PEC I Resuelta

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Pericles y su época

Pericles nace a principios del siglo V BC, hijo de Jantipo antiguo general de la flota ateniense, bien
asentado en la clase de los eupátridas (clase alta proveniente de hacendados alrededor de Atenas),
y, por tanto, de acuerdo a su condición social tuvo una educación tanto militar como filosófica y
principalmente de retórica que era la rama de conocimiento más en boga en aquella época. Siendo
extraordinaria la capacidad de Pericles para destacar por su nivel de conocimientos y de compresión.

En cuanto al contexto histórico nos tenemos que situar en una de las épocas más efervescentes
de Atenas, ya que se vivía una gran euforia en la ciudad, tanto por el tiranicidio, que dio lugar a la
democracia ateniense, como por las victorias ante los persas de Marathon y finalmente de Salamina.

Siendo esta última de vital importancia, ya que tanto la ciudad como la acrópolis de Atenas
quedaron totalmente arrasadas, pero que, en vez de apaciguar los ánimos atenienses, provocó un
gran afán reconstructor y un sentimiento de victoria y superioridad. Recayendo primeramente esté
ímpetu en Cimon, líder político del momento, del partido de la democracia limitada y de los
primeros enemigos políticos de Pericles, perteneciente y portavoz del bando de la democracia
radical que quería abrir la potestad de decisión a todos los ciudadanos atenienses (a pesar de su
origen eupátrida) y no solo a las clases más pudientes.

Con el ostracismo y consecuente exilio de Cimón, Pericles se convierte en el Primer ciudadano de


Atenas, llegando a gobernarla de facto durante 30 años, entre las guerras médicas y la guerra del
Peloponeso, incluso ocupando el cargo de strategos durante de 15 años consecutivos. Aunque el
gobierno de la ciudad estaba marcado por la asamblea de ciudadanos, Pericles demostró una gran
habilidad para destacar por encima de todos, gracias a su gran retórica y capacidad de persuasión.

Sus primeros años, como hemos comentado anteriormente están marcados por ese afán
reconstructor, es aquí cuando comienza el megaproyecto de la acrópolis tal y como la conocemos,
de la mano de Fidias, su arquitecto y gran amigo, se emprenden en la construcción del Partenón, la
estatua de Atenea Pártenos en su interior y de muchas otras construcciones y esculturas, siendo la
última de ellas los propileos como entrada principal a la acrópolis.

En cuanto a su política se destaca por la sumisión de la liga de Delos, transformándola en lo que


es conocido como en el imperio ateniense, una vez que muda el tesoro de esta a la ciudad de
Atenas. A su vez remarcó constantemente la superioridad de los atenienses a las otras ciudades
griegas como por ejemplo con la ley de que solo podían ser atenienses los hijos cuyos dos padres
fuesen de la propia ciudad (dando lugar a que los hijos menores de Pericles, hijos de Aspasia,
perdiesen la ciudadanía). Y sobretodo se caracterizó por el fin de la amistad con Esparta, decisión
que desbocaría en las guerras del Peloponeso, donde asediada por los espartanos y por la peste,
Pericles encontró su final y la ciudad tuvo que claudicar ante estos.

Pericles fue un personaje excepcional en la historia, ya que elevo la cultura ateniense y la


democracia a sus cotas más altas, haciendo posible que este sistema perdurase un siglo más. Como
toda persona también tiene sus claroscuros ya que, debido al sistema de asamblea que al principio le
favoreció, en los últimos años se vio en constante conflicto con los representantes de la democracia
limitada y por el otro lado con los “demagogos”, voceros de las clases más bajas de la ciudadanía
ateniense. Además de su antagonismo con Esparta y el despotismo hacia sus aliados provocan
finalmente que pierda todo su poder político, aunque sus grandes obras han quedado para la
posteridad.

Esparta AAVV
El origen lo podríamos encontrar, según la tradición, en el s. IX a.C., con la invasión de los dorios o
también llamada el retorno de los Heráclidas, donde Laconia sería gobernada por los dos hijos
(Euristenes y Proeles) del líder dorio Aristodemo, creándose un sistema de gobierno bicéfalo, con
dos reyes al mando de la poli, que perduraría hasta el s. III a.C. Aunque estos reyes eran la máxima
autoridad en la oligarquía espartana, sus decisiones también estaban supeditas y rendían cuentas
ante el Gerusía (el concejo de ancianos) y la Apella (la asamblea ciudadana). Originalmente, los
ciudadanos eran los originarios de Esparta, si bien la sociedad también estaba constituida por
esclavos y los Ilotas, estos últimos, serían los ciudadanos sometidos de Mesenia cuando en el s. VIII
a.C. esta, sucumbe a las ansias expansionistas de Esparta, afán conquistador que le llevaría a crear la
liga del Peloponeso para poder así gobernar a todas las polis de la península peloponesia (Arcadia,
Argolide y Elide). Si bien cuando estallan las guerras médicas, la intervención de Esparta es mínima
provocando que Atenas y su democracia, la gran vencedora, se afiance como la potencia de Grecia, a
la larga esto generará diversas tensiones que desembocarán en las guerras del Peloponeso en el
siglo V a.C., donde Esparta sale vencedora, manteniendo un poder hegemónico hasta principios del s
IV a.C. cuando cae derrotada en la guerra contra Tebas y la liga de Beocia, siendo el principio del
declive de Esparta que acabará con las revoluciones del s. III a.C.

A nivel institucional Esparta se basaba en una constitución atribuida a Licurgo, donde se remarca la
superioridad racial y el estado como fin máximo al que servir. A nivel de gobierno nos encontramos
como hemos dicho anteriormente en una oligarquía formada por los dos reyes, la Gerousía, el
consejo de ancianos y la voz de la experiencia, y la Apella, la asamblea de los ciudadanos de Esparta.
Para conseguir la máxima dedicación al estado, a cada espartiata se le repartían trozos de tierra
igualitarios (klerois) trabajados por ilotas y esclavos. La educación militar era un pilar fundamental
de la educación de los ciudadanos, que seguía un proceso obligatorio que duraba de los 7 años
donde el estado el infante salía de la casa materna y quedaba a cargo del estado hasta los 30 cuando
se convertía en ciudadanos de pleno derecho, este proceso se conoce como la agogé. Las mujeres
también debían pasar por un proceso similar, provocando esto que tuvieran muchos más derechos
que en otras polis de la antigua Grecia, ya que podían salir del hogar e incluso intervenir a veces en
la vida social de Esparta. Esta separación tan temprana de los sexos dio lugar a la pederastia
institucionalizada y comportamientos homosexuales tanto en hombre como en mujeres.

En cuanto a la ciudad de Esparta sabemos por Pausanias y los restos históricos que nunca se
conformó como una ciudad con núcleo urbano como tal, aunque el ágora se encontraría repleta de
edificios públicos y tumbas de grandes héroes por toda la poli, ambos de gran belleza y su acrópolis
definida por la montaña más alta de la ciudad, si bien no nos han trascendido a nivel histórico la
majestuosidad de las construcciones. Similar ocurre con el arte, aunque sabemos que en la época
arcaica teníamos grandes poetas como Tirteo y Alcman, esculturas como la denominada Leónidas
además de gran cantidad de piezas trabajadas en bronce, a veces atribuidas a Corintio debido a la
escasa presencia de Esparta en el comercio exterior.

Podríamos decir que la fuerza y la debilidad de Esparta estaban en la sociedad hiper


institucionalizada y militarizada, fuerza ya que podía imponer de manera férrea a todos sus ideales y
exportar sus ejércitos muy superiores en aquella época. Debilidad ya que afrontaba los cambios más
lentamente que otras ciudades estado, su mayor baza, el ejército, también estaba delimitada ya que
sufría de grandes problemas demográficos además de a la represión que imponían a los ilotas se
tradujo en que nunca podía descuidar el control de sus ciudades limitando sus capacidades
expansivas. Si bien esta institucionalidad frenó de cierta manera el arte sí que dio a la mujer la
posibilidad de obtener más derechos que en otras polis.
Alejandro y sus sucesores
Hijo de Filipo de Macedonia y de Olimpia princesa del Epiro, recibió una fuerte educación tanto
militar como filosófica-retorica (paideia), destacando en todos los ámbitos como un pupilo
excepcional, siendo su principal tutor Aristóteles. Si bien la vida de Alejandro no se puede entender
sin sus logros militares, ya que con 16 años es fundamental en la victoriosa campaña de Tracia, y dos
años después en el 338 a.C. es el encargado de apagar la revuelta Iliria, donde en la batalla de
Querona consigue afianzar la hegemonía macedonia frente a los estados griegos. Aunque su hito
más importante fue la campaña de Asia que pondrá fin al imperio Aqueménida. Es en el 334 a.C.
cuando cruza el Helesponto, libera Troya, derrota a Memnon, general de los persas en Gránico a
pesar de la gran diferencia numérica de los dos ejércitos (constante que encontraremos en todas las
batallas contra los persas) y consigue llegar hasta Halicarnaso. En 333 a.C., saliendo desde Gordion,
toma primero Ancira y después Terso obteniendo el control de toda Anatolia. Darío III, emperador
aqueménida, sale a su encuentro en la batalla de Issos, donde sale derrotado y ofrece a Alejandro la
mano de su hija para firmar la paz, aunque la oferta es rechazada. Alejando avanza hasta Gaza y
toma las islas de Chipre y Rodas. En 332 a.C. conquista un Egipto totalmente represaliado por los
persas y respetando las costumbres locales se unge Faraón. En 331 a.C. en la batalla de Gaugamela
derrota finalmente a los ejércitos persas y avanza hasta llegar a la capital, Persépolis, en 330 a.C.
donde arrasa con el palacio real Es aquí cuando se empieza a ver la orientalización de Alejandro.
Durante los siguientes años se dedica a pacificar las satrapías interiores y vengar el asesinato de
Darío III por un sátrapa. Una vez controlada la zona, en 327 a.C. se prepara para cruzar el Indo e
invadir el país de los 5 ríos, donde tras numerosas batallas llega a Sopites y a pesar de su voluntad el
ejército se niega a seguir avanzando hacia el este, por tanto decide planear la vuelta en 325 a.C.
donde, en un ataque de temeridad, cruza el desierto del Gedrosia (costándole la vida a miles de
soldados) llegando hasta Babilonia en última instancia, declarándola capital del imperio, donde
finalmente muere en el 323 a.C. a los 32 años de edad. Aunque en principio con su muerte no se
abandonó del todo la idea de un imperio universal (se mantienen como herederos su hermano y su
hijo nacido después de su muerte), la realidad es que finalmente ocurre un reparto del poder y del
territorio entre sus generales de más confianza (los Diadocos) generando en los años siguientes unos
de los momentos más convulsos de la antigua Grecia, donde las traiciones y las batallas se suceden
continuamente, finalizando en el 276 a.C. con la consolidación de las 3 monarquías helenísticas,
siendo las principales herederas del imperio universal; los Antigónidas en Macedonia y Grecia,
Ptolomeos en Egipto y otros territorios del mediterráneo y los Seléucidas en Asia.

En cuanto a la administración del imperio Alejandro mantiene un férreo control directo y a través de
los consejeros de más confianza. En Grecia con la liga de Corinto y en asía a través de la imposición
de monarca absoluto ya que creía en su propia divinidad. Si bien fue muy religioso nunca le costó
adaptarse a las creencias de cada territorio afianzando así su control. A nivel económico impuso la
moneda universal, quería conocer todos los recursos del imperio, envío expediciones científico-
económicas y modernizo el sistema de comercio entre las colonias y todo le imperio.

Podríamos decir que alejando fue un personaje único con unas concepciones muy avanzadas a su
época y como creencia firme el imperio universal. Aunque destaco por su ingenio y capacidad militar
es increíble la capacidad de control que ejercía en la cotidianidad y la economía del imperio
queriendo conocer casi todo. Aunque si bien un poco impetuoso y temerario donde más de las veces
no le importaba su vida ni la de sus seguidores siempre nos quedará saber cómo habría sido de no
haber muerto tan joven, aunque la complejidad de mantener un imperio tan vasto y diverso entre el
mundo de la Grecia helenística y el microcosmos cultural de Asia y de si hubiese aguantado las
ansias expansionistas y desafiantes de Alejandro Magno.

Roma contra Cartago


La expansión real de Cartago hacia la península ibérica inicia después de la primera guerra púnica,
241 a.C., cuando Cartago pierde las islas de Sicilia, Cerdeña y Córcega a mano de los romanos y firma
un tratado de paz con términos bastante duros, ya que a la perdida de las mencionadas islas se le
añade la prohibición de expansión hacia el mediterráneo oriental y el pago de 2oo talentos de plata
durante 20 años (una suma estratosférica). Si bien Cartago ya tenía colonias en Hispania, sobre todo
de ámbito comercial, es ahora cuando se centra realmente en una conquista propiamente dicha a
través de las manos de los bárquidas, y más precisamente de Amílcar Barca, general destacado de
Cartago. Este proceso de sumisión de la península, iniciado por Amílcar con una política de acción
belicosa para imponerse a los indígenas, aunque finalmente cae derrotado ante los Oretanos en el
asedio de Heliké en 228 a.C. Su sucesor fu su yerno, Asdrúbal, que se caracterizó por ampliar los
territorios y posesiones a través de la vía diplomática con los diferentes pueblos peninsulares,
política que da muy buenos resultados y acaba fundando Cartago Nova como centro político y
comercial de la península, aunque no todo son buenas noticias ya que debido al rápido crecimiento
del territorio cartaginés, roma, les obliga a firmar el tratado del Ebro en 226 a.C. por el cual los
cartaginenses se comprometen a no cruzar el Ebro bajo ninguna circunstancia ni a poner en riesgo
los intereses de roma ni de sus aliados. Es asesinado en 221 a.C. por un esclavo y lo sucede Aníbal
Barca, hijo de Amílcar, y con el vuelven las hostilidades hacia los pueblos indígenas, sobretodo
contra los Olcades primero y Vacceos después, arrasando las ciudades de Helmantike y Arbucala,
afianzando la explotación mineral de la península para Cartago y el pago de la deuda con roma. Este
afán conquistador le lleva en 210 a.C. a la toma de Sagunto considerándose casus belli por parte de
los romanos y dando comienzo a la segunda guerra púnica en el 218 a.C.

En roma se eligen como cónsul de Hispania a Publio Cornelio Escipión, que si bien los primero
compases de la guerra lo pillan desprevenido, gracias a la brillantez estratégica de Aníbal de haber
cruzado los pirineos con su ejército para llevar la guerra a Roma, tiene la claro que tiene que romper
el control de Hispania por parte de Cartago para frenar a Aníbal, aunque al principio solo envía a su
hermano y parte del ejército, posteriormente también el acaba luchando en la península, donde
consiguen apoyo de michas tribus indígenas cansadas del gobierno cartaginés, y consiguen
reconquistar Sagunto en el 212 a.C., aunque finalmente caen en el campo de batalla intentando
llevar la guerra al interior de Hispania. A ellos les sucede Publio Cornelio Escipión hijo, más tarde
conocido como el Africano, nombrado procónsul, consigue mantener el frente de la guerra hispana,
a pesar de las reticencias del senado, conquista Cartago Nova y gracias a los pueblos peninsulares va
consiguiendo derrotar a los cartaginenses en la península hasta echarlos, Cartago, asustada, llama a
Aníbal de regreso a la ciudad para su defensa, privándole de la guerra en la península itálica.
Finalmente, Aníbal y Escipión Africano se enfrentan en la batalla de Zama en el 202 a.C., cayendo el
cartaginés derrotado y comenzando la conquista real de Hispania por los romanos.

Como todos los pueblos vencedores, Roma, adquiere el papel de salvadora de sus aliados de
Sagunto y Massalia, además de haber sido garante del pacto del Ebro y en todo momento. Lo que no
está muy claro ya que la gran parte de nuestras fuentes son proromanas y por tanto ya tienen
sesgada sobre los hechos y no hemos encontrado referencias cartaginenses. Si bien los estudios
recientes podrían indicar que Aníbal no rompió el tratado del Ebro con la toma de Sagunto.

Nos encontramos ante un texto muy interesante que nos intenta explicar los motivos del inicio de
las hostilidades de la segunda guerra púnica y su desarrollo, pero haciendo hincapié que a pesar de
todo lo escrito y estudiado muchas veces nos movemos en el ámbito de la suposición ya que es
imposible saber, por ej., el contenido del tratado del Ebro y los pensamientos de los protagonistas.

La constitución mixta de Polibio como modelo político


Polibio aplicó la teoría política griega para comprender y clasificar la constitución de Roma,
ayudando a explicar el ascenso de Roma como potencia dominante en el mundo antiguo. El
concepto de constitución mixta, según Polibio, era fundamental para la estabilidad y flexibilidad del
gobierno romano, permitiéndole adaptarse a diversas circunstancias sin caer en la tiranía o el
desorden, manteniéndose estable de manera duradera. Dividiendo las constituciones en sanas y
corruptas; entre las primeras coloca el reino, la aristocracia y la democracia y, entre las segundas, la
tiranía, la oligarquía y la oclocracia (o quirocracia).

Uno de los puntos principales de Polibio es la teoría de la anaciclosis, que describe un ciclo
inevitable en el que las formas de gobierno pasan de la monarquía a la tiranía, de la aristocracia a la
oligarquía, de la democracia a la oclocracia y, finalmente, de regreso a la monarquía, ad aeternum.
Polibio consideró que la constitución mixta de Roma había logrado evitar este ciclo al integrar
elementos de los tres tipos de gobierno, creando un sistema político más resistente.

Se pueden ver las influencias de los filósofos griegos en Polibio, de Platón, Aristóteles y sobre todo
de Dicerarco que ya había defendido que la mejor constitución era una mezcla de monarquía,
democracia y aristocracia.

Polibio utilizó este modelo, el de la constitución mixta, para interpretar no sólo la historia romana,
sino también para explicar por qué Roma logró derrotar a rivales como Cartago en las Guerras
Púnicas y ello permitió a Roma un gobierno eficaz y adaptable, fundamental para su éxito militar y
político ya que la flexibilidad de su constitución y el diseño gubernamental de Roma le permitía
adaptarse con mayor facilidad a los tiempos de crisis.

Por esta manera de pensar, y de intentar explicar la constitución romana y los hechos históricos
mediante la teoría de la constitución mixta, Polibio fue un autor diferencial en la antigua Roma,
aunque a veces pecó de deformar la realidad y mucho formalismo. Además, su enfoque combinó la
teoría política con la observación práctica de acontecimientos históricos.

Este estudio en profundidad de la constitución mixta como modelo político no sólo ilustra la
influencia de Polibio en el pensamiento posterior, sino que también ofrece valiosas lecciones sobre
la importancia de la flexibilidad y la integración en el diseño gubernamental.

Claramente es muy interesante, y único, como se ha mencionado varias veces en el texto, el punto
de vista de Polibio, haciéndolo un referente como historiador del mundo antiguo en la época
romana, con unos análisis que podían pecar a veces de excesivo fervor romano, y tergiversando a
veces no los hechos en sí pero adaptándolos a sus ideas políticas además de obviar parte de las
instituciones romanas.

Al final Polibio fue un hombre de su tiempo, remontamos a cuando Roma venció las guerras Púnicas
y no tenía rivales a lo ancho del mundo conocido, y todo eran sensaciones de gloria y poder,
reflejado en lo pensamientos de Polibio y como escribe sobre la superioridad romana.

El «primer triunvirato»
Formado por Julio Cesar, Cneo Pompeyo y Licinio Craso, el instigador fue el primero de ellos tres,
aunque las reuniones fueron secretas y no se puede afirmar cuando se produjo realmente la unión
de ellos. Esta unión se produce debido a la dificultad de Pompeyo de conseguir sus intereses en el
senado, como el reparto de tierras entre sus veteranos de Asia, frenado siempre por el bando
optimates, y a Cesar tenía a Catón (líder optimate del momento) en su contra en todo momento,
privándolo del triunfo por su campaña en Lusitania e intentando dificultar su elección como cónsul.
Si bien una de las primeras cosas que tuvo que hacer Cesar, fue reconciliar a Pompeyo y a Craso, ya
que desde la revuelta de Espartaco no estaban en buenos términos.

Si bien al principio Pompeyo no quería “acercarse” a Cesar y al bando popular, fue la intransigencia
de Catón quién acabó forzando esta situación. Una de las primeras acciones que aprobaron los
triunviros fue el reparto y compra de tierras entre veteranos y desempleados. Si bien a nivel popular
tenían muy buena acepción, sus compañeros del senado cada vez veían más impopular esta alianza y
se cebaron con Pompeyo sobretodo. Para calmar sus ánimos, Cesar le ofreció en matrimonio a su
hija.

Gracias a esta alianza Cesar consigue el mando quinquenal de la Galia Cisalpina e Iliria, dotadas con 3
legiones, más (con la ayuda de Pompeyo) la Galia Transalpina dotada con una legión. También es en
estos momentos cuando se descubre y anula un complot de asesinato contra Pompeyo.

Otra figura política que fue adquiriendo mayores cotas de poder durante esta época fue Clodio,
especializado en bandas y altercados en la ciudad de Roma, desde la que gracias a sus múltiples
matones llegó a controlarla de facto, expulsando a Cicerón y Catón, además de menoscabar (más
aún) la popularidad de Pompeyo incluso llegando al intento de asesinato.

Finalmente, Pompeyo con ayuda de otros tribunos consiguió neutralizar a Clodio, además de
conseguir el retorno de Cicerón. Si bien durante esta época se planteó romper con Cesar, no lo hizo
por su esposa hija de este y por las grandes desavenencias con el bando optimate.

En este tiempo se alejó de los círculos senatoriales y promovió la literatura, el teatro, la poesía y
cualquier actividad artística junto con su esposa. Su círculo cercano se comenzó a conformar por
équites, provinciales adinerados y libertos importantes. Cesar posteriormente lo sustituyó y después
de él fue Augusto.

Si bien en un principio la unión en el triunvirato facilitó conseguir los intereses de los tres
participantes, a nivel social, con Cesar fuera liderando las legiones en la Galia, fue Pompeyo quién se
llevó la peor parte, ya que se encontraba aislado entre el bando optimate y los populares.

También se aprecia como hay una degeneración en la vida política romana, representada por Clodio
y sus bandas que obligaron a todos los tribunos a disponer también de otras, intentos de asesinatos
a la luz del día... Cada vez había una crispación mayor dentro la política romana. Se ve también
claramente que uno de los apoyos de Pompeyo fue su esposa, lo cual marcaría a su muerte la
ruptura definitiva del triunvirato.

Trajano, el emperador perfecto


Si bien no tenemos muchas fuentes de la juventud de Trajano, sabemos que nació en Itálica, en la
provincia de la Bética, y desde muy joven comienza a destacar militarmente, junto con su padre, en
reinado de Vespasiano, se convierte en tribuno en Siria, al mando de su progenitor que lo guio en
sus primeros pasos de la vida política y militar romana.

Con Domiciano es encargado de pacificar la revuelta de Saturnino en la Germania Superior, pero es


con Nerva cuando vuelve a esta región como gobernador al mando de tres legiones para romanizar
el territorio. Una vez muere Nerva en el 98 (solo 16 meses de gobierno) Trajano es elegido su
sucesor, ya que fue uno de los pocos políticos militares que sobrevivieron a la tiranía del gobierno de
Domiciano.

Fue un emperador reformador, ya que después de tantas guerras y batallas internas Roma estaba en
crisis y sus campos abandonados y Trajano se puso el objetivo de volver el prestigio y el bienestar
económico en el imperio, si bien no nos han llegado muchos registros de sus acciones, tenemos por
ejemplo el testimonio grabado en bronce de “Instituto alimentaria” donde explica la política de
préstamos con intereses bajos de Trajano a los agricultores más necesitados para poder cuidar de su
familia, destacándose también en una política de creación de edificios públicos majestuosos.

A nivel militar se distinguió por llevar al imperio a su máximo apogeo territorial conquistando no solo
la Dacia, también la Arabia Petrea, Asiria y parte de Mesopotamia. Creo nuevas legiones dentro del
ejército y también formalizó el uso de agentes secretos o espías para que o tuviesen informado de lo
que ocurría tanto en el territorio romano como en territorios o pueblos vecinos.

Trajano muere en agosto del 117 d.C., dejando como heredero del Imperio a Adriano. Si bien su
figura es tan basta que sus sucesivos sucesores intentaron amortiguarla para poder realzar sus obras
y actos y no evitar comparaciones peyorativas con Trajano, por ello tenemos tan pocos registros de
su gobierno entre otras cosas

Claramente el texto nos habla de un emperador único que supo gobernar en uno de los momentos
más críticos del imperio romano, destacando y creando un gobierno estable durante 19 años, según
Plinio el joven fue un emperador que encarnaba todas las virtudes. Pero sin lugar a dudas tuvo que
ser un gran estratega y sobretodo un administrador único ya que gracias a sus políticas consiguió
recuperar la natalidad del pueblo romano y restaurar su economía mermada por los años de luchas.

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