EVALUACION
EVALUACION
EVALUACION
el desarrollo de competencias
El desempeño del docente al interior de las aulas es uno de los factores fundamentales
en el desarrollo de los aprendizajes, en la coherencia social y el desarrollo armónico del
ambiente escolar y primordialmente en los resultados educativos que obtienen los
alumnos.
Una de las preocupaciones del docente es desarrollar en sus alumnos la capacidad de
establecer conexiones entre lo que sabe, lo que ha vivido, lo que entiende y el
nuevo material de aprendizaje que se le está presentando durante la clase. La
calidad de las conexiones puede ser simple o compleja; muy elaborada o muy
elemental, débiles o fuertes; ello dependerá de causas multifactoriales, entre otras, la
coherencia interna del material susceptible de aprendizaje, la consistencia del entorno
de aprendizaje y las relaciones que se establezcan entre el docente y el educando y
entre pares.
La evaluación es parte inherente al proceso educativo, por lo que se inserta
en la planeación escolar, tendrá que ser considerada y planeada en conjunto
por los docentes, la evaluación así entendida detectará, como es natural, la
eficacia de los procesos, el impacto de las estrategias de aprendizaje y
orientará los procesos necesarios para transformar el desempeño académico
de estudiantes y docentes (Frade, 2006).
La práctica evaluativa precisa de un modelo teórico que le dé sustento y
proporcione coherencia durante todo el proceso.
Antecedentes de la evaluación
educativa.
Dochy (2002) comenta que evaluar competencias requiere asumir una amplia
conceptualización alternativa o nueva cultura de la evaluación que no
supone, exclusivamente, cambiar métodos o instrumentos de evaluación,
sino, lo que es más importante, la filosofía que subyace en la misma.
La evaluación alternativa, es una de estas nuevas propuestas educativas, para
evaluar el desarrollo de competencias, acorde a una visión integral del
desempeño del estudiante, más justa, más objetiva y más conforme con su
progreso y desarrollo personal; intenta averiguar no sólo qué sabe, sino qué es
capaz de hacer, y la actitud que asume en ese hacer, utilizando múltiples
procedimientos y técnicas, diferentes de la aplicación de exámenes.
Sus características principales son:
Sus características principales son: Se realiza a lo largo de todo el proceso educativo, no sólo al
final.
Proporciona una retroalimentación genuina tanto a los estudiantes sobre sus logros de aprendizaje
como a los profesores respecto de su enseñanza y de las situaciones didácticas que plantean, para
mejorar su calidad.
Se centra fundamentalmente en procesos más que en resultados.
Su foco de interés consiste en que el alumno asuma la responsabilidad de su aprendizaje y la utilice
como un medio para aprender.
Integra un proceso colaborativo y multidireccional en el cual los educandos se autoevalúan, son
evaluados por sus pares y por el maestro y éste a su vez aprende de y con los alumnos.
Permite evaluar niveles de desempeño de las competencias.
Tiene un carácter integrador y coherente al evaluar el rango completo de aprendizaje de los
estudiantes. (conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes) y su transferencia a otros
contextos. Involucra el desempeño de tareas autenticas que reflejen o simulen al máximo las
situaciones de la vida real (aprendizajes contextualizados).
Usa instrumentos alternativos: portafolios, rúbrica, proyectos, estudio de casos, observaciones, etc.
Su propósito principal es aumentar la probabilidad de que todos los estudiantes aprendan a partir de
su diversidad. Este enfoque convierte a la evaluación en un principio de reflexión para la mejora de
la práctica docente y para el progreso del estudiante.
Funciones y fases de la evaluación
Cada criterio de evaluación debe estar bien definido ser concreto, claro y
especificar o describir detalladamente cuando se considera que un alumno ha
alcanzado el aprendizaje esperado, pero con la suficiente amplitud que
permita al profesorado contextualizarlo al ritmo y estilo de aprendizaje de
cada sujeto en función de sus peculiaridades.
Los niveles de desempeño son el grado en que los estudiantes utilizan el
conocimiento usando diversas habilidades y destrezas, con una actitud
determinada que le permiten tener una capacidad de resolución de problemas
de la vida real de mayor o menor complejidad, en contextos conocidos y
desconocidos.
El objetivo de establecer niveles es evaluar a los estudiantes desde una
perspectiva más procesual.
De preferencia, los niveles deben evitar la implicación de bueno o malo, es
más recomendable utilizar algunos como novato, aprendiz, experto y
distinguido.
Estrategias e instrumentos de evaluación