MENINGOENCEFALITIS PIÓGENA
MENINGOENCEFALITIS PIÓGENA
MENINGOENCEFALITIS PIÓGENA
DEFINICIÓN: La meningoencefalitis piógena es una inflamación del cerebro y las meninges (las membranas que recubren el cerebro y
la médula espinal) causada por bacterias piógenas, es decir, bacterias que pueden causar pus.
La enfermedad puede ser causada por una variedad de bacterias, incluyendo Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y
Neisseria meningitidis
Se define como una inflamación de las meninges y el encéfalo, Entre las principales causas, podemos mencionar a las infecciones
bacteriana y virales que representan el 90% de los casos.
La meningoencefalitis bacteriana generalmente es de inicio agudo, con manifestaciones que tienen menos de 72 hrs y en raras
ocasiones rebasan la semana. Por el aspecto del LCR, turbio y con predominio de leucocitos polimorfonucleares, se utiliza el término
de MENINGOENCEFALITIS PURULENTA (PIÓGENA)
AGENTES CAUSANTES
La prevalencia de los agentes causantes de la meningoencefalitis piógena puede variar según la región geográfica y otros factores.
Sin embargo, en general, se considera que la incidencia de los agentes causantes más comunes de la meningoencefalitis piógena es
la siguiente:
Streptococcus pneumoniae: Es uno de los agentes causantes más comunes de la meningitis bacteriana en todo el mundo, y
puede causar alrededor del 30-50% de los casos de meningoencefalitis piógena.
Neisseria meningitidis: Es responsable de aproximadamente el 20-30% de los casos de meningitis bacteriana en todo el
mundo.
Haemophilus influenzae tipo b: La incidencia de la meningitis causada por esta bacteria ha disminuido significativamente
desde la introducción de la vacuna Hib en la mayoría de los países. En la actualidad, representa aproximadamente el 1-6%
de los casos de meningitis bacteriana en algunos países.
Streptococcus agalactiae: Es un agente causante menos común, que representa alrededor del 5-10% de los casos de
meningitis bacteriana en adultos. Sin embargo, es una causa importante de meningitis neonatal en recién nacidos.
Listeria monocytogenes: Es otro agente causante menos común, que representa alrededor del 1-10% de los casos de
meningitis bacteriana, pero es más común en personas mayores de 50 años, mujeres embarazadas y recién nacidos.
EPIDEMIOLOGÍA
La meningitis es una inflamación de las meninges y el cerebro causada por infecciones bacterianas o virales. En la mayoría de los
casos, la enfermedad comienza con la colonización de microorganismos en el tracto respiratorio, seguida de la invasión de la sangre
y la siembra de bacterias en las meninges.
Una vez en el líquido cefalorraquídeo (LCR), los microorganismos se multiplican rápidamente y liberan componentes activos de la
pared celular o membrana, lo que causa inflamación. Los determinantes más importantes de la inflamación meníngea son los
componentes subcapsulares de la pared y el lipopolisacárido. La interleucina 1 y el factor de necrosis tumoral alfa son las citocinas
iniciales en la inflamación meníngea.
Estos estimulan la producción de otros mediadores, lo que resulta en daño al endotelio vascular y alteración de la permeabilidad de
la membrana, lo que da lugar a migración de proteínas séricas y otras macromoléculas hacia el interior del LCR, provocando edema
vasogénico. La hipertensión intracraneana es causada por el edema vasogénico, citotóxico e intersticial, la éstasis y la interrupción
de la absorción del LCR. Estos eventos, graves y sostenidos, pueden dar lugar a daño neuronal y lesión cerebral focal o difusa,
irreversibles.
Generalmente, la meningitis va precedida de una infección respiratoria alta en la que estas bacterias colonizan la nasofaringe. Las
bacterias viajan a través de la membrana epitelial e ingresan al espacio intravascular. Logra invadir las meninges una vez que logran
cruzar los plexos coroideos o la microvasculatura cerebral.
En la etapa neonatal, la colonización de la nasofaringe es rara, por lo que la infección meníngea se da por vía hematógena.
En algunos casos, la meningitis se desarrollar como una extensión directa desde el oído medio o de los senos paranasales, o como
consecuencia de trauma encefálico severo, procedimientos neuroquirúrgicos o defectos durales congénitos, entre otros.
CARACTERISTICAS CLÍNICAS
No existe ninguna manifestación patognomónica de meningitis. El diagnóstico no puede hacerse solamente en base a los síntomas y
signos físicos. Los signos y síntomas clásicos descritos para niños mayores y adultos raramente están presentes en los recién nacidos
y lactantes menores.
Neonatos
Manifestaciones clínicas inespecíficas: hipotermia, temperatura normal y fiebre, vómitos, irritabilidad, rechazo a lactancia,
respiración irregular.
Si se considera sepsis como una posibilidad, se debe hacer una punción lumbar para descartar meningitis.
Lactantes
Son más específicos, se debe mantener alta sospecha clínica: fiebre, vómitos, somnolencia, llanto inusual, irritabilidad
marcada, convulsiones.
Su incidencia es elevada entre los 6 y 12 meses
Los signos meníngeos son más frecuentes después de los 18 meses.
Niños
DIAGNOSTICO
Ante la sospecha clínica, se debe realizar un estudio de LCR para confirmar el diagnóstico. En caso de que exista alguna
contradicción, se iniciará tratamiento hasta demostrar lo contrario.
Presenta una apariencia turbia, glucosa baja, proteínas elevadas y el Gram nos permite tipificar a la bacteria implicada
Hipertensión endocraneana
Inestabilidad hemodinámica
Infección de piel o TCS en el lugar de la punción
Plaquetopenia (menos de 50.000)
Nos permite identificar complicaciones intracraneales de meningitis bacteriana como empiema subdural, trombosis cerebral,
hidrocefalia, abscesos intracraneales.
Gram en LCR
Utilidad del látex
La utilidad del látex para identificar una MEC bacteriana aguda va a depender del agente etiológico. No es una prueba que se pida de
rutina
Se debe solicitar en casa de que el paciente haya recibido previamente antibióticos, o el cultivo y la tinción gran son negativos
Utilidad de la PCR
Ha sido utilizada para amplificar el ADN de los pacientes con meningitis por gérmenes comunes. Tiene una sensibilidad de 91-100% y
especificidad de 96-98%.
Sin, embargo, no es una técnica de fácil disponibilidad, costosa y requiere de un buen laboratorio con personal calificado
Indicaciones para una punción lumbar de
Control
Radiografía: La radiografía no es la técnica de imagen más comúnmente utilizada en el diagnóstico de la meningoencefalitis piógena,
ya que no es muy sensible ni específica para detectar las lesiones asociadas a la enfermedad. Sin embargo, en algunos casos, la
radiografía puede mostrar signos indirectos de la enfermedad, como la presencia de neumonía, abscesos pulmonares o derrame
pleural.
Tomografía computarizada (TC): La tomografía computarizada (TC) es una técnica de imagen más sensible que la radiografía para
detectar las lesiones asociadas a la meningoencefalitis piógena. La TC puede detectar lesiones cerebrales, como abscesos, edema y
hemorragias, así como también puede detectar signos de inflamación de las meninges y la presencia de líquido cefalorraquídeo
anormal.
La tomografía axial computarizada (TAC), la gammagrafía cerebral y el electroencefalograma pueden ser útiles para detectar lesiones
localizadas. La TAC es especialmente útil en casos con déficit neurológico focal, obnubilación prolongada, estado epiléptico o
persistencia de crisis convulsivas focales, hipertensión endocraneana grave e hiperproteinorraquia persistente. En las etapas iniciales
de la meningoencefalitis, la TAC puede mostrar aumento de la densidad de las cisternas basales, fisura interhemisférica y plexos
coroides.
Resonancia magnética (RM): La resonancia magnética (RM) es la técnica de imagen más sensible y específica para detectar las
lesiones asociadas a la meningoencefalitis piógena. La RM puede detectar lesiones cerebrales pequeñas, como abscesos y áreas de
inflamación, y también puede mostrar signos indirectos de la enfermedad, como la presencia de edema cerebral y la obstrucción de
los ventrículos cerebrales debido a la acumulación de líquido cefalorraquídeo. Además, la RM puede mostrar cambios en la
intensidad de la señal en diferentes secuencias de imágenes que pueden ser útiles para distinguir entre diferentes tipos de lesiones,
como abscesos y tumores cerebrales.
TRATAMIENTO
PRONOSTICO
La meningoencefalitis tiene una letalidad del 10-15%, siendo la causada por enterobacterias la de peor pronóstico. Además de la
terapia oportuna, es importante el inicio temprano de un programa de estimulación neurológica para limitar las secuelas del
neurodesarrollo y las motoras. También se recomienda la detección oportuna de la hipoacusia y la realización de evaluaciones en
forma seriada durante los tres años siguientes a la presentación de la enfermedad.
Después de la meningitis, algunos factores pueden afectar el aprendizaje en niños, como las alteraciones auditivas, problemas
motores, pérdida de la coordinación fina o gruesa, conducta hiperactiva, estrés, ansiedad, pobre capacidad de atención, entre otros.
El manejo de la meningoencefalitis debe ser realizado por un equipo multidisciplinario para ofrecer un mejor pronóstico y favorecer
el desarrollo del paciente como un individuo productivo en el futuro.
PREVENCIÓN
Actualmente se encuentran disponibles vacunas para la prevención de meningoencefalitis por Haemophilus influenzae, Neisseria
meningitidis y Streptococcus pneumoniae. Las vacunas desarrolladas en donde el polisacárido capsular purificado (PRP) de H.
influenzae ha sido conjugado y que están actualmente disponibles en el comercio son: