Medialuna Gratis
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del mostrador me dijo, “¡Hola! ¿Estás teniendo un día increíble?” No, “¿Cómo estás hoy?” No.
“¿Estás teniendo un día increíble?” Lo cual es… medio choto, porque me pone la carga a mí de estar
en sintonía con ella, como si ahora por no estar teniendo un día increíble de la nada yo soy el
negativo.
Generalmente cuando alguien me pregunta cómo estoy, la respuesta real es que me siento para la
mierda, pero no puedo decir que me siento para la mierda porque ni siquiera tengo una buena razón
para sentirme para la mierda. Entonces si digo, “me siento para la mierda” me van a preguntar “¿Por
qué? ¿Qué pasa?” y yo tendría que responderles “No sé, todo”. Entonces en vez de eso cuando
alguien me pregunta “¿Cómo estás hoy?” Le respondo “Estoy genial”.
Pero cuando esta chica del otro lado del mostrador me preguntó si estaba teniendo un día increíble,
pensé “Bueno, hoy si tengo permitido sentirme para la mierda. Hoy tengo una buena razón”,
entonces le dije, “Bueno, mi madre murió” y ella instantáneamente estalló en llanto. Y ahora yo
tengo que consolarla, lo cual es molesto y, mientras tanto, hay una fila de personas detrás mío que
me están juzgando con sus miradas porque hice llorar a la cajera. Y se está disculpando, y está
diciendo “Perdón, perdón” y yo le digo “Está bien, está bien” o sea no está bien pero está… Bien. Y
me gustaría pedir un combo grande completo por favor, y estoy medio apurado porque tengo que ir
a un lugar, así que capaz ¿menos tristeza y más hamburguesa?, ¿si? Y la chica se disculpa de vuelta y
me ofrece un churro gratis con el combo. Y mientras me voy pienso “Acabo de conseguir un churro
gratis, porque mi mamá murió” nadie te dice que cuando tu madre muere, te dan un churro gratis.
Okay, perdón me fui… de tema. Okay, vamos a hacer esto, vamos a empezar. Acá estoy, Guillermo
Gomez, haciendo un elogio fúnebre, vamos. Ey, chico del piano, ¿me podés dar como un órgano
dramático? (Suena) Bien, me gustó. Saben, estaba un poco preocupado de no tener una buena
compañía hoy. Gracias a Dios que mi madre era donadora de órganos (Redoble de chiste) ¿qué le
pasó al órgano? (Trombón triste) Bueno, ¿por qué no le dejás la comedia a los profesionales? ¿Okay?
Esto es un funeral, para mi madre. Así que ¿por qué no mostrás un poquito de respeto? (Tambor) Lo
tomo.
Beatriz Gomez, ¿quién era? ¿Cuál era su tema? Bueno, era una mujer. Uh, nació en 1938. Murió en
2018. Una vez fue a un desfile, y una vez fumó un cigarrillo entero de una sola pitada. Yo lo ví.
Realmente una mujer remarcable.
Vivió una vida a pleno esa mujer realmente, de lleno hasta el final que es… ahora, supongo. Te hace
pensar ¿eh? La vida, ¿no? Pasa, pasan cosas y después te morís. Bueno, eso es todo, ¡fueron
increíbles! ¡Déjenle propina a la mesera! No, em, es un chiste, no hay mesera. Pero en serio eso es
todo lo que tengo que decir sobre mi madre. No le voy a pegar a un caballo muerto ¿no? Así que…
¿Y ahora qué? No sé. Mamá ¿tenés alguna idea? ¿Algo? ¿Mamá? ¿No? ¿Nada para contribuir?
Golpeá una vez si estás orgullosa de mí.
¿Puedo hablar un segundo de lo increíble que es que pueda estar en una habitación con mi mamá
hablando y hablando y ella en ningún momento me pueda decir que me calle y le prepare un trago?
Ey ma, golpeá una vez si queres que me calle. ¿No? ¿Estás segura? No quisiera avergonzarte
haciendo tu elogio un yologio, así que en serio, si querés que me siente y deje hablar a alguien más
solamente golpeá, no me voy a ofender. ¿No? Bueno, tu funeral.
Perdón por el cajón cerrado por cierto. Ella quería que sea a cajón abierto, pero bueno, está muerta
ahora así que ¿a quién le importa qué carajo quería? No, eso sonó feo, perdón. Y-yo creo que si
hubiera visto cómo se veía muerta, estaría de acuerdo que es mejor de está forma. Se veía así.
Medio como un dinosaurio muy enojado. La enfermera no pudo cerrar sus ojos, así que ahora su cara
está para siempre congelada en una horrible expresión de terror y angustia. O como mi mama lo
llamaba ¡lunes! ¡lunes! ¡Mi mama lo llamaba lunes!.
Ey ma, ¿qué te pareció ese chiste? ¿Te gustó? Nunca te importó una mierda mi comedia.
Acá va una historia, cuando era adolescente hice un show de comedia para un acto de mi escuela. Y
estaba esta campera que quería usar porque pensaba que me hacía ver como [X]. Por meses ahorré y
ahorré para comprármela. Pero cuando finalmente tenía suficiente y fui al local, ya no estaba más,
alguien la había comprado. Entonces fui a mi casa y le conté a mi madre, “que te sirva de lección” me
dijo, “eso es lo que trae querer cosas”. Ella era muy buena dándome lecciones de vida que siempre
parecían circular alrededor de que todo era mi culpa.
Pero cuando llegó el día del estreno, mi madre me tenía preparada una sorpresa. Me había
comprado la campera y, aunque no sabía cómo expresarlo, yo sabía que esa era su forma de decirme
que me amaba.
Ahora, esa es una buena historia sobre mi mama, no es real pero es una buena historia ¿no? La robe
de un episodio de Casados con hijos, donde le pasa eso a pepe argento. Me acuerdo de verlo y
pensar “ese es el tipo de historia que quiero contar cuando mis padres mueran” pero no tengo
ninguna historia así. Todo lo que sé sobre ser bueno lo aprendí viendo la tele. Y en la tele, los
personajes con fallas le demuestran a las personas que las quieren con gestos grandes. Y creo que
una parte de mí todavía cree que eso es el amor. Pero en la vida real el gran gesto no es suficiente.
Tenés que ser consistente y constantemente bueno. No podes tratar a la gente como la mierda y
después ir a rescatarlos en un bote, o resolver un misterio, o ir a frenarlos al aeropuerto. Tenés que
hacerlo todos los días, y eso es…difícil.
Cuando sos chico, te convencés a vos mismo de que capaz ese gran gesto puede ser suficiente. De
que aunque tus padres no son lo que necesitás que sean, una y otra y otra vez, en cualquier
momento, puede que te sorprendan, con algo…maravilloso. Yo seguí esperando por eso. La prueba,
de que aunque mi madre era una mujer complicada, en el fondo, ella me amaba y se preocupaba por
mí y quería que sepa que yo hacía su vida un poco más brillante. Incluso ahora, me encuentro a mí
mismo esperando. Mamá, golpeá una vez si me amás y te preocupás por mí y querés que sepa que
hice tu vida un poco más brillante.
Mi madre no fue gentilmente hacía la larga noche. Se fue temblando y peleando y arañando, por eso
la cara. Si la hubieran visto, les juro por dios que lo único en lo que pensarían es que estoy haciendo
una imitación perfecta. Yo estaba en el hospital con ella en esos últimos momentos, y fueron
verdaderamente horrorosos, lleno de llantos y gritos sin sentido, pero hubo este momento, un
instante de extraña calma, en donde miró hacia mi dirección y dijo “Te veo”. Eso fue lo último que
me dijo. “Te veo”. No juzgandome o decepcionada, solamente aceptación y un simple
reconocimiento de otra persona en la habitación. “Hola, ahí. Sos una persona. Y te veo.”
Déjenme decirles que es una cosa rara de sentir a tus 54 años que, por primera vez en tu vida, tu
madre te ve. Es extraño darse cuenta de que esa es la cosa que te estaba faltando, la única cosa que
quisiste todo este tiempo: el ser visto. Y no se siente como un alivio, finalmente ser visto. Se siente
cruel, como, "Ah, entonces sabías lo que quería, y esperaste hasta el último momento para dármelo"
Estaba preparado para más maldad. Estaba seguro de que lanzaría una última burla, sobre cómo la
decepcioné, sobre que soy gordo y estúpido y demasiado alto para ser un Lindy-hooper exitoso.
Sobre que soy un nerd y una carga y una vergüenza. Para todo eso estaba listo. Pero no estaba listo
para “Te veo”. Solo mi madre sería tan maldita como para pegarme con un final momento de
conexión en su último aliento. Pero capaz le estoy dando demasiado crédito. Capaz no era sobre
conexión. Capaz era un…Capaz era un “Te veo” como, “Te veo” Como “Podrás engañar al resto del
mundo, pero yo sé exactamente quién sos”. Esa suena más a mi madre. O capaz se refería
literalmente a “Te veo. Sos un objeto que entró a mi campo de visión”. Estaba muy fuera de sí al final,
así que capaz es inútil intentar atribuírselo a algo.
En los 90s, yo estaba en una serie muy famosa llamada Retozando. Por favor, sostengan los aplausos.
Y recuerdo una vez, que un fan me preguntó “Ey, um, ¿viste ese capítulo donde tu personaje le da a
Ethan una charla motivacional, después de que descubre que a chica de la que estaba enamorado
solo lo invitó a salir por una competencia de quién invitaba al más tonto? En todas las tomas tuyas,
hay un vaso de papel con café en la mesada de la cocina, pero en las tomas de Ethan, el vaso no está.
¿Es porque el show estaba dando una declaración sobre la inconsistente subjetividad de la memoria
y cómo hasta dos personas pueden experimentar el mismo momento de maneras totalmente
diferentes?” Y yo no tuve el corazon para decirle “No, viejo, algún chico del equipo dejó su café en la
toma” Así que, en cambio, le dije “Sí…” Y capaz esto es como ese vaso de café. Capaz es tonto
intentar atribuirle un significado a cada pequeña cosa. Capaz, cuando alguien dice “Te veo”, solo
significa “Te veo”. Igual, de vuelta, es posible que ni siquiera estuviera hablándome a mí. Porque, si
somos honestos, ni siquiera me estaba hablando a mí, estaba viendo a través de mí. No había otra
persona en la habitación, así que yo creo que me estaba hablando a mí, pero, honestamente, estaba
tan ida en ese punto que andá a saber qué estaba viendo.
¿A quién le hablabas, ma? No vas a decir, ¿eh? ¿Estás muda? (al pianista) ¿No hay un redoble ahí?
Dios, lo que sea que te pago es demasiado.
Tal vez vio a mi padre. Mi padre murió hace aproximadamente diez años, de heridas generadas en un
duelo. Cuando tu padre muere, te empezás a preguntar algunas cosas como “Esperá, ¿dijiste que
murió en un duelo?” y “¿Quién muere en un duelo?” Toda la cosa fue muy estúpida. Papá pasó su
vida escribiendo un libro, pero no podía conseguir que ninguna librería lo agarre ni ningún diario lo
reseñe. Finalmente, supongo que a un diario le pareció comiquísimo, porque escribieron una reseña
que lo despedazó. Así que, mi padre, el menos orgulloso, decidió no soportar esta gran herida a su
honor. Afirmó que el crítico no entendía lo que significaba ser hombre, así que demandó satisfacción
en la forma de pistolas al amanecer. Escribió un papel, una carta, diciendo que a cualquiera que no le
gustara su libro, lo retaría a un duelo, a cualquiera en el mundo. Hasta pagaría por el transporte a
Buenos Aires y una noche en un hotel. Bueno, eventualmente esto encontró a algún chiflado de
Luján, que estaba igual de loco que él y aceptó la oferta. Se encontraron en el Parque centenario y
acordaron: diez pasos, luego disparan. Pero en el medio de los pasos, papá se dio vuelta a preguntar
si realmente había leído el libro y qué pensaba pero, no viendo a dónde iba, se tropezó con una rama
y se pegó la cabeza con una piedra. Ojalá hubiera ido a comprar comida ahí. Tal vez me hubieran
dado un churro gratis. Hubiera sido lindo tener algo para mostrar por ser el hijo de Ricardo Gómez.
Mi querida madre hizo el elogio fúnebre. En toda mi vida, nunca la escuché decir una palabra linda
sobre o a mi papá, pero en su funeral dijo “Mi esposo está muerto y todo es peor ahora”. “Mi esposo
está muerto y todo es peor ahora” No sé por qué dijo eso. Tal vez sintió que ese es el tipo de cosa
que tenés que decir en un funeral. Tal vez esperaba que algún día alguien diga eso de ella. “Mi madre
está muerta y todo es peor ahora”. O tal vez sabía que él había hecho desaparecer toda su herencia,
y la reemplazó con una deuda aplastante, que es algo bastante choto para dejarle a tu viuda. “Malas
noticias, perdiste a tu esposo, pero no te preocupes, ¡también perdiste la casa!” Tal vez mamá sabía
que tendría que vender toda su joyería cara y mudarse a un hogar. Tal vez a eso se refería con “todo
es peor ahora”. ¿A eso te referías, ma?
(Pausa) Tengo que decir, realmente estoy llevando adelante este acto doble. Al menos con Olmedo y
Porcel los dos hablaban. Hey, chico del piano, cuando le diga algo gracioso a mi madre, hacé un
(mímica de rimshot) (El del piano lo hace). No, pero no ahora. Cuando digo algo gracioso, como…eh,
ya sé. ¿Cuál es la diferencia entre una persona muy sana y mi madre? Una tiene salud y la otra tiene
un ataúd (Pausa). Ese es un ejemplo de algo gracioso (rimshot). Gracias. Intentemos de nuevo. Ma,
¿Qué diferencia hay entre semillas de margaritas y mi madre? A una le crecen flores y a la otra le
dejan flores (rimshot). ¿Listos para uno más? Último. ¿Cuál es la diferencia entre una cajonera y mi
madre? Una tiene cajones adentro y la otra es una re puta. (Silencio) Capaz me fui mucho con ese.
Capaz fue muy “mi madre es una re puta” para la habitación. Lo siento, madre. No sos una re puta.
Eras una re puta. Y ahora estás muerta.
Saben, la primera vez que actué frente a una audiencia, fue, de hecho, eh, con mi madre. Solía
organizar estos shows, con su club de lectura en el comedor, y me hacía...me hacía cantar "El brujito
de gulubú" Esas fiestas, eran realmente algo. Había parodias y trucos de magia, y rutinas de vodevil
étnicamente insensibles, y el gran final siempre era un baile que mi madre hacía. Tenía este hermoso
vestido que sacaba solamente para estas fiestas, y hacía un número increíble. Era tan hermoso y
triste. Papá odiaba las fiestas. Se encerraba en su estudio y golpeaba las paredes para que bajemos el
volumen, pero siempre salía para ver a mamá bailar. Se recostaba contra el marco de la puerta, con
un vaso de whisky en la mano, y miraba asombrado cómo esta cínica, despreciable mujer con la que
se casó...despegaba. Como un niño totalmente aterrado de ambos de sus padres, siempre era
consciente de este momento de elegancia. Significaba algo.
Nos entendíamos, de alguna manera. Yo, mi madre y mi padre, arruinados como éramos, nos
entendíamos entre nosotros. Mi madre, ella entendía lo que era sentir toda tu vida como que te
estás ahogando, con la excepción de estos momentos...estos muy raros, cortos instantes, en los que
recuerdas...que podés nadar. Pero, de vuelta, en general no. En general, te estás ahogando. Ella
entendía eso también. Y reconocía que yo lo entendía. Y papá. Los tres estábamos ahogándonos, y
no sabíamos cómo salvarnos, pero había un entendimientos de que estábamos ahogándonos juntos.
Me gustaría pensar que a eso se refería cuando estábamos en el hospital y dijo "Te veo".
Saben, lo raro de que ambos de tus padres estén muertos es que significa que vos sos el próximo. O
sea, bueno, obviamente no es como si hubiera una lista de espera para morir. A cualquiera de
nosotros nos podría atropellar algún adolescente viendo Instagram en cualquier momento. Y
pensarías que saber eso nos haría más aventureros, y amables, y benevolentes. Pero nos hace
pequeños, estúpidos y mezquinos. De hecho, tuve una experiencia cercana a la muerta hace poco.
Una escena de riesgo salió mal y me caí de un edificio. Soy un actor. Hago mis propias escenas de
riesgo. Estoy en este nuevo programa: Felipe. Yo soy Felipe. El protagonista. Todavía no salió, pero ya
hay rumores de un Martín Fierro. Ah, hablando de rumor, se supone que tengo que tomar dos de
estas cada mañana pero por los horarios de grabación, ya casi no me fijo en el cielo. Hay un chiste
por ahí sobre un tipo que fue a tantos funerales que ya no se fija en el duelo, pero dejaré que
ustedes lo descifren. No importa, pero, ¿saben lo que pensé…cuando estaba cayendo de ese
edificio, y entre en pánico? ¿La última cosa que mi estúpido cerebro pude pensar antes de morir?
“Se van a lamentar” Buen pensamiento, cerebro. Ni siquiera sé quiénes quería que se lamenten. Mi
madre, antes de morir, casi no podía recordar quién era yo. Y, por supuesto, mi padre está muerto. La
última conversación que tuve con él fue sobre su novela. Estaba tan seguro de que su libro era su
legado. Tal vez creyó que lo redimiría por todas las cosas horribles que hizo en su estúpida e indigna
vida. Tal vez lo hacía. No sé. Nunca lo leí. Porque…¿por qué le daría eso?
Solía estar en esta serie llamada Retozando. En serio, por favor, sostengan el aplauso. Lo escribía mi
amigo Herb Kazzaz, quien también está muerto. Y actuaba una pequeña niña llamada Sarah Lynn…Y
era sobre estos huérfanos. Y cuando empezamos, producción tenía una nota “Tal vez no menciones
que son huérfanos tanto, porque las audiencias encuentran a los huérfanos tristes y no se pueden
identificar con ellos” Pero yo nunca creí que los huérfanos fueran tristes. Siempre pensé que tenían
suerte porque podían imaginar a sus padres como cualquier cosa que quisieran. Tenían algo que
anhelar. No importa, entonces hicimos un final de temporada, donde la madre biológica de Olivia
viene a la ciudad. Y era una drogadicta, pero se limpió y quiere estar en la vida de Olivia de nuevo. Y,
por supuesto. ella es como la perfecta y madura versión de Olivia. Y van de compras juntas y van a
perforarle las orejas como ella siempre quiso y - Perdón, alerta de spoiler para el final de la sexta
temporada de Retozando, si aún no la vieron. Entonces, mi personaje trata de advertirle “Tené
cuidado. Las madres tienen una manera de decepcionarte” Pero Olivia cree que solo estoy celoso, y
cuando la madre dice que se va a mudar a Rosario, Olivia decide ir con ella. Y la producción
realmente explotó ese final abierto: “¿Se fue Olivia para siempre?” Pero, por supuesto, como es una
serie de televisión, no se había ido para siempre. Por supuesto, como es una serie de televisión, la
madre de Olivia tiene una recaída y tiene que volver a rehabilitación, así que Olivia tiene que hacer
dedo hasta casa, teniendo viajes con el cast de Chiquititas y Marcelo Tinelli. Por supuesto que eso es
lo que pasó. Porque, ¿qué vas a hacer? ¿No tener a Olivia en el programa? No podés tener finales
felices en las series. No realmente porque, si todos están felices, la serie se termina y, ante todo, la
serie…tiene que continuar. Siempre hay más serie. Y pueden decir que Retozando es tonto, o malo, o
irrealista. Pero no hay nada más realista que eso. Nunca conseguís un final feliz, porque siempre hay
más serie. Supongo que hasta que no lo hay.
Mi madre odiaría si supiera que pasé tanto tiempo en su funeral hablando de mi vieja serie. O tal vez
pensaría que es gracioso que su estúpido hijo no pudiera ni siquiera hacer esto bien, ¿quién sabe?
No dejó instrucciones para lo que quería que dijera. Todo lo que sé es que quería tener un cajón
abierto y su estúpido hijo ni siquiera pudo hacer eso bien.
No voy a pararme acá y fingir que alguna vez entendí cómo complacer a esa mujer, a pesar de que
gran parte de mi vida fue gastada en inútiles intentos por descubrirlo. Pero sigo pensando en sus
últimos momentos en el hospital cuando el doctor dijo que estaba teniendo una trombosis de la
vena ovárica y ella me vio y me dijo…”T-V-O” “Te..veo…” La puta madre, TVO, trombosis de la vena
ovárica. Estaba diciendo su causa de muerte. Seguramente lo sabía porque su padre era médico.
¿Saben lo peor de todo? Es que cuando esa extraña del otro lado del mostrador me dio ese churro
gratis, ese pequeño acto de amabilidad me mostró más compasión que mi madre en toda su puta
vida. Digo, ¿qué tan difícil es hacer algo lindo por alguien? Esa cajera ni siquiera me conocía. Soy tu
hijo. Todo lo que tenía eras vos.
Tengo esta amiga. Y casi apenas nos conocimos, su padre murió. Y de hecho fui al funeral con ella. Y
meses después, me dijo que no entendía por qué se seguía sintiendo mal, porque en realidad jamás
quiso a su padre. Y yo lo entendía, porque pasé por lo mismo cuando mi padre murió. Y estoy
pasando por lo mismo ahora. ¿Saben cómo es? Es como Las Estrellas, la del trece. La miré entera,
esperando que se volviera buena, y nunca lo hizo. Tenía todas las partes correctas, pero no…podía
encajarlas. Y cuando terminó, me puse mal, no porque me gustara, sino porque sabía que podía ser
mucho mejor, y ahora nunca lo iba a ser. Y así se siente perder a un padre. Es como Las estrellas. De
pronto, te das cuenta que nunca vas a tener la buena relación que querías y, mientras vivían, aunque
nunca lo vas a admitir, una parte de vos, la parte más estúpida, todavía se aferraba a esa posibilidad.
Y no te diste cuenta hasta que esa posibilidad desapareció.
“Mi madre está muerta y todo es peor ahora” Porque ahora sé que hamás voy a tener una madre
que me mire desde el otro lado de la habitación y me diga “Guillermo Gomez, te veo” Pero supongo
que es bueno que lo sepa. Es bueno que lo sepa, que no hay nadie cuidándome, que nunca lo hubo y
nunca lo va a haber. No…es bueno que sepa que soy la única persona de la que puedo depender.
Ahora sé eso y es bueno. Es bueno que lo sepa. Así que…es bueno que mi madre esté muerta.
Bueno, no tiene sentido pegarle a un caballo muerto. Beatriz Gomez nació en 1938 y murió en 2018
y no tengo ni idea…qué quería. A menos que solamente quería lo que todos queremos…ser vistos.