte, a
que muchos de estos niños son adoptados y provienen del Este de Europa, donde el
alcoholismo
4.2. entre las ymujeres
Etiopatogenia embarazadas es frecuente45,57.
fisiopatología

Los estudios neurobiológicos y neuroquímicos que ponen en evidencia las bases


farmacodinámicas de las diferentes sustancias psicoactivas determinan mecanismos
de acción particulares y muy complejos para cada una de ellas, aunque todas
comparten, en mayor o en menor medida, la capacidad de cruzar la barrera
hematoencefálica y alterar el funcionamiento del SNC, actuando sobre las neuronas,
especialmente a nivel de la hendidura sináptica13,39.

Una vez ahí, algunas ejercen su acción modificando la síntesis, almacenamiento,


liberación, y eliminación de los neurotransmisores, y otras, se unen a sus receptores
específicos ejerciendo efectos agonistas o antagonistas13,30,39. En cualquier caso, se ha
constatado un patrón común: el sistema dopaminérgico es el que parece

Página │ 27
participar en mayor medida en las acciones famacológicas de estas drogas,
generando un flujo masivo de dopamina en la hendidura sináptica, y cuyos niveles se
encuentran reducidos en los periodos de abstinencia a las drogas13,30,39,48.

Los efectos que el tabaco, el alcohol, los opioides, y otra gran variedad de sustancias
ilícitas causan sobre el embarazo y el feto, se han venido estudiando desde los años
1960, 1970, y 1980, respectivamente36. Así, se ha demostrado que, la inmadurez del
organismo fetal, y de sus mecanismos metabólicos de biotransformación,
determinan la concentración y el tiempo de permanencia de las sustancias tóxicas en
el plasma fetal y en el líquido amniótico31.

Por consiguiente, se conoce que tanto las drogas como sus metabolitos activos
pueden repercutir de forma directa o indirecta sobre la gestante, el feto, el
embarazo y/o la lactancia, dando lugar a graves complicaciones obstétricas y
perinatales (figura 6).

Figura 6. Mecanismos etiopatogénicos implicados en el daño producido por el consumo de tóxicos.


Fuente: Elaboración propia23,27,36,39,46.

Página │ 28
Los efectos directos en el recién nacido de una mujer consumidora de NPS no están
bien descritos, en parte por ser sustancias de nueva síntesis, en constante
modificación química15. Sin embargo, se cree que tienen el potencial de causar
signos clínicos de mayor complejidad y duración que las drogas ilícitas estudiadas
hasta el momento, en parte debido a que muchas de estas mujeres son
policonsumidoras15. En cuanto al tabaco, se ha observado que el número de
cigarrillos fumados por la gestante, e incluso la cantidad de humo a la que se
expone de forma pasiva en su entorno laboral o sociofamiliar, tiene una relación
directa con la probabilidad de ocurrencia de importantes complicaciones obstétricas
y perinatales23,27. De la misma manera, los estudios más recientes demuestran que
no sólo los atracones de alcohol y el consumo excesivo de forma regular suponen un
riesgo para el feto, sino que, su consumo en cantidades pequeñas a moderadas,
incluso de forma esporádica, tampoco es inocuo45,52,53,57.

Así pues, aunque algunos autores, determinen que la ingesta materna de hasta
300mg de cafeína no se asocia a efectos teratógenos importantes, pudiendo no
propiciar la patogenia del SAN hasta concentraciones ≥ 450mg/día39, para la mayoría
de sustancias, se desconoce la dosis mínima a partir de la cual no existan riesgos
para el embarazo, el feto y el recién nacido23,46,52,57.

Los mecanismos que explican la fisiopatología del SAN son poco conocidos56, aunque
es necesario tener en cuenta la capacidad de las diferentes sustancias consumidas
por la madre para cruzar las barreras placentaria y hematoencefálica fetal, la cual,
como se ha mencionado anteriormente, está a su vez determinada por sus
propiedades farmacológicas39.

La adicción pasiva del neonato, adquirida en el útero a través de la madre,


determina un cuadro de deprivación producido por el cese de la sustancia tóxica
después del parto40,56. No todas las drogas tienen la misma capacidad de provocar
este cuadro, sin embargo, en todos los casos, el evento que explica el mecanismo
del SAN es la suspensión abrupta de la dosis materna y, por tanto, del efecto de la
droga, lo que ocurre en el momento de nacimiento, cuando, el corte del cordón
umbilical ocasiona la disminución de los niveles plasmáticos de la sustancia adictiva
en el neonato32,39,47,56. Existe una hipótesis que afirma que esta suspensión abrupta
puede
Página │ 29
provocar alteraciones moleculares y celulares a distintos niveles del organismo, las
cuales se presentan a través de las manifestaciones sistémicas, cognitivas y
conductuales observables en el SAN56.

Los signos característicos del SAN han sido relacionados históricamente con el
consumo materno de opioides, aunque, durante las últimas décadas, también se ha
observado la aparición de signos compatibles con un proceso de abstinencia en
recién nacidos expuestos a otra amplia variedad de sustancias depresoras,
estimulantes, y alucinógenas (figura 7)

Figura 7. Sustancias psicoactivas de mayor consumo susceptibles de producir SAN.

Fuente: Elaboración propia15,30,31,39,43,48,49,55,56.

Así pues, se entiende que el SAN no se desarrolla únicamente en neonatos


expuestos a sustancias ilícitas durante la gestación, sino que, existen otras múltiples
sustancias, incluyendo medicamentos con o sin prescripción médica, e incluso,
aquellos que se emplean para el tratamiento controlado de las adicciones maternas
a opioides (p. ej. morfina, metadona, buprenorfina), o para el manejo el dolor
neonatal en situaciones
Página │ 30
críticas con fármacos de tipo opioide o benzodiacepínico (p. ej. diazepam o
fentanilo), que pueden provocar la aparición de manifestaciones clínicas
similares30,31,56.

Sin embargo, algunos estudios muestran resultados controvertidos, ya que parece


que existen algunas sustancias (p. ej. la cocaína y las anfetaminas o metanfetaminas),
que causan signos en el neonato más compatibles con un síndrome tóxico o una
toxicidad aguda a causa de los efectos directos de la droga, que por un proceso de
abstinencia30,36,48. En cualquier caso, los signos y síntomas de abstinencia empeoran
cuantos menores sean los niveles de la droga, mientras que los producidos por una
toxicidad aguda amainan con la eliminación de la droga30. Este síndrome tóxico,
cuando se trata de los ISRS, se denomina síndrome serotoninérgico, y se atribuye al
aumento de la concentración de serotonina en la hendidura sináptica, llevando a
algunos autores a sugerir los términos de ‘’síndrome de descontinuación
serotoninérgica’’ o ‘’síndrome de exposición prenatal a antidepresivos’’ para referirse
a los signos y síntomas que experimentan los neonatos expuestos a estas
sustancias30.

En definitiva, la aparición de un SAN claramente definido se produce principalmente


a causa del consumo de opioides, tabaco y benzodiacepinas durante el embarazo.
Para el resto de sustancias estudiadas (alcohol, cannabis, estimulantes, ISRS), aunque
se han documentado alteraciones neuroconductuales compatibles con la
abstinencia, no existe consenso entre las

distintas investigaciones15,23,27,30,36,39,45,46,52,53,57.

Tal y como se detalla en el anexo 4, todas estas sustancias parecen tener capacidad
para provocar una alteración en el crecimiento fetal (causando CIUR y bajo peso al
nacer), especialmente en el caso del tabaco y del alcohol. Las anomalías congénitas
más graves relacionadas con el abuso de sustancias se deben principalmente al
consumo de alcohol, produciéndose, por un lado, un deterioro en el desarrollo
neurológico, y por otro lado, malformaciones físicas faciales, caracterizando todo ello
al SAF15,23,27,30,36,39,45,46,52,53,57. Los datos que indican efectos teratogénicos debidos al
consumo del resto de sustancias de abuso son limitados, por lo que no existe un
consenso entre las diferentes investigaciones. Sin embargo, en todas ellas se
reportan diferentes grados de trastornos conductuales a largo plazo observables en
Página │ 31
el niño en la edad escolar o preescolar, así como una afectación de las habilidades
cognitivas y del lenguaje, condicionando todo ello peores rendimientos académicos
en los hijos de madres consumidoras especialmente de tabaco, alcohol,

cannabis15,23,27,30,36,39,45,46,52,53,57.

4.3. Manifestaciones clínicas

Comenzando con la Dra. Finnegan en 1974, y continuando con las publicaciones


actuales de la Academia Americana de Pediatría (AAP), existe un consenso general
sobre el conjunto de manifestaciones clínicas que se pueden encontrar en el recién
nacido con SAN32. Se ha observado que, en líneas generales, el inicio de las
manifestaciones puede darse inmediatamente en el momento del nacimiento, a las
24 – 48 h48,55 o retrasarse hasta las dos semanas de vida, siendo lo más habitual la
aparición de los signos dentro de las primeras 72 horas postparto24,47-49,55. La
permanencia de los mismos dependerá de numerosos factores, aunque lo más
frecuente es que tengan una duración mínima media entre 8 y 16 semanas24,32. No
obstante, las características particulares (signos y síntomas específicos, inicio y
duración total) de cada una de las sustancias susceptibles de ocasionar SAN se
recogen en el anexo 5.

La presentación clínica del SAN, incluyendo la aparición de las manifestaciones, y la


gravedad y duración de las mismas, es variable y, aunque su fisiopatología no esté
claramente explicada, se ha descrito que depende de varios factores. Estos son:

Factores maternos:

 La historia de consumo materno: el tiempo total de consumo, el tipo y la cantidad


de sustancias implicadas y el intervalo de tiempo transcurrido desde el último
consumo y el parto25,40,55. A pesar de la controversia previa, actualmente se sabe
que el abuso de varias drogas produce manifestaciones del SAN más intensas y
más duraderas que el consumo de una única sustancia25,49,55, especialmente
cuando se asocian opioides con hipnosedantes y cigarrillos30,55, o tabaco con
psicofármacos (p. ej. antidepresivos)26,50, intensificándose también por la
analgesia/anestesia empleada en el parto24.

Página │ 32
Se ha observado que el transcurso de un periodo mayor a una semana entre el
último consumo de opioides y el parto, conlleva una menor probabilidad de
incidencia del SAN30.

 Las características fisicoquímicas de las sustancias: pureza, vida media de


eliminación, capacidad de unión sus receptores, cinética y otras propiedades
farmacológicas47,55. Las variaciones en la intensidad y el momento de aparición de
las manifestaciones, están determinadas principalmente por la vida media de las
drogas, lo que, a su vez, condiciona su eliminación25. Así, y las drogas de vida
media más larga (p. ej. metadona), producen manifestaciones más intensas y de
aparición más tardía frente a las de vida media más corta (p. ej. buprenorfina o
heroína)31, pudiendo persistir hasta después del alta hospitalaria
(aproximadamente de 4 a 6 meses tras el nacimiento)43.

 La presencia de enfermedades concomitantes en la madre25,30.

 Los procesos farmacodinámicos de metabolismo y excreción de las sustancias por


parte de la madre25,30,55.

Factores placentarios:

 El metabolismo placentario30.

 La cantidad neta de la droga transferida a través de la placenta26,30,55.

Factores fetales:

 Los procesos farmacodinámicos de metabolismo y excreción de las sustancias por

el feto26,30,55.

 Factores genéticos y epigenéticos. Algunos estudios asocian la presencia de las


variaciones en los genes de la prepronociceptina (PNOC), del catecol O-
metiltransferasa (COMT)49, y del receptor opiode μ (OPRM1, por sus siglas en
inglés), con una peor evolución del SAN en términos de intensidad y duración de
las manifestaciones, requiriendo de tratamientos farmacológicos y
hospitalizaciones más prolongados25,30,49,55.

Página │ 33
 El sexo del neonato. Según un estudio, el sexo masculino tiene un 18% de
probabilidad más que el femenino de ser diagnosticados de SAN, y presentan un
24% más de probabilidad de necesitar tratamiento farmacológico49,55.

 La edad gestacional y el peso al nacer43 aunque su papel en el desarrollo del SAN


es incierto25,26,30,49,55. Algunos estudios sugieren que una edad gestacional más
temprana está asociada a un riesgo más bajo de desarrollar SAN a ciertas
sustancias, así como una evolución clínica más favorable en caso de presentarlo
(menor intensidad, menor necesidad de tratamiento farmacológico y durante
menos tiempo)26,49, aunque los más recientes parecen no haber encontrado una
relación significativa25,26,30,49. Sin embargo, es preciso tener en cuenta que la
evaluación clínica de la gravedad de la abstinencia presenta mayor dificultad en
los neonatos pretérmino, ya que las herramientas de valoración que estudian el
SAN están diseñadas para los recién nacidos a término o postérmino25,26,30.

Este fenómeno podía explicarse por el hecho de que los recién nacidos
prematuros, comparado con los neonatos a término, presentan25,26,30:

› Una exposición a la sustancia más corta, por permanecer dentro del


útero materno durante menos tiempo.

› Una menor transmisión o transporte transplacentario.

› Mayor lentitud o incapacidad para excretar completamente la droga, a


causa de la inmadurez de los metabolismos hepático y renal.

› Menor cantidad de depósitos lipídicos en su organismo, lo que conlleva


un menor almacenamiento de las drogas y, por tanto, una actividad más
baja de las mismas.

› Una capacidad limitada para expresar la sintomatología clásica del SAN,


debido a una mayor inmadurez de su SNC y de los receptores de las
sustancias.

Factores externos:

- Decisión y posibilidad de lactancia materna y posibilidad de realizar el rooming-in y


otras medidas de soporte47.

Página │ 34
De forma general se puede concluir que, el cuadro de SAN más grave se produce en
neonatos cuyas madres han sido policonsumidoras, durante un largo tiempo, y su
aparición se retrasa cuanto más cercano al parto sea el consumo y cuanto más larga
sea la semivida de eliminación de las sustancias24.

Así pues, el SAN constituye entidad clínica multisistémica aguda, en respuesta a la


abstinencia, toxicidad aguda o los efectos farmacológicos duraderos de la sustancia
a la que ha estado expuesto intraútero25. Se caracteriza por presentar un conjunto
variable y complejo, de signos y síntomas causados por una disfunción en cuatro
dominios neuroconductuales: regulación autonómica, capacidad de atención y de
control del estado, respuesta a estímulos sensoriales y control del sistema motor y
del tono muscular25.

Las manifestaciones clínicas más comunes asociadas al SAN se pueden clasificar en


cuatro categorías: hiperexcitabilidad del SNC, y disfunción autonómica, con
compromiso gastrointestinal, y compromiso cardiorrespiratorio (figura 8) Sin
embargo, muchos son síntomas inespecíficos y forman parte también de otras
entidades clínicas, pudiendo estos confundirse entre sí55.

Figura 8. Manifestaciones clínicas del SAN. Elaboración propia23-26,29,30-32,40,49,55.

Página │ 35
Las manifestaciones neurológicas y gastrointestinales son las más comunes,
especialmente por influencia de la localización de los receptores a esos niveles de la
mayoría de las sustancias, aunque existe una gran variabilidad individual30,47. La
irritabilidad constituye el sello distintivo del este síndrome55. Otros signos del SNC
tales como los temblores, la inquietud, el llanto agudo, y la diarrea se presentan
normalmente en el diagnóstico inicial. La irritabilidad puede llevar a una agitación
mayor que resulta en un llanto inconsolable, insomnio y una alimentación
deficiente55. Las convulsiones, aunque no son frecuentes y se asocian tan solo con
algunos tipos de sustancias (p. ej. alcohol, hipnosedantes), son una manifestación
grave que requiere tratamiento inmediato30,55.

El curso del SAN se caracteriza generalmente por presentar una fase intensa inicial,
de 1 a 2 semanas, consistente en signos y síntomas multisistémicos, seguidos de una
fase subaguda, más leve, y finalmente, en el 40% de los recién nacidos, se da una
fase crónica o recurrente, lo que se conoce como ‘’manifestaciones persistentes’’,
pudiendo presentar irritabilidad, trastornos del sueño y problemas en la
alimentación desde algunas semanas hasta varios meses después23,30,55.

En cuanto a los TEAF, se sabe que el patrón de las manifestaciones clínicas y la


gravedad de los efectos que el alcohol tiene sobre el feto dependen de los factores
de riesgo recogidos en la tabla:

Página │ 36
Tabla 5. Factores de riesgo determinantes en la gravedad de los efectos causados
por el alcohol en el feto.

Antecedentes Antecedentes familiares de consumo excesivo


heredo- de alcohol
familiares

Sociodemográficos: edad avanzada, escaso


soporte social y familiar, bajo nivel cultural, nivel
socioeconómico bajo, recursos comunitarios
socio-sanitarios escasos.

Estilos de vida:
- Patrón materno de ingesta alcohólica:
cantidad consumida en cada ocasión, y
Antecedentes la frecuencia de consumo.
FACTORES personales - Abuso concomitante de otras drogas,
MATERNOS no hábito tabáquico.
patológicos - Estado nutricional (peso, estatura e
índice de masa corporal (IMC) inferiores
al promedio) y hábitos dietéticos;

Neuropsicológicos: perfil psiquiátrico, altos


niveles de estrés.

Fisiopatológicos: características metabólicas,


características genéticas

Antecedentes
Multiparidad y antecedentes de embarazos
gineco-
múltiples
obstétricos

Fuente: Elaboración propia45,52,53,57.

Gestacionales: periodo del desarrollo en el que se produzca el


consumo.
FACTORES
FETALES Página │ 37
Fisiopatológicos: características metabólicas, características
genéticas
El consumo de alcohol por la gestante produce un importante daño cerebral a nivel
morfológico y lo que produce serias alteraciones conductuales y cognitivas, y resulta
de gran importancia en la génesis de muchas enfermedades neuropsiquiátricas que
pueden aparecer en cualquier momento de la infancia del niño o del adolescente, e
incluso, permanecer durante toda la vida del adulto23,52,53.

De los criterios más empleados para el diagnóstico de los TEAF, los del Instituto de
Medicina de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (IOM, por sus
siglas en inglés) son los más extendidos (véase anexo 6), definiendo en 1996 cuatro
categorías diagnósticas45,52,53,57. Se ha considerado incluir en este apartado las dos
primeras, referentes al SAF, quedando las otras dos resumidas en el anexo 7.

1. Síndrome de alcoholismo fetal (SAF). Su diagnóstico se basa en tres


elementos clínicos que constituyen el conjunto principal de las
manifestaciones del síndrome52,53,57,58. Estas son:

 Dismorfismo facial característico: la tríada clásica se compone de: fisuras


palpebrales estrechas, surco nasolabial liso y labio superior delgado,
pudiendo existir otras anomalías faciales (figura 9).

 Retraso del crecimiento prenatal (intrauterino), postnatal (extrauterino)


o ambos, originando altura y/o pesos inferiores a la media.

 Anomalías morfofuncionales del neurodesarrollo del SNC que afectan a


estructuras implicadas en funciones específicas, como procesos
cognitivos, de la percepción, control motor y reacciones de
comportamiento o control el movimiento.

Figura 9: Rasgos dismórficos del Síndrome Alcohólico Fetal (la tríada clásica se representa en color
azul). Fuente: Asociación Americana de Pediatría (AAP)58.

Página │ 38
2. Síndrome de alcoholismo fetal parcial (SAFP). Se incluyen aquí los pacientes
que no reúnen todas las condiciones para un diagnóstico completo del SAF
pero presentan problemas de crecimiento, alguna anomalía facial o del SNC,
además de antecedentes de exposición prenatal al alcohol53,57.

4.4. Diagnóstico

a. Diagnóstico precoz

Dado que no existe un método específico para el diagnóstico del SAN o del SAF, es
importante detectar de forma precoz el abuso de sustancias adictivas por parte de la
gestante, y poder minimizar así sus consecuencias23,55. Así, el diagnóstico clínico de
la exposición prenatal a drogas se base en tres pilares fundamentales: en los
antecedentes maternos de consumo de sustancias; en los resultados positivos de los
análisis toxicológicos de las muestras biológicas maternas y/o neonatales, y en las
manifestaciones clínicas compatibles con tales entidades clínicas 25,52. Sin embargo, el
diagnóstico de los TEAF es un desafío, ya que, en muchos casos, la clínica no es tan
evidente, por lo que resulta de especial importancia la confirmación de la exposición
prenatal a etanol, ya sea mediante autoreportes maternos o mediante el análisis de
biomarcadores en diferentes matrices biológicas52.

Antecedentes maternos

Los antecedentes de consumo de sustancias tóxicas pueden estar reflejados


previamente en la historia clínica de la gestante, aunque, en muchas ocasiones, es
preciso recurrir a la realización de cuestionarios de auto-reporte (presenciales o
telemáticos), o entrevistas estructuradas23,36.

Sin embargo, existen numerosos factores que influyen en la veracidad y la precisión


de la información de la mujer embarazada, llevándole a infradeclarar su consumo,
negándolo completamente, o admitiendo consumir cantidades menores a las

reales23,25,31,36.
Algunos de estos factores son: los sentimientos de cargo de
conciencia, vergüenza, o miedo a ser juzgada socialmente o a tener consecuencias
legales23,25,31; la falta de concienciación entre los profesionales de los servicios de
atención prenatales; y la presencia de trastornos psiquiátricos o las potenciales

Página │ 39
barreras socioculturales que impidan realizar una evaluación exhaustiva25. Por ello,
la entrevista que el profesional de salud realiza a la gestante es de vital importancia,
llegando a suponer el único método a través del cual se pueda averiguar el tipo,
número, cantidad y tiempo de las sustancias consumidas23,32.

Existen ciertos factores de riesgo que están relacionados con el consumo de


sustancias de abuso durante el embarazo y que definen el perfil de la gestante
consumidora de drogas, permitiendo, por tanto, hacer un diagnóstico de sospecha
de la exposición prenatal a sustancias psicoactivas (tabla 6).

Tabla 6. Factores de riesgo para el diagnóstico de sospecha del consumo de drogas


durante el embarazo.

Adolescentes o adultas jóvenes


Solteras o casadas a edad temprana
Bajo nivel cultural/educativo
Socio - Nivel socioeconómico bajo, desempleo, malas
demográficos condiciones de la vivienda, situación de pobreza o
indigencia
Entorno comunitario con fácil acceso a drogas, consumo
confirmado por su pareja o entorno más cercano.

Soporte familiar y social inadecuado o ausente


Historial de abuso emocional, físico o sexual
ANTECEDENTES
PERSONALES Historial confirmado o sospechoso de violencia
NO doméstica
PATOLÓGICOS
Historial de delitos penales: prostitución, robo, ingreso
en prisión
Psicosociales Alteraciones de la conducta habitual, o del estado de
conciencia en el momento de la entrevista (indicativo de
sedación o intoxicación)
Tratamiento simultáneo con varios fármacos, reclamo
de medicación con frecuencia y en grandes dosis
Deseo ansioso de abandono del hospital
inmediatamente tras un ingreso o el parto
Confirmación o sospecha de consumo actual o previo de
alguna droga, de forma aislada o simultánea (análisis
toxicológicos positivos previos, etc.)
Signos físicos de consumo de drogas: puntos de
Estilos de vida inyección, alteraciones de la pupila, etc.
Confirmación o sospecha de prácticas sexuales de riesgo
Confirmación o sospecha de hábitos dietéticos
inadecuados, signos de malnutrición, signos de ganancia
de peso gestacional insuficiente
Página │ 40
Episodios de hipertensión arterial
Cardio -
vasculares Accidentes cerebrovasculares
Infarto agudo de miocardio
ANTECEDENTES
PERSONALES
PATOLÓGICOS Trastornos del estado de ánimo: cambios drásticos de
humor, depresión, ansiedad.
Psiquiátricos
Traumas psicológicos
Otros trastornos de salud mental
Infecciosos Infección por VIH, VHB, VHC

Infecciones de transmisión sexual


Embarazos no deseados, actual o previos
Controles prenatales inexistentes o tardíos (a partir de la semana 24)
ANTECEDENTES
GINECO - Abortos espontáneos de repetición
Fuente: Elaboración propia18,23,28-30,32,39,40-43,49.
OBSTÉTRICOS
Complicaciones obstétricas o Muerte fetal intrauterina
perinatales actuales o previas DPPNI
sin otras causas aparentes
Análisis toxicológico CIUR
Parto prematuro
Es más probable que se pueda identificar la exposición fetal intrauterina a sustancias
de abuso si, junto a la información obtenida a través de la entrevista, se puede
recoger y analizar una muestra biológica36.

No obstante, pueden existir dificultades a la hora de tomar decisiones costo-


eficientes en la realización del procedimiento (p. ej. en qué casos llevar a cabo el
análisis y mediante qué tipo muestra) que van más allá de los protocolos específicos
de cada institución36. El cribado mediante las muestras biológicas debe realizarse
atendiendo a criterios científicos, y ajustándose a las normas éticas, sociales y
jurídicas oportunas, resultando un complemento que aporta información adicional
útil para el manejo clínico del neonato con NAS30,36,55. Sin embargo, es preciso tener
en cuenta que, de la misma manera en la que los autoinformes, el examen de las
muestras biológicas tiene sus propias limitaciones, de acuerdo a la variabilidad
metodológica y a validez, fiabilidad, sensibilidad y especificidad de cada una de ellas
(véase anexo 8)25,30,36.

Página │ 41
El análisis de la sangre o de la orina de la gestante omite en muchos casos el
consumo de drogas, por lo que sería más apropiado realizar pruebas de detección
de drogas en el recién nacido, lo cual tiene lugar normalmente mediante el estudio
de sus muestras de orina y de meconio30,39,49. Existen otro tipo de muestras
biológicas, como el cabello tanto de la madre como del neonato, y, algunas no tan
empleadas, como la sangre y el tejido del cordón umbilical, la leche humana y el
líquido amniótico. No obstante, la gran disponibilidad del tejido de cordón umbilical
en el momento del nacimiento, podría promover la adopción de este método como
el idóneo para la determinación del consumo de drogas durante el embarazo23,30,36,49.

Valoración clínica

Durante los últimos 50 años se han desarrollado numerosas herramientas de


evaluación del SAN, para intentar proporcionar una forma semi-objetiva
(generalmente mediante cuestionarios observacionales) de identificar y categorizar
a estos neonatos, así como para cuantificar la gravedad de sus manifestaciones
clínicas, y poder establecer un punto de corte sobre el que tomar las decisiones
sobre la necesidad de intervención farmacológica25,30,39,47. Fundamentalmente, los
puntos en común que estas escalas evalúan son: la irritabilidad, los temblores y las
alteraciones del tono muscular, y los trastornos en la alimentación y el sueño,
asignando una puntuación determinada a cada ítem según su gravedad y siendo el
resultado total el que determine el plan de tratamiento39,43.

La Finnegan Neonatal Abstinence Scoring System (FNASS), desarrollada en 1975 y


denominada comúnmente ‘’escala de Finnegan’’, es la herramienta validada para el
diagnóstico del SAN más utilizada en todo el mundo para detectar el comienzo,
cuantificar la gravedad de las manifestaciones de abstinencia, y valorar
esquemáticamente su evolución en respuesta a las distintas intervenciones
terapéuticas aplicadas sobre el neonato24,25,30,40,47,49.

La versión utilizada hoy en día (The Modified Finnegan Neonatal Abstinence Scoring
System), incluida en el anexo 9, es una herramienta adaptada, modificada de la
original en la forma pero no en su contenido, y se basa en la observación de 21
ítems relativos a los signos de la abstinencia neonatal, los cuales se agrupan en
tres

Página │ 42
categorías: ‘’alteraciones del SNC’’, ‘’alteraciones metabólicas, vasomotoras,
respiratorias’’, y ‘’alteraciones gastrointestinales’’30,47.

Se debe iniciar la valoración del recién nacido de alto riesgo 2h después de haber
nacido y a partir de ese momento cada 3-4h, antes de cada comida32,40. Se considera
que, una puntuación igual o superior a 8 y menor de 12 es compatible con la
presencia de SAN leve, entre 12 y 16 moderado y más de 16 severo24. Si la
puntuación es ≥8 puntos, habrá que emprender el método de cuantificación cada
2h, continuando durante 24h como mínimo, y si durante este tiempo se obtiene
una puntuación ≥8 en tres mediciones consecutivas o ≥12 puntos en dos
consecutivas, habrá que valorar el inicio del tratamiento farmacológico24,40,47.

The Lipsitz Scoring Tool, también conocida como The Neonatal Drug Withdrawal
Scoring System, fue recomendada en el año 1998 por la AAP, probablemente porque
es una herramienta relativamente simple, más corta y fácil de usar25,30,47,49. Contiene
11 ítems, con un punto de corte en resultados ≥ a 4 puntos, y se propone su
utilización para evaluar dos veces al día al neonato, unos 90 minutos antes de las
tomas de alimento. Esta escala ofrece una gran sensibilidad (del 77%) en la
identificación de la abstinencia, aunque ha sido criticada por proporcionar
únicamente calificaciones subjetivas de las manifestaciones, lo que ha impedido que
se valide tan ampliamente25,30,47,49.

La FNASS es una herramienta completa, aunque su excesiva longitud ha llevado a


proponer otras herramientas más simples; no obstante, pese demostrar una gran
fiabilidad, sensibilidad y especificidad, ninguna de ellas se ha validado y adoptado
tan ampliamente como la FNASS43,47. Algunas de éstas son: la Neonatal Narcotic
Withdrawal Index; la Neonatal Withdrawal Inventory; la simplified FNASS (sFNASS);
la Ostrea Tool; la versión reducida propuesta por Rivers; e incluso la propia
desarrollada por el proyecto MOTHER (The Maternal Opioid Treatment: Human
Experimental Research)25,30,43,47,49.

El recientemente nacido nuevo enfoque Eat, Sleep, Console (ESC), cuenta también
con su propio método de medición de la capacidad del recién nacido para comer,
dormir, y consolarse, guiando la decisión del tratamiento farmacológico43,47.

Página │ 43
En cuanto a los TEAF, se han desarrollado varios criterios para su diagnóstico clínico,
aunque es preciso resaltar los establecidos por: el IOM; el “Código Diagnóstico de 4
Dígitos“ de Astley y Clarren; las directivas del Centro de Control de Enfermedades
(CDC); y los criterios canadienses de Chudley et al para el diagnóstico de referencia
relacionados con TEAF45,52. Además, los pacientes que cumplen con los criterios para
un diagnóstico de TEAF de acuerdo con la IOM también pueden cumplir con los
criterios para ND-PAE53.

Las características esenciales comunes a los diagnósticos médicos de la OIM y al


diagnóstico psiquiátrico DSM-5 son la confirmación de la exposición prenatal al
alcohol y el compromiso del estructural o funcional del SNC52,53.

b. Diagnóstico diferencial

Las manifestaciones del SAN pueden enmascarar otras situaciones clínicas con signos
compatibles, y viceversa, por lo que debe considerarse su diagnóstico diferencial
con: sepsis, hipoglucemia, hipocalcemia, hipertiroidismo, hemorragia intracraneal,
encefalopatía isquémica hipóxica y policitemia o síndrome de hiperviscosidad de la
sangre25,30,55. Si ninguno de los anteriores diagnósticos es realmente evidente,
debería obtenerse una historia materna detallada, indagando sobre todos los
aspectos relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas y medicamentos
con o sin prescripción médica tanto de la madre como de las personas de su entorno
más cercano30,55. Sin embargo, ninguna manifestación clínica debería atribuirse
únicamente a la abstinencia de alguna sustancia sin la consideración de las causas
alternativas, basándose exclusivamente en la historia materna positiva de
consumo30,55.

Lo mismo sucede con los TEAF, donde los casos más difíciles de diagnóstico son
aquellos en los cuales no se evidencian manifestaciones físicas52,53,57. En estos casos,
la mayoría no se detectan hasta la escolaridad, cuando los problemas de atención,
aprendizaje o conducta, llevan a plantear alguna categoría diagnóstica dentro de los
TEAF, aunque se requiere la confirmación del consumo materno para realizar el
diagnóstico diferencial con otros síndromes y factores potenciales posibles52,53,57. En
concreto, se produce un infradiagnóstico de los casos de SAF completos por
proponerse el SAF parcial como explicación de algunas presentaciones clínicas52.

Página │ 44
El análisis de sangre neonatal puede ser útil para determinar la exposición prenatal a
drogas, aunque debe considerarse la realización de un perfil bioquímico o
hemograma completos, así como las pruebas serológicas oportunas para realizar el
diagnóstico diferencial con otras entidades clínicas distintas al SAN o SAF, y
especialmente, para determinar la presencia de infecciones de transmisión vertical49.

4.5. Tratamiento

a. Prevención y fundamento general

Es preciso señalar la importancia de la prevención como tratamiento de elección, ya


que, tanto el SAN como el SAF, y las complicaciones potenciales asociadas a ambas
entidades clínicas, son fenómenos completamente evitables, cuya única causa es el
consumo materno de sustancias de abuso. A pesar de que abandonar el consumo de
la sustancia tóxica puede parecer lo más recomendable, en algunos casos, la
suspensión brusca de la misma se ha asociado con un mayor riesgo de estrés fetal e
incluso pérdida del feto, por lo que, este proceso requiere realizarse bajo asistencia
profesional en todo momento27,30,32,47.

La drogadicción suele ser un trastorno crónico caracterizado por recaídas


ocasionales, por lo que, generalmente, su tratamiento es un proceso a largo plazo
que implica varias intervenciones y supervisión constante. La mejor estrategia, es
aquella que combina terapias conductuales y farmacológicas, además de otros
servicios para satisfacer las necesidades individuales de cada paciente,
contemplando sus hábitos de consumo y los problemas de carácter médico, mental
y social relacionados con la droga (tabla 7)13.

Por un lado, las terapias cognitivo-conductuales, tanto individuales como grupales,


ayudan a estas personas a modificar sus actitudes y comportamientos con respecto
al consumo de drogas, además de mejorar sus habilidades sociales y
comunicativas13. Por otro lado, los enfoques farmacológicos se basan en el
tratamiento sustitutivo o terapia de reemplazo de la sustancia que causa la adicción,
aunque también incluyen los psicofármacos (antidepresivos, ansiolíticos,
estabilizadores del estado de ánimo o

Página │ 45
antipsicóticos) para el tratamiento de los trastornos mentales
asociados, considerados determinantes para el éxito del tratamiento13.

Tabla 7. Tratamiento de elección para la adicción materna a las diferentes


sustancias de abuso.

Adicción Tratamiento de elección


Primera línea: terapia farmacológica de reemplazo con
Opioides metadona, buprenorfina o naltrexona.

Combinación  Terapia farmacológica de reemplazo de


de la nicotina mediante parches, chicles,
fármacos pastillas y vaporizadores nasales.
Tabaco
con terapias
 Fármacos como vareniclina o
cognitivo-
conductuales, bupropión.
por asociarse
comúnmente  Fármacos como disulfiram,
Alcohol acamprosato o naltrexona
con otras
adicciones

Estimulantes No existe terapia farmacológica con beneficios demostrados.


Fuente: National Primera
Cannabis Institutelínea:
on Drug Abusecognitivo-conductuales.
terapias
13.

En el caso de las mujeres embarazadas con dependencia a opioides, las


recomendaciones actuales están encaminadas a incluirlas en programas de
mantenimiento (MAT por sus siglas en inglés) con agonistas opioides, como la
metadona o buprenorfina (medicamentos de categoría C según la FDA), que, a pesar
de la carencia de conocimiento sobre su farmacodinamia, farmacicinética y
dosificación, parecen ser opciones efectivas y seguras durante el embarazo y la

lactancia26,30,47,49.

Sea cual sea el fármaco empleado, estos programas están asociados con una mejor
evolución materno-infantil. En primer lugar, el manejo farmacológico de la adicción,
previene las fluctuaciones en las dosis maternas de la droga, lo que permite, por un
lado, crear un entorno intrauterino estable, y proteger al feto de situaciones de
estrés a causa de episodios agudos de abstinencia intraútero, y por el otro, disminuir
la sintomatología de abstinencia en la gestante, minimizando así las ansias por la
búsqueda de la droga30-32,54. En segundo lugar, la reducción o finalización de la

Página │ 46
reincidencia en el consumo de la droga, favorece la salud materna general, física y
mental, ya que estas mujeres llevan estilos de vida más saludables, se encuentran
más implicadas en la atención prenatal, y presentan una menor probabilidad de
desarrollar ciertas complicaciones obstétricas u otras relacionados con las conductas
de riesgo asociadas a la drogadicción o a causa de factores de riesgo social26,30-32,54.

Con relación al SAF, es preciso mencionar que, una vez que tiene lugar el nacimiento,
no existe un tratamiento que permita revocar las lesiones permanentes que el
alcohol ha causado sobre el desarrollo neurológico57. Sin embargo, el diagnóstico
precoz, los programas de intervención temprana y el tratamiento psicopedagógico
parecen demostrar una mejoría en el desarrollo de estos pacientes45. Por ello, una
vez realizado el diagnóstico, los esfuerzos terapéuticos irán encaminados a manejar
las discapacidades resultantes a largo plazo, debiendo desarrollarse un programa de
intervención específico en función de las alteraciones cognitivas que se presenten en
cada niño (ej. intervenciones de aprendizaje escolar y conductuales especializadas,
clases y grupos de apoyo familiar para padres, etc.)45,53,57.

Los niños con TEAF reciben frecuentemente psicofármacos, como los


psicoestimulantes (p. ej. metilfenidato), los neurolépticos (p. ej. risperidona), y la
prometedora atoxetina, que, a pesar de la escasez de estudios, estos parecen ser
eficaces en la mejoría en las relaciones sociales, y en el tratamiento de los síntomas
de hiperactividad/impulsividad e inatención45.

En cuanto al tratamiento del SAN, no existe hoy en día un enfoque estandarizado


para el manejo médico y psicosocial de estos neonatos, llevando a las instituciones
sanitarias a elaborar y seguir sus propios protocolos, con una gran variabilidad a
nivel internacional, nacional, regional e incluso local48,54.

La valoración o identificación precoz del cuadro de SAN podría considerarse como la


primera fase del tratamiento debido a que, dado que no existe otra manera de
predecir la evolución de estos pacientes, la monitorización de la gravedad de las
manifestaciones, a intervalos regulares, previene su progresión, permitiendo iniciar
los cuidados necesarios de forma precoz40,48.

Página │ 47
En todo momento, los dos objetivos principales en el manejo de estos neonatos son,
por un lado, controlar la sintomatología causada por la hiperexcitabilidad del SNC y
disfunción del SNA, logrando la estabilidad fisiológica, el confort y bienestar del
recién nacido, así como el restablecimiento de sus actividades (patrones de
alimentación, sueño, y ganancia de peso adecuados); y, por otro, prevenir las
complicaciones asociadas al cuadro, como fiebre, deshidratación, pérdida de peso y

convulsiones25,30,39,40,48,56.

Para ello, tal y como recomiendan la AAP y otros organismos de referencia, el


manejo inicial de todos los recién nacidos con SAN, independientemente del tipo de
manifestaciones clínicas que presenten, debe basarse en estrategias o medidas no
farmacológicas, de soporte o apoyo, mientras que el tratamiento farmacológico debe
instaurarse únicamente en aquellos neonatos que no respondan a las medidas de
soporte y que continúen manifestando síntomas23,25,40,43,48,59.

No se recomienda seguir un tratamiento farmacológico profiláctico, puesto que los


síntomas de abstinencia no se desarrollan en todos los neonatos expuestos a alguna
sustancia intraútero, y un 30-50% de éstos pueden ser controlados con medidas de
soporte24. Incluso, los neonatos con una exposición intrauterina a drogas confirmada
que no presenten manifestaciones de abstinencia, no requieren tratamiento
farmacológico30.

Un tratamiento farmacológico innecesario prolongará la exposición a ciertos


fármacos que también son susceptibles de provocar SAN, y se ha asociado con tasas
de hospitalización significativamente más largas, y las consecuencias negativas
derivadas de la alteración del vínculo materno-infantil25,30,43. Además, es posible que
la terapia farmacológica en el neonato inicie o refuerce la confianza materna en las
drogas como método de tratar el malestar o la conducta molesta de su hijo, lo que
tendrá graves perjuicios de cara a la adaptación a su entorno comunitario25,30.

A pesar de ello, se estima que más del 50% de los recién nacidos con SAN precisan
tratamiento farmacológico, requiriendo, para este fin, en ingresos hospitalarios
prolongados26,30,4348. Sin embargo, la abstinencia a los opioides o a los hipnosedantes,
aunque puede ser letal para el neonato, generalmente se trata de un proceso
autolimitado30.

Página │ 48
b. Estrategias no farmacológicas para el manejo del SAN

Estas medidas no farmacológicas o de soporte se llevan realizando desde la


identificación del morfinismo congénito, y, si bien es cierto que muchas de ellas no
se basan en la evidencia científica, sino en la tradición, la mayoría son seguras,
efectivas y fáciles de implementar como terapia primaria en aquellos recién nacidos
con un SAN leve que no requiere tratamiento farmacológico, o complementarias a
éste en casos más graves47,48,56.

Ciertas características del entorno, así como las manifestaciones del SAN producen
hiperestimulación en el neonato, lo que lleva, a su vez, a un empeoramiento del
cuadro clínico30,40,48. Es por ello que, estas estrategias pretenden proporcionar un
estándar de cuidados basado en medidas ambientales y conductuales que permitan
maximizar el confort del recién nacido y la respuesta rápida a sus
demandas25,43,47,48,56. Así, se requiere de un personal sanitario, especialmente
profesionales de enfermería, que inviertan su atención y su tiempo en ellas, que
monitoricen exhaustivamente los signos vitales del neonato, y realicen una
evaluación sistemática de sus resultados permitiendo así orientar las posteriores
decisiones clínicas e identificar precozmente cualquier indicio de posibles
complicaciones40,48.

Numerosas intervenciones, llevadas a cabo tan pronto como sea posible tras el
nacimiento, han demostrado ser efectivas en la reducción de la gravedad de las
manifestaciones del SAN, la duración de la estancia hospitalaria, y las necesidades
farmacológicas, así como los riesgos potenciales asociados con los errores de
medicación, y la reducción de los costes sanitarios totales incluso a la mitad25,47-51.

Estas medidas se pueden clasificar en cuatro categorías: procedimientos para la


adecuación del entorno; métodos de alimentación; sistemas de integración social; y
elección del lugar del tratamiento (figura 10).

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1. La adecuación del entorno se consigue a expensas de la reducción de los estímulos
ambientales, y el control de los factores que provocan la autoestimulación del
recién nacido y las complicaciones asociadas con la sintomatología del
SAN25,32,40,48,54,56. Para ello, por un lado, se busca la reducción de los estímulos
luminosos y sonoros del ambiente perjudiciales, mediante el acondicionamiento
del espacio y los beneficios de la terapia musical25,40,48. Por otro lado, para la
reducción de la autoestimulación, destacan: la minimización de las movilizaciones
innecesarias del neonato, las técnicas de succión no nutritiva32,43,60, el swaddling
o envoltura suave del neonato en una sábana, el balanceo suave o sujeción en
brazos (conocido con los términos de ‘’rocking y holding’’ en inglés) así como las
terapias con camas de agua no oscilantes, y la adaptación de su postura corporal
en decúbito prono25,40,43,48,56. Se ha descrito también la eficacia de ciertas técnicas
de fisioterapia, como los masajes y la acupuntura láser25,43,48,60. Esta última se trata
de una práctica innovadora, no invasiva y segura, que aumenta los niveles de
opioides endógenos, serotonina y dopamina, reduciendo el dolor sin irritar la piel
del neonato y eliminando el riesgo de infecciones de la acupuntura clásica48,60.

Figura 10. Estrategias no farmacológicas para el manejo del SAN.

Fuente: Elaboración propia25,30,32,40,41,43,47-51,56,59,60

Página │ 50
Finalmente, en este grupo también se podrían incluir los cuidados de enfermería
dirigidos a la prevención y/o curación de lesiones cutáneas debidas a la
sintomatología del SAN25,32,40,48,54,56. Las ventajas y las intervenciones de
enfermería específicas de cada una de estas técnicas se recogen en el anexo 10.

2. Entre los métodos de alimentación se incluyen la leche materna mediante el


proceso de lactancia o la extracción manual previa, o, en su defecto, y como
suplementación en casos de pérdida de peso, los preparados de leche de fórmula
artificial hipercalórica30,40,48,56. Los aportes calóricos deben ser de 150-250 cal/kg
por día para asegurar un adecuado crecimiento, ya que en el recién nacido se
produce un aumento del gasto energético y de la pérdida de calorías debido a la
regurgitación, a los vómitos, y las heces blandas. Se deben administrar tomas
frecuentes y de pequeño volumen, minimizando la sensación de hambre a la vez
que se favorece la tolerancia y la digestión30,40,42,48,56.

Los múltiples beneficios que, tanto el proceso de lactancia materna como la leche
materna en sí misma, tienen para el neonato y para la madre, han sido
ampliamente descritos en la literatura científica (véase anexo 10). Con respecto
al SAN, esta se ha asociado firmemente con el retraso en el inicio de las
manifestaciones y la reducción de su gravedad, y disminuyendo la necesidad de
tratamiento farmacológico30,42,47,48,56.
Asimismo, para las madres
drogodependientes, ofrece una ventaja específica, ya que, la oxitocina liberada
gracias a la formación del vínculo materno-infantil, disminuye su estrés, la
protege contra las recaídas, aumenta su autoconfianza, y la anima a involucrarse
y participar activamente en el cuidado de su hijo25,42,47.

Se debe desaconsejar la lactancia materna en casos en los que exista: infección


por VIH, lesión herpética en la mama, tuberculosis activa, infección por el virus
linfocítico de células T humanas, exposición a isótopos radiactivos o
antimetabolitos, uso ilícito de drogas y galactosemia (del lactante)42,59. En el resto
de casos, se debe hacer una valoración clínica y sociofamiliar exhaustiva para
establecer la relación riesgo-beneficio determinando si la madre es candidata o
no para la lactancia materna. En esta valoración se debe contemplar el tiempo
de
Página │ 51
abstinencia de la madre previo al parto y después del nacimiento, la cantidad y
calidad de atención prenatal recibida, y el nivel de adherencia al tratamiento de
sustitución de su problema de adicción42,59.

El principal obstáculo con el que se encuentran estas madres es la información


inexacta, incompleta y contradictoria que reciben desde los distintos recursos,
incluso por parte de los profesionales de salud. Los prejuicios sociales, a menudo
por parte de su entorno más cercano, ejercen también un papel importante, así
como los recursos financieros limitados, las comorbilidades médicas y
psiquiátricas maternas, y la sintomatología gastrointestinal propia del SAN, la cual
dificulta la técnica y puede malinterpretarse como una lactancia mal establecida,
desmotivando a la madre42,56.

3. Los sistemas de integración social se fundamentan en las prácticas del Programa


de Cuidado Individualizado y Evaluación del Desarrollo del Recién Nacido,
conocido como NIDCAP por sus siglas en inglés, el cual tiene como objetivo
disminuir el estrés del recién nacido y favorecer su desarrollo neurosensorial y
emocional, mediante la aplicación de cuidados centrados en la díada materno-
filial23,25,43,48. Este sistema se apoya en la presencia parental, mediante el rooming-
in o alojamiento conjunto de la madre drogodependiente y su recién nacido, y el
contacto piel con piel, pudiendo considerarse, incluso, como la base del
tratamiento no farmacológico del SAN. No solo incrementan las tasas de éxito de
lactancia materna por favorecer el vínculo materno-infantil y la participación
activa de los padres en el cuidado de sus hijos, sino que también mejoran la
evolución de estos neonatos y disminuyen otras complicaciones a corto

plazo23,25,42,43,48,50,51.

El estigma y los prejuicios que a menudo inconscientemente tienen los profesionales


sanitarios a la hora de atender a madres drogodependientes, y origina problemas
de comunicación entre ambas partes y les impide reconocer las cualidades
positivas y esfuerzos de las madres32,41,59. Así pues, aunque varios procedimientos
técnicos de la atención al recién nacido con SAN deben realizarse por personal
cualificado, existen otros aspectos relacionados con el confort del niño que
pueden ser desempeñados por los padres, aumentando su autoestima y

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confianza y haciéndoles sentir como uno de los pilares fundamentales del
tratamiento de sus hijos32,41,59.

Sin embargo, la presencia parental no siempre es posible (no se conocen los


padres biológicos, se considera insegura su presencia o existen obstáculos que la
limitan), por lo que, los programas de voluntariado representan una buena
opción, ya que proporcionan al neonato los cuidados fisiológicos necesarios a la
vez que permiten tiempo para que la madre y el equipo de enfermería puedan
construir una relación terapéutica sólida32,41,48,51.

4. En cuanto a la elección del lugar del tratamiento, es necesario aclarar que puede
estar más influida por las cuestiones organizativas de los centros sanitarios y las
competencias o preferencias de los profesionales, que por sus potenciales
ventajas o desventajas48,50. Históricamente (y hoy en día en algunas instituciones)
y de forma sistemática, los recién nacidos diagnosticados de SAN ingresaban
inmediatamente a las UCIN y se iniciaba el tratamiento farmacológico,
independientemente de su presentación clínica, con el swaddling como única
terapia de soporte, y sin tener en cuenta los deseos de la familia48,50,59.
Actualmente, en base a la falta de evidencia científica que justifique tales
prácticas, dependiendo del tipo de sustancia a la que ha estado expuesto
intraútero, la gravedad de la abstinencia y la edad gestacional del recién nacido,
se valorará si debe ingresar en la UCIN, o si es posible su traslado a la unidad
maternal, a la unidad de hospitalización pediátrica, o a otras unidades dentro del
hospital, en función de su infraestructura y recursos humanos disponibles, de los
requerimientos médicos de la madre y de las consideraciones del personal
sanitario48,56,59.

Hoy en día, generalmente se trasladan a la UCIN únicamente aquellos lactantes que


requieren un tratamiento farmacológico, mientras que todos los que obtengan
<8 puntos en la escala de Finnegan se trasladan a las unidades neonatales ‘’de
niño sano’’ o (WBN, por sus siglas en inglés)43,47,59. Sin embargo, tanto en las UCIN
como en las WBN, es difícil permitir el rooming-in, y otras medidas de soporte,
así como el control de los estímulos ambientales lo que puede exacerbar los
signos de la abstinencia, por lo que, las recomendaciones actuales

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están encaminadas a trasladar a los neonatos con SAN <8 puntos, clínicamente
estables, a las plantas de hospitalización maternal o pediátrica43,47,59, a menos que
la madre no se encuentre en un estado físico o mental seguro para poder cuidar
de su hijo, o en aquellos casos en los que los servicios sociales consideren que la
madre no debería tener acceso al niño25. Incluso, dependiendo de la situación
sociofamiliar, otros entornos residenciales no hospitalizados, ya que, numerosos
estudios han puesto de manifiesto la seguridad y la eficacia llevar a cabo éstos
estándares de atención en el domicilio del recién nacido43,51,59,60.

Así pues, un nuevo enfoque plantea reservar el empleo de la escala de Finnegan


para las UCIN o las unidades de hospitalización neonatal, y utilizar la herramienta
de valoración del método ESC, de menor complejidad, para valorar la capacidad
del recién nacido para comer, dormir, y consolarse en los casos más leves de SAN,
en los que es posible el alojamiento conjunto con la madre43,47,59.

c. Manejo farmacológico del SAN y alta hospitalaria

En algunas ocasiones, la gravedad de la sintomatología del SAN justifica la necesidad


de instaurar un tratamiento farmacológico junto a las medidas de soporte. Esta
decisión comúnmente se basa en un intervalo específico de puntuaciones
(individuales o seriadas), obtenidas mediante la medición de la severidad de los
signos y síntomas de abstinencia, y menos frecuentemente en objetivo terapéutico
concreto25,30,40,48. Para ello, es preciso aplicar alguna herramienta de valoración
estandarizada, aunque, la escala de Finnegan es la más ampliamente utilizada. Así
pues, de forma general, los casos más leves de SAN, con una evaluación en la escala
de Finnegan menor a 8 puntos, se manejan únicamente con estrategias de soporte,
mientras que los casos más graves, con manifestaciones moderadas o severas que
superen los 8 puntos, requieren, además, tratamiento farmacológico23,25,30,40,43,48. La
duración total y los ajustes del tratamiento dependerán de la evolución clínica del
neonato, ajustándose la dosis en base a la puntuación de la escala, descendiendo
lenta y progresivamente para evitar efectos rebote40.

De forma general, el tratamiento farmacológico se indica cuando existen


convulsiones, así como para vómitos y/o diarrea asociados a la deshidratación y a la
ganancia de peso insuficiente propias del SAN, aunque deben descartarse siempre

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otras etiologías posibles. Además, puede ser necesario el aporte de fluidos y el
restablecimiento de los niveles de electrolitos por vía intravenosa, así como
alimentación por vía enteral mediante sondas nasogástricas para asegurar la
estabilidad clínica del neonato en la fase aguda30,56.

Los estudios presentan resultados muy variables en cuanto a la elección del agente
farmacológico, las dosis y duración del mismo, y el procedimiento de suspensión
(destete), no existiendo actualmente intervenciones universalmente reconocidas47-
50 . Sin embargo, la práctica de correlacionar el tratamiento farmacológico con el
agente causal de las manifestaciones de abstinencia está ampliamente
aceptada25,49,54.

Así pues, los fármacos más comúnmente empleados son los opiáceos naturales,
como la solución oral de morfina, la tintura de opio, y el elixir paregórico; los
opioides sintéticos o semisintéticos, como la metadona, la buprenorfina y el
fentanilo; algunos barbitúricos, como el fenobarbital; alfa-2 agonistas, como la
clonidina y la dexmedetomidina; la clorpromazina del grupo de las fenotiazinas; y
algunas benzodiazepinas como el diazepam y el lorazepam24,25,30,32,40,47,48.

Tratamiento para el SAN debido a un opioide

En los casos en los que el SAN se deba a la exposición prenatal a opioides, una
amplia variedad de estudios recomienda la utilización de una terapia base con
opioides sobre la que añadir una terapia complementaria, en aquellos neonatos
cuya sintomatología no responda al opioide, reduciendo la gravedad del SAN, y,
además, la dosis máxima necesaria del opioide, y con ello, la duración de la estancia
hospitalaria15,30,48.

 Tratamiento primario con un agonista opioide

La morfina y la metadona permanecen como los tratamientos de primera línea más


comunes, aunque estas cuentan con variaciones en la posología (véase anexo
11)15,25,32,39,47. Generalmente, la dosis del opioide se va incrementando hasta que se
logra un adecuado control de la sintomatología, y, tras aproximadamente 48 horas
de estabilidad clínica, la dosis del opioide se va disminuyendo progresivamente48. Sin
embargo, según los estudios más recientes, el destete guiado por protocolo parece

Página │ 55
estar relacionado con una mejor evolución del neonato con SAN comparado con el
destete que se realiza sin un protocolo establecido25,49.

A pesar de que la solución oral de morfina sea actualmente el agente farmacológico


más recomendado y utilizado, en parte por su escasez de efectos adversos15,24,25,48,
históricamente, en el tratamiento del SAN se han empleado otros preparados
derivados de opio, como la tintura de opio (‘’láudano’’), o el llamado elixir
paregórico (‘’paregórico’’ o ‘’tintura alcanforada de opio’’), especialmente para el
manejo de sus manifestaciones gastrointestinales24,30,48. Sin embargo, la similitud
entre la nomenclatura de ambos, la mayor concentración del primero respecto a la
dosis recomendada de morfina, y la composición química de ambos a base de
alcohol y cantidades variables de otros ingredientes tóxicos, como alcanfor, aceite de
anís, o ácido benzoico, incrementan el riesgo de efectos adversos derivados de
errores de medicación, por lo que su uso cada vez es menos frecuente24,30,48.

Algunos estudios defienden que la clorpromazina, como tratamiento único para el


SAN producido por sustancias depresoras del SNC distintas a los opiáceos, y,
especialmente en el SAN por opiáceos, es incluso más efectiva que la morfina, en el
control de los síntomas gastrointestinales y neurológicos30.

No obstante, la creciente evidencia científica apunta a que el empleo de la


metadona en el tratamiento del SAN, a pesar de su larga semivida de eliminación,
parece ofrecer ventajas frente a la morfina. Se está investigando también el uso de
buprenorfina como tratamiento primario único o como una terapia adyuvante47,
demostrando una reducción en la duración del tratamiento, en la dosis del mismo
y en la duración de la hospitalización, comparado con la morfina o la
metadona15,25,39,47,48.

Por otro lado, el tratamiento prolongado con opioides por vía intravenosa neonatos
que requieren cirugía o cuidados intensivos extensos puede resultar también en
tolerancia y en un proceso de SAN postnatal. En estos casos, el fentanilo se ha
convertido en el opioide de elección, debido a la gran velocidad en el inicio de su
acción, la corta duración de su efecto, excelente eficacia, y mínimos efectos adversos
agudos30.

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 Tratamiento adyuvante con un no-opioide

Los dos agentes más utilizados como fármacos coadyuvantes sobre el tratamiento
primario a base de un opioide son la clonidina y el fenobarbital15,30,32,39,47,48(véase
anexo 11) aunque la decisión sobre cuándo iniciar el tratamiento adyuvante es
controvertida. Los 3 enfoques que más comúnmente se siguen se representan en la
siguiente figura:

Figura 11. Principales estrategias de tratamiento farmacológico coadyuvante a la terapia opioide.


Fuente: Elaboración propia15,39,48.

La clonidina incluso ha sido recomendada a modo de alternativa segura como


terapia única, especialmente en casos de sintomatología gastrointestinal muy
resistente, ya que, al ser un agonista de gran especificidad15,48, permite reducir
significativamente la intensidad de las manifestaciones del SAN, sin incluir los
efectos narcóticos de los opioides15,30,39,47,48. Sin embargo, a pesar de que la clonidina
es el medicamento aprobado por la FDA, cada vez hay más estudios que defienden
las ventajas del uso de la dexmedetomidina por presentar mayor especificidad que
la clonidina39.

El fenobarbital, por su parte, es utilizado por su efecto gabamimético para la


abstinencia neonatal debida a opioides y a otras drogas cuyo cuadro clínico implique
un riesgo neurológico. Además, se emplea como tratamiento único para el SAN
producido por la exposición intrauterina a sustancias distintas a los
Página │ 57
opioides15,39,47,48,54. Sin embargo, su uso más común es como fármaco adyuvante
junto a un opioide en casos de SAN grave15,47,48, y aunque no tiene efectos sobre los
síntomas gastrointestinales, su efecto sedante es sumamente útil sobre la
irritabilidad en aquellos neonatos en los que se sospeche una exposición intrauterina
a múltiples drogas de abuso, siendo el tratamiento de elección en la abstinencia de
barbitúricos, alcohol y sedantes15,24,40,47-49.

Tratamiento para el SAN de etiología no-opioide

En cuanto al SAN debido a hipnosedantes, y al producido por la exposición prenatal


a múltiples drogas, se desconoce cuál el tratamiento farmacológico óptimo30. El uso
de diazepam intramuscular, para el tratamiento del SAN por hipnosedantes, ha
disminuido a causa de la falta documentada de eficacia comparado con otros
agentes. En estos casos, se emplea preferentemente el fenobarbital, ya que,
además, el diazepam tiene importantes efectos adversos en los reflejos de succión y
deglución del recién nacido, y su metabolización a nivel hepático contraindica su
utilización en neonatos prematuros y/o cuando exista ictericia24,30,49.

Alta hospitalaria

La duración de la observación hospitalaria variará en función del grado en el que se


conozca la semivida de eliminación de la sustancia a la que ha estado expuesto, Así
pues, los neonatos con exposición prenatal conocida a opioides y/o benzodiacepinas
de vida media corta deben permanecer en observación hospitalaria un mínimo de 3
días, pudiendo prolongarse hasta los 14 días en caso de sustancias de vida media
más larga (p. ej. opioides sintéticos frente a opiáceos naturales e hipnosedantes
frente a opioides)30,31,40,43,49. Es muy importante la consideración de este hecho a la
hora de tomar la decisión del alta en aquellos neonatos que no hayan manifestado
signos, ya que el SAN puede suponer un riesgo importante para la vida del recién
nacido31,43.

Una vez que se toma la decisión del alta, la tendencia actual es la de realizar la
transición del tratamiento farmacológico al entorno ambulatorio o extrahospitalario,
y seguir un procedimiento de destete desde la atención primaria, ya que, en las
investigaciones más recientes, se ha asociado esta práctica con una mejor evolución
de estos neonatos, a pesar de requerir tratamiento durante un periodo más
largo25,48.
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En muchas ocasiones, el opioide se desteta durante la hospitalización o poco
después del alta, y el fármaco adyuvante, generalmente el fenobarbital, continúa
como tratamiento primario de forma ambulatoria39,48. En los casos en los que el
opioide debe permanecer tras el alta, suelen emplearse aquellos con buena
biodisponibilidad oral (70%-100%) y vida media larga, permitiendo el transcurso de
largos intervalos entre las dosis, y siendo, por tanto una opción segura (p. ej.
metadona, buprenorfina)30,31,48.

Los neonatos que desarrollan tolerancia a los opioides y/o benzodiazepinas como
resultado de un tratamiento intravenoso prolongado (> 7días), pueden ser tratados
con una terapia equivalente mediante la conversión a metadona enteral y/o
lorazepam oral, respectivamente. La suspensión de estos fármacos debe hacerse
mediante la reducción del 10% al 20% de la dosis inicial cada 1-2 días, basándose en
la respuesta clínica, requieren de unas 2 a 3 semanas para el completo destete30.

Sin embargo, la recuperación del neonato con SAN depende en gran medida del
apego positivo a una madre que puede responder efectivamente a las necesidades
de su bebé, determinado a su vez por la calidad del apoyo sociofamiliar que tiene43.
Por ello, cualquier intento de transición del tratamiento al entorno ambulatorio debe
garantizar la total seguridad para el recién nacido, requiriendo un seguimiento
exhaustivo y que el equipo sanitario de atención primaria esté familiarizado con el
procedimiento de destete ambulatorio. En este aspecto, el personal de enfermería
cumple un papel esencial, reforzando la educación a la familia del lactante sobre los
signos de abstinencia tardía25,48.

5. DISCUSIÓN

Tras el análisis de los recursos bibliográficos seleccionados para el presente trabajo,


y el desarrollo de sus resultados principales, se puede confirmar la hipótesis inicial
de que el consumo de tóxicos durante el embarazo presenta graves efectos adversos
no solo para la mujer embarazada y para el feto, y sino también para el recién
nacido y el futuro desarrollo del niño. Así pues, puede considerarse el SAN como la
complicación aguda más frecuente de la exposición prenatal a una gran variedad

Página │ 59
sustancias de abuso, y el SAF, relacionada específicamente con el alcohol, como la
más grave por representar un conjunto de anomalías congénitas incapacitantes e
irreversibles.

No obstante, se puede entender que las barreras y limitaciones que existen para
llegar a este colectivo de mujeres, condicionan la realización de estudios sobre la
incidencia y prevalencia de consumo de sustancias de abuso durante el
embarazo23,25,31, y, con ello, la dificultad que ha supuesto la obtención de datos
epidemiológicos actualizados, especialmente a nivel nacional, ya que gran parte de
la literatura científica relacionada con el tema incide en su clínica y en su
tratamiento. Es posible que esto se deba a la influencia de las estrategias políticas,
ya que, tal y como ocurre en los países norteamericanos, el impacto sociosanitario y
económico que supone este problema exige medidas que permitan conocer su
evolución y desarrollar planes de prevención específicos24.

Los mecanismos fisiopatológicos que intervienen en el desarrollo del SAN y del SAF
en humanos no son bien conocidos hoy en día, y la mayor parte de la información
disponible en este ámbito procede de estudios en animales30,39,49,56. Además, se ha
se ha visto que casi la totalidad de las investigaciones acerca de los efectos que las
sustancias psicoactivas tienen sobre el embarazo y el feto, se refieren al alcohol, al
tabaco y, a los opioides, existiendo una gran falta de conocimiento sobre los efectos
producidos por el resto de drogas, y, especialmente, por las nuevas sustancias
psicoactivas, cuyas consecuencias sobre la salud humana se desconocen
completamente a corto y a largo plazo39.

Tanto es así que, el SAN producido por la dependencia materna a opioides ha sido el
más estudiado, lo que puede deberse al origen que históricamente se le ha
atribuido a esta sustancia. A pesar de ello, los estudios que tratan acerca del SAN
derivado del consumo materno de otras sustancias de abuso, e incluso, de una
combinación de opioides con otras drogas, exponen que se producen
manifestaciones clínicas similares30,31,39,47. Sin embargo, se puede decir que, de la
misma forma en la que es necesario conocer el tipo de sustancias a las que los
recién nacidos están expuestos durante la gestación, las variaciones con las que
éstas afectan a la presentación de las manifestaciones clínicas del SAN, supone
probablemente una información
Página │ 60
fundamental para mejorar el pronóstico de estos pacientes, ya que permitiría
desarrollar e implementar de forma homogénea los protocolos de evaluación y
tratamiento más adecuados y específicos a cada tipo de sustancia25,31.

Por otro lado, debido a la ausencia de métodos diagnósticos específicos, y las


limitaciones de los autoreportes y de los análisis toxicológicos de muestras
biológicas, tanto el SAN como el SAF están gravemente infradiagnosticados,
especialmente éste último, el cual, en ausencia de manifestaciones clínicas
evidentes, es posible que se incluya en otra categoría diagnóstica dentro del amplio
grupo de los TEAF23,25,36,52. Por ello, podría decirse que la confirmación del consumo
materno de sustancias de abuso es fundamental para realizar el diagnóstico precoz
de ambas entidades clínicas.

Una gran parte de los estudios seleccionados pone de manifiesto que las
herramientas de valoración del SAN cuentan con importantes limitaciones,
especialmente a causa de la complejidad de su carácter subjetivo, lo que impide la
llegada a un consenso acerca de cuál de ellas debe emplearse preferentemente; del
momento, la duración y la frecuencia de su uso; de los puntos de corte para el inicio
del tratamiento farmacológico; o del intervalo que debe respetarse entre
valoraciones. Es por ello que, las diferencias en el manejo de estas herramientas
para la cuantificación de las manifestaciones del SAN entre los distintos
profesionales, podrían incrementar el riesgo de intervenciones médicas innecesarias
en el recién nacido, y las complicaciones potenciales a corto y a largo plazo
asociadas25,32,39,43,47.

Por otro lado, las diferencias tanto en estructura como en el contenido que evalúan,
hacen difícil la comparación de resultados, lo que podría dar lugar a importantes
sesgos de información25,32,39,43,47. Asimismo, la mayoría de ellas están diseñadas para
su aplicación en neonatos a término y para la valoración de la abstinencia a opioides,
sin ser validadas para su empleo en neonatos pre-termino (quienes tienen una
expresión cualitativamente diferente de las manifestaciones), para la valoración de
la abstinencia producida por otras drogas distintas a los opioides, o para el
policonsumo, siendo incapaces, además, de determinar si las manifestaciones de
abstinencia se deben a los opioides o a las benzodiacepinas en aquellos pacientes
tratados con ambos fármacos25,32,39,43,47. Por ello, se han propuesto otro tipo de
Página │ 61
escalas, como la Opioid and Benzodiazepine Withdrawal Score, Sedation Withdrawal
Score, y Sophia Benzodiazepine and Opioid Withdrawal Checklist30.

En relación al punto anterior, se ha comprobado que, en la actualidad, todos los


casos de SAN se manejan de la misma forma en la que se evalúa y trata a los
neonatos con abstinencia de opioides. En cuanto a su tratamiento farmacológico, se
ha visto que la mayoría de investigaciones centran su atención y sus esfuerzos en
determinar cuál es el tratamiento óptimo, pretendiendo demostrar la superioridad
de un agente farmacológico frente a otros en sus consecuencias a corto plazo
(estancia hospitalaria, dosis y duración del tratamiento), y no tanto en diseñar
protocolos en los que se establezca el momento de inicio del tratamiento
farmacológico, la dosis inicial específica de ese agente farmacológico, la pauta de
dosificación ascendente, la dosis máxima tolerada, y la pauta de dosificación
descendente o destete43,47,48,50,54.

Sin embargo, es entendible que existan dificultades para el desarrollo y la aplicación


de protocolos de valoración y tratamiento estandarizados a nivel internacional e
incluso nacional o regional, ya que, la compleja naturaleza del SAN, y las diferencias
en recursos materiales y humanos entre las distintas instituciones, puede dar lugar a
que las manifestaciones clínicas que se presentan en cada caso sean muy
variables25,56. Es por ello que, podría afirmarse que la elección de un agente
farmacológico específico no es el único predictor de éxito en estos neonatos, siendo
el régimen general de manejo una consideración clave, y tal y como señalan algunos
estudios, el control ambiental aplicado como medida de soporte inicial,
probablemente sea incluso más importante que el uso de medicación en el
tratamiento del SAN50.

En cualquier caso, varios autores ponen en evidencia que la implementación de


procedimientos de evaluación y tratamiento estandarizados en el manejo de los
neonatos con SAN, se relaciona con una mejor evolución y pronóstico de estos, por
lo que, en ausencia de guías de práctica clínica universales, y, de acuerdo a las
recomendaciones de la AAP, sería conveniente que cada institución sanitaria
desarrollara sus protocolos específicos de actuación, y formase adecuadamente a
sus
profesionales para su adhesión a estos con las mínimas variaciones
Página │ 62
posibles32,43,47,49,54.
Por todo lo anteriormente expuesto, dado el impacto de SAN y del SAF en las
familias, en los servicios sanitarios y en la sociedad, sería recomendable la
instauración de políticas públicas que permitiesen la realización de una mayor
cantidad de ensayos poblacionales, y, con ello, la detección precoz del consumo de
sustancias tóxicas durante el embarazo, y, un conocimiento más verosímil de su
incidencia.

De la misma manera, son necesarios más estudios en humanos que determinen los
efectos que el consumo de las distintas sustancias psicoactivas (especialmente de las
drogas emergentes) tiene para la gestante, el feto y el recién nacido, y poder así
aumentar el conocimiento sobre la fisiopatología del SAN, la forma en la que cada
una de las sustancias y las variables de confusión (factores maternos, fetales,
placentarios, y ambientales o externos) influyen sobre su presentación, y el impacto
que la propia sintomatología del SAN tiene a largo plazo, incluidas las convulsiones.

En esta línea, la dificultad diagnóstica en la identificación de los pacientes con TEAF,


y la exigencia de que cada caso de SAN se maneje con la mayor adecuación posible a
su etiología, resaltan la necesidad de desarrollar y utilizar una herramienta
diagnóstica específica, que permita aplicar inmediatamente el tratamiento más
adecuado en cada caso, y evitar así las potenciales complicaciones asociadas.

Asimismo, existe una fuerte necesidad de centrar las investigaciones futuras en el


desarrollo de procedimientos estandarizados de las diferentes intervenciones, tanto
farmacológicas como no farmacológicas, y en la realización de evaluaciones
comparativas entre ellas, determinando, dentro del marco de la evidencia científica,
sus niveles de seguridad, su eficacia a corto plazo y sus efectos a largo plazo. Para
ello, resulta imprescindible realizar un seguimiento de estos pacientes durante sus
primeros años de vida, de tal manera que se puedan valorar las consecuencias
derivadas de las distintas intervenciones a largo plazo, incluyendo sus efectos sobre
el crecimiento físico, el desarrollo neurológico y el impacto psicológico y
neuroconductual.

En definitiva, para comprender y abordar completa y adecuadamente las


necesidades de estos neonatos y sus familias, maximizando la efectividad del
tratamiento y mejorando su evolución a corto y a largo plazo, son necesarios apoyos
sanitarios y sociales primarios, dentro de un modelo de atención que enfatice en el
apoyo de los Página │ 63
recursos comunitarios en lugar de atención sanitaria con periodos de hospitalización
prolongados.

Este modelo integrado y coordinado, de atención holística, debe incorporar un


equipo multidisciplinar, adecuadamente formado en el ámbito de los trastornos
relacionados con el consumo de sustancias, que incluya profesionales pertenecientes
a las ramas de la ginecoobstetricia, neonatología, pediatría, psiquiatría, psicología,
farmacia, fisioterapia, terapia ocupacional y trabajo social, y pudiendo ser necesaria
la participación de los servicios sociales en algunos casos para garantizar la seguridad
de los recién nacidos y brindar apoyo a las familias. Estos profesionales ejercen su
labor dentro del esquema conocido como ‘’la cascada de la atención’’43, el cual
comienza con la prevención, la atención prenatal, y el tratamiento de la adicción en
la madre; se prolonga con la hospitalización para el parto y el ingreso del neonato en
la UCIN, si fuese necesario, garantizando los cuidados médicos y psicológicos
necesarios; y continúa tras el alta hospitalaria, conectando a estas familias con los
distintos recursos comunitarios oportunos para asegurar una transición adecuada y
efectiva del recién nacido y su madre a su hogar y comunidad, desde donde poder
continuar la atención25,31,32,43,47.

5.1. Consideraciones éticas

En primer lugar, cabe destacar que el consumo de sustancias tóxicas durante el


embarazo es considerado en algunos ámbitos como una forma de maltrato hacia el
feto, denominado ‘’maltrato prenatal’’. A pesar de ser un concepto todavía poco
conocido, en nuestro país, se encuentra legislado en Cataluña desde el año 2010,
cuando la Ley 14/2010 del 27 de mayo, de los derechos y las oportunidades de la
infancia y la adolescencia, reconoció los derechos del niño incluso antes de nacer.
Así pues, se definió este concepto como la ‘’falta de cuidado del propio cuerpo,
consciente o inconsciente, o la ingesta de drogas o sustancias psicótropicas por parte
de la mujer durante el proceso de gestación, y también el daño producido
indirectamente al neonato por la persona que maltrata a la mujer en el proceso de
gestación’’61.

Página │ 64
En segundo lugar, es preciso mencionar que, en el proceso de asistencia sanitaria a
una gestante consumidora de drogas y a su recién nacido, pueden surgir conflictos
entre los cuatro principios básicos de la bioética que van más allá de la complejidad
ética que encierra la propia práctica obstétrica.

Por un lado, los profesionales que atienden a este colectivo de pacientes se


enfrentan a importantes retos a nivel moral y ético, debido a la influencia del
estigma social y los prejuicios, e incluso, a la propia ignorancia, pudiendo transgredir
inintencionadamente el principio de justicia. En este sentido, los profesionales
sanitarios, siendo necesaria en ocasiones la formación previa en el desarrollo de
habilidades personales, sociales y comunicativas, deben poder reconocer los
prejuicios propios o ajenos existentes para poder proporcionar una atención
equitativa y de calidad a estas díadas de pacientes.

Por otro lado, durante la gestación de una mujer consumidora se pueden producir
situaciones en las que puede haber compromiso de los principios de beneficencia,
no maleficencia y autonomía, a causa del conflicto de intereses entre las decisiones
médicas que abogan por el bienestar de la madre y del feto.

Actualmente la tendencia en la asistencia al embarazo y parto tiende a una mayor


humanización del proceso, pero sin que ello conlleve al rechazo de la tecnificación
en la asistencia, lo que permite disminuir la morbi-mortalidad materna y fetal. Así
pues, la autonomía se consolida como principal valedora de la dignidad de la
gestante, por lo que, debemos garantizar la beneficencia basada en la evidencia
científica y en el juicio clínico, aunque sin caer en el paternalismo y teniendo en
cuenta que la no maleficencia prevalece, evitando cualquier posible daño para la
madre o el feto62,63.

Para ello, la educación para la salud constituye una herramienta fundamental para
hacer partícipe a la mujer de sus cuidados y dotarle de los conocimientos necesarios
para tomar una función activa en las actividades preventivas y minimizar los riesgos
derivados del consumo de sustancias tóxicas durante el embarazo, reforzando así su
responsabilidad y autonomía personal, y mejorando el pronóstico de la diada
materno-filial tras el parto62.

Página │ 65
6. CONCLUSIONES

1. La creciente incidencia del síndrome de abstinencia neonatal y el síndrome


alcohólico fetal se considera un importante problema de salud pública,
especialmente debido al impacto sociosanitario que conlleva el consumo de
sustancias tóxicas por parte de la mujer embarazada, cuya prevalencia está
experimentando un importante aumento tanto en España como en el resto del
mundo.

2. Ambas entidades clínicas representan únicamente dos de las múltiples


complicaciones obstétricas y perinatales que pueden producirse a causa del
consumo de drogas durante el embarazo. La gravedad del SAF reside en el carácter
irreversible de sus alteraciones del desarrollo neurológico. Por su parte, las
manifestaciones clínicas del SAN, pueden poner en peligro la vida del recién nacido
durante el periodo de adaptación a la vida extrauterina.

3. Así pues, dada la condición totalmente prevenible de esta problemática, debe


reconocerse la importancia del desarrollo de políticas desde el ámbito de la salud
pública, mediante campañas de educación contra el consumo de sustancias de
abuso en este colectivo, y concienciar a los equipos de profesionales sanitarios para
que lleven a cabo estrategias de diagnóstico precoz de los posibles casos de
exposición prenatal a drogas.

4. Es por ello que, los profesionales de la salud, y, especialmente el personal de


enfermería encargado de la atención a estos recién nacidos y a sus madres
drogodependientes, deben estar familiarizados con este problema y recibir una
formación y cualificación adecuada conforme a la evidencia científica, en el ámbito
del abuso de sustancias y sus factores de riesgo asociados, no solo en cuanto a las
habilidades técnicas, sino también las comunicativas y psicosociales.

5. Los profesionales sanitarios deben reconocer precozmente la clínica del SAN, y, a


pesar de no existir procedimientos universalmente estandarizados para su
evaluación y tratamiento, deben adherirse rigurosamente al protocolo de valoración
y tratamiento farmacológico establecido por el centro, siendo ésta la forma más
eficaz de mejorar el pronóstico de estos neonatos.

Página │ 66
6. Según lo establecido en dicho protocolo, el personal de enfermería, siempre bajo
criterio y prescripción facultativa, debe administrar el tratamiento farmacológico, y
vigilar la aparición de efectos adversos. De la misma manera, debe acogerse al
régimen de evaluación periódica de su sintomatología, haciendo uso de la
herramienta que en dicho protocolo se considere oportuna. Sin embargo, puede y
debe actuar con autonomía y responsabilidad en la aplicación de las estrategias no
farmacológicas, ofreciendo unos cuidados de calidad que se consideran la terapia
inicial de estos neonatos, de cuyo éxito depende, en muchas ocasiones, la necesidad
de recurrir al tratamiento farmacológico.

7. En este sentido, aunque durante el ingreso hospitalario de estos neonatos, los


profesionales de enfermería sean los principales responsables de sus cuidados
fisiológicos y conductuales, siguiendo las prácticas del NIDCAP, se debe brindar
apoyo psicológico a la familia y en especial de la madre, fomentando su implicación
activa y favoreciendo así el vínculo materno-infantil y los múltiples beneficios que
éste tiene para ambos.

8. Por todo lo anterior, en el tratamiento y evolución del SAN, es necesario equipo de


salud interdisciplinar, que permita una adecuada transición desde el hospital a los
servicios comunitarios para mantener la continuidad de la atención de estas familias.

7. PROPUESTA TEÓRICA DE MEJORA

7.1. Justificación

Como se ha visto anteriormente, la creciente prevalencia de consumo de sustancias


psicoactivas por parte de la gestante, y las graves consecuencias que éste hecho
conlleva para las familias, los servicios sanitarios y la sociedad, justifican la necesidad
de llevar a cabo un mayor número de programas de prevención y diagnóstico precoz
del mismo. En este sentido, tal y como pone de manifiesto la literatura científica,
existen ciertos factores que permiten hacer un diagnóstico de sospecha en aquellas
mujeres que puedan estar consumiendo drogas durante el embarazo.

Página │ 67
Una vez que se ha confirmado el consumo de drogas en el embarazo, el objetivo
principal es conseguir una disminución del daño, y dado que se desconocen los
umbrales ‘’seguros’’ de consumo de las diferentes sustancias, se deberá intentar que
la mujer incremente el nivel de conocimientos sobre los riesgos, y se le aconsejará
una abstinencia total del consumo. Así pues, existen numerosos estudios que
afirman que dejar de fumar al inicio de la gestación permite corregir a tiempo los
efectos perjudiciales del tabaco sobre el recién nacido, obteniendo resultados
similares a los de las mujeres no fumadoras27,46. De la misma manera, también se ha
observado que aquellas mujeres embarazadas que abandonan el consumo de una
sustancia, tienen una probabilidad mayor de abandonar al mismo tiempo el
consumo de las demás29.

Por otro lado, muchas mujeres son consumidoras de múltiples sustancias de abuso y
los profesionales sanitarios no son conscientes de este problema hasta el momento
del parto32, siendo imposible la planificación de las intervenciones necesarias para
responder ante ciertas complicaciones obstétricas o perinatales, como, por ejemplo,
el SAN y SAF.

Asimismo, las madres a menudo sienten que no reciben la suficiente información


respecto a qué esperar durante la hospitalización, no sólo en cuanto a los
procedimientos médicos que se llevarán a cabo durante el parto y el posparto, sino
también en cuanto al desafío emocional que supondrá ver a su hijo sufriendo las
manifestaciones de abstinencia (de las cuáles, ella es la responsable), y la obligación
de equilibrar las necesidades médicas de ambos41.

Por esta razón, las consultas de seguimiento del embarazo no solo podrían
aprovecharse para detectar y actuar sobre el consumo de sustancias por parte de la
gestante, sino que, también servirían como una oportunidad para que los miembros
del equipo multidisciplinar interactúen con estas familias, brindando el apoyo inicial
y comenzando a crear una buena relación terapéutica necesaria para los cuidados
posteriores.

Página │ 68
7.2. Objetivos

a. Principal

Desarrollar una herramienta que permita a la matrona definir indicaciones y


procedimientos para la detección materna de abuso de sustancias durante una
consulta de atención al embarazo normal.

b. Secundarios:

 Familiarizarse con los factores de riesgo que llevan a la madre a consumir


sustancias de abuso, así como aquellos que puedan sugerir una exposición fetal
a las mismas.

 Elaborar un historial de consumo materno completo y preciso, gracias al cual


determinar si el recién nacido estará en riesgo de sufrir SAN o SAF tras el parto,
y poder anticiparse a las necesidades futuras.

 Derivar a la gestante, si fuese preciso, a otros servicios de atención médica y/o


social (ginecólogo/obstetra, psiquiatra, trabajo social,…) proporcionándole una
información completa y de calidad con el fin de mejorar sus expectativas y
minimizar las experiencias negativas y las posibles complicaciones, mejorando
así el pronóstico materno-fetal.

7.3. Material y método

La propuesta que a continuación se presenta se enmarca dentro de la cartera de


servicios de los Centros de Atención a la Mujer (CAM) del Servicio Navarro de Salud-
Osasunbidea (SNS-O), donde, a las gestantes sanas con embarazos no complicados,
se les oferta un modelo de cuidados mixto, según la siguiente tabla64:

Tabla 8. Programación de consultas de atención prenatal en los CAM del Servicio


Navarro de Salud.

Matrona Obstetra

Semanas de gestación 8, 17, 23, 28, 36, 38 12, 20, 32, 40, 41

Fuente: Elaboración propia64.

Página │ 69
Así pues, tal y como muestra el algoritmo, lo ideal sería que la matrona recibiese a la
gestante con consumo potencial de sustancias de abuso en la primera visita de
control del embarazo, en la semana 8. No obstante, se ha demostrado que las
mujeres embarazadas con problemas de dependencia de sustancias a menudo
llevan controles prenatales inadecuados, tardíos o los evitan durante todo el
proceso de gestación, por lo que el primer contacto con la paciente puede
producirse en una etapa más avanzada de ésta23,32.

En cualquier caso, aprovechando la anamnesis inicial y la recogida de los


antecedentes personales y gineco-obstétricos necesarios para la actualización de la
HCI durante el embarazo, la matrona , en la llamada ‘’consulta oportunista’’, tendrá
la oportunidad de introducir las cuestiones planteadas en el anexo a, las cuales
pretenden indagar y responder sobre otras condiciones patológicas,
sociodemográficas, y conductuales consideradas como factores indicativos o de
riesgo para el consumo gestacional de tóxicos.

Dicho cuestionario deberá rellenarlo el entrevistador (la matrona o el profesional


que proceda en cada caso), con datos basados en la observación física, las
respuestas de la paciente durante la entrevista y/o mediante las referencias de otros
profesionales en la HCI, si las hubiera. Se debe aclarar a la paciente que toda la
información tratada en la entrevista clínica es de carácter completamente
confidencial, aunque si no desea contestar a alguna de las cuestiones, se encuentra
en su pleno derecho de no hacerlo. Es importante que los ítems se traten en el
orden establecido, ya que, situándose las cuestiones más comprometidas hacia el
final de la entrevista, se obtendrá la máxima información posible antes de que la
paciente pudiera sentirse intimidada y mostrar una actitud defensiva ante alguna de
las preguntas, especialmente una vez se llegue a las que mencionan expresamente
el consumo de drogas.

En cualquier caso, el entorno en el que tienen lugar las visitas prenatales debería ser
capaz de permitir a las mujeres discutir aspectos especialmente sensibles como la
violencia doméstica, abuso sexual, enfermedades psiquiátricas y uso de drogas
ilegales64. Para ello, es preciso crear un ambiente sin prejuicios, forjando una relación
de confianza y confidencialidad, utilizando un lenguaje claro y directo, realizando

Página │ 70
preguntas abiertas que permitan su libre expresión, siendo empáticos,
comprensivos, y predispuestos a ayudarle en lo que necesite. Hay que entender que
muchas de estas mujeres se sienten impotentes y sufren al darse cuenta de que su
adicción les domina y les impide actuar de forma correcta, y que, a causa de ello,
ponen en riesgo la vida o el desarrollo de sus hijos. Es más probable que la mujer
revele la verdad acerca de su consumo y lleve un adecuado control prenatal si no se
siente juzgada o tratada como una criminal, por lo que se debe reconocer su
valentía y su perseverancia para enfrentarse a la situación tan difícil que está
viviendo23,32,47,49,64.

Si la paciente ha confirmado haber consumido alguna sustancia durante los últimos


12 meses, es preciso valorar si cumple criterios diagnósticos para la definición de un
trastorno por consumo de sustancias. Se adjuntan los criterios generales en el anexo
b, aunque es recomendable verificar si se modifica alguno de los ítems en el manual
original, ya que las condiciones de tolerancia y dependencia no se producen con el
consumo de todas las sustancias. Una vez realizado el diagnóstico, la matrona debe
consultar con el ginecólogo-obstetra para pedir una interconsulta al Servicio de
Psiquiatría, desde donde realizar las intervenciones terapéuticas oportunas, así
como a Trabajo Social, para identificar los recursos comunitarios necesarios en cada
caso.

Cada uno de los ítems de los cuestionarios del anexo a tiene una puntuación
específica, cuya adjudicación se ha basado en la lo aportado por la literatura
científica y el razonamiento crítico propio. Se ha considerado la suma total de 10
puntos como el punto de corte que permite hacer el diagnóstico de sospecha del
consumo gestacional de sustancias tóxicas, y en base al cual la matrona debe hacer
una intervención breve. Esta intervención breve o consejo tiene como objetivo
incrementar el nivel de conocimientos de la gestante sobre los riesgos para el
embarazo, el feto y el recién nacido que se derivan del consumo de drogas, y se
entregará a la mujer un folleto informativo (anexo c) para reforzar las indicaciones
verbales proporcionadas y facilitar los contactos de los distintos recursos
comunitarios navarros en materia de drogodependencias.

Finalmente, se deberá hacer una valoración dinámica y seguimiento de los factores


de riesgo de consumo de sustancias durante el resto de visitas de atención prenatal
que puedan alertar de la necesidad de intervenir en cualquier momento. Página │ 71
ALGORITMO DE ACTUACIÓN ANTE SOSPECHA DE CONSUMO DE TÓXICOS EN LA GESTANTE

Gestante que acude a visita de control prenatal

Actualizar Valoración factores de riesgo de consumo


HCI: AP y AO ANAMNESIS gestacional de sustancias de abuso
(anexo a) (anexo a)

¿Se cumplen criterios ¿Sospecha de consumo


diagnósticos DSM-V de Preguntar por el consumo de de tabaco, alcohol,
trastorno por consumo de Dice que SÍ tabaco, alcohol, marihuana y Dice que NO
marihuana y otras
sustancias? otras drogas drogas?
(anexo b) (anexo a)

NO SÍ NO

¿Se cumplen criterios
para diagnóstico de
sospecha? Animarle a seguir
Diagnóstico de Intervención breve para (anexo a) manteniendo
Trastorno por Consumo disminuir el consumo estilos de vida
de Sustancias y/o evitar consumo saludables
(especificar sustancia) perjudicial SÍ NO
(anexo c)
+
Valoración y
Consultar con seguimiento de
ginecólogo-obstetra Valoración y seguimiento de
indicadores de riesgo de indicadores de riesgo de consumo
para IC y derivación a
consumo de sustancias de sustancias de abuso
Psiquiatría para 72
de abuso
intervención terapéutica
Anexo 2: Listas de sustancias sicotrópicas sometidas a fiscalización y principales
sustancias incluidas en ellas

Lista I Lista II Lista III Lista IV


Drogas que presentan Drogas que presentan Drogas que presentan Drogas que presentan un
un alto riesgo de uso un riesgo de un riesgo de riesgo de uso indebido y
indebido y que uso uso que constituyen
constituyen indebido y indebido y una amenaza menor para
una amenaza que constituyen una que constituyen una la
especialmente grave amenaza grave para la amenaza grave para la salud pública, con un alto
para la salud pública, salud pública, con un salud pública, con un valor terapéutico10.
con escaso o nulo valor valor terapéutico de valor terapéutico de
bajo a moderado10. moderado a alto10. Se incluyen en esta lista
terapéutico10.
diversas drogas hipnóticas,
Se incluyen en esta lista Se incluyen en esta lista ansiolíticas y analgésicas:
Se incluyen en esta lista drogas principalmente
principalmente La mayoría de
estimulantes barbitúricos de acción las benzodiacepinas
el simpaticomiméticos del rápida y
grupo de (alprazolam,
tipo anfetamina media: Buprenorfina, diazepam, Lorazepam,
los alucinógenos: y ciertos algunos barbitúricos
Cannabis (THC) y lormetazepam,
analgésicos narcóticos: (amobarbital, midazolam,…), análogos
derivados (marihuana, Dronabinol, cocaína, ciclobarbital,
hachís), LSD, DMT, benzodiacepínicos
anfetaminas y pentobarbital) (zolpidem) y
éxtasis y derivados derivados y derivados
(MDMA, MDA, MDEA), otros barbitúricos
(metanfetamina, benzodiacepínicos (fenobarbital,
catinona (flunitrazepam)10,11.
metilfenidato…), secbutabarbital)10,11.
(Khat), psilocibina,
secobarbital,
GHB10,11.
fenciclidina (PCP)10,11.

Fuente: Elaboración propia10,11.

85
Anexo 3. Características de los estudios seleccionados para la revisión bibliográfica Fuente: Elaboración propia.
AUTOR/ES, TÍTULO DISEÑO APORTACIONES
AÑO, PAÍS, REVISTA
The epidemic of Descripción de los orígenes históricos del SAN, con referencias al desarrollo y
neonatal abstinence expansión del consumo de opioides y la identificación del primer caso de SAN.
Gómez-Pomar E, syndrome, historical
Finnegan LP. 2018. Revisión Revisión de los factores que afectan a su expresión clínica, de los instrumentos para
references of its’ origins, narrativa su evaluación, de las estrategias de manejo, y la consideración de su creciente
EE.UU. Front.Pediatr assessment and incidencia como una epidemia.
management. .

Mangat AK, Schmölzer Pharmacological and Exposición de las intervenciones terapéuticas para el abordaje del SAN,
GM, Kraft WK. non-pharmacological farmacológicas y no farmacológicas, defendiendo que la gravedad de las
treatments for the Revisión manifestaciones clínicas, objetivable mediante una escala, debe guiar las decisiones
2019. Canadá. Semin narrativa
Fetal Neonatal Med. Neonatal Abstinence farmacológicas y que todos los neonatos con SAN deben manejarse inicialmente
Syndrome (NAS). mediante medidas de soporte.

Breastfeeding Revisión de los beneficios de la lactancia materna, y las recomendaciones de las


Holmes AP, Schmidlin considerations for organizaciones e instituciones referentes. Discusión de las barreras para la lactancia
HN, Kurzum EN. mothers of infants with Revisión en neonatos con SAN, y de los riesgos del consumo de drogas ilegales para esta
2017. EE.UU. neonatal abstinence sistemática práctica, reivindicando el papel de los profesionales sanitarios en la valoración de la
Pharmacotherapy syndrome. idoneidad y apoyo a estas madres para que puedan practicarla.

Howard MB, Schiff DM, Impact of parental La presencia parental máxima se asocia con una reducción de la hospitalización, de
Penwill N, Si W, Rai A, presence at infants' Estudio de los días de tratamiento farmacológico y de las puntuaciones en la escala de
Wolfgang T, et al. 2017. bedside on neonatal cohortes Finnegan, afirmando que cuanto mayor sea el tiempo de presencia de los padres
EE.UU. Hosp Pediatr abstinence syndrome. retrospectivo junto al lecho del neonato con SAN, menor será la gravedad de éste y mejor su
evolución.
La formación del personal de enfermería en el manejo de las herramientas de
Holmes AV, Atwood EC, Rooming-in to treat valoración del SAN, la educación prenatal sobre el SAN a las familias (que lleva a su
Whalen B, Beliveau J, neonatal abstinence Estudio de implicación activa en el tratamiento no farmacológico), y el alojamiento de los casos
Jarvis JD, Matulis JC, et syndrome: improved cohortes de SAN leve en unidades de hospitalización pediátrica en vez de en la UCIN, se
al. 2016. EE.UU. family-centered care at prospectivo asocia con una reducción del tratamiento farmacológico, el tiempo de
Pediatrics lower cost. hospitalización y de los costes hospitalarios.

86
Raith W, Schmölzer GM, Laser acupuncture for La combinación de la acupuntura láser y el tratamiento farmacológico a base de un
Resch B, Reiterer F, neonatal abstinence Ensayo opioide como la morfina, reduce significativamente la duración total del
Avian A, Koestenberger syndrome: a controlado tratamiento en los neonatos diagnosticados de SAN comparados con aquellos que
M, et al. 2015. Austria. randomized controlled aleatorizado únicamente se manejan mediante tratamiento farmacológico.
Pediatrics trial.

Behnke M, Smith VC; Exposición de los métodos de identificación de la exposición prenatal a sustancias,
Committee on Prenatal substance los mecanismos de acción de las drogas, sus efectos a corto plazo (crecimiento fetal,
Substance Abuse; abuse: short- and long- Informe anomalías congénitas, desarrollo neurológico, posibilidad de producir
Committee on Fetus and term effects on the técnico manifestaciones de abstinencia, excreción por la leche materna) y a largo plazo
Newborn. 2013. exposed fetus. (crecimiento, conducta, cognición/funciones ejecutivas, lenguaje, rendimiento
Pediatrics escolar y predisposición al consumo de sustancias).

Consumption of Un 96,6% de las mujeres consumen algún fármaco durante el embarazo, y el 11,3%
medications, alcohol de éstas se automedica (especialmente con antiinflamatorios en el primer
Rocha RS, Bezerra SC, trimestre), el 11,3% fuma y el 16% bebe alcohol. No hubo diferencias significativas
Lima JW, Costa FdaS. and smoking in Estudio
pregnancy and descriptivo entre el consumo de alcohol o tabaco y malformaciones congénitas. El estado civil
2013. Brasil. soltero se señala como factor de riesgo para el consumo de medicamentos de alto
Rev Gaucha Enferm assessment of
teratogenic risks. transversal potencial teratogénico, sin poder relacionarse otras variables sociodemográficas o
de la calidad de la atención prenatal.

El 47% de las mujeres no consumen ninguna sustancia al inicio de la gestación, el


Passey ME, Sanson- 46% consumen tabaco, el 21% alcohol, el 15% cannabis y el 44% varias sustancias
Fisher RW, D'Este CA, Tobacco, alcohol and simultáneamente, asociándose con ello los años de escolaridad y la edad de inicio
cannabis use during Estudio
Stirling JM. descriptivo del hábito tabáquico. Al final del embarazo, el 29% de las que consumían tabaco, el
2014. Australia. pregnancy: clustering of 60% de las consumidoras de alcohol y el 40% de las consumidoras de cannabis
Drug Alcohol Depend risks. dejaron de hacerlo, existiendo un pequeño de mujeres sometidas a los riesgos del
transversal
consumo durante todo el embarazo.

A propósito de un caso, se define el SAN, sus manifestaciones clínicas, los factores


Bass III PF. 2015. Neonatal abstinence Estudio de que influyen en su presentación clínica, su diagnóstico diferencial y los métodos de
Contemporary Pediatrics syndrome. caso clínico identificación de la exposición prenatal a sustancias.

87
Descripción de la epidemiología del consumo de opioides y SAN, sus manifestaciones
clínicas, los factores que influyen en su presentación clínica, los métodos para la
Kumar R, Garg S. Neonatal abstinence detección del consumo gestacional de sustancias, las herramientas para la
2019. UK. syndrome: a current Revisión
narrativa monitorización de la gravedad del SAN, las estrategias de manejo no farmacológico
Infant update. y farmacológico, incluyendo destete, el pronóstico a largo plazo de los neonatos con
SAN, exponiendo orientaciones futuras requeridas.

Toone R, Johnson K, The changing picture of Concienciación sobre la creciente incidencia de las nuevas sustancias psicoactivas y
Harrison C. neonatal abstinence de su posible influencia sobre el SAN. Definición de la clasificación de las NPS y su
Revisión epidemiología de consumo, haciendo referencia especialmente a los cannabinoides
2019. UK. syndrome: ‘’new drugs narrativa
Infant on the block’’. sintéticos y a sus posibles efectos a largo plazo sobre el neonato. Exposición breve
del cuadro clínico clásico del SAN y de su manejo farmacológico.

Gibson KS, Stark S, The relationship La edad gestacional parece no estar relacionada con la necesidad de tratamiento
Kumar D, Bailit JL. between gestational age Estudio de farmacológico para el SAN en los neonatos pre-término y a término. En caso de
2017. EE.UU. and the severity of cohortes requerir farmacoterapia, ésta tiende a ser más larga en los neonatos a término que
Addiction. neonatal abstinence retrospectivo en los pre-término o a término tardío.
syndrome.

Se encontró una alta prevalencia del SAN como resultado de la exposición a opioides
ilícitos y/o a la metadona de los tratamientos de sustitución. Más de la mitad de las
McQueen KA, Murphy- Maternal substance use mujeres incluidas en estos tratamientos de sustitución continúan consumiendo
Oikonen J, Desaulniers and neonatal abstinence Estudio de
cohortes sustancias añadidas, principalmente otros opioides. Los neonatos expuestos a
L. 2015. Canadá. syndrome: a descriptive metadona experimentaron un SAN con mayor gravedad, incluyendo puntajes
Matern Child Health J study. retrospectivo
máximos más altos en las manifestaciones clínicas, mayor duración del tratamiento
farmacológico y de la estancia hospitalaria frente a los no expuestos.

Exposición breve de la epidemiología del SAN, de su impacto sanitario, social y


Johnson B. económico. Reivindicación del papel de la enfermera en la atención psicológica de
2017. EE.UU. Neonatal abstinence Revisión calidad a estas familias, enfatizando en las habilidades sociales y comunicativas
Pediatr Nurs syndrome. narrativa necesarias para minimizar sus experiencias negativas y mejorar su pronóstico a
largo plazo.

88
Exposición breve de los antecedentes históricos del SAN, su epidemiología e impacto
sociosanitario; los indicadores para el diagnóstico de sospecha de la exposición
prenatal a drogas, las manifestaciones clínicas del SAN, los factores que influyen en
Nelson MM. Neonatal abstinence su presentación, la monitorización de su gravedad, su abordaje farmacológico y no
2013. EE.UU. syndrome: the nurse’s Revisión
narrativa farmacológico; y los retos que a nivel moral supone la atención a estas familias.
Int J Childbirth Educ. role. Reivindicación de la posición de la enfermera para crear una relación terapéutica de
calidez y confianza con estas madres, prestando atención a los posibles indicadores
del consumo de drogas por éstas.

Caring for infants and Exposición de la epidemiología del SAN, de sus manifestaciones clínicas, de las
Schierholz E, French R, families affected by herramientas para su monitorización (ofreciendo el ESC como nuevo enfoque), y de
Boucher AM. neonatal abstinence Revisión las intervenciones terapéuticas para su manejo. Descripción de los diferentes retos
2020. EE.UU. syndrome. narrativa a los que se enfrenta el personal de enfermería en la atención a estos neonatos y
Am Nurs Today sus familias, y de las competencias personales y profesionales que éste debe
desarrollar para ofrecer un estándar de cuidados de calidad.

Karakashian AL, Schub Hoja de Resumen de las principales conclusiones recogidas en la evidencia científica sobre
T, Pravikoff D, editor. Neonatal abstinence cuidados las características del SAN y las recomendaciones de las organizaciones e
2019. EE.UU. syndrome. basados en instituciones de referencia para su diagnóstico, y manejo farmacológico y no
CINAHL Nursing Guide la evidencia farmacológico, así como para la formación profesional continuada en esta materia.
Exposición de la epidemiología del consumo gestacional de sustancias de abuso, de
la incidencia del NAS, su etiología, fisiopatología, manifestaciones clínicas y manejo
Evidence-based farmacológico. Descripción más detallada de las funciones e intervenciones de
MacMullen NJ, Dulsk LA, interventions for
Blobaum P. 2014. Revisión enfermería en relación a las medidas de soporte, nutrición y lactancia materna, y
neonatal abstinence sistemática cuidado de la piel del neonato, exponiendo las principales recomendaciones de las
EE.UU. Pediatr Nurs syndrome. guías de práctica clínica nacionales aportadas por los organismos de referencia en
esta línea.

La instauración de las medidas de soporte como tratamiento de primera línea; la


Knopf A. administración del tratamiento farmacológico según sea necesario en base a la
2017. EE.UU. Best – and least costly – Estudio de
treatment for NAS is cohortes respuesta de los neonatos a las anteriores; la elección del alojamiento conjunto con
Alcohol Drug Abuse
Wkly. mother‐infant bond. prospectivo la madre (rooming-in) en vez de la UCIN para su observación y tratamiento; la
proporción de una información completa y de calidad desde la atención prenatal a
estas familias; su empoderamiento para la participación activa en el tratamiento de

89
sus hijos; y el desarrollo de nuevos enfoques con sistemas de evaluación y
tratamiento estandarizados, permite una reducción significativa de la
hospitalización, del porcentaje de recién nacidos tratados con morfina y de los
costes hospitalarios totales.
La implementación de una guía de práctica clínica que detalle: procedimientos
Murphy-Oikonen J, estandarizados de análisis toxicológicos para el cribado del consumo de sustancias
Montelpare WJ, The impact of a clinical por la madre; un protocolo para el tratamiento farmacológico y destete del SAN;
practice guideline on Estudio de
Bertoldo L, Southon S, cohortes una
Persichino N. 2012. infants with neonatal
abstinence syndrome. retrospectivo herramienta estandarizada para la valoración de su sintomatología; una estrategia
Br J Midwifery de administración de camas para el ingreso de estos neonatos; y recomendaciones
para las intervenciones prenatales y tras el alta, se ha asociado con una reducción
de la gravedad del SAN, de los procedimientos terapéuticos requeridos, y de la
duración de la hospitalización en los neonatos beneficiados de estas prácticas.

Blasco-Alonso M, Exposición a tabaco, La prevalencia de consumo de tóxicos durante el primer, segundo y tercer trimestre
González-Mesa E, alcohol y drogas de de gestación resultó ser, respectivamente, del 21,2%, 18,5%, y 13,3% para el tabaco,
Gálvez M, Lozano I, abuso en gestantes. Estudio 40,7%,23,1% y 17,1% para el alcohol y del 4,8%, 1,9% y 1,2% para el cannabis. En
Merino F, Cuenca F, et Estudio de prevalencia descriptivo los tres trimestres, un mayor nivel de estudios se asoció a un menor consumo de
al. 2015. España. en gestantes de Málaga tabaco
Adicciones. (España). transversal y a una mayor exposición al alcohol, obteniendo resultados lo suficientemente
llamativos como para alertar sobre la necesidad de una mayor cantidad de medidas
preventivas.

Un 59,2% de las mujeres al inicio de la gestación eran no fumadoras, un 18,4%


Impacto del fumadoras activas, un 8,5% pasivas y un 13,8% abandonó el tabaco. Las gestantes
Ribot B, Isern R, tabaquismo, la no expuestas que abandonan el tabaco tienen el mismo riesgo de partos
Hernández-Martínez C, exposición pasiva al Estudio prematuros e hijos con bajo peso al nacer que las mujeres no fumadoras. Las
Canals J, Aranda N, Arija tabaco y el dejar de descriptivo mujeres fumadoras activas y pasivas tienen mayor riesgo de partos prematuros y
V. 2014. España. fumar sobre la salud del longitudinal de hijos con mejor peso (de 129gr a 178gr menos) que las no fumadoras. Por otro
Med Clin recién nacido. lado, los mayores valores
de hemoglobina, al inicio y al final de la gestación, ejercen un efecto protector
frente a estos acontecimientos.

Cárdaba RM, Cárdaba I. Efectos del hábito Exposición de loa prevalencia del consumo de tabaco por las mujeres embarazadas,
2016. España. tabáquico en el ciclo Revisión y los efectos que el hábito tabáquico tiene sobre el embarazo, la placenta, la leche y
Metas Enferm reproductivo de la sistemática la lactancia materna, la fertilidad, el feto y el recién nacido, incluyendo el síndrome
mujer y en el neonato. de abstinencia neonatal a la nicotina.
90
Exposición de los efectos del consumo de tóxicos durante el embarazo sobre el
Cuesta MJ, Espinosa AB, embarazo, el feto y el recién nacido. Breve definición del SAN, de su etiología, sus
Val C. 2013. España. Síndrome de Revisión manifestaciones clínicas, valoración y tratamiento, enfatizando en los cuidados de
Enferm Integral. abstinencia neonatal. enfermería basados en medidas de soporte para disminuir los signos y el malestar
narrativa del neonato.

Porcel AM, Ortega SM, Síndrome de El consumo de drogas entre las mujeres en edad fértil y durante la gestación, está
Barrientos S, Ferrinho R, abstinencia neonatal: experimentando un aumento acorde a la tendencia social, lo que determina el
Revisión aumento de la prevalencia y de la incidencia del SAN, a pesar de que los estudios
Martínez C. 2014. evolución en los últimos sistemática
España. Enferm. Global diez años. poblacionales a nivel nacional sean escasos, siendo necesario una mayor realización
de éstos.

Mendéndez X, Álvarez Sustancias adictivas y Introducción de la situación del consumo de drogas a nivel español, y breve
N, García MJ. 2018. embarazo: Cuidados de exposición de la prevalencia de consumo gestacional y de la fisiopatología del
España. RqR Enfermería enfermería a la mujer Revisión cannabis, tabaco, opioides y opiáceos, alcohol y cocaína. Descripción de los
Comunitaria (Revista embarazada y al recién sistemática métodos de diagnóstico precoz de la exposición prenatal a sustancias de abuso, de
SEAPA) nacido para minimizar las características del SAN y de los cuidados de enfermería que esta condición
sus efectos. requiere.

El diagnóstico de maltrato prenatal se asocia con unos índices elevados de consumo


García J, Campistol E, Análisis del maltrato materno de tóxicos (por orden de frecuencia cannabis, cocaína y heroína), infección
López MA, Morcillo MJ, prenatal en Cataluña Estudio por VIH-VHC, desempleo, antecedentes de intervención social previa, violencia
Mur A. 2018. España. entre los años 2011 y descriptivo doméstica, mal control gestacional e interrupciones de embarazo previas. En los
An Pediatr 2014. neonatos, destaca el alto índice de prematuridad y el diagnóstico de síndrome de
transversal abstinencia.

Descripción de los mecanismos fisiopatológicos de las diferentes sustancias


Zapata JP, Rendón J, Síndrome de psicoactivas y sus principales consecuencias negativas sobre el embarazo, el feto y
Berrouet MC. abstinencia neonatal: Revisión el recién nacido. Breve exposición de las herramientas para la valoración del SAN,
2017. Colombia. revisión de tema. sistemática así como de las medidas no farmacológicas y tratamiento farmacológico empleados
Pediatr. en su manejo.

Exposición detallada de varias sustancias susceptibles de originar la patogenia del


Hudak ML, Tan RC. Neonatal Drug Informe SAN, así como de los factores que influyen en su presentación, diagnóstico
2012. Pediatrics Withdrawal. clínico diferencial, y comparativa de estudios referentes al tratamiento farmacológico y no
farmacológico.

91
Trastornos del espectro Exposición de las referencias históricas de los TEAF y de sus sistemas de diagnóstico.
Suárez HA, Rivolta S. alcohólico fetal. Descripción de las ventajas de la determinación de los ésteres etílicos (FAEEs) en
2016. Revista de Salud Biomarcadores del Revisión
meconio, proponiendo su empleo para la confirmación diagnóstica de la exposición
Pública consumo de etanol prenatal crónica al etanol.
durante la gestación. narrativa

Fernández-Mayoralas Exposición de la epidemiología, manifestaciones clínicas, diagnóstico y tratamiento


DM, Fernández-Jaén A. Fetopatía alcohólica: Revisión de los TEAF, y incidiendo en las características clínicas específicas de cada categoría
2011. Rev Neurol puesta al día. diagnóstica.
narrativa
Bonilla AN, Rodríguez V, Trastorno del espectro Exposición breve sobre los mecanismos etiopatogénicos del etanol, de la
Miranda MD. 2016. alcohólico fetal durante Revisión prevalencia de los TEAF y del SAF, y de su tratamiento. Exposición más detallada de
Trances el embarazo. sistemática las características clínicas de cada categoría de los TEAF según el IOM.

Capel AS, Luna A (dir), Exposición fetal a Marco teórico relacionado con la epidemiología del consumo de sustancias de abuso
Falcón M (dir), drogas de abuso en la población general, en mujeres embarazadas, sus efectos sobre el embarazo,
durante el primer Tesis los mecanismos de transporte transplacentario, la toxocinética de las diferentes
García- Algar O (dir). doctoral
2012 Universidad de trimestre de la sustancias psicoactivas. Marco experimental basado en la detección de sustancias
Murcia gestación. de abuso en placenta y restos abortivos no viables.

92
Anexo 4. Principales efectos adversos relacionados con el abuso de sustancias Fuente: Elaboración propia15,23,27,36,39,46,47.
Metanfetamina
Nicotina (tabaco) Etanol (alcohol) THC (cannabis) Opioides Cocaína s NPS BZD

CIUR. Bajo peso CIUR CIUR y bajo peso CIUR,


Alteración del (también estatura y patognomónico del al nacer. CIUR. Bajo peso ↓
crecimiento SAF (r/c también al nacer (r/c CIUR y bajo peso al
perímetros) al nacer nacer CIUR perímetro
fetal consumo leve y Datos limitados, policonsumo)
(r/c nº de cigarrillos) no consenso. cefálico
moderado)

Hendidura oro-facial Anomalías


(labio leporino o Anomalías morfológicas en
paladar hendido), y Alteraciones craneofaciales (incl. varias
malformaciones desarrollo corteza cingulada estructuras
A CORTO PLAZO

faciales, urogenitales, Gran efecto embrionario cerebrales,


teratogénico. Signo frontal), de las
Anomalías cardiovasculares, del (gastrosquisis) Sin relación extremidades, del incluida la Anomalías Anomalías
SNC, deficiencias patognomónico del Datos limitados, conocida corteza congénitas congénitas
SAF tracto urinario
congénitas visuales y auditivas. no consenso. Datos limitados, no cingulada
Datos limitados, no consenso. frontal.
consenso. Datos limitados,
no consenso

Datos limitados. Signo No consenso


SAN características Comportamient patognomónico. Alteraciones
Síndrome de similares al SAN por No consenso (r/c Datos limitados, Datos SAN tipo
abstinencia consumo excesivo) o anormal tras Primer caso neuroconductuales tras no consenso limitados opioide
opioides. parto SAN descrito parto (r/c toxicidad).

93
Irritabilidad,
inestabilidad Patrones
emocional, ↓ neuroconductua
Dificultades de regulación conductual les anormales.
Deterioro orientación y adaptación, niveles
Trastornos regulación autonómica, Aumento de Anomalías y autonómica, ↓ Mala calidad
neuro- bajos de atención, sobresaltos y conducta (r/c movimiento, Datos Datos
alteración tono anormalidades estado alerta y ↓ limitados limitados
conductuales muscular temblores abstinncia) disminución
motoras orientación excitación,
alteraciones en el ECG aumento estrés
y respuestas auditivas
anormales del tronco
encefálico

Mayor riesgo embarazo


ectópico aborto
espontáneo, RPM,
DPPNI, placenta previa,
polihidramnio, muerte Mayor riesgo
fetal intrauterina, parto
parto prematuro, SMSL prematuro, crisis hipertensivas,
e incremento RPM, migrañas y
mortalidad y Mayor riesgo Mayor riesgo convulsiones, DPPNI,
aborto espontáneo embarazo corioamnionitis parto
morbilidad RN y muerte RPM,
Otros riesgos (infecciones y y metrorragias ectópico, aborto prematuro, Parto
perinatal parto prematuro, DPPNI, estrés
obstétricos enfermedades espontáneo y muerte fetal prematuro
parto prematuro (morado, azul) fetal,
respiratorias hemorragias intrauterina (morado,
obstructivas, y parálisis obstétricas (r/c azul)
cerebral r/c heroína)
prematuridad), y de la
madre (r/c anemia,
alteración valores FC y
TA)

94
Nicotina (tabaco) Etanol (alcohol) THC (cannabis) Opioides Cocaína Metanfetaminas

Desproporción Datos no disponibles.


Alteración del talla/peso: mayor IMC, Signo patognomónico Anfetaminas:
crecimiento mayor probabilidad del SAF alteración crecimiento
obesidad. (datos limitados)
Datos limitados
Hiperactividad, Trastornos atención,
Trastornos impulsividad, dificultades Hiperactividad, déficit
conductuales Hiperactividad Hiperactivida atención y Datos no disponibles.
trastornos atención, socialización, Impulsividad, déficit d, déficit Anfetaminas: malas
(r/c otros factores conductas de riesgo conductas de riesgo dificultades
atención, mayor atención, procesamiento, conductas y
médicos, genéticos, (delincuencia, abuso de (delincuencia, abuso probabilidad consumo problemas problemas en la
otras sustancias y de otras sustancias y conductas de riesgo
socioeconómicos, marihuana y tabaco. memoria y (delincuencia, abuso relación entre iguales
mayor probabilidad mayor probabilidad percepción (datos limitados)
psicosociofamiliares, consumo tabaco) consumo alcohol) de sustancias)
ambientales)

Trastornos Alteración varias . Alteración varias


A LARGO PLAZO

Principal causa no
hereditaria de emocionales, de funciones ejecutivas: funciones ejecutivas:
Alteración cognición, discapacidad aprendizaje y memoria: capacidades visuales capacidades visuales y
Alteraciones trastorno aprendizaje y dificultad resolución de y motoras, atención, motoras, atención,
cognitivas o de las intelectual: trastornos
memoria, valores CI memoria y funciones problemas por No consenso memoria de trabajo memoria de trabajo
funciones ejecutivas ligeramente más bajos alteración atención y la destreza física a y la destreza física a
ejecutivas, valores CI
más bajos sostenida, memoria largo plazo. largo plazo.
visual, análisis Datos limitados Datos limitados

Alteración desarrollo Alteración desarrollo Ligero retraso del


Trastornos del lenguaje y habilidades y uso lenguaje, habla.
lenguaje dificultando Datos no disponibles
lectura Datos limitados
interacción social
Amplia variedad de No consenso. Datos no disponibles
problemas Trastornos de Anfetaminas:
Efectos sobre el académicos: peor Bajo rendimiento aprendizaje. resultados más bajos
rendimiento Peor rendimiento rendimiento escolar, especialmente Datos no Necesidad plan de test matemáticos,
académico aritmética y ortografía resolución problemas en lectura y ortografía disponibles estudios mayor tasa de
matemáticos y individualizado repetición curso
dificultades lectura (ajustado al IC)

95
Anexo 5. Características específicas de la presentación clínica del SAN según el tipo de droga

SUSTANCIA DE ABUSO SIGNOS TIEMPO DE DURACIÓN


APARICIÓN MÁXIMA
SÍNDROME CLÁSICO:
Irritabilidad, agitación, llanto agudo, ansiedad, trastornos del sueño, bostezos,
hipertonía muscular, temblores, convulsiones, congestión nasal, taquipnea, Hasta 6
OPIOIDES Primeras 72h meses
hipertensión arterial, taquicardia, hipertermia, diaforesis, succión excesiva y débil,
alimentación insuficiente, regurgitación, diarrea, vómitos.

Entre las primeras


Síndrome clásico + deshidratación y alteraciones electrolíticas 24h hasta las 2
Heroína como signos más característicos Hasta 20 días
semanas de vida
Buprenorfina Síndrome clásico Primeras 40h ----
Síndrome clásico (más intenso que heroína o buprenorfina) + Entre las primeras
Metadona reflejo de Moro exacerbado Hasta 45 días
24h y 14 días
Fentanilo Síndrome clásico Primeras 24h ----
HIPNOSEDANTES
(ansiolíticos, hipnóticos, Más tardío que
------- los opioides Más tardío
sedantes)

Benzodiazepinas Síndrome ‘’tipo opioide (opioid like)’’ + ----- Hasta 8


hipotonía y depresión del SNC si consumo durante 3º trimestre. meses
(Ansiolítico benzodiazepínico, hipnótico, sedante, anticonvulsivante, miorrelajante) Primeras Hasta 8
Diazepam SAN ‘’tipo opioide’’ + hipotermia y mayor probabilidad signos depresión SNC: semanas meses
hipotonía, reflejo de succión más débil, apnea (media 12 días)
(Ansiolítico derivado de las BZD). Hasta 9
Clordiazepóxido SAN ‘’tipo opioide’’ con mayor irritabilidad, y temblores Primeros 21 días
meses
Síndrome SAN clásico (temblores más intensos) +
hiperacusia, hiperfagia, mayor inestabilidad vasomotora, y mayor probabilidad de Primeros 14 días Hasta 6
Barbitúricos (media 4 a 7 días) meses
convulsiones

96
(Sedante e hipnótico con acción farmacológica similar a los barbitúricos)
Etclorvinol SAN clásico + signos de depresión SNC más característicos: letargia, hipotonía, ------ Hasta 10 días
hiperfagia, reflejo de succión más débil
(Sedante e hipnótico con acción farmacológica similar a los barbitúricos)
Glutetimida SAN clásico + cólicos abdominales y mayor alteración del tono muscular con ------ 6 meses
opistótonos

(Ansiolítico, sedante e hipnótico con acción farmacológica similar a los barbitúricos) Hasta 9
Meprobamato SAN clásico + cólicos abdominales ------ meses

(Antihistamínico empleado como ansiolítico) SAN clásico + mayor probabilidad de Hasta 5


Hidroxicina sacudidas mioclónicas y movimientos clónicos, hipotonía, incremento de la ------- semanas
frecuencia cardiaca y respiratoria
Síndrome SAN clásico + Entre las 3 y 12 Hasta 18
Alcohol mayor probabilidad de convulsiones primeras meses
horas
Síndrome SAN clásico (más leve) +
Cannabinoides respuestas motoras exageradas, y disminución de la respuesta visual ------- -------

Cocaína Entre las primeras Hasta 7 días


24 y 72 h
Síndrome SAN cásico
Metanfetaminas ------- -------
Nuevas sustancias psicoactivas ------- -------
Nicotina SAN clásico ‘’tipo opioide’’ Entre las primeras Hasta 15 días
12 y 48 h
Cafeína Síndrome SAN clásico + mayor probabilidad de bradicardia. Primeras 36 horas Hasta 7 días

Clomipramina (Antidepresivo tricíclico) Primeras 12 h Hasta 6 días


SAN clásico + hipotermia y mayor probabilidad de cianosis
Fluoxetina, Paroxetina, (Antidepresivos SSRIs, y como tratamiento en trastornos de ansiedad y algunos Primeros días de Hasta 2
Sertralina, Citalopram, trastornos de personalidad) vida semanas
Escitalopram, y Fluvoxamina SAN clásico + mayor probabilidad de hipoglucemia y distrés respiratorio agudo
Fuente: Elaboración propia23,30,36,39,40,43,46,47,49,54-56.

97
Anexo 6. Criterios del IOM para el diagnóstico de los TEAF

Fuente: Fernández-Mayoralas DM, Fernández-Jaén A, 201145.

98
Anexo 7. Información complementaria al apartado 4.3. En cuanto a las alteraciones cognitivas y conductuales que se dan en los
pacientes con TEAF, las funciones ejecutivas son las que más
3. Malformaciones congénitas relacionadas con el alcohol (ARBD). frecuentemente se afectadas, lo que, unido a los problemas de
En esta categoría se agrupan distintas enfermedades cuya causa se estima coordinación motora, puede influir negativamente, incluso, en las
que son las malformaciones congénitas inducidas por el alcoholismo durante actividades básicas e instrumentales de la vida diaria45,53. Con frecuencia,
la época prenatal, aunque algunas no están claramente relacionadas con los pacientes con FASD presentan problemas para una atención
dicho consumo. Éstas se manifiestan mediante alteraciones en la formación sostenida, y se asocian con un Trastorno por Déficit de
y/o funcionamiento de algunos órganos, los cuales dan lugar a problemas
cardíacos, renales y óseos (más posible en espina dorsal o columna), Atención/Hiperactividad (TDAH) persistente en cualquiera de sus
alteraciones de la visión o de la audición, y reducción de la respuesta subtipos. Se producen también alteraciones en el desarrollo del
inmune45,53,57. lenguaje y déficits visuoespaciales que deterioran en muchas ocasiones
la comunicación e interacción sociales, a lo que se le añaden los
problemas en el control emocional45,53.

4. Trastornos del neurodesarrollo relacionados con el alcohol (ARND). En estos pacientes, se suelen observar también trastornos de conducta,
Los pacientes que se incluyen en este amplio grupo pueden no presentar trastornos por abuso o dependencia de sustancias (incluido el propio
anomalías faciales ni retraso del crecimiento, aunque las malformaciones alcohol)45,53, trastornos de la conducta sexual, intento de suicidio,
congénitas cerebrales producidas, pueden haber ocasionado un patrón
trastornos psicóticos y, en la edad adulta, trastornos de la personalidad.
complejo de problemas cognitivos y/o conductuales que no son acordes al
nivel de desarrollo del niño, y que no pueden explicarse por otros factores Además, pueden darse problemas en la regulación del ritmo circadiano
distintos a la exposición intra útero al alcohol45,53,57. Concretamente, suelen (alimentación, sueño, etc.), lo que contribuye a la aparición o
producirse alteraciones en regiones cerebrales específicas (p. ej. tubo neural, empeoramiento de los problemas descritos45.
córtex, hipocampo cerebelo), disminuyendo el tamaño cerebral, y siendo la
microcefalia la malformación más frecuente. Este hecho predispone a los Los individuos que tienen algunas, pero no todas las características del
niños con TEAF a presentar mayores tasas de trastornos epilépticos (un 6% TEAF pueden ser diagnosticados como ARND y ARBD52. Así pues,
frente a un 1%) que en la población general45,53,57. actualmente, el 50-80% de los niños afectados por los TEAF presentan
solamente disfunciones debidas a alteraciones del desarrollo cerebral
agrupadas bajo la categoría de ARND, y dándose ARBD con una
frecuencia del 2-3%45, ya que generalmente se diagnostica como un
trastorno secundario que acompaña a otras afecciones de TEAF (por
Fuente: Elaboración propia45,53,57. ejemplo, SAF y ARBD)45,53,57.

99
Anexo 8. Muestras biológicas más utilizadas para el análisis toxicológico

MUESTRA BIOLÓGICA VENTAJAS INCONVENIENTES

Sangre materna  Omiten el consumo en muchos casos.


-------------
Orina materna
 Necesidad de recolectarse inmediatamente tras el parto (preferiblemente
primera orina) por la rápida metabolización y excreción urinaria de algunas
 Fácil obtención de forma no invasiva. sustancias de abuso (p. ej. duración alcohol: 6-16h; anfetaminas,
 Buen medio para detectar la exposición benzodiacepinas, los opioides: 24-72h; marihuana y metabolitos de la cocaína:
Orina neonatal prenatal a nicotina, opioides, cocaína y días a semanas, dependiendo de la cantidad consumida).
anfetaminas.  Baja sensibilidad, posibilidad de resultados falsos positivos y negativos: el
resultado positivo refleja únicamente el consumo reciente de la sustancia
analizada; el negativo sólo indica que no ha habido exposición reciente.

 Fácil obtención de forma no invasiva.


 Buen medio para detectar drogas  Necesidad de recolectarse inmediatamente tras el parto, antes de que se
excretadas por el feto mediante su contamine con orina o con heces que contengan restos de leche materna o
sistema hepatobiliar o renal hacia el preparados de fórmula.
líquido amniótico, concentrándose en  Uso controvertido para la determinación de la cantidad o del momento de la
el meconio. exposición prenatal.
 Buen medio para la detección de  Puede no reflejar los periodos de abstinencia cercanos al parto.
nicotina, cannabis, opioides, cocaína,  No se lleva a cabo en todos los hospitales.
anfetaminas, y alcohol.  Sus resultados pueden tardar varios días o semanas.
Meconio  Refleja la exposición a sustancias  Más utilizado en los casos en los que la clínica fetal y la historia materna
durante el 2º y 3º trimestre de la indican de forma muy sólida un síndrome de abstinencia neonatal, pero los
gestación, momento en el que se análisis de orina fetal y materno resultan negativos.
forma.  Análisis de los esteres etílicos palmítico, linoleico, oleico, esteárico de ácidos
 Mayor sensibilidad y especificidad que grasos en meconio (producto del metabolismo fetal del etanol): herramienta
la orina, menor probabilidad de de gran valor para el diagnóstico de los TEAF.
resultados falsamente negativos.

100
 Análisis complejo:
 Fácil obtención de forma no invasiva. - Factores que alteran la muestra: color y la textura natural,
 Reflejan el consumo durante un contaminación ambiental y/o el uso de productos cosméticos;
Cabello neonatal periodo más largo de tiempo, durante
el cual se quedan atrapadas. - Dificultades para la cuantificación de tan pequeñas cantidad des de
droga: obliga a recoger una mayor cantidad.
 Uso controvertido, considerado una práctica culturalmente inaceptable
en algunos lugares.
 Gran disponibilidad en el momento del
nacimiento.
Tejido de cordón  Herramienta útil por estar disponible
umbilical durante más tiempo.  Práctica más reciente
 Refleja la exposición intrauterina a
drogas de una forma comparable al
meconio

Fuente: Elaboración propia23,30,36,39,49.

101
Anexo 9. Escala Finnegan para valoración del SAN

Fuente: Cuesta MJ, Espinosa AB, Val C, 201340.

102
Anexo 10. Estrategias no farmacológicas para el manejo del SAN

TÉCNICA VENTAJAS CUIDADOS DE ENFERMERÍA40


Sobre SAN: ↓ insomnio,  Silenciar o bajar la intensidad de las alarmas de los monitores, teléfono y otros aparatos de sonido, y responder
Reducción irritabilidad y llanto40. rápidamente a ellas.
de los  Susurrar cuando se esté cerca del neonato, cerrar puertas y ventanas con suavidad.
estímulos Sobre consecuencias del  No apoyar objetos ni golpear con los dedos sobre la incubadora o cuna.
luminosos estrés ambiental: ↓  Colocar a los niños más inestables en el lugar más tranquilo de la sala.
y episodios taquicardia y  Valorar la realización de terapia musical, según tolerancia individual a la misma. Utilizar música clásica o instrumental
sonoros: desaturación, y trastornos suave, canciones de cuna, e incluso, sonidos marítimos o aquellos que simulen los latidos cardíacos maternos25,56.
Favorecer del ritmo circadiano y de la  Siempre que sea posible utilizar luz natural. La luz artificial se ha de utilizar con una transición suave, evitando luces
entorno función endocrina: ↓ riesgo intensas y brillantes y empleando lámparas individuales.
tranquilo de retraso en el  Utilizar cobertores sobre las incubadoras, instaurando periodos de luz tenue.
crecimiento40

 Vigilancia de las zonas de rozamiento: codos, rodillas, nariz, orejas etc.


 Mantener al recién nacido limpio y seco e hidratado para evitar lesiones irritativas.
Disminuyen la probabilidad  Mantener sábanas y ropa del neonato secas y limpias.
Prevención de escoriación de la piel, la
y/o  Usar sabanas suaves para evitar las lesiones por rozamiento.
dermatitis de pañal, a causa  Vigilar temperatura y humedad de la incubadora o cuna.
curación de de la diarrea, de los vómitos
lesiones  Protección de las zonas de riesgo (prominencias óseas) con apósito hidrocoloide.
o regurgitaciones y del  Curar las escoriaciones con Clorhexidina acuosa.
cutáneas exceso de sudoración
 Si la diarrea es intensa, cambio frecuente de pañal y colocación de apósitos de poliuretano transparentes sobre
propios del SAN48.
las áreas irritadas.
 Aplicar ungüentos de barrera para evitar la escoriación y la dermatitis de pañal.

103
 Manipular mínimamente al neonato, agrupando procedimientos terapéuticos, evitando la interrupción del sueño.
 Realizar métodos de succión no nutritiva, como el uso del chupete o la succión del dedo meñique.
 Moverlo lentamente y tocarlo con suavidad.
 Balancear y acunar suavemente al recién nacido (‘’rocking’’) o incluso simplemente cogerlo en brazos (‘’holding’’).
 Valorar el empleo de camas de agua no oscilantes, las cuales reducen la sintomatología y la dosis requerida de
tratamiento farmacológico, mejorando la ganancia de peso y la evaluación neuroconductual frente a las camas
Sobre el SAN: ↓ mecedoras mecánicas o camas convencionales39,48.
hiperactividad, irritabilidad,  Utilizar nidos y rodillos como elementos de apoyo para ofrecerle comodidad a la vez que contención y seguridad,
insomnio, temblores, llanto simulando el útero materno. Los nidos pueden realizarse con sabanas, toallas o mantas pequeñas y deben ser
y estrés fisiológico. proporcionadas al tamaño del neonato.
Mejoran estado  Realizar la técnica ‘’swaddling’’: envolver suavemente al neonato en una sábana o manta, manteniendo las
Reducción de cardiorrespiratorio y ↓
la extremidades en flexión cerca del cuerpo48.
requerimientos calóricos, y  Realizar cambios de posición que favorezcan la flexión global del cuerpo.
auto- facilitan autocontrol motor:
estimulación  Colocar al neonato en posición decúbito prono, valorando la relación de riesgo-beneficio, ya que, salvo casos de
Mejoran desarrollo extrema rigidez, se recomienda la posición supina para disminuir el riesgo del Síndrome de Muerte Súbita del
neuromuscular y Lactante48,56.
somatosensorial (r/c
estimulación vestibular y  Valorar la realización de masajes corporales, aplicando una ligera presión y frotamiento por todo el cuerpo del recién
táctil)40,48. nacido.
 Valorar la realización de la técnica de acupuntura láser: colocar la protección ocular al neonato, aplicar láser de baja
potencia comenzando por el pabellón auricular y terminando por los dedos de los pies de un hemicuerpo y
procediendo de la misma manera en el otro, preferiblemente aproximadamente una hora después de las tomas y de
la administración del tratamiento farmacológico.

Fuente: Elaboración propia25,32,40,43,48,54,56,60.

104
TÉCNICA VENTAJAS CUIDADOS DE ENFERMERÍA40
Para el neonato: disminución de las tasas morbi-  Favorecer la succión no nutritiva del chupete, evitando así la succión excesiva de
mortalidad; menor riesgo de infecciones (sepsis los puños y las potenciales lesiones.
bacteriana, meningitis bacteriana, otitis media), del  Evitar cremas y lociones en las zonas que el neonato pueda chupar.
SMSL, y, a largo plazo, de obesidad, diabetes mellitus,  Ofrecer tomas más frecuentes y de menor volumen, a demanda, sin interrumpir
asma, y ciertos cánceres infantiles42. el sueño del neonato.
 Promover un entorno tranquilo durante la toma, hablándole en tono suave
Para el SAN: retrasa su inicio, reduce su gravedad, la evitando la sobreestimulación.
Lactancia necesidad de tratamiento farmacológico y la duración de
la estancia hospitalaria. Calma inmediatamente la  Hacerle eructar con frecuencia para ayudarle a expulsar gases y evitar molestias.
materna  Colocarlo en posición semiincorporado y evitar manipulaciones tras las tomas.
irritabilidad y su fácil digestión ofrece ventajas para la
disfunción gastrointestinal42,56.  Mantener las vías aéreas libres, realizando lavados nasales y/o aspiración de
secreciones si precisa.
 Evitar envolverlo con ropa demasiado apretada que pueda dificultar la función
Para la madre: rápida recuperación del peso anterior al respiratoria.
embarazo, disminución del sangrado postparto, y, a más  Alimentar al recién nacido permitiendo periodos de descanso que le permitan
largo plazo, menor riesgo de diabetes mellitus tipo 2 y respirar con tranquilidad.
cáncer de mama o de ovario42.

Fuente: Elaboración propia30,40,42,47,48,56.

105
Anexo 11. Tratamiento farmacológico de primera línea y terapia coadyuvante

ACCIÓN POSOLOGÍA
AGENTE FARMACOLÓGICA (gran variabilidad)

- Administración en solución oral47.

Pauta ascendente:
 Más común: ajustada al peso: dosis inicial mínima entre
0.05mg/kg y 0,07mg/kg cada 3-4 horas, pudiendo
aumentarse según necesidad si no hay mejoría hasta un
máximo de 0.2mg/kg39,47,48.
 Alternativa: según gravedad de la sintomatología o
Agonista puro de puntuación en la escala de Finnegan: a mayor puntuación,
los receptores mayor dosis de morfina. Dosis inicial mínima entre
opioides µ. 0.05mg/kg y 0,07mg/kg cada 3-4 horas, si es ≤12 puntos, o
Morfina Vida media 0.1mg/kg si >12 puntos, pudiendo aumentarse hasta un
máximo de 0.2mg/kg según necesidad hasta conseguir ≤8
corta39,47,48.
puntos39,48.

Pauta descendente o destete:


 Habitual: descenso gradual de la dosis cada 24 o 48 horas47.
 Nuevo enfoque: sustituir el descenso escalonado por la
administración de una dosis sólo cuando sea necesario
(estrategias no farmacológicas no efectivas o no posibles)59

- Administración en solución oral39,47,48.


Agonista puro de - Menor consenso en la posología, no hay procedimientos
los receptores estándar tan aceptados como con la morfina48.
Metadona opioides µ.
Vida media Pauta ascendente:
larga39,47,48.  Más común: ajustada al peso: cada dosis de 0,05 a 0.1
mg/kg/dosis cada 4-12 horas39,47,48.

- Administración en solución sublingual48.


Agonista parcial - Su larga vida media, permite la administración de una dosis
de los receptores diaria15,48, y gracias a su agonismo parcial, tiene una menor
opioides µ. probabilidad de causar manifestaciones de abstinencia en
Vida media más los neonatos expuestos59
Buprenorfina larga que morfina
y menos que
metadona39,47,48.  Habitual: una dosis diaria ≤ a 0,5mL tras la colocación del
chupete48

106
AGENTE ACCIÓN FARMACOLÓGICA POSOLOGÍA

- Administración en solución oral39,47,48.


Agonista selectivo de los Pauta ascendente:
Clonidina receptores
adrenérgicos  Dosis inicial de 0.5 a 1 μg/kg.
 Dosis de mantenimiento de 0.5 a 1.25μg/kg
α-2 de acción central. por dosis, cada 3h, con incrementos del 25%
Inhibe la liberación de de la dosis inicial47.

noradrenalina, Pauta descendente o destete:


disminuyendo la  Descenso gradual del 10% de la dosis
hiperactividad del SNA15,30, máxima cada 48h47.
39,47,48.
Dexmedetomidina

- Administración por vía oral en solución, vía


intravenosa o intramuscular39,47,48.

Pauta ascendente:
Agonista de los receptores  Más habitual: dosis inicial de 5 mg/kg, y
del ácido γ-aminobutírico dosis de mantenimiento de 3 a 5 mg/kg
(GABA). Tiene efectos cada 8 h47.
Fenobarbital sedantes intensos y  Otro enfoque: dosis inicial de 20 mg/kg, y
anticonvulsivantes 15,39,47,48
. dosis de mantenimiento de 2 a 6 mg/kg cada
24 h, con el objetivo de
lograr
concentraciones plasmáticas entre 20 y 30
μg/ml47.
Pauta descendente o destete:
 Descenso gradual del 15% de la dosis diaria
hasta que se suspenda la medicación47
Fuente: Elaboración propia15,30,39,47,48.

107
Anexo 12. Material para diagnóstico de sospecha

ANEXO A: Cuestionario

A rellenar por el entrevistador con datos basados en la observación durante la entrevista


clínica y/o completar previamente mediante lo reflejado por otros profesionales en la HCI.

La paciente: NO SÍ
Muestra en el momento de la entrevista, respecto al estado habitual, signos de
sedación o intoxicación por drogas:
 Alteración de la conducta: agitación, irritabilidad, … 0 3
 Alteración del estado de conciencia y/o de la comunicación: letargo, balbuceos, … 0 7
 Alteración de la función motora: movimientos descoordinados, temblores, …
0 7
Se encuentra en tratamiento simultáneo con varios fármacos, y reclama su medicación 0 10
con frecuencia y en grandes dosis
Muestra un deseo ansioso de abandono del hospital inmediatamente (ej. tras un 0 3
ingreso o parto previos)
Presenta resultados positivos al consumo de drogas en análisis toxicológicos previos 0 10
Presenta signos físicos de abuso de sustancias:
 Signos de consumo por vía parenteral: varios puntos de punción con hematomas,… 0 10
 Midriasis
0 4
 Conjuntiva enrojecida, ojeras, …
 Secreción nasal frecuente 0 3
 Olor químico en el aliento o en la ropa (tabaco, marihuana,…) 0 3
0 10
Presenta un aspecto descuidado y signos de mala higiene personal 0 3
Presenta signos físicos de malnutrición y/o de ganancia de peso gestacional insuficiente 0 2
Presenta signos físicos de violencia de género 0 4

A rellenar por el entrevistador con datos basados en respuestas de la paciente durante la


entrevista clínica y/o completar con lo reflejado por otros profesionales en la HCI. En ocasiones
puede ser necesario formular expresamente la pregunta.

<18 <30
Edad de la paciente (años)
2 1
ANTECEDENTES GINECO-OBSTÉTRICOS: NO SÍ
 Edad gestacional actual >24 semanas sin controles prenatales previos conocidos
 Controles prenatales de embarazos previos inexistentes (no conocidos) o tardíos 0 4
(>24 semanas)
Embarazo no deseado, actual o previos 0 4
Prácticas sexuales de riesgo (actualmente o en el pasado) 0 3
Enfermedades de transmisión sexual 0 3

108
Complicaciones obstétricas o perinatales actuales o previas sin otras causas
aparentes:
 Abortos espontáneos de repetición 0 2
 Muerte fetal intrauterina 0 2
 DPPNI 0 2
 CIUR 0 2
 Parto prematuro
0 2

ANTECEDENTES PERSONALES PATOLÓGICOS: NO SÍ


Compromiso cardio/cerebrovascular sin otras causas aparentes:
 Episodios de hipertensión arterial 0 1
 Accidentes cerebrovasculares
 Infarto agudo de miocardio 0 1
0 1
Infecciones por VIH, VHB, VHC, … 0 3
Trastornos psiquiátricos:
 Trastornos del estado de ánimo: cambios drásticos de humor, depresión, ansiedad 0 5
 Otros trastornos de salud mental
A rellenar por el entrevistador con datos basados en respuestas de la paciente durante 0 la
5
 Traumas
entrevista psicológicos
clínica y/o completar con lo reflejado por otros profesionales en la HCI, si lo hubiera.
 Sufrimiento
De de abuso
forma general, físico,
es preciso psíquicoexpresamente
formular o sexual 0
las preguntas que permitan dar respuesta 5
a la información de los siguientes apartados. Se debe aclarar a la paciente de que toda la
información tratada en la entrevista clínica es de carácter completamente confidencial, aunque
si no desea contestar a alguna de las cuestiones, se encuentra en su pleno derecho de no
hacerlo.

ANTECEDENTES PERSONALES NO PATOLÓGICOS NO SÍ


Estado civil:
 Soltera 0 1
 Casada
- Si <30 años 0 1
Mala relación con el cónyuge/pareja o padre del niño (valorar también signos
físicos de violencia de género) 0 4

Mala relación con las personas de su entorno familiar y social (soporte socio- 0 2
familiar inadecuado o inexistente)
Nivel de estudios más alto que ha completado:
 Sin estudios o estudios primarios incompletos: menos de 6 años o cursos
de primaria aprobados
 Estudios primarios completos: 6º EGB aprobado, Certificado de 2 0
Escolaridad, 6 años o cursos de primaria aprobados
 Estudios secundarios 1ª etapa: 8º EGB aprobado, Graduado
Escolar,
Bachillerato Elemental, Formación Profesional de 1º Grado o Ciclos
Formativos de Grado Medio aprobados, ESO aprobada, 4 años o cursos de 1 0
secundaria aprobados

109
 Estudios secundarios 2ª etapa: BUP, Bachillerato Superior, Bachillerato
LOGSE, COU, Preu, Formación Profesional 2º Grado o Ciclos Formativos de
Grado Superior, 5 o más años o cursos de secundaria aprobados.
 Estudios universitarios medios (diplomatura, magisterio, arquitectura o 0
ingeniería técnica)
 Estudios universitarios superiores (licenciatura, arquitectura o ingeniería
superior, doctorado)

Situación laboral actual o durante los 12 últimos meses:


 Trabajando
 Con empleo, pero temporalmente ausente del mismo (ej. baja laboral,
excedencia, …) 0
 Incapacitado permanente
 Otra situación sin ejercer actualmente actividad económica alguna (ej.
rentistas, recibiendo alguna ayuda pública o privada, …)
 Parado que busca su primer empleo
 Cursando algún estudio
 Dedicado principalmente a labores del hogar (actividad no económica)
1

NO SÍ
El hogar cuenta con todos los servicios básicos 3 0
(ej. agua potable, electricidad, ...)

La paciente ha consumido alguna de las siguientes sustancias de abuso, con fines no médicos,
alguna vez en la vida, durante los últimos 12 meses o de forma casual desde que conoció su
estado de gravidez:
Alguna Últimos De
Sustancia de abuso Otras denominaciones vez en la 12 forma
vida meses
casual
cigarrillos, cigarros habanos, tabaco de
TABACO 1 10
mascar, pipa, …
BEBIDAS cerveza, vino, cubatas, champán, licores,
1 10
ALCOHÓLICAS destilados, …
Valorar
marihuana, porro, hierba, hachís, aceite de criterios
CANNABIS 1 10
hachís, chocolate, costo, … DSM-V
coca, farlopa, perico, clorhidrato de Para
TCS
COCAÍNA cocaína / crack, base, cocaína cocinada, 1 (anexo 10
basuco, boliches, roca, … c)
ANFETAMINAS O
anfetas, metanfetamina, ice, … 1 10
SPEED
ÉXTASIS U OTRAS
DROGAS DE pastis, pirulas, cristal, píldoras
adelgazantes, … 1 10
SÍNTESIS

110
LSD, ácidos, ketamina, PCP, tripi, setas
ALUCINÓGENOS mágicas, ketamina, special-K, ketolar, 1 10
imalgene, …
heroína/caballo/jaco, morfina, codeína,
metadona, buprenorfina,…
OPIÁCEOS Y (Dolantina/peptidina, Adolonta, Tramadol,
OPIOIDES Zaldiar, Enanplus, Tradonal, Algidol, Dolocatil, 1 10
Codeisan, MST continus, Durogesic, Subuxone,
Oxicodona, Fentanilo, etc.)

INHALANTES colas, gasolina/nafta, pegamento,


VOLÁTILES disolvente, poppers, nitritos,… 1 10

o hipnóticos, benzos, benzodiazepinas,


barbitúricos
(Valium/diazepam - zolpidem -
TRANQUILIZANTES Trankimazin/Xanax/alprazolam/ -
/ SEDANTES / Orfidal/lorazepam -
Noctamid/lormetazepam - 1 10
SOMNÍFEROS Rohipnol/flunitrazepam -
Lexatin/bromazepam -
Noctamid/clorazepato)

Otros - especifique:

NO SÍ
Consumo de alguna de las anteriores sustancias por parte de su entorno familiar, 0 1
social, laboral 0
Sobre el entorno comunitario de la paciente:
 Posibilidad de encontrar, en el barrio o municipio donde vive:
Personas borrachas o haciendo botellón, fumando porros, personas esnifando
drogas por la nariz (ej. en el baño de bares o discotecas, portales, coches, etc),
vendedores que ofrecen drogas, jeringuillas tiradas en el suelo, personas 0 3
inyectándose droga, inhalando o aspirando drogas en papel de aluminio, o
personas drogadas caídas en el suelo.
 Posibilidad de obtener cannabis, cocaína, heroína, anfetaminas o speed,
alucinógenos, éxtasis, u otras drogas de síntesis en el plazo de unas 24 horas

La paciente ha ingresado alguna vez en prisión o tiene antecedentes penales por


delitos de prostitución, robo, u otros. 0 5

Fuente: Elaboración propia18,23,28-30,32,39,40-43,49

111
ANEXO B: Criterios diagnósticos generales DSM-V para TCS

Un modelo problemático de consumo de la sustancia que provoca un deterioro o


malestar clínicamente significativo y que se manifiesta al menos por dos de los hechos
siguientes en un plazo de 12 meses:
1. La sustancia es consumida con frecuencia en cantidades superiores o durante un
período más prolongado del que inicialmente se pretendía.
2. Existe un deseo persistente o esfuerzos fracasados de controlar o abandonar el
consumo de la sustancia.
3. Se invierte mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención, el
consumo o la recuperación de los efectos de la sustancia.
4. Existen fuertes ansias o un poderoso deseo o necesidad de consumir la
sustancia.
5. El consumo recurrente de la sustancia lleva al incumplimiento de los deberes
fundamentales en el trabajo, la escuela o el hogar.
6. La sustancia se consume de forma continuada a pesar de sufrir problemas
sociales o interpersonales persistentes o recurrentes, provocados o exacerbados
por los efectos de la misma.
7. El consumo recurrente o continuado de la sustancia, provoca el abandono o la
reducción de importantes actividades sociales, laborales/profesionales o de
ocio.
8. Se produce el consumo recurrente de la sustancia en situaciones en las que
provoca un riesgo físico.
9. Se continúa consumiendo la sustancia a pesar de tener conciencia de problemas
psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, probablemente causados o
exacerbados por su consumo.
10. Tolerancia, definida por:
a. La necesidad de consumir cantidades marcadamente crecientes de la
sustancia para conseguir la intoxicación o el efecto deseado.
b. La notable disminución del efecto a causa del consumo continuado de
la misma cantidad de la sustancia.
11. Abstinencia, definida por:
a. La aparición del síndrome de abstinencia característico para cada
sustancia específica.
b. La necesidad de tomar la misma sustancia (o una muy similar) para
aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.

Fuente: Asociación Americana de Psiquiatría (AAP)7.

112
ANEXO C: Tríptico (Vista anterior)

Estas son solo algunas de las consecuencias…


¿Cuánto es
poco
para ti?

113
(Vista posterior)

¿Sabías que…
¡Dosis cero!
…incluso un cigarrillo, una cerveza o una copa de vino
afecta directamente a tu hijo?

Cuídate,
Cuídale

114

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