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LA BOCA

Al sudeste de la ciudad de Buenos Aires se encuentra el colorido barrio de La Boca.


El nombre del barrio se debe a que el mismo se encuentran las bocas del Riachuelo,
en donde sus aguas desembocan en el Río de la Plata. Durante varios años, la boca
del Riachuelo fue el puerto natural de Buenos Aires, pero debido a problemas tales
como la poca profundidad de las aguas, los bancos de arena y las considerables
crecientes y bajantes, entre otros, el puerto se trasladó más hacia el norte de la Ciudad.
Con la instalacion de fabricas a su alredor, todo era arrojado al riachuelo y este se
contaminò. A partir de 2020 esta en proceso de descontaminaciòn que va a durar 10
años. A partir de este año se comenzaron a realizar navegaciones que van hasta
Puerto Madero.
En sus inicios era un lugar deshabitado, ya que las aguas del riachuelo impidieron por
mucho tiempo el asentamiento de personas
Durante la época colonial era una zona de barrancos para esclavos negros y más
adelante luego de la independencia funcionaron saladeros y curtimbres de cuero
Entre 1830 y 1852 se produjo una ola migratoria y la zona se lleno de europeos,
principalmente italianos genoveses. Ellos se instalaron en el Barrio y comenzaron a
trabajar en el puerto, otros tomaban el tren e iban a las fàbricas de la zona.
En 1871 se produce la epidemia de fiebre amarilla, donde los vecinos adinerados del
Barrio de San Telmo deciden trasladarse al norte de la Ciudad, como por ejemplo
Recoleta y Retiro donde había mas espacios verdes y se respiraba aire puro. A partir
de allí las grandes casonas abandonadas del Barrio de San Telmo y la Boca fueron
subdivididas y alquiladas a los inmigrantes y las personas de bajos recursos. Esto
profundizo aun mas la diferencia social, ubicando a la aristocracia en el Norte de la
Ciudad, mientras que el Sur fue ocupado por el proletariado.
Los famosos conventillos de la Boca, que eran las casas de los inmigrantes fueron
realizados en seco, con materiales como la chapa o madera y como muchos de los
inmigrantes, trabajaban en el puerto se traían los restos de pinturas que sobraban y
con eso iban pintando sus casas. Como era poca y de varios colores, cada parte de la
casa quedaba de un color diferente.
(Son distintos a los del Barrio de San Telmo)

1. Puente transbordador y paseo costero


Desde el Puente Transbordador, en la esquina donde la Avenida Almirante Brown (por
donde vienen los colectivos/buses) desemboca en la Avenida Don Pedro de Mendoza
hasta la Fundación Proa, se puede recorrer la costanera del río. Hay bancos para
descansar y muchos usan los pisos pintados de varios colores para sacarse fotos. A
medida que caminan por ahí van a pasar por el Teatro de la Ribera y por el Museo
Quinquela Martín, entre otras atracciones.
Suele ser un lugar donde muchas familias se sientan a tomar o mate o, simplemente,
las personas se detienen a contemplar la forma del río en forma de «boca».

2. Teatro de la Ribera
Al lado del Museo Quinquela Martín se encuentra el Teatro de la Ribera. En general, los
turistas no suelen entrar a ver una obra de teatro en pleno día porque suelen estar
paseando, pero si son fanáticos del teatro, a lo mejor les interese, aunque sea
asomarse al lugar y ver la programación.
Hay shows en vivo y muchos espectáculos son gratuitos o con entradas muy
accesibles.
3. Museo Quinquela Martín
El Museo Quinquela Martín funciona en la casa donde vivía el artista. Quinquela Martín
fue uno de los pintores que mejor retrató la vida en el barrio de La Boca y el duro
trabajo de los inmigrantes en el puerto. Se pueden visitar dos pisos donde se exponen
sus obras y de algunos otros artistas invitados. Además, es posible subir a la terraza
desde donde se tienen buenas vistas del barrio y el río. Para mí es un imperdible en tu
visita a La Boca.
También se puede ver su colección de mascarones de proa y parte de lo que era su
vivienda. La entrada es un bono contribución muy económico, por lo que vale la pena
aprovecharlo.
Hace poco se sumó un rincón para los niños con propuestas de actividades para toda
la familia. Les recomiendo leer Museo Quinquela Martín para ir con niños (aunque no
vayan con niños). El museo se ubica en Av. Pedro de Mendoza 1835.
4. Bar La Perla, un bar notable
El Bar La Perla es uno de los bares notables de Buenos Aires, ubicado en la esquina
de la Av. Don Pedro de Mendoza y del Valle Iberlucea, que encierra parte de la historia
del barrio. Si no se quiere tomar algo allí, vale la pena entrar solo para mirarlo y sacar
alguna fotografía.
Durante los fines de semana que hay feria de artesanías en la calle, su puerta de
entrada suele estar un poco oculta, pero la van a encontrar fácilmente.
5. Escultura de Benito Quinquela Martìn
Quinquela Martín no dejó su huella en el Barrio, donando cinco terrenos que se
convirtieron en instituciones con fines diferentes. Dos de ellos son la Escuela-Museo
Pedro de Mendoza y el Museo Benito Quinquela Martín.
“Cuanto hice y cuanto conseguí, a mi barrio se lo debo. De ahí el impulso irrefrenable
que inspiró mis fundaciones, todas ellas afincadas en la Boca. Por eso mis donaciones
no las considero tales, sino como devoluciones. Le devolví a mi barrio buena parte de
lo que él me hizo ganar con mi arte. Los dos los siento como fundidos dentro y fuera de
mí mismo”, decía el pintor, que falleció en enero de 1977
Esta escultura se realizò en 2010, por el escultor Antonio Oriana
6. Plazoleta de los suspiros y Monumento al Almirante Brown
En este lugar se reunían los vecinos, muchos de ellos inmigrantes y marinos, para
recibir noticias de sus tierras lejanas o de aquellos que habían salido a navegar, lo que
en ocasiones motivaba suspiros de dolor, resignación o tristeza ante las noticias que no
eran buenas.
El monumento simula la cubierta de un barco, un monolito que recuerda al Almirante
Guillermo Brown, alli se instalò el arsenal donde se reparaban las naves.
7. Fundación Proa
La Fundación Proa de arte contemporáneo se ubica en la Av. Don Pedro de Mendoza
1929, muy cerca de la entrada a Caminito. Cuenta con varias salas de exhibiciones,
auditorio, cafetería, librería, terraza y conexión a internet
Desde hace un tiempo, también sumaron el programa Familias en Proa, que
recomendamos mucho. Si les interesa pueden leer nuestra experiencia de Fundación
Proa con niños. Además, suelen haber intervenciones artísticas en la calle o en la
ribera del río.
8. Caminito
Hasta principios del siglo XX, por este lugar pasaba el cauce de un arroyo. Esta zona
era conocida popularmente como "Puntin", el diminutivo de "puente" en dialecto
genovés
Durante mucho tiempo este tramo formó parte del recorrido del ferrocarril a Ensenada
(a una hora de Buenos Aires). Hasta que, en 1928, el ramal fue clausurado y la vía se
convirtió en un callejón abandonado. El arroyo se secó. Los rieles cayeron en desuso.
Fue recién en 1959 que, gracias a la iniciativa de varios vecinos y a la donación de
muchos artistas, se recuperó el terreno para convertirlo en un paseo peatonal
reconocido como “museo a cielo abierto”. Uno de los grandes impulsores de la puesta
en valor de la zona fue el pintor Benito Quinquela Martín, quien creció en La Boca y fue
un gran benefactor de este barrio.
Fue el propio Quinquela Martín quien, en 1959, impulsó que se bautizara a esta calle
con el nombre del célebre tango “Caminito”, compuesto por Juan de Dios Filiberto y
Gabino Coria Peñaloza.
Finalmente, el 10 de septiembre de 1959, el Concejo Deliberante de la Ciudad de
Buenos Aires sancionó por unanimidad una ordenanza que estableció la incorporación
de la Vuelta de Rocha al Código de Edificación.
Con sus conventillos de chapa pintados de distintos colores es también un museo a
cielo abierto de casi 150 metros de longitud. Pisar Caminito es asomarse a los orígenes
de Buenos Aires.
Los colores de las casas representan una innumerable variedad que deviene de los
sobrantes de pintura que los marineros traían a sus casas, como la pintura era costosa,
y la cantidad escasa para pintar toda la vivienda de un mismo color, se aprovechaba
hasta la última gota, por lo tanto, se pintaba primero los marcos hasta agotarla, para
pasar luego a las paredes y pintar hasta donde alcanzara. Además, las líneas
horizontales eran y son una característica de La Boca, largos tablones superpuestos en
las casas de madera y la acanaladura de las chapas.
Plaza Bomberos Voluntarios de La Boca
Al final de la calle Caminito se llega a esta plaza, donde tambien hay murales y
esculturas y, durante los fines de semana, se escuchan los tambores de una murga.

Calle Magallanes y el conventillo histórico


Desde la esquina donde nace la calle Caminito (que está el famoso edificio que se ve
en todas las fotos) también nace la calle Magallanes. En esta calle se ven restaurantes,
locales de souvenirs, galerías comerciales y, el ingreso a uno de los conventillos
históricos.
Conventillo histórico , lugar donde hoy funciona el "Centro Cultural de los Artistas" y
tambien "El conventillo de tus sueños" Es un conventillo recreado, porque la casa
original fue quemada, y lo que más llama la atención en la actualidad son sus murales.
Calle Magallanes 861.

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