EL SANTO ROSARIO (1)
EL SANTO ROSARIO (1)
EL SANTO ROSARIO (1)
1.- + Por la señal de la santa cruz + de nuestros enemigos + líbranos señor Dios
nuestro.
2.- + En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo, amén.
3.- CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en
Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia
del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de
Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al
tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la
derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y
muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica, la Comunión de
los Santos; el perdón de los pecados, la resurrección de la carne; y la vida
eterna. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
5.- ( 3 AVEMARÍAS )
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén
6.- Gloria al padre, al hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y
siempre por los siglos de los siglos amén.
El Ángel anuncia de parte de Dios el alto misterio de la Encarnación.
Ave, Ave, Ave María.
LETANÍAS
Señor, ten piedad Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
ORACIÓN.
Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud
de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada
siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos,
gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro,
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.Oh, clemente, oh piadosa, oh
dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos
dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo Amén.
ORACIÓN FINAL
Dulce madre, no alejes tu vista de nosotros, ven con nosotros a
todas partes y nunca solo nos dejes, confiados en tu protección
como verdadera madre, cubrenos con tu santo manto.
terribles azotes acepta Jesús, para que Dios quiera perdonarme a mi.
Ave, Ave, Ave María.
SEGUNDO MISTERIO DOLOROSO:
CONTEMPLAMOS LA
CORONACIÓN DE ESPINAS
La cruz Cristo abraza por mi solo amor, y yo con la mía lo quiero seguir.
Ave, Ave, Ave María.
CUARTO MISTERIO
DOLOROSO:
CONTEMPLAMOS A JESÚS
CON LA CRUZ A CUESTAS
Cuando lo conducían,
agarraron a un tal Simón
de Cirene, que volvía del
campo, y le pusieron
encima la cruz para que la
llevara detrás de Jesús. Le
seguía una gran multitud
del pueblo y de mujeres
llorando y lamentándose
por él. Jesús se volvió y les
dijo: —Mujeres de
Jerusalén, no lloren por
mí; lloren más bien por
ustedes y por sus hijos. Porque llegará un día en que se dirá: ¡Dichosas
las estériles, los vientres que no concibieron, los pechos que no
amamantaron! Entonces se pondrán a decir a los montes: Caigan sobre
nosotros; y a las colinas: Sepúltennos. Porque si así tratan al árbol verde,
¿qué no harán con el seco?
Conducían con él a otros dos malhechores para ejecutarlos. Cuando
llegaron al lugar llamado La Calavera, los crucificaron a él y a los
malhechores: uno a la derecha y otro a la izquierda. ( Lc 23,
26-33 )
CONTEMPLAMOS LA MUERTE
DE JESÚS EN LA CRUZ
LETANÍAS
Señor, ten piedad Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
ORACIÓN.
Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud
de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada
siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos,
gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro,
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.Oh, clemente, oh piadosa, oh
dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos
dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo Amén.
ORACIÓN FINAL
Dulce madre, no alejes tu vista de nosotros, ven con nosotros a
todas partes y nunca solo nos dejes, confiados en tu protección
como verdadera madre, cubrenos con tu santo manto.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva
al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu
misericordia.
CONTEMPLAMOS LA VENIDA
DEL ESPÍRITU SANTO
CUARTO MISTERIO
GLORIOSO:
CONTEMPLAMOS LA
ASUNCIÓN A LOS CIELOS
DE LA BIENAVENTURADA
VIRGEN MARÍA
Y Ozías dijo a Judit: Que el Altísimo te bendiga, hija, más que a todas las
mujeres de la tierra. Bendito el Señor, creador de cielo y tierra, que
enderezó tu golpe contra la cabeza del general enemigo. Los que
recuerden esta hazaña de Dios jamás perderán la confianza que tú
inspiras. Que el Señor te engrandezca siempre y te dé prosperidad,
porque no dudaste en exponer tu vida ante la humillación de nuestra raza,
sino que vengaste nuestra ruina procediendo con rectitud en presencia de
nuestro Dios. Todos aclamaron: ¡Así sea, así sea! (Jdt 13,18-20)
QUINTO MISTERIO
GLORIOSO
CONTEMPLAMOS LA
CORONACIÓN DE LA
SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
COMO REINA DEL CIELO
Una gran señal apareció en el cielo: una mujer revestida del sol, la luna
bajo los pies y en la cabeza una corona de doce estrellas
(Ap. 12,1)
LETANÍAS
Señor, ten piedad Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
ORACIÓN.
Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud
de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada
siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos,
gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro,
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.Oh, clemente, oh piadosa, oh
dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos
dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo Amén.
MISTERIOS
LUMINOSOS
Jesús bautizado en el río
Jordan, a seguir su ejemplo
me dejo a mi
Ave, Ave, Ave María.
CONTEMPLAMOS EL
BAUTISMO DE JESÚS
CONTEMPLAMOS EL ANUNCIO
DEL REINO DE DIOS
CONTEMPLAMOS LA
TRANSFIGURACION DEL SEÑOR
QUINTO MISTERIO
LUMINOSO:
CONTEMPLAMOS
LA INSTITUCIÓN DE
LAS EUCARISTIA
El primer día de
los Ázimos, cuando
se inmolaba la
víctima pascual, le
dijeron los
discípulos: ¿Dónde
quieres que
vayamos a
prepararte la cena
de Pascua? Él envió a dos discípulos encargándoles: Vayan a la ciudad y
les saldrá al encuentro un hombre llevando un cántaro de agua. Síganlo y
donde entre, digan al dueño de casa: Dice el Maestro que dónde está la
sala en la que va a comer la cena de Pascua con sus discípulos. Él les
mostrará un salón en el piso superior, preparado con divanes. Preparen
allí la cena. Salieron los discípulos, se dirigieron a la ciudad, encontraron
lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua. Al atardecer llegó
con los Doce. Se pusieron a la mesa y, mientras comían, dijo Jesús: —Les
aseguro que uno de ustedes me va a entregar, uno que come conmigo.
Entristecidos, empezaron a preguntarle uno por uno: ¿Soy yo? Les
respondió: Uno de los Doce, que moja el pan conmigo en la fuente. El Hijo
del Hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay de aquel por quien el
Hijo del Hombre será entregado! Más le valdría a ese hombre no haber
nacido. Mientras cenaban, tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y
se lo dio diciendo: Tomen, esto es mi cuerpo. Y tomando la copa,
pronunció la acción de gracias, se la dio y bebieron todos de ella. Les dijo:
Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos. Les
aseguro que no volveré a beber el fruto de la vid hasta el día en que beba
el vino nuevo en el reino de Dios. ( Mc. 14,12-25)
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al
cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
LETANÍAS
Señor, ten piedad Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
ORACIÓN.
Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud
de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada
siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos,
gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro,
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.Oh, clemente, oh piadosa, oh
dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos
dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo Amén.
ORACIÓN FINAL
Dulce madre, no alejes tu vista de nosotros, ven con nosotros a
todas partes y nunca solo nos dejes, confiados en tu protección
como verdadera madre, cubrenos con tu santo manto.