Cognitivismo - Psicología de La Personalidad

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 14

Enfoque Cognitivista

García Johan, González Darialing, Herrera Lohagnis, Herrera María, Pérez Yubesmar,

Rodríguez Vanesa, Valero Carla y Veliz Kevin

Universidad Bolivariana de Venezuela

Lic. Andrea García

Barinas, Noviembre de 2024


Introducción

La psicología de la personalidad es un campo fascinante que busca entender las

diferencias individuales en pensamientos, emociones y comportamientos. Dentro de esta

disciplina, el enfoque cognitivista ha emergido como una corriente teórica fundamental que

destaca la importancia de los procesos mentales en la formación y expresión de la personalidad.

A diferencia de enfoques más tradicionales que se centran en factores biológicos o conductuales,

el cognitivismo pone énfasis en cómo las percepciones, creencias y esquemas mentales influyen

en la forma en que las personas interpretan su entorno y responden a él.

Este informe tiene como objetivo explorar los principios básicos del enfoque cognitivista

en relación con la psicología de la personalidad, analizando cómo los procesos cognitivos, como

el procedimiento de la información, el lenguaje y la personalidad como construcción cognitiva.

Además, se examinarán teorías clave dentro de este enfoque, que aportan una comprensión más

profunda de cómo se desarrolla y manifiesta la personalidad a lo largo del ciclo de la vida.

“El campo de estudio de la Psicología de la Personalidad es fundamental para la

Psicología, llegando a tener una significación no sólo práctica, sino moral y política (Hogan,

1998). Ya desde Allport (1937) el campo de la personalidad ha intentado estudiar a la persona

completa. Esto redunda, sin duda, en la gran complejidad del campo. Como plantea Funder

(2001), la misión única de la psicología de la personalidad es la de centrarse en la triada

psicológica del pensamiento, el sentimiento y la conducta e intentar explicar el funcionamiento

psicológico completo de los individuos.”


La Personalidad como Construcción Cognitiva

“La terapia cognitiva está basada sobre una teoría de la personalidad que destaca el papel

del procesamiento de la información para activar las respuestas cognitivas, afectivas,

motivacionales y conductuales de una persona a los ambientes físicos y sociales”. Esta teoría

plantea que la conducta está guiada por la manera como se piensa y se actúa frente a una

situación; sin embargo, no deja de lado las contingencias que ofrece el ambiente inmediato ante

cualquier situación. En palabras de Bandura (1977), la personalidad es la interacción entre

Cognición, aprendizaje y ambiente; de igual manera juegan un papel importante las expectativas

internas de los individuos, pues el ambiente influye en la manera de comportarse y por tanto

modifica las expectativas del individuo ante otras situaciones respecto a su comportamiento,

teniendo en cuenta que las personas se ajustan a unos criterios o estándares de desempeño que

son únicos a la hora de calificar un comportamiento en diversas situaciones.

De acuerdo con el cumplimiento o no de las expectativas, se dice que las personas que

alcanzan grandes niveles de desempeño interno desarrollan una actitud llamada autoeficacia

(Bandura y Locke, 2003), entendida como la capacidad de manejar las situaciones de manera

adecuada para generar resultados deseados. Mientras que para Rotter (1954) esto puede ser

utilizado como una habilidad cognitiva que influye en las personas de acuerdo con el manejo de

sus expectativas, como lo plantea Bandura (1977), la conducta de las personas está orientada a

metas, pues los individuos se pueden regular a sí mismos; además tienen un grado de libertad y

capacidad de cambiar durante toda la vida.

Bandura consideró a los humanos como seres complejos, únicos, activos, destacando el

pensamiento y la autorregulación. Pues los individuos están en una continua resolución de

problemas, partiendo de la experiencia y de la capacidad de procesamiento de información. Por


tal razón, Bandura realizó sus estudios en humanos en el nivel contextual; por lo tanto, a través

de la observación de modelos la persona puede transformar imágenes e ideas que se pueden

combinar y modificar con el fin de elaborar patrones de conducta adecuados.

Siguiendo con Bandura, el carácter, al definirse por dimensiones aprendidas y vinculadas

a factores psicosociales, tiende a formarse de manera continua pero especialmente en los

procesos de socialización más básicos. Entre los modelos centrados en dimensiones del carácter

se destacan los que se centran en el concepto de “esquema”. Los esquemas son sistemas

estructurados y entrelazados, responsables del procesamiento de un estímulo percibido y su

respuesta conductual asociada (Beck, Freeman, Pretzer, Davis, Fleming & Ottaviani, 1995).

Por su parte, Mischel (1973) se interesó por estudiar las variables personales del

aprendizaje social cognoscitivo, variables que generaron otras maneras de percibir las diferencias

conductuales; a partir, de estos estudios se pudo especificar cómo las cualidades de una persona

influyen en el ambiente y las situaciones, así como también que el individuo emite patrones de

conducta complejos y distintos en cada una de sus interacciones cotidianas.

Por tal razón, es necesario identificar las aptitudes de un individuo para construir diversas

conductas bajo ciertas condiciones; de la misma manera que es pertinente considerar la

codificación y clasificación que hace un individuo de la situación, al igual que demanda un gran

interés por conocer sus expectativas respecto a los resultados esperados, los valores de esos

resultados y los sistemas autorregulatorios de esa persona en particular sin embargo, Pervin &

John (1998) planteó como concepto estructural de la personalidad el constructo, como una

manera de construir o interpretar el mundo; es un término utilizado por las personas para

anticipar o experimentar sucesos, pues los interpreta, les da estructura y significado. Al observar
dichos sucesos, el individuo se da cuenta de que existen características que los diferencian de

otros individuos.

Procesamiento de la Información

La atención selectiva y la interpretación de la información son dos procesos cognitivos

fundamentales que, según diversas teorías de la personalidad, moldean significativamente

nuestra forma de ser y de relacionarnos con el mundo.

Atención selectiva y personalidad:

 Filtro perceptivo: La atención selectiva actúa como un filtro que determina qué estímulos

captamos y cuáles descartamos. Según la teoría de la personalidad de George Kelly, cada

individuo construye un sistema personal de constructos (esquemas mentales) que guían su

atención hacia ciertos aspectos de la realidad y los interpretan de manera particular.

 Sesgos cognitivos: La atención selectiva puede verse influenciada por sesgos cognitivos,

como la confirmación de sesgos (tendencia a buscar información que confirme nuestras creencias

preexistentes) o el efecto halo (tendencia a generalizar una impresión positiva o negativa de una

persona a otros aspectos de su personalidad). Estos sesgos, según autores como Amos Tversky y

Daniel Kahneman, pueden distorsionar nuestra percepción de la realidad y, por lo tanto, influir

en nuestras relaciones interpersonales y en la formación de nuestra personalidad.

Interpretación de la información y personalidad

La Teoría del Procesamiento de la Información es un enfoque cognitivo que se utiliza

para entender cómo los seres humanos perciben, procesan, almacenan y recuperan información.

Esta teoría, que surgió en la década de 1950 y 1960, compara la mente humana con una

computadora, sugiriendo que el procesamiento de la información en el cerebro humano sigue

pasos secuenciales similares a los de un ordenador.


Componentes de la teoría del procesamiento de la información

 Entrada (Input): La información es recibida a través de los sentidos (vista, oído, tacto,

etc.). Esta entrada sensorial es el punto de partida para el procesamiento de la información.

Procesamiento:

 Atención: El proceso de seleccionar cuál información sensorial será enfocada y

procesada. La atención es crucial para mover información desde el nivel sensorial a la memoria

de corto plazo.

 Percepción: La interpretación y asignación de significado a la información sensorial. Esto

implica comparar la nueva información con la información almacenada previamente.

 Codificación: La transformación de la información en una forma que puede ser

almacenada en la memoria.

Almacenamiento:

 Memoria sensorial: La capacidad para retener información sensorial durante un breve

periodo (fracciones de segundo).

 Memoria de corto plazo (MCP) o memoria de trabajo: La capacidad para retener y

manipular información durante periodos breves (segundos a minutos). Tiene una capacidad

limitada, generalmente se considera que puede manejar alrededor de 7 a 2 elementos.

 Memoria de largo plazo (MLP): La capacidad para almacenar información durante

periodos prolongados (días, años, o incluso toda la vida). La información aquí puede ser

declarativa (hechos y eventos) o procedimental (habilidades y procedimientos).

 Recuperación (Output): ΕΙ proceso de recuperar información almacenada en la memoria

de largo plazo y traerla de vuelta a la memoria de corto plazo para su uso. La recuperación puede

ser influenciada por varias señales y contextos.


El Papel del Lenguaje

Estilo de Comunicación y Personalidad (Pennebaker, 2011): James Pennebaker, experto

en psicología social y del lenguaje, estudió cómo el lenguaje refleja la personalidad y encontró

que el uso de palabras pequeñas como "yo", "nosotros" o "ellos" puede señalar tendencias de

personalidad. Pennebaker descubrió que los extrovertidos tienden a emplear más palabras

sociales y relacionadas con el contacto social, mientras que los introvertidos usan un lenguaje

más centrado en sus pensamientos internos. Este enfoque es clave en el análisis del lenguaje

natural, especialmente en la evaluación de perfiles psicológicos a través del lenguaje.

Desarrollo del Lenguaje y Personalidad (Eysenck, 1997): Hans Eysenck, uno de los

psicólogos de la personalidad más influyentes, propuso que los rasgos básicos como la

extraversión e introversión influyen en cómo los niños desarrollan sus habilidades de

comunicación y lenguaje. Según su teoría, los extrovertidos tienen una mayor inclinación a

interactuar socialmente, lo que los ayuda a desarrollar habilidades comunicativas de forma más

activa, mientras que los introvertidos pueden centrarse más en la autoexpresión interna y en un

uso más reflexivo del lenguaje.

Adaptación del Lenguaje en Contextos Terapéuticos (Rogers, 1951): Carl Rogers, uno de

los pioneros en la terapia centrada en el cliente, enfatizó la importancia de ajustar el lenguaje

según la personalidad de cada paciente para promover una relación terapéutica más efectiva.

Rogers subrayó cómo el uso del lenguaje adecuado, alineado con los rasgos y la forma de pensar

de cada persona, es esencial para lograr una comunicación efectiva en terapia.

Lenguaje Corporal y Personalidad (Ekman, 1973): Paul Ekman, conocido por su trabajo

en la expresión facial y el lenguaje corporal, estudió cómo las personas expresan sus emociones

de manera no verbal y cómo estos aspectos reflejan rasgos de personalidad. Según Ekman, los
extrovertidos tienden a utilizar más gestos y expresiones faciales en sus interacciones, mientras

que los introvertidos pueden ser más moderados en su lenguaje corporal, reflejando así

diferencias en la expresión de la personalidad.

Cogniciones Disfuncionales

Las distorsiones cognitivas o pensamientos disfuncionales conocidos como pensamientos

disfuncionales automáticos (PAN's), son patrones de pensamiento que pueden llevar a

interpretaciones inexactas de la realidad y a emociones negativas innecesarias. Son pensamientos

automáticos que surgen en la mente sin que nos demos cuenta y que, si no se abordan, pueden

afectar negativamente nuestra vida cotidiana y nuestra salud mental. Para abordarlos, la terapia

cognitiva suele ser la más empleada.

Aarón Beck desarrollo el término de distorsiones cognitivas en 1963 dentro del marco de

su "Teoría Cognitiva para la depresión", y describió los pensamientos disfuncionales como

resultado o producto de un procesamiento distorsionado de la realidad. Según Beck, este

procesamiento erróneo (al que le llama distorsiones cognitivas) acaba originando una serie de

pensamientos que no aportan beneficios al paciente, y que le acaba alejando de la realidad más

"objetiva". Beck también afirmaba que había una serie de errores característicos en el

procesamiento de la información en cuanto a las diferentes psicopatologías (ansiedad, depresión,

personalidad, adicciones, etc.), de forma que, al interpretar una situación se activan esquemas

cognitivos negativos que llevan a la persona a cometer errores o distorsiones al interpretar

información de una determinada situación.

También es importante señalar, que Beck no presupone que estás distorsiones sean las

únicas causantes de la aparición de síndromes específicos; o que otros factores (genéticos,

alteraciones bioquímicos o conflictos intra/interpersonales) no tengan relación con la aparición


de la enfermedad psiquiátrica. Se da por hecho que la mayoría de las formas de psicopatología

tienen etiologías complejas que comprenden influencias cognitivas, biológicas, sociales e

interpersonales.

Pensamientos negativos (Aaron Beck 1960-1983): Para Beck este tipo de pensamientos

determinaban con mucha fuerza nuestro bienestar psicológico o, mejor dicho, eran fuente directa

de malestar. En su definición de 1983, Beck otorga a los pensamientos negativos, características

cómo: ser rígido, inflexibles, absolutistas y que tiene la forma de "Tengo que" o "Debo que", en

términos imperativos. En cambio de los positivos, que son flexibles, adaptativos, posibilistas y

adquieren una estructura de tipo "me gustaría que" o " quisiera que", en términos más

desiderativos y abiertos.

Beck también opinaba que los pensamientos negativos automáticos sabotean lo mejor de

nosotros mismos, y en caso de no tener el más mínimo control sobre ellos, acabarán

provocándonos emociones tales como lo son, la inseguridad, ansiedad e ira, sentimientos que son

el combustible del que se alimentan nuevos pensamientos de este tipo. Es decir, los pensamientos

negativos provocan una reacción emocional negativa en nuestra mente, misma que hace que

aparezcan más sentimientos negativos y caigamos en un círculo vicioso del cual es muy difícil

salir.

Pensamientos negativos más comunes:

 Pensamiento Dicotómico: Es un tipo de pensamiento rígido e inflexible, sin matices,

correspondiéndose con lo que diríamos que es pensar en blanco y negro.

 Miedo al qué dirán: El más común. Se trata de cualquier pensamiento que haga que

estemos más pendientes de lo que creemos que los demás piensan y dicen de nosotros que no

de lo que sentimos o cómo somos.


 Creer que algo puede salir mal: Es un pensamiento muy negativo y potente, frustrante y

saboteador. Una idea que acabará siendo apoyada por nuestra mente y nos hará abandonar en

nuestro desempeño, incluso antes de haber comenzado.

 Generalizar lo negativo: Creen que cuando algo pasa, se convertirá en una norma

universal.

 Minimizar las cosas positivas: Muy común en personas cuya mente ha sido invadida por

pensamientos negativos, Como es el caso de la depresión.

 Dramatizar: Hacerse la víctima y crear melodramas también es propio de pensamientos

negativos automáticos.

Terapia Cognitivo-Conductual en la Personalidad

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es un enfoque terapéutico ampliamente

utilizado para abordar una variedad de problemas de salud mental, incluyendo los relacionados

con la personalidad. Se basa en la premisa de que nuestros pensamientos influyen en nuestras

emociones y comportamientos. La TCC trabaja activamente para identificar y modificar patrones

de pensamiento negativos o distorsionados que contribuyen a problemas emocionales y

conductuales. Aaron T. Beck, considerado el padre de la terapia cognitiva, Beck desarrolló la

idea de que los trastornos mentales, como la depresión, son causados por patrones de

pensamiento distorsionados. Sus trabajos pioneros en la década de 1960 sentaron las bases para

la TCC moderna.

Trastorno de la Personalidad según el DSM-5

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSM-

5), define los trastornos de la personalidad como patrones duraderos de pensamiento, sentimiento
y comportamiento que se desvían significativamente de las expectativas culturales, son

inflexibles y generalizados, y causan malestar o deterioro funcional.

Características:

 Patrones inflexibles de pensamiento, sentimiento y comportamiento: Estos patrones son

consistentes a lo largo del tiempo y en diversas situaciones.

 Desviación significativa de las expectativas culturales: Los patrones de comportamiento

son inusuales o inadecuados en el contexto cultural del individuo.

 Malestar o deterioro funcional: Los patrones causan malestar significativo o deterioro en

lo social, laboral u otras áreas importantes de la vida.

Algunos ejemplos de trastornos de la personalidad como el trastorno límite de la

personalidad, se caracteriza por la inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y

las emociones, así como por la impulsividad; el trastorno narcisista de la personalidad, este se

caracteriza por un patrón grandioso de pensamiento y comportamiento, una necesidad excesiva

de admiración y una falta de empatía; y el trastorno antisocial de la personalidad, el cual se

caracteriza por un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás.

¿Cómo se aplica la TCC en los trastornos de la personalidad?

La TCC se ha mostrado especialmente efectiva en el tratamiento de trastornos de la

personalidad, como el trastorno límite de la personalidad (TLP). Al trabajar con personas con

trastornos de la personalidad, los terapeutas cognitivo-conductuales se centran en:

Identificar patrones de pensamiento disfuncionales: Los terapeutas ayudan a los pacientes

a reconocer los pensamientos automáticos negativos que surgen en respuesta a diferentes

situaciones.
Cuestionar y desafiar estos pensamientos: A través de diversas técnicas, los pacientes

aprenden a cuestionar la validez de estos pensamientos y a desarrollar una perspectiva más

realista.

Modificar comportamientos: La TCC también se enfoca en cambiar los comportamientos

problemáticos que están asociados con los patrones de pensamiento disfuncionales.

Desarrollar habilidades: Los pacientes aprenden habilidades importantes como la

regulación emocional, la resolución de problemas y las habilidades sociales.

Beneficios de la TCC en el tratamiento de la personalidad:

 Mayor conciencia de sí mismo: La TCC ayuda a las personas a comprender mejor sus

pensamientos, emociones y comportamientos.

 Reducción de síntomas: La TCC puede reducir significativamente los síntomas de los

trastornos de la personalidad, como la impulsividad, la inestabilidad emocional y las

dificultades en las relaciones interpersonales.

 Mejora en la calidad de vida: Al abordar los problemas subyacentes, la TCC puede

mejorar significativamente la calidad de vida de las personas con trastornos de la

personalidad.

 Desarrollo de habilidades a largo plazo: Las habilidades aprendidas en terapia pueden

ayudar a las personas a manejar mejor los desafíos de la vida y a prevenir recaídas.
Conclusión

El enfoque cognitivista ha transformado significativamente nuestra comprensión de la

psicología de la personalidad al centrar la atención en los procesos mentales que subyacen al

comportamiento humano. A diferencia de enfoques más tradicionales que se enfocan en aspectos

biológicos o conductuales, el cognitivismo destaca la importancia de los pensamientos, creencias

y percepciones en la formación y manifestación de la personalidad. Es fundamental reconocer

que el enfoque cognitivista no opera de manera aislada; se integra con otros modelos

psicológicos para ofrecer una visión más completa de la personalidad. La interacción entre

cognición, emoción y comportamiento es esencial para entender la complejidad del ser humano.

Este enfoque cognitivista aporta herramientas valiosas para la evaluación y el tratamiento

de trastornos de la personalidad, promoviendo intervenciones que modifican patrones de

pensamiento disfuncionales. A medida que continuamos investigando y desarrollando el

cognitivismo, es probable que se logren avances significativos en nuestra comprensión de cómo

las estructuras cognitivas influyen en la personalidad y en el comportamiento humano.


Referencias

American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders

(5th ed.). Arlington, VA: Author.

Beck, A. T., & Freeman, A. (1990). Cognitive therapy of personality disorders. Guilford Press.

Caballo, V. E. (2020). Tratamientos cognitivo-conductuales para los trastornos de la

personalidad. Behavioralpsycho.

CETECIC. Terapia cognitivo conductual de los trastornos de personalidad.

Gabalda, I. (2013). El estudio de la Personalidad en el Modelo Cognitivo de Beck. Reflexiones

críticas.

Mitjana, L.R. (2019.) Pensamientos disfuncionales.

Moreno E. A. (2024.) Teoría del Procesamiento de la Información.

Siniestra, R. & Palacios L. (2009.) Teorías de Personalidad, un Análisis Histórico del Concepto

y su Medición.

También podría gustarte