Cuadernillo Psicologia de Grupos 2
Cuadernillo Psicologia de Grupos 2
Cuadernillo Psicologia de Grupos 2
Acompañamiento terapéutico
Docentes a cargo:
Alegre, Luciana
(Lic y Prof en Psicologia)
Roldan, Milagros
(Lic y Prof en Psicologia)
1
-
Aclaración:
El presente cuadernillo es un compilado de textos de diferentes autores que serán abordados en el mó-
dulo. El mismo ha sido realizado por la docente a cargo. Los textos de origen son citados, y se encuentran
a disposición en caso de desear consultarlos o leerlos de manera completa. -
2
Introducción
La condición humana, como especie, nos coloca desde nuestro origen el seno de
lo grupal. No podemos constituirnos como sujetos sin gestarnos primero al interior de
un grupo primario, de crianza, que suele ser la familia, aunque no solo ni exclusiva-
mente. Aun cuando un solo otro nos haya alojado en el desamparo originario, ese otro,
devino sujeto gracias a la intervención de lo grupal.
3
Entre muchas otras formas de pensar una sociedad, podríamos decir que esta es
un sistema formado por una articulación de grupos humanos concretos, a diferente
escala, que se forman sostienen y funcionan siempre siguiendo una serie de pautas in-
variantes. A su vez habrá formatos específicos para diferentes tipos de grupos. Es decir,
si bien en cualquier grupo pueden aparecer lazos afectivos, y se van a poner en juego
ansiedades típicas y emociones básicas, la alianza entre sus miembros se establece en
el plano conciente cuando el grupo nace, con diferentes motivos y objetivos. No es lo
mismo la unión de una pareja que forma una familia a partir de dos familias, que una
sociedad comercial que incluso tendrá metas, objetivos y pautas regulatorias internas
acordadas por escrito entre sus miembros. Estos grupos se forman con roles muy espe-
cíficos, con objetivos también precisos y de tipo racional. Ahora, en el plano inconciente
la dinámica va a tender a establecerse siguiendo los mismos patrones que otros tipos
de grupos. Ahí es donde muchos autores descubrieron la constancia de ciertos lugares
que iremos conociendo y pensando. Lugares que se repiten y tienen a dibujarse siempre.
Aunque los ocupen personas cambiantes. Como el lugar de líder. El famoso chivo emi-
sario o expiatorio. El boicoteador. Es común que se armen fracciones o bandos.
4
es el que contiene la verdad del asunto. En este nivel se distribuyen lugares que van a
ser muy determinantes sobre lo que realmente suceda en el nivel conciente.
Los grupos tienen una historia propia, que los irá determinando. Y no son la
suma de las partes (miembros) sino una trama compleja de subjetividades enlazadas,
determinadas por ese grupo y determinantes a su vez, de su idiosincrasia particular.
Los miembros hacen marca de presencia en el conjunto. Estos irán encarnando diversos
lugares de la fantasía grupal prevalente en cada momento de la historia. Siempre bajo
la regulación -que no siempre es exitosa- de la ley que establece con quien se puede qué
cosa y qué otra cosa no. Los grupos autorregulan las formas de vincularse de sus miem-
bros.
1
Psicólogo, filósofo y psicoanalista francés.
5
Funciones del grupo
Los grupos tienen miembros que ocupan lugares, asumen roles y se relacionan
entre si según diferentes tipos de relaciones que son las que determinan o dibujan
esos lugares-roles.
En una familia existen relaciones de alianza entre esposos miembros de dos fa-
milias que se unen. Y de consanguineidad entre los descendientes (lazo fraterno) en la
primera la sexualidad está permitida y en la segunda no.
6
Todos los grupos tienen entonces:
7
Configuraciones vinculares
8
Aplicado a vínculos refiere a las figuras, las formas prototípicas en que
se organizan los conjuntos multi-personales por efecto de determinaciones de or-
den inconciente. Marca un nivel intermedio entre lo manifiesto y los contenidos
fantasmaticos inconcientes (desarrollado en la siguiente pág.). Es una herra-
mienta de construcción conceptual para operar en el plano del entre, que también
es todo un concepto.
Una cosa que se puso de manifiesto, en este campo de trabajo nuevo del psi-
coanálisis, fue la existencia en el corazón del inconciente vincular, que se gesta entre
sujetos, de pactos, acuerdos, alianzas. Son algo así como los contratos por los cuales
los diferentes vínculos se constituyen y funcionan. Cuando algún sistema vincular entra
en crisis, muchas veces se debe a que alguien del vínculo o grupo incumplió algo de lo
pactado. Entonces aparece desestabilización, conflicto. En clínica de pareja y de familia,
se puede rastrear el acuerdo original muchas veces, a partir justamente del incumpli-
miento que aparece en alguna cláusula. Si en el contrato original la asignación de roles
ha seguido rígidamente el esquema tradicional, cualquier movimiento puede dar lugar
al conflicto. En un grupo, una vez que se establecen los roles más o menos estables,
puede pasar lo mismo si por ejemplo, alguien que solía mantenerse callado y acatar
siempre las directivas del líder, empieza a ponerse constestatario o querer hacer valer
alguna diferencia de postura respecto de la dirección que el líder traza para la acción
9
grupal. Porque, por un acuerdo previo (mas o menos explícito), se espera que calle y
acate, no que contraríe.
Vínculos
Berenstein, un autor argentino conocido en el mundo por sus aportes al psi-
coanálisis, por construir el concepto de estructura familiar inconciente, en el 2007 de-
fine al vínculo de la siguiente manera:
“No son dos sujetos previamente instituidos que van al encuentro,
“sí mismo” que nunca es tal en sentido estricto, sino desde lo vincular.
otro. Lo vincular como figura del ENTRE, es una figura doble, paradojal,
2
Zadunaisky A. Ficha “Episteme de lo vincular”, seminario “Producción de Subjetividad”. IPVC
10
Pensamiento Unico-Pensamiento Complejo
Pensamiento complejo
Edgar Morin3, uno de sus principales referentes, ve el mundo como un todo indi-
sociable, considera que siempre está presente la dificultad. Según él, hay complejidad
donde sea que aparece un conjunto entramado de acciones, de interacciones, de retro-
acciones. La construcción del pensamiento se desarrolla con un análisis profundo de
diversos elementos. Estos elementos se caracterizan por tener muchas partes que for-
man un conjunto. La multidimensión de los fenómenos diferente a la fragmentación de
saberes, que lleva a un orden que se ve como creíble, pero es poco real.
3
Filósofo y sociólogo francés. Bibliografía: Morin E., Introducción al Pensamiento Complejo.
11
“Complexus”: lo que esta tejido en conjunto.
4
Amores Sara. “Acerca del Pensar”- Pensamiento Unico-Pensamiento Complejo
12
La subjetividad en lo grupal – Concepto “Entre”
Las teorías se acercan más a la complejidad cuando se articulan entre sí, ello es
necesario para que sean abordadas y explicadas, dado que ninguna puede auto-definirse
del todo ni validarse a sí misma. Eso que sucede con los sistemas teóricos que utiliza-
mos para pensar, se repite también en los sistemas humanos. Aquí surge entones la
noción “ENTRE”, que habilita a correr el enfoque de “las cosas-individuos siendo en sí
mismos” y pasar al plano de la relación, esta última siempre sujeta a la vez al devenir
histórico.
Pensar desde lo vincular implica pensar de nuevo, crear nuevos conceptos y for-
mas de pensar. Lo vincular nos invita a pensar desde el entre y no por fuera de él. La
dificultad de este concepto es que cuesta representárselo, pensarlo con algún ejemplo,
localizarlo. Aquí uno para pensar: Si se les propone: “Piensen en su jefe” a cada uno le
vendrá una imagen de su jefe incluyendo sus características: exigente, permisivo, res-
ponsable, etc. Aparece la asociación. Pensar en el ENTRE sería ubicar la manera por la
cual se es empleado para ese jefe, lo cual tal vez se diferencie de la forma de haber sido
empleado para otro jefe anterior. Y, a su vez, podríamos pensar el ENTRE específico que
un tipo de liderazgo genera entre compañeros de oficina (Con un jefe menos estricto
los empleados pueden charlar y chatear más seguido; con un jefe exigente se eligen
ciertos momentos de charla que no interrumpan al trabajo y eviten una sanción)
Lo entre como vinculo, no tiene lugar por fuera del sujeto. El sujeto es producción
del vínculo, se constituye y destituye en él. La identidad entonces, necesita poder pen-
sarse de otra manera, y ya no en términos de “uno solo” o “uno mismo”. El sujeto es
entre, es vincular, no es individual. Nos constituimos subjetivamente diferenciándo-
nos, difiriendo. Uno no es primero uno que se diferencia de otro. Uno (que no es tal) se
constituye a partir del proceso de DIFERENCIACION.
Uno ya no es uno, y lo ajeno atraviesa lo propio tanto como lo propio atraviesa
lo ajeno.
Si hasta aquí hemos pensado la diferencia a partir de la identidad ahora se trata
de pensar la identidad a partir de la diferencia. No se trata de negar la identidad o
13
desecharla, se trata de cuestionarla en su pretensión de propiedad privada e individual,
señalando su naturaleza diferencial.
5
María Alejandra Tortorelli: Licenciada en Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Bue-
nos Aires (UBA)
6
Jaques Derrida; filósofo francés de origen argelino
7
Psicoanalista y sociólogo francés. Analista individual y de grupo
14
Existe una realidad psíquica inconsciente de grupo-de vínculos. es el inconsciente
propio de los espacios grupales. se produce por el agrupamiento y asociación de psi-
ques, por su ensambladura.
15
Configuración vincular grupal
inclusión/exclusión
fusión/ruptura
ataque/huida
unión/rechazo
Fantasías de control-destrucción y reparación del objeto (Melanie
Klein)
Y los procesos primarios que manifiestan sus efectos en el sueño, los síntomas,
los chistes, los actos fallidos. Su materia prima es el lenguaje. Tienen relación con el
pensamiento mas conciente.
16
LO TRANSPSÍQUICO: realidad psíquica que se transmite a través de los sujetos
sin que ellos hayan sido actores de esa realidad sino solo agentes de recepción y trans-
misión que a veces es transformadora y otras veces no.
Las alianzas inconscientes fabrican una parte del inconsciente de cada sujeto.
Todos somos sujetos de esas alianzas.
Si hay vínculo habrá alianzas inconscientes. Son una de las principales forma-
ciones de la realidad psíquica que organizan la consistencia de los vínculos que se es-
tablecen entre sujetos ya sean parejas familias grupos o instituciones. Cada uno de
nosotros necesita del otro para realizar aquellos deseos inconscientes irrealizables sin
el otro, y recíprocamente.
Las alianzas tienen por fin mantener reprimido, rechazado, renegado o borrado
lo que en cada uno de los sujetos de un vínculo puede poner en peligro su vínculo. 9
8
Käes René. “Lógicas del inconciente e intersubjetividad. Trazado de una problemática.” Psicoanálisis de las confi-
guraciones vinculares. Tomo XXXII, N°2, 2009. Pags 81-115
9
Lic. Sonia Cesio “Acerca del psicoanálisis de las configuraciones vinculares” Revista Internacional de Psicología.
Vol.1 No.2
17
Historia del abordaje grupalista-vincular
Es interesante pensar para continuar, antes del abordaje de las diferentes insti-
tuciones y configuraciones vinculares que en ellas se dan -teniendo en cuenta que ello
siempre es en un contexto socio-histórico- como se han gestado en occidente y mas
específicamente en nuestro país lo referente a los dispositivos grupales con orientación
terapéutica.
Los que se han dedicado a historiar el tema coinciden en que todo comenzó en
1905 en EEUU, en donde Joseph Pratt, inicia un abordaje de pacientes tuberculosos
dando origen al dispositivo de lo que será la psicoterapia de grupos. P reocupado por
aquellos pacientes pobres en recursos económicos, que no se pueden permitir
un tratamiento hospitalario, decide organizar con ellos unos grupos de apoyo
que les sirvan de ayuda y de instrucción acerca de la conducta a seguir hasta su
curación.
De esta corriente se van a separar las terapias de estructura fraternal que también
actúan por el grupo, pero buscan abolir todo liderazgo encarnado por una figura ex-
terna. El grupo se ordena en relación a un par que se propone como modelo.
Jacob Levy Moreno10, que inicia su labor en Viena y luego deberá migrar a EEUU,
desarrolla algo ligado a las terapias por el grupo, pero más complejo y sofisticado. Es el
10
(1889-1974) Psiquiatra, Psicosociólogo y educador rumano. Fue miembro de la facultad de filosofía y medicina
y trabajó en psicoterapia de grupo.
18
creador del psicodrama, el cual consiste en la dramatización de algún conflicto subje-
tivo, de algunos de los miembros del grupo, por parte de un equipo de psiquiatras y
ayudantes que ofician de “yo auxiliares”.
Samuel Slavson11 y Paul Schilder12 (entre otros) abandonan las técnicas de suges-
tión y apoyo y llevan la técnica psicoanalítica al grupo. Van a realizar los primeros in-
tentos de traslado del psicoanálisis a los fenómenos grupales.
11
Educador y trabajador social.
12 Psiquiatra, psicoanalista e investigador médico, colaboró en el trabajo pionero de aplicar los principios psicoa-
nalíticos freudianos al encuadre grupal.
13 Psiquiatra y psicoanalista francés conocido por los aportes teóricos que hizo al psicoanálisis, sobre la base de
la experiencia analítica y la lectura de Sigmund Freud.
14
Médica, psicóloga, psicoanalista, y docente austro-argentina.
15 Psicoanalista argentino.
19
interpretaciones y van a decir que lo individual es un efecto de la participación en el
marco colectivo.
16
Rasia Friedler, Danier Asiner Favier, Héctor Krakov, María Isabel Pazos– Diccionario de psicoanálisis de las confi-
guraciones vinculares. Ediciones Del Candil
20
Alianzas inconscientes
Para hacer vínculo desde el origen de la vida psíquica, y más tarde para formar
una pareja, una familia, incluirnos en un grupo, vivir en comunidad con otros humanos,
somos investidos y nos investimos electivamente entre nosotros. Es decir, ponemos li-
bido o energía psíquica –interés- unos respecto de otros. Nos identificamos en forma
inconsciente, con un objeto, un otro y un rasgo en común. Se arma una comunidad, una
unidad a través de algo en común.
Para que un grupo sea creado, se mantenga estable y tome consistencia, es nece-
sario el acuerdo de pautas y condiciones de roles y funcionamiento que prioricen la
unidad por sobre la amenaza de destrucción, fragmentación, ruptura, que generan los
conflictos.
Para hacer vínculos hace falta además anudar y sellar alianzas (algunas concien-
tes y otras inconscientes) cuya función principal es mantener y estrechar los vínculos.
Un ejemplo podría ser cuando aceptamos los términos y condiciones en una compra o
página de internet. Las mismas son extensas de leer y por ello muchas veces se aceptan
sin saber realmente cuales son dichas condiciones. Sin embargo, eso sigue ahí, latente,
como marco que regula.
21
social, la religión, el derecho, etc. implican la entrada del ser humano en un acuerdo que
se apoya en procesos y apuestas específicos, peculiares.
Cada uno de nosotros es sujeto del inconsciente bajo efecto de alianzas incons-
cientes. Estas fabrican una parte del inconsciente y de la realidad psíquica de cada su-
jeto.
Para Kaës las alianzas inconscientes constituyen una de las principales formacio-
nes de la realidad psíquica. Por un lado, organizan la consistencia de los vínculos que
se establecen entre dos o más sujetos; pero además las alianzas participan en la estruc-
turación del psiquismo de cada individuo desde su nacimiento, como así también en la
dinámica actual de su vida psíquica. Distingue tres tipos de alianzas inconscientes:
- Contrato Narcisista:
Ese lugar al que el sujeto adviene, ha sido significado, dotado de sentido, por el
discurso del grupo que lo recibe, discurso que incluye los ideales y los valores, transmite
la cultura del conjunto social (lo transubjetivo). Cada sujeto debe, en cierta manera,
retomarlo por su cuenta. Por medio de ese discurso se enlaza al ancestro fundador del
conjunto. Hay una cadena de generaciones, de la que el sujeto es miembro y parte activa,
que lo inviste narcisísticamente (su Yo) como portador de una continuidad del conjunto.
Esto remite a lo que Freud platea en “Introducción al Narcisismo” en 1914, cuando nos
dice que los padres, en primer lugar, hacen del niño el portador de la realización de sus
sueños de deseo no realizados, asegurando de ese modo su apuntalamiento narcisista.
Es decir, que el yo de ese nuevo sujeto se va a constituir apoyándose en los ideales
17
S. Freud. 1930 “El Malestar en la cultura”. Tomo XXI. Ed. Amorrortu
23
familiares y en los deseos no resueltos de los padres. Y ello de la misma forma que a
través de los padres el deseo de generaciones previas ha sostenido, positiva o negativa-
mente, su llegada al mundo y su propio anclaje narcisista.
El texto del contrato podría plantearse de la siguiente manera “Te damos un lugar
como sujeto en esta familia-sociedad, a cambio de que nos perpetúes y puedas realizar
nuestros deseos no realizados”
B. Defensivas.
Pacto negativo. Es una de las primeras medidas que actúan produciendo el aco-
plamiento de los sujetos en la formación del grupo. Implica un gran acuerdo defensivo
mutuo para mantener reprimidas y negadas las representaciones peligrosas que
atentan contra la continuidad del grupo. Lo inaceptable es reprimido por todos y de-
positado en el inconsciente grupal. El pacto negativo es resultado de las operaciones de
represión y/o negación que se imponen mutuamente los miembros del grupo permi-
tiendo el armado del mismo.
24
unión grupal se ve amenazada. Una de las cosas que reprime la defensa del pacto nega-
tivo son las diferencias entre los miembros, de género, de ideología, políticas, religiosas,
etc, y todas las que, de prevalecer o magnificarse, atentarían contra la continuidad gru-
pal.
C. Ofensivas o psicopáticas
18
Käes René, 2007.“Un singular Plural” El psicoanálisis ente la prueba del grupo. Cap. 10 “Las alianzas Inconscien-
tes” Amorrortu editores
25
Familia
26
Actualmente el abordaje familiar se plantea no solo como nece-
sidad sino como una forma de reconocer la complejidad de las relaciones hu-
manas.
27
Este conjunto vincular llamado familia, se constituye a partir de estipulaciones,
la mayoría inconscientes, que Berenstein denominó y definió como acuerdos y pactos
que definen, cómo cada familia procesa lo prescripto y prohibido en cuanto a sexua-
lidad y violencia. (Alianzas, pactos y acuerdos inconscientes, Käes)
¿Cuáles son eso puntos esenciales que hacen que podamos seguir hablando de
Familia frente a la multiplicidad de formas actuales?
Una función fundamental de la familia para el ser humano por venir es brindar
afecto. un clima de afecto sano y estable imprescindible para anidarlo, contenerlo,
permitirle desarrollarse y crecer.19
19
Amores Sara “Clínica del niño y su familia”
28
involucrar dándole características peculiares que hacen que esta familia contemporá-
nea sea distinta a las de las últimas décadas.
Todas las modificaciones que ha sufrido han llevado a que muchos se pre-
gunten si era el fin de la familia. Si no lo es a pesar de los cambios de formato,
¿Cómo la caracterizamos hoy? Porque frente a modalidades y configuraciones tan
diferentessi seguimos hablando de familia, es porque pensamos que algo la define
o caracte-riza.
Los puntos esenciales que hacen que sigamos hablando de familia son las
funciones que debe reunir, a pesar de la diversidad o multiplicidad de formas de la
familia actual. Además tiene que existir algo básico y fundamental que es el aporte
de afecto estable y seguro. Un entorno afectivo estable que reciba, aloje y sostenga a
ese niño. Hubo mucho desarrollo teórico respecto del apego seguro, y las variedades
del que no lo es o apego inseguro, a partir del estudio de las serias dificultades que
eso genera en la vida de los seres humanos. Y por último vimos el funcionamiento de
la Ley, de las regulaciones de los vínculos o relaciones. Las alianzas y acuerdos in-
conscientes.
Es en el seno de las familias donde lo sociocultural se reproduce y produce,
en un inter-juego dialéctico donde lo transmitido a cada generación es procesado y
retransmitido, dándole nuevas significaciones a lo recibido y generando nuevas pro-
ducciones socioculturales.
30
cuando viene después de todo el día estar afuera “trabajando”. Se genera una disocia-
ción clara entre doméstico-femenino y público externo-masculino. El varón queda a
cargo de la producción y la mujer de sostener con su presencia real, física y mental,
la producción de nuevas generaciones de productores. Y eso es justo, también lla-
marlo trabajo. Fíjense como aun hoy en día se usa preguntarnos a las mujeres si “tra-
bajamos”, cuando aun solo se sabe de nosotras que somos madres y “amas de casa”,
el término lo dice todo, y la pregunta también. Se sobreentiende como suele pasar con
la docencia, una especie de vocación inherente que no daría trabajo ejecutar, además.
Entonces, esos cambios socioculturales, esas necesidades del sistema de pro-
ducción económica y esa coyuntura política, dieron lugar a este formato que aun ve-
mos predominar en propagandas: papá, mamá, dos hijos. Se acota y reduce la canti-
dad de miembros, de hijos, y por influencia de un modelo normativo heterosexual,
monogámico, aparece la llamada familia nuclear. En el último siglo e incluso la última
década, con el replanteo y la deconstrucción en avance que este modelo absorbe,
acompasados también por los cambios culturales (tran-subjetivos) el formato de ese
grupo llamado familia ha seguido mutando.
El término deconstruir, tan en boga en la actualidad, alude a desmontar, a
través de un análisis intelectual, una cierta estructura conceptual. Implica digamos
destruir, descomponer formas estructuradas de pensamiento que suelen traducirse
en modelos de acción. Es un término que viene de la filosofía y la literatura, pero
aplicado a las ciencias humanas, nos aporta a la hora de pensar los procesos de mu-
tación de los formatos y estructuras que suelen determinar comportamientos pauta-
dos culturalmente. Ya muchas de nuestras madres e incluso abuelas, según la década,
han accedido a proyectos de vida propios que implican una inserción externa al ám-
bito doméstico. El deseo de maternidad se ha ido cuestionando cada vez más, y puede
convivir con otros objetivos personales. El correlato del cambio en la figura paterna
acerca de a poco a las nuevas generaciones de hombres a los roles domésticos y de
crianza. Pero aun conviven pautas “hibridas” por las cuales muchas mujeres suelen
encontrarse sobre-exigidas por ambos tipos de roles.
Los cambios ligados a la deconstrucción de las modalidades de pareja legí-
tima y aceptable, han generado una apertura de muchas parejas que no responden al
modelo hetero-normativo hacia la autenticidad del deseo de formar una familia. Los
avances tecnológicos y la adopción lo hacen posible a través de variadas formas, ac-
31
ceder a la realidad de tener hijos. La diversidad de género ha comenzado a manifes-
tarse de manera más abierta, dando lugar a vínculos socialmente asumidos que cons-
truyen proyecto familiar.
Las llamadas familias mono-parentales, son aquellas en la cuales por diver-
sas razones, un solo adulto sostiene la función de cuidado y crianza. Teniendo su
origen histórico como consecuencia de viudez, o bien de soltería, dado que la llamada
“madre soltera” era una mujer que asumía sola un embarazo, actualmente se halla
entre uno de los modelos que se eligen para hacer familia sin la condición previa de
tener conyugue o pareja. Puede tratarse de alguna mujer que se insemina por inter-
vención de un donante anónimo, o bien un hombre que decide adoptar solo un grupo
de hermanos en estado de adoptabilidad.
Las llamadas familias ensambladas, son aquellas en las cuales se genera un
nuevo grupo familiar a partir de una pareja con un vínculo de pareja previo que se ha
roto, y que conformaba otro grupo familiar. La nueva pareja integra, o intenta integrar
al otro con sus propios hijos. A veces advienen nuevos hijos de esta unión. Muchas
veces es necesario tomar para el abordaje familiar de las dificultades que pueden
aparecer, la dinámica vincular todavía vigente con las ex –parejas. Se ha roto el vínculo
conyugal, pero se sostienen relaciones de parentalidad o filiales con sus hijos menores
de edad, a través de las cuales suelen entrelazarse cuestiones no resueltas relativas al
vínculo de pareja en sí. Los vínculos rotos cuyo duelo no ha concluido o se dificulta,
suelen desplazar aspectos del conflicto en el plano de la pareja sexual, hacia el de la
pareja como pareja de padres. Y ello hace interferencia en el nuevo vínculo.
En la clínica cotidiana de familia y pareja, van emergiendo nuevas formas de
armado de vínculos que apuntan a modalidades del parentesco en las cuales las de-
nominaciones tradicionales no bastan para denominar nuevos lugares o roles. ¿Cómo
se le llama a la hija del novio o marido de mamá (que no es papá)? Eso redunda en
dificultades nacientes a la hora de marcar los lugares de permiso o prohibición. O sea,
siguiendo el ejemplo ¿Se puede tener deseo por la hija del novio de mamá? Estos
cambios en las configuraciones vinculares acarrean situaciones que aún es difícil sim-
bolizar, puesto que no poseen una denominación cultural consensuada y única. Se
generan nuevos tipos de vínculos donde no es posible circunscribir, por ejemplo, la
cuestión edípica en sus términos tradicionales.
32
Instituciones
SOCIEDAD
INSTITUCION
SUJETO
GRUPO SUBJETIVIDAD
VINCULO
Este esquema es uno de los que elabora Käes para dar cuenta de una subjetividad
conformada, atravesada por todos estos espacios que se hayan interferidos. El espacio
institucional estaría entre los macro determinantes sociales y el espacio que hace al
encuentro de los grupos singulares y concretos, de los vínculos en general. Al hablar de
institución la mayoría de los autores registra dos sentidos que no son excluyentes al
mismo tiempo que tampoco se pueden identificar: el sentido material, edilicio, de con-
creción de las prácticas institucionales, el espacio concreto en el que sucede esto, y el
plano simbólico-imaginario que sostiene un conjunto de ordenamientos para la con-
ducta humana orientada a ciertos fines, ligados a la satisfacción de necesidades. En este
esquema, se nota esa zona mediadora, que apuntala o sostiene, las prácticas y encuen-
tros de grupos concretos, vehiculizando para ellos los grandes determinantes sociales,
y en ese movimiento crea subjetividad e inter-subjetividad. Estos espacios se contienen
y sostienen entre sí como ven, la subjetividad está atravesada por todos. Y los atraviesa,
33
siendo muchas veces algún movimiento singular, el motor de un cambio en alguno de
los niveles, o en todos ellos por efecto dominó.
34
Origen e historia del término
Los filósofos del siglo XVIII, iluministas, podríamos decir el basamento ideoló-
gico filosófico de la Revolución Francesa, van a dar importancia a todo lo que revele las
contradicciones de los poderes instituidos, establecidos.
Marx va ofrecer los elementos teóricos para pensar la crisis institucional. El pro-
letariado, la clase obrera digamos, es quien muestra aquello que del sistema entra en
conflico.
*Freud vincula las funciones del yo con las de las instituciones sociales. Sus obras
más vinculadas a ello son “Totem y Tabú” en la cual dará cuenta de cómo se da la for-
mación de la institución originaria de la sociedad humana, es decir, el pasaje a la vida
humana propiamente dicha que es sociocultural, institucional. Porque como tal, nece-
sita y busca constituir referentes colectivos, regulados y reguladores de las conductas
singulares en el plano vincular, grupal, comunitario.
Análisis institucional
Los conceptos mas reconocidos e importantes de esta corriente son los de insti-
tuído-instituyente-institucionalización, analizadores.
Los analizadores son aquellos emergentes que se prestan al análisis de los deter-
minantes latentes del funcionamiento actual de una institución, más allá de lo mani-
fiesto y evidente. Es lo que permite revelar la estructura de la institución, provocarla,
obligarla a hablar.
Los autores recalcan que las instituciones son dispositivos instalados en el inte-
rior de establecimientos, y no los propios establecimientos: institución, grupo operativo,
asamblea. Es decir, modalidades de intercambio, de funcionamiento pautado, que no se
identifican o reducen a cierto nombre o lugar. En una escuela, funciona cierta comuni-
dad con ciertos miembros, objetivos, cierta cultura propia o modos de funcionar histó-
ricos. Esa historia también alberga de alguna manera actualizada, la historia de la edu-
cación formal desde el modelo de Sarmiento. La escuela como institución, aquí, no es
tal edificio en sí, aunque este sea parte, su soporte material del momento. Quizás tuvo
otro lugar y se mudó. La escuela institución es, ahí, el conjunto establecido de grupos
que funciona de una manera regular, pautada, legislada incluso. Es algo instituido, que
una vez surgió de la mano de la educación normal allá por finales del siglo XIX. Pero
eso se va encarnando en diferentes grupos singulares cada vez.
36
Institución de la división del trabajo: el trabajo humano está dividido según los
momentos y especificidades de cada tipo de producción y salario. Se acompaña de una
jerarquía que instituye diferencias de poder, de prestigio y lucro, no necesariamente
justificadas por la importancia productiva.
Institución de la religión regula las relaciones del hombre con la divinidad sobre-
natural o inmanente a la vida terrena. Existen comportamientos indicados y contraindi-
cados.
Actualmente se podrían ubicar algunas más, como la ciencia, que desde la mo-
dernidad se ha ido instituyendo como la forma adecuada y validable en occidente, de
acceso al conocimiento por vías racionales, basadas en evidencia empírica. Y la política,
dado que desde que el hombre se organiza como tal, necesita establecer sistemas de
gobierno consensuados, que ordenan la vida social, la regulan, la controlan y poseen en
tal sentido legalidad y legitimidad para hacerlo.
}
37
Otras corrientes institucionales.
Una corriente en Argentina que surge de los psicoanalistas J Bleger y F. Ulloa con
aportes de Pichón Riviere, ante la necesidad de influir en políticas de salud del país.
20
Psiquiatra y psicoanalista argentino (Sta. Fe) – (1922-1972)
38
por lo que los seres humanos proyectan en ella (por las leyes de la dinámica de la per-
sonalidad). Bleger es un precursor de la idea de institución como formadora de subjeti-
vidad.
21
Psiquiatra y psicoanalista argentino (1924-2008)
39
informal, entran a jugar más allá del rol formal, toda una serie de determinantes de
índole personal, emocional, que articulan con su mundo de fantasías inconscientes. Hay
una doble pertenencia del sujeto a la institución y de la institución al sujeto.
Ulloa también habla del tipo de vinculación de los hombres con las instituciones
planteando que pueden ser de dos tipos: según el nivel de maduración alcanzada en el
proceso de mismidad, o bien destacan la pertenencia institucional como andamiaje de
una subjetividad precaria, por sobre otras motivaciones, o desde una autoestima y au-
tonomía afianzadas que toman a la institución desde su costado instrumental, más que
desde la dependencia institucional.
40
Instituciones que se ocupan del hombre enfermo o disminuido, que
se haya en una situación regresiva, como la locura. El dice que el funcionamiento
patológico de estas instituciones buscará suprimir al sujeto, o las manifestacio-
nes de su trastorno, en vez de orientarlo a elaborar su padecimiento o enferme-
dad. (Hospitales, neuropsiquiátricos)
Instituciones que se ocupan del hombre aprendiendo. Aquí se halla
en una situación progresiva de crecimiento emocional e intelectual (escuelas, uni -
versidades, centros de formación). Aquí la patología del funcionamiento institu-
cional lleva al hombre más al desarrollo de hábitos que a verdaderos procesos
de enseñanza aprendizaje. Se refiere a lugares de formación que están más orien-
tados hacia la repetición de contenidos, que a la producción o posibilidad de
revisión reflexiva y crítica del conocimiento. (una diferencia que trabajo mucho
Freire en el área de Educación)
Instituciones que se ocupan del hombre trabajando. Supuesta-
mente aquí el hombre ha alcanzado su madurez. La figura patológica aquí, es la
alienación en sentido sociológico, o sea el empobrecimiento de la condición hu-
mana por un trabajo alienante volcado a la producción (emparentado con Marx
sobre el modo de producción capitalista). También lo podemos pensar en rela-
ción a la producción de servicios, no solo de bienes. Las profesiones liberales con
el correr de las décadas se han vuelto bastante alienantes en su ejercicio, exi-
giendo altos montos de horas de trabajo, de costos laborales, de estrés por cada
vez menor ingreso, en líneas generales.
Instituciones de tiempo libre. Posibilitan en el hombre la situación
de placer y de reflexión intelectual. En el tiempo libre es donde se originan pre-
dominantemente los cambios individuales y sociales. La figura patológica de esta
institución es el progresivo estrechamiento de este tiempo, invadido por el
tiempo reglamentario u ordenado en rutinas obligatorias, altamente demandan-
tes.
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las angustias existenciales. Higiene mental: administración de conocimientos, activida-
des, técnicas y recursos psicológicos para atender la salud y enfermedad como fenóme-
nos sociales y colectivos.