Calentamiento del planeta
Calentamiento del planeta
Calentamiento del planeta
Perspectiva general.
Es más que evidente que el cambio climático ya está teniendo impacto en los
derechos humanos, y que ese impacto no va sino a intensificarse en los
próximos años.
Kumi Naidoo, secretario general de Amnistía Internacional
Pero lo que quizá sea más importante es que el informe del IPCC da al mundo
un plazo claro para evitar la catástrofe: de aquí a 2030 debemos reducir las
emisiones de gases con efecto invernadero a la mitad de su nivel en 2010 para
no alcanzar el aumento de 1,5 °C. Por tanto, nuestros gobiernos deben tomar
medidas de forma inmediata para dar un cambio de rumbo. Cuanto más
tardemos en hacerlo, más tendremos que recurrir a tecnologías costosas que
podrían tener efectos nocivos en los derechos humanos.
Éstas son algunas de las formas en que el cambio climático está agravando las
desigualdades:
Entre géneros:
Entre generaciones:
Las generaciones futuras experimentarán un agravamiento de los efectos a
menos que los gobiernos actúen ahora. No obstante, los niños, niñas y jóvenes
ya están sufriendo debido a su metabolismo, fisiología y necesidades de
desarrollo específicos. Esto significa, por ejemplo, que es probable que el
desplazamiento forzado que experimentan las comunidades y que repercute en
toda una serie de derechos —desde el derecho al agua, el saneamiento y la
alimentación hasta el derecho a una vivienda adecuada, la salud, la educación
y el desarrollo— tenga efectos particularmente dañinos en los niños y niñas.
Entre comunidades:
Los pueblos indígenas están entre las comunidades más afectadas por el
cambio climático. Muchos de ellos viven en tierras marginales y ecosistemas
frágiles particularmente sensibles a las alteraciones del entorno físico.
Mantienen una estrecha relación con la naturaleza y sus tierras ancestrales, de
las que dependen sus medios de vida y su identidad cultural.
Cuanto más esperen los gobiernos para tomar medidas significativas, más
difícil será resolver el problema y mayor será el riesgo de que las emisiones se
reduzcan por medios que aumenten la desigualdad, en lugar de reducirla.
Estas son algunas de las formas en las que el cambio climático está afectando
y continuará afectando a nuestros derechos humanos:
Los Estados tienen la obligación de mitigar los efectos nocivos del cambio
climático tomando las medidas más ambiciosas posibles para evitar o reducir
las emisiones de gases de efecto invernadero en el plazo más breve posible.
Aunque los Estados más ricos deben abrir camino tanto en el ámbito nacional
como mediante la cooperación internacional, todos los países deben tomar
todas las medidas razonables para reducir las emisiones hasta el máximo de
sus capacidades.
Los Estados deben adoptar también todas las medidas necesarias para ayudar
a quienes están dentro de su jurisdicción a adaptarse a los efectos previsibles e
inevitables del cambio climático, para que se hagan sentir lo menos posible en
sus derechos humanos. Deben hacerlo sean o no responsables de dichos
efectos, ya que tienen la obligación de proteger a las personas de perjuicios
causados por terceros.
Los Estados deben tomar medidas para atajar el cambio climático con la mayor
celeridad y humanidad posibles. En sus esfuerzos para abordar el cambio
climático, no deben recurrir a medidas que violen los derechos humanos ni
directa ni indirectamente. Por ejemplo, no se se deben crear zonas de
conservación ni llevar a cabo proyectos de energía renovable en las tierras de
pueblos indígenas sin consultarles y obtener su consentimiento previo.
Las empresas
Hay cada vez más pruebas de que las principales empresas del sector de los
combustibles fósiles conocen desde hace décadas los efectos nocivos de
quemar estos combustibles y han intentando ocultar esa información e impedir
cualquier iniciativa de abordar el cambio climático.
Los seres humanos nacemos con unos derechos humanos fundamentales que,
sin embargo, se encuentran gravemente amenazados por el cambio climático.
Si bien el cambio climático pone en peligro la vida de todas las personas de un
modo u otro, es más probable que quienes sufran sus peores efectos sean las
personas discriminadas. Todas las personas merecemos protección frente a
esta amenaza universal.
Son muchas las personas que están tratando de idear soluciones creativas,
inspiradoras e innovadoras para abordar el cambio climático. Desde
particulares hasta empresas o ciudades, en todo el mundo hay gente dedicada
a elaborar políticas, campañas y soluciones que protejan a las personas y el
planeta. Los pueblos indígenas y las comunidades minoritarias llevan siglos
desarrollando formas de vivir sostenibles con el entorno que es su hogar.
Podemos aprender de ellos y, con su consentimiento, aprovechar su pericia a
la hora de plantear nuestras propias iniciativas para encontrar una forma
distinta de interactuar con nuestro planeta.