Monotonía

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...

Luces se desplazaban a través de los vidrios empañados del metro, un tumulto de gente
amontonado en un solo lugar, era sofocante, pero es cosa de cada día. Recorrer casi 7
estaciones por la mañana era mi travesía para llegar a la universidad.

Las vidrieras de las tiendas subterráneas eran tapadas por los diferentes vendedores
ambulantes. Saliendo de sub-tierra me encuentro con un resplandeciente sol mañanero y
una dulce brisa que me decía los buenos días, la frescura y la luz del día me abrían el telón
para empezar mi nuevo día.

Camine unas cuadras hasta encontrarme con Blue, quedamos en una cafetería antes de
entrar a clases. La esquina tan concurrida por zapatos elegantes e informales era nuestro
punto de encuentro, en unas bancas lo veo usando su celular. Me acerco.

¡Blue! — grito para que se percatara de mi presencia.

Sus ojos se enfocan tratando de encontrarme, cuando finalmente me encuentra sus ojos
brillan de felicidad.

— ¡Ink! — me grita devuelta.

Rápidamente nos acercamos, levantándose de la banca para saludarme.

— ¡¿Cuándo llegaste?! Qué no te vi. — Me saluda cariñosamente, sus brazos me rodean


en un cálido abrazo.

— Acabo de llegar, ¿hace cuánto estás esperando? — Le pregunto, me suele pasar que
llego muy tarde y no me doy cuenta, ya muchas veces le he dejado plantado.

— No mucho en verdad, hace un ratito llegue — No le creo nada, puede que haya llegado
hace una hora pero no me dirá.

—Sí, claro—, Le respondo, con un tanto de ironía escondida.

Caminamos varias cuadras, pasando por las concurridas y ruidosas calles del centro, ha
esta hora todos están de camino a su trabajo – por sí aún no lo están –. Pasando por las
vidrieras de las tiendas me quedo mirando de corrida un set de pintura, un poco costoso,
pero justo en eso, Blue me interrumpe.

— ¿Te gusta la pintura? —, Me pregunta con curiosidad. Debió fijarse que estaba mirando
los pinceles y demás, haha.

— No, no—, hago una pausa —...ya lo deje, hace un tiempo de hecho.

Que incómodo.
— Oh, ¿En verdad?, ¿Por qué lo dejaste?, y yo que tenía una idea para navidad...— Se me
encima un poco esperando oír mi respuesta.

— Umh, no era muy bueno y lo dejé—, mentí, haciéndome mirar al piso a causa de su
interés.

— Ah... ¿pero tienes algunas pinturas guardadas? Talvez no son tan malas como dices,
podrías mostrármelas algún día. — me trataba de animar en vano, observaba el camino
mientras su radiante sonrisa dice sus palabras.

— No. — digo seco y un poco pesado, — Las bote. — Mi brusca negativa lo toma
desprevenido, haciendo que su sonrisa se alargara por unos momentos.

Nos quedamos en silencio un rato, nuestros pasos sonaban solos, se había formado un
tenso silencio. Creo que fui muy pesado, lo siento Blue.

Ya casi llegado a la calle de la cafetería; rompe el silencio.

— ¿E... iras a la fiesta del próximo 29?, Fell ha estado todo el mes organizándola. — El
ambiente seguía incomodo, pero esto aliviaría la tensión. Sus ojos azules se desviaron a mí
de reojo.

— Creo que sí iré, ¿Tú iras?, sería un desperdicio al final no ir. — Lo último lo susurré. Fell
ha estado ocupado organizando esta fiesta desde hace 3 meses, según dicen invitara a la
mitad de la universidad, es un evento grande e iré. Me emociona bastante, hace mucho que
no voy a una fiesta.

— No sé si vaya...— su mirada anterior: de medida tranquilidad, se cambió por una


pensativa e insegura, hace ya unos días se está preguntando si ir o no, pero recién ahora
estamos conversando sobre ello.

— ¡Oh, vamos! Que si no vas conmigo no me animo, será divertido, además, recuerda que
Fell en persona se encargó de invitarte, ¡eh...! —le digo todo esto, pero además, me da
vergüenza ir solo, no soy amigo de nadie además de Blue.

— Ah, sí, lo recuerdo...— decía incomodo, pues Fell le está coqueteando indirectamente
desde principio de año (dos meses). Blue después de decir esto, solo se dedicó a ver el
sucio piso.

Ya entrando en las puertas de la cafetería, que detengo a mirarlo.


— Pero piénsalo, ¿sí? — le suplico de cierta forma, mientras le abro los puertas.

— Si, sí, lo pensare. — Su vocecita insegura y nerviosa resuena ahora en la gran cafetería,
haciendo eco.

La cafetería era conocida, pero era más frecuentada en las tardes, su atracción principal
—los gatos— a esta hora estaba cerrada. Dirigiéndome a la barra, me doy cuenta de Ccino,
el dueño de la cafetería, y como somos clientes frecuentes nos conoce a nosotros y a
nuestros rutinarios pedidos.

— ¡Buenas! — salude.

—Buenas, lo de siempre, ¿no? — dijo, también notando la presencia de Blue, instalándose


en la mesa de al fondo. Su tono era calmado y amistoso.

— Sí por favor, lo de siempre — Dije sacando mi billetera pagando la comida mía y de Blue,
dejando el efectivo sobre la barra.

—Entonces... saliendo un jugo de mango, un moka y un trozo de tarta de arándonos. —


Tantas veces habíamos pedido lo mismo, era nuestro desayuno de siempre. Antes que se
alejara hasta la cocina, le detuve.

— ¡Espera! —, dije llamando su atención — ¿podrías agregar un rollito de canela? — su


mueca de pregunta se volvió en una dulce sonrisa.

— ¡Por supuesto! — y finalmente se fue a preparar las órdenes.

La cafetería por las mañanas era ocupada por las mismas personas de siempre, por lo cual
todos conocían a Ccino y su manera amable y suave de actuar con sus clientes. Oh, olviden
eso, suena raro. Antes de conocer a Blue venia aquí solo más seguido, casi siempre me
sentaba en la barra para poderle sacar un poco de conversa a Ccino, pero como ahora
vengo más con Blue que solo, para realizar variados trabajos antes de clases, nos solemos
sentar en la mesa del fondo al lado de la ventana, mientras tomamos o comemos nuestros
desayunos.

Yendo hacia la mesa de atrás, veo a Blue estampado en la mesa de cara.

—¡Jajaja¡ ¡¿Y ahora que te paso?! — Se sobresalta cuando le pego una palmada en la
nuca en forma de broma — Amigo, pareces como si te hubiera pisado un gigante, ¿Qué te
paso?

— ¡Auch, no me pegues! — Reclamo reactivando su ánimo por unos segundo, pero luego,
nuevamente lo apago. — Lo que pasa es que me dijeron que tengo una presentación en la
tarde...

— ¿Y eso que tiene?, ¿no sabias? — Le cuestiono divertido, mientras me siento frente
suyo, dejando mis cosas a mi lado.
— ¡No, NO SABIA! Y los buenos de mis compañeros me lo acaban de decir, — Su tristeza
se terminó convirtiéndose enojo. — Para que tener enemigos, además está tarde tenía
planeado ir a comer pizza. — Y nuevamente se estampa contra la mesa.

— ¡Jajaja! El mundo te va en contra. — Me río descaradamente, en eso, me mira con esos


ojos de cachorrito enojado mientras me trato de burlar de él. — Eso te pasa por no invitar.

— ¡Pero si a ti ni te gusta la pizza! — Su tono es de infantil discusión, su cuerpo se mueve


tanto como el cambio de sus emociones. — Pero bueno, si quisieras venir cosa tuya, no
molestas y agradas. Aunque no sé si sea de toda buena idea... — Su fina sonrisa se
delineaba en su cara al término de su oración.

— Oye, pero al final, ¿con quién ibas? — Escucho desde aquí como su cara empieza a
hervirse como una tetera.

— ¿Y... esa cara? — le asalto con ojos pícaros, este muchacho está ocultando algo por lo
nervioso que se puso.

— No empieces, no malinterpretes todo, mira...—, Se puso tímido can la mirada al lado —lo
que pasa es que...

—¿Es...? — continuó.

— Es algo así como una cita a ciegas...o algo así, parecido más que nada.

—¡¡¡Uhhh!!! Bestia, ¿cómo la conseguiste?, ¿¡Y como no sabía que tenías una cita!?
—agarro de los hombros a Blue tratando de sacarle una respuesta, ¡lo que se traía
escondido el *pillo!

— Ahg, ¡Déjame terminar! Hace unos dos días me invitaron. — Soltándose de mi agarre,
sus ojos se fijaron en míos, así comprobando que era verdad.

— ¿Y quién te invito? — Levanto una ceja en el proceso. — Solo digo, curiosidad, ya


sabes...

—Ummh, prométeme que no vas a poner tu cara de gato cómplice, ¡y que no dirás: "Uhhh"!
— de seguro es lo que hare, como me conoce...

— Voy a tratar, pero no prometo nada, eh...— bromeo con mis palabras, después de todo,
alguien tiene que poner el efecto de sonido de ambulancia.

— Me invito Sans (Clásico)

—Uhhhh —me tapa la boca para que me callé.

— ¡No sigas! — le lamo la mano y me suelta la boca. — ¡Qué asco Ink! Te pasas...
Se limpia la mano pasándola por su ropa. Sus dedos se mueven con desespero para quitar
todo rastro de saliva...ni que fuera tan sucio...

— Eso significa que el otro invitado es de su círculo de amigos — Formulo, mientras miro a
la lejanía a Ccino saliendo con nuestros pedidos de la barra.

-Bueno...sí, pero como te dije es algo parecido. Estará Sans y la otra persona a la que
invito, de todas formas, no se quien sea. – Lo ultimó lo dijo musitando.

— Pero al final no iras ¿cierto?

— No, no iré

— No te olvides de avisarle que no iras — Le digo rápidamente mientras me alzo un poco


de la mesa para dar la facilidad a Ccino de dejar nuestros pedidos.

—Mira quien lo dice...— Se ríe un poco, por alguna razón sintiéndome atacado. Le suelta
una sonrisa y le da las gracias a Ccino (entre paréntesis, igual yo).

Soltamos todo lo relacionado con el tema para darnos el tiempo de comer. A la vez, nos
enfocamos en nuestras propias tareas, la de Blue: ahora hacer un Power point con una
presentación. Y yo, estudiar materia teórica y una fórmula de ejemplo.

Quiero aclarar que el rollito de canela estaba delicioso y luego fui a pedir dos más (y que
Blue entro en crisis por unos instantes debido a la presentación, así pidiendo 3 trozos más
de tarta).

(...)

Las tardes en el centro de la ciudad son un poco deprimentes a la luz de los faroles. El piso
era mancillado con suciedad por aquellos zapatos de las personas que no se preguntaban
al pasar y menos a mirar.

Hace ya rato estoy viendo la gente pasar y a algunos descansar mientras conversan con
sus amigos. Parecen tan frívolos, con la gente y con lo que les rodea, no se detienen a
observar el bonito y purpura atardecer. Um, pero esperar a Blue aquí como hace dos horas,
me ha puesto a pensar: la gente no se detiene a apreciar lo que tiene. Gastan su vida
fumando, trabajando y haciendo atrocidades, pero pocos hacen lo que en verdad quieren,
¿Sera que yo hago lo qu-

— Ink, ya llegué, ¡lo siento por la demora! — Justamente detiene mi monologo interior,
ahora los papeles están invertidos.

— ¡Hola Blue! Hasta que llegas, ¿estuvo muy difícil la presentación? — Pregunto, en la
mañana cuando nos fuimos del café me dijo que trataría de terminar la presentación en la
biblioteca de la universidad.

— Uh, sí creo que me fue bien...apenas — dijo lo ultimo susurrando entre dientes, al mismo
tiempo tomó asiento en la banca. — Mis compañeros me dijeron que la presentación era
para una compañía de deporte, creo que luego elegirán a algunos proyectos y les harán
trabajar con los de fotografía y publicidad.

— Suena bastante grande, ¿No sabes algo más? — mi interés es genuino, o eso creo.

— No, pero se escucha bastante grande. — pauso, — solo sé que tengo que comer algo o
me moriré de hambre. — Me miro en seguidilla, con una sonrisa un poco ¿bromista?

— Eso me sonó a que quieres que yo te compre...— me levanto. Sacudo un poco mi abrigo,
mientras Blue sigue en la banca mirándome. — Si no te paras, la comida y yo se irá.

Sigo mi paso hasta una tienda de papas fritas, y de fondo la sonora voz de Blue que rogaba
que le esperara.

Saber que no estás solo, se siente bien.

(...)

Precisamente me separe de Blue hace 7 estaciones y 8 cuadras atrás, se hizo de noche y lo


único que deja un sonido son los cables del (pobre) alumbrado eléctrico. Ya falta poco para
llegar a mi casa. Talvez este Rose —mi rommie— pero conociéndolo, sé que debe de estar
afuera peluseando.

La reja negra y un poco despintada me espera. Cierro la reja ahora detrás de mí, un
pequeño foco ilumina una casita pequeña de dos pisos. Con tan solo abrir la puerta me
espera una oscuridad, no prendó ni una luz y me dirijo hacia arriba en donde está mi
habitación.

El cansancio durante el día me hace efecto, agarro mi pijama y me voy al baño. Ya casi
terminando me miro en el espejo, agarro un algodón empapado en desmaquillante,
pasándomelo por debajo de los ojos, dejando al descuido mis horribles ojeras. Dejo de lado
un cintillo*, que a estado todo el día en mi cabeza, así dejando que mi cabello un poco
descolorido, se caiga sobre mi cara.

Ya acostado es mi cama, chequeo una ultima vez mi celular. Tengo algunos mensajes de
Blue, diciéndome que llego bien a casa, y por último, un mensaje de Rose avisándome que
se quedara en la casa de un amigo. Lo sabía. Esta casa parece más mía que suya.

Mi teléfono se tira en algún lugar de mi cama, mientras yo...me abro camino entre pesadillas
y sueños...

(...)
— Bip, Bip, Bip, Bip, Bip, Bip...

— Bip, Bip, Bip, Bip, Bi-

La jodida alarma interrumpe mi sueño pocas veces tranquilo, tengo que prepararme para
salir... tomo mi celular con los ojos lagañosos. Veo varios mensajes, uno de esos es mi
calendario de Google, avisándome que tengo que ir al Gimnasio...Gimnasio...

¡CLARO! Casi lo olvido, me arreglo sin cuidado, ¡casi se me olvida ir al gimnasio! Salgo de
mi casa casi tropezando con aire, esperando llegar a tiempo al gimnasio.

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