Terapia de Familia
Terapia de Familia
Terapia de Familia
Preguntas circulares.
Entre las preguntas, de mayor importancia y significado son las PREGUNTAS CIRCULARES.
Las preguntas circulares
Fue introducida por parte de Selvini, Boscolo Cecchin y Prata (1980).
- Directrices de la entrevista.
- Tipología de preguntas.
ENTREVISTA CIRCULAR
Karl Tomm (1984; citados en Ocho, 1995) postula que la entrevista circular
puede en numerosas ocasiones generar cambio sin necesidad de recurrir a
intervenciones adicionales al final de la entrevista
• Cuál es el problema?
• ¿Desde cuando ocurre lo que me comentan?
• ¿Paso algo que puede explicar la aparición del problema?
¿Por qué no habla Ud. con él de sus preocupaciones en vez de con los
niños?
1. Preguntas que desarrollan metas. Se podría preguntar a una hija adolescente que
está teniendo un mal rendimiento en la
escuela:
«¿Qué planes tienes respecto a estudiar una
carrera? ¿Qué otras cosas te has planteado?
«¿Cómo crees que progresarás realmente el próximo
mes? y ¿en seis meses?
2.Preguntas que exploran el resultado ¿Quién sería el más sorprendido si sobrepasaras ese
esperado. objetivo?
¿Quién se sentiría más decepcionado si no lo
alcanzaras? ¿Cómo se manifestaría esa decepción?»
los integrantes de la familia ven siempre los eventos desde una única perspectiva y sus opiniones quedan consiguientemente
limitadas. Al hacer preguntas de este tipo, el terapeuta les libera de una disposición cognitiva restringida, permitiendo que
consideren otras perspectivas.
1. Un contexto opuesto. El terapeuta centra la atención en un contexto hipotético de malestar por la ausencia
del problema preguntando:
«¿Quién experimentaría mayor vacío si los problemas desaparecieran de repente?»
2. Un significado opuesto. La pregunta introduce una redefinición del problema cambiando las atribuciones con
respecto al síntoma, de manera que las intenciones negativas se conviertan en
positivas.
Por ejemplo, se puede sugerir: «¿Quién sería el primero en reconocer que papá se
enfada porque se preocupa en exceso y no muy poco?»
3. Una necesidad de El terapeuta intenta que la familia genere su propia connotación positiva de los
patrones de conducta problemáticos preguntando: «Asumamos que hubiera una
mantener el statu quo. razón importante para que continuaran con ese patrón incómodo, ¿cuál podría ser?
¿Qué está pasando en su familia para
que necesiten este tipo de conducta? ¿Qué otros problemas más serios
puede estar resolviendo o evitando esta dificultad?»
Preguntas con una sugerencia implícita
En cada pregunta se incluye deliberadamente un contenido concreto que indica una dirección
que el terapeuta considera útil o beneficiosa para resolver el problema
1. Dejar implícita una «Si en vez de pensar que él se muestra intencionadamente obstinado,
redefinición. pensaras que simplemente está confuso, tan confuso que no entiende
lo que quieres de él, ¿cómo le tratarías?»
2. Dejar implícita una acción «Si, en lugar de marcharte cuando tu mujer se siente mal, te sentaras a
alternativa. su lado y la rodearas con tu brazo, ¿qué haría ella?
4. Dejar implícita una disculpa. «Si, en vez de no decir nada y evitar a tu mujer,
admitieras que cometiste un error y te disculparas,
¿qué crees que pasaría?»
Los pacientes y familias con problemas tienden a experimentarse como personas «desviadas», anhelando
acercarse a la normalidad. El terapeuta puede aprovechar ese deseo y orientarles hacia patrones más normales o
«sanos», pidiéndoles que hagan determinadas comparaciones con otras personas o situaciones mediante
preguntas
1. Un contraste con una norma En una familia cuyo problema estribe en la continua evitación del
social. conflicto, se puede preguntar:
«¿Creen ustedes que son más o menos abiertos en lo que se
refiere a sus desacuerdos que la mayoría de las familias?»
2. Un contraste con normas «En la mayoría de las familias que atraviesan esta etapa de la vida,
evolutivas. los chicos están más unidos a sus padres, ¿qué es lo que mantiene a
su hijo tan unido a la madre?»
Este tipo de preguntas clarifican determinadas atribuciones causales que mantienen las personas y que son poco
claras.
Funcionan separando los distintos componentes de una atribución confusa, eliminando la vaguedad.
Así, se puede preguntar a unos «Cuando la niña llora, ¿lo hace para salirse con la suya o porque se siente
padres confusos y paralizados ante dolida por algo?»
las reacciones de una de sus hijas: Cuando la confusión no es manifiesta, conviene hacer la misma pregunta a
varios miembros de la familia y abordar el mismo tema desde distintos
puntos de vista, conectando elementos de distintas atribuciones.
Estas distinciones aportan perspectivas diversas a la hora de resolver el
problema.
Por ejemplo, se pueden hacer preguntas como:
«¿Crees que tu madre —tu padre, tu hermano, tu hermana, o tú— ve el
hecho de robar como algo "socialmente malo", como algo
"psicológicamente enfermo" o como algo "pecaminoso"?»
Preguntas que interrumpen la secuencia sintomática en sesión
Si una pareja conflictiva empieza a discutir El terapeuta puede dirigirse a los hijos para
durante el transcurso de la entrevista y la interrumpir el enfrentamiento preguntando:
interacción es infructuosa y destructiva «Cuando tus padres están en casa, ¿discuten
tanto como aquí?