La Bioquimica Del Amor
La Bioquimica Del Amor
La Bioquimica Del Amor
Aunque nos atraen las personas con rasgos similares a los nuestros tendemos a
elegir el olor de aquellas que tienen un sistema inmunológico muy distinto. Y por un
lado es una suerte porque evita que nos enamoremos de nuestros familiares.
Nuestra biología nos guía para encontrar un compromiso entre la igualdad y la
diferencia y siempre encontramos el equilibrio perfecto, no sólo cuando elegimos las
caras y los olores. La llamada teoría de la correspondencia puede resumirse en la
frase: "cada cual busca la pareja que cree merecer". Parece ser que antes de que
una persona se fije en otra ya ha construido un mapa mental, un molde completo
de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de una persona y
no de otra. Además, incluso INFLUYE el tipo sanguineo (A, B, AB, O), provoca
atraccion con las personas del mismo tipo y no de las demas.
Después del orgasmo el sistema límbico del cerebro libera una hormona especial
llamada oxitocina. Esto sucede en una parte del cerebro en la que sentimos el
placer emocional. La oxitocina hace que la pareja se sienta más vinculada y cercana
emocionalmente, pero también existen algunas diferencias entre el cuerpo del
hombre y el de la mujer. Algunos científicos creen que cuando la oxitocina se
combina con una determinada hormona femenina, los estrógenos, la mujer se
siente muy cariñosa y conversadora. Pero cuando la oxitocina se mezcla con una
hormona masculina, la testosterona, puede provocarle al hombre una necesidad
incontenible de dormir.
Todos sabemos que podemos tener relaciones sexuales sin enamorarnos, pero si se
tienen suficientes relaciones con la misma persona hay muchas posibilidades de que
esta bomba de relojería de hormonas nos haga perder la cabeza por alguien. El
cuerpo hace lo posible por unirnos a nuestra pareja, pero eso precisamente lo
convierte en una gran adicción.
Todo aquello que tiene que ver con el amor, desde el maternal hasta el curioso
hecho de que algunos logren permanecer felices por décadas con la misma pareja,
o que otros sean incapaces de jamás forjar una relación duradera, es culpa de una
hormona.
Al parecer, las cosas del amor no son tan caprichosas como aparentan. Según el
experto en el cerebro de la Universidad de Edimburgo, Gareth Leng, la hormona
oxitocina ayuda a forjar lazos permanentes entre amantes tras la primera oleada de
emoción. La hormona actúa "cambiando las conexiones" de los miles de millones de
circuitos cerebrales. Al explicar cómo se enamora el cerebro, Leng señala que la
oxitocina ayuda a afianzar el vínculo entre una madre y su bebé, y se produce tanto
durante un parto como un orgasmo.
Mientras que el instinto de reproducirnos nos hace sentir la pasión del amor, en el
caso contrario, cuando lo perdemos, podemos acabar sintiéndonos deprimidos.
Cuando estamos enamorados o locos por alguien... el cóctel químico del organismo
puede hacernos perder la razón, pero ¿por qué?.
Es posible que tengan que ser los cientificos quienes respondan a las preguntas:
cuánto dura la pasión, es el amor para toda la vida o es sólo un sistema de defensa
que asegura la supervivencia de la especie humana.
Sabes que puedes producir tus propias drogas, sin tener que sembrar amapolas,
marihuana o comprar cocaína?
El cerebro, movido por las emociones, produce sustancias químicas que hacen que
la persona eleve su autoestima, experimente sensación de euforia, se sienta
animada, alegre y vigorosa, sin necesidad de tomar, inyectarse o fumar nada.
Estas sustancias que produce el cerebro, denominadas hormonas endógenas (ya
que se producen en la corteza cerebral) bien podrían llamarse "drogas de la
felicidad". Algunas de ellas son:
La oxitocina, que se produce cuando existe un amor pasional y se relaciona con la
vida sexual.
La dopamina, que es la droga del amor y la ternura.
La finilananina, que genera entusiasmo y amor por la vida.
La endorfina, que es un trasmisor de energía y equilibra las emociones, el
sentimiento de plenitud y el de depresión.
La epinefrina, que es un estímulo para el desafío de la realización de metas.
Si hay abundancia de estas hormonas endógenas, hay inteligencia emocional e
interpersonal; la persona se siente ubicada, sabe quién es, a dónde va; controla sus
emociones, conoce sus habilidades y sus talentos y se siente dueña de sí misma.
Pero la síntesis de FEA no puede prolongarse durante mucho tiempo, entre otras
cosas porque moriríamos de extenuación, y tras dos o tres años sus efectos
desaparecen, sin apenas dejar rastro. Es entonces cuando nos enfrentamos a la
tremenda realidad y, sobrevienen los defectos que otrora no vimos. Con el tiempo
el organismo se va haciendo resistente a los efectos de estas sustancias y toda la
locura de la pasión se desvanece gradualmente, la fase de atracción no dura para
siempre y comienza entonces una segunda fase que podemos denominar de
pertenencia dando paso a un amor más sosegado. Se trata de un sentimiento de
seguridad, comodidad y paz. Dicho estado está asociado a otra DUCHA QUÍMICA.
En este caso son las endorfinas -compuestos químicos naturales de estructura
similar a la de la morfina y otros opiáceos- los que confieren la sensación común de
seguridad comenzando una nueva etapa, la del apego. Por ello se sufre tanto al
perder al ser querido, dejamos de recibir la dosis diaria de narcóticos.
Los motivos que explican por qué nos enamoramos de una persona y no de otra no
están bien establecidos, aunque deberemos confiar en que las leyes psicológicas
que rigen la elección tengan también una buena base evolutiva y, si no es mucho
pedir, que sean sensatas ante las posibilidades de ser correspondidos.
Otra cosa es ya, si entre tanta precisión biológica, queda lugar para el
romanticismo. Pero no os preocupeis, pronto descubrireis que el romanticismo
seguirá existiendo en toda su plenitud, solo que ahora tendremos una explicacion
cientifica a ciertas reacciones fisicas y emocionales, solo eso, pero creo que el amor
va a continuar siendo ciego de momento.