La PasIonaria

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LA PASIONARIA

Esta semana quiero dedicar a mi camarada Chus un relato que sin duda es de su agrado. Yo que por cuestiones de honradez y cautela me mantengo a un lado de posiciones polticas, no es tico mirar la historia desde un lado concreto de una idea o pensamiento, ya sea poltico o social. Esta semana repasamos la vida de una luchadora nata de su causa, Dolores Ibrruri Gmez, llamada La Pasionaria (1895-1989). Hablar de La Pasionaria es hablar de una mujer que rompi los moldes de aquella Espaa vieja y oscura. Dolores Ibrruri naci en Vizcaya, concretamente en Gallarta, un 9 de diciembre de 1895. Su familia de origen humilde se dedicaba a la mina. Su padre que tena tintes polticos cercanos a las ideas carlistas era de origen vasco y a la postre su madre tena races castellanas. En su familia se poda respirar ese aire catlico acrrimo muy clsico en aquella Espaa. Esto llev a Dolores a tener unas creencias religiosas y le acerco a la vida de clausura. En la primera dcada del siglo XX, es obligada por los problemas econmicos de su familia, ha dejar los estudios. Estas circunstancias le obligaron a poder finalizar los cursos preparatorios para acceder en la Escuela Normal de Maestras y completar sus estudios. Una vez abandonados los estudios, accedi a la vida laboral como sirvienta y costurera. Su marido fue Julin Ruiz, un minero socialista. Contrajo matrimonio en 1916 y se trasladaron a Somorrostro. Dolores era una apasionada a la lectura y debido a ello adquiri por obra de su marido las ideas marxistas que resurgan en el tiempo. Esto fue un choque con sus antiguas creencias cercanas al conservadurismo y catolicismo de su familia. Dolores cambi radicalmente el sentido de su vida y dedic su lucha a favor de los derechos y libertades de los obreros. Con el transcurrir de los aos, esas ideas que renacieron en la Pasionaria le llevaron a participar como miembro de la agrupacin socialista de Somorrostro en la huelga general de 1917. En 1919 estuvo al lado de su marido en la escisin pro-comunista del PSOE. Incluso estuvo presente en la famosa fundacin del Partido Comunista espaol en 1920. Ingres en poltica como integrante del Partido Comunista de Vizcaya, que a la postre entr en el Partido Comunista Espaol. La primera referencia literaria que tenemos del apodo de La Pasionaria se debe a un artculo que se public en la prensa pro-obrera y denominado El Minero Vizcano. Su mirada se dirigi con entusiasmo y euforia a la victoria bolchevique que se produjo en Rusia en 1919.

Su condicin poltica la traslad a ocupar puestos relevantes en las filas de su partido, incluso lleg a ser

detenida en varias ocasiones. En 1930 form parte de la comisin central y al ao siguiente se present en las Cortes constituyentes pero termin siendo derrotada. La influencia de la Pasionaria en su contemporaneidad le traslad a las mismsimas puertas de Madrid, donde trabaj en la redaccin del peridico Mundo Obrero en 1931. Dos aos ms tarde fue la presidenta de la Unin de Mujeres Antifascistas. Es conocida su relacin amorosa con un hombre diecisiete menor que ella. Esta relacin rompi los moldes clsicos de su tiempo, ya que no era lgico en aquella poca que una mujer de clase baja tuviera amante, y menos ms joven que ella. Incluso en los mbitos socialistas y comunistas le pidieron que si quera seguir militando en su partido debera abandonar dicho lance amoroso. Su negativa provoc que no la enviaran al frente de guerra. En su vida se le conocen seis hijos: Esther, Rubn que muri en combate en la Batalla de Stalingrado como piloto, Azucena, Amaya y Amagoya, estas dos ltimas muertas al poco tiempo de nacer, y por ltimo Eva que slo dur tres meses de vida. Dolores sigui afianzada en su vocacin poltica y ejercindola a travs del periodismo del partido. El pseudnimo de Pasionaria entr en escena gracias a El Minero Vizcano y la Lucha de Clases, esto debido a que la publicacin de esos artculos fue durante la semana de pasin de 1918. Como hemos comentado antes fue encarcelada debido a esas ideas y asistencia en manifestaciones comunistas. En la II Repblica espaola se engrandeci su figura al ser diputada del Partido Comunista por Asturias. Con el estallido de la Guerra Civil es nombrada vicepresidenta de las Cortes republicanas en 1937. Su fama alcanz una popularidad importante en la Espaa republicana siendo un mito para mucha gente de esa condicin poltica. Y no podemos dejar a un lado su famoso lema No pasarn! en la defensa de Madrid. Tambin fue muy importante su discutida frase Ms vale matar a cien inocentes a dejar escapar a un solo culpable en un mitin en 1938 en la ciudad de Valencia siendo paralela esta frase al proceso del POUM. Con el fin de la Guerra Civil y la derrota republicana se vio obligada al exilio en la antigua URSS. Con el fallecimiento de Jos Daz fue elegida Secretaria General del PCE en 1942, actuando ste en la clandestinidad. En la dcada de los 60 dimiti y pas ocupar la presidencia del partido, sustituyndola en funciones Santiago Carrillo. La Pasionaria fue integrante del Secretariado de la Internacional Comunista codo a codo con Pamiro Togliatti, Georgi Dimitrov y Maurice Thorez, entre otros muchos ms. Acept los acuerdos con Mosc en los movimientos de la Internacional Comunista pero no present oposicin debido a sus ideas estalinistas y no conden invasin de Checoslovaquia de 1968. Con el fin de la Dictadura de Franco y con la recin llegada Transicin Democrtica regres a Espaa en 1977 y de nuevo fue nombrada diputada por Asturias en las primeras elecciones democrticas. Aunque realmente su papel fue ms de mbito honorfico que real. Dolores falleci en Madrid en 1989, siendo enterrada en el Cementerio Madrileo de la Almudena. En 1962 public sus memorias denominadas El nico camino y el ao 2005 se celebr el decimosptimo Congreso de su partido, siendo nombrada presidenta de Honor a perpetuidad. La figura de La Pasionaria fue smbolo de inspiracin de muchos artistas, por ejemplo, Neruda, Alberti e incluso se cre un vals peruano denominado La Pasionaria compuesto por Alejandro Ayarza. Esta semana hemos recapitulado la figura de una mujer que rompi las estructuras de su poca, podemos estar de acuerdo con sus ideas o no pero tenemos que reconocer que de una forma u otra dej su huella. Descanse en paz, La Pasionaria.

Un saludo, J. A. Daz Garca

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