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Continuará...
Cuando veo las obras de Klemm no puedo
dejar de imaginarlo como un artesano,
haciendo un trabajo de artesania
minúscula, un bricolage guiado por
una mano que tiembla, una mano
Conversación curatorial
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po marcos pesados,
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s
pe
un
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y las instituciones.
IGUAL, CREO QUE PARA ENTENDER ESAS IMÁGENES, TAMBIÉN ES
NECESARIO VINCULAR A KLEMM CON OTRXS ARTISTAS FUERA DEL ÁMBITO
LOCAL Y FUERA DEL SISTEMA DE REFERENCIAS QUE ÉL ESTABLECIÓ PARA SÍ MISMO JUNTO
A SUS CRÍTICXS: SURREALISMO Y POP. ESTÁ BUENO HACER MÁS EXTRAÑAS SUS IMÁGENES,
ACERCAR A ALGUNXS ARTISTAS A SU OBRA, SIN PRETENDER HERMANARLXS O FORZAR BAJADAS
TEÓRICAS. POR EJEMPLO, EL USO DE LA ICONOGRAFÍA RELIGIOSA EN LOS AÑOS OCHENTA Y
NOVENTA COMO UN MODO DE VOLVER QUEER LOS RELATOS CANÓNICOS, UNA MANERA
DE JUNTAR SADOMASOQUISMO Y FLAGELO,
ÉXTASIS Y ESTADOS DEL CUERPO,
HERIDAS Y PLACERES, EXPERIMENTAR EL
DESEO A TRAVÉS DEL SUFRIMIENTO, LA
TRAICIÓN O LA INTOLERANCIA.
Se me ocurren algunos
PARA MÍ EL PROCESO DE ejemplos de artistas y CLARO, ESAS
PRODUCCIÓN DE KLEMM experiencias afines a Klemm SITUACIONES PUEDEN
NO PUEDE SEPARARSE en ese sentido. La primera es PENSARSE COMO EL
DE SU OBRA TERMINADA. MOTOR DETRÁS DE
Las Yeguas del Apocalipsis
TODOS LOS ROLLOS TODA SU NARRACIÓN,
FOTOGRÁFICOS QUE y sus performances, o Sergio UNA NARRACIÓN
VIMOS EN EL ARCHIVO Zevallos y sus reapropiaciones DEL DESEO Y DEL
MUESTRAN MODELOS de la figura de Santa Rosa de RECUERDO EN
MUSCULOSOS POSANDO SIMULTÁNEO. Y ESA
Lima. También pienso en las
ENTRE ESCENOGRAFÍAS NARRACIÓN ES LA
DE TELGOPOR, QUE DAN fotografías intervenidas con QUE APARECE TANTO
CUENTA DEL PROCESO pintura de David Wojnarowicz EN SU PROGRAMA DE
DE TRABAJO DE SUS como en su autorretrato, donde TELEVISIÓN COMO EN
PINTURAS. SUS OBRAS...
su rostro aparece rodeado
de llamas al igual que en
La hoguera de Klemm.
A mí me parece que las imágenes de Te- Yo no estoy tan segurx de que Klemm elu-
lecristales y homoerotismo se pueden diera las definiciones públicas, es verdad
pensar en relación a la obra de Santiago que en una nota dijo que no era gay, que no
García Sáenz, donde escenas del Nuevo era nada. Pero también hay que entender
Testamento se cruzan con la performati- la época, tal vez no se podía expresar con
vidad nocturna, los boliches y el yire gay, palabras, pero su imagen pública era muy
mucho Pueyrredón y Santa Fe. En su se- fuerte. Cuando era adolescente y veía sus
rie Cristo en los enfermos, entra algo de programas, a mí me quedaba muy claro
la vida hospitalaria que puede vincularse que él era alguien queer, como Gasalla,
con el VIH, aunque la como Tortonese o
iconografía religiosa Urdapilleta. Me
sea bastante sutil. quedaba claro que
Pienso que en Federi- ahí pasaba otra
co hay algo parecido. cosa. En la televi-
Ambos atravesaron sión de los noven-
un momento similar, ta, donde el ima-
Santiago sabiendo su ginario familiar,
diagnóstico y Fede- tan heterosexual,
rico sin conocerlo. era omnipresente,
También compar- él abría otro mun-
tían una clase social do que, obvio, a mí
y convivían con ese me fascinaba.
problema: una vida puede ser… la noche
religiosa y experien- de federico iba de la
cias en común de re- disco new york city,
chazo e intolerancia. donde a veces no lo
No tuvieron acepta- dejaban entrar, hasta
ción del medio artís- las fiestas privadas
tico de ese momen- que él organizaba
to: quedaban en un alrededor de una
afuera en el que nos fantasía personal. la
interesa seguir pen- noche desordena las
sándolos hoy. clases sociales, es el
momento para mal-
Alguien me comentó gastar su fortuna, difumina algo de la identidad, es el momento de la
que Klemm dijo una deformance, se pueden sacrificar otras facetas de la vida, improvisar, y
vez: “Fui bello solo todo esto está en sus fotocollages. es un clown en el sentido que ironiza
seis meses”. Creo que
sobre su propia clase y apela al ridículo en el marco de la performance:
esa frase muestra la
idea de una belleza puede exagerar, y tanto la noche como la ópera le permitieron un poco
que ya pasó. Una be- eso. sé que es exagerado, pero está bueno cruzar a federico y a batato,
lleza que brillaba en inclusive a roberto jacoby, con la figura del clown en los años noventa.
sus cristales, en la
oscuridad de sus fotomontajes, en el modo en el que concretó la mayor parte de la
producción artística de sus últimos diez años de vida. Esto también se ve en el rostro
cambiante que es su máscara. Las fotos de adolescencia y juventud lo muestran con un
semblante angelical y sexy, pero en algún momento se desvió de esa imagen previsible. Su
rostro deviene una pantalla, como un autorretrato de Cindy Sherman: una pose artificial.
Claro, su método con-
vertía estas imágenes en
patchworks extraños.
Además, muchos de los fo-
tocollagesdeKlemmsecom-
ponen desde la frontalidad,
la frontalidad del rostro y
de la panta-
PIENSO MÁS
lla televisiva.
Esas miradas
EN UN
hacia adelan-
te bañadas
KLEMM QUEER
por la luz
de neón que
QUE EN UN
combinan el
renacimien-
KLEMM GAY .
to y la época
de la infor-
mación.
En su trayectoria las imágenes preconcebidas, los clichés, los estereotipos se encuentran con lo monstruo-
so. Se puede pensar en lo monstruoso como un desorden de las categorías: seres que reúnen combinaciones
extrañas al sentido común, itinerarios que no son sencillos de ubicar en lugares estables. En sus foto-
montajes los cuerpos hegemónicos de la época, las musculaturas tostadas de gimnasio, los rostros de los
famosos, van hacia un lugar inquietante, siempre incomoda mirarlos. Esa conciencia de ser “una ima-
gen de una imagen”, como decía Masotta al caracterizar el pop, fue algo muy consciente en su trabajo.
Tenés razón. Y más allá de ese
,
Me parece que los relatos mitológicos y religiosos
que solían argumentar la obra de Klemm servían acartonamiento discursivo y lo no dicho su
para la conformación del artificio, del drama. Una aporte a los destapes posteriores es evidente.
narrativa que era mucho más efectiva que los El atractivo de Klemm aumenta con los años:
las reproducciones de El banquete telemático
argumentos ontológicos que describían su obra. El
drama alimentaba su trabajo, gestado, justamente,
para ser mediatizado.
en YouTube son cada vez más , al mismo
tiempo que crece la difusión de su colección
Creo que esto que decís se puede ver en los mismos de arte contemporáneo internacional. A pesar
contrastes que propone Klemm, que vemos en su obra y que
de haber evitado las definiciones públicas en
,
también vimos en su archivo, ese pasaje que va de la belleza y
la juventud, a ser calvo y usar peluca, la recurrencia a cuerpos torno a su sexualidad su performance influyó
estilizados de bailarines, pero también de strippers y en el uso
de los materiales, desde las joyas más caras hasta el telgopor. en los imaginarios de las disidencias locales.
Klemm operaba
simultáneamente
como host y
outsider de su
propio medio
artístico justo en
la época en que la
distancia entre la
cultura popular
y la alta cultura
se desdibujaba.
Su obra fue
tan denostada
como adorada,
al igual que su
personaje. Son
las controversias
de una figura que
se codeaba tanto
con artistas como
con personajes
de la noche
porteña, del jet set
internacional o de
la política oficial.
Pero, no hay duda
que la figura de
Klemm da forma a
un presente queer.
Sí, es increíble
como su universo
de imágenes
e ideas provocó
siempre, en su época,
pero también hoy.
En el borde
entre la divulgación
y lo erudito,
el mainstream
y el under,
entre una estética
hegemónica
y lo freak.
Era claramente
una figura
paradójica,
cercana pero
extraña, de algún
modo, siempre
desfasada.
Federico Klemm abrevó, desde chico, en la pintura; luego estudió
”
arte lírico y dramático, disciplinas que le sirvieron para los
happenings, performances y óperas que presentó en diversos
lugares. Pero a fines de la década del 80 volvió a la plástica: “Salió
de golpe la parte pictórica de la que había dado muestras cuando era
chico y que había quedado dormida durante años”, explica Klemm.
Ahora ocupa ambos lados del mostrador: en su propia galería,
cuyo nombre es Klemm, presenta sus propias obras con el título
Explosiones e implosiones.
En un museo privado, Federico pondría una ¿Estética menemista? ¡Qué burrada! Klemm
esfinge egipcia, un Apolo griego, una piedra no era pizza con champagne. Era champagne
tallada por el hombre en su prehistoria, pon- con champagne. No compraba en Miami, com-
dría arena del desierto, pondría agua sagrada, praba en Sotheby’s. No era for export, era inter-
pondría a San Juan Bautista de Leonardo Da nacionalista. Como Sarmiento, Klemm inventó
Vinci, pondría un Van Gogh y un Toulouse-Lau- un universo completo; el de Sarmiento incluía
trec y el retrato que le hizo a su madre. Klemm maestras norteamericanas, racismo, gorrio-
era autodidacta, es decir, alguien que elige sus nes y góndolas en el Delta (esto no prosperó),
propios maestros, y un monstruo de ganas que el de Federico Klemm, chongos voladores, Gól-
no se aviene al arbitrio de los encargados de gotas de cotillón, planetas en fotocopia y mara-
distribuir flores y medallas en las solapas del villas del mundo para TV cable. Como Bonino
logos y aprende en el cielo y en la tierra y en los y como Fidel Pintos, creó una lengua, no para
cuatro costados, como sor Juana en el oro del excluir con un código, sino para hacerla gozar
siglo, como el esclavo Francisco Manzano, que en una semiótica psicótica, unos saberes de
aprendió a leer en los papeles abollados que claringrilla. Pero, como dijo el artista Fernando
su ama tiraba al canasto, como Henry Ford, Fazzolari cuando Klemm aún vivía: “No vende
que no terminó la secundaria. ni siquiera pescado en buen estado; no se dis-
Así como hay revolucionarios a quienes les fraza de cosaco para vender arte ruso, ni de
molesta que les toquen el brazo, hay populis- orillero para ofrecer obras de tango. Ni inten-
tas que limpian el asiento antes de sentarse ta, desde obesas simpatías grotescas, educar
en el bar de la esquina. Federico Klemm, sin al ciudadano de acuerdo a sus intereses y sin
ceder ante la extorsión de la palabra “pueblo”, ningún consuelo para la justicia de la crítica ni
era, sin embargo, muy pueblo. El modisto Paco para la verdad. Simplemente trabaja ardua-
Jamandreu calificaba a las personas según el mente de sí mismo y esa es su obra”.
grado de pueblo que tenían. De Borges dijo
que era 0 pueblo, de Federico Klemm, 9.50.
Lo cierto es que la calle lo amaba y le agradecía
Este texto formó parte de la performance realizada
el haber aprendido algo de la historia del arte a por María Moreno junto a Naty Menstrual en el marco
través de la tele. del ciclo El Banquete II, Fundación Klemm, 2018.
Telecristales y Homoerotismo
(marzo-junio 2022)
es el primer episodio de una serie
de publicaciones producidas por la
Fundación Federico Jorge Klemm
con ocasión de la exposición
“Encantador de la noche:
Federico Klemm 1942-2002”.
Curaduría
Federica Baeza
Guadalupe Chirotarrab
Santiago Villanueva
Diseño
Agustín Ceretti
Corrección
Celeste Diéguez