Filosofía de La Cultura
Filosofía de La Cultura
Filosofía de La Cultura
CULTURA
1. EL HOMBRE ES “HOMO RELIGIOSUS”,
SEGÚN GEGORGE DUMÉZIL
Con la expresión “Homo religiosus”, Dumézil
quiere enfatizar que la dimensión religiosa del
hombre es una forma de realizar y expresar su
humanidad. Las experiencias religiosas son
fundamentales en el mismo hombre. La religión es
para el hombre un fenómeno universal que funda
una estructura de lo real, revela la existencia de lo
sobrenatural y resulta normativo para la conducta
del hombre. El homo religiosus es la expresión de la
experiencia del hombre de la dimensión sacral de su
existencia. El homo religiosus, en la multiplicidad
de formas religiosas, busca una misma y primordial
relación con lo sagrado.
EL HOMBRE ES “HOMO RELIGIOSUS”,
SEGÚN GEGORGE DUMÉZIL
El punto fijo que revela la hierofanía revela hacia donde debe caminar el
hombre. El punto fijo representa un eje que sirve como guía para el mundo
sagrado. Ese punto fijo tiene un valor existencial para el hombre. Para hacer
algo hay que orientarse y para orientarse se requiere de un punto fijo. Por eso
para el hombre religioso es tan importante situarse en ese punto fijo. El punto
fijo es el Centro, el Centro del mundo. El hombre religioso desea vivir en ese
Mundo, por lo tanto ese Mundo debe ser primero, fundado.
KARL HEINRICH
MARX
11. CRÍTICA A LA CULTURA
KARL HEINRICH MARX
Marx traza un nuevo abordaje crítico frente a los anteriores desde bases histórico-
materialistas, generando todo una teoría critica de la sociedad.
Otro aspecto importante de Marx es el concepto de alienación. Marx trata de llegar a las
raíces de la existencia alienada del hombre. A este respecto considera la alienación religiosa
y política. Lo que está en la raíz es la alienación que se gesta en el trabajo mismo, dadas las
condiciones de explotación en que se realiza. Es esa alienación, que tiene lugar en
múltiples direcciones (alienación del trabajo, del producto, del trabajador mismo, respecto
a la naturaleza y a las relaciones humanas cosificadas).
CRÍTICA A LA CULTURA
SIGMUND
FREUD
CRÍTICA A LA CULTURA
SIGMUND FREUD
FRIEDRICH WILHELM
NIETZSCHE
CRÍTICA A LA CULTURA
FRIEDRICH WILHELM NIETZSCHE
Con Nietzsche la hermenéutica de la sospecha se radicaliza al máximo y en su obra
subraya el carácter mediador y mediatizador del lenguaje, vehículo indispensable para el
ejercicio de la razón. Nietzsche contribuye decisivamente al destronamiento de la
conciencia; ésta no sólo depende de factores externos de tipo socioeconómico, o de
factores internos de tipo psicológico, sino que depende de ese medio no inocente en el que
por fuerza viven sus productos: el lenguaje y su gramática.
Nietzsche cuestiona la Ilustración misma, aun a riesgo de caer fuera de ella, en una
posición anti-ilustrada. El mundo moderno y su razón caen bajo el martillo destructor de
Nietzsche. Por ello el mundo moderno es un lugar de paso más no un lugar habitable.
CRÍTICA A LA CULTURA
La crítica de Nietzsche también se vuelca sobre esas dos dimensiones cruciales, culturales
y antropológicas, en las cuales se concentran los mecanismos ideológicos, que son la moral
y la religión. La moral también es criticada por lo que se puede denominar su carácter
necrófilo, antivital, contrario a los instintos y, por tanto, por fuerza represora de lo humano.
CRÍTICA A LA CULTURA
La moral cristiana es la moral del resentimiento, de los impotentes, que negados
en lo más propio de sí, se sujetan a la moral de esclavos para arrastrar como
camellos el fardo del deber, de la vida ascética, regida por el Bien y el Mal como
esos polos inmutablemente fijos del orden moral heterónomo, que remite a Dios
y a su correlativo trasmundo.
PÉREZ TAPIAS, José Antonio, Filosofía y crítica de la cultura, Valladolid, Trota, 1995.