CONTRADICCIONES GRUPALES Y PSICOLOGÍA SOCIAL

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

Primer año - Psicología Social

Contradicciones Grupales

Avanzando un poco más en el recorrido que iniciamos al analizar el concepto de dialéctica y


sus leyes específicas —que aplica nuestra Psicología Social— para adentrarnos ahora en las
contradicciones que conducen a la producción de un saber-hacer-aquí-y-ahora. Cuando los
operadores psicosociales trabajamos coordinando grupos, nuestra tarea se resuelve al modo
de una mayéutica socrática sostenida por un diálogo crítico. Así, se van alternando ideas e
interrogantes múltiples que tienen una direccionalidad y, precisamente, derivan en la
producción del referido “saber”. Veamos a continuación algunos de los pares contradictorios
que se presentan en los procesos grupales y que son, en definitiva, los que tenderán a la
promoción de transformaciones creativas (“inventos”) de lo existente, redundando en una
mayor —y mejor— adaptación activa a la realidad.
Las cinco contradicciones fundamentales que aquí abordaremos son las siguientes: 1) “sujeto
- grupo”, 2) “necesidad - satisfacción”, 3) “lo viejo - lo nuevo”, 4) “proyecto - resistencia al
cambio”, y 5) “lo manifiesto - lo latente”. Comentaremos algunas consecuencias que conlleva
la aplicación de la dialéctica a la comprensión de los procesos grupales, operando con los
distintos ropajes que tales pares opuestos presentan en el decurso de su movimiento
espiralado. Cada situación grupal, cada una de sus etapas constitutivas que la determinan, va
a estar marcada por el predominio de alguna de estas contradicciones, a la que llamaremos,
consecuentemente, contradicción dominante o principal. Abramos la temática con algo más
de detalle y, por supuesto, sin una pretensión mayor que la de constituir un esbozo
meramente ilustrativo acerca de esta cambiante dinámica.
Sujeto - Grupo: Conocemos a este par dialéctico como verticalidad (lo referido a la historia
personal del individuo) y horizontalidad (aquello que involucra a todos los miembros de un
grupo). Esta contradicción suele aparecer fuertemente en las primeras reuniones de un grupo
nuevo, jugándose aquí el impacto subjetivo de cada integrante frente a los demás. Ser
soporte de las escenas transferenciales de los otros es siempre inquietante. Vemos, además,
que un polo está contenido en el otro, pues todo grupo está integrado por sujetos y en todo
sujeto siempre encontramos presente su grupo interno (familia, maestros, refe-rentes
ideológicos, etc.). Es importante el respeto a la singularidad y a las diferencias, pues un grupo
con la fantasía de ser todos iguales logra convertirse en una masa amorfa, ya que no se
discute, no hay oposición… y no hay crecimiento. Jaime Rozenbom dice: “para ser dos lo
mejor es que cada uno sea uno”.
Necesidad - Satisfacción: Entendemos al individuo como un ser de necesidades, que sólo se
satisfacen socialmente en relaciones que lo determinan. En los grupos advertimos que cada
miembro tiene sus propias necesidades, como así también puntuales expectativas de
satisfacción. La necesidad es el fundamento motivacional del vínculo. Pues, entonces, nos
encontraremos con necesidades comunes, complementarias y contradictorias. El proyecto
grupal será la estrategia que va a permitir cubrir esas necesidades. Podríamos plantear una
fórmula ideal: a partir de la satisfacción de las necesidades complementarias, marchemos a la
búsqueda de satisfacer las necesidades comunes, resol-viendo en el trayecto las
necesidades contradictorias. Un posible peligro surge en grupos donde siempre se está
acríticamente conforme con lo producido. Hablamos aquí de estancamiento en la
satisfacción.
Lo viejo - Lo nuevo: Tal como podemos apreciar, lo nuevo tiene muchas veces la tendencia a
colocarse como enemigo del sujeto, pues requiere de recursos operativos para su resolución.
Por apasionante que pueda ser una tarea grupal, siempre está al acecho su par opuesto: la
resistencia. Esta contradicción dialéctica es permanente, es constante. Un polo está
Primer año - Psicología Social

contenido en el otro, pues lo viejo alguna vez fue nuevo y el destino de lo nuevo
es transformarse en viejo. Desde nuestra óptica psicosocial, en los cambios hay por lo menos
tres momentos de relevancia: a) la negación de aspectos sustanciales de lo viejo; b) la
conservación de otro modo de algo de aquello que era lo anterior; y c) la superación
dialéctica y la ulterior emergencia de lo nuevo. Tal superación es el fundamento principal, la
síntesis de un orden superior y más acabado.
Proyecto - Resistencia al Cambio: El proyecto es la estrategia para la acción que permitirá la
satisfacción de las necesidades. Implica, por ende, elaborar un futuro adecuado de un modo
dinámico, con un estilo propio y con una concepción que contemple la propia finitud del
individuo. Pero sabemos que toda situación grupal es potencialmente genera-dora de
ansiedades, produciendo tanto desestructuraciones como reestructuraciones en sus
integrantes. Si ese umbral de ansiedades se eleva bastante, suele aparecer la resistencia al
cambio. Frente a la tarea del grupo surgen dos miedos básicos: 1) el miedo a la pérdida del
equilibrio ya logrado; y 2) el miedo al ataque de la nueva situación, en la que el sujeto no se
siente adecuadamente instrumentado. Ambas ansiedades básicas, que coexisten y cooperan
entre sí, configuran —cuando su monto aumenta— la aludida resistencia al cambio.
Lo manifiesto - Lo latente: Existen dos categorías de fenómenos que los Psicólogos Sociales
debemos distinguir: por un lado, la dimensión de lo manifiesto o explícito; y por el otro, el
mundo de lo latente o implícito, lo subyacente u oculto. Ello toda vez que incluimos los
contenidos inconscientes para comprender el acontecer grupal. Cada miembro del grupo, al
hablar “dice más” de lo que voluntariamente quiere. Más que hablar, somos hablados. Pues,
al hacerlo cada sujeto se hace portavoz —inconscientemente— de sus modelos de pensar,
sentir y hacer… de sus matrices de aprendizaje. Toda vida psíquica es considerada como la
interacción entre aspectos del mundo interno (grupo interno) en permanente interrelación
dialéctica con el mundo exterior. Aplicando técnicas de acción idóneas podemos lograr hacer
explícito un contenido oculto pues todo pozo, por profundo que sea, empieza por la
superficie.
Sostenemos una Psicología Social que no pretenda transformarse en una cosmovisión de
mundo inamovible, sino que pueda encontrarse con otros saberes en su condición de ver-
dadera interciencia. La singularidad humana se construye en su realización con los otros —en
la intersubjetividad— como así también en el interior de una cultura concreta. Cuan-do
operamos en el terreno de lo grupal y sus contradicciones, la posición del coordinador
psicosocial oscilará entre una ataraxia no respondiente y una cálida sensibilidad, en pos de
cohesionar eso de lo heterogéneo que hallamos en el pensar, en el sentir y en el hacer de
cada integrante. Una contradicción nunca va en contra de una coherencia. Desde nuestro
lugar de co-pensores y agentes del cambio planificado, estamos acostumbra-dos a trabajar
con lo opuesto, con lo distinto, con lo diferente… afortunadamente!!! Sólo los peces muertos
nadan con la corriente.

También podría gustarte