Libro_Labio_Sediento_Poesia_de_Jose_G_Al
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Poesía
JOSÉ G. ALCARAZ
Edición, estudio preliminar y notas
Ada Aurora Sánchez
LABIO SEDIENTO
POESÍA
12
BIBLIOTECA COLIMA
Universidad de Colima
Consejo Editorial
JOSÉ G. ALCARAZ
ISBN: 978-607-8814-05-3
Registro: LI-003-21
Recibido: Abril de 2021
Publicado: Octubre de 2021
AGRADECIMIENTOS
7
ESTUDIO PRELIMINAR
1
Elisa Speckman Guerra, “El Porfiriato”, en Nueva historia mínima de México, México, Colegio de Méxi-
co, 2014 (9ª reimp.).
9
10 José G. Alcaraz
2
Entrevistas de la autora de estas líneas con Rosa María Alcaraz Medina, sobrina del poeta, Colima, Co-
lima, 24 y 30 diciembre de 2017. Rosa María Alcaraz, hija de Ramón Alcaraz, nació en 1940, y es quien
posee el álbum personal del poeta.
3
A cien años de la inauguración del ferrocarril a Manzanillo [edición facsimilar], Jalisco, Instituto de Ad-
ministración Pública de Jalisco y sus Municipios, A. C., Archivo Histórico del Municipio de Colima,
Archivo Histórico del Municipio de Zapotlán el Grande, Jalisco, 2008 [1908], s. p.
4
Véase Servando Ortoll, Artífices y avatares: lo que reveló el caso de Tepames, Colima (1909-1914), Guada-
lajara, Archivo Histórico del Municipio de Colima, 2015.
Labio Sediento. Poesía 11
neficio de la gente que dejaba atrás las lámparas de aceite de coco o de petróleo
con que iluminaba sus calurosas noches en el trópico.5 En esta modernidad
que abría los ojos a la luz eléctrica y, en el marco del inminente estallido de la
Revolución mexicana, nace, pues, José G. Alcaraz, un niño al que “recibe” el
último gobernador porfirista, Enrique O. de la Madrid, y al que le sucedería,
ya en los tiempos de la Revolución, un político-poeta de versos paisajistas:
Miguel García Topete.
El olor de la pólvora, del descontento social, estaba en el aire; también
el silbido del novedoso tren. La capital colimense iluminaba su nocturno ros-
tro para dar paso, años más tarde, a la proyección de películas sonorizadas
que alentaban sueños de grandeza artística entre los jóvenes. La ilusión de un
tiempo nuevo surgía y, a la vez, el presagio de la tragedia que solía acompañar,
con frecuencia, todos los grandes cambios.
Las líneas anteriores, aunque breves, han sido clave para rescatar más
datos del poeta a través de archivos históricos, hemerográficos, y entrevistas a
familiares y personas que conocieron, siendo niños, al joven escritor o, median-
te terceros, tuvieron acceso a información privilegiada con respecto al poeta.
De extracción humilde, es muy posible que G. Alcaraz asistiera en la
ciudad de Colima al Colegio San Luis Gonzaga, conocido después como Es-
cuela Morelos, que había sido fundado por el gobernador constitucionalista
5
Francisco Hernández Espinosa, “El antiguo alumbrado de la ciudad de Colima”, en El Colima de ayer,
Colima, Universidad de Colima, 2009 (4ª. edición), pp. 206-214.
6
Debe ser Agustín Santa Cruz Martínez.
7
Rigoberto López Rivera, Antología poética colimense, Colima, Universidad de Colima, Ayuntamiento
Constitucional de Colima, 1991, p. 41.
12 José G. Alcaraz
Juan José Ríos en apoyo a los niños de escasos recursos de la ciudad de Colima.
A esta escuela asistió Juan Macedo López, también de origen humilde y amigo
íntimo de José, a quien debemos la remembranza infantil de aquella escuela
en cuyo arco de la entrada se leía “Morir es nada, cuando por la patria…”:
Edificio de pilares de cantera rosada y arcos de medio punto; en el
patio, una palmera mustia. […] Una escuela que hierve en el verano y
se torna polar en el invierno, melancólica, sombría, que dirige don José
Bazán, maestro de toda verdad.8
8
Juan Macedo López, “Laudanza de mi ciudad”, en Laudanzas a Sinaloa y a Colima, México, D, F., Talle-
res de Imprenta Venecia, 1984, p. 134.
9
Véase Circular, Escuela Normal del Estado, no. 1889, pos. 29, caja 61, Archivo Histórico de la Direc-
ción de Educación Pública, Secretaría de Educación de Colima.
10
Nació en Tecalitlán, Jal., en 1876, y murió en Colima, en 1954. Fue profesor, periodista, estudioso de la
filología, creador del inicial Museo Regional de Historia de Colima. Autor de Breves notas sobre geografía
comercial, agrícola e industrial del estado de Colima, Arqueología e historia antigua de Colima y Riqueza y
primor de la arqueología colimense. Ejerció el magisterio por más de cincuenta años (véase Ricardo Rome-
ro Aceves, Colima. Ensayo enciclopédico, México, Costa-Amic, 1984, p. 85).
11
Santiago G. Barbosa también fue director general de Educación. Nació en Pihuamo, Jalisco, aunque
todos sus estudios los realizó en Colima. Fue poeta. De 1917 a 1935 impartió clases en la Escuela Nor-
mal y Preparatoria. Dirigió la revista Colima cultural (Véase Ricardo Romero Aceves, Colima. Ensayo
enciclopédico, op. cit., p. 54.)
12
Nació en Alsacia, Francia, en 1858. Llegó a la ciudad de Colima, procedente de San Francisco, Ca-
lifornia, en 1880. Fundó y dirigió la Orquesta La lira colimense en 1883, que dejó de existir, con tal
nombre, en 1905, aunque la agrupación siguió ofreciendo conciertos en la Plaza de armas, hasta 1925.
Fue profesor de idiomas en el Liceo de Varones y en la Escuela Preparatoria y Normal. Murió en Colima,
Colima, el 9 de enero de 1931.
Labio Sediento. Poesía 13
13
Juan Macedo López, Laudanzas a Sinaloa y a Colima, op. cit., pp. 141-142.
14
Véase Gregorio Macedo López. “Los niños en las escuelas”, en Colima y el mundo. El ayer reciente (1917-
1959), Colima, Universidad de Colima, 2007, pp. 52-54.
15
Ada Aurora Sánchez, “La literatura colimense en los años treinta: crónica de una pasión insobornable”, en
Marina Saravia, Gloria Vergara, Ada Aurora Sánchez, Discursos de ingreso, Colima, Gobierno del Estado de
Colima, Secretaría de Cultura, Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Colima, 2017, pp. 91-120.
14 José G. Alcaraz
Ellos dos, más Juan Macedo López, formaron un trío particularmente activo
en las páginas del periódico Ecos de la Costa, en sus primeros años de vida;
Carlos y Felipe Sevilla del Río, así como María del Refugio Morales, también
fueron parte de los poetas más apreciados que dieron a conocer su trabajo en
las páginas de aquel semanario.
Ricardo Romero Aceves asienta que José escribió más de un centenar
de poemas y se vinculó a Ecos de la Costa, desde su creación, en calidad de jefe
de redacción y colaborador de la sección de Teatros y cines.16 Y aunque no ha
sido posible recuperar ese poco más de centenar de poemas de los que habla
Romero Aceves (en este libro se recogen cincuenta y uno), el dato del histo-
riador, contemporáneo a G. Alcaraz, es útil para dimensionar la constancia y
dedicación del joven escritor.
A principios de los años treinta del siglo XX existía en Colima una cier-
ta actividad cultural alentada por la Sociedad de Aficionados del Arte (SADA)
y el Ateneo Colimense, dirigidos por el galeno y humanista Miguel Galindo
Velasco,17 la Sociedad “Manuel M. Flores”, y la Unión Mutualista de Artesa-
nos, que celebraban con frecuencia veladas artísticas en el Teatro Hidalgo de
la ciudad de Colima, bautizado antiguamente como Teatro Santa Cruz, en
honor al gobernador Francisco Santa Cruz y Escobosa, bisabuelo del poeta
y narrador Agustín Santa Cruz. En el Teatro Rialto se proyectaban películas
con los actores Gary Cooper, Rodolfo Valentino, Pola Negri y Thelma Todd,
entre otros famosos de los años veinte y treinta. La Orquesta Típica Municipal
ofrecía sus serenatas en las plazas públicas, mientras que algunas compañías ar-
tísticas extranjeras, procedentes de San Francisco a través del puerto de Man-
zanillo, brindaban sus actuaciones en el propio Teatro Santa Cruz.
Don Andrés García, director del periódico Ecos de la Costa y dueño a
su vez de la librería y papelería El Importador, en la década de los treinta hacía
circular entre sus clientes habituales parte de los libros que dieron sustento al
imaginario literario de la generación de G. Alcaraz: Lascas, de Salvador Díaz
Mirón, La amada inmóvil y Perlas negras, de Amado Nervo, Santa, de Fede-
rico Gamboa, El crimen del padre Amaro, de Eca de Queiroz, Los miserables
(2 tomos), de Víctor Hugo, y Sangre y arena, de Blasco Ibáñez, por 1.75 o
2.00 pesos cada ejemplar.18 De alguna manera, don Andrés García fungió
16
Ricardo Romero Aceves, Hombres y cronología, México, Costa-Amic, 1973.
17
Véase Cristóbal Rodríguez Garay, Miguel Galindo. Andanzas de un galeno, Colima, Gobierno del Estado
de Colima, Secretaría de Cultura, 2007.
18
Véase anuncio de la papelería y librería El Importador en Ecos de la Costa año II, no. 115 (5 de enero de
1930), p. 4.
Labio Sediento. Poesía 15
19
Salvador Díaz Mirón, “¿Qué es la poesía?”, en Juan Domingo Argüelles (selección, prólogo y notas),
Antología esencial de la poesía mexicana. Cien poetas de los siglos XV al XXI, México, Océano (Col. Hotel
de letras), 2017, p. 90.
20
Un recorte de esta publicación se encontró en el álbum del poeta, aunque, lamentablemente, no alcanza
a identificarse el nombre completo del medio.
21
Véase S. f., “Claridad aparecerá el 1º. del entrante”, en Ecos de la Costa año IV, no. 211 (22 de octubre
de 1931), p. 3.
22
Entrevista de la autora de estas líneas con el profesor José Arcadio Vázquez, Colima, Col., 15 de mayo
de 2011. La entrevista con el profesor José Arcadio se llevó a cabo cuando este tenía 91 años de edad y
recordaba con lucidez haber conocido a los diez años a G. Alcaraz, que entonces era profesor de uno de
sus hermanos mayores en Comala, Colima.
16 José G. Alcaraz
y corbata, acentúa su elegancia con una rosa de color blanco en la solapa y con
un pañuelo de seda, en el bolsillo izquierdo, a la altura del corazón.
G. Alcaraz destacó como poeta, periodista y declamador. Ejerció, desde
muy joven, el trabajo periodístico, ya en el campo de la reseña, el artículo o el
editorial. Las páginas de Ecos de la Costa lo formaron en la prosa rápida, pero
también le otorgaron un espacio para compartir una poesía de íntimos tonos,
casi siempre del lado doliente de la existencia, como veremos a continuación.
23
José G. Alcaraz, “El día que te mueras”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el
álbum del poeta, propiedad de Rosa María Alcaraz Medina. // En esta edición, p. 37.
24
Los acervos hemerográficos del periódico Ecos de la Costa, en el Archivo Histórico de la Universidad de
Colima, no cuentan con los tomos de los dos primeros años del periódico, como tampoco de todos los
meses del rotativo en los años subsecuentes. No obstante, constituye el mejor acervo —en todo el país—
en cuanto al decano de la prensa en Colima. Es probable que el poema “El día que te mueras” se hubiese
publicado en 1928, poco después de que ingresa G. Alcaraz al periódico Ecos de la Costa.
Labio Sediento. Poesía 17
Acerca del amor herido, nostálgico, el poeta canta casi siempre, sin
apartarse de una sombra que atrae la imaginación funesta o el previsible rom-
pimiento de la ilusión. Es un poeta escéptico, desencantado, de alma ator-
mentada. Para José, el amor se revela solo cercano a la perfección en la infan-
cia, porque se halla puro, intocado por la amargura o el recelo:
Cuando tuve un amor de gracias infantiles,
sin rubores, sin mentiras, sin regaños,
no hubo en el calendario sino abriles
exentos de perfidias y de engaños.27
25
El seudónimo de Bizantino Roger acaso surge inspirado en la figura de Roger de Flor, comandante de las
compañías de almogávares de la Corona de Aragón, que derrotó un ejército de 30,000 turcos y, en pago,
recibió un feudo de grandes territorios bizantinos en Asia Menor. Tirante el Blanco, de Joanot Martorell,
recupera la figura histórica de Roger de Flor.
26
Bizantino Roger, “Yo hice versos”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum
del poeta, propiedad de Rosa María Alcaraz Medina. // En esta edición, p. 40.
27
José G. Alcaraz, “Párvulo amor”, en Ecos de la Costa, año III, no. 135 (8 de junio de 1930), p. 3. // En
esta edición, p. 56.
18 José G. Alcaraz
El amor juvenil, el que vive la voz lírica, se cubre de dolor, de una hi-
persensibilidad agónica. El amante desea pero no alcanza; incompleto, roto,
nunca se funde con sus ideales. La voz lírica espera con impaciencia, anhela
desde “una sed extraña e insaciable” algo que no llega; es una sed amorosa y
metafísica, como se revela en “Labio sediento”:
Hay un frágil anhelo indescifrable
en el vuelo impreciso de mi vida;
es una sed extraña e insaciable,
que llevo en mis entrañas escondida.
28
José G. Alcaraz, “Labio sediento”, en Ecos de la Costa, año III, no. 135 (8 de junio de 1930), p. 3. // En
esta edición, p. 55.
29
Hans Biedermann, Diccionario de símbolos, Juan Godo Costa (trad.), Barcelona, Paidós Ibérica, 1993, p. 68.
Labio Sediento. Poesía 19
Tu risa es acordeón
que canta un blues o un tap,
y en tus pantorrillas regias
las medias de chiffón
las elimina el lúbrico desear.32
30
José G. Alcaraz, “Mi vida”, en Ecos de la Costa, año III, no. 131 (5 de mayo de 1930), p. 5. // En esta
edición, p. 38.
31
José G. Alcaraz, “Manos”, recorte del Boletín oficial de la [ilegible], año X, no. 2, [sin fecha], p. 46, en el
álbum del poeta, propiedad de Rosa María Alcaraz Medina. // En esta edición, p. 50.
32
José G. Alcaraz, “Muchacha moderna”, en El Informador, año XVI, no. 6716 (30 de julio de 1933), p.
2. // En esta edición, p. 67.
20 José G. Alcaraz
33
Con respecto a la literatura colimense del siglo XIX, véase Rogelio Guedea, Antología poética colimense
del siglo XIX, Colima, Universidad de Colima, 2001.
Labio Sediento. Poesía 21
que yo no percibo.
El paisaje existe
(lo dice la gente)
jocundo y vivaz…
Yo voy por la senda
como un muerto vivo;
con el alma triste,
nublada la frente
por dolor tenaz…34
34
José G. Alcaraz, “Spleen”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum del
poeta, propiedad de Rosa María Alcaraz Medina. // En esta edición, p. 77.
35
José G. Alcaraz, “Amiga mía”, en El informador, año XVI, no. 5660 (4 de junio de 1933), p. 2. //. En
esta edición, p. 82.
36
Véase José Mariano Leyva, Perversos y pesimistas. Los escritores decadentes mexicanos en el nacimiento de la
modernidad, México, Tusquets, 2013, p. 18.
37
Los poemas “Ofrenda” y “Acuarela”, del propio G. Alcaraz, coinciden también, a guisa de homenaje, con
títulos de versos del poeta cubano. Véase Julián del Casal, Páginas de vida. Poesía y prosa, Ángel Augier
(Comp. y prólogo), Caracas, Fundación Biblioteca Ayacucho, 2007.
22 José G. Alcaraz
38
Bizantino Roger, “Hórridum somnium”, en Ecos de la Costa, año III, no. 143 (3 de agosto de 1930), p.
3. // En esta edición, p. 84.
39
José G. Alcaraz, “Vida”, en Ecos de la Costa, año III, no. 118 (26 de enero de 1930), p. 3. // En esta
edición, p. 87.
40
José G. Alcaraz, “Ashaverus”, recorte de la revista Cráter, sin fecha, ni página, en el álbum del poeta,
propiedad de Rosa María Alcaraz Medina. // En esta edición, p. 102.
Labio Sediento. Poesía 23
41
Balbino Dávalos (1866-1951), el poeta colimense más importante del siglo XIX y figura clave en el
modernismo mexicano en virtud de su poesía, traducciones de autores europeos de la época, trabajo
filológico y colaboraciones en la Revista Azul, Revista Moderna y El Mundo Ilustrado, dio a conocer una
de las “primeras flores del invernadero decadentista” —como asienta el periódico El País, de la ciudad de
México— con su poema “Preludio”, publicado en el mismo rotativo el 8 de enero de 1893. Véase Ana
Laura Zavala Díaz, De asfódelos y otras flores del mal mexicanas. Reflexiones sobre el cuento modernista de
tendencia decadente (1893-1903), México, UNAM, 2012.
42
José G. Alcaraz, “Flagelo íntimo”, en Ecos de la Costa, año III, no. 135 (8 de junio de 1930), p. 3. // En
esta edición, p. 92.
24 José G. Alcaraz
43
José G. Alcaraz, “Mariachi sentimental”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el
álbum del poeta, propiedad de Rosa María Alcaraz Medina. // En esta edición, p. 109.
44
José G. Alcaraz, “El sembrador”, en Ecos de la Costa, año IV, no. 193 (19 de julio de 1931), p. 5. // En
esta edición, p. 114.
Labio Sediento. Poesía 25
textos: “Domingo”, “Cruces”, “La lluvia”, “El camino” y “El caserío”. Estas
prosas poéticas se caracterizan por su delicadeza e innegable valor artístico.45
Son estampas ceñidas por la afectividad, que escapan a tiempo de la cursilería
o el simple elogio al terruño. Dentro de la cronología poética de G. Alcaraz,
corresponden a 1929, lo que significa que, al lado de los poemas metafísicos o
dolientes, el poeta expresa su sensibilidad desde otros aires:
Se insinúa en el ambiente claro un olor sabroso a barro
nuevo. El suelo se empapa de gotitas menudas, platica-
doras y efímeras.
En las aradas tierras, las gotas se hunden y se transfor-
man en aliento casi humano. Poco a poco va subiendo
un hálito que acaricia el rostro del campesino sembra-
dor. Este vaho caliente se torna pronto un dulce frescor
de cántaro mojado.
El campo inútil del eriazo bebe las gotas de lluvia y
añora la semilla lejana…
La contemplación del paisaje nos hace observar el sepe-
lio de las gotas en las entrañas de la tierra. Los respon-
sos eléctricos se cantan en las catedrales de nubes y solo
llega a nosotros la sordina del trueno.46
45
A manera de breves artículos poéticos sobre el indio y el campesino, G. Alcaraz publica, asimismo, varias
colaboraciones dentro de la columna Corazón campesino en Ecos de la Costa, entre 1929 y 1930.
46
José G. Alcaraz, “Lluvia”, en Ecos de la Costa, año IV, no. 193 (19 de julio de 1931), p. 5. // En esta
edición, p. 119.
47
Torres Quintero publica por primera vez, en 1931, Cuentos colimotes, aunque ya había dado a conocer
algunos de sus cuentos en publicaciones periodísticas capitalinas como El Renacimiento, segunda época.
En Cuentos colimotes recupera cuentos, leyendas y otros relatos de la tradición oral colimense resaltando
descripciones paisajistas y elementos del folklor regional. Véase Gregorio Torres Quintero, Cuentos co-
limotes, Colima, Gobierno del Estado de Colima, Secretaría de Cultura, Secretaría de Educación, 1998
(Col. Volcán de Letras).
26 José G. Alcaraz
critos que dejó, por las correcciones que realiza a mano sobre algunos recortes
de sus publicaciones, suponemos que, no conforme con las versiones que sa-
lieron a la luz, busca perfeccionarlas o, acaso, enmendar errores involuntarios
del periódico en que publica. Del poeta, un solo texto se recupera escrito de
puño y letra: “Mariachi sentimental” (1929). En este, la letra manuscrita, fina
y estilizada, revela la elegancia de su artífice.
Dentro de la producción poética aún no localizada de G. Alcaraz, es
posible que se hallen más textos escritos en “apoyo” a la labor docente, como lo
son “Fantasía del recuerdo” y “Guijas y estrellas”, publicados en la revista Cla-
ridad. La hipótesis es plausible porque el poeta se distinguió por su magisterio
y su activismo al pertenecer al Centro de Cooperación Pedagógica Federal Co-
limense.48 El subtema de lo patriótico, unido a esta tercera vertiente, apenas se
dibuja en algunos textos en prosa49 y en el poema “Anáhuac”, fechado el 15 de
septiembre de 1926, en el que de forma explícita se aluden los versos de exalta-
ción hispanista de “Águilas y leones”, de Amado Nervo, el poeta mexicano más
popular de principios del siglo XX, que arrancó suspiros de las multitudes, y, al
final, no escapó a la tragedia, como sucedió con José G. Alcaraz.
48
En 1931, G. Alcaraz asistió al Primer Congreso Pedagógico Socialista, que se realizó en la ciudad de
Colima, y a un congreso docente a la ciudad de Zacatecas, Zacatecas.
49
Véase “El grito de Independencia”, en Ecos de la Costa, año III, sin número (14 de septiembre de 1930),
p. 1., y el texto póstumo “La epopeya de las águilas”, Ecos de la Costa, época II, año XIII, no. 293 (5 de
mayo de 1940), p. 1.
50
Entrevista inédita a Ma. del Refugio Valencia Salazar, de 84 años, por parte del cronista Rubén Jaime
Valencia Salazar, Comala, Colima, 14 de abril de 2006.
51
Véase S. f., “Proditorio asesinato”, Ecos de la Costa, año VI, no. 324 (15 de octubre de 1933), p. 1.
Labio Sediento. Poesía 27
celebraban un baile muchos de los amigos del poeta. Por ironías del destino,
un año antes, para ser precisos el 4 de octubre de 1932, había fallecido Carlos
Sevilla del Río, otro apreciado normalista y camarada literario de José.52
G. Alcaraz, cuando muere, tenía una novia egresada de la Normal; una
novia que le guardó luto estricto durante tres años y le llevó flores al cemen-
terio todos los días.53 A esta novia, casi prometida, le dedicó una foto en que
aparece, vestido formalmente, con su pelo chino, alborotado por el viento, y
una leve sonrisa. La dedicatoria apuntaba: “Para mi Lupe, que tomó esta foto-
grafía junto al mar.” Fechada en Colima, el 10 de mayo de 1933, la fotografía
incluía la firma del poeta.
Trágico en su poesía, trágico en su vida, al poeta veinteañero la muerte
le asalta, silenciosa, aunque presentida. Escribe a su amigo Carlos Sevilla del
Río estos versos, como si en ellos se adelantara a hablar de sí mismo:
52
El escritor Agustín Santa Cruz morirá, también muy joven, al tratar de ganarle el paso a un tren en He-
ber, California. Véase Ada Aurora Sánchez y Marco Jáuregui, Terrena Cruz. Vida y obra de Agustín Santa
Cruz, Colima, Universidad de Colima, Instituto Colimense de Cultura, 1998.
53
Entrevistas de la autora de estas líneas a Rosa María Alcaraz Medina y Ma. Dolores Márquez Amezcua,
Colima, Col., 24 y 30 de diciembre de 2017.
54
José G. Alcaraz, “En la mano que es causa…”, en Ecos de la Costa, época II, año VII, no. 3 (3 de octubre
de 1934), p. 2. // En esta edición, p. 98.
28 José G. Alcaraz
55
Con excepción del poema “Ese arcano que es una incógnita”, que le dedica José S. Benítez a G. Alcaraz y
se publica en la revista El Costeño, año I, no. 6 (21 de agosto de 1936), pp. 26 y 27, el resto de los textos
en torno a G. Alcaraz se dieron a conocer en Ecos de la Costa entre 1933 y 1952. Cabe mencionar que,
en algunas ocasiones, la forma de mantener viva la memoria del poeta fue, simplemente, publicando de
nuevo algunos de sus versos conocidos con anterioridad en páginas periodísticas.
Labio Sediento. Poesía 29
BIBLIOHEMEROGRAFÍA
A cien años de la inauguración del ferrocarril a Manzanillo [edición facsimilar], Jalisco, Ins-
tituto de Administración Pública de Jalisco y sus Municipios, A. C., Archivo His-
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Biedermann, Hans, Diccionario de símbolos, Juan Godo Costa (trad.), Paidós Ibérica, Bar-
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y notas), Antología esencial de la poesía mexicana. Cien poetas de los siglos XV al XXI,
México, Océano (Col. Hotel de letras), 2017, p. 90.
G. Alcaraz, José, “Amiga mía”, en El informador, año XVI, no. 5660 (4 de junio de 1933),
p. 2.
------, “Ashaverus”, recorte de la revista Cráter, sin fecha, ni página, en el álbum del poeta,
propiedad de Rosa María Alcaraz Medina.
-----, “El día que te mueras”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el
álbum del poeta, propiedad de Rosa María Alcaraz Medina.
-----, “El grito de Independencia”, en Ecos de la Costa, año III, sin número, 14 de
de septiembre de 1930), p.1.
-----, “El sembrador”, en Ecos de la Costa, año IV, no. 193 (19 de julio de 1931), p. 5.
-----, “Flagelo íntimo”, en Ecos de la Costa, año III, no. 135 (8 de junio de 1930), p. 3.
-----, “Labio sediento”, en Ecos de la Costa, año III, no. 135 (8 de junio de 1930), p. 3.
-----, “En la mano que es causa…”, en Ecos de la Costa, época II, año VII, no. 3 (3 de
octubre de 1934), p. 2.
-----, “La epopeya de las águilas”, en Ecos de la Costa, época II, año XIII, no. 293 (5 de mayo
de 1940), p. 1.
-----, “Lluvia”, en Ecos de la Costa, Colima, año II, no. 101 (29 de septiembre de 1929), p. 3.
-----, “Manos”, recorte del Boletín oficial de la [ilegible], año X, no. 2, [sin fecha], p. 46, en
el álbum del poeta, propiedad de Rosa María Alcaraz Medina.
-----, “Mariachi sentimental”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en
el álbum del poeta, propiedad de Rosa María Alcaraz Medina.
-----, “Mi vida”, en Ecos de la Costa, año III, no. 131 (5 de mayo de 1930), p. 5. //
------, “Muchacha ultramoderna”, en El Informador, año XVI, no. 6716 (30 de julio de
1933), p. 2.
-----, “Párvulo amor”, Ecos de la Costa, año III, no. 135 (8 de junio de 1930), p. 3.
-----, “Spleen”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum del
poeta, propiedad de Rosa María Alcaraz Medina.
------, “Vida”, en Ecos de la Costa, año III, no. 118 (26 de enero de 1930), p. 3.
Guedea, Rogelio (prol. y selec.), Los decimonónicos: Antología poética colimense del siglo XIX,
Colima, Universidad de Colima, 2001.
30 José G. Alcaraz
ENTREVISTAS
Entrevistas a Ma. Dolores Márquez Amezcua, Colima, Col., 24 y 30 de diciembre
de 2017.
Entrevista a José Arcadio Vázquez, Colima, Col., 15 de mayo de 2011.
Entrevista a Ma. del Refugio Valencia Salazar, por parte de Rubén Jaime Valencia
Salazar, Comala, Col., 14 de abril de 2006.
Entrevistas a Rosa María Alcaraz Medina, Colima, Col., 24 y 30 diciembre de 2017.
NOTA EDITORIAL
31
32 José G. Alcaraz
poético. De los más de cien poemas que Ricardo Romero Aceves afirma que
escribió G. Alcaraz, solo ha sido posible recuperar cincuenta y uno. Desde esta
perspectiva, estamos frente a poco menos de la mitad de la obra de un poeta
talentoso, muerto cuando comenzaba a dar el salto a una poesía más libre y
de más arriesgados versos, (véanse “Muchacha moderna” y “Mientras llueve”).
El aporte de este libro es, precisamente, la recuperación de una obra
dispersa de la que se desconocía casi todo, salvo cuatro poemas que recoge
Rigoberto López Rivera en su Antología de la poesía colimense.
Como ya se ha mencionado en el Estudio preliminar, G. Alcaraz pu-
blicó la mayor parte de sus versos con su nombre, con sus iniciales o con el
seudónimo Bizantino Roger, descubierto gracias a los recortes periodísticos y
anotaciones del poeta en su álbum personal.
Los poemas de Labio sediento se presentan en tres secciones, conforme
a las tres vetas temáticas principales de José G. Alcaraz: el amor, la muerte y la
vida campesina. Los títulos de las secciones corresponden a títulos de poemas
del escritor colimense y, en el interior de cada sección, los poemas se leen
cronológicamente según su fecha de escritura. Las secciones se denominan: Yo
hice versos, Flagelo íntimo y Los labios del monte. Aunque G. Alcaraz escribió
artículos periodísticos y breves ensayos, hemos dejado fuera estas colaboracio-
nes para concentrarnos única y exclusivamente en su poesía. La prosa poética,
en cambio, sí ha sido considerada en el tercer apartado de este libro.
Ante diversos testimonios o publicaciones de un poema, se optó por
la versión dada a conocer en vida por el poeta, a no ser que la ilegibilidad del
material impidiera proceder de tal forma. En el caso de distinguir dos publica-
ciones de un mismo poema con la variante de la extensión, se optó por tomar
en cuenta la más extensa. Cuando el poeta, sobre un recorte procedió a hacer
correcciones a mano, se incorporaron estas en la versión que se comparte con
los lectores.
El tipo de edición que se llevó a cabo con la poesía de José G. Alcaraz es
la que se conoce como “semidiplomática”, es decir, aquella en la que se permi-
te la modernización del uso de mayúsculas, acentuación y puntuación. En este
sentido, se procedió sobre la base de respetar al máximo el texto o testimonio
recuperado, pero actualizando su presentación conforme a las normas vigentes
de ortografía.
Para hacer más legible esta edición, se uniformó el uso de puntos sus-
pensivos, sangrías, la forma de registrar lugar y fecha de publicación de cada
poema y se desataron abreviaturas. Asimismo, se corrigieron evidentes errores
ortotipográficos y se repuso algún signo de puntuación faltante.
Labio Sediento. Poesía 33
Las formas arcaicas del español, como so (bajo, debajo de) y do (donde),
así como los diversos cultismos en los poemas de G. Alcaraz, desde luego que
se mantuvieron tal cual las emplea el poeta.
Las notas a pie de página responden en primer término a la identifica-
ción de la fuente de donde se toma el texto que se presenta. Si el texto tiene
variantes, se registran a continuación, después de una pleca, y se explican las
diferencias. De igual modo, se documentan distintas ediciones de un mismo
texto. En el caso de que el poeta no haya firmado sus versos como José G.
Alcaraz, se hace la aclaración respectiva; de lo contrario, se sobreentiende que
lo hizo de la manera más habitual: como José G. Alcaraz. De ser necesario, se
incluye una nota más con respecto a datos de contexto que resultan útiles para
comprender el poema o identificar elementos clave paratextuales que ofrecían
los periódicos donde llegó a publicar José G. Alcaraz; por ejemplo, breves
apuntes de presentación al poeta o notas aclaratorias sobre los poemas.
La edición de Labio sediento espera ser del interés del lector en general,
pero también del especializado, que podrá promover nuevos abordajes críticos
acerca de José G. Alcaraz, escritor y periodista talentoso, muestra de una mo-
vilización literaria colimense de los años veinte y treinta del siglo pasado cuyos
ecos son testimonio de una época y estética por demás sugerentes.
YO HICE VERSOS
EL DÍA QUE TE MUERAS…*
*“El día que te mueras”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum del poeta,
propiedad de Rosa María Alcaraz Medina. // El poema especifica que se trata de un texto inédito para Ecos
de la Costa. El joven escritor tiene apenas quince años, y vive con intensidad el amor y el miedo a la muerte.
37
38 José G. Alcaraz
MI VIDA*
*“Mi vida”, en Ecos de la Costa, año III, no. 131 (5 de mayo de 1930), p. 5. // El poeta tiene dieciocho años
cuando escribe este poema de ecos modernistas, aunque lo publicará hasta dos años después.
Labio Sediento. Poesía 39
VESPERTINA*
Ya mi mente devana
los haces de colores que finge la ventana
de mi balcón abierto,
¡ay! el campo está desierto
como un corazón hermano de las cosas arcanas.
YO HICE VERSOS*
*“Yo hice versos”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum del poeta, propie-
dad de Rosa María Alcaraz Medina. // El poema está firmado por Bizantino Roger, seudónimo de José G.
Alcaraz, y aparece enmarcado en la sección denominada Literaria.
Labio Sediento. Poesía 43
OFRENDA*
A mi madre
*“Ofrenda”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum del poeta, propiedad de
Rosa María Alcaraz Medina. // El mismo poema se identifica en una segunda publicación, cuyo recorte, sin
mayores datos de identificación, también se encuentra en el álbum del poeta. Probablemente se trata de la
revista magisterial Claridad. En ambos recortes el texto aparece firmado por José G. Alcaraz y acaso fue pu-
blicado en 1928, considerando la alusión a los dieciocho años del poeta en el propio texto. // “Ofrenda” se
publicó como colaboración especial para Ecos de la Costa y se titula de igual forma que un poema de Julián del
Casal. Aunque de título idéntico, el poema de G. Alcaraz, sin embargo, dista de parecerse al del bardo cubano.
Labio Sediento. Poesía 45
AMOR
(A SOLAS CON MI ALMA)*
*“Amor (A solas con mi alma)”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum del
poeta, propiedad de Rosa María Alcaraz Medina. // El texto aparece firmado por J. G. Alcaraz.
48 José G. Alcaraz
BÉSAME*
Si vieras mi niña
te beso en los ojos y miro
que el labio se anida
cual pájaro implume
en su nido…
*“Bésame”, en Ecos de la Costa (año III, no. 135, 8 de junio de 1930), p. 3. // Este poema aparece junto con
“Párvulo amor”, “Flagelo íntimo” y “Labio sediento”. // Un recorte de prensa de Ecos de la Costa, sin fecha
ni página, se localiza en el álbum del poeta, propiedad de Rosa María Alcaraz Medina.
Labio Sediento. Poesía 49
CARAVANA*
*“Caravana”, recorte del periódico Ecos de la Costa (Colima), sin fecha ni página, en el álbum del poeta, propie-
dad de Rosa María Alcaraz Medina. // El poema, de espíritu decadentista, incluye formas arcaicas del español.
50 José G. Alcaraz
MANOS*
*“Manos”, recorte del Boletín oficial de la [ilegible], año X, no. 2, [sin fecha], p. 46, en el álbum del poeta,
propiedad de Rosa María Alcaraz Medina. // Nellie Campobello (1900-1986) publica en 1937 Las manos
de mamá, novela de la Revolución mexicana, bajo la imagen, precisamente, de las manos de la madre.
52 José G. Alcaraz
CANCIÓN VERNAL*
A la que ha de venir
*“Canción vernal”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum del poeta, pro-
piedad de Rosa María Alcaraz Medina. // Los versos que cita G. Alcaraz del poeta e hispanista venezolano
Rufino Blanco Fombona (1874-1944) pertenecen al poema “A la que ha de venir”, incluido en el libro
Cancionero del amor infeliz, de 1918.
Labio Sediento. Poesía 55
LABIO SEDIENTO*
*“Labio sediento”, en Ecos de la Costa, año III, no. 135 (8 de junio de 1930), p. 3. // El poema se publicó
el mismo día junto con “Bésame”, “Flagelo íntimo” y “Párvulo amor”. En ocasión del deceso del poeta,
ocurrido el 10 de octubre de 1933, Ecos de la Costa, año VI, no. 325 (22 de octubre de 1933), p. 4., publicó
de nuevo el texto, sin variaciones. “Labio sediento” se incluye en Rigoberto López Rivera, Antología poética
colimense, Colima, Universidad de Colima, Ayuntamiento Constitucional de Colima, 1991 [1965], p. 44.
56 José G. Alcaraz
PÁRVULO AMOR*
*“Párvulo amor”, en Ecos de la Costa, año III, no. 135 (8 de junio de 1930), p. 3. // Este poema se publica
junto con “Bésame”, “Flagelo íntimo” y “Labio sediento”. // Un recorte de prensa, sin fecha ni página, se
localiza en el álbum del poeta, propiedad de Rosa María Alcaraz Medina.
Labio Sediento. Poesía 57
*“Fantasía del recuerdo”, recorte de prensa sin datos de identificación en el álbum del poeta, propiedad de
Rosa María Alcaraz Medina. // A juzgar por su diseño y tipografía, el recorte podría corresponder a la revista
Claridad, del ámbito magisterial, fundada en 1931. // El recorte presenta una corrección hecha a mano por G.
Alcaraz (sustituye la palabra “alas” —octava estrofa— por “colas”), misma que fue considerada en esta edición.
Labio Sediento. Poesía 59
GUIJAS Y ESTRELLAS*
Colima, 1931
*“Guijas y estrellas”, recorte de prensa sin datos de identificación en el álbum del poeta, propiedad de Rosa
María Alcaraz Medina. // El poema incluye la leyenda “Exclusivo para <<Claridad>>”, revista magisterial
fundada por el propio G. Alcaraz. // El estilo del poema es un tanto infantil y didáctico.
60 José G. Alcaraz
*“Este mi mal de amores”, en Ecos de la Costa, año IV, no. 220 (22 de noviembre de 1931), p. 4.
62 José G. Alcaraz
*“Cuando llores a solas por tu amada”, en Ecos de la Costa (Colima, año IV, no. 230, 27 de diciembre de
1931), p. 7. // El poema está dedicado al profesor, narrador y cronista Juan Macedo López (1910-1994),
amigo íntimo del poeta, colaborador también de los años iniciales de Ecos de la Costa y a quien, siendo muy
joven, se le murió su novia adolescente.
64 José G. Alcaraz
ACUARELA*
*“Acuarela”, en Ecos de la Costa, año V, no. 284 (1 de enero de 1933), p. 5. // Las fechas de escritura y
publicación del texto son las mismas, curiosamente.
Labio Sediento. Poesía 65
SUICIDIO*
*“Suicidio”, en Ecos de la Costa, año V, no. 292 (26 de febrero de 1933), p. 5. // El poema se publicó
también en El informador, año XV, no. 5618 (23 de abril de 1933), p. 2, como parte de “Tres sonetos” (los
otros dos son “Estatua” y “Soñando”) y en Rigoberto López Rivera, Antología poética colimense, Colima,
Universidad de Colima, Ayuntamiento Constitucional de Colima, 1991 [1965], p. 43. // No hay variantes
en las distintas publicaciones; el autor firma de igual modo en todos los casos.
66 José G. Alcaraz
SOÑANDO*
*“Soñando”, en Ecos de la Costa, año V, no. 292 (26 de febrero de 1933), p. 5. // El poema se publicó
también en El informador, año XV, no. 5618 (23 de abril de 1933,), p. 2, como parte de “Tres sonetos”
(los otros poemas son “Estatua” y “Suicidio”). // En ambas publicaciones no hay variantes; el autor firma
de igual manera en todos los casos. // Este poema se antologó en Rubén Pérez Anguiano, Esaú Hernández
Vargas y Víctor Uribe Clarín (selección de textos y edición), Del Volcán a la mar II. Capital Americana de
la Cultura 2014, Colima, Conaculta, Gobierno del Estado de Colima, Secretaría de Cultura, 2014, p. 43.
Labio Sediento. Poesía 67
MUCHACHA MODERNA*
Muchacha ultramoderna,
tu ropa
cabe en una copa
de champán,
y tu corazón lo luces pintado
sobre tus labios
que han nacido sabios
para besar.
Tu risa es acordeón
que canta un blues o un tap,
y en tus pantorrillas regias
las medias de chiffón
las elimina el lúbrico desear.
Colima, 1933
*“Muchacha moderna”, en El Informador, año XVI, no. 6716 (30 de julio de 1933), p. 2.
Labio Sediento. Poesía 69
MIENTRAS LLUEVE*
*“Mientras llueve”, en El Informador, año LXI, No. 5793 (15 de octubre de 1933), p. 2. // El mismo texto
apareció, sin variantes, en Ecos de la Costa, año VI, no. 325 (22 de octubre de 1933), p. 4., a pocos días de
la muerte del poeta. // El poema publicado en El Informador se dio a conocer junto con “Caballero de la
fe”, una fotografía del poeta y la siguiente nota: “Prof. José G. Alcaraz, exquisito poeta colimense asesinado
en el pueblo de Comala la noche del 12 [sic] del actual”. [N. E. debió decir 10 del actual].
FLAGELO ÍNTIMO
UN ÁRBOL*
73
74 José G. Alcaraz
*“Un árbol”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum del poeta, propiedad
de Rosa María Alcaraz Medina. // El mismo poema se publicó también con el título de “A un árbol”, en
Rigoberto López Rivera, Antología poética colimense, Colima, Universidad de Colima, Ayuntamiento Cons-
titucional de Colima, 1991 [1965], pp. 41-42.
Labio Sediento. Poesía 75
PLUMAJE PSÍQUICO*
*“Plumaje psíquico”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum del poeta,
propiedad de Rosa María Alcaraz Medina.
Labio Sediento. Poesía 77
SPLEEN*
Nada me distrae
y todo me enfada.
La tapia enflorada
aromas me ofrenda
que yo no percibo.
El paisaje existe
(lo dice la gente)
jocundo y vivaz…
Yo voy por la senda
como un muerto vivo;
con el alma triste,
nublada la frente
por dolor tenaz…
*“Spleen”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum del poeta, propiedad de
Rosa María Alcaraz Medina. // El recorte de la publicación presenta correcciones a mano hechas por el pro-
pio poeta. En la transcripción se han considerado estas correcciones. El poema especifica que se trata de una
colaboración “Para Ecos de la Costa”. // La palabra spleen, nodo semántico del poema, evoca el sentimiento
característico de los poetas decadentistas, que experimentaban angustia vital y cierta mezcla de melancolía,
aburrimiento e insatisfacción.
Labio Sediento. Poesía 79
AÑO NUEVO*
Amada:
La vida pasada,
plétora de caricias,
fue pródiga en dones
y rica en delicias
de dos corazones.
Chiquilla:
la vida sencilla
su ofrenda sonora
nos brinda en sazón,
en pomas que dora
para el corazón…
Mi novia:
A mí no me agobia
el año que viene
con risas y flores,
mira, es joven y tiene
hambre y sed de amores…
Es niño
que envuelto en armiño
nos llega del cielo;
dejando sus huellas
con polvo de estrellas
y lluvias de hielo.
Hermosa:
perfume de rosa
y color de azucena…
Y en sortilegio augural,
sus promesas va dejando
desgranarse en la hiemal
noche del bien o del mal
que a nosotros va ofrendando…
Y un magno festín
os brindo a mi mesa.
Venid… y hasta el fin
no sentiréis tristeza.
Chiquita:
Año nos invita
al jocundo festival de los amores
y la misa augustal de los dolores.
¿Estaremos en punto a la hora convenida
a gustar el vino agridulce de la vida?...
*“Año nuevo”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum del poeta, propiedad
de Rosa María Alcaraz Medina. // Al igual que otros poetas colimenses que publicaron en las primeras
décadas de Ecos de la Costa, G. Alcaraz escribe en diciembre sobre el Año Nuevo, sin embargo, su visión
es sombría, pesimista, contrasta con la de sus compañeros de generación, incluido su amigo Agustín Santa
Cruz (1908-1939).
82 José G. Alcaraz
AMIGA MÍA*
*“Amiga mía”, en El informador, año XVI, no. 5660 (4 de junio de 1933), p. 2. // El poema se publicó ori-
ginalmente en Ecos de la Costa (Colima, año II, no. 105, 27 de octubre de 1929), p. 4., pero al encontrarse
dañado el material de esta fecha se consideró la publicación de 1933 en el periódico tapatío. “Amiga mía”
también se publicó en Ecos de la Costa (año 16, no. 528, 29 de octubre de 1944), p. 9. // El poema se dio
a conocer sin cambios en cada ocasión; sus líneas finales constituyen una especie de dedicatoria críptica a
manera de posdata.
84 José G. Alcaraz
HÓRRIDUM SOMNIUM*
*“Hórridum somnium”, en Ecos de la Costa, año III, no. 143 (3 de agosto de 1930), p. 3. // Un recorte
de prensa de este poema en Ecos de la Costa se encuentra, sin fecha ni número de página, en el álbum del
poeta, propiedad de Rosa María Alcaraz Medina. // El poema aparece firmado por Bizantino Roger y, en el
recorte, a mano, se ha sobrepuesto el nombre de José G. Alcaraz. Una segunda edición del mismo poema,
firmada con su seudónimo, también se encuentra como recorte de prensa, sin datos de identificación de la
fuente, en el álbum del escritor.
Labio Sediento. Poesía 87
VIDA*
Va pasando la vida…
como pasan los turbiones que desnudan a los troncos,
como corren las tormentas,
como avanzan al encuentro de sus víctimas los lobos
en la noche solitaria de la estepa,
o como un profetizado terremoto
que abriera el vacuo vientre de la nada
y engendrara en aquel seno el “fiat” grandioso.
88 José G. Alcaraz
Va la vida pasando…
al compás de las desdichas y los bienes hiperbólicos;
al compás de las desgracias ignoradas y cautivas
en el vil cautiverio del anónimo;
pasa junto al crimen sin castigo,
y junto al bien, hecho crimen tenebroso.
Va pasando la vida…
y se escucha en los ámbitos enormes de los limbos
un gran rumor de armas
y de carros y corceles y de voces que son himnos,
y se mira el tremolar de las banderas
y el rodar de las naciones al abismo.
Es la guerra de los mundos inconscientes,
es la fiebre del dolor y del delito,
es la muerte de la vida acompañada
por el luto silencioso de los siglos.
*“Vida”, en Ecos de la Costa, año III, no. 118 (26 de enero de 1930), p. 3. // El poema aparece firmado por
José Gutiérrez Alcaraz. // “Vida” se publicó también, con la firma de José G. Alcaraz, en Ecos de la Costa,
año V, no. 286, 15 de enero de 1933, p. 6, con la siguiente presentación: “Hermosa e inspirada composi-
ción poética del vate José G. Alcaraz, recitada en la cena literaria organizada por la Unión Colimense de
Periodistas la noche del cinco de actual por el profesor L. Macedo” [Rafael Macedo López].
90 José G. Alcaraz
EL AVIADOR QUIJOTE*
*“El aviador Quijote”, en Ecos de la Costa, año III, no. 132 (18 de mayo de 1930), p. 4. // El poema, en
recorte de la revista Todo. Semanario Enciclopédico (México, D. F., 7 de noviembre de 1933), s. p., se en-
cuentra en el álbum del poeta, propiedad de Rosa María Alcaraz Medina. // La muerte de los jóvenes pilotos
Pablo L. Sidar y Rovirosa, en un accidente aéreo, motivó la publicación de poemas y obituarios en diversas
partes del mundo. En Colima, además de José G. Alcaraz, escribió sobre el tema Agustín Santa Cruz (“Im-
pulso. Saludo a los aviadores muertos”, Ecos de la Costa, año 3, no. 133, 25 de mayo de 1930), pp. 3 y 5.
92 José G. Alcaraz
FLAGELO ÍNTIMO*
*“Flagelo íntimo”, en Ecos de la Costa, año III, no. 135 (8 de junio de 1930), p. 3. // Este poema se publicó
el mismo día junto con “Bésame”, “Labio sediento” y “Párvulo amor”.
Labio Sediento. Poesía 93
DUDES*
*“Cuando dudes”, en Ecos de la Costa, año III, no. 163 (21 de diciembre de 1930, p. 3). // El poema tam-
bién se publicó en el mismo Ecos de la Costa (año VI, no. 325, 22 de octubre de 1933), p. 4, en ocasión del
deceso trágico del poeta.
94 José G. Alcaraz
*“Gracias te doy, Señor”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum del poeta,
propiedad de Rosa María Alcaraz Medina.
Labio Sediento. Poesía 95
LO GRIS DE LA VIDA*
*“Lo gris de la vida”, en Ecos de la Costa, año IV, no. 166 (11 de enero de 1931), p. 3.
96 José G. Alcaraz
CARNAL PSIQUIS*
*“Carnal psiquis”, recorte de prensa sin datos de identificación en el álbum del poeta, propiedad de Rosa
María Alcaraz Medina. // A juzgar por su diseño y tipografía, el recorte podría corresponder a la revista
Claridad, del ámbito magisterial, fundada el 1 de noviembre de 1931.
Labio Sediento. Poesía 97
TANATÓFILA*
*“Tanatófila”, en Ecos de la Costa, año VII, no. 214 (2 de noviembre de 1931), p. 1. // El poema se publicó
de forma póstuma en el mismo Ecos de la Costa, año VII, sin número (2 de noviembre de 1933), p. 1., pero,
equivocadamente, sin la tercera estrofa. // Los versos aparecen firmados con las siglas de J. G. A. en 1931,
y con el nombre completo de José G. Alcaraz, en 1933. // Para esta edición, se ha considerado la versión
completa del poema.
98 José G. Alcaraz
A la memoria de mi amigo
y compañero, profesor Carlos
Sevilla y R[ío]., muerto cuando
el fruto de su vida
comenzaba a madurar.
Veintitrés primaveras
con reflejo de luz en cristal,
veintitrés mariposas artistas
que libaron la miel del panal
y murieron sedientas de paz
sobre el blanco sendero
y a la luz de un lucero
primario y fugaz...
*“En la mano que es causa…”, en Ecos de la Costa, época II, año VII, no. 3 (3 de octubre de 1934), p. 2. //
El poema está dedicado al joven poeta Carlos Sevilla y Río [o del Río], quien falleciera en 1932, a la misma
edad que G. Alcaraz, pero un año antes.
100 José G. Alcaraz
TEMA TRIVIAL*
*“Tema trivial”, en El Informador, año XVI, no. 5562 (26 de febrero de 1933), p. 2. // El poema especifica
que se trata de una colaboración especial para El Informador y se acompaña de una fotografía de José G.
Alcaraz. // Un recorte de esta colaboración se encuentra en el álbum del poeta, propiedad de Rosa María
Alcaraz Medina, aunque sin fecha ni página de la fuente.
Labio Sediento. Poesía 101
ESTATUA*
*“Estatua”, en Ecos de la Costa, año V, no. 292 (26 de febrero de 1933), p. 5. // El poema se publicó también
en El informador, año XV, no. 5618 (23 de abril de 1933,), p. 2, como parte de “Tres sonetos” (los otros
poemas son “Suicidio” y “Soñando”). El mismo texto aparece de nuevo en Ecos de la Costa, año XX, no.
71 [sic] (14 de agosto de 1948), p. 2, y en Rigoberto López Rivera, Antología poética colimense, Colima,
Universidad de Colima, Ayuntamiento Constitucional de Colima, 1991 [1965], p. 43. // En las ediciones
de este poema no hay variantes; el autor las firma siempre de igual modo.
102 José G. Alcaraz
ASHAVERUS*
*“Ashverus”, recorte de la revista Cráter, sin fecha, ni página, en el álbum del poeta, propiedad de Rosa
María Alcaraz Medina.
104 José G. Alcaraz
CABALLERO DE LA FE*
*“Caballero de la fe”, en El Informador, año LXI, no. 5793 (15 de octubre de 1933), p. 2. // Este poema
se publicó junto con “Mientras llueve”, cinco días después de la muerte del poeta; acompaña al texto una
fotografía del escritor y la siguiente nota: “Prof. José G. Alcaraz, exquisito poeta colimense asesinado en el
pueblo de Comala la noche del 12 del actual.” [N. E. debió decir 10 del actual].
LOS LABIOS DEL MONTE
ANÁHUAC*
107
108 José G. Alcaraz
*“Anáhuac”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum del poeta, propiedad de
Rosa María Alcaraz Medina. // El poema especifica que se trata de un texto “Para Ecos de la Costa”. // Los
versos iniciales aluden al poema “Águilas y leones”, de Amado Nervo, que exalta hondamente la condición
del mestizaje y la hispanidad.
Labio Sediento. Poesía 109
MARIACHI SENTIMENTAL
*“Mariachi sentimental”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum del poeta,
propiedad de Rosa María Alcaraz Medina. // En el mismo álbum, se localiza un fragmento manuscrito
de “Mariachi sentimental”, con las seis primeras estrofas del poema, las cuales coinciden con la versión in
extenso publicada en Ecos de la Costa.
Labio Sediento. Poesía 111
LOS MISIONEROS
*“Los misioneros”, recorte del periódico Ecos de la Costa, sin fecha ni página, en el álbum del poeta, propiedad
de Rosa María Alcaraz Medina. // Un segundo recorte de prensa, en el álbum del poeta, podría tratarse de una
publicación nacional, de carácter pedagógico, a juzgar por esta presentación que se hace del poeta: “Damos a
conocer a los maestros rurales de todo el país, dos bellas composiciones del profesor José G. Alcaraz, hijo de
la Escuela Normal de Colima. El joven autor de estas composiciones se ha entregado con ardor envidiable al
servicio de su profesión, y durante varios años ha estado luchando en la escuela del campo, la modesta escuela
rural, para poner su grano de arena en la obra de la Revolución. El profesor Alcaraz forma parte de un grupo
de colimenses jóvenes, en donde se representan las esperanzas de su estado y en donde el magisterio nacional
puede ser un firme punto de apoyo para la realización de sus ideas.” En el mismo recorte, a manera de nota
final, se lee: “Esta poesía fue declamada por su autor, el día 26 de abril de 1931, en el festival que se verificó
con motivo de la clausura de los trabajos del Instituto Social que condujo en el pueblo de Cuauhtémoc, [Co-
lima], la Misión Cultural que dirige el Prof. Miguel Leal, y en la que figuran los maestros misioneros Manuel
Esquivel, Ignacio Acosta, José I. Tapia, Agustín Estrada M., Juan Bermejo y la señora Sara Valero de Marines.”
Labio Sediento. Poesía 113
LA COSECHA*
*“La cosecha”, en Ecos de la Costa, año IV, no. 193 (19 de julio de 1931), p. 5. // El poema se publicó junto
con “El sembrador”, de temática campesina.
114 José G. Alcaraz
EL SEMBRADOR*
*“El sembrador”, en Ecos de la Costa, año IV, no. 193 (19 de julio de 1931), p. 5. // Este poema, publicado
de forma conjunta con “La cosecha”, se vincula temáticamente hablando con la serie de prosas poéticas
publicadas bajo el denominativo de Los labios del monte en Ecos de la Costa, año II, no. 101 (29 de sep-
tiembre de 1929), p. 3.
Labio Sediento. Poesía 115
CANTO A COLIMA*
Formé mi canto,
tierruca mía,
poniendo un tanto
de tu armonía
amalgamada
con los colores de tu alborada,
con la hermosura de tus mujeres
que fue copiada
de tus maravillosos atardeceres
y del encanto
de tus palmeras
que son cimeras
o esmeraldas prendidas con alfileres.
Colima:
sobre tu pecho de virgen grata
un vuelo de guirnaldas desbarata
en rumor de alas y sabor de pomas;
tus huertos y jardines traen los aromas
de mangos, naranjas y frescas uvas,
116 José G. Alcaraz
Mi tierra:
Tu símbolo encierra
toda la armonía de la simplicidad
en la compleja sencillez
de la dualidad
del color.
Tu símbolo es
un prisma rojiblanco de alfajor.
Tierruca mía:
formé mi canto
con el encanto
de tu alegría
y es mi canción
como un devoto
exvoto
del corazón.
*“Canto a Colima”, en Ecos de la Costa, año V, no. 260 (17 de julio de 1932), p. 7. // En el álbum del poeta,
propiedad de Rosa María Alcaraz Medina, se encuentra el mecanoescrito del poema, con correcciones a lá-
piz, firmado de puño y letra por José G. Alcaraz. Estas correcciones fueron incorporadas a la versión publi-
cada de forma póstuma en Ecos de la Costa, época III, año XXV, no. 1071 (1 de noviembre de 1952), p. 14.
Labio Sediento. Poesía 117
DOMINGO
*“Domingo”, en Ecos de la Costa, año II, no. 101, 29 de septiembre de 1929, p. 3. // Esta prosa poética apareció
junto con otras cuatro (“Cruces”, “La lluvia”, “El camino” y “El caserío”) dentro de la serie Los labios del monte.
118 José G. Alcaraz
CRUCES*
Cada pueblo visitado recientemente, nos brindó los brazos abiertos del signo crucial…
En el altozano, en la cumbre de la loma o en la falda de la montaña se halla
enclavada grande cruz, de madera o hierro.
El pueblo venera la cruz y tiene fe en su protección ultraterrena. Por eso los
campesinos van hacia la altura y visitan el sitio para ellos sagrado.
Manojillos de flores, campanas cortadas a la vera del camino o aliñadas en el
hogar, adornan el pedestal terroso de la cruz vacía. A trechos nacen trepadoras yedras
que la abrazan…
Al amparo de estas cruces el viajero toma su descanso y cree en la divinidad
del signo.
Algunas están amparadas por sencillo toldo hecho de hierbas silvestres, a otras
una como hornacina hecha de madera fuerte las cubre de la intemperie. Pero hay
algunas que abren sus brazos bajo el cielo profundo, huérfano de nubes.
En las tardes, cuando el crepúsculo es una herida sangrante, la silueta de la cruz
en la ladera del monte, alcanza proporciones de leyenda.
Por la noche, cuando queda sola, pienso que los malos espíritus sacrifican al
Cristo de la Revolución sobre el ara enflorada de los pueblos tristes…
*“Cruces”, en Ecos de la Costa, año II, no. 101, 29 de septiembre de 1929, p. 3. // Esta prosa poética apa-
reció junto con otras cuatro (“Domingo”, “La lluvia”, “El camino” y “El caserío”) dentro de la serie Los
labios del monte.
Labio Sediento. Poesía 119
LA LLUVIA*
*“La lluvia” en Ecos de la Costa, año II, no. 101, 29 de septiembre de 1929, p. 3. // Esta prosa poética
apareció junto con otras cuatro (“Domingo”, “Cruces”, “El camino” y “El caserío”) dentro de la serie Los
labios del monte.
120 José G. Alcaraz
EL CAMINO*
*“El camino”, en Ecos de la Costa, año II, no. 101, 29 de septiembre de 1929, p. 3. // Esta prosa poética
apareció junto con otras cuatro (“Domingo”, “Cruces”, “La lluvia” y “El caserío”) dentro de la serie Los
labios del monte.
Labio Sediento. Poesía 121
EL CASERÍO*
Al vencer la falda de una loma, el caserío se ofrece a nuestra vista que inquiere. Hay
un deseo de observar el conjunto de sencillas viviendas.
En ellas habitan hombres, mujeres y niños, todos humildes y pobres. Tienen
las casas un sello de confianza que pronto se transmite al viajero. El caserío es acogedor
y risueño y al encontrarse en él se siente como si se entrase a una gran casa.
De “pajarete” están hechas las casitas y por eso nos parecen jaulas habitadas
por pájaros libres.
En el caserío nunca se encuentra cerrada la puerta al pasajero y siempre hay en
la ventanilla de palo una maceta florida.
Blancas y sinceras, el caserío me recuerda una banda de palomas sesteando a
la hora cenital.
Cuando vivo en el caserío de los indígenas el alma se me torna buena.
*“El caserío”, en Ecos de la Costa, año II, no. 101, 29 de septiembre de 1929, p. 3. Esta prosa poética apareció
junto con otras cuatro (“Domingo”, “Cruces”, “La lluvia” y “Camino”) dentro de la serie Los labios del monte.
ADA AURORA SÁNCHEZ
YO HICE VERSOS
El día que te mueras ................................................................................. 37
Mi vida ..................................................................................................... 38
Vespertina ................................................................................................ 39
Yo hice versos ........................................................................................... 40
Ofrenda .................................................................................................... 43
Amor (a solas con mi alma) ...................................................................... 45
Bésame ..................................................................................................... 48
Caravana .................................................................................................. 49
Manos ...................................................................................................... 50
Canción vernal ......................................................................................... 52
Labio sediento .......................................................................................... 55
Párvulo amor ........................................................................................... 56
Fantasía del recuerdo ................................................................................ 57
Guijas y estrellas ....................................................................................... 59
Este mi mal de amores .............................................................................. 60
Cuando llores a solas por tu amada ........................................................... 62
Acuarela ................................................................................................... 64
Suicidio .................................................................................................... 65
Soñando ................................................................................................... 66
Muchacha moderna .................................................................................. 67
Mientras llueve ......................................................................................... 69
FLAGELO ÍNTIMO
Un árbol .................................................................................................. 73
Plumaje psíquico ...................................................................................... 75
Spleen ...................................................................................................... 77
Año nuevo ................................................................................................ 79
Amiga mía ................................................................................................ 82
Hórridum somnium ................................................................................. 84
Vida ......................................................................................................... 87
El aviador Quijote .................................................................................... 90
Flagelo íntimo .......................................................................................... 92
Cuando dudes .......................................................................................... 93
Gracias te doy, Señor ................................................................................ 94
Lo gris de la vida ....................................................................................... 95
Carnal psiquis .......................................................................................... 96
Tanatófila ................................................................................................. 97
La mano que es causa ............................................................................... 98
Tema trivial .............................................................................................. 100
Estatua ..................................................................................................... 101
Ashaverus ................................................................................................ 102
Caballero de la fe ..................................................................................... 104
isbn:978-607-8814-05-3