MUNDOS_POSIBLES
MUNDOS_POSIBLES
MUNDOS_POSIBLES
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MUNDOS POSIBLES
David Lewis
Traducción:
María José García-Encinas
Universidad de Granada
*
Traducido de “Possible Worlds” en David Lewis (1973): Counterfactuals, Oxford: Black-
well, pp. 84-91. (Reimpreso por Blackwell, 2001).
Praxis Filosófica
Nueva serie, No. 29, Julio-Diciembre 2009: 155-164 ISSN: 0120-4688
trae problemas, y (2) se sepa que entenderlos de algún otro modo no los
trae. En este caso, ninguna de las condiciones se cumple. No sé de ningún
argumento no fallido que concluya que mi realismo de mundos posibles trae
problemas, a menos que uno caiga en una petición de principio diciendo que
él mismo es ya el problema (en breve consideraré algunos argumentos falli-
dos). Por otra parte, todas las alternativas que conozco sí traen problemas.
Si nuestras expresiones modales no son cuantificadores sobre mundos
posibles, ¿entonces qué son? (1) Podríamos tomarlas como primitivos no
analizados; esto no sería una teoría alternativa en absoluto, sino la absten-
ción de teorizar. (2) Podríamos tomarlas como predicados metalingüísticos
analizables en términos de consistencia: ‘Posiblemente ’ significa que es una
oración consistente. Pero ¿qué es la consistencia? Si una oración consistente
es aquella que podría ser verdadera, o aquella que no es necesariamente falsa,
entonces la teoría es circular; desde luego que uno podría darse más maña
que yo en esconder la circularidad. Si una oración consistente es una cuya
negación no es teorema de algún sistema deductivo especificado, entonces
la teoría es más bien incorrecta que circular: ninguna falsedad aritmética es
posiblemente verdadera, pero para cualquier sistema deductivo que quieras
156 especificar o hay falsedades entre sus teoremas o hay alguna falsedad arit-
mética cuya negación no está entre los teoremas. Si una oración consistente
es una que resulta verdadera para alguna asignación de extensiones al vo-
cabulario no-lógico, entonces la teoría es incorrecta: algunas asignaciones
de extensiones son imposibles, por ejemplo, la que asigna a los términos
españoles de ‘cerdo’ y ‘oveja’ extensiones que se solapan. Si una oración
consistente es una que resulta verdadera para alguna asignación posible de
extensiones, entonces la teoría es otra vez circular. (3) Podríamos tomarlas
como cuantificadores sobre los así-llamados ‘mundos posibles’ que son en
realidad algún tipo de entidades lingüísticas respetables: digamos, conjuntos
maximales consistentes de oraciones en un lenguaje (o conjuntos maximales
consistentes de oraciones atómicas en un lenguaje enriquecido mediante
la adición de los nombres de todas las cosas que hay, es decir, modelos
diagramados). Podríamos llamar a estas cosas ‘mundos posibles’, y apre-
surarnos a tranquilizar a cualquiera que estuviese preocupado asegurándole
que, en secreto, estamos hablando de algo que le gusta más. Pero una vez
más la teoría sería o circular o incorrecta, en función de si explicamos la
consistencia en términos modales o en términos deductivos (o puramente
modelo-teóricos).
traducciones
oído.
Se dice que el realismo de mundos posibles es falso porque sólo nuestro
propio mundo y sus contenidos existen actualmente. Pero por supuesto que
1
Para leer más sobre este tema, véase mi “Anselm and Actuality”, Noûs 4 (1970): 175-
188.
los mundos posibles no actualizados y sus no actualizados habitantes no
existen actualmente. Existir actualmente es existir y estar aquí localizado
en nuestro mundo actual en este mundo que habitamos. Los demás
mundos que no son el nuestro no son nuestro mundo, ni son habitantes del
mismo. De ahí no se sigue que el realismo de mundos posibles sea falso. El
realismo de posibles no actualizados es justamente la tesis de que hay más
cosas que las que existen actualmente. O el argumento asume tácitamente
lo que intenta probar, que el realismo de posibles es falso, o procede por
equivocidad. Podemos usar expresiones de cuantificación existencial para
cubrirlo todo sin excepción, o podemos restringirlas tácitamente de varios
modos. En particular, podemos restringirlas a nuestro mundo y a las cosas
que hay en él. Si las restringimos así, podemos decir con verdad que no
hay nada más que nuestro mundo y sus habitantes; al quitar la restricción
pasamos ilegítimamente de esa verdad a la conclusión de que el realismo de
posibles es falso. Estaría bien que hubiese una expresión de cuantificación,
digamos ‘hay …’, firmemente reservada para el uso no restringido y otra,
digamos ‘actualmente hay …’, firmemente reservada para el uso restringido.
Desafortunadamente, incluso estas dos expresiones de cuantificación pue-
158 den usarse en cualquier modo; y así uno puede indecisamente pasar de una
equivocidad a otra. De todas formas hay dos usos (a menos que el realismo
de mundos posibles sea falso, lo que está aún por demostrar) y sólo tenemos
que tenerlos presentes para ver que el argumento es falaz.
Podría pensarse que el realismo de mundos posibles es inverosímil por
razones de parsimonia, aunque esto no sería argumento decisivo en su con-
tra. Sin embargo, hay que distinguir dos clases de parsimonia: cualitativa
y cuantitativa. Una doctrina es cualitativamente parsimoniosa si mantiene
a la baja el número de clases fundamentalmente diferentes de entidad: si
postula sólo conjuntos en vez de conjuntos y números sin reducir, o sólo
partículas en vez de partículas y campos, o sólo cuerpos o sólo espíritus en
vez de cuerpos y espíritus. Una doctrina es cuantitativamente parsimoniosa
si mantiene a la baja el número de instancias de las clases que postula; si
postula 1029 electrones en vez de 1037, o sólo espíritus para las personas en
vez de espíritus para todos los animales. Me adhiero al enfoque general
de que la parsimonia cualitativa es buena para las hipótesis filosóficas o
empíricas; pero no acepto ninguna presuposición a favor de la parsimonia
cuantitativa. Mi realismo de mundos posibles es sólo cuantitativamente, no
cualitativamente, no parsimonioso. Ya crees en el mundo actual. Te pido que
traducciones
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praxis filosófica