La diáspora tolteca y el culto a Ehécatl

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La diáspora tolteca y el

culto a Ehécatl
ENRIQUE FLORESCANO

EL derrumbe de Tula hacia 1150 se asoció con una gran


migración de gente tolteca por distintos rumbos de
Mesoamérica y con un fenómeno poco estudiado, la
difusión del culto al dios del viento, Ehécatl. El culto de
Ehécatl es una de las manifestaciones menos conocidas del
mito de Quetzalcóatl y, como veremos adelante, un
componente clave de la estructura compleja de este mito.
El dios del viento fue una de las fuerzas de la naturaleza primero deificadas por los
pueblos mesoamericanos. El aire, la tierra, el agua y el fuego son las cuatro fuerzas
naturales que participan en la formación del mundo en las antiguas cosmogonías. El
viento está vinculado con las nubes, la neblina y las lluvias; es el agente que transporta
la humedad a la tierra y provoca la regeneración de las plantas. En la cosmogonía de
Tollan-Teotihuacán el viento es una de las potencias que interviene en la creación de la
presente era del mundo. Sin embargo, en la literatura dedicada a la religión de
Mesoamérica Ehécatl aparece tardíamente, a fines de la época Clásica y en el
Posclásico, vinculado con los dioses del viento de la región del Golfo de México, no
con sus orígenes, que se remontan a la Tollan primordial, Teotihuacán, como se verá
adelante.

Aquí sostengo que Ehécatl es uno de los dioses creadores del Quinto Sol y uno de los
más importantes en el panteón original mesoamericano. El oscurecimiento de su
personalidad en los registros históricos debe atribuirse al proceso que confundió su
nombre con el de la Serpiente Emplumada, el emblema real de Tollan-Teotihuacán, y
más tarde con el de Topiltzin Quetzalcóatl, el legendario fundador de Tula. Sin
embargo, en sus orígenes Ehécatl tiene nombre y atributos propios, diferentes a los de la
Serpiente Emplumada y Topiltzin Quetzalcóatl.

Del Ehécatl de Tollan al 9 Viento mixteco

Ehécatl es tan antiguo como el mito de la creación del Quinto Sol. De acuerdo con la
tradición tolteca, la fundación del cosmos ocurre en Tollan-Teotihuacán. La Leyenda de
los Soles narra que el segundo sol que hubo en el mundo fue el llamado Nahui ehécatl, 4
Viento. En este sol, que duró 676 años, los seres humanos que lo poblaron fueron
arrasados por un vendaval y convertidos en monos. En la cosmogonía que relata la
creación y destrucción de los cuatro soles anteriores a la presente era del mundo, el
orden de éstos es el siguiente:
Nahui ocelotl: 4 Jaguar

Nahui ehécatl: 4 Viento

Nahui quiauitl: 4 Lluvia

Nahui atl: 4 Agua

Éste es el orden inscrito en la Piedra del Sol o Calendario azteca y en otros monumentos
que registran el episodio fundador de la actual era del mundo (Fig. 1). De modo que en
los relatos pintados en códices o grabados en piedra, Ehécatl aparece como uno de los
dioses creadores. En los relatos que se refieren a la creación del Quinto Sol, que es una
cosmogonía teotihuacana, hay un texto que le imputa a los toltecas esta afirmación:
"Decían que su dios los hizo y los crió de ceniza; y atribuían a Quetzalcóatl [...], el
haberlos hecho y criado".

Figura 1. Los cuatro soles representados en unas piedras labradas encontradas cerca
del zócalo de la ciudad de México. La 1 representa a Naui Ocelotl; la 2 a Naui Ehécatl;
la 3 a Naui Quiauitl y la 4 a Naui atl. Foto tomada de Seler, 1990: VI, 32.

La Historia de los mexicanos por sus pinturas, un relato basado en un antiguo códice,
presenta a Ehécatl como protagonista de la creación del cosmos, acompañado de
Tezcatlipoca. Dice este texto que los dioses primordiales, Tonacateuctli y Tonacaciuatl,
encargaron a Ehécatl y a Tezcatlicopa la creación de la Tierra y de los primeros seres
humanos. Otras fuentes describen la dramática batalla entre Ehécatl y Mictlantecutli, el
dios del inframundo, por la posesión de los huesos y las cenizas de la antigua
humanidad desaparecida. El desenlace de este enfrentamiento culmina con el triunfo de
Ehécatl, que logra rescatar los huesos y llevarlos a Tamoanchan, donde los dioses se
habían reunido. Los dioses regaron entonces con su sangre la revoltura que la diosa
Quilaztli hizo de los huesos y la masa del maíz y de este modo se creó la generación de
los seres humanos.
En estos textos Ehécatl tiene los atributos del viento
creador, es el aliento vital que transporta la energía
que pone en movimiento las diversas partes del
mundo. Es la fuerza de la naturaleza que activa la
máquina universal. En la cosmogonía del Quinto Sol,
Ehécatl es el dios protagónico de la creación del
cosmos, el origen de los seres humanos y la aparición
del sol que le insufló vida al mundo. Su nombre,
como el de los otros protagonistas de la creación del
Quinto Sol, es un nombre naua, el idioma de los
pobladores de Tollan- Teotihuacán.

Sin embargo, después de estas apariciones


deslumbrantes, la figura de Ehécatl parece
desvanecerse de los registros históricos. Su presencia
sólo se vuelve a manifestar al final de la época
Figura 2. Estela 19 de Seibal, Clásica, en la ciudad maya de Seibal, a orillas del río
con la representación de un de la Pasión, en una estela fechada en el año 870, que
personaje con la máscara buscal retrata la figura de un gobernante de esa ciudad con la
del dios del viento. Foto tomada máscara del dios del viento (Fig. 2). A partir de
de Graham, 1996. entonces el culto de Ehécatl se expande por varios
centros políticos del Posclásico, principalmente en
Tilantongo, en las tierras altas de la mixteca oaxaqueña, y en Cholula, en el Valle de
Puebla.

La imagen más elocuente de la deidad 9


Viento la debemos a Alfonso Caso. Al
examinar los códices mixtecos, Caso
descubrió la presencia de este personaje
y con los datos que recogió sobre él
compuso una biografía que revela un
culto muy arraigado alrededor de 9
Viento fuera del Altiplano Central. Sin
embargo, aun cuando Caso es el primer
autor que desvela la personalidad de 9
Viento, cometió el error, entonces
común, de llamarlo Quetzalcóatl, pese a
que en los documentos originales el
único nombre que ahí aparece es el de 9
Viento.

Apoyado en la lectura del Códice de


Viena, que narra en imágenes la creación Figura 3. Pintura del Códice de Viena que
del cosmos y la fundación del reino de muestra el momento en que 9 Viento nace de
Tilantongo, Caso descubrió la fecha de un pedernal, el día 9 Viento del año 10 Casa.
nacimiento de este personaje en el día 9 Dibujo basado en el Codex Vindobonensis
Viento del año 10 Casa del calendario Mexicanus I, lám. 49 (Furst, 1978).
sagrado, precisamente su nombre
calendárico. Se trata de un dios porque 9
Viento, a diferencia de los seres mortales, nace de un pedernal (Fig. 3). Desde los
primeros días de su existencia es un ser destinado a cumplir tareas extraordinarias: en un
viaje que hace al cielo nocturno recibe los atributos y funciones que habrían de regir su
destino en el mundo terrestre.

Una lámina famosa del Códice de Viena presenta a 9 Viento en un lugar del cielo
nocturno, desnudo, conversando con los dos dioses creadores, quienes lo instruyen y le
hacen entrega de una colección de símbolos (Fig. 4). Le otorgan la máscara bucal de
pájaro por medio de la cual sopla y mueve los vientos, una macana incrustada con tres
piedras de turquesa, una pulsera de piel, la navaja de obsidiana, el gorro cónico de piel
de jaguar, el penacho de plumas negras, el lanzadardos y el dardo, los ornamentos de
concha y el pectoral de caracol... Le confieren, en una palabra, los atavíos bajo los
cuales reconoceremos más tarde a Ehécatl, el dios del viento en los códices y
monumentos nauas. Le asignan además cuatro casas, probablemente las que en la
tradición mexica "se llamaron sus casas de oración".

En el día 5 Caña del año 6 Conejo, después de su


reunión con los dioses creadores, 9 Viento
desciende del cielo nocturno a la tierra,
espléndidamente vestido con sus ornamentos y
símbolos, acompañado por dos personajes que
cargan sobre sus espaldas uno la Casa del Sol y
otro la Casa de Xipe. En la tierra es recibido por
una comitiva divina y una de sus primeras tareas
es separar el cielo de la tierra y ayudar a cargar el
cielo, como se advierte en una de las páginas del
códice citado (Fig. 5).

En las láminas siguientes la biografía de 9 Viento


se enriquece con una colección de prodigios. Su
descenso en la tierra se asocia con el
acontecimiento principal que narra el códice: el
surgimiento de la tierra mixteca, la aparición de la
Figura 4. En esta lámina del tierra fértil, las montañas y los ríos. En otra
Códice de Viena, 9 Viento recibe lámina 9 Viento es testigo del nacimiento de una
en el cielo nocturno (parte superior) generación de dioses y de los primeros linajes
los atavíos que lo identificarán mixtecos en la legendaria región de Apoala (Fig.
como Ehécatl, el dios del viento. 6); convoca más tarde a una asamblea de dioses
Luego se manifiesta en la tierra, que ordena el universo mixteco y le confiere a
vestido con todos sus ornamentos cada dios sus ámbitos y tareas; participa en el
y símbolos. descubrimiento de las plantas útiles; concierta
alianzas matrimoniales que originan linajes y
dinastías, e interviene en varias ceremonias, entre
ellas la inicial de encender el Fuego Nuevo, que es la ceremonia que marca el comienzo
de una nueva era del mundo. Una imagen lo presenta horadando las orejas de un
personaje, la ceremonia canónica que repetirán los pueblos posteriores para declarar el
ennoblecimiento de las personas y el otorgamiento de las insignias del poder (Fig. 7).
En otra
lámina
aparece un
grupo de 16
personajes
masculinos
que
comparten
algunos de Figura 5. Ehécatl, el dios del viento, carga la bóveda celeste en el Códice
los rasgos de Viena.
típicos de 9
Viento. Las cualidades de estos individuos se refieren a las artes propias del chamán, la
guerra, el canto, la escritura, el sacrificio y las ceremonias religiosas (Fig. 8). Se trata de
los atributos de Ehécatl, que en otra parte del códice es representado como cantor, poeta
y escritor, cualidades supremas. Una lámina lo muestra cantando y tocando un tambor
en forma de calavera (Fig. 9). Así, en unas cuantas imágenes coloridas, el Códice de
Viena traza la figura de un héroe cultural de naturaleza divina.

Según estas imágenes, en la cosmogonía de los mixtecos 9 Viento es el dios del aire,
una de las fuerzas primordiales que le dieron vida al mundo, el soplo que repartía el
viento y la lluvia por los cuatro rumbos del cosmos. Es uno de los dioses creadores,
pues se hace presente cuando aún prevalece la oscuridad y el caos. Ayuda entonces a
separar el cielo y las aguas de la superficie terrestre y él mismo se convierte en sostén
del cielo.

Al igual que los dioses creadores mayas, 9 Viento es una deidad protectora de los linajes
nobles y las dinastías. Pero sobre todas las cosas 9 Viento resume en su persona los
atributos de la civilización. Es el dios creador de los seres humanos, la agricultura, el
poblado urbano, la escritura, las artes, el culto religioso y las prácticas chamánicas. O
sea que este 9 Viento mixteco es la representación más antigua que conocemos del culto
a Ehécatl. Mi interpretación es que este culto se inició en Teotihuacán, pues como
vimos antes, en los textos nauas heredados por los mexicas se dice que Ehécatl fue uno
de los dioses que intervino en la creación y destrucción de los soles que originaron el
Quinto Sol. Asimismo, la mayoría de los textos y monumentos nauas que se refieren a
la fundación del reino, el otorgamiento de los símbolos del poder y las ceremonias del
ennoblecimiento de los jefes, citan a Tollan como el origen de estos acontecimientos.

Figura 6. 9 Viento hace una Figura 7. 9 Viento perfora la Figura 8. 9 Viento sacrifica
limpia ritual y le
otorga nombres y títulos a oreja del señor 2
44 personajes Perro, en una ceremonia una codorniz y esparce
nacidos del árbol de Apoala, dedicada a elevar a tabaco molido, ritos iniciales
de donde las personas a posiciones de de un culto religioso.
brotaron los seres mixtecos y mando.
sus linajes.

El Códice de Viena tiene, entre otras virtudes, la de brindarnos un resumen de las


cualidades de 9 Viento: dios creador, fundador de la tierra mixteca, héroe cultural,
patrono de las dinastías y del reino de Tilantongo, gran sacerdote, protector de las
artes... En una palabra, Ehécatl resume los más altos valores de la civilización.

Los

Figura 9. A) 9 Viento representado como creador y ejecutor de cantos, poesías


y pinturas. B) 9 Viento canta y toca con la mano derecha un tambor en forma
de calavera.
templos de Ehécatl

...inventó este Quetzalcóatl templos o cúes, que eran los lugares comunes de oración de
esta gente, y así fundó los cuatro aquí señalados [Fig. 10]

A este [Quetzalcóatl] tenían por señor de los Vientos, y fue el primero a quien han
construido templos e iglesias, las cuales hacían todas redondas, sin ángulo ninguno.

Códice Vaticano Latino 3738

Otro indicador de la propagación del culto de Ehécatl a fines del período clásico y
durante el Postclásico (1000-1300), es la proliferación de sus templos en diferentes
regiones de Mesoamérica. El más temprano que se ha registrado, mediante datos
arqueológicos confiables, es el localizado en la mixteca oaxaqueña, entre el periodo
clásico y el comienzo del Posclásico (300-1000 d.C.) ( Fig. 11).

Los arqueólogos han registrado templos redondos en diversas regiones de Mesoamérica.


José García Payón estudió los templos de este tipo localizados en el norte de Veracruz y
Pollock publicó el primer estudio sobre las estructuras redondas de Mesoamérica, donde
se aprecia que algunas de ellas estaban dedicadas al dios del viento. Los templos
dedicados a Ehécatl-Quetzalcóatl sobre los que hay información proveniente de la
arqueología y de la historia, son los del área maya: Chichén Itzá, Uxmal, Mayapan.
Sabemos que El Castillo de Chichén Itzá, El Adivino de Uxmal y el Templo de
Quetzalcóatl de Mayapán, eran templos dedicados a Kukulcán, como los mayas
llamaban a Quetzalcóatl, el dios del viento de los antiguos teotihuacanos. Además de los
testimonios históricos que informan
que estos edificios estaban dedicados a
Kukulcán, la arquitectura informa que
comparten características que los
vinculan con el culto de Ehécatl.
Tienen las esquinas redondeadas y en
la puerta principal del santuario
superior sobresalen las famosas
columnas de serpientes emplumadas
con la
cola

Figura 11. Esquema del templo de Ndodo, en


la mixteca oaxaqueña, que muestra los rasgos
arquitectónicos de este basamento, dedicado a
9 Viento. Como se advierte, el templo redondo
de la parte superior se asienta en una base
cuadrada.

Figura 10. Quetzalcóatl y sus sosteniendo el techo y la gran cabeza con las fauces
cuatro templos o cués, en el abiertas descansando en el suelo (Fig. 12). Esta portada
Códice Vaticano A. Los cuatro es un rasgo diagnóstico de los templos dedicados a
templos son la Casa del Ayuno Ehécatl-Quetzalcóatl, y la encontramos descrita en los
para los hombres santos; la textos de Sahagún y en los cantos dedicados al
Casa del Ayuno Común; la Topiltzin Quetzalcóatl de Tula.
Casa de la Serpiente, y la Casa
del hoyo. Las descripciones y características de estos
monumentos difieren un tanto de los relatos que
describen los templos dedicados a Ehécatl en el área naua. Por ejemplo, fray Diego
Durán nos ofrece la siguiente descripción del templo de Ehécatl Quetzalcóatl en
Cholula:

Tenía (el templo) sesenta gradas para subir a él [...] y [...] después de aquellas gradas, se
hacía un patio muy encalado, de mediana anchura, donde tenía una pieza toda redonda,
que aunque era grande, era a hechura de horno, y la entrada era como boca de horno,
ancha y baja, que para entrar era menester inclinarse mucho. Tenía por techo una copa
redonda, pajiza, que ellos llaman xacalli.

Esta descripción es semejante a la que proporcionan las crónicas y la arqueología de los


templos redondos encontrados en Tenochtitlán y Tlatelolco. Así, Bernal Díaz del
Castillo ofrece esta imagen de un templo de Tlatelolco: "y un poco apartado del gran cu
estaba una torrecilla que también era casa de ídolos, o puro infierno, porque tenía [...en
la entrada] una muy espantable boca de las que pintan, que dicen que es como la que
está en los infiernos, con la boca abierta y grandes colmillos para tragar las ánimas. E
asimismo estaban unos bultos de diablos y cuerpos de sierpes junto a la puerta..."
Se advierte entonces que un rasgo común de los templos dedicados al dios del viento era
el pórtico con las columnas de serpientes emplumadas (Chichén Itzá-Tula), o las puertas
con esculturas que representaban cuerpos y bocas de serpiente, tal como se describen en
los templos de Tlatelolco. Quizá esta información fue la que utilizó el arquitecto Ignacio
Marquina para su reconstrucción del templo de Ehécatl en el centro ceremonial de
México-Tenochtitlán.

Ehécatl y la fundación de Ihuitlán, Coixtlahuaca, Tlapiltepec y otros


pueblos de la mixteca oaxaqueña

La importancia de Ehécatl como dios civilizador y héroe cultural entre los años 900 y
1200 se confirma no sólo por su papel protagónico en el Códice de Viena, sino por su
presencia en los Lienzos, Tiras y Mapas que se refieren a la fundación de pueblos en la
mixteca oaxaqueña. En estos testimonios, elaborados entre mediados y finales del siglo
XVI, la fundación del pueblo, que se fecha entre los siglos XI y XIII, aparece
directamente vinculada con la presencia de 9 Viento.

Figura 12. Planta y elevación del edificio de El


Castillo de Chichén Itzá.

La fundación del altépetl es un acontecimiento que


pintan con gran fuerza los lienzos oaxaqueños. El
Lienzo de Ihuitlán, por ejemplo, se concentra en el
momento de la fundación de Ihuitlán, Tlapiltepec y
Coixtlahuaca, las capitales de los nuevos señoríos
fundados por los mixtecos. Pero lo que más llama
la atención es que esa fundación aparece
representada con los rasgos míticos de los códices
prehispánicos, como el Códice de Viena. El Lienzo
de Ihuitlán fue elaborado hacia 1550 (Fig. 13), pero Figura 13. Lienzo de Ihuitlán,
en su parte baja dibuja los símbolos de lugar de elaborado en tela de algodón,
Tlapiltepec y Coixtlahuaca con las imágenes de los hacia la mitad del siglo XVI.
dioses y bultos sagrados que en la antigüedad Presenta la fundación de los
mesoamericana santificaban la fundación del pueblos de Ihuitlan, Tlapiltepec
altépetl. En el interior del símbolo de lugar que y Coixtlahuaca, de cuyos símbolos
representa a Coixtlahuaca (Fig. 14), se advierte la de lugar brotan los linajes
figura de 9 Viento, el héroe fundador del reino de gobernantes.
Tilantongo en el Códice de Viena, consagrando este acontecimiento. En la parte
superior de ese símbolo, sentados en un trono recubierto por una piel de jaguar, se ve a
los fundadores del linaje de Coixtlahuaca.

El Lienzo de Tlapiltepec, pintado a mediados del siglo XVI, contiene otra escena de
fundación similar. En su parte inferior se aprecia una representación de la legendaria
cueva de Chicomóztoc, donde según las tradiciones toltecas nació la presente
humanidad. En el interior de esta cueva se ve la cara de la deidad fundadora de los
antiguos reinos mixtecos: 9 Viento, 1 Caña (Fig. 15).

Otra demostración persuasiva de la importancia que tuvo el dios del viento en la


fundación de los pueblos mixtecos la ofrece el Códice Selden II. En la lámina primera el
héroe cultural 9 Viento aparece conversando en lo alto del cielo con los dioses creadores
de la tradición mixteca, Señor 1 Venado y Señora 1 Venado (Fig. 16). Luego 9 Viento
desciende a la tierra y cuatro sacerdotes se apresuran a llevar ofrendas al bulto sagrado
que lo representa (Fig. 17). Otra escena muestra la peregrinación de estos sacerdotes por
diferentes lugares bajo la guía y protección de 9 Viento (Fig. 18). El sacerdote que
encabeza el grupo va cargando el bulto de 9 Viento. Finalmente, en la escena central,
los sacerdotes arriban al lugar predestinado para fundar un nuevo altépetl, depositan ahí
el envoltorio que conserva las fuerzas sagradas de 9 Viento y proceden a encender el
Fuego Nuevo (Fig. 19).

La sorprendente aparición de 9 Viento en las fundaciones de pueblos mixtecos que


remontan sus orígenes a los siglos XI-XIII, confirma la continuidad del culto al dios del
viento que nació con las cosmogonías de Tollan-Teotihuacán. Ehécatl, el numen que
presidió la creación del mundo en la ciudad de los dioses, sigue siendo el padrino de las
fundaciones humanas que se multiplican después de la caída de Tula hacia 1150.

Refundación de Cholula y apogeo de Ehécatl

Vimos antes que la antigua Cholollan de


los olmeca xicalanca fue destruida por
los invasores tolteca-chichimeca, quienes
se asentaron en esa ciudad entre los años
1100 y 1200. Estos portadores de la
lengua náuatl y de las tradiciones
toltecas suprimieron los antiguos cultos
que antes se celebraban en la Gran
Pirámide, uno de los mayores
monumentos de Mesoamérica, y
reubicaron el recinto ceremonial en lo
que hoy es el centro de la ciudad de
Cholula (Fig. 20). En el corazón de ese
espacio levantaron un templo a Ehécatl,
Figura 14. El signo de lugar de Coixtlahuaca que se convirtió en el monumento más
en el Lienzo de Ihuitlán. En el interior de este famoso y visitado de ese tiempo.
símbolo se ve, a la derecha, la figura de 9
Viento con su nombre calendárico, el dios La Relación de Cholula de Gabriel de
protector de los reinos mixtecos. Rojas, escrita en 1581, dice que el nuevo
templo que se construyó donde está hoy
el convento de San Gabriel, fue edificado para honrar a "un capitán que trajo a la gente
desta ciudad, antiguamente, a poblar en ella de partes muy remotas hacia el poniente".
Según este relato, el nombre de ese capitán era Quetzalcóatl, y después de su muerte el
templo se erigió en su memoria. Dice Rojas que los fundadores habían venido de un
lugar llamado Tullan, y por eso bautizaron la ciudad con el nombre de la ciudad de
origen. Además, le impusieron el de Cholullan porque era el nombre originario del sitio,
y el de Tlachiuh Altépetl porque estas palabras quieren decir "cerro edificado con las
manos".

Cuenta Rojas que en ese templo oficiaban dos grandes sacerdotes, uno llamado
Tlalchiach y otro Aquiach. Uno de los oficios de estos sacerdotes era "confirmar en los
estados a todos los gobernantes y reyes de esta Nueva España", quienes "en heredando
el reino o señorío, venían a esta ciudad a reconocer obediencia al ídolo della,
Quetzalcóatl, al cual ofrecían plumas ricas, mantas, oro y piedras preciosas". El modo
en que ambos sacerdotes confirmaban en sus cargos a los señores era "horadándoles las
orejas, o las narices o el labio inferior, según el señorío [que] tenían". Asimismo, al
concluir un ciclo de 52 años, "venían de todos los pueblos" a Cholula, a confirmar sus
señoríos y a visitar el templo de Quetzalcóatl, "porque éste era metrópoli y tenido en
tanta veneración como lo es Roma en la christiandad y meca [la Meca] en los moros".

La Relación de Cholula transmite dos hechos importantes. Confirma, en primer lugar,


las aseveraciones de otras fuentes antiguas, como la Historia tolteca-chichimeca, que
relata la salida de Tula de un grupo que luego de peregrinar por el centro de México
derrota a los olmeca-xicalanca y se asienta en Cholula. Es decir, ratifica que Cholula fue
refundada por gente tolteca. En segundo lugar, informa que los toltecas transportaron a
su nueva residencia las tradiciones religiosas de Tula: el culto de Ehécatl y el alto rango
que tenían los sacerdotes de este dios. Como sabemos por otras fuentes indígenas, y por
el testimonio de los primeros soldados y frailes españoles que visitaron esa ciudad a
principios del siglo XVI, Cholula era el santuario del dios del viento, Ehécatl, y su
templo redondo era visitado por peregrinos procedentes de los diversos rincones de
Mesoamérica. Más importante aún, la Relación de Cholula confirma que el poder
político de Tollan Chollolan estaba fincado en la tradición preservada por Tula y
Chichén Itzá, y originada en Tollan-Teotihuacán, de otorgar en esas capitales los
símbolos del señorío y los títulos de nobleza a los jefes de las provincias subalternas.
Figura 18. Cuatro
sacerdotes
acuden a un templo
donde se
Figura 16. Fundación del guarda el bulto
señorío de sagrado de 9
Coixtlahuaca según el Lienzo de Figura 17. 9 Viento conversa en Viento. Códice
Tlapiltepec. el cielo con Selden.
En la parte inferior se narra la los dioses creadores, Señor 1
salida de la Venado (izquierda)
cueva de Chicomóztoc, en cuyo y Señora 1 Venado (derecha).
interior se Códice Selden.
advierte la cabeza de 9 Viento.
Sigue luego
una peregrinación por varios
lugares hasta
culminar con la escena de la
fundación.
La Historia tolteca-chichimeca narra la salida de otro grupo de la legendaria Tula y su
asentamiento en el valle de Puebla. En esta región los recién llegados se mezclaron con
los descendientes de Tollan-Teotihuacán y fundaron el señorío de Cuauhtinchan. La
Historia informa que desde el siglo XII hasta el XV los pueblos de Cuauhtinchan
vivieron sometidos al reino de Cholula,
la capital donde pagaban tributo y sus
jefes recibían la investidura real (Fig.
21). Sustentada en estas bases políticas y
religiosas, y en una amplia red comercial
que articulaba el centro de Mesoamérica
con la costa del Golfo de México y el
sureste, Cholula se convirtió en un centro
político y religioso influyente entre 1200
y 1450, hasta que su poderío fue
desafiado por México-Tenochtitlán.

Al referirse a Ehécatl, la Relación de


Figura 19. Los cuatro sacerdotes de la figura Cholula introduce una confusión no
anterior toman el bulto sagrado de 9 Viento
e inician una peregrinación. El sacerdote
que encabeza la marcha carga el envoltorio
del dios. Códice Selden.
aclarada hasta la fecha, lo llama con el nombre de Quetzalcóatl, lo mismo que a su
templo. O sea que contra la tradición que viene de la primera Tollan, cuya cosmogonía
llama Ehécatl al dios del viento, y contra los testimonios que ofrecen el Códice de
Viena, el Códice Selden II, el Lienzo de Ihuitlán o el Lienzo de Tlapiltepec, que
identifican al dios del aire como 9 Viento durante cinco o más siglos, la Relación de
Cholula le adjudica el nombre de Quetzalcóatl, que es el nombre con el que se
identificará a este dios en los documentos nauas provenientes de Tenochtitlán.

ƑPor qué un nombre de tan dilatada tradición y prestigio se cambia al de Quetzalcóatl?


Desde los primeros años de la Conquista hay un rejuego de nombres entre el numen de
la fertilidad que aparece entre los olmecas y en Teotihuacán, el emblema real de los
gobernantes de Tollan, el nombre del rey y sacerdote de Tula y el nombre y los atributos
del dios Ehécatl. Esta revoltura es la causa de las grandes confusiones y equívocos que
rodean la compleja entidad que la tradición ha llamado mito de Quetzalcóatl. Ante esa
mescolanza me he obstinado en deslindar, hasta donde ha sido posible, el nombre, los
atributos, las funciones y la iconografía de cada una de esas entidades.

Gracias a ese principio epistemológico, ahora sabemos que el numen de la fertilidad que
en los tiempos antiguos aparece con los rasgos de la serpiente emplumada tiene un
origen y atributos distintos al emblema real de la Serpiente Emplumada grabado en
Teotihuacán, y que a su vez Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl está marcado por los rasgos
del fundador y gobernante de Tula, o que el Kukulcán de Yucatán es un guerrero
distinguido por orígenes e iconografía propios, y que asimismo Ehécatl posee rasgos,
atributos y símbolos que lo separan de esas otras entidades. Quizá la personalidad y el
simbolismo de Ehécatl, el dios del viento que interviene en la creación del Quinto Sol,
era la más oscurecida por esta mezcla y superposición de nombres. Sin embargo, el
análisis anterior muestra que Ehécatl mantuvo su rango de deidad creadora desde la
fundación de Tollan-Teotihuacán hasta el derrumbe de Tula. El conocimiento de estas
distintas personalidades y símbolos nos permite ahora enfrentar el más intrincado de
todos los momentos, el periodo en el que brilla México-Tenochtitlán. Como se verá
adelante, en este lugar se empalmaron los númenes y personajes que hasta aquí hemos
tratado en forma separada.

Figura 20. Los cuatro


sacerdotes
llegan al lugar
predestinado,
depositan ahí el bulto
sagrado
de 9 Viento y proceden
a encender
el Fuego Nuevo, actos Figura 21. Esquema del centro actual de Cholula con la
rituales localización de la
que acompañan a la
fundación
del altépetl simbolizado
antigua Gran Pirámide (parte inferior izquierda) y el Templo
por las
de Quetzalcóatl.
serpientes entrelazadas.
Códice
Selden.

Figura 22. El centro ceremonial de Cholula pintando en el Mapa


de Cuauhtinchan 2. Arriba de los dos personajes se ve

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