Derrumbando Las Limitaciones Kolhbergianas
Derrumbando Las Limitaciones Kolhbergianas
Derrumbando Las Limitaciones Kolhbergianas
Ante todo, desde esta concepción, el sujeto tiene mayor desarrollo moral en
cuanto pueda desprenderse en mayor medida de sus experiencias o
vivencias, y logre una mayor imparcialidad en sus conocimientos morales.
Similar al rol de un juez desde el punto de vista del positivismo jurídico, el rol
de una persona que se encuentre en el estadio más alto del desarrollo moral,
puede ser capaz de desprenderse de su propio ser para dictar en derecho
(en equidad lo llama Kohlberg) una solución a un dilema que resulte
respetando de manera inequívoca esa igualdad formal.
Richard Rorty (1994) aporta en este sentido, pues considera que el desarrollo
moral de un individuo no consiste en una mayor racionalización de sus
acciones o el conocimiento de la diferencia entre lo racional e irracional, sino
en un mayor grado de flexibilidad. En efecto, dice Rorty (2000) que un sujeto
solamente puede considerarse con mayor desarrollo moral, en tanto que sea
capaz de comprender, mediante la empatía, las vivencias de otros seres
humanos, y aprender de ellas para desarrollar su juicio moral.
Por su parte, Hubert Dreyfus (1993) parte de la premisa que lo que aumenta
el desarrollo moral es el desarrollo de una experticia en temas morales. Para
Dreyfus, un experto, a diferencia de un novato, no orienta su juicio y acción
por reglas estrictas seguidas de un manual, sino que se rige por la intuición
que le da haber pasado por la situación en múltiples ocasiones anteriores
(experiencia).
La intuición la entiende Dreyfus, como una experiencia no limitada, que opera
en cada caso en particular poniendo en relación la información de miles de
casos posibles y de un sinnúmero de hechos y valoraciones (Dreyfus, 1993,
citado por Yañez, 2000: 132).
(…) un concepto técnico desarrollado, por las teorías del desarrollo del ciclo
vital para pensar en el juicio contextual y en la consideración de las
demandas propias de cada situación. Las personas sabias pueden entender
las excepciones, la complejidad de las situaciones, la novedad de un caso
que no cabe dentro de los procedimientos anteriormente establecidos.
(López y Canal, 2019: 175).
En efecto, una persona sabia, es una persona que es experta (Dreyfus, 1993)
y tiene un alto nivel de sensibilidad (Rorty, 1994, 2000) toda vez que la
sabiduría implica poseer una flexibilidad suficiente para juzgar de manera
diferencial situaciones nuevas.
3. Reflexión final
Una persona sabia es una persona que logra obrar moralmente, atendiendo
precisamente a todas las variables externas que hacen que cada situación
tenga su propia particularidad, y requiera una decisión distinta, acorde con el
contexto.
Referencias
Kohlberg, L. (1984). The Psychology of Moral Development: The Nature and Validity
of Moral Stages (Essays on Moral Development, Volume 2).