Tesis 10. La realidad de Dios.

Acceso e incognoscibilidad

TESIS 10. LA REALIDAD DE DIOS. ACCESO Y COGNOSCIBILIDAD

Dios es la cuestin central de la religiosidad, del anhelo de liberacin y plenitud

connaturales del hombre. La nocin del divino es inevitablemente algo amplio, sin contornos,
oscuro. Es lo trascendente, lo que est ms all de lo que puede percibirse. Lo absoluto, lo que
se sostiene a s mismo y todo lo credo. Es persona, es origen y destino de la consciencia del
hombre. Corresponde tambin a los tres caminos recorridos por la razn humana para llegar a
una cierta idea de Dios: la ontologa, la cosmologa, la antropologa. Pero estrictamente, Dios
no puede ser objeto de conocimiento. Es ms un smbolo, pleno de sugerencias, polismico
que un concepto, una deduccin racional, que tiene pretensiones de univocidad. Un smbolo
se revela y vela en el mismo smbolo. No necesita explicacin, pues la lleva en s mismo, pero
es eminentemente relacional, relativo a algo o a alguien distinto de s.
1. CAMINOS DE ACCESO A DIOS EN LOS PLANTEAMIENTOS TRADICIONALES.

Kant distingui tres tipos de pruebas de la existencia de Dios:

1. El argumento cosmolgico: que partiendo de la contingencia del mundo desemboca en
Dios como origen y fundamento.
2. El argumento fsico-teolgico o teleolgico, que desde la finalidad que se percibe en la
naturaleza concluye un ordenador inteligente.
3. El argumento ontolgico, independiente de toda experiencia, que llega a Dios porque
se capta en la mente humana como ser perfectsimo, lo que incluye su existencia
El propondr otro argumento, llamado deontolgico, que parte de la necesidad del hombre
de armonizar su obligacin y su anhelo de felicidad, slo posible desde Dios.
En general, se suele seguir este planteamiento, con algunas variaciones, como unir los
argumentos cosmolgico y teleolgico
1. Las cinco vas de Santo Toms.
Son una sntesis de los esfuerzos anteriores por llegar racionalmente a Dios,
compaginando la filosofa griega, sobre todo Aristteles, con la tradicin cristiana.
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Segn Santo Toms podemos demostrar la existencia de Dios desde la ciencia, pero a
su esencia slo se accede desde la fe. Como nuestro conocimiento, compuesto de sensibilidad
e inteligencia, es imperfecto, aunque la esencia de Dios es existir, nosotros no llegamos a su
esencia, sino slo a su existencia. La ciencia sirve de apoyo a la fe.
1. El movimiento:

Es evidente, como testimonian los sentidos, que en el mundo las cosas

se mueven. Moverse significa cambiar en el ser, pasar de la potencia al acto. Pero una cosa no
puede estar a la vez en acto y en potencia. No puede ser realidad y posibilidad. Para cambiar
necesita algo que est en acto. Nada puede transformar o mover si no est en acto, si no posee
la realidad a la que transforma. Todo lo que existe exige un fundamento, todo ente reclama su
ser. De manera que el movimiento slo puede fundamentarse desde un motor primero que no
sea movido: el motor inmvil o acto puro, realidad total, ausencia de posibilidades porque las
tiene ya realizadas. Y esto es lo que llamamos Dios, fundamento primero y perfecto.
2. La causacin: En la naturaleza se percibe que las cosas deben su existencia a otra cosa.
Son causadas, originadas, proceden de algo anterior. Al mismo tiempo, ese algo anterior, en
cuanto integrado en la naturaleza, debe su existencia a otra cosa anteior. Las realidades
intramundanas son causas causadas. Y las causas causadas, en ltimo trmino, no explican
nada de modo global. Es necesario encontrar una causa incausada. La aclaracin de la
causalidad universal slo es posible mediante una causa primera, punto de partida y
entendimiento del todo. Lo que llamamos Dios.
3. La contingencia: Lo contingente es lo que surge y desaparece, lo posible frente a lo
necesario, lo que no tiene la existencia por s mismo sino que est referido a otra cosa. Todo lo
contingente necesita de una causa para su existencia.
Debe haber algo que fundamente en s toda la existencia, que exista por s mismo, que
sea necesario, fundamento autofundante. Es decir, Dios.
4. Grados de perfeccin: Existen diversos grados de perfeccin en las cosas. La graduacin,
ese ms y menos, se dice en cuanto se aproximan a un mximo, algo ptimo, bellsimo,
existente por si. Y ese mximo ser el origen de las perfecciones menores (causalidad)
Tambin se podra decir que en una misma cosa la perfeccin es variable: puede aumentar o
disminuir, por lo que esa perfeccin no la tiene por s misma, sino por otra cosa (movimiento

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y contingencia). Existe, pues, una causa ltima, origen de las distintas perfecciones. A esto
llamamos Dios.
5. La finalidad: El argumento teleolgico arranca de la percepcin del funcionamiento
ordenado del mundo, como tendente a un fin. Las cosas de la naturaleza no son conscientes,
aunque acten conforme a una intencin. Se nota su intencionalidad porque obran del mimo
modo. Otro modo de argumentar de Toms es la captacin de que en la turaleza actan a la
vez cosas de modo diferente y contrapuesto, y sin embargo no hay caos, sino que se mantiene
un orden. El ordenamiento del mundo supone, pues, un propsito, excluye el azar. Y el
propsito supone un conocimiento, lo que no se da en las cosas mismas. Por tanto, habr que
concluir la existencia de una inteligencia fundante, que hace posible el obrar intencional de las
cosas. Dios.
6. Crtica de Kant:
Segn l los argumentos cosmolgico y fsico-teolgico se reducen al ontolgico. Las
tres primeras vas son la misma.
Por el argumento cosmolgico llegamos al ser necesario. Pero de nuestra conviccin
no se puede pasar al ser real. De la lgica humana se deduce la existencia real, paso que no
est justificado. La ilacin de lo necesario con lo real es slo un concepto.
La va del orden es la que ms le gusta, pero se le puede hacer la misma crtica: el que
exista un mundo inteligente no quiere decir que exista un ordenador.
2. El argumento ontolgico de San Anselmo.
El camino de demostracin de dios en Anselmo de Canterbury se llam desde Kant
argumento ontolgico en cuanto parta del ente posible en cuanto tal.
Anselmo comienza con la idea de dios que est presente en el hombre. Pero aquello
por encima de lo cual no se puede pensar nada mayor no puede darse slo en el
entendimiento, pues si as fuera no sera lo mayor, puesto que le faltara la existencia. La
perfeccin infinita que es dios exige la existencia, que es una perfeccin. De otro modo,
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existir en la mente y en la realidad sera mayor que existir slo en la mente. Dios, lo mayor
que pensarse pueda, deber existir tambin en la realidad, pues si existiera slo en la mente,
podra pensarse otro existente en la realidad, que sera mayor.
Crtica: Kant afirma que de la pensada necesidad de existencia no se sigue la existencia real.
3. Argumento eudemolgico. Sentido.
S. Agustn
Fue sobre todo S. Agustn quien inici la va de la interioridad e incit a buscar a Dios
en el corazn, que no descansa hasta haberlo encontrado. Segn l, el alma humana es la
realidad suprema de la creacin. Si hubiera algo superior al espritu humano, eso ser Dios.
Pues bien, algo que se da siempre en el hombre, algo que le condiciona y es superior a l, es
su bsqueda de la verdad y la felicidad. Luego existe Dios, pues slo la existencia de una
Verdad y Felicidad originarias, eternas e inmutables, pueden explicar esa tendencia invariable
del espritu humano a la verdad y a la felicidad.
Kant y el deber
La razn prctica se cie a lo que hay que hacer, a lo que tiene contenido para ella.
Capta as la obligacin moral el hombre capta de modo trascendental que su existencia es
buscar el bien y la felicidad. La felicidad y el bien son un fin que todos los hombres tienen de
modo natural. El deber, la ley moral, es un imperativo categrico, esto es, un mandato
absoluto, vlido en todas las circunstancias. El deber impone actuar por el deber como
nica razn, esto es, porque se percibe como lo que hay que hacer, como el bien.
De la existencia del deber en la conciencia Kant deduce la libertad, aunque no se
pueda demostrar. Es un postulado, una suposicin necesaria. No podramos distinguir lo que
se debe de lo que no se debe hacer, y actuar conforme a ello, si no tuviramos libertad. La
libertad es el primer postulado de la razn prctica, la condicin de posibilidad de la
existencia del deber. Por otra parte, slo cuando se obra conforme al deber se es libre.
La afirmacin de Dios desde el deber

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La obligacin moral es la tendencia hacia el bien y la felicidad. Ahora bien, la

tendencia humana hacia algo presupone la posibilidad de alcanzarlo, o de otro modo
desaparecera esa tendencia. Sin embargo, por ms que el deber le empuje al bien y a la
felicidad, hacindole merecedor de ella, el hombre experimenta en este mundo la incapacidad
de alcanzar dichos valores. Ahora bien, dado que el deber mantiene su vigencia, es necesario
postular, pues de otro modo el impulso moral sera absurdo, la posibilidad de posesin del
bien a que tiende en una existencia supramundana, idea que slo Dios puede sostener. Slo
una vida despus de la muerte, el logro de la felicidad plena, por tanto, la existencia de dios,
resuelven la contradiccin entre la bsqueda del bien, inevitable en la razn humana.
Planteamiento antropolgico
El punto de partida para llegar a Dios ser el hombre. ste no puede encontrar la
respuesta ltima dentro de s mismo. La existencia humana tiene su fundamento fuera de si
mismo, est abierto a algo que lo trasciende.
La cuestin de Dios surge como instancia ltima de la cuestin del hombre. El origen
de la cuestin de Dios es, pues, antropolgico: el hombre se encuentra ante la cuestin de lo
que es para s mismo y al enfrentarse con ella, se encuentra ante la cuestin de Dios. El
hombre no puede dejar de plantearse la cuestin de Dios, la lleva impresa en las estructuras de
su existencia. Es una cuestin que coincide con el sentido de la vida. La cuestin de Dios es
un compromiso existencial. En la cuestin de Dios estamos ante el misterio por excelencia.
Ante la cuestin de Dios, el hombre no se encuentra ante un problema meramente
objetivo, es decir, indiferente respecto al sentido que est llamado a dar a su vida; se
encuentra ms bien ante la cuestin crucial en la que se juega el todo por el todo, su propia
vida. No se puede reconocer a Dios sino reconocindolo, aceptndolo como aquel de ningn
modo. Dios, el misterio absoluto, no lo demuestra, l se muestra, llama. Quiz no se pueda
decir nada ms cierto de la cuestin de dios: exista o no exista Dios, el hombre no podr
encontrarlo si no est dispuesto a invocarlo, adorarlo, esperar en l.
Las vas para el acceso a Dios pueden centrarse en tres:
1- misterio, trascendencia, liminalidad (conexin con el lmite). A pesar de lo emprico y
lo evidente.
2- Sentido; esperaza, tensin a la felicidad. A pesar del sufrimiento y la muerte.
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3- Amor altruista: deber, el t. A pesar del mal, de la injusticia, de la violencia,.

Tales accesos no demuestran a Dios, son slo indicaciones. Dios se decide en la fe que va
ms all de la razn. Ahora bien, la fe es humana, quiere apoyarse en razones, ver su
plausibilidad.
Por el contrario, la fe no es una deduccin unvoca a partir de la razn. Las mismas vas
hacia Dios perciben lo contrario como igualmente racional y real. De modo que la fe es
tambin un salto en el vaco, decisin a pesar de la razn.
2.

EL

CONOCIMIENTO

NATURAL

DE

DIOS

COMO

TEMA

DE

CONTROVESIA

INTERCONFESIONAL

a) Teologa cristiana:
Para la fe cristiana, la revelacin supone no slo la garanta del conocimiento de Dios,
sino tambin la posibilidad previa de tal conocimiento por parte del hombre. La Escritura, en
cuanto palabra de Dios expresada humanamente, es una afirmacin implcita de ello. La
tradicin teolgica de la Iglesia, ya desde la poca patrstica y hasta nuestros das, ha
defendido que el hombre, incluso sin la revelacin, es fundamentalmente capaz de conocer la
existencia de Dios.
Segn el comienzo de la carta a los Romanos, todos los hombres pueden conocer a
Dios porque lo invisible de Dios, desde la creacin del mundo, se deja ver a la inteligencia a
travs de sus obras (Rm. 1, 19)
Tambin en Sab. 13, 1-9: los gentiles son duramente recriminados porque pudieron
conocer a Dios como autor del mundo y digno de culto por la luz de la razn (medio
subjetivo) por analoga a travs de las cosas creadas (medio objetivo) con certeza y facilidad.
Los telogos cristianos hablaron de un conocimiento innato de Dios en el hombre:
Justino, Clemente de Alejandra, Tertuliano y elaboraron pruebas racionales de la
existencia de Dios: Agustn, Anselmo, Toms, mostrando as la capacidad de la razn
humana para llegar a Dios.
La reflexin que ha llevado a la teologa a esta conclusin es la fe en la revelacin en
cuanto autodonacin de Dios al hombre. De ah surge la cuestin sobre las condiciones que
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debe haber en el hombre para poder ser capaz de ser interpelado por la palabra d eDios. Si
Dios habla al hombre, si se le comunica, deber existir en l una facultad para escuchar esa
revelacin, pues de otro modo la automanifestacin de Dios sera intil. La revelacin, por
tanto supone necesariamente la afirmacin de la capacidad humana para captar dicha
revelacin, para reconocerla como tal. Esto quiere decir que existe previamente en el hombre
una apertura a Dios como quiera que sta se entienda- pues slo de este modo podr advertir
que es Dios quien se le manifiesta. Esta disposicin del hombre a Dios es lo que podemos
llamar capacidad natural humana para saber de Dios.
Una revelacin sobrenatural que de ninguna manera entroncara con el ser o la
estructura interna natural del hombre no sera en modo alguno comunicable al hombre, al no
ser inteligible o captable y al mismo tiempo el hombre no se podra comportar tampoco de
manera libre y responsable respecto de la misma. Rahner llama a esto precomprensin
intelectual de la fe.
b) Concilio Vaticano I
Debemos tener en cuenta las circunstancias que lo rodean. Estaban en auge los
sistemas destas de matiz racionalista, as como la exageracin de las tesis fidestas.
El tradicionalismo-fidesmo mantiene una postura acentuada en torno a la devaluacin
de la fuerza de la fuerza de la razn humana, en ventaja de la revelacin y de la tradicin
como fuentes del conocer religioso.
Frente a esto el concilio intentar defender la dignidad de la razn humana, reivindicar
la capacidad natural humana para acceder al conocimiento de Dios. Por otra parte, busca
poner un poco entredicho la postura de la mera autonoma cerrada de la razn del desmo, que
desprecia lo trascendente y lo sobrenatural.
Existe una afirmacin aparentemente muy tajante del Vaticano I sobre esto: Dios
principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza por la luz natural de la
razn humana, partiendo de las cosas creadas (DZ 1785). Tambin otras decisiones
magisteriales: 1622, 1650, 1670, 1806, 2145. En el Vaticano II ms suavizada: Dios,

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creando y conservando el universo por su palabra, ofrece a los hombres en la creacin

un testimonio perenne de s mismo (DV 3).
En esta definicin se habla slo de la posibilidad de un conocimiento natural de Dios.
No se dice que de hecho el hombre llegue al conocimiento de Dios, sino que puede hacerlo,
por la capacidad de su razn.
Tampoco se asevera que el hombre pueda demostrar a Dios de modo costringente,
sino slo que Dios puede ser conocido
El Vaticano cita a Pablo, que afirmaba que los paganos son responsables de su
ignorancia sobre el verdadero Dios, que su ignorancia es culpable. Si es culpable, esto
significa que la libertad interviene en su ignorancia, y por lo mismo, en la afirmacin de Dios.
Podemos decir con Rahner que la posibilidad de conocer a Dios pertenece a la
estructura del hombre, an independientemente de la revelacin. Esta posibilidad no debe
significar sin ms que sea posible el ofrecer una verdadera demostracin de la existencia de
Dios, de forma que tal demostracin puede equipararse en su valor y en su fuerza a una
demostracin de tipo lgico o matemtico. El proceso del conocimiento parte de las cosas
creadas. Esto no supone que slo sean vlidas las pruebas cosmolgicas de Dios, sino que se
es el proceso. De entre estas cosas creadas no puede excluirse el hombre.
El conocimiento de Dios no resulta de una conclusin evidente, sino que en ella juega
su papel la decisin del hombre. El hombre tiene la capacidad de conocer la existencia d e
Dios mediante su razn, de modo que es posible una reflexin filosfica sobre l. Pero la
mera razn nunca puede llegar a Dios de modo evidente, el hombre necesita de la revelacin
para mejor y ms seguro conocimiento de Dios.
Por otra parte, tampoco podemos decir que base la sola revelacin, a la que el hombre
responde con su fe, para conocer a Dios. La fe debe ser reflexiva o no ser autntica fe
humana. Adems, la revelacin no es palabra directa de Dios, sino palabra de dios
interpretada humanamente. De manera que la misma revelacin est unida necesariamente a
la razn humana, la cual est condicionada histricamente y deber ser siempre reinterpretada

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para hacerla inteligible en cada momento histrico. Por tanto, encontramos dos caminos, por
as decirlo, para acercarnos a Dios: la reflexin racional y la revelacin.
c) Postura protestante
La teologa protestante de la naturaleza corrupta del hombre hace casi imposible su
disposicin hacia Dios. El pecado ha pervertido su ser, lo ha endurecido para allegarse a Dios.
Sin embargo, para los reformadores Lutero

y Calvino, aunque no han reflexionado

expresamente sobre esto, en el hombre pecador debe quedar algo de apertura de Dios. Si a
la salvacin de dios se llega slo mediante la fe, que se somete a la revelacin divina, no
podrn decir que el hombre sea incapaz de aceptar de algn modo la palabra divina, a pesar de
su naturaleza cada.
Segn Schleiermacher , el punto de partida hacia Dios slo puede ser un
conocimiento no racional. ste lo expresa como un sentimiento de dependencia, que no es
una mera emocin, sino una experiencia existencial de la realidad, la experiencia de no ser el
dueo de la naturaleza, ni de la propia vida, la experiencia de que stas le son dadas. Ese
sentimiento no es un conocimiento irracional, sino conforme a la razn, aunque diferente del
conocimiento abstracto y conceptual.
Para K. Barth, por el contrario, el hombre est radicalmente cerrado a Dios. Parte de
un presupuesto teolgico: el hombre ha sido totalmente redimido por Cristo, es totalmente
pecador, est absolutamente cerrado en su egosmo a Dios. El Dios en el que pueda pensar el
hombre pecador es un dolo, sometido a las leyes mentales del hombre, un dios del que el
pecador intenta disponer con su razn. La objecin que se pone a Barth es que si el hombre
no puede conocer a Dios ms que por la revelacin, cmo la reconoce en cuanto divina?
cmo surge, pues, la fe en cuanto acogida de lla voz de dios?. Barth responde que por un
milagro de Dios.
R. Bultmann ha criticado el radicalismo de Barth. Si la fe es una decisin libre del
hombre, pero en el hombre no hay ninguna experiencia que suponga una apertura a Dios, la
gracia no parece poder afectar al ser humano. Bultmann, encuentra en la experiencia universal
del de pecado y necesidad de salvacin, una precomprensin vivida de Dios. Esta
precomprensin existencial constituye la posibilidad de captacin de la palabra de Dios. Pero
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aunque el hombre vive esta experiencia de pecado, no puede de ningn modo hacerla
reflexiva, darse cuenta de que se trata de su tensin hacia dios. Si pretendiera hacer reflexiva
dicha experiencia, transformndola conceptualmente en la cuestin de Dios, se desviara
irremisiblemente, pues sin la gracia el hombre no puede acceder a Dios, sino slo a un dolo.
Bultmann coincide finalmente con Barth. La objecin es que si el hombre no puede plantearse
de modo explcito la cuestin de Dios, no se ve cmo podr comprender conceptualmente la
revelacin.
En la teologa protestante actual hay un acercamiento a la posicin catlica. Por
ejemplo Pannenberg piensa que el hombre lleva en s mismo, y puede hacer consciente, la
cuestin de Dios. Pero concluye que el hombre no puede dar respuesta a tal cuestin, necesita
para ello la revelacin.
3. ATESMO E INDIFERENCIA RELIGIOSA. FORMAS Y VALORACIN TEOLGICA.

A) Formas:
Todas las preguntas sobre Dios o no-Dios, tesmo o atesmo, son en el fondo una sola
cuestin: el fundamento ltimo es meramente intramundano o trascendente respecto a la
totalidad de lo real intramundano?.
1. Atesmo
- Atesmo terico:
Podemos definirlo como la doctrina que niega la existencia de Dios o simplemente no
la afirma, organizando su universo sin esa presencia.
Esta actitud puede explicarse por el hecho de que el hombre considera la cuestin de
Dios como incomprensible, sea porque se crea incapaz de certeza absoluta escepticismo,
relativismo- o porque, an reconociendo que es posible llegar a una certeza, sta le parece
imposible en la esfera metafsica y religiosa que supera la experiencia emprica.
El ateo terico radical es el que considera el problema teolgico como un no-problema
y rechaza definitivamente la hiptesis de la existencia de Dios como puramente fantstica. Por
lo que su atesmo es un horizonte mental y una estructura psicolgica, ms que un sistema
doctrinal (Marx)
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- Atesmo prctico:
Puede, en rigor, admitir la existencia de dios, pero de manera puramente especulativa,
lo cual no tiene incidencia alguna sobre su vida concreta. Tanto si afirma la existencia de
Dios, como si se abstiene de plantearse el problema, vive como si dios no existiera.
Contribuye al atesmo la mentalidad emprica y la sensibilidad humanista.
2. Agnosticismo
Tiene su origen en la experiencia de los lmites del conocimiento, De donde extra una
conclusin: no sabemos si Dios existe y nunca lo sabremos (no hay pruebas ni en pro ni en
contra). El agnstico limita su inteligencia a la experiencia de los hechos y de los fenmenos
sensibles, negando la posibilidad de un saber metafsico. La razn humana es incapaz de
elaborar un juicio vlido sobre esto.
Hay que distinguir el ateo (terico) y el agnstico. Este no tiene ninguna esperanza de
llegar hasta Dios, el ateo da por probado la no existencia de Dios.
3. Indiferencia religiosa
Desinters y desafecto por Dios y por la dimensin religiosa de la existencia. Muy
prximo al atesmo prctico. Se distingue del atesmo terico (Dios no existe) y del
agnosticismo (suspensin del juicio). El problema de Dios aparece como no pertinente. El
inters est en la realidad profana y mundana..
(Toms en la preparacin de la tesis)
1. Atesmo:
a) Atesmo humanista:
Atesmo a favor del hombre. Se desconfa de Dios porque disminuye al hombre
(Feuerbach, Freud, Marx)
b) Atesmo nihilista:
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Hay que eliminar a Dios y tambin los valores que provienen de la religin
(solidaridad...). Van contra los valores de los fuertes. Nietzche, Sartre.
2. Indiferencia religiosa:
a) Nihilista:
Se basa en Nietzche. Slo el presente, amargura existencial. Posmodernidad.
b) Agnosticismo:
Suspensin del juicio. No sabemos si Dios existe y nunca lo sabremos. No hay pruebas ni
en pro ni en contra.
b) Valoracin Teolgica.
(Tomado de los apuntes de Burgos)
1. Vaticano II
En GS 19-21 hace un estudio del atesmo como problema teolgico. Se caracteriza por
la continuidad doctrinal de fondo respecto a posturas magisteriales anteriores (V I, Po
XII), junto con n cambio en la actitud prctica: de la condena, al intento de descubrir sus
motivos. La Iglesia se ve obligada a situarse en el campo de la realidad humana universal,
donde es posible el dilogo. Trata de responder al humanismo ateo con un humanismo
cristiano, empleando un lenguaje que facilite el dilogo.
El atesmo es un fenmeno religioso pos-religioso y post-cristiano. Por primera vez un
documento conciliar reconoce la responsabilidad de los creyentes en la gnesis del atesmo.
No se dice que todo atesmo sea culpable. No hace una condena explcita del atesmo.
Emplea reprobare en vez de de condenare, hay que conocer los motivos del atesmo y
analizarlos. El juicio del concilio sobre el atesmo es este:
a) contradice a la razn
b) contradice la experiencia humana universal
c) priva al hombre de su grandeza innata.

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Sobre todo, se reconoce la posibilidad de dilogo y se le concede una prioridad

prctica. Es un paso hacia el pluralismo.
2. Propuestas de la teologa postconciliar:

Teologa de la secularizacin (Gogarten y Metz)

Otorga gran importancia a la distincin entre secularizacin: atesmo aparente y

secularismo: atesmo verdadero.
La secularizacin es el proceso de des-encantamiento y desacralizacin de toda la
realidad humana, puesta en marcha por la revelacin bblica:
a) Creacin: el mundo creado por Dios sigue siendo mundo, realidad no sagrada, distinta
de la trascendente que le cre.
b) Encarnacin: El logos se hizo carne, por tanto Dios asume el mundo en su
mundanidad, en su no divinidad, sin confusin.
c) Condicin filial del hombre: no es esclavo, sino hijo, al que Dios pone en sus manos la
creacin para que la domina de forma libre y responsable.
Hay un proceso de secularizacin, no contra la fe cristiana, sino posibilitado por ella. Si
cabe el Dios verdadero.
El secularismo es el atesmo en sentido estricto. Hace surgir ideologas salvficas
fundadas en el hombre.

Teora de los cristianos annimos (Rahner)

Para l hay posibilidad de ateos inculpables. Su salvacin es posible siempre que obren en
conformidad con su conciencia, por caminos que slo Dios conoce. Considera pausible la
posibilidad de salvacin incluso de los que categricamente categricamente niegan a Dios.
La gracia no se limita al mbito de los sacramentos y de la Iglesia.
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Teologa protestante (teologa de la cruz. Moltmann y Jngel)

El Dios al que se llega por la razn natural no es el Dios verdadero, sino una construccin
de la razn, un dolo. La teologa de la Cruz es una alternativa entre tesmo y atesmo: rompe
los esquemas de la razn natural y encuentra a un Dios que no es competidor con la libertad
del hombre, sino que es dbil, impotente, crucificado.

Teologa de la liberacin

Propone superar una teologa insuficientemente prctica (la occidental) mediante una
teologa actual y bblica. En Amrica Latina el problema no es el atesmo, sino la idolatra,
que es una falsa concepcin de Dios.
FIDESMO: Punto de vista donde el sistema religioso de creencias no est sujeto a una
evaluacin racional. La fe puede y debe apoyarse en s misma, sin ningn tipo de argumento
racional. El fidesta tpicamente dice que la verdad, la cual es esencial en la fe religiosa, es
ms asunto subjetivo, algo de convencimiento propio ms que un asunto del argumento
razonado.
DESMO: o religin natural o racional: es la afirmacin racional de que existe un Dios
creador y trascendente. Un Dios parecido al cristianismo, pero se le niega el atributo de la
providencia. Dios est alejado o no se preocupa de los hombres ni del mundo. Dios es el
creador del mundo pero lo ha dejado slo. Dios es un artfice, como el relojero que despus se
desentiende de la maquinaria. El desmo niega la revelacin sobrenatural y la existencia de
milagros. Es una religin reducida a lo racional, no hay lugar al misterio, dogma, revelacin.
Es reconocer a Dios intelectualmente, una especie de religin filosfica.

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