El documento proporciona una historia de la criminología desde la época prehistórica hasta el Renacimiento. Detalla las diferentes teorías y enfoques que se han utilizado a lo largo de la historia para comprender y abordar el crimen y la conducta criminal, incluidas las creencias mágicas, religiosas, pseudociencias como la fisiognomía y la frenología, y los primeros enfoques racionales y humanistas durante la era de la Ilustración. Cubre figuras clave como Beccaria, Bentham, Hobbes y Rousseau
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El documento proporciona una historia de la criminología desde la época prehistórica hasta el Renacimiento. Detalla las diferentes teorías y enfoques que se han utilizado a lo largo de la historia para comprender y abordar el crimen y la conducta criminal, incluidas las creencias mágicas, religiosas, pseudociencias como la fisiognomía y la frenología, y los primeros enfoques racionales y humanistas durante la era de la Ilustración. Cubre figuras clave como Beccaria, Bentham, Hobbes y Rousseau
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El documento proporciona una historia de la criminología desde la época prehistórica hasta el Renacimiento. Detalla las diferentes teorías y enfoques que se han utilizado a lo largo de la historia para comprender y abordar el crimen y la conducta criminal, incluidas las creencias mágicas, religiosas, pseudociencias como la fisiognomía y la frenología, y los primeros enfoques racionales y humanistas durante la era de la Ilustración. Cubre figuras clave como Beccaria, Bentham, Hobbes y Rousseau
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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMÓN
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y
POLÍTICAS
CRIMINOLOGÍA
Richard Andrade Vallejos TEMA n° 2
HISTORIA DE LA CRIMINOLOGÍA Época Prehistórica.
En la prehistoria la conducta agresiva se reducía a
una necesidad vital de defensa de su persona, de su familia y de las pertenencias materiales, a cuyo efecto el hombre común se prevenía del hombre agresivo del que se protegía instintivamente valiéndose de los recursos que el medio le ofrecía, pero sin mayor esfuerzo de explicación de ese fenómeno en un mundo en que aún no se había desarrollado el uso de la inteligencia humana. El castigo que se imponía al transgresor provenía del temor de la necesidad de purificar al transgresor y evitar que el mal se extienda:
• Si se viola el tabú A, ocurre el mal B.
• Si ocurrió el mal B, se violó el tabú A. Época Antigua.
La Edad Antigua refleja el episodio de transición
de una precaria comprensión del comportamiento criminal de carácter mágico ancestral, supersticioso y eminentemente físico a otro normativo, reflexivo pero con fuerte influencia religiosa y en algunos pueblos conservando elementos de la superstición de la época primitiva, que se manifiestan en la presencia del tótem y el tabú. Esta época comienza aproximadamente 4.000 a. C., de testimonios escritos en documentos, como el Libro de los muertos, el Código de Hammurabi, la Biblia, las Leyes de Manú y el Corán, que contienen preceptos escritos relativos a episodios de maldad, pecado, venganza, traición, codicia, lujuria, locura, rehabilitación, que a la postre se han convertido en una fuente para entender el origen del crimen y la criminalidad. Edad Media: Siglo XV.
El pensamiento en La Edad Media está influido por
creencias religiosas dogmáticas, mitos, supersticiones y ciencias ocultas; afloran las confesiones sobre los orígenes y las causas ocultas de la criminalidad, que el ser humano estaría afectado por dos tipos de divinidades superiores antagónicas: El bien y el mal. El mal influiría sobre el hombre, poseyéndolo y tentándolo a cometer el crimen o simplemente contra la moral dominante. Pseudociencias o ciencias ocultas: Siglo XIV y XV.
Durante la Edad Media, la explicación del
comportamiento antisocial se volcó hacia la superstición, la astrología y la alquimia, aparecieron los rituales mágicos, el exorcismo, la aplicación de medicamentos populares mediante ungüentos aplicados en la zona afectada en la expectativa de que la conducta pecaminosa era el resultado de una influencia negativa79. Quiromancia.
La quiromancia es una pseudociencia que ha sido
definida como arte supersticioso, que sirve para predecir el futuro de una persona o adivinar su carácter estudiando las líneas y las protuberancias de la palma de la mano. Se ha llegado a afirmar que, manos demasiado grandes son propias de tiranos y ladrones, espíritus fuertes en sí mismos y de gran resistencia y curación fácil cuando se enferman. Astrología.
La astrología, es aquella pseudociencia que
pretende conocer la personalidad criminal y el destino de los hombres aplicando la posición en la que se encontraban los astros del universo en el momento de su nacimiento o en determinados momentos de la formación de los propios astros. Demonología
La demonología es el estudio de los demonios
que tuvo gran cabida en la cultura supersticiosa de la Edad Media. Se creía que el comportamiento humano estaba dominado por voluntades perversas y maléficas, invertidas a satisfacer los placeres, induciendo al hombre a pensamientos o actos espurios o depravantes. Los demonios harían que los poseídos se inclinasen hacia el mal controlando a personas, animales y cosas, para que cultiven ambición, avaricia, egoísmo, vanidad y provocar que el individuo tuviese propósitos de dominar y explotar a sus semejantes y de acuerdo a esta manifestación los seres humanos van siendo colocados del lado del Dios bueno o del Dios malo; cuando las personas son malas, el demonio se posesiona de ellas, por eso cometen delitos. Fisionomía
Della Porta (1535-1616) fue el primero en realizar
una sistematización de la fisiognomía en su obra: Fisiognomonía relacionando la interdependencia entre el cuerpo y el alma; a partir de estas investigaciones se considera que algunos signos somáticos de índole criminal pueden apreciarse en forma de anomalías en la cabeza, la frente, las orejas, la nariz, los dientes y la estatura. Su afirmación principal: “La cara es el espejo del alma” Jean Gaspar Lavater.
En 1775, Jean -Gaspard Lavater escribe un
ensayo sobre la fisonomía, e igual que su predecesor Della Porta realiza una descripción de los hombres de maldad natural, asocia la fealdad y las deformidades del cuerpo con la conducta delictiva, partiendo de la reflexión de que la verdad embellece y el vicio desfigura, que la rudeza en el cuerpo es un signo negativo y que los rasgos faciales de los falsos son más fáciles de leer. Otros antecedentes sobre fisiognomía podemos encontrarlo en los comentarios del Marqués de Moscardi, en Nápoles -siglo XVIII-, quien siendo juez, impuso la costumbre ceremoniosa de que en el momento de pronunciar la sentencia se debería exclamar: “Oídos los testigos de cargo y de descargo y vista tu cara y tu cabeza, te condeno a: (la prisión)...”. Franz Joseph Gall: Frenología.
Las contribuciones de Franz Joseph Gall son
en realidad precedente del positivismo de Lombroso, que se destacaron por el afán popular de relacionar la estructura cerebral y las inclinaciones psicológicas del comportamiento de los sujetos acusados por delitos. Del estudio de los cráneos de condenados a muerte, los frenólogos indujeron que los criminales tenían extraordinariamente desarrollados los centros del instinto de defensa, el coraje y la tendencia a reñir – agresividad–, situados atrás de las orejas y los centros del sentido carnicero, la tendencia a matar, situados arriba y al frente de la oreja. Renacimiento
Este período (1492 - 1789) corresponde al
llamado iluminismo que nace durante el Renacimiento y es coincidente con los movimientos ideológicos que proclamaban la libertad, la igualdad y la fraternidad, de episodios históricos que concluyeron con la Revolución Francesa. Tomas Moro y “Utopía”: Siglo XVI
A Moro se le conoce sobre todo por su libro
Utopía, un relato satírico sobre la existencia en una isla de ficción llamada así, lugar que no existe, una sociedad subrrealista. Recordemos que Utopía es un país ideal donde todos son pacíficos e iguales y logran desarrollar un mundo feliz, en el cual todos viven en armonía y solidaridad y atienden sin dificultades sus necesidades básicas. Tomás Moro habla de la situación penal en Inglaterra y nos relata cómo en las plazas públicas se tenía el cruel espectáculo de las ejecuciones. “El simple robo no es tan gran delito que deba pagarse con la muerte, y ninguna pena será suficientemente dura para evitar que roben los que carecen de otro medio de no morirse de hambre”. John Howard.
John Howard (1726-1790), que en 1777
escribe: El estado de las prisiones de Inglaterra y Gales (“The state of prisions of England and Wales”), obra en que relata el estado de las cárceles europeas, reducidas a las condiciones más infrahumanas que hasta esa época se había visto, que pudo observar posteriormente a través de sus sucesivos viajes. Jeremías Bentham.
Jeremías Bentham (1748-1832), al igual que su predecesor
concentra su labor en el tratamiento del régimen penitenciario; no podemos olvidar que fue discípulo de Howard y que su obra más reconocida sea El Panóptico: • Regla de la dulzura, eliminación de sufrimientos corporales. • Regla de la severidad. • Regla de la economía, tratar de evitar gastos innecesarios. Montesquieu
Montesquieu (1689-1755), conocido por sus Cartas
persas y El espíritu de las leyes118 en la última obra propone que un buen gobierno debe prevenir los delitos y las leyes deben estar redactadas de acuerdo con su naturaleza, es decir su clima, su historia, sus valores, su religión, sus costumbres y su cultura. Prevenir, antes que castigar: “Las leyes tienen que evitar el delito y proteger al individuo”. Thomas Hobbes.
Thomas Hobbes (1588-1679), cuyas teorías
mecanicistas y naturalistas provocaron desconfianza y polémica en círculos políticos y eclesiásticos de la época renacentista, dirigió su pensamiento desde una base naturalista y se basa en el hecho de que las personas se temen unas a otras que por esta razón deben someterse a la supremacía absoluta del Estado tanto en cuestiones seculares como religiosas. En uno de los pasajes del Leviatán, Hobbes expresa el siguiente tramo del estado de enemistad: “Los enemigos son aquellos que están en estado de naturaleza; todos se encuentran en guerra entre sí y quien gana la guerra impone la ley”. Para explicar su teoría expone la idea del hombre cruel: “el hombre es el lobo del hombre” y tiende “a la guerra de todos contra todos”. Ese hombre es naturalmente egoísta y ajeno a la sociedad. Jean-Jacques Rousseau.
Rousseau es otro destacado filósofo de la ilustración y su
obra influyente: El contrato social, escrita en1762, destaca el principio de que el hombre es esencialmente bueno, sin embargo, para resolver sus dificultades debe unirse a otros hombres, porque siendo único y racional, no queda atado a la naturaleza y puede superar todas sus dificultades y limitaciones uniéndose. Rousseau afirma que el odio surge como consecuencia de la injusticia, principalmente por la aparición de la propiedad privada, que es el origen de la desigualdad entre los hombres (envidia y temor) Cesare Bonnossana: Beccaria.
Cesare Beccaria (1738-1794). En sus trabajos
se advierte una fuerte influencia de los filosóficos y políticos del siglo XVIII, de los impulsores del iluminismo francés, de los enciclopedistas y en especial del pensamiento iluminista de Montesquieu. Su principal obra es: Ensayo sobre los delitos y las penas. Cesare Beccaria expresa “el fin de las penas no es atormentar y afligir a un ser sensible, ni deshacer el delito ya cometido. Un cuerpo político, que muy lejos de actuar por pasiones es el tranquilo moderador de las pasiones particulares ¿Puede albergar esta inútil crueldad, instrumento del furor y del fanatismo, o de los débiles tiranos? Los gritos doloridos de un desdichado ¿arrancarían quizá del tiempo, que no retrocede las acciones ya consumadas?” En otro pasaje de su obra de Beccaria se puede leer el siguiente mensaje: “El más seguro pero más difícil medio de evitar los delitos es perfeccionar la educación, en vez de hacerlo por el incierto del mando y de la fuerza, por cuyo medio se obtienen sólo una disimulada y momentánea obediencia”. Escuelas criminológicas.
Este período se desarrolla a lo largo del siglo
XVIII y parte del XIX y se caracteriza por la intensa controversia doctrinal que se ha denominado la lucha de escuelas, surgida entre la Escuela Clásica y Positiva, ambas de origen italiano, pero de presupuestos filosóficos y criminológicos inconciliables. Escuela Clásica.
La Escuela Clásica se presenta como una
continuación de la filosofía contractualista cuyo máximo exponente fue Francesco Carrara, pero en esa escuela, también se destacaron Giovanni Alessando Francesco Carmignani, quien iniciaría la escuela toscaza, Giandomenico Romagnosi, Gaetano Filangieri, Pellegrino Rossi, entre otros criminólogos y filósofos del Derecho Penal. En realidad la denominación de Escuela Clásica fue otorgada por Enrico Ferri, para identificar a los autores anteriores al positivismo -a los llamados clásicos- que concebían al hombre como un ser dotado de espiritualidad y de libertad y se procura establecer el adecuado límite a la potestad estatal de castigar. Postulados de la Escuela Clásica: • Normalidad del delincuente: Nada distingue al hombre delincuente de aquel no delincuente; todos los hombres son iguales. • La aportación penológica ha sido el mayor éxito de la Escuela Clásica: Del cual se fundamenta la legitimación y delimitación del castigo, que concluye sobre el cuándo, el cómo y el porqué se castigan los delitos. • El libre albedrío: El comportamiento desviado surgía de la libre voluntad del individuo que decidía obrar en uno u otro sentido y por ello desde el punto de vista de la libertad y de la responsabilidad moral de las acciones, el delincuente no era diferente del individuo normal. Hay algo muy destacable en la Escuela Clásica que se recoge de los seguidores de la Revolución Francesa, todos enfatizan la defensa de las garantías individuales y su reacción inquebrantable contra la arbitrariedad y los abusos de poder de las monarquías, Escuelas Positivistas: Precursores.
Charles Robert Darwin (1809-1882), autor del El
Origen de las Especies por medio de la Selección Natural, publicado en 1859, es una revolución paradigmática sobre la existencia del hombre que -podría decirse- sepultó a todas las teorías que se habían construido hasta ese momento en el plano de las ideas antropológicas y biológicas sobre el origen del hombre. Escuela Positivista Italiana.
La denominada Escuela Positivista Italiana
comienza sus aportes en Italia a mediados del siglo XIX dirigida por Lombroso, Ferri y Garófalo a quienes se los va denominar desde otros enfoques como los evangelistas o positivistas italianos, inicialmente agrupados para contrarrestar los principios de la Escuela Clásica. César Lombroso.
La publicación de su obra: “El hombre delincuente”
en 1876 abre una gran polémica en torno a las afirmaciones de Lombroso; surgió entonces una gran controversia, por contener una serie de teorías reveladoras que contradecían las ideas religiosas arraigadas en la Escuela Clásica y principalmente por la profusión de novedosas experiencias biológicas darwinianas, que despertaban toda suerte de susceptibilidades y dudas. La explicación del tipo criminal sostenida por Lombroso se basa en causas biológicas, antropológicas y patológicas de tres manifestaciones relacionadas entre sí: -El atavismo o influencia de la herencia lejana e indirecta; -La locura moral o perturbación de los sentimientos sin desmedro de las facultades intelectuales; -La epilepsia, sobre todo en su forma larvada, caracterizada por ausencias totales o parciales de la consciencia. Enrico Ferri.
Enrico Ferri (1856-1929) italiano a quien suele
asociarse con el estudio de la Criminología sociológica, aunque presenta influencias antropológicas evidentes de César Lombroso. En 1878 Ferri publicó su obra: La Teoría de la Imputabilidad y la Negación del Libre Albedrío, que a propósito fue su tesis doctoral, trabajo en el que considera al libre albedrío como una ficción, una mera ilusión subjetiva de los clásicos, que luego para su consideración enviaría un ejemplar a Lombroso cuando aún no se conocían personalmente. Ferri fue sin duda uno de los grandes protagonistas de la Criminología positivista, porque al reconocer como parte de su propuesta el factor sociológico, apartándose de Lombroso, posibilitó la consagración de la triple serie de causas o factores del delito, que quedaran definitivamente fijadas en: Factores individuales, orgánicos, psíquicos, Factores físicos, ambiente telúrico, y Factores sociales, ambiente social. Rafael Garófalo: La peligrosidad.
Las contribuciones más destacadas de Garófalo
fueron las referidas a la peligrosidad, la noción criminológica de delito y los conceptos de prevención especial mediante la individualización del tratamiento, puso énfasis en el pronóstico de peligrosidad y elaboró la construcción teórica del llamado delito natural, atribuido a los sentimientos de piedad y sensibilidad moral La faceta eugenésica de Garófalo defendía la existencia de una ley segregatoria de orientación darwinista, que debía cumplir la función de selección natural, para condenar a muerte a todo aquel que no se adapte al medio. Escuela Positiva Francesa.
Bajo la denominación de Les Archives d`
Antropologie Crimine o los archivos de antropología criminal, conocida posteriormente como la Escuela de Lyon, aparece una de las primeras orientaciones de la sociología criminológica; sus miembros fueron feroces adversarios del positivismo de Lombroso. Juan Alejandro Lacassagne.
La obra más conocida de Lacassagne (1843) es la
Medicina judicial, en ella sugiere que las causas de la criminalidad están en la sociedad, que recibe el influjo de microbiológico de Luis Pasteur, declarando que el criminal es un microbio, que se encuentra en un estado de asepsia, cuando no se encuentra en un ambiente adecuado, es inofensivo, hasta que se le introduce en un medio adecuado se reproducirá y reaccionará como veneno emergiendo el criminal. Factores que conforman la etiología del delito, según Lacassagne: Individuales: Son de poca relevancia, suponen una mera predisposición y no son una fatal determinación del delito; Factores sociales: Condiciones económicas (pobreza, miseria, desempleo, etcétera) son trascendentales; verdaderos desencadenantes del delito. Otro interesante comentario de Lacassagne en relación a la Criminología sociológica es aquel de denota la influencia de Rousseau, afirmando lo siguiente: “A mayor desorganización social, mayor criminalidad; a menor desorganización social, menor criminalidad; existe más criminalidad entre las sociedades y los estados desorganizados que entre los estados y sociedades mejor organizados”, argumento que será un precedente del estructural funcionalismo. Paul Aubry.
Paul Aubry plantea la teoría de la imagen bacteriana al
observar que, en una epidemia, ciertos miembros de una misma familia se enferman, algunos mueren y otros quedan intactos, a pesar de estar en contacto con los enfermos ¿Por qué?, se pregunta Aubry, para responder: “Es que en ellos el elemento virulento no ha encontrado terreno preparado para desarrollarse y germinar; en los otros, por el contrario, el terreno de cultivo era de los más favorables, los gérmenes se han multiplicado y producido desórdenes más o menos graves..”. Gabriel Tarde.
Entre sus obras se encuentran: Las leyes de la
imitación (1890), La lógica social (1895) y La oposición universal (1897). Tarde considera que la criminalidad no es un fenómeno antropológico, insiste en que el delito es una manifestación social, gobernado por la imitación. “Todos los actos importantes son ejecutados bajo el imperio del ejemplo”. La imitación, para él, es esencial en la vida social en que los seres humanos se imitan permanentemente los unos a los otros. Escuela Sociológica Alemana.
En el otro extremo de las tendencias
positivistas de la sociología, nace la Escuela Sociológica o de la Política Criminal en Alemania, corriente ecléctica que intenta conciliar las posturas de la Escuela Clásica dogmática frente a la positivista de Lombroso. Franz von Liszt.
Franz von Liszt (1851-1919) compartía con los teóricos
italianos Lombroso, Ferri y Garófalo, las nociones de defensa social y el estado peligroso, creía que existían dos tendencias: Una teórica, que se ocupa de las causas y el origen del delito y otra práctica, que, valiéndose de elaboraciones empíricas y observaciones, puede llegar a elaborar programas de cambio, definición de medidas político-criminales que sean consagradas en la legislación y aplicables en la praxis.