27 de Octubre de 2024
27 de Octubre de 2024
27 de Octubre de 2024
Descripción:
Rosaura Coromoto Gonzalo Aranda, tiene más de una semana teniendo pesadillas de
grandes conflictos, observando destrucción y hambre en ciudades devastadas por continuos
bombardeos. Su físico continúa en deterioro, su caminar es dificultoso, se inclina hacia
adelante debido al peso del madero que dice llevar en sus hombros, no puede girar su cabeza
hacia los lados, siente mucho dolor, su visión es borrosa y hacia el piso, no puede subir la
cabeza. Le cuesta tomar líquidos, se le facilita con un pitillo algunas veces, porque no puede
levantar la cabeza. Continúan sus manos y pies con las heridas e inflamadas con dolor, más
no rojizas. Continúa perdiendo cabello, por las heridas de las espinas que permanecen
sangrantes y con costras. Es habitual que todos los días tenga cefalea intensa. En la mañana
de hoy, presenta temblor en el lado izquierdo de su cara, brazo y pierna izquierda un poco
caídos, dice tener la punta de los dedos de la mano izquierda dormidos. Desayunó ligero y
pidió que la llevaran a su cama, se sentía muy cansada, quejándose que le clavaban los pies.
Al cerrar sus ojos empezó a entonar cantos y alabanzas. Mensaje:
El tiempo, el tiempo, se acaba el tiempo. ¿Qué es el tiempo?, ¿una quimera?, ¿un rayo de luz en la
oscuridad? ¿Qué es el tiempo? Una nada, un todo, ¿qué es el tiempo? Y el tiempo se acaba y
vendrán nuevos tiempos, nuevos tiempos, nuevos tiempos.
Todo sucede por una razón, todo, aunque no lo entendamos, todo sucede por una razón. Solo Dios
Padre, en su creación infinita, lo sabe. Y me ha dicho, que el tiempo se acaba. Tiempo, tiempo,
¿cómo jugar contigo? Tiempo, tiempo.
Y vendrán uno, y otro, y otro, y serán muchos, muchos. Unos irán por la derecha, otros irán por la
izquierda, mas solo unos pocos irán por el frente, solo unos pocos.
-Inhala aire cual suspiro- ¡Ay, tiempo, tiempo, tiempo!, no me alcanza el tiempo.
Tiempo, tiempo.
No han evolucionado nada, nada, y se oyen ruidos y lamentos, y luchan por un trozo de pan, se
empujan unos a otros. Y me pregunto, ¿quién es más culpable, el que lo hace o el que incita a
hacerlo?
Tantos ruidos, tantas casas en el suelo, ciudades enteras desoladas y ¿para qué? No han
comprendido nada, no han entendido nada, y se acaba el tiempo, y se acaba el tiempo.
“No sabéis acaso, que Mi Madre, os cuida. ¿A qué teméis, a las verdades de otros, a sus
mentiras? Ya Estoy entre vosotros, nunca os he dejado solos. Mas, una cosa les digo, se
acaba el tiempo, se acaba el tiempo. Os bendigo”.
(Rosaura hija)
Amén.
(Rosaura hija)
Amén.
“Y se acaba el tiempo”.
Parábola:
El Maestro, caminaba, pasó por calles, unas ruidosas, otras en silencio, pero Él seguía caminando…
y caminaba, y caminaba, miraba, mas no veía, veía mas no miraba y seguía caminando…
El niño, le pone el dedito y la agarra, -Rosaura, se lleva el dedo a la boca- y se la chupó, tenía sed.
- “Maestro, no me gusta que llores, somos la obra de Tu Padre”.
El Maestro, se voltea y mira la inocencia en los ojos del niño, sonríe, le toma la mano y siguieron
caminando…
-Rosaura, inhala aire profundamente y abre los ojos, pidió agua y se quedó profundamente dormida.
Despertó a la 01:00 p.m., más repuesta de su malestar-
Presente:
Rosaura Inés Cardas Gonzalo. C.I. V- 9.969.302
Nota: el mensaje fue grabado en 2 audios, en el 2do. la parábola a su inicio está incompleta,
pero fue completada gracias a la hija de Rosaura, que estaba presente.