KOHLBERG

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ESCUELA NORMAL DE ECATEPEC

Licenciatura en Educación Primaria

Formación Cívica y Ética

RESUMEN DEL TEXTO EL DESARROLLO MORAL: UNA


INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA DE KOHLBERG

Docente: Columba Osorio García

Alumno: Ricardo Cantero Vigueras


Los aspectos morales del comportamiento humano siempre han sido de interés en múltiples ámbitos:
filosofía, educación, religión, … Sin embargo, por mucho tiempo la psicología se mostró recelosa de
estudiar cualquier cosa relacionada con la moral. Puesto que se creía que sería imposible compaginar este
tópico con la tan valorada objetividad científica. Pero eventualmente se ha llegado a la resolución de que
el rigor científico recae en la metodología que se utilice y no en el tema que se investigue.

En el contexto del estudio de los aspectos morales del comportamiento humanos, hay tres orientaciones
principales:

Enfoque psicoanalítico: está caracterizada por resaltar la identificación del niño con sus padres y la
consiguiente introyección de normas.

La teoría del aprendizaje social: hace énfasis en la acción del ambiente sobre el desarrollo de habilidades
de autocontrol (imitación, refuerzos y castigos, prácticas educativas, … ).

El enfoque cognitivo-evolutivo: se centra en cómo el individuo estructura un orden moral externo, y cómo
sus estructuras cambian durante su desarrollo.

La teoría del desarrollo moral de Lawrence Kohlberg

Ésta se fundamenta en la teoría del desarrollo cognoscitivo de Piaget. Kohlberg señaló que su trabajo sobre
la moralidad inició a partir los estadios de Piaget y de su concepción de que el niño es un filósofo. Y, además,
secundó los esfuerzos de éste por aplicar una perspectiva estructural al desarrollo moral, mediante la
descripción de estadios generales del pensamiento.

En su teoría, Piaget propone que el niño evoluciona mediante cuatro etapas de razonamiento. En cuanto
al desarrollo moral, Piaget propone dos etapas: realismo e independencia morales. Por su parte, Kohlberg,
a través de sus investigaciones, señaló que la madurez moral no se conseguía en el estadio de
independencia moral. Por ende, éste elaboró un esquema con seis estadios de desarrollo moral, en el que
solo los primeros dos correspondían a las dos etapas propuestas por Piaget.

Todos hemos desarrollado una moral propia e intransferible: unos valores que no solo separan al “mal” del
“bien” en el mundo abstracto, sino que también tienen influencia sobre nuestras conductas, percepciones
y pensamientos. Incluso podríamos decir que puede estar tan interiorizada como para influir sobre nuestras
emociones. Uno de los modelos más importantes e influyentes que intentan explicar el desarrollo de nuestra
moral es la teoría del desarrollo moral de Kohlberg.

Por otro lado, al contar todos con moral, establecer una universal siempre ha sido una de las grandes
cuestiones que ha preocupado a multitud de filósofos y pensadores.

El psicólogo Lawrence Kohlberg quería alejarse del contenido de la moral y estudiar cómo se desarrolla en
las personas. A él no le importaba qué estaba bien o mal, le importaba cómo alcanzamos esa idea de bien
o mal. A través de multitud de entrevistas y estudios observó que la construcción de la moral aumenta a
medida que los niños crecen. Igual que sucede con otras habilidades, como el lenguaje o la capacidad de
razonamiento.

En la teoría del desarrollo moral de Kohlberg se alcanza la conclusión de que el desarrollo moral pasa por
tres niveles: preconvencional, convencional y posconvencional. Cada uno de los cuales está dividido en
dos estadios. Es importante entender que no todos pasan por todos los estadios ni todos llegan al último
nivel de desarrollo. A continuación, se abordan detalladamente cada uno de los estadios.

Orientación hacia el castigo y la obediencia

Este estadio de la teoría del desarrollo moral de Kohlberg forma parte del nivel preconvencional. Aquí nos
encontramos con que la persona delega toda la responsabilidad moral a una autoridad. Los criterios de lo
que está bien o está mal vienen dados por las recompensas o castigos que otorga la autoridad. Un niño
puede pensar que no hacer los deberes está mal porque sus padres le castigan si no los hace.

Este pensamiento dificulta la capacidad de asumir que pueden existir dilemas morales: enunciados que no
tengan una respuesta moralmente clara. Esto es debido a que todo se plantea desde el único punto de
vista de la autoridad, que la persona legitima. Aquí nos encontramos con el nivel más simple de desarrollo
moral, donde no se contemplan las diferencias de intereses ni las intenciones de la conducta. En este
estadio lo único que es relevante son las consecuencias: premio o castigo.

Orientación hacia el individualismo o hedonismo

En este estadio de la teoría del desarrollo moral de Kohlberg ya aparece la idea de que los intereses varían
de un individuo al otro. Y aunque los criterios para decidir lo que está mal o bien siguen siendo las
consecuencias de los actos, ya no los marcan otros. Ahora el individuo pensará que todo aquello que le
reporte algún beneficio estará bien, y mal lo que le suponga una pérdida o malestar.

Ocasionalmente, a pesar de la visión egoísta de este estadio de la teoría del desarrollo moral de Kohlberg,
el individuo puede pensar que está bien satisfacer las necesidades de otros. Pero solo cuando exista una
reciprocidad pragmática, o garantía de ella. Es decir, el pensamiento de que si hago algo por otro, el otro
tendrá que hacer algo por mí. Este estadio es algo más complejo que el anterior, debido a que el individuo
ya no delega en otro la construcción de su moral, aunque las razones siguen siendo simples y egoístas.

Orientación hacia las relaciones interpersonales

En este estadio se inicia la etapa convencional del desarrollo moral. Debido a que el individuo empieza a
tener relaciones cada vez más complejas, tiene que abandonar ese egoísmo de la etapa anterior. Lo
importante ahora es ser aceptado por el grupo, por lo tanto la moral va a girar en torno a ello.

Para la persona que se encuentre en este estadio, lo correcto será aquello que agrada o ayuda a los
otros. Aquí lo que empieza a importar son las buenas intenciones de las conductas y en qué medida están
aprobadas por los demás. La definición de moral en esta etapa se basa en ser una “buena persona”, leal,
respetable, colaboradora y agradable.

Orientación hacia el orden social

El individuo deja de tener una visión basada en grupos, para irse a una visión basada en la sociedad. Ya
no importa lo que les agrade a los grupos o a las personas de su entorno. El criterio de lo que es bueno o
malo se basa en si la conducta mantiene el orden social o lo entorpece. Lo importante es que la sociedad
sea estable y no exista el caos en ella.

Aquí nos encontramos con un fuerte respeto a las leyes y a la autoridad. Ya que estas coartan la libertad
del individuo a favor del orden social por nuestro bien. La moralidad sobrepasa los lazos personales y se
relaciona con la legalidad vigente, que no debe desobedecerse, para mantener un orden social.

Orientación hacia el contrato social

Aquí entramos en el último nivel del desarrollo moral, etapa que muy pocos individuos alcanzan a lo largo
de su vida. Aquí la moral se empieza a entender como algo flexible y variable. Para estos individuos el bien
o el mal existen debido a que una sociedad ha creado un contrato que establece los criterios morales.

Las personas en este estadio entienden el porqué de las leyes y con base a eso las critican o las defienden.
Además, estas leyes, para ellos, no son eternas y son susceptibles de mejora. Para las personas o niños
que se encuentran en este estadio la moral supone la participación voluntaria en un sistema social aceptado,
ya que la creación de un contrato social es mejor para uno mismo y los demás, que su carencia.

Orientación al principio ético universal

Este estadio de la teoría del desarrollo moral de Kohlberg es el más complejo del desarrollo moral, donde
el individuo es el que crea sus propios principios éticos que son comprensivos, racionales y universalmente
aplicables. Estos principios van más allá de las leyes, y se trata de conceptos morales abstractos difíciles
de explicitar. La persona construye su moral acorde a cómo cree que la sociedad debería existir y no a
como la sociedad le impone.

Un aspecto importante de este estadio es la universalidad de la aplicación. El individuo aplica el mismo


criterio a los demás, y a él mismo. Y trata a los demás, o lo intenta, como le gustaría que le tratasen. Ya
que, si esto no se cumple, estaríamos en un nivel mucho más simple, parecido al estadio de orientación al
individualismo.

Enrique Barra señala, en este artículo publicado en la Revista Latinoamericana de Psicología, que la teoría
de Kohlberg es una “herramienta profesional de gran relevancia” para los profesionales de la psicología.
No solamente por el conocimiento que les aporta sobre el desarrollo moral en sí, sino además por
la responsabilidad que tienen los clínicos de favorecer y promover un “desarrollo armónico e integral del
individuo”.
Sobre todo en el momento en que nos encontramos, un mundo que está en constante cambio y evolución.
De igual forma, Enrique Barra afirma que la fundamentación de esta teoría representa un enriquecimiento
relevante de la comprensión de la psique de los individuos.

Bibliografía
Almagiá, E. B. (1987). El desarrollo moral: una introducción a la teoría de Kohlberg. Revista
Latinoamericana de psicología, 19(1), 7-18.

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