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Tema 2

Sujeto del derecho romano


El derecho no es una creación artificial, sino que responde a las necesidades, que plantea la
experiencia de la vida cotidiana de los hombres (sus relaciones con las cosas, interpersonales,
familiares…). Es por ello por loque el derecho ha sido creado por los hombres (jurisprudentes) y
para los hombres en sociedad, para el ciudadano (cives). De ahí que, al referirnos al Derecho
Romano, hablemos de derecho civil o “civilizado” (ius civile), por ser el derecho común a los
pueblos civilizados.

CIUDADANOS

El sujeto del derecho es el ciudadano, que se identifica como ingenuus y se define como el hijo
legítimo, nacido en un matrimonio, de un ciudadano y una ciudadana, e incluso hijo ilegítimo de
una madre que fuera ciudadana en el momento del parto.

La condición de ciudadano no deriva del nacimiento en un territorio determinado, sino que lo


que confiere la condición de ciudadano es una condición personal: ser hijo de madre libre, y
ciudadana romana. El conjunto de ciudadano forma la ciudadanía romana, el Populus Romanus,
cuya unidad es más personal que territorial.

Al la del ciudadano como sujeto del derecho, nos encontramos con otros pueblos libres a quienes
también se aplicaba el Derecho Romano en sus relaciones con los romanos.

LATINOS

Eran los habitantes del Lacio, con orígenes itálicos comunes a los romanos y que habitaban en la
región del Latium, cercana a Roma. En el siglo I a.C, les fue concedido el derecho de la latinidad,
el Ius Latii, como paso previo a la concesión general de la ciudadanía romana.

PEREGRINOS

Eran los extranjeros, que mantenían relaciones comerciales con Roma, se les podía conceder la
ciudadanía romana, individualmente como honor o en grupo como todo un pueblo. El
emperador Antonio Pio Caracalla concedió la ciudadanía romana a todos los habitantes libres
del imperio, en virtud de la Constitutio Antoniana de 212.

ESCLAVOS

Eran considerados cosas, objetos de propiedad y objetos del derecho romano. El esclavo podía
convertirse en hombre libre y ciudadano romano, mediante la institución del manumissio, acto
por el que un esclavo se convierte en liberto, pasando a tener una relación con su dominus
distinta a la original. La relación comienza a ser “patrono-liberto”, el esclavo ya liberado,
mantiene una relación personal con su patrono, por la que este le ayudará económicamente y
aquel trabajará en sus tierras y le apoyará en luchas o guerras.

Las formas clásicas de manumisión son: manumissio vindicta, manumissio censu y manumissio
testamento. La primera y la segunda se realizaban mediante una in iure cessio, proceso ficticio
por el cual se reivindicaba la libertad de un esclavo, que era concedida por un Magistrado
mediante su addictio libertatis (atribución constitutiva del derecho de libertad). La tercera se
realizaba mediante la inclusión de esta disposición del testador entre sus voluntades
testamentarias. Las dos primeras constituyen acción inter vivos, mientras que la tercera es un
derecho que solo se obtendrá a la muerte del dominus, mortis causa.

La familia romana
Relación familiar (siu iuris-alieni iuris)
La familia romana estaba constituida por los parientes más directos, así como por los más
alejados, con el único requisito de que todos ellos tuvieran un mismo antecesor común. Si en
una familia vivía el abuelo, tanto hijos como nietos, como los hermanos, lo primos hermanos, y
los tíos y sobrinos, formaban parte de la misma familia romana.

Solo el antecesor común sui era pater familias y todos los demás estaban sometido a él y su
condición era de filii familiae. Había sumisión jurídica plena de todos los que tenían el mismo
antecesor, siendo el pater familias un sui iuris (de derecho propio), mientras que los demás eran
alieni iuris (de derecho de otro).

El único que tenía capacidad jurídica en la familia, que podía ser titular de derecho y
obligaciones, era el pater familias. Los dependientes de un mismo pater familias vivían juntos y
todas sus actuaciones revierten en el pater familias, como responsable civil final, ejerciendo este
una influencia decisiva en la vida de sus sometidos, puesto que ninguno tenía capacidad de
derecho en tanto mantuvieran la condición de alieni iuris.

Esta situación podía cambiar por la voluntad propia del pater familias, que por la razón que
fuese. La razón más común era que el alieni iuris fuera militar o tuviera que ir a la guerra, en
estas cosas podía crearse un peculio, normalmente dinerado, de disposición limitada que
facilitase la vida del alieni. También se podía conceder la emancipación al alieni iuris, sin que esto
supusiese la emancipación de los ascendientes o descendientes del emancipado.

Una vez emancipado, el alieni pasaba a ser sui iuris y podía comenzar una nueva familia y se
convertiría en pater familias. De este modo, nos podemos encontrar con el hecho de que un
pater familias que fue emancipado, no tuviera bajo su potestad a alguno de sus hijos, y sí a otros,
lo que explicaría porque los primeros habían nacido antes de que él fuera emancipado por su
propio pater familias y los otros habían nacido una vez ha sido emancipado.

Una persona que fuese sui iuris, podía pasar a formar parte de otra familia, como sometido,
mediante la adrogratio y si todavía era alieni iuris podía cambiar de familia mediante adoptio. La
adopción podía deberse a multitud de causas, un acuerdo entre el antiguo y el actual pater
familias para darle una mejor vida o mejor futuro. Sin embargo, la arrogación, para la que se
requería que el adoptante fuera mayor de setenta años y que no tuviera hijos, pretendía
garantizar la continuidad de su familia, de su patrimonio. Como el adoptado había sido sui iuris,
aportaba consigo a la familia del adrogante, tanto a sus propios descendientes, como el
patrimonio que hubiera obtenido con anterioridad a la adrogatio. Esto hizo César con Augusto,
y este con Tiberio.
Un concepto muy amplio de familia englobaba además al patrimonio y a los esclavos que
convivían con aquella, que eran propiedad del pater familias y solo él podía darles la libertad.

En la familia romana también se incluía a las mujeres pertenecientes a otras familias, que se
casaban cum manu, pasando a integrar el grupo de los alieni iuris del pater familias desde el
momento de su matrimonio.

Potestad familiar
Dentro de la familia romana nos encontramos con tres tipos de relaciones, parentales,
dominicales y matrimoniales. Sobre las cuales el pater familias ejerce su potestad. De manera
que el antecesor común vivo ostenta la patria potestas sobre sus descendientes sometidos, la
dominica potestas respecto a sus esclavos y la manus potestas sobre su mujer y las mujeres de
sus descendientes, si el matrimonio fue cum manu.

Matrimonio
En Derecho romano el matrimonio es una simple cuestión de hecho, una convivencia continuada
entre un hombre y una mujer que han alcanzado la pubertad y la facultad para contraer
matrimonio (connubium), de la que solo gozan los ciudadanos romanos y algunos extranjeros.

Por el hecho de que la simple convivencia constituía el matrimonio, era necesaria una dote, para
que se distinguiera una unión matrimonial de cualquier otra unión de hecho. La dote era común
en el matrimonio legítimo, pero no era imprescindible, pero sí reforzaba el prestigio de ese
matrimonio, de los contrayentes y de sus familias. Consistía en una aportación económica,
mediante bienes, derechos o dineros, por parte del pater familias de la mujer, o de ella misma
si era sui iuris, al futuro marido o al pater familias de esto si el marido fuera alieni iuris. Dicha
atribución se justificaba como contribución para sobrellevar las cargas del matrimonio futuro.
No obstante, además de la dote, se celebraba algún acto previo a la convivencia marital, como
una cena en la casa del novio y el traslado de la comitiva de la novia.

El matrimonio podía ser cum manu o sine manu. El matrimonio cum manu, produce una capitis
deminutio (disminución jurídica) en la familia propia de la mujer que pasa a formar parte de la
familia del marido. La mujer en este caso queda bajo la manus de su marido, como hija y
hermana de sus hijos, y si el futuro marido es alieni iuris, aparecerá como nieta de su suegro, ya
que la manus queda absorbida en la patria potestas. En el matrimonio sine manu, la mujer que
bajo la patria potestad de su padre o ninguna si ella es sui iuris, y en el que no resulta familia
agnaticia ni de su marido, ni de sus hijos, aunque sí es pariente cognada.

Clases de parentesco
Los alieni iuris que dependían del pater familias, podían tener con este y entre sí dos tipos de
parentesco:
-Parentesco agnaticio o civil: unía a todos los que estaban sometidos a la potestad de un mismo
sui iuris. Los agnados no tenían patrimonio propio distinto del que tenia el pater familias y no
tenían capacidad jurídica, por lo que eran los continuadores de la persona del pater familias en
el momento de su fallecimiento, subrogándose en su misma condición jurídica.

-Parentesco cognaticio: une a quienes comparten una relación de sangre. Los cognados serán
también agnados, pero no siempre: una mujer casa cum manu o un adoptado, serán agnados
del pater familias y de los demás pertenecientes a esa familia agnaticia, pero no serán parientes
de sangre (salvo la madre que sí lo será de sus hijos y descendientes); mientras que un hijo
emancipado y sus respectivos descendientes serán cognados de la familia del emancipado, pero
no agnados.

En temas de herencia, el parentesco cognaticio tiene menos relevancia. El hijo emancipado tiene
su propio patrimonio al ser pater familias. De modo que será tenido en cuenta por el derecho
pretorio a falta de testamento o herederos necesarios, y siempre previa colación de bienes, para
no perjudicar a los demás herederos que no tuvieron patrimonio propio. El hijo emancipado,
podrá entrar en la herencia, dentro de la sucesión pretoria, a partir del llamamiento unde
cognati.

Para la determinación del parentesco se utilizan dos parámetros:

-Líneas: pueden ser rectas (en ascendencia: padre, abuelo, bisabuelo… y en descendencia: hijo,
nieto, bisnieto…) y colaterales.

-Grados: determinan la proximidad mayor o menor. En las líneas ascendentes: la relación entre
padre e hijo es de primer grado, entre abuelo y nieto de segundo grado…; y a la inversa en línea
descendente. En las líneas colaterales se obtienen ascendiendo por la línea de cada uno de los
parientes hasta el antecesor común y descendiendo hasta a aquel de quien se quiere determinar
el grado de parentesco.

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