El documento describe la Encarnación del Hijo de Dios como el Verbo Eterno haciéndose carne. Explica que Dios envió a su Hijo para salvarnos, reconciliarnos con Dios, mostrarnos su amor, y hacernos participes de la naturaleza divina. La fe en la Encarnación del Hijo de Dios es el sello distintivo de la fe cristiana.
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El documento describe la Encarnación del Hijo de Dios como el Verbo Eterno haciéndose carne. Explica que Dios envió a su Hijo para salvarnos, reconciliarnos con Dios, mostrarnos su amor, y hacernos participes de la naturaleza divina. La fe en la Encarnación del Hijo de Dios es el sello distintivo de la fe cristiana.
El documento describe la Encarnación del Hijo de Dios como el Verbo Eterno haciéndose carne. Explica que Dios envió a su Hijo para salvarnos, reconciliarnos con Dios, mostrarnos su amor, y hacernos participes de la naturaleza divina. La fe en la Encarnación del Hijo de Dios es el sello distintivo de la fe cristiana.
El documento describe la Encarnación del Hijo de Dios como el Verbo Eterno haciéndose carne. Explica que Dios envió a su Hijo para salvarnos, reconciliarnos con Dios, mostrarnos su amor, y hacernos participes de la naturaleza divina. La fe en la Encarnación del Hijo de Dios es el sello distintivo de la fe cristiana.
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LECCIÓN 29
" Y el Verbo se hizo carne"
TODA ACCIÓN DE DIOS ES «OBRA COMÚN DE LAS TRES PERSONAS DIVINAS» Catecismo, 258
El misterio de la Encarnación, es decir, con el hecho
de que el Verbo eterno, se haga hombre.
San Luís de Montfort dice_
la causa del hombre reconoce que realmente éste y su
posteridad merecen ser condenados eternamente con los ángeles rebeldes a causa de su pecado. Pero que es preciso compadecerse de él, porque su pecado obedece más a debilidad e ignorancia que a malicia ES GRAN LÁSTIMA QUE UNA OBRA MAESTRA TAN BIEN LOGRADA PERMANEZCA PARA SIEMPRE ESCLAVIZADA AL ENEMIGO La Sabiduría eterna halla un medio admirable de expiar nuestro pecado
“al llegar la plenitud de los tiempos, envió
Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva” (Gál 4,4-5). DIOS HA VISITADO A SU PUEBLO (CF. LC 1,68), lo ha hecho más allá de toda expectativa: Él ha enviado a su “Hijo amado” (Mc 1,11).
“bajó del cielo” (Jn 3,13; 6,33),
“ha venido en carne” (1 Jn 4,2)
“la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad... Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia” (Jn 1,14.16) ¿PARA QUÉ SE ENCARNÓ EL VERBO? Para salvarnos reconciliándonos con Dios.
(1 Jn 3,5; 4, 10.14).
Para que nosotros conociésemos así el amor de
Dios (1 Jn 4,9; Jn 3,16).
Para ser nuestro modelo de santidad (Mt 11,29; Jn
14,6; Mc 9, 7; Jn 15, 12).
Para hacernos “participes de la naturaleza divina”
(2 Pe 1,4). LA FE EN LA ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS ES EL SIGNO DISTINTIVO DE LA FE CRISTIANA:
Podréis conocer en esto el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa
a Jesucristo, venido en carne, es de Dios” (1 Jn 4, 2) CONSECUENCIAS DE LA ENCARNACIÓN
Jesús’ quiere decir en hebreo: “Dios salva”. ‘Cristo’
viene de la traducción griega del término hebreo “Mesías” que quiere decir “ungido”. Al verbo encarnado se le llama Jesucristo.
Jesucristo es verdadero Dios y verdadero Hombre
(Catecismo, 464-469)
Jesucristo tiene dos voluntades- (Catecismo, 475).
Jesucristo es el Mesías: 1 Sam 4,16)
Recibimos el nombre de cristianos, pues somos
“ungidos” en el bautismo. (Catecismo, 436-440)
Jesucristo es Hijo de Dios.
Jesucristo es el Señor: El término griego “Kyrios”