El Campo de La Educación Ambiental en América Latina

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El campo de la educación ambiental

en América Latina y el Caribe


JULIO CHÁVEZ*ÁGUEDA GARCÍA*ANGÉLICA
BENÍTEZ*LUCÍA ZAPATA
Introducción
La educación en América Latina y el Caribe fueron mostrando cambios relevantes que surgieron
desde la creación y adopción de algunas políticas públicas ambientales en los países que son
miembros. Es importante destacar que a raíz de la creación de estas políticas muchos países
vecinos logran avanzar con mayor eficacia en el sistema educativo, mientras que otros países
están sin avanzar o sus avances son muy deficientes. Es por esta razón que la solución no es
igual debido a la diversidad de los territorios y las diferencias contextuales.
En efecto, desde hace algunos años, las cuestiones relativas al hombre y su medio ambiente
constituyen uno de los cuatro grandes temas de estudio del Plan Unesco de Escuelas Asociadas
y han dado lugar a numerosas experiencias en las reuniones organizadas dentro del marco de
ese Plan.
Es importante tener en cuenta la identidad y la organización de los sistemas educativos para que
las políticas públicas ejecutadas puedan tener expectativas positivas en cuanto a sus avances,
pero teniendo en cuenta las orientaciones y guía que algunas organizaciones mundiales como la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), les brindan al centrar sus esfuerzos en ayudar al mejoramiento de la calidad
y equidad educativa del mundo; al tener como meta la importancia de garantizar la educación
para todos.
Concepto de la educación ambiental
La educación ambiental es un proceso educativo que busca promover la comprensión, el
conocimiento y la conciencia de los problemas ambientales, así como la adopción de actitudes y
comportamientos responsables hacia el medio ambiente. Esta educación se centra en el
desarrollo de habilidades y conocimientos para tomar decisiones informadas y responsables
sobre el medio ambiente, así como para promover la participación en la conservación y mejora
del medio ambiente. La educación ambiental se puede impartir a través de una variedad de
medios, como la educación formal, la educación informal y la educación no formal.
Objetivo General
Promover el desarrollo, la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales, la
prevención de la contaminación y el cambio climático, la reducción de la pobreza y la mejora de
la calidad de vida de la población.
Objetivos especifico
Generar mayor sensibilidad y conciencia sobre los problemas del medio ambiente, así como
conocimiento del entorno natural y sus problemas.
Desarrollar en los "individuos, un sentido ético-social ante los problemas del medio ambiente,
que los impulse a participar activamente en su protección y mejoramiento".
Desarrollar "las aptitudes necesarias para resolver problemas ambientales" y para prevenir
otros.
Y "Crear conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio
ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto
Metodología la educación ambiental
1.Establecer una agenda de educación ambiental para América Latina abordando los temas
ambientales más importantes de la región, como el cambio climático, la biodiversidad, la
contaminación, la gestión de los recursos hídricos y la gestión de los residuos.
2. Establecer un marco de colaboración entre los gobiernos, las organizaciones no
gubernamentales, los educadores y los ciudadanos para asegurar que los programas de
educación ambiental sean exitosos.
Inicios de la Educación Ambiental en
América Latina y el Caribe
Los inicios de la Educación Ambiental se remontan entre los años 1960 y 1970 ya que marcaron
el comienzo y la difusión de la educación ambiental en el mundo. Al principio tuvo una
inclinación conservacionista a raíz de las crecientes preocupaciones que fueron surgiendo por
las alteraciones ecológicas y la crisis ambiental que obligaron a las autoridades a buscar acciones
desde los diferentes campos del conocimiento para la conservación del ambiente
Es así como se expresa en la Carta de Belgrado (1976) y en la Declaración de Tbilisi (1978), pues
surge como una necesidad de respuesta ante los impactos del progreso moderno. Como lo
menciona Sauvé (1999), en sus inicios la educación ambiental se plantea como una educación
reformista, pues trataba de resolver y prevenir los problemas causados por el impacto de la
actividad humana en los sistemas biofísicos sin entender, tal vez, el problema del sistema de
producción de capital implementado hace tres siglos como paradigma socio-económico de la
sociedad moderna.
Estas diferentes declaraciones y encuentros sobre el papel de la educación en el enfrentamiento
de la crisis ambiental respondieron a una visión de educación socialmente trascendental para el
cambio de nuestra sociedad, separándose de la necesidad de lograr cambios en otras esferas de
la sociedad, por lo que pareciera que basta solo con educar a la población para modificar
cualitativamente el estado de cosas. Es así que se concibe una educación acorde con la visión de
la problemática ambiental del mundo industrializado; es decir, entendida como problemática
puramente ecológica y no social. (GAUDIANO, 2001).
No obstante, estas crecientes reflexiones llevaron a que se reconociera que para el
enfrentamiento de las problemáticas ambientales era necesario un cambio profundo en la
organización del conocimiento dado que, el ambiente como área de investigación implica un
diálogo de saberes en los cuales intervienen procesos de diferentes racionalidades, una
transformación y una crítica al modelo de racionalidad científica actual (ciencia positivista) (LEFF,
2011; PHILIPPI JR et al, 2013).
Educación Ambiental en la región
Latinoamérica.
Es importante destacar las diferentes y variadas influencias que recibió, en materia educativa, la
región latinoamericana. Por una parte, estaba la propuesta de pedagogía libertaria y popular de
Paulo Freire, y por otro lado, estaban el positivismo y la racionalidad técnica o instrumental,
donde se plantea que la “educación debería operar a favor del dominio y control del ambiente”
(MERINO, 2000). Esto permitió que se construyeran una conspiración de pensamientos y una
articulación particular en tema de educación en cada uno de los países, y lo mismo sucedió con
el campo de la Educación Ambiental y su proceso de establecimiento en la región.
La aparición de la Educación Ambiental en nuestra región, como menciona Gaudiano (2001), fue
fuertemente influenciada por las improntas de cada década: en los setenta, los serios problemas
político-militares; en los ochenta, el rezago económico; y en los noventa, la globalización y las
variadas crisis que caracterizan hasta este momento actual.  En consecuencia, en varios
encuentros internacionales se criticó abiertamente el modelo de desarrollo dominante de los
países industrializados, y se avanzó en la búsqueda de modelos alternativos para la región que
combatieran las desigualdades sociales de dicho desarrollo a partir del reconocimiento de las
características culturales, socioeconómicas y ecológicas de cada país.
En el transcurso de este tiempo se entendió que las problemáticas ambientales de nuestra
región no provenían de la abundancia y el consumo excesivo de recursos, sino de la
insatisfacción de necesidades básicas de las comunidades y de la falta de participación de todos
los individuos en las decisiones sociales, ya que aquí la problemática ambiental es vista más
como problemática socioeconómica, política y cultural que como problemática ecológica (visión
de los países industrializados). Esto contribuyó a avanzar hacia otro concepto de desarrollo y a
una educación ambiental desde un enfoque crítico, participativo y transformador según estos
autores (SOLÍS, 2006; GAUDIANO, 2001).
En este apartado se menciona el encuentro Subregional de Educación Ambiental para la
Enseñanza Secundaria que se celebró en Chosica, Perú, en 1976, donde se abordaron
reflexiones y visiones que consolidaron la EA (Educación Ambiental) desde una perspectiva
sistémica en su contexto social, político e histórico en nuestra región. En este encuentro se
definió la EA como:
“la acción educativa permanente por la cual la comunidad educativa tiende a la toma de
conciencia de su realidad global, del tipo de relaciones que los hombres establecen entre sí y con
la naturaleza, de los problemas derivados de dichas relaciones y sus causas profundas. Ella
desarrolla mediante una práctica que vincula al educando con la comunidad, valores y actitudes
que promueven un comportamiento dirigido hacia la transformación superadora de esa
realidad, tanto en sus aspectos naturales como sociales, desarrollando en el educando las
habilidades y aptitudes necesarias para dicha transformación” (TEITELBAUM, 1978, p.
51 APUD GAUDIANO, 2001).
En el transcurso de los años noventa, las acciones de EA llevadas a cabo en nuestra región
tuvieron como resultado varios logros, pero también algunas debilidades que aún estamos
tratando de superar. Uno de los logros fue la inserción de la educación ambiental en los diversos
niveles de la educación (básica, primaria y secundaria), y la ampliación del interés universitario;
además del surgimiento de programas de pregrado y de postgrado en algunos países como
Brasil y México, así como diferentes programas públicos y privados de educación ambiental en
un contexto de educación no formal. Pero, a pesar de los diferentes esfuerzos en torno a la EA,
aún existen unos desaciertos como
El escaso impacto de las acciones educativas, la baja calidad de las propuestas en la educación
formal, la poca preparación del profesorado, las preocupaciones ante la desordenada
permanencia de la MONODISCIPLINARIEDAD y fragmentación del conocimiento en las
universidades, y de la cerrada oposición a abrirse a un verdadero cambio de paradigmas” (SOLÍS,
2006).
No obstante, el pensamiento ambiental latinoamericano sigue abriendo su propio camino hacia
otras etapas. En 1992, a raíz de la Cumbre de Río, de la Agenda 21 y otros acuerdos clave, se
crearon grandes expectativas para el fortalecimiento de la EA hacia una visión y acción basada
en valores para la transformación social y desde una perspectiva multidimensional, sistémica y
de diálogo de saberes que lleven a el entendimiento del ambiente desde una reflexión crítica y
visión de complejidad.
Campo de la Educación en América
Latina y el Caribe.
Los países de América Latina y el Caribe realizaron un largo recorrido para disminuir las brechas
históricas derivadas del colonialismo, la opresión y la discriminación con el fin de alcanzar el
cumplimiento del objetivo de la Agenda 2030 el cual consiste en garantizar una educación
inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida
para todos y todas.
La Educación que impulsa América Latina y el Caribe se centra en una educación inclusiva donde
todos y todas sin excepción sean tenidos en cuenta, plantea una educación inclusiva como un
proceso que incorpore la diversidad, con sentido de pertenencia, arraigado en la creencia de
que toda persona posee un valor y un potencial el cual debe ser respetada, independientemente
de sus antecedentes, capacidades o identidad. En este sentido la diversidad debe ser
reconocida, valorada y construir sobre ella.
En la oferta educativa es preciso abordar los obstáculos que enfrentan los distintos grupos
sociales del país para dar cumplimiento del derecho de la educación teniendo en cuenta la
dimensión de género, pobreza, lugar de residencia, medio ambiente, diversidad sexual,
discapacidad y la población en situación de privación de libertad.
La fuerza de la educación popular, y en cierto modo, las urgencias por mejorar las condiciones de
vida de las comunidades vinculando a la población de manera activa en la gestión de sus
recursos naturales y en la construcción de su futuro, fue impulsando la realización de
experiencias educativas ambientales con una amplio componente de implicación, con lo cual
América Latina puso las bases para unos enfoques participativos que fueron recogidos con
posterioridad a nivel internacional, sumando a las propuestas conservacionistas iniciales
elementos fundamentales de inclusión de las comunidades en los procesos hacia el
mejoramiento de la situación ambiental, comprendiendo allí los elementos naturales, sociales y
económicos a nivel local. (SOLIS, (2006))
La educación ambiental en América Latina fue construyendo a partir de las experiencias de la
educación popular, de la educación comunitaria y participativa, y de la educación ecológica o
conservacionista, dando paso a una educación ambiental comprometida con el cambio social y
con la transformación de los modelos económicos de desarrollo.
Las tareas de la Educación Ambiental son múltiples y buscan fortalecer compromisos de cambio
en la vida local y cultural de los diferentes pueblos que configuran una región. Algunas de las
tareas consisten en:
Participación comunitaria
Búsqueda de rutas creativas para la recuperación, la revalorización y la aplicación de saberes
ambientales comunitarios.
Preocupación por ahondar en debates conceptuales para el mejoramiento de la acción.
Búsqueda persistente de experiencias que deberían ser sistematizadas y replicadas para ampliar
los procesos educativos ambientales y para lograr mayores resultados a nivel local y regional.
Encuentro entre los procesos de educación intercultural y la educación ambiental.
Crear espacios convergentes entre la espiritualidad, las cosmovisiones y el pensamiento
ambiental
Potenciar la importancia de la ética en la reflexión y en la acción ambiental
Políticas, Estrategias e Integración
La mayor parte de los países de la región Latinoamericana han aprobado o están en proceso de
discusión de algún documento que exprese alguna política de educación ambiental, o bien se
encuentran trabajando estrategias y/o programas para la educación ambiental a nivel nacional.
Brasil tiene la Ley de Educación Ambiental; Colombia y México han optado por documentos que
expresan los lineamientos centrales de sus políticas o de sus estrategias educativas ambientales,
y otros países están debatiendo sus propuestas de manera participativa.
Entre tanto, se avanza de forma promisoria hacia la puesta en marcha de un Programa
Latinoamericano y Caribeño de Educación Ambiental (PLACEA), cuyas bases se establecieron en
el III Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental realizado en Caracas en el año 2000. En
esa fecha se propuso la convergencia de acciones de la Red de Formación Ambiental con un
amplio plan participativo de EA en la región, que hoy plantea como objetivo general “establecer
un mecanismo regional permanente que impulse la coordinación de políticas, que estimule el
desarrollo de programas y proyectos, y que fomente la comunicación, el intercambio y el apoyo
mutuo entre los gobiernos regionales, así como entre éstos y otros actores sociales involucrados
en el desarrollo de programas de Educación Ambiental” (SOLIS, (2006))
Paraguay cuenta con una Política Nacional de Cambio Climático desde el 2011, que tiene por
objetivo instalar el tema del cambio climático a nivel nacional e impulsar la implementación de
medidas articuladas coherentes con prioridades del desarrollo nacional, en el marco de los
compromisos derivados de los mandatos de las convenciones internacionales que apunten a la
 sostenibilidad. Posee además herramientas para crear comunidades resilientes ante los efectos
del cambio climático, entre ellas, la estrategia Nacional de Adaptación al cambio climático desde
el 2015 y el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático desde el 2016. Estas estrategias se
han generado de manera participativa y fueron bases para la elaboración de planes locales y
sectoriales de adaptación al cambio climático.
La Red de Formación Ambiental del PNUMA, coordinado por Venezuela tiene el respaldo y la
aprobación del Foro de Ministros de Medio Ambiente de los países del área, los cuales han trabajado
en una propuesta subregional para llevar a cabo un Plan Andino Amazónico de Educación y
Comunicación Ambiental (PANACEA). PANACEA busca contribuir al Programa Latinoamericano y
Caribeño de Educación Ambiental (PLACEA) vinculando a los ministerios o a las autoridades
ambientales y a los ministerios de educación, junto a organismos de integración regional como la
Secretaría General de la Comunidad Andina de Naciones (CAN). Estas y varios otros programas,
políticas , acuerdos y estrategias se han ido impulsando en los diferentes países con el fin de garantizar
una educación medio ambiental integral y participativo que impulse el mejoramiento de la educación y
de la comunicación medio ambiental, apoyando el fortalecimiento de las capacidades locales,
nacionales y subregionales, propiciando la interrelación sinérgica de los países a través de redes, de
intercambio de experiencias, de procesos de formación, capacitación e investigación, y fomentando el
tratamiento de temas emergentes, así como la aplicación de las componentes educativos y
comunicacionales de los convenios y acuerdos internacionales suscritos, en un marco integracionista y
de articulación con las propuestas y con las metas regionales e internacionales
Prácticas de la educación ambiental a
nivel escolar
Estos programas pueden incluir las siguientes actividades
Talleres, charlas, exposiciones, proyectos de investigación, visitas a sitios naturales, entre otros.
Creación de espacios verdes en los centros educativos. Estos espacios pueden incluir jardines,
huertos, parques, etc.
Identificación in situ de los recursos hídricos y su importancia
Practica de clasificación de los residuos, biodegradable, no degradable, liquido, sólido.
Disposición final ellos residuos
Actividades de repoblación ambiental, arborizando su entorno.
Conocimiento practico, de cómo reciclar los residuos domiciliarios e industrial.
Un nuevo Curriculum y recursos
educativos
Teniendo presente los nuevos parámetros de educación inclusiva el sistema educativo debe
responder a las demandas planteadas por la región y/o país los cuales deben centrar su interés
en la necesidad de una nueva escuela, un nuevo Curriculum con recursos educativos diversos,
un nuevo docente y nuevos actores.
Una nueva escuela abierta y autónoma
La escuela debe estar centrada en los alumnos, centrada en las necesidades, en la autonomía
administrativa, financiera y pedagógica. Esta nueva escuela debe ocuparse de su
mantenimiento, administrar su personal, decidir sobre el calendario escolar y sobre las
estrategias las estrategias para acompañar y evaluar los aprendizajes. Además de los temas de
interés común, la escuela debe tener competencia para incluir en su currículum contenidos de
interés para la comunidad donde se inserta, debe pensar como un espacio de gestión de
responsabilidad compartida entre docentes, padres y autoridades locales y educativas. Debe
dejar de organizarse desde afuera sin centrarse en el desarrollo integral y autónomo de la
persona.
Nuevo Curriculum y recursos
educativos
El Currículum debe de sufrir transformaciones profundas, deben incorporar temas trasversales
que contribuyan a la formación del educando en todos sus aspectos, respetando sus
inteligencias múltiples y su relación con el medio ambiente en el que interactúa. Podría ser un
currículum más centrado en facilitar el aprendizaje de hacer, de conocer, de emprender, de vivir
juntos y, especialmente, de ser. Se debe enfatizar el aprendizaje utilizando nuevas tecnologías,
Este sistema educativo requiere de un sistema flexible que haga más efectivas las oportunidades
de aprendizaje a lo largo de toda la vida.
El nuevo currículum debe considerar las múltiples posibilidades de aprendizaje que ocurren
fuera de la institución educativa, de modo que ella se constituya también en un espacio
adecuado para desarrollar y fortalecer el pensamiento crítico con relación a los medios de
comunicación.
Un nuevo docente
Una tarea pendiente antes del año 2020 es la generación de nuevos profesionales de la
educación capaces de generar cambios profundos en el sistema educativo los cuales deben
responder a demandas de desarrollo.
Educar en nuevas capacidades para una sociedad en desarrollo supone innovadores y
emprendedores capaces de apoyar la formación integral y continua que impulsen: a) la creación
de espacios de encuentros de reflexión y de creación de materiales didácticos-pedagógicos; b)
con políticas nacionales e internacionales de intercambio de maestros y de experiencias
innovativas; c) con recursos para la investigación y creación; d) con la renovación de los cursos
de formación docente.
Debe de darse especial importancia a experimentar programas de enseñanza basados en el uso
de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación con una mirada de educación
medio ambiental que posibilite el desarrollo integral del educando basado en las necesidades de
la región.
Nuevos actores
Para pensar en una nueva escuela abierta y autónoma en el 2020, y si se quiere que la sociedad
entera realmente eduque, se necesitan nuevos actores que participen en el quehacer educativo.
Una política de inclusión en este aspecto significa un cambio de responsabilidad en el manejo de
la escuela. Frente a este desafío, surge un conjunto de interrogantes sobre el rol del Estado, del
sector privado y de la sociedad civil, en el proceso de cambios educativos. Además de una
distinta y más dinámica participación de los profesores y de los padres en el proceso educativo,
la educación debe ser una responsabilidad compartida por toda la sociedad: periodistas,
empresarios, autoridades religiosas, parlamentarios, y autoridades de otros sectores
gubernamentales no directamente responsables de la educación. (SOLIS, (2006))
Es necesario la más alta pertinencia del sistema educacional teniendo presente las altas
demandas planteadas por el desarrollo humano y la calidad de vida, por la integración y la
globalización, por los desafíos del conocimiento y uso de la tecnología y sus efectos en el mundo
del trabajo. La disminución de la brecha entre los países más ricos y más pobres exige un
profundo y oportuno cambio del sistema, que sólo es posible en la medida que los responsables
asuman mayor conciencia y que no improvisarse o solo centrarse en cumplir acuerdos para
evitar sanciones dejando delado la necesidad de educacional de los habitantes de su país.
CONCLUSIÓN
Concluimos mencionando que la historia de la educación ambiental en América Latina es
singular comparando con otras regiones del mundo, porque se fue constituyendo a partir de
experiencias de educación popular, de educación comunitaria y participativa, y de la educación
ecológica o conservacionista, surgiendo así, diversas corrientes de pensamiento y prácticas
determinadas por raíces ideológicas y una estructura social que ellas mismas sustentan,
procurando así caminos vistos como sustentables. (GAUDIANO, 2001, 2009)
Actualmente las tareas que aborda la educación ambiental latinoamericana son múltiples, y
buscan fortalecer compromisos de cambio junto con las necesidades de apertura a las diferentes
expresiones de la vida y de la cultura de los diversos pueblos que configuran la región (SOLÍS,
2006). Así mismo, aunque se han intentado implementar diversas propuestas de participación
comunitaria con enfoques en nuestra biodiversidad, en la recuperación y valorización de
nuestras culturas ancestrales y saberes comunitarios, arrojando como resultado propuestas
diferentes, “construidas en las aristas, no sólo de una educación ambiental dominante sino de
una pedagogía institucional cerrada en sí misma que no dejó lugar a la valoración de la relación
sociedad-ambiente” (GAUDIANO, 2001).

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