Problemas Juridicos en El Peru
Problemas Juridicos en El Peru
Problemas Juridicos en El Peru
De cada 100 jueces en el Perú solo 58 son titulares, mientras que 42 son
provisionales o supernumerarios.
Estas cifras revelan que un importante número de jueces que administran justicia en
el Perú no han sido nombrados para ese puesto por el Consejo Nacional de la
Magistratura luego de un debido proceso de selección y evaluación, sino que para
cubrir las plazas vacantes se recurre (en teoría, temporalmente) a magistrados de un
nivel inferior o, en su defecto, al listado de jueces supernumerarios (que han
reemplazado en los últimos años a los jueces suplentes).
Además, la provisionalidad puede ocasionar otros problemas: que los jueces titulares
terminen imponiendo sus criterios a los provisionales y supernumerarios, o que el
nombramiento y la permanencia de los jueces no titulares dependa exclusivamente
de la voluntad –muchas veces inmotivada– de los presidentes de las cortes
superiores.
En el Perú existen 2,912 jueces.
Esto significa que tenemos un
solo juez por cada 10,697
habitantes.
Dicho en otros términos, tenemos
9.44 jueces por cada 100,000
personas.
El eterno problema de la
provisionalidad: 42% de jueces
son provisionales o
supernumerarios
Entre las cortes superiores que presentan altos
índices de provisionalidad, podemos citar el caso
de Lima Sur. En este distrito judicial existen 84
jueces, de los cuales solo 28 son titulares,
mientras que 56 no lo son (hay 13 provisionales
y 43 supernumerarios). Esto es, registra un
alarmante índice de provisionalidad del 67%
Entre los distritos judiciales que presentan
menores índices de provisionalidad, destacan
sobremanera los casos de Ica y Moquegua, que
registran un índice de solo 20% y 26%,
respectivamente.Las cortes superiores de Lima,
Puno y San Martín, por su parte, tienen un índice
de 32%; Apurímac 34%, Lima Norte 36% y
Cañete 38%.
LA CARGA Y DESCARGA EN EL PODER JUDICIAL
Cada año, cerca de 200,000 expedientes
incrementan la sobrecarga procesal del Poder
Judicial.
A inicios del 2015, la carga que se heredó de
años anteriores ascendía a 1’865,381
expedientes sin resolver. Por ello, si hacemos
una proyección, tendríamos que cada 5 años
un nuevo millón de expedientes se agrega a
la ya pesada carga procesal.
Esto significaría que a inicios del 2019 la
carga heredada de años anteriores ascendería
a más de 2’600,000 expedientes no resueltos.
Cada año, cerca de 200,000 expedientes incrementan la carga procesal del
Poder Judicial.
El rol de la Corte Suprema y los cambios para
fortalecerla
La Corte Suprema de la República tiene una enorme responsabilidad en la forma que adquiere el sistema jurídico en la práctica.
Sus decisiones hacen posible la garantía de los derechos y concretan la realización de la seguridad jurídica. Al mismo tiempo, la
Corte Suprema, que tiene un papel central en el gobierno del sistema judicial, incide sobre el comportamiento institucional
debido al carácter vinculante de sus sentencias, así como por las políticas que produce para la marcha del sistema como
conjunto.
Sin embargo, varios problemas afectan el desempeño de la Corte Suprema. Con ello, sus funciones y los efectos de estas se ven
claramente disminuidos. En las líneas que siguen propongo algunas reflexiones en torno a las reformas que deberían
emprenderse para hacer frente a este escenario.
Un primer aspecto es la provisionalidad en la conformación de la Corte. Dado el estado actual de cosas, las salas transitorias
han adquirido el carácter de “salas permanentes”, lo que desnaturaliza la función jurisdiccional de la Corte Suprema. Por tal
razón tenemos una Corte Suprema hipertrofiada y atiborrada de expedientes.
La reforma de la Corte Suprema debe empezar por limitar los casos que lleguen a ella. Es necesario, por esto, disminuir la
actual sobrecarga procesal. Esta es la primera condición para que la Corte pueda cumplir con una de sus funciones esenciales,
la de fijar jurisprudencia. A ella se aúna la de establecer las normas que permitan que estos precedentes sean efectivamente
vinculantes. Por ejemplo, la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema para el año 2014 registró 2,143 expedientes ingresados.
Incluso en la actualidad, aunque parezca absurdo, es posible que una multa de tránsito pueda llegar al conocimiento de la Corte
Suprema.
LA DEMORA EN LOS PROCESOS JUDICIALES
Los aportes de los trabajadores van a un fondo común, de carácter solidario e intangible.
El asegurado debe aportar un mínimo de 20 años para tener acceso a la pensión de jubilación.
Los asegurados también pueden acceder a una pensión de jubilación adelantada: a partir de los 50 años para las mujeres y de los 55 años para los hombres. Para ello los solicitantes deberán
tener un mínimo de 25 y 30 años de aportaciones respectivamente.
Existe un monto máximo de pensión de jubilación, que es de S/ 893, y un monto mínimo de pensión de S/ 500 .
La Sociedad de Beneficiencia de Lima Metropolitana cuenta con asilos y albergues periféricos donde se presta
atención de salud restringida de manera interdisciplinaria. El problema con los asilos y albergues es que por
reglamento deben ingresar supuestamente sanos, pero esto no se cumple, a lo que se suman los que se enferman
estando ya institucionalizados, convirtiéndose prácticamente en hospitales.
El Ministerio de Salud que ha señalado los problemas de salud de la población peruana, simplemente ha eludido a los
adultos mayores
La Fuerza Armada y la Policía Nacional cuentan con unidades geriátricas en sus hospitales generales y la Marina de
Guerra posee un moderno centro geriátrico anexo al hospital general
Centro de Investigación y Desarrollo Gerontológico
Fundación Peruana de Ayuda a la Tercera Edad (FUPATE)
Asociación Peruana de Estudios Gerontológicos (APEG)
La Asociación de Empleados Jubilados del Sector Público
Existe un programa de Geriatría del Instituto Peruano de Seguridad Social en el hospital de apoyo Yanahuara en la
ciudad de Arequipa
Alcances y limitaciones de la gestión del Programa
Nacional de Asistencia Solidaria "Pensión 65" en zonas
rurales altoandinas
el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social de Perú, lanzó el 2011 el Programa Nacional de Asistencia
Solidaria Pensión 65, el que consiste en una subvención económica bimensual de 250 soles bimensuales
(65 dólares aprox) a más de medio millón de adultos mayores que viven en extrema pobreza.
Existen restricciones derivadas de la asignación de recursos económicos, impedimentos que conciernen a la
gestión misma del programa y falencias en el proceso excesivamente centralizado de focalización; las
valoraciones de estos temas han facilitado, asimismo, reconocer aspectos que coadyuvarían a mejorar los
logros alcanzados a la fecha. El trabajo no tiene intención de desmerecer los avances que en materia social
se vienen alcanzando en los últimos años, esfuerzos que además considero necesarios e impostergables.
Pensión 65 es otro ejemplo. Pensión 65, que partió atendiendo a 20 mil usuarios del bono Gratitud hace dos
años, hoy atiende a más de 280 mil adultos mayores en situación de pobreza extrema que no tienen
pensión. Pero, hay más peruanos que tienen derecho a Pensión65, hay subcobertura por varias razones. Los
potenciales usuarios no tienen DNI y antes de entrar a Pensión hay que entregarles su documento (¡hay
peruanos que llegaron a los 65 sin DNI!). Pero también porque faltan recursos. Pensión65 es nuevo, ha
crecido rápido y recién en 2016 atenderá a todos los que cumplen con sus requisitos