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Recibido: 08/04/2022

Aprobado: 10/05/2022

La dopamina: el cóctel del amor1


Palabras clave: Bioquímica, dopamina, amor, ciencia y cerebro.

L a expresión del amor nace en el cerebro mediante un proceso químico. Todos


hemos pasado por una etapa de amor a lo largo de nuestra vida. Aquel que se
ha enamorado alguna vez, sabe que el amor trae consigo sentimientos intensos y
sensaciones extrañas que cambian la química en nuestro cerebro temporalmente e
idealizan a la persona dejando de lado sus defectos hasta el punto de la estabilización.
Al estar enamorados, el cerebro produce un tipo de “droga” a partir de las emociones
y libera sustancias químicas generando distintas reacciones que conducen a un amor
narcótico.
No obstante, en términos científicos, ¿qué es el amor? El amor es una
secuencia de reacciones fisiológicas generadas a partir de neurotransmisores,
incitaciones químicas y percepciones olfativas. Estudios bioquímicos han
demostrado que el sentimiento inicial de amor está mediado por altas
concentraciones de dopamina, considerada como el neurotransmisor fundamental en
el sistema nervioso central (Mora, 2018). Por ende, el amor es un concepto amplio
que varía según el criterio de la persona, sin embargo, se tiene una analogía en la
que se concreta el amor como un sentimiento de afecto originado en el cerebro, a
partir de sustancias químicas, que producen felicidad al establecer un fuerte vínculo
emocional.
En efecto, el amor también puede examinarse mediante la ciencia, por lo que
actualmente la neurociencia ha realizado descubrimientos sugestivos y
sorprendentes sobre la experiencia del amor y cómo el cerebro es capaz de hacernos
sentir euforia en tan poco tiempo:

El cerebro, con sus cientos de miles de millones de neuronas, es el semillero de la lujuria y


el amor, los procesos que nos hacen amar surgen en el cerebro. Sin embargo,
neurocientíficos, antropólogos, sexólogos y psicólogos coinciden en que el amor es una
experiencia espiritual absoluta (Guerrero, 2012, p.114).

Como mencioné anteriormente, el amor es universal, no se puede limitar el


amor a un único concepto, puesto que a lo largo de la historia se han planteado

1
Documento elaborado en el curso Competencias Idiomáticas Básicas a cargo de la Facultad de Filosofía y Ciencias
Humanas de la Universidad de la Sabana, Chía-Cundinamarca, Colombia.

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distintos criterios en los cuales varían el alma, la emoción, el sentimiento y el
espíritu, pertenecientes del cerebro, el corazón e incluso del estómago. No obstante,
es claro que, al pensar en reducir nuestros sentimientos a la química del amor, toda
la magia, inspiración, pasión, ternura y emoción desaparecen, las famosas mariposas
en el estómago, los fuertes latidos del corazón, los pensamientos elevados
persistentes y el tan anhelado clik, simplemente se transforman en una reacción o
proceso químico, que tiene su enfoque más científico que espiritual o emocional.
Pero, ¿Cómo se genera el amor? Al respecto, Pinzón (2001) plantea el proceso
en tres etapas: “etapa de atracción inicial, de enamoramiento y de estabilización o
rompimiento de la relación, que, una vez sucedida la atracción inicial, se genera una
producción adicional de varias hormonas y neurotransmisores a partir de la
estimulación visual y olfativa” (p.3). De acuerdo con esto, el amor narcótico, el
sentido auditivo, táctil y gustativo cumplen una labor importante en el fenómeno de
la seducción, el amor y el sexo, con el fin de alcanzar una relación estable, perdiendo
el temor al rechazo y propiciando el acercamiento y crecimiento como pareja, el cual
pasa a ser un amor adictivo. De hecho:

La mezcla de neurotransmisores estalla en nuestro cerebro, provocando inicialmente una


gran sensación de euforia, conocida como enamoramiento, para lo cual necesitamos
constantemente el contacto físico con quienes amamos. Posteriormente, esta emoción
inicial se desvanece, dando paso a una nueva etapa de conexión afectiva (Punset, 2010,
p.192).

Cuando estás enamorado, puedes estar muy feliz y muy triste al mismo
tiempo. Generalmente, se acepta que hay tres etapas para enamorarse: lujuria,
atracción romántica y apego. La lujuria es un deseo sexual por otra persona y la
atracción romántica ocurre cuando empezamos a tener sentimientos por otra
persona. El apego es cuando comenzamos a sentirnos más conectados
emocionalmente con otra persona y queremos pasar más tiempo con ella. El amor es
una emoción poderosa y el sentimiento de estar enamorado puede ser abrumador.
Puede hacer que las personas hagan cosas que nunca pensaron que harían antes.
Por tal razón, el amor es el sentimiento que muchos anhelan tener, amar es
creer, es sentir, es demostrar y desde un punto de vista bioquímico, el amor involucra
una serie de impulsos eléctricos que nos hacen sentir nuestras emociones más
fuertes. El amor nace de la atracción inicial, ese amor a primera vista que se origina

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a partir de una mezcla de diferentes moléculas que alteran la química en nuestro
cerebro, y puede determinarse como “El cóctel del amor” (Pinzón, 2001, p.4), el cual
explica el comportamiento de las personas enamoradas.
Para concluir, el amor no es solo un sentimiento. Es una reacción bioquímica
que tiene lugar en el cerebro y puede desencadenarse por muchos factores diferentes.
La bioquímica del amor es un proceso complicado, pero también es una de las cosas
más importantes en nuestras vidas. Se ha demostrado que la bioquímica desempeña
un papel fundamental en la forma en que percibimos y reaccionamos ante diferentes
personas y situaciones.
La bioquímica del amor es un término que se ha acuñado para describir el
estudio científico del amor. El estudio de este tema se ha hecho de dos formas:
primero, observando los patrones cerebrales de las personas que se han enamorado
recientemente y, segundo, observando las hormonas que se liberan durante este
tiempo. Es así como se explica que, de una mirada profunda, parta una experiencia
amorosa.

Gabriela Bocanegra Velandia


Ingeniería de Bioproducción
Correo: [email protected]

Referencias

Guerrero, P. (2012). Bioquímica del amor. Ciencia-UANL, 15(57), 114-120.


http://dialnet.unirioja.es/servlet/oaiart?codigo=3835412
Mora, J. (2018). Amor: ¿Bioquímica o sentimiento? Revista Ciencia y salud
Integrando Conocimientos, 2(2), Pág. 10–11.
https://doi.org/10.34192/cienciaysalud.v2i2.44
Pinzón, V. (2001). La bioquímica del amor. Noticias Químicas.
https://bibliotecas.unileon.es/tULEctura/files/2019/02/bioquimica_amor_vil
ma_pinzon_fajardo.pdf
Punset, E. (2010). Por qué somos como somos. Aguilar.
http://www.librosmaravillosos.com/porquesomoscomosomos/index.html#ca
pitulo10

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