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11.
Guerra colonial y crisis de 1898
P ara la historiografía, la pérdida de las colo-
nias españolas y la posterior crisis de 1898 son el comienzo de la descomposición de la Restauración. Un sistema que, pese a sus errores, consigue establecer un clima de estabilidad política y rica incluso que la metrópoli en numerosos aspectos. Sobre todo desde el primer tercio del siglo XIX, cuan- do se implanta una nueva forma de explotación de la tierra basada en el sistema de plantaciones, especial- mente de azúcar, tabaco y café, materias primas de pacificación social tras una etapa plagada de sobresal- alta calidad. tos; pero que, en definitiva, no sabe afrontar uno de Por ello, la independencia cubana no se considera igual los problemas exteriores que más van a influir en la que la pérdida anterior del resto de las colonias hispa- vida española de finales del siglo XIX y principios del noamericanas, pues tanto Cuba como Puerto Rico son XX. Además el contexto internacional tampoco es afín sentidas por los españoles como propias, igual que a España: aislada del resto de los países debido a su Baleares o Canarias. Sin embargo, para los propios desfase industrializador e impotente ante el colonia- cubanos, ese sentimiento cambia pues entienden que lismo de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos. deben protagonizar una guerra de liberación frente a Hasta la regencia de María Cristina de Habsburgo- la ocupación hispana a la que, interesadamente, se les Lorena, Cuba es una colonia caribeña especial, más unen los americanos y sus ansias imperialistas. 53 Apuntes para la Historia de España ANTECEDENTES HISTÓRICOS re”. Comienza así el levantamiento que llevaría a la inde- El régimen de la Restauración se ve afectado por la llamada pendencia de la isla dirigido por José Martí quien, apoyado “cuestión cubana”, que incluye los siguientes problemas: por los campesinos, se subleva en la zona oriental abor- dando la guerra desde conceptos de dignidad y humanis- - Conflictos anteriores. Desde 1868 en Cuba se viven nu- mo que no excluían una futura concordia con los españoles merosos problemas e insurrecciones que alimentan el peninsulares. Casi de forma simultánea a esta revuelta, se nacionalismo popular protagonizado por criollos y escla- le une otra en Filipinas, a partir de 1896, encabezada por vos, poniendo fin a diez años de conflictos el Convenio Emilio Aguinaldo y José Rizal, intelectual al que las tropas de Zanjón (1878). El incumplimiento de España de este españolas asesinan consiguiendo con ello sofocar los movi- pacto provoca el malestar de los criollos ante la situa- mientos insurgentes un año después. ción política, económica y tributaria de la isla, totalmen- te subordinada al control español, protagonizando la Cánovas, desde España, decide aplicar una política de re- conocida “Guerra chiquita” (1879-1880). conciliación con Cuba enviando al general Martínez Cam- pos para negociar con los sublevados e impedir su avance. - Falta de autonomía. Los comerciantes españoles se nie- Al no conseguirlo pues éste se niega a desarrollar una dura gan a admitir cualquier tipo de libertad para la isla, pues represión, es sustituido en 1896 por el general Valeriano el comercio con Cuba proporciona a España un saldo Weyler quien aplica tácticas de guerra para logar el objeti- positivo en ventas. Para apaciguar cualquier movimien- vo previsto: las conocidas “trochas”, líneas fortificadas que to independentista se intenta convertir la isla en una dividen la isla en tres sectores aislados con el fin de difi- provincia más, enviándose 700.000 emigrantes, en su cultar el movimiento de los insurgentes. Además, Weyler mayoría gallegos. Además, se había llegado a plantear la opta por concentrar a la población campesina en poblados autonomía en 1893 pero se rechaza porque la oligarquía y campos para que no presten ayuda a los rebeldes, destru- piensa que atenta contra la unidad nacional. yendo posibles refugios. La aplicación de estas medidas, del todo impopulares, reducen las posiciones de los cubanos - Ingresos cubanos. Aunque existe monopolio español, aunque no acaban con el movimiento independentista. curiosamente la mayor parte de los capitales invertidos en la isla son de Estados Unidos, país al que exportan La dureza de las decisiones provoca protestas por parte azúcar y tabaco. De hecho, la presión diplomática ame- de Estados Unidos, cuyo Senado recomienda al presiden- ricana va en aumento convirtiéndose posteriormente te americano que reconozca el estado de guerra en Cuba, en los financiadores de los independentistas cuando co- ofreciéndose poco después como mediadores del conflicto mience el conflicto. Los americanos están deseosos de hispano-cubano al tiempo que solicitan una amplia auto- comercializar con Cuba habida cuenta de su amplio mer- nomía para la isla. cado y su potencial expansivo en la zona de las Antillas. Cánovas rechaza la propuesta si bien redacta un decreto - Incapacidad económica española. La industria no puede a través del cual concede a los cubanos diversas liberta- absorber en solitario la producción de productos cuba- des y una cierta autonomía, condicionado al cese de los nos, así como tampoco se hace cargo de proveer a la isla conflictos. Sin embargo el panorama empeora. En 1897 los de manufacturas. Los criollos consideran que el atraso americanos vuelven a solicitar el cese del control autorita- económico de España con respecto a otras potencias in- rio español e incluso gestionan con la reina-regente María dustrializadas los está perjudicando. Cristina la compra de la isla por 300 millones de dólares, a lo que la monarca y el gobierno español se niegan por el DESARROLLO DE LA GUERRA deshonor que semejante intención conlleva. El asesinato La guerra estalla en febrero de 1895 cuando se produce en de Cánovas en agosto de ese año, a manos de un anarquis- Cuba una insurrección bajo el denominado “Grito de Bai- ta italiano, añade dramatismo a la crisis política española.
Martínez Campos Valeriano Weyler José J. Martí Pérez
Participante en nu- Noble, político y mi- De padres canarios, merosas operaciones litar, su trayectoria al este político, pen- militares, adquiere pro- servicio del ejército sador, periodista, fi- tagonismo político en español incluye inter- lósofo y poeta es el el pronunciamiento de venciones en Santo creador del Partido diciembre de 1874. Domingo, Canarias Revolucionario cu- Héroe de la lucha carlista, es enviado por y Filipinas. En 1896 es nombrado Capitán bano y uno de los mayores activistas de la Cánovas a Cuba en 1877 firmando en la Paz general de Cuba en sustitución del general independencia. Líder de la insurrección de de Zanjón unas condiciones que España no Martínez Campos. Su breve gobierno se ca- 1895, fue abatido a tiros en el mes de mayo. cumplirá. En 1895 vuelve a tierras cubanas racteriza por la aplicación de la técnica de Su visión política muestra tres prioridades: ante el recrudecimiento de la guerra pero trochas y el plan de “reconcentración” de unidad nacional de los cubanos en un pro- se niega a aplicar métodos represivos vio- la población que abarca a unos 400.000 cu- yecto republicano, terminación del dominio lentos. Regresa y se retira de la vida pública. banos no combatientes. Tras la muerte de colonial español e intentos por evitar una muriendo en 1900. Cánovas, es sustituido por el general Blanco. expansión estadounidense. Tema 8 - Guerra colonial y crisis de 1898 54
Pero Estados Unidos no cesa en su empeño y aprovecha
un hecho clave. En el Puerto de la Habana, la noche del 15 de febrero de 1898, es destruido fortuitamente el Maine, un buque acorazado de guerra americano, muriendo 266 marines. Aunque no se conoce con exactitud la causa que lo provoca (algunas teorías apuntan a la combustión de una carbonera en el depósito de pólvora), Estados Unidos, am- parado en una campaña mediática a su favor en los medios de comunicación, declara en abril la guerra a España.
Cuando estalla la guerra, en España se viven intensos días
de fervor patriótico alentado irresponsablemente por los poderes públicos y por la prensa, creyéndose en la posi- bilidad de ganar a los americanos. Pero la realidad es bien distinta: ni se puede ni se está preparado para ello. Ade- más, la guerra plantea una gran dificultad puesto que no sólo se desarrollaría por tierra sino también por mar y en dos frentes: en el Atlántico (Cuba y Puerto Rico), y en el Pacífico, donde los filipinos aprovechan la coyuntura para pedir la autonomía.
Los primeros combates entre españoles y norteamerica-
nos se producen en las aguas del Pacífico, adonde la escua- Revista Le Rire (París, 21.05.1898). Al pie, la frase: “Acabó dra de éstos se dirige nada más declararse la guerra para el tiempo de la caballería, de Don Quijote y de los molinos de entrar en la capital, Manila. Allí, el general español Mon- viento. Hoy sólo el oro y el hierro es lo que cuenta”. tojo refugia todos sus barcos confiado en la defensa natu- ral que ofrece el puerto. Pero la desigualdad de fuerzas de del 98” – provoca el comienzo de una larga crisis que afec- los combatientes es manifiesta: los navíos españoles (ocho ta a toda la nación y que tiene su mejor expresión en la barcos más algunos auxiliares) tienen el casco de madera formación de un grupo de intelectuales que, con la inten- y carecen de protección frente a los acorazados de hierro ción de recuperar el pulso perdido y modernizar el país, se americanos mandados por el general Dewey. Así, la batalla agrupan en la llamada Generación del 98. Escritores como de Cavite apenas dura tres horas: el 1 de mayo de 1898 la Unamuno, Baroja, Azorín, Ramiro de Maetzu y Benavente, flota española es aniquilada, sublevándose al momento la harán suyo el afán regeneracionista y criticarán las secue- isla de Filipinas. las de aquella antigua política protagonizada por oligarcas y caciques. En el Atlántico se ordena a la escuadra hispana destina- da en Canarias su traslado hacia Puerto Rico y Cuba. Pero Andalucía vive esta crisis de una manera intensa, al igual cuanto están repostando en Santiago de Cuba, a primeros que el resto de España, sobre todo en los ámbitos inte- de julio, los buques americanos aparecen y bloquean toda lectual y político. La pérdida de Cuba y Filipinas supone la acción, atacándolos además por tierra la escuadra ameri- movilización de numerosos jóvenes, alistados a la fuerza al cana del general Roosevelt con un trágico desenlace. Poco ejército para luchar en las islas, lo cual conlleva que la gue- después, los norteamericanos entran en Puerto Rico; Espa- rra tenga un carácter impopular y que surja un fuerte deseo ña, viendo que es inútil cualquier ataque defensivo u ofen- antimilitarista. El dramático desembarco en los puertos an- sivo (EE.UU. amenaza con bombardear Cádiz y Barcelona si daluces de soldados repatriados, enfermos y heridos, acen- no se pide la paz), se declara dispuesta a negociar. túan el malestar en las clases sociales más desfavorecidas, que no se libran del alistamiento militar y de la posterior LA PAZ DE PARÍS. CONSECUENCIAS guerra por no tener con qué pagar la redención en metá- Desde principios de octubre se negocian las condiciones lico. La suma de todo ello supone el nacimiento de ideas para establecer el fin del conflicto y en diciembre de 1898 regeneracionistas que rechaza el sistema de la Restaura- se firma el Tratado de París por el que España reconoce la ción y defienden posiciones republicanas influidas por las independencia de Cuba y cede a Estados Unidos las islas teorías socialistas y anarquistas que desde años antes se de Puerto Rico, Filipinas y Guam a cambio de 20 millones difunden por España pero, con especial incidencia, en el de dólares. El resto de las posesiones españolas –islas Ma- territorio andaluz. Así mismo, la pérdida del azúcar cubano rianas, Palaos y Carolinas–, se venden a Alemania al año trae como consecuencia su sustitución por el extraído de la siguiente por valor de 25 millones de marcos. remolacha, lo cual supone la reactivación de este sector in- dustrial que encuentra en la Vega de Granada y en la Costa Así, mediante esta firma, España pierde los últimos terri- del Sol su principal foco de producción, haciendo de los in- torios de su famoso imperio ultramarino. El impacto que genios azucareros el mejor ejemplo de una tímida industria produce este acontecimiento –denominado “el desastre alimenticia más tradicional que moderna.