Ferreres y Abusamra - Neurociencias y educación_cap6
Ferreres y Abusamra - Neurociencias y educación_cap6
Ferreres y Abusamra - Neurociencias y educación_cap6
NEUROCIENCIAS
Y EDUCACIÓN
Selección de títulos y prólogos
de Rosa Rottemberg
~11~
PAIDÓS
Buenos Aires - Barcelona - México
1/36
Selección de títulos y prólogos: Rosa Rottemberg
Diseño de cubierta: Gustavo Macri
Introducción
del estrés, la nutrición, el sueño, las e.'\.l )eriencias tempranas y el contexto so- Expectativas sobre neurociencias y educación
cioecooómico sobre la estrucrura y función del cerebro. La evidencia de que
estos factores modelan la biología del cerebro y tienen consecuencias a largo El interés por las neurociencias p odría parecer una obvie.dad. Con.~ide-
plazo sobre la salud y la capacidad de aprendiz.aje plantea la necesidad e im-
portancia de los programas de educación temprana y de las intervenciones de
rando que el cerebro es el órgano del aprendiz.aje, 1~ comprens!ón de s.u
quinaria" necesariamente debería tener consecuencias sob;e c_omo m;¡o~ard:
mr
compensació n, especialmente en sectores desfavorecidos. educación la enseñanza. Que sin cerebro no hay apren 1z.a¡e se ~a e es
Dentro de los dominios más clásicos de la educación, se han hecho avan- y · En cambio la búsqueda de respuestas a cuestiones edu-
h ace mue h o tiempo. • 'd ·
ces significativos en la comprensión de la maquinaria cerebral que permite cativas en las ciencias del sistema nervioso solo ha ap aree, o recientemente.
adquirir habilidades complejas como la lecrura, la escrirura, las matemáticas y Es comprensible: antes los estudios neurales apor~a_ban conce~to~ generale~ o
la resolución d e problemas. También se ha avanz.ado en el conocimiento de los · les d e laboratorio cuya aphcab1hdad. a la practica educativa
resu 1tad os en anima b 1
mecanismos cerebrales que subyacen a la motivación, la atención y la memoria 'f' ·1 1
era d1 1c1 e vis um b rar. La pos,.bilidad acrual de estudiar
d · . .. las bases. cere
d" ra es
de trabajo, los sistemas de recursos generales y del desarrollo y funcionamien- de procesos mentales humanos -entre ellos, la pos1b1lidad de estudiar irecta-
to de los sistemas cerebrales que sustentan la cognición social y la regulación mente las bases cerebrales del aprendiz.aje escolar- y los resultados lograd~s
de la conducta social, aspectos esenciales para la adquisición d e habilidades son los factores que impulsaron el interés por esta nuev~-zona_ del conoc1-
que permitan una adecuada inserción en la sociedad. miento conocida como neurociencia cognitiva de la educaa.on o, sunplemente,
Son dos las causas que han motoriz.ado los vertiginosos avances en el es- mente, cerebro y ed1teación.
rudio del cerebro humano. Una es claramente visible: se cuenta ahora con po- Sin embargo, la gran atención que se presta a al~no~ resultados ~e la
derosas técnicas no invasivas (corno las imágenes funcionales o las de registro neurociencia crea también un riesgo. Hay una tendencia a ¡uz.gar demasiado
de poten ciales) que permiten medir la función cerebral durante variadas tareas alto el valor de la neurociencia como fuente de prueba, en comparación con
experimentales en adultos y bebés, en controles sanos y pacientes con lesiones, otras fuentes de evidencia. Suele olvidarse que el papel de la neurociencia es
en sujetos con desarrollo típico o atípico, antes y después del tratamiento. con frecuencia complementario; su contribución a áreas como la educación es
H ace tan solo cuarenta años, la posibilidad de contar con estos recursos era claramente interdisciplinaria, se produce en conjunción con aportes ~e otras
impensada. La segunda causa (aunque históricamente previa) es el enorme de- disciplinas, en particular de las ciencias d e la conducta. Algunos es~d1os han
sarrollo de diferentes ramas de la psicología cognitiva• que, con su base de observado que el valor asignado a la evidencia neurocientífica no siempre da
conocimientos, métodos y modelos teóricos, constituye la principal fuente lugar a buenas conclusiones, incluso entre investigadores y profesionales. En
para formular las preguntas que se ponen a prueba en los experimentos.2 En el el público en general, la atracción que ejerce la tecnología y el poder seduc-
contexto de los avances de la investigación neurocientífica, no es sorprendente tor de las impactantes imágenes del cerebro en acción, mostradas en las sec-
entonces el interés por lo que las neurociencias pueden aportar a la educación ciones especializ.adas de los medios de comunicación y en Internet, crean un
y los llamados a trasladar los resultados del laboratorio neurocientífico a la entusiasmo estimulante, pero también el riesgo de una asimilación acrítica de
práctica docente en el aula. la evidencia. Muchos no saben qué representan exactamente esas "hermosas
imágenes"> ni toman en cuenta las condiciones experimentales en que fueron
l. Uno de los primeros libros de neurociencia cognitiva se titulaba provocati;~- obtenidas.' Pocos lectores están conscientes de las diferencias entre los ha-
mente Imágenes de L:, mente ( 1994). Su autor, Michael Posner, con '.-'n~ ~estaca?ISl- llaz.gos de distintos laboratorios, diferencias que forman parte del desarrollo
ma trayectoria en psicología cognitiva, desafiaba _con el círul~ e! pn~c•p 10 se~n el
cual la actividad de la mente no era observable, sino que deb1a infenrse a parur de
los datos de la conducta. Aunque la mente siga siendo inobservable (porque es una 3. Las imágenes cerebrales suelen asumirse como una observación directa de
categoría teórica), ahora también es posible utilizar los datos neurales Par:ª ~erfec- la actividad cerebral, cuando en realidad son mapas estadísticos que codifican en
cionar esos modelos teóricos. Gazzaniga (2002) sostiene que uno de los ob¡envos de colores la probabilidad de la "activación" de una región del cerebro medida de
la neurociencia cognitiva es resuingir teorías psicológicas a _partir de datos neurales manera indirecta a través del flujo de sangre, que se cree que correlaciona con la
y modelar dichas teorías para hacerlas biológicamente plausibles. . . actividad neuronal.
2. Aunque ya los resultados de los propios expe~n:ientos en neuroc1enc1~ cog-
4. Los datos neurocientíficos son a menudo promedios, por lo que un hallaz-
nitiva promueven una nueva serie de pre~~tas, cogrut1vas y neurales, qu~ alientan go puede no ser representativo de cada estudiante. Además, muchos estudios se
llevan a cabo en adultos y los datos pueden no ser generalizables a los niños.
el desarrollo de modelos integrados (cogrunvos y neurales).
156 Neurociencias y educación
norn:ial -de cual~uier ~mp~esa científica y cuya resolución insume tiempo y las neurociencias una responsabilidad en •la rcn?vació.n d~ la cducac!6n _que
estas no pueden satisfacer. Sin lugar a dudas, la invest1gac16n ncuroc1ent1fica
<F·~
Neurociencia y educación. Desaflos y perspocllvas 1 157 •
los bebés fueron tomados en cuenta para elaborar los modelos neurales del no son "prescriptivos"; el conocimiento de los m~canismos neurale_s aporta
procesamiento matemático. fundamentos sobre los que se podría basar o cuestionar tal o cual meto~o de
_ La neurociencia cognitiva integra tres perspectivas que enmarcan su estu- intervención educativa, pero no constituyen en sí mis:°o~ re~omendac1ones
dio _de la mente/ cerebro humano. La perspectiva filogenética asume que las ca- sobre cómo llevar a cabo la enseñanza. Y, como ya se senalo, el 111tento de usar
pa~1dades hui:nanas so? resultado de la evolución, y por tanto los estudios en los hallazgos de las neurocie~cias como r~ce~as para la práctica _e?á con~enado
animales so? mformaavos para la comprensión de la mente/cerebro humano. a la frustración y acarrea el nes~o de pe:i,ud,c_ar_ una _colaborac,on efecu_va ..
La persp~cuva ontogenética parte de considerar que la circuitería que subyace El establecimiento de una 111teracc1on bidireccional entre neurociencias
a las funci~>ne~ mentales se forma como resultado de la interacción de los genes y educación es el único camino que realm':nte permiti_rfa desarroll~r todo_ el
Y la exp:ne_nc1a dur:in_te el d~sarrollo._Y la patológica considera que el estudio potencial de la relación. Para eso, se necesita compartir ~~ lenguaie c_omu~,
de lo~ ~efic1ts patolog1cos es informauvo para la compresión de la arquitectura la comprensión mutua de las características de ambas ac~1v1da~es ~ _la 1denu-
cogruuvo-neural de las capacidades humanas. Esas perspectivas hacen de la ficación de los problemas que pueden resolverse con la mvesugac,on. No es
neurociencia cognitiva una ciencia interdisciplinaria que se basa en los resul- frecuente el diálogo entre educadores e investigadores, a pesar de lo produc-
tados de la psicología cognitiva, la neurociencia, la biología, las ciencias de la tivo que podría resultar. Los neurocientíficos po_drían alimentarse de las.~b-
computación, las matemáticas, la sociología y la antropología, con el objeto de servaciones que hacen los docentes de las estrategias desplegadas por los ~nos
generar una mejor comprensión de las bases cerebrales de los procesos men- para resolver un problema particular. Mejor aún, podrían observarlas coniun-
tales. La educación se beneficiaría sin duda de conocer lo que la ciencia ha tamente en el ambiente de clase. Las intervenciones pensadas por los docentes
descubierto sobre el desarrollo, el aprendizaje y la cognición, aprovechando podrían ser fuente de ideas para investigar en el. ámbito de la neurociencia. Y,
los datos aportados por diferentes niveles de análisis (conductual, cognitivo, sin el compromiso de los docentes, es imposible implementar y evaluar nuevas
neural) y aprovechando el aporte obtenido desde distintas perspectivas. intervenciones educativas. ¡Cuánto podría aportar una generación de nuevos
Las neurociencias tienen una fuerte tradición de investigación empírica ex- investigadores en neurociencia cognitiva de la educación que dominen tanto el
perimental. Esto podría ser provechoso para la educación, un campo en el que lenguaje de la educación como el de la neurociencia!
ha habido resistencia a la investigación C11antitativa. Los estudios empíricos po- Forjar enlaces fuertes entre ambos dominios requiere una doble alfabe-
drían ayudar a resolver controversias sobre temas específicos de los métodos de tización. Los docentes necesitan convertirse en " neurocientíficamente alfa-
enseñanza que no pueden dirimirse con la sola confrontación entre marcos teó- betizados" y los neurocientíficos tienen que "alfabetizarse en educación".
ricos generales. Una valorización del enfoque experimental en la investigación Un aspecto crucial son los programas de formación docente. Los cursos de
educativa enriquecería la formación del propio docente, contribuyendo a desa- neurociencia cognitiva deberían integrar los planes de estudio, incluyendo no
rrollar una capacidad de reflexión más sistemática no solo sobre las evidencias solo una introducción básica al sistema nervioso, sino también conocimien-
que apoyan los métodos que aplica sino, también, enriqueciendo la observación tos actualizados sobre el desarrollo del cerebro, los mecanismos neurales de
y el análisis de lo que él mismo hace y de los resultados que logra. las funciones cognitivas y socioemocionales, los efectos del ambiente y de la
cultura sobre la función cerebral y, por supuesto, los mecanismos neurales
de dominios educativos claves como lectura, escritura, comprensión de tex-
tos, matemáticas y resolución de problemas. Los docentes deberían conocer
Relación bidireccional, formación de docent es e investigadores
los avances en el conocimiento del desarrollo típico y de desarrollos atípi-
cos como dislexia, discalculia, autismo, déficits atencionales y trastornos de
En el camino de construir puentes entre neurociencia y educación es nece- la conducta. La formación docente también debería introducir el estudio de
sario adoptar un enfoque bidireccional y remover varios obstáculos. La ilusión los métodos que miden la actividad cerebral y los que miden la conducta, in-
de una ruta directa desde el laboratorio al aula supone una relación unidirec- formar sobre sus puntos fuertes y limitaciones y sobre los usos y abusos de
cional en la que los neurocientíficos pueden decir a los educadores lo que hay los datos científicos. De esta manera, los docentes estarían mejor capacita-
que hacer. Este enfoque es doblemente negativo, porque combina una mirada dos para un consumo crítico de la evidencia neurocientífica y para rechazar
patemalista de la educación con una expectativa de soluciones mágicas prove- la pseudociencia de los neuromitos y de los productos educativos comerciales
nientes de las neurociencias. Los resultados de la investigación neurocientífica falsamente basados en el cerebro.
Neurociencia y educación. Desafíos y perspectivas 161
160 1 Neurociencias y educación