Novena de Navidad

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Novena de Navidad

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS


Aquí estamos, Señor, reunidos en torno a vos, no deseamos nada más
sino encontrarte en nuestras vidas; así como te reconocieron Ana y
Simeón queremos reconocerte en el niño que nace en Belén. Prepara
tú nuestros corazones para que recibamos con alegría y compromiso el
Reino de Dios que se hace presente entre nosotros, proclamando con
todos los ángeles y a través de nuestra vida “Gloria a Dios en el Cielo y
en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”. No cierres tus oídos a
nuestra oración para que meditando el misterio de la encarnación,
sigamos más de cerca, con Espíritu de hijos, al crucificado que ha
resucitado. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

PRIMER DÍA, 16 DE DICIEMBRE: LA VIRGEN


MARÍA

Saludo inicial: Hoy estamos aquí para prepararnos


juntos al nacimiento del Señor. Queremos orar con Él,
escuchar su Palabra y meditarla; dejar que sea Él quien nos transforme
así como lo ha hecho con todos los que le escuchan. Así que
dispongámonos a participar en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.

Oración para todos los días


Presentación del personaje del día: Hoy vamos a meditar la figura de
María. Ella fue la primera en recibir la noticia del nacimiento del
Salvador; fue la primera en acoger la palabra en su corazón e
interrumpir sus planes por aceptar a Jesús. Escuchemos hoy cómo ella
recibió el Verbo de Dios.
Lectura Bíblica: Lc 1, 26-38
Meditación: En esta lectura se nos presenta a María como aquella que
está a la escucha de la palabra, es interpelada por ella y recibe la
misión de ser la madre de Dios. Ella, sin embargo, presenta sus dudas al
ángel y recibe la prueba de la maternidad de Isabel que demuestra que
para Dios nada es imposible. ¿Medito yo diariamente la palabra de
Dios? ¿Voy descubriendo la voluntad de Dios para mi vida? ¿Cuáles son
las preguntas que me surgen de la escucha de su voluntad? ¿Es mi
respuesta un sí abierto a recibir a Jesús en mi vida?

Oración final y colocación de la figura de la Virgen María en el


pesebre:
Te damos gracias, Padre, porque en María nos has mostrado la
grandeza de tu amor. Te pedimos que germine en nosotros la pureza
de corazón, y así seamos libres para hacer tu voluntad. Abre nuestros
oídos para que escuchemos tu Palabra, y que en nuestros labios esté
siempre el sí a punto. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Amén. (Mientras se coloca la figura en el pesebre se puede cantar).

Despedida. El Dios de la Vida, que hizo fecunda la virginidad de María,


nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén

SEGUNDO DÍA, 17 DE DICIEMBRE: SAN


JOSÉ

Saludo inicial: Queremos escuchar hoy lo que el


Señor nos quiere decir. Por eso estamos alegres, Dios
se acerca a cada uno de nosotros y nos habla al oído.
Preparemos nuestros corazones para que sea su voz la que
escuchemos, descubriendo su voluntad para nosotros. Comencemos
esta celebración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Oración para todos los días
Presentación del personaje del día: Nos acercaremos en este
momento a la figura de José. Seguramente un joven entre unos veinte
y veinticinco años, con las ilusiones de casarse con María. Ellos ya
estaban comprometidos, así que solamente faltaba esperar un tiempo
y llevar adelante los planes como cualquier pareja de su época. Pero las
dudas invaden el corazón de José, quien pone sus preocupaciones en
las manos del Señor. Dios no se hace esperar, y acude a José; la
necesidad es mutua: José desea respuestas sobre lo sucedido y Dios
necesita la respuesta de José para poner al Hijo bajo sus cuidados.
Escuchemos con mucha atención la siguiente lectura del Evangelio.
Lectura Bíblica: Mt 1, 18-25
Meditación: Hemos escuchado que José era un hombre prudente y
justo, por lo que no actuó según su primer impulso sino que prefirió
meditar y despedir a María de una manera discreta. Él no desespera y
Dios se le manifiesta encargándole cuidar de su hijo. José no tarda en
hacer la voluntad del Señor y al despertarse hace cuánto le ha sido
ordenado. En cuanto a mi vida: ¿Actúo con prudencia o me dejo llevar
por mi primer impulso, sin pensar y cometiendo actos que en la
reflexión posterior me doy cuenta de que fueron injustos? ¿Medito los
acontecimientos de mi vida en oración o es una cosa separada de la
otra? ¿Cuándo descubro lo que debo hacer, me pongo manos a la obra
o espero largamente hasta que no tengo más remedio?

Oración final y colocación de la figura de San José en el pesebre: Tu


amor, Padre, ha sido conocido por San José, hombre justo y padre fiel;
él ha sido de quien Tú quisiste que Jesús aprendiera el amor paterno,
experiencia que luego relacionó contigo hasta decirte ¡Abba! (¡Papá!).
Ayúdanos a ser comprensivos con los demás, buscando en nuestras
relaciones siempre tu justicia, y danos la capacidad de responderte
diligentemente, así como José lo ha hecho. Que en el rostro de los
niños sin padre encontremos tu rostro y asumamos esa tarea de ser
padres en el Espíritu Santo. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

Despedida: El Dios que nos salva continuamente, quien ha bendecido a


José con Jesucristo, nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén

TERCER DÍA, 18 DE DICIEMBRE: EL BURRITO


Y EL BUEY
Saludo inicial: La creación ha sido hecha en Cristo, y por eso es
importante que la recordemos en esta novena. Sobre todo, cuando en
estos tiempos se hace tan importante reflexionar sobre la ecología.
Antes de comenzar, hagamos un pequeño momento de silencio y
escuchemos los ruidos que la naturaleza nos brinda. En el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para todos los días


Presentación del personaje del día: San Francisco, creador del
pesebre, introduce dos nuevos elementos en la representación del
nacimiento del niño Dios. Son el burrito y el buey. El buey, animal
fuerte y fiel, seguramente lo ha deducido puesto que las narraciones
bíblicas nos hablan de un establo; el burrito recuerda aquel animal en
el cual se trasladó María desde Nazaret hasta Belén. En estos dos
animales, se representa toda la armonía de la naturaleza que llega a su
plenitud en Jesucristo. También se nos recuerda que a aquél a quien
nadie quiso recibir en su casa, fue calentado y acogido por estos
animales. Escuchemos lo que nos dice el profeta.
Lectura Bíblica: Is 11,1-9

Meditación: Recibir a Jesucristo en la propia vida implica luchar


activamente por la paz. El burrito y el buey son expresión de la pobreza
en la cual nace Jesús: ¡El Salvador ha elegido nacer en medio de los
más pobres, y en condiciones inhumanas! El nacimiento de este Rey de
la gloria, es una denuncia a todos los atropellos que se cometen a los
hermanos. La naturaleza no podrá encontrarse en paz mientras los
hombres y mujeres no aprendamos a vivir en armonía tanto entre
nosotros como con el resto de la creación. Y para poder ser solidarios
debemos comenzar por hacernos pobres, tanto que seamos libres para
proclamar con nuestras vidas que el lobo habita con el cordero. ¿Doy
cabida en mi corazón a Jesús o le expulso de él con excusas? ¿Soy
solidario con mis hermanos más necesitados? ¿Cómo lo demuestro?
¿Valoro la naturaleza y la respeto como parte de la creación?

Oración final y colocación de las figuras del burrito y el buey en el


pesebre: Al ver al burrito y el buey, Señor, vemos el regalo que nos has
hecho en la creación. Te pedimos perdón por aquellos que con
intereses mezquinos cada día acaban con parte de la naturaleza.
También te pedimos perdón por nosotros, porque muchas veces no
sabemos ser solidarios con quien nos necesita. Danos un corazón de
carne, para que sepamos ser misericordiosos y dar nuestro calor
humano a los demás. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

Despedida: El Dios creador, que nos recuerda su amor en cada huella


de Él que encontramos en la naturaleza, nos bendiga en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

CUARTO DÍA, 19 DE DICIEMBRE: LA ESTRELLA DE


BELÉN
Saludo inicial: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.

Oración para todos los días


Presentación del personaje del día: Estar atentos a los signos de los
tiempos, es vivir en una relación profunda con Dios, nuestros
hermanos y el cosmos. Hoy meditaremos sobre la lectura de estos
signos en nuestras vidas, recordándolos como aquella gran estrella que
anunció el nacimiento del Mesías. La estrella de Belén no es cualquier
estrella en el cielo, es el signo que guía hasta encontrar al Salvador que
ha nacido, pero solamente pueden darse cuenta de ello los que miran
el mundo con ojos que buscan al verdadero Dios. De esta manera, hay
muchos detalles en nuestras vidas que nos pueden indicar a este
mismo Salvador. No hace falta que sea una estrella de Belén, pero sí
que tengamos los ojos y el corazón bien abiertos para que podamos
descubrir aquello que nos guía a Jesús.
Lectura Bíblica: Ap 22,12-17
Meditación: Jesús es la luz, es la estrella radiante de la mañana, es
quien nos enseña el rostro del Padre. Su presencia ilumina toda
nuestra vida y nos guía a que encontremos el sentido del amor en
plenitud; nos convierte en signos radiantes de su alegría para que los
demás nos vean como esas estrellas que guían hasta Él. Este es el don
gratuito de su amor: su presencia resucitada en el hoy de la historia.
¿Verdaderamente siento a Jesús como la luz de mi vida? ¿Busco ídolos
en el cosmos o busco las huellas de la presencia del Señor que me
lleven hasta a Él? ¿Soy estrella radiante para los demás o mi vida es
opaca, triste, sin reflejar a Jesús?

Oración final y colocación de la estrella de Belén en el pesebre: Te


damos gracias, Señor, porque nos sigues amando, y nos muestras a
través de la creación el camino que nos lleva a amarte. Tu Hijo es la
estrella radiante de nuestras vidas, y así, toda la creación se llena de
júbilo; el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra:
¡El Salvador ha nacido! ¡Nuestro Rey ha llegado! Por eso, la alegría se
hace presente en la historia, y el pecado es vencido por tu Amor.
Infunde, Padre, ese espíritu de Amor en cada uno de nosotros para que
seamos colaboradores de la historia de salvación que nos revelas a
cada instante. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Despedida: Que la alegría de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo nos
acompañe siempre y la llevemos a los demás. Amén

QUINTO DÍA: 20 DE DICIEMBRE: LOS


ÁNGELES
Saludo inicial: En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.

Oración para todos los días


Presentación del personaje del día: En la actualidad mucha gente
habla de los ángeles, pero los presenta como seres mágicos, celestiales,
que son capaces por ellos mismos de dar el bien o el mal. La visión
cristiana es diferente. Los ángeles aparecen en la Biblia como aquellos
seres que llevan una buena noticia de Dios a los demás, comprometen
a los destinatarios del mensaje y les van protegiendo de los peligros
que les amenazan. Así, los ángeles aparecen ante los pastores y les
anuncian a los más pobres el nacimiento de Jesús. Escuchemos el
relato.
Lectura Bíblica: Lc 2,8-14
Meditación: En el lenguaje cotidiano, cuando a alguien se le compara
con un ángel es porque ha hecho el bien a otro, y refleja en su vida el
amor de Dios. Los ángeles van a anunciar a los más pobres la buena
noticia del nacimiento de Jesús; son portadores de alegría y le
muestran el camino a los demás para encontrar esta alegría. El coro
celestial invita a glorificar a Dios con la paz, y esta no es una invitación
particular para unos pocos, sino a todos los hombres porque el Señor
les ama. ¿Soy portador de buenas noticias para los demás? ¿Creo y
celebro verdaderamente la buena noticia del nacimiento de Jesús?
¿Soy constructor de la paz que glorifica al Señor?

Oración final y colocación de la figura del ángel en el pesebre. Tú has


enviado, Señor, tu ángel para que camine delante de nosotros,
protegiendo nuestros pasos y guiándonos hacia tus caminos; te sirves
de ellos para anunciarnos buenas noticias. Enséñanos a ser buena
noticia para los demás, a hacer el bien sin ninguna restricción, así
construiremos la paz con nuestros hermanos y haremos realidad el
Reino de Dios entre nosotros. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro
Señor. Amén.

Despedida: Dios que nos envía a anunciar su redención a todos


nuestros hermanos y hermanas, nos bendiga en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

SEXTO DÍA, 21 DE DICIEMBRE: LOS


PASTORES Y LAS OVEJAS
Saludo inicial: El día de hoy queremos unirnos a todos
los hombres y mujeres que tienen un corazón sencillo,
porque ellos son capaces de descubrir en medio de sus
vidas las manifestaciones de Dios. Jesús lo ha afirmado al decir:
“Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios”. En
un momento de silencio busquemos a Dios que se hace presente en
medio de nosotros, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.

Oración para todos los días

Presentación del personaje del día; Los pastores representan a los


pobres del pueblo de Israel, a aquellos que tenían su corazón puesto en
el Señor y que vivían desde las necesidades de cada día que Dios es
quien salva. El rey David había sido un pastor, y Yahvé le llamó para ser
rey de Israel; los pastores del tiempo de Jesús son los primeros
llamados a descubrir al Rey de la Gloria. Este paralelo indica cómo el
Reino de Dios se manifiesta en primer lugar y se construye desde los
humildes. Escuchemos el relato del evangelio y pensemos si nos
identificamos con estos pastores.
Lectura Bíblica: Lc 2,15-20
Meditación: El pobre cree y actúa según su fe, puesto que para él la
esperanza está en el Señor. Muchas veces nos llenamos de tantas cosas
que dejamos de ser pobres y comenzamos a ser ricos en ideas, cosas,
poderes… El pobre no da muchas vueltas y se pone rápidamente en
camino, a ver según lo que le ha dicho el ángel, y no se queda con su
fe, sino que la comparte con los demás. Hay dos partes importantes de
nuestra fe: oír y ver. Necesitamos escuchar el evangelio, creerlo y luego
ir corriendo a ver, a vivirlo, a tener la experiencia de abandonarnos en
los brazos del Padre. Así, tendremos razones para alabar y glorificar a
Dios, de lo contrario, nuestras alabanzas serán vacías, sin una base de
la propia vida. ¿Creo con un corazón pobre o estoy lleno de tantas
cosas que no me permiten creer en la buena noticia de Jesucristo?
¿Vivo realmente mi fe o está divorciada mi vida de la fe? ¿Mi alabanza
a Dios surge de la propia experiencia de la salvación? ¿Me dejo
cuestionar mi forma de vivir la fe o estoy aferrado a una fe rígida,
dejando pasar de largo al Señor de la Vida?

Oración final y colocación de las figuras de los pastores y las ovejas en


el pesebre: En los más pobres de tu pueblo, Señor, tú manifiestas la
grandeza de tu amor. Danos un corazón pobre y humilde, como el de
los pastores a quienes tus ángeles anunciaron el nacimiento de tu Hijo;
para que te podamos reconocer en los más necesitados de nuestra
historia, y, atendiendo su clamor, imitemos tu amor. Por Jesucristo
Nuestro Señor. Amén.

Despedida: El Dios que enaltece a los humildes, nos bendiga en el


nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

SÉPTIMO DÍA, 22 DE DICIEMBRE: LAS MUJERES Y LOS


NIÑOS
Saludo inicial: Ya se acerca la fiesta del nacimiento del Niño
Dios, y cuando es el cumpleaños de alguien, usualmente le
llevamos un regalo. Preparemos ese regalo que somos
nosotros mismos en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
Oración para todos los días
Presentación del personaje del día: En un pesebre siempre hay, junto
con los pastores, mujeres y niños que corren hacia el lugar donde ha
nacido el Mesías. Y es que la vida de Jesús fue un constante reivindicar
de la situación femenina e infantil en la sociedad judía: para ellos, las
mujeres y los niños eran menospreciados y no se les tomaba en cuenta.
Jesús, por su parte, asumía la salvación de toda la humanidad y por ello
se acercaba sin temor a niños y mujeres. De hecho, el encargo más
importante, anunciar la resurrección, fue dado a las mujeres.
Meditemos sobre las relaciones que tenemos con mujeres y niños, a la
luz de este Evangelio.

Lectura Bíblica (Lc 1,39-56)

Meditación. Una mujer embarazada y su hijo en el vientre han


reconocido la maternidad divina de María. La sensibilidad femenina ha
sido capaz de descubrir aquello que estaba oculto. Y María reconoce la
acción del Señor en la vida de los que son socialmente marginados con
el canto del Magníficat. La servicialidad, la humildad, la sencillez, la
apertura a la vida, el fiarse de la mano de Dios… todas estas son
cualidades que se encuentran presentes en el corazón de la madre. Y si
queremos ser verdadera imagen de Dios, debemos procurar tener un
espíritu de niños, libre de prejuicios y dispuesto para amar. ¿Me
relaciono con las mujeres, niños y hombres desde el machismo propio
de mi cultura, o trato de expresar otro tipo de relaciones? ¿Soy capaz
de reconocer las cualidades femeninas de aquellas que me rodean?
¿Encuentro en los niños esa imagen de Jesús niño?

Oración final y colocación de las figuras de las mujeres y los niños en


el pesebre. Señor, Dios de nuestras vidas, te damos gracias porque has
sido para nosotros Padre y Madre, cuidándonos a cada instante,
llenándonos de dones para vaciarnos, como las madres, en los demás.
Danos un espíritu libre, sencillo y disponible a amar, a quien sea y
dónde sea, para que, como niños pequeños, nos dejemos conducir por
ti y así hagamos realidad la fraternidad a la cual nos invitas. Por
Jesucristo nuestro Señor.

Despedida: Dios que es fuente de verdadera humanidad, nos bendiga


en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

OCTAVO DÍA, 23 DE DICIEMBRE: LOS


REYES MAGOS EN CAMINO

Saludo inicial: Ya se va acercando la fiesta de la


Navidad, y cada día que se acerca, pensamos en los
regalos que vamos a dar a nuestros familiares y
amigos. Tomémonos este ratico para recibir el regalo que Dios nos
quiere dar, que es su Palabra, y démosle también un pequeño
presente, nuestra adoración. Hagámoslo en el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para todos los días

Presentación del personaje del día: La tradición cristiana nos ha


pintado a los tres reyes magos como aquellos hombres sabios que
siguen los signos de los tiempos, una estrella brillante en el cielo, y así
encuentran a Jesús en el pesebre. Simbolizan estos reyes paganos que
la salvación de Jesús ha llegado para todo el mundo, judíos y no judíos.
Melchor, Gaspar y Baltazar le dan como presente al niño aquello que
era considerado muy valioso para ellos: oro, incienso y mirra.
Escuchemos qué nos dice el relato bíblico sobre estos tres hombres.

Lectura Bíblica: Mt 2,1-12

Meditación: Los Magos van en primer lugar a donde los poderosos de


Israel, pensando que el niño Jesús había nacido allí, ¿de qué otra forma
podía ser si estaban buscando al rey del universo? Pero Dios nos
sorprende al elegir otro lugar para dejarse encontrar: Belén de Judá, un
pequeño pueblo que era despreciado por todos menos por el profeta.
En nuestras vidas, buscamos el poder de Dios en grandes
manifestaciones, pero no nos damos cuenta de que Él actúa por medio
de los pequeños. Los Magos se pusieron en camino y del palacio
llegaron a una casa pobre; allí encontraron a María con el niño. ¿Dónde
estás buscando la presencia de Dios en esta Navidad? ¿Te has puesto
en camino, como los magos, o sigues instalado en el palacio de la
comodidad, de la separación del otro…? ¿Por medio de qué signos de
la actualidad te está invitando Jesucristo a seguirle?

Oración final y colocación de las figuras de los Reyes en camino en el


pesebre: Ven Espíritu de Dios a mi corazón, no veas el sucio que pueda
haber en él y ayúdame a limpiarlo; dame ojos nuevos para poder
reconocer tu presencia allí, donde nadie piensa que puedas estar;
dame pies nuevos para salir de mi palacio y caminar, como los Magos,
hasta tu pequeña casa de Belén. Te doy gracias, porque cada día haces
nueva mi existencia, y así me haces testigo de tu amor con los
hombres. Que mi oro, mi incienso y mi mirra, sean mi corazón, mi
misericordia y mi acción. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

Despedida: El Señor que nos pone en camino hacia su encuentro, nos


bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
NOVENO DÍA, 24 DE DICIEMBRE: EL NIÑO
JESÚS

Saludo inicial: Hoy se reúnen las familias


para cenar juntos y abrir los regalos. También
es tradición colocar juntos el Niño Jesús en el
Pesebre, llenando de contenido esta fiesta.
Tomemos unos minutos y reflexionemos el
sentido del acontecimiento que estamos
celebrando en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Se canta Cantemos, cantemos.

Oración para todos los días


Presentación del personaje del día: Jesucristo es la verdadera razón de
esta fiesta. La Navidad es el nacimiento de Jesús, y decir que Dios se ha
hecho hombre, es afirmar que no es un Dios lejano sino que ha querido
asumir todos “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de
los hombres” de todos los tiempos, “sobre todo de los pobres y de
cuantos sufren”. Escuchemos la narración del nacimiento de Jesús
según el Evangelio de San Lucas.

Lectura Bíblica: Lc 2,1-7

Meditación: Ante el misterio de la encarnación del Hijo de Dios, no se


puede hacer más que callar y dejar que hable en nuestro corazón. Por
ello, guardemos unos minutos de silencio y contemplemos al niño que
hemos encontrado envuelto en pañales y acostado en un pesebre.

Oración final y colocación de la figura del Niño Jesús en el pesebre:


Querido Niño Jesús, así comenzábamos nuestras cartas a ti cuando
éramos pequeños, hoy queremos decírtelo porque hemos encontrado
la grandeza de tu amor por nosotros. En nuestro caminar, nos hemos
apartado de ti, pero hoy queremos descubrirte de nuevo, recibirte y
seguirte por donde nos lleves, porque reconocemos que tú eres el
Señor del universo, el Rey de la Gloria por siempre. Amén.
Despedida: El Dios de la Vida, que nos ha regalado al niño Jesús para
nuestra redención, nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.

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