IDENTIDAD CULTURAL

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IDENTIDAD CULTURAL

Presentado por:

AYDY BATISTA SILGADO. Código 100186740

MARLENY PALACIOS ABADÍA. Código 100184651

YAMILETH CÓRDOBA PINO. Código 100184650

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN

CIUDADANÍAS E IDENTIDADES INTERCULTURALES

Docente:

RUTH SANABRIA

UNIDAD 1

ACTIVIDAD N.0 2

UNGUIA – CHOCO
¿CUÁL ES LA RELACIÓN ENTRE INTERCULTURALIDAD E IDENTIDAD?

La relación entre interculturalidad e identidad es un tema central en el análisis de las

dinámicas socioculturales contemporáneas, especialmente en un mundo marcado por la

globalización, la migración y los constantes encuentros culturales. Estos fenómenos han llevado

a que las sociedades sean cada vez más diversas, desafiando las concepciones tradicionales de

identidad y promoviendo nuevos modelos de convivencia basados en el respeto y el diálogo.

La interculturalidad, entendida como un proceso activo de interacción y reconocimiento

mutuo entre culturas, plantea una forma alternativa de gestionar la diversidad cultural que

trasciende la coexistencia pasiva. Este concepto se convierte en una herramienta clave para

desmantelar relaciones de poder desigual y construir espacios de equidad. Por su parte, la

identidad, que abarca valores, tradiciones, creencias y prácticas, se presenta como un fenómeno

dinámico que no solo es influenciado, sino constantemente reconfigurado por las interacciones

interculturales.

En América Latina, estos conceptos adquieren una relevancia particular debido a su

historia de mestizaje, colonialismo y desigualdad estructural. Según Tubino (2004), los Estados

nacionales han impuesto narrativas homogéneas que han invisibilizado las diversidades

culturales de las comunidades indígenas, afrodescendientes y migrantes. En este contexto, la

interculturalidad no solo promueve un diálogo entre culturas, sino que también cuestiona y

redefine las construcciones de identidad nacional y colectiva.

En este trabajo, se analizará cómo la interacción intercultural transforma y enriquece las

identidades, abordando ejemplos como el impacto de la migración venezolana en Colombia, tal

como lo exploran Guio Rojas y Torres Carvajal (2023). Además, se discutirá el papel del diálogo

intercultural como un componente que no solo fomenta el respeto y la valoración de las


diferencias, sino que también invita a una reflexión constante sobre la identidad propia y ajena.

Este análisis permitirá demostrar que la interculturalidad e identidad no son conceptos aislados,

sino que mantienen una relación simbiótica y en constante evolución. Lo veremos a

continuación:

1. La interculturalidad: un enfoque transformador

La interculturalidad se diferencia de la simple coexistencia de culturas porque promueve

un diálogo activo basado en la igualdad, el respeto y la valoración de las diferencias culturales.

Según Tubino (2004), este enfoque busca desmantelar las relaciones de poder que históricamente

han subordinado a ciertos grupos culturales, como las comunidades indígenas y

afrodescendientes en América Latina, bajo estructuras estatales que priorizan una identidad

nacional homogénea.

La interculturalidad tiene un carácter transformador porque no se limita al

reconocimiento de la diversidad, sino que exige una reconfiguración de las relaciones sociales,

políticas y económicas. Este concepto se convierte en una herramienta para promover la justicia

social al garantizar que todas las culturas tengan voz y espacio en la construcción de las

sociedades. En el caso de América Latina, esto implica un cambio profundo en las políticas

públicas, los sistemas educativos y los marcos legales, para que dejen de ser excluyentes y se

conviertan en espacios inclusivos y equitativos.

Además, Tubino (2004) argumenta que la interculturalidad no es un estado final, sino un

proceso continuo que depende del compromiso de todas las partes involucradas. Esto significa

que el diálogo intercultural no se da de manera espontánea, sino que debe ser facilitado mediante

políticas y prácticas conscientes que valoren las diferencias culturales como un recurso para el

enriquecimiento mutuo.
2. Identidad: una construcción dinámica e influenciada por la interculturalidad

La identidad no es un concepto fijo, sino un fenómeno en constante evolución, definido

por las interacciones sociales y culturales de los individuos y las comunidades. Según Guio

Rojas y Torres Carvajal (2023), la identidad se configura a partir de elementos como los valores,

las tradiciones, el idioma y las experiencias colectivas, pero se transforma continuamente al

enfrentarse a nuevos contextos y relaciones interculturales.

El fenómeno de la migración es un ejemplo clave de cómo las identidades individuales y

colectivas se ven afectadas por la interacción intercultural. En el caso de los migrantes

venezolanos en Colombia, estos no solo deben adaptarse a un nuevo entorno, sino que también

influyen en la cultura receptora. Este proceso genera una "doble transformación": los migrantes

reinterpretan su identidad cultural en función de las nuevas realidades que enfrentan, mientras

que las comunidades anfitrionas también modifican sus percepciones y prácticas al incorporar

elementos culturales de los migrantes.

Por otro lado, Tubino (2016) resalta que el diálogo intercultural permite a las personas

reflexionar sobre su identidad, no como algo estático, sino como un proceso en el que se

reconocen y valoran las influencias mutuas. Este diálogo desafía las ideas tradicionales de pureza

cultural y abre camino a identidades híbridas, que son el resultado de la interacción y el

aprendizaje mutuo entre culturas.

3. Migración como catalizador de la interculturalidad

La migración internacional es uno de los fenómenos que más intensifica las dinámicas de

interculturalidad e identidad. Según Guio Rojas y Torres Carvajal (2023), el flujo migratorio de

venezolanos hacia Colombia ha creado espacios interculturales en los que se negocian nuevas

formas de convivencia. Este proceso no está exento de tensiones, ya que los migrantes enfrentan
desafíos relacionados con la discriminación, el acceso a recursos y la adaptación a normas

sociales diferentes.

En el ámbito educativo, la migración se convierte en un motor para la transformación

cultural. Las escuelas colombianas que reciben a estudiantes migrantes deben adaptarse para

integrar nuevas perspectivas culturales, lo que genera cambios tanto en las prácticas pedagógicas

como en las dinámicas sociales. Este proceso no solo beneficia a los migrantes, quienes

encuentran un espacio para preservar su identidad cultural mientras se integran, sino también a

los estudiantes locales, quienes tienen la oportunidad de enriquecerse con nuevas visiones y

conocimientos.

Tubino (2016) enfatiza que la migración no solo afecta a las identidades individuales,

sino también a las colectivas. Las comunidades receptoras deben replantearse su propia identidad

al enfrentarse a la diversidad que traen los migrantes. Este encuentro intercultural puede generar

resistencias, pero también abre la posibilidad de construir una identidad colectiva más inclusiva y

diversa, basada en el respeto y la valoración mutua.

Además, la migración pone en evidencia la necesidad de construir políticas públicas que

promuevan la interculturalidad, no solo como un mecanismo de integración, sino como una

forma de enriquecer las sociedades receptoras. Esto implica abordar las desigualdades

estructurales que dificultan la inclusión de los migrantes y garantizar que sus aportes culturales

sean reconocidos y valorados.

La interculturalidad no solo permite el encuentro de culturas diferentes, sino que también

influye en la construcción de la identidad individual y colectiva. A través del diálogo

intercultural, las personas reafirman su propia identidad mientras reconocen y valoran las

identidades de los otros (Tubino, 2004).


CONCLUSIONES

La relación entre interculturalidad e identidad es un proceso dinámico en el que ambas

nociones se transforman mutuamente. La interculturalidad fomenta espacios de encuentro y

diálogo en los que las identidades no solo se afirman, sino que también se enriquecen al

incorporar elementos de otras culturas. Este diálogo no implica la pérdida de las tradiciones

propias, sino su reinterpretación en función de nuevas interacciones y contextos. En este sentido,

la identidad se convierte en un fenómeno fluido, que evoluciona y se adapta a los desafíos de la

diversidad cultural.

En contextos de migración, como el caso de los venezolanos en Colombia analizado por

Guio Rojas y Torres Carvajal (2023), la relación entre interculturalidad e identidad se intensifica.

Los migrantes no solo traen consigo sus prácticas culturales, sino que también se enfrentan a las

demandas de adaptarse e integrarse a nuevas comunidades. Esta interacción genera tensiones y

oportunidades, reconfigurando tanto las identidades individuales como las colectivas. En los

sistemas educativos, por ejemplo, se observa cómo estas dinámicas pueden ser aprovechadas

para construir entornos de aprendizaje más inclusivos y diversos.

Adicionalmente, es importante resaltar el potencial transformador de la interculturalidad

en el ámbito social y político. Como señala Tubino (2004), el diálogo intercultural no solo

facilita la integración cultural, sino que también cuestiona estructuras de poder desiguales. Este

proceso es clave para promover una ciudadanía pluralista que valore la diversidad como una

fortaleza en lugar de una barrera. De esta manera, la interculturalidad no solo impacta en las

identidades personales, sino que también contribuye a la construcción de sociedades más justas y

equitativas.
Finalmente, el análisis de estas dinámicas invita a reflexionar sobre el papel de los

Estados y las instituciones en la gestión de la diversidad cultural. Es fundamental que se

desarrollen políticas públicas que no solo respeten las identidades culturales, sino que también

faciliten espacios de interacción intercultural. Esto permitirá que las comunidades no solo

coexistan, sino que colaboren en la construcción de un tejido social más cohesionado y

enriquecido por la diversidad. En última instancia, la interculturalidad y la identidad se presentan

como pilares fundamentales para enfrentar los retos de la convivencia en un mundo cada vez más

interconectado.

Infografía
Link de la infografía:

https://www.canva.com/design/DAGWwxwlZr0/M1B52g8AtUtI4EPUqLDL3g/edit?

utm_content=DAGWwxwlZr0&utm_campaign=designshare&utm_medium=link2&utm_source=sharebu

tton

Evidencia de realización de la infografía:


Referencias Bibliográficas.

Guio Rojas, L. A., & Torres Carvajal, V. M. (2023). La migración internacional venezolana a
Colombia: Una variable en el sistema educativo. Horizontes Pedagógicos, 25 (1), 63-70.
Tubino, F. (2004).
El Interculturalismo latinoamericano y los Estados nacionales. Ministerio de Cultura del Perú, 1-
15. Tubino, F. (2016). ENCUENTRO INTERNACIONAL ANDINO: Diálogo
Intercultural. Red Muqui. [Archivo de video: retinalatina.org ]

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