El documento trata sobre la educación ambiental en América Latina y el Caribe. Resume los inicios y desarrollo de la educación ambiental en la región desde la década de 1960, destacando las influencias de declaraciones internacionales y las particularidades de cada país. Explica que la educación ambiental busca generar conciencia sobre problemas ambientales y desarrollar habilidades para tomar decisiones sostenibles, a través de enfoques formales e informales.
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El documento trata sobre la educación ambiental en América Latina y el Caribe. Resume los inicios y desarrollo de la educación ambiental en la región desde la década de 1960, destacando las influencias de declaraciones internacionales y las particularidades de cada país. Explica que la educación ambiental busca generar conciencia sobre problemas ambientales y desarrollar habilidades para tomar decisiones sostenibles, a través de enfoques formales e informales.
El documento trata sobre la educación ambiental en América Latina y el Caribe. Resume los inicios y desarrollo de la educación ambiental en la región desde la década de 1960, destacando las influencias de declaraciones internacionales y las particularidades de cada país. Explica que la educación ambiental busca generar conciencia sobre problemas ambientales y desarrollar habilidades para tomar decisiones sostenibles, a través de enfoques formales e informales.
El documento trata sobre la educación ambiental en América Latina y el Caribe. Resume los inicios y desarrollo de la educación ambiental en la región desde la década de 1960, destacando las influencias de declaraciones internacionales y las particularidades de cada país. Explica que la educación ambiental busca generar conciencia sobre problemas ambientales y desarrollar habilidades para tomar decisiones sostenibles, a través de enfoques formales e informales.
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El campo de la educación ambiental
en América Latina y el Caribe
JULIO CHÁVEZ*ÁGUEDA GARCÍA*ANGÉLICA BENÍTEZ*LUCÍA ZAPATA Introducción La educación en América Latina y el Caribe fueron mostrando cambios relevantes que surgieron desde la creación y adopción de algunas políticas públicas ambientales en los países que son miembros. Es importante destacar que a raíz de la creación de estas políticas muchos países vecinos logran avanzar con mayor eficacia en el sistema educativo, mientras que otros países están sin avanzar o sus avances son muy deficientes. Es por esta razón que la solución no es igual debido a la diversidad de los territorios y las diferencias contextuales. En efecto, desde hace algunos años, las cuestiones relativas al hombre y su medio ambiente constituyen uno de los cuatro grandes temas de estudio del Plan Unesco de Escuelas Asociadas y han dado lugar a numerosas experiencias en las reuniones organizadas dentro del marco de ese Plan. Es importante tener en cuenta la identidad y la organización de los sistemas educativos para que las políticas públicas ejecutadas puedan tener expectativas positivas en cuanto a sus avances, pero teniendo en cuenta las orientaciones y guía que algunas organizaciones mundiales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), les brindan al centrar sus esfuerzos en ayudar al mejoramiento de la calidad y equidad educativa del mundo; al tener como meta la importancia de garantizar la educación para todos. Concepto de la educación ambiental La educación ambiental es un proceso educativo que busca promover la comprensión, el conocimiento y la conciencia de los problemas ambientales, así como la adopción de actitudes y comportamientos responsables hacia el medio ambiente. Esta educación se centra en el desarrollo de habilidades y conocimientos para tomar decisiones informadas y responsables sobre el medio ambiente, así como para promover la participación en la conservación y mejora del medio ambiente. La educación ambiental se puede impartir a través de una variedad de medios, como la educación formal, la educación informal y la educación no formal. Objetivo General Promover el desarrollo, la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales, la prevención de la contaminación y el cambio climático, la reducción de la pobreza y la mejora de la calidad de vida de la población. Objetivos especifico Generar mayor sensibilidad y conciencia sobre los problemas del medio ambiente, así como conocimiento del entorno natural y sus problemas. Desarrollar en los "individuos, un sentido ético-social ante los problemas del medio ambiente, que los impulse a participar activamente en su protección y mejoramiento". Desarrollar "las aptitudes necesarias para resolver problemas ambientales" y para prevenir otros. Y "Crear conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto Metodología la educación ambiental 1.Establecer una agenda de educación ambiental para América Latina abordando los temas ambientales más importantes de la región, como el cambio climático, la biodiversidad, la contaminación, la gestión de los recursos hídricos y la gestión de los residuos. 2. Establecer un marco de colaboración entre los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales, los educadores y los ciudadanos para asegurar que los programas de educación ambiental sean exitosos. Inicios de la Educación Ambiental en América Latina y el Caribe Los inicios de la Educación Ambiental se remontan entre los años 1960 y 1970 ya que marcaron el comienzo y la difusión de la educación ambiental en el mundo. Al principio tuvo una inclinación conservacionista a raíz de las crecientes preocupaciones que fueron surgiendo por las alteraciones ecológicas y la crisis ambiental que obligaron a las autoridades a buscar acciones desde los diferentes campos del conocimiento para la conservación del ambiente Es así como se expresa en la Carta de Belgrado (1976) y en la Declaración de Tbilisi (1978), pues surge como una necesidad de respuesta ante los impactos del progreso moderno. Como lo menciona Sauvé (1999), en sus inicios la educación ambiental se plantea como una educación reformista, pues trataba de resolver y prevenir los problemas causados por el impacto de la actividad humana en los sistemas biofísicos sin entender, tal vez, el problema del sistema de producción de capital implementado hace tres siglos como paradigma socio-económico de la sociedad moderna. Estas diferentes declaraciones y encuentros sobre el papel de la educación en el enfrentamiento de la crisis ambiental respondieron a una visión de educación socialmente trascendental para el cambio de nuestra sociedad, separándose de la necesidad de lograr cambios en otras esferas de la sociedad, por lo que pareciera que basta solo con educar a la población para modificar cualitativamente el estado de cosas. Es así que se concibe una educación acorde con la visión de la problemática ambiental del mundo industrializado; es decir, entendida como problemática puramente ecológica y no social. (GAUDIANO, 2001). No obstante, estas crecientes reflexiones llevaron a que se reconociera que para el enfrentamiento de las problemáticas ambientales era necesario un cambio profundo en la organización del conocimiento dado que, el ambiente como área de investigación implica un diálogo de saberes en los cuales intervienen procesos de diferentes racionalidades, una transformación y una crítica al modelo de racionalidad científica actual (ciencia positivista) (LEFF, 2011; PHILIPPI JR et al, 2013). Educación Ambiental en la región Latinoamérica. Es importante destacar las diferentes y variadas influencias que recibió, en materia educativa, la región latinoamericana. Por una parte, estaba la propuesta de pedagogía libertaria y popular de Paulo Freire, y por otro lado, estaban el positivismo y la racionalidad técnica o instrumental, donde se plantea que la “educación debería operar a favor del dominio y control del ambiente” (MERINO, 2000). Esto permitió que se construyeran una conspiración de pensamientos y una articulación particular en tema de educación en cada uno de los países, y lo mismo sucedió con el campo de la Educación Ambiental y su proceso de establecimiento en la región. La aparición de la Educación Ambiental en nuestra región, como menciona Gaudiano (2001), fue fuertemente influenciada por las improntas de cada década: en los setenta, los serios problemas político-militares; en los ochenta, el rezago económico; y en los noventa, la globalización y las variadas crisis que caracterizan hasta este momento actual. En consecuencia, en varios encuentros internacionales se criticó abiertamente el modelo de desarrollo dominante de los países industrializados, y se avanzó en la búsqueda de modelos alternativos para la región que combatieran las desigualdades sociales de dicho desarrollo a partir del reconocimiento de las características culturales, socioeconómicas y ecológicas de cada país. En el transcurso de este tiempo se entendió que las problemáticas ambientales de nuestra región no provenían de la abundancia y el consumo excesivo de recursos, sino de la insatisfacción de necesidades básicas de las comunidades y de la falta de participación de todos los individuos en las decisiones sociales, ya que aquí la problemática ambiental es vista más como problemática socioeconómica, política y cultural que como problemática ecológica (visión de los países industrializados). Esto contribuyó a avanzar hacia otro concepto de desarrollo y a una educación ambiental desde un enfoque crítico, participativo y transformador según estos autores (SOLÍS, 2006; GAUDIANO, 2001). En este apartado se menciona el encuentro Subregional de Educación Ambiental para la Enseñanza Secundaria que se celebró en Chosica, Perú, en 1976, donde se abordaron reflexiones y visiones que consolidaron la EA (Educación Ambiental) desde una perspectiva sistémica en su contexto social, político e histórico en nuestra región. En este encuentro se definió la EA como: “la acción educativa permanente por la cual la comunidad educativa tiende a la toma de conciencia de su realidad global, del tipo de relaciones que los hombres establecen entre sí y con la naturaleza, de los problemas derivados de dichas relaciones y sus causas profundas. Ella desarrolla mediante una práctica que vincula al educando con la comunidad, valores y actitudes que promueven un comportamiento dirigido hacia la transformación superadora de esa realidad, tanto en sus aspectos naturales como sociales, desarrollando en el educando las habilidades y aptitudes necesarias para dicha transformación” (TEITELBAUM, 1978, p. 51 APUD GAUDIANO, 2001). En el transcurso de los años noventa, las acciones de EA llevadas a cabo en nuestra región tuvieron como resultado varios logros, pero también algunas debilidades que aún estamos tratando de superar. Uno de los logros fue la inserción de la educación ambiental en los diversos niveles de la educación (básica, primaria y secundaria), y la ampliación del interés universitario; además del surgimiento de programas de pregrado y de postgrado en algunos países como Brasil y México, así como diferentes programas públicos y privados de educación ambiental en un contexto de educación no formal. Pero, a pesar de los diferentes esfuerzos en torno a la EA, aún existen unos desaciertos como El escaso impacto de las acciones educativas, la baja calidad de las propuestas en la educación formal, la poca preparación del profesorado, las preocupaciones ante la desordenada permanencia de la MONODISCIPLINARIEDAD y fragmentación del conocimiento en las universidades, y de la cerrada oposición a abrirse a un verdadero cambio de paradigmas” (SOLÍS, 2006). No obstante, el pensamiento ambiental latinoamericano sigue abriendo su propio camino hacia otras etapas. En 1992, a raíz de la Cumbre de Río, de la Agenda 21 y otros acuerdos clave, se crearon grandes expectativas para el fortalecimiento de la EA hacia una visión y acción basada en valores para la transformación social y desde una perspectiva multidimensional, sistémica y de diálogo de saberes que lleven a el entendimiento del ambiente desde una reflexión crítica y visión de complejidad. Campo de la Educación en América Latina y el Caribe. Los países de América Latina y el Caribe realizaron un largo recorrido para disminuir las brechas históricas derivadas del colonialismo, la opresión y la discriminación con el fin de alcanzar el cumplimiento del objetivo de la Agenda 2030 el cual consiste en garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos y todas. La Educación que impulsa América Latina y el Caribe se centra en una educación inclusiva donde todos y todas sin excepción sean tenidos en cuenta, plantea una educación inclusiva como un proceso que incorpore la diversidad, con sentido de pertenencia, arraigado en la creencia de que toda persona posee un valor y un potencial el cual debe ser respetada, independientemente de sus antecedentes, capacidades o identidad. En este sentido la diversidad debe ser reconocida, valorada y construir sobre ella. En la oferta educativa es preciso abordar los obstáculos que enfrentan los distintos grupos sociales del país para dar cumplimiento del derecho de la educación teniendo en cuenta la dimensión de género, pobreza, lugar de residencia, medio ambiente, diversidad sexual, discapacidad y la población en situación de privación de libertad. La fuerza de la educación popular, y en cierto modo, las urgencias por mejorar las condiciones de vida de las comunidades vinculando a la población de manera activa en la gestión de sus recursos naturales y en la construcción de su futuro, fue impulsando la realización de experiencias educativas ambientales con una amplio componente de implicación, con lo cual América Latina puso las bases para unos enfoques participativos que fueron recogidos con posterioridad a nivel internacional, sumando a las propuestas conservacionistas iniciales elementos fundamentales de inclusión de las comunidades en los procesos hacia el mejoramiento de la situación ambiental, comprendiendo allí los elementos naturales, sociales y económicos a nivel local. (SOLIS, (2006)) La educación ambiental en América Latina fue construyendo a partir de las experiencias de la educación popular, de la educación comunitaria y participativa, y de la educación ecológica o conservacionista, dando paso a una educación ambiental comprometida con el cambio social y con la transformación de los modelos económicos de desarrollo. Las tareas de la Educación Ambiental son múltiples y buscan fortalecer compromisos de cambio en la vida local y cultural de los diferentes pueblos que configuran una región. Algunas de las tareas consisten en: Participación comunitaria Búsqueda de rutas creativas para la recuperación, la revalorización y la aplicación de saberes ambientales comunitarios. Preocupación por ahondar en debates conceptuales para el mejoramiento de la acción. Búsqueda persistente de experiencias que deberían ser sistematizadas y replicadas para ampliar los procesos educativos ambientales y para lograr mayores resultados a nivel local y regional. Encuentro entre los procesos de educación intercultural y la educación ambiental. Crear espacios convergentes entre la espiritualidad, las cosmovisiones y el pensamiento ambiental Potenciar la importancia de la ética en la reflexión y en la acción ambiental Políticas, Estrategias e Integración La mayor parte de los países de la región Latinoamericana han aprobado o están en proceso de discusión de algún documento que exprese alguna política de educación ambiental, o bien se encuentran trabajando estrategias y/o programas para la educación ambiental a nivel nacional. Brasil tiene la Ley de Educación Ambiental; Colombia y México han optado por documentos que expresan los lineamientos centrales de sus políticas o de sus estrategias educativas ambientales, y otros países están debatiendo sus propuestas de manera participativa. Entre tanto, se avanza de forma promisoria hacia la puesta en marcha de un Programa Latinoamericano y Caribeño de Educación Ambiental (PLACEA), cuyas bases se establecieron en el III Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental realizado en Caracas en el año 2000. En esa fecha se propuso la convergencia de acciones de la Red de Formación Ambiental con un amplio plan participativo de EA en la región, que hoy plantea como objetivo general “establecer un mecanismo regional permanente que impulse la coordinación de políticas, que estimule el desarrollo de programas y proyectos, y que fomente la comunicación, el intercambio y el apoyo mutuo entre los gobiernos regionales, así como entre éstos y otros actores sociales involucrados en el desarrollo de programas de Educación Ambiental” (SOLIS, (2006)) Paraguay cuenta con una Política Nacional de Cambio Climático desde el 2011, que tiene por objetivo instalar el tema del cambio climático a nivel nacional e impulsar la implementación de medidas articuladas coherentes con prioridades del desarrollo nacional, en el marco de los compromisos derivados de los mandatos de las convenciones internacionales que apunten a la sostenibilidad. Posee además herramientas para crear comunidades resilientes ante los efectos del cambio climático, entre ellas, la estrategia Nacional de Adaptación al cambio climático desde el 2015 y el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático desde el 2016. Estas estrategias se han generado de manera participativa y fueron bases para la elaboración de planes locales y sectoriales de adaptación al cambio climático. La Red de Formación Ambiental del PNUMA, coordinado por Venezuela tiene el respaldo y la aprobación del Foro de Ministros de Medio Ambiente de los países del área, los cuales han trabajado en una propuesta subregional para llevar a cabo un Plan Andino Amazónico de Educación y Comunicación Ambiental (PANACEA). PANACEA busca contribuir al Programa Latinoamericano y Caribeño de Educación Ambiental (PLACEA) vinculando a los ministerios o a las autoridades ambientales y a los ministerios de educación, junto a organismos de integración regional como la Secretaría General de la Comunidad Andina de Naciones (CAN). Estas y varios otros programas, políticas , acuerdos y estrategias se han ido impulsando en los diferentes países con el fin de garantizar una educación medio ambiental integral y participativo que impulse el mejoramiento de la educación y de la comunicación medio ambiental, apoyando el fortalecimiento de las capacidades locales, nacionales y subregionales, propiciando la interrelación sinérgica de los países a través de redes, de intercambio de experiencias, de procesos de formación, capacitación e investigación, y fomentando el tratamiento de temas emergentes, así como la aplicación de las componentes educativos y comunicacionales de los convenios y acuerdos internacionales suscritos, en un marco integracionista y de articulación con las propuestas y con las metas regionales e internacionales Prácticas de la educación ambiental a nivel escolar Estos programas pueden incluir las siguientes actividades Talleres, charlas, exposiciones, proyectos de investigación, visitas a sitios naturales, entre otros. Creación de espacios verdes en los centros educativos. Estos espacios pueden incluir jardines, huertos, parques, etc. Identificación in situ de los recursos hídricos y su importancia Practica de clasificación de los residuos, biodegradable, no degradable, liquido, sólido. Disposición final ellos residuos Actividades de repoblación ambiental, arborizando su entorno. Conocimiento practico, de cómo reciclar los residuos domiciliarios e industrial. Un nuevo Curriculum y recursos educativos Teniendo presente los nuevos parámetros de educación inclusiva el sistema educativo debe responder a las demandas planteadas por la región y/o país los cuales deben centrar su interés en la necesidad de una nueva escuela, un nuevo Curriculum con recursos educativos diversos, un nuevo docente y nuevos actores. Una nueva escuela abierta y autónoma La escuela debe estar centrada en los alumnos, centrada en las necesidades, en la autonomía administrativa, financiera y pedagógica. Esta nueva escuela debe ocuparse de su mantenimiento, administrar su personal, decidir sobre el calendario escolar y sobre las estrategias las estrategias para acompañar y evaluar los aprendizajes. Además de los temas de interés común, la escuela debe tener competencia para incluir en su currículum contenidos de interés para la comunidad donde se inserta, debe pensar como un espacio de gestión de responsabilidad compartida entre docentes, padres y autoridades locales y educativas. Debe dejar de organizarse desde afuera sin centrarse en el desarrollo integral y autónomo de la persona. Nuevo Curriculum y recursos educativos El Currículum debe de sufrir transformaciones profundas, deben incorporar temas trasversales que contribuyan a la formación del educando en todos sus aspectos, respetando sus inteligencias múltiples y su relación con el medio ambiente en el que interactúa. Podría ser un currículum más centrado en facilitar el aprendizaje de hacer, de conocer, de emprender, de vivir juntos y, especialmente, de ser. Se debe enfatizar el aprendizaje utilizando nuevas tecnologías, Este sistema educativo requiere de un sistema flexible que haga más efectivas las oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida. El nuevo currículum debe considerar las múltiples posibilidades de aprendizaje que ocurren fuera de la institución educativa, de modo que ella se constituya también en un espacio adecuado para desarrollar y fortalecer el pensamiento crítico con relación a los medios de comunicación. Un nuevo docente Una tarea pendiente antes del año 2020 es la generación de nuevos profesionales de la educación capaces de generar cambios profundos en el sistema educativo los cuales deben responder a demandas de desarrollo. Educar en nuevas capacidades para una sociedad en desarrollo supone innovadores y emprendedores capaces de apoyar la formación integral y continua que impulsen: a) la creación de espacios de encuentros de reflexión y de creación de materiales didácticos-pedagógicos; b) con políticas nacionales e internacionales de intercambio de maestros y de experiencias innovativas; c) con recursos para la investigación y creación; d) con la renovación de los cursos de formación docente. Debe de darse especial importancia a experimentar programas de enseñanza basados en el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación con una mirada de educación medio ambiental que posibilite el desarrollo integral del educando basado en las necesidades de la región. Nuevos actores Para pensar en una nueva escuela abierta y autónoma en el 2020, y si se quiere que la sociedad entera realmente eduque, se necesitan nuevos actores que participen en el quehacer educativo. Una política de inclusión en este aspecto significa un cambio de responsabilidad en el manejo de la escuela. Frente a este desafío, surge un conjunto de interrogantes sobre el rol del Estado, del sector privado y de la sociedad civil, en el proceso de cambios educativos. Además de una distinta y más dinámica participación de los profesores y de los padres en el proceso educativo, la educación debe ser una responsabilidad compartida por toda la sociedad: periodistas, empresarios, autoridades religiosas, parlamentarios, y autoridades de otros sectores gubernamentales no directamente responsables de la educación. (SOLIS, (2006)) Es necesario la más alta pertinencia del sistema educacional teniendo presente las altas demandas planteadas por el desarrollo humano y la calidad de vida, por la integración y la globalización, por los desafíos del conocimiento y uso de la tecnología y sus efectos en el mundo del trabajo. La disminución de la brecha entre los países más ricos y más pobres exige un profundo y oportuno cambio del sistema, que sólo es posible en la medida que los responsables asuman mayor conciencia y que no improvisarse o solo centrarse en cumplir acuerdos para evitar sanciones dejando delado la necesidad de educacional de los habitantes de su país. CONCLUSIÓN Concluimos mencionando que la historia de la educación ambiental en América Latina es singular comparando con otras regiones del mundo, porque se fue constituyendo a partir de experiencias de educación popular, de educación comunitaria y participativa, y de la educación ecológica o conservacionista, surgiendo así, diversas corrientes de pensamiento y prácticas determinadas por raíces ideológicas y una estructura social que ellas mismas sustentan, procurando así caminos vistos como sustentables. (GAUDIANO, 2001, 2009) Actualmente las tareas que aborda la educación ambiental latinoamericana son múltiples, y buscan fortalecer compromisos de cambio junto con las necesidades de apertura a las diferentes expresiones de la vida y de la cultura de los diversos pueblos que configuran la región (SOLÍS, 2006). Así mismo, aunque se han intentado implementar diversas propuestas de participación comunitaria con enfoques en nuestra biodiversidad, en la recuperación y valorización de nuestras culturas ancestrales y saberes comunitarios, arrojando como resultado propuestas diferentes, “construidas en las aristas, no sólo de una educación ambiental dominante sino de una pedagogía institucional cerrada en sí misma que no dejó lugar a la valoración de la relación sociedad-ambiente” (GAUDIANO, 2001).