Novena Navidad Día 7
Novena Navidad Día 7
Novena Navidad Día 7
LEGIÓN DE MARÍA
NOVENA DE NAVIDAD 2018
SEPTIMO DÍA
VILLANCICO
BIENVENIDA
Con el gozo de encontrarnos de nuevo en torno al Divino Niño Jesús, les
damos la bienvenida a este septimo día de la novena de navidad, que
nuestra familia legionaria celebra para culminar de la mejor manera este
año lleno de bendiciones. Encomendamos en este día a todos los
legionarios del mundo, en especial los que se encuentran enfermos,
tristes, o con algún desaliento, para que el Niño Dios los llene de
fortaleza y esperanza. Oramos también por nuestros legionarios difuntos,
para que, por la misericordia de Dios, puedan contemplar eternamente el
Rostro Amoroso de Nuestro Salvador. Iniciemos.
ORACIÓN INICIAL
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Benignísimo Dios de infinita caridad que nos has amado tanto y que nos
diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho
nuestro hermano en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para
nuestra salud y remedio; te damos gracias por tan inmenso beneficio. En
retorno, te ofrecemos, Señor, el esfuerzo sincero para hacer de este
mundo tuyo y nuestro, un mundo más justo, más fiel al gran
mandamiento de amarnos como hermanos. Concédenos, Señor, tu ayuda
para poderlo realizar. Te pedimos que esta próxima Navidad, fiesta de
paz y alegría, sea para nuestra comunidad legionaria un estímulo, a fin
de que, viviendo como hermanas, busquemos más y más los caminos de
la verdad, la justicia, el amor y la paz. Amén.
Padre Nuestro…
1
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN
LUCAS (1, 57-66)
2
REFLEXIÓN
El Precursor
¿En qué termina el Antiguo Testamento? No termina. Queda abierto.
Toda la parte primera y más voluminosa de la Biblia queda a la espera.
Hay una alianza vigente pero ya rota, la alianza con Moisés. Hay una
historia larga y triste de infidelidades del pueblo de Dios y hay una
historia larga y bella de la paciencia de ese mismo Dios. Sin embargo,
hacia el final del Antiguo Testamento esa paciencia se ha vuelto
silencio: sólo silencio espeso, ambiguo y duro, que pone a extrema
prueba la esperanza calcinada de los pobres: el "Pequeño Resto". De
repente el silencio se rompe a orillas del río Jordán porque surge una
voz. Un hombre que es una voz. Su nombre es Juan, y por su acción
profética le llamamos "el Bautista". Y como bien predicó san Agustín,
detrás de la "voz" vendría la "Palabra": en realidad Juan era el Precursor,
el encargado de la durísima misión de preparar a aquel pueblo abrumado
de recuerdos tristes y realidades amargas para que oyera la noticia
increíble del amor de Dios.
Del débil auxilio, del doliente amparo; consuelo del triste, luz de
desterrado. Vida de mi vida, mi sueño adorado; mi constante amigo, mi
divino hermano.
Haz de nuestra patria una gran familia; siembra en nuestro suelo tu amor
y tu paz. Danos fe en la vida, danos esperanza y un sincero amor que nos
una más.
4
Ven Salvador nuestro por quien suspiramos. ¡Ven a nuestras almas!
¡Ven, no tardes tanto!
VILLANCICO
ORACIÓN AL NIÑO DIOS
Señor, Navidad es el recuerdo de tu nacimiento entre nosotros, es la
presencia de tu amor en nuestra familia y en nuestra sociedad. Navidad
es certeza de que el Dios del cielo y de la tierra es nuestro Padre, que tú,
Divino Niño, eres nuestro Hermano.
Que esta reunión junto a tu pesebre nos aumente la fe en tu bondad, nos
comprometa a vivir verdaderamente como hermanos, nos dé valor para
matar el odio y sembrar la justicia y la paz. Oh Divino Niño, enséñanos
a comprender que donde hay amor y justicia, allí estas tú y allí también
es Navidad. Amén.
Gloria al Padre…
5
para que, como tú, en el silencio de la vida, podamos ofrecerle todo lo
que tenemos y todo lo que somos. Amén.
Todos: San José ruega por nosotros.
VILLANCICO
DESPEDEIDA Y BENDICIÓN
Señor Jesús, te vemos niño y creemos que eres el Hijo de Dios, hecho
hombre por obra del Espíritu Santo en el seno de la Virgen María.
Como en Belén también nosotros con María, José, los Ángeles y los
pastores, te adoramos y te reconocemos como nuestro único Salvador.
Protege a nuestras familias, bendice a todos los niños del mundo,
consuela a los tristes y fortalece a los cansados, y haz que reine siempre
entre nosotros el amor que Tú nos has traído y que hace la vida más
feliz.
VILLANCICO