El Hombre Como Unidad Psico - Somático

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“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración

de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”


Instituto de Educación Superior Pedagógico Público
"José Santos Chocano"
Bagua Grande- Amazonas – Perú

EL HOMBRE COMO UNIDAD SICO - SOMÁTICO

¿QUE ES UNA UNIDAD PSICOSOMÁTICA?

Se refiere a la idea de que el cuerpo y la mente, son un todo interconectado e inseparable, por lo que esta teoría señala,
que los problemas psicológicos y los problemas físicos, están estrechamente relacionados y que uno puede influir en el
otro.

LA UNIDAD PSICOSOMÁTICA HUMANA

El cuerpo humano
El cuerpo humano es un compuesto de elementos materiales comunes al resto de las sustancias del universo. El cuerpo
humano realiza las actividades específicas corpóreas comunes a los demás seres animales del universo: nutrición,
crecimiento, respiración, digestión, moción, relación y reproducción. El cuerpo realiza esta actividad de manera autónoma.
El cuerpo humano está dotado de la capacidad de reaccionar ante los estímulos y cuerpos externos con el fin de aprovechar
para su propio beneficio las sustancias que vienen de fuera y repeler lo que puede dañarle. Esta cualidad, denominada
reactividad, está regida por el principio de conservación de la vida. La vida es un valor automáticamente salvaguardado por
la naturaleza humana.

El psiquismo humano
La dimensión psicológica de la persona humana (“psique”, en griego) constituye una unidad con el cuerpo. El hombre posee
una constitución psicosomática: una unidad dinámica corpórea y al mismo tiempo psíquica por la que puede realizar
actividades diversas:
—específicamente corpóreas: la digestión de alimentos, la respiración, el movimiento local: andar, correr...
—específicamente psíquicas: los actos de los sentidos externos e internos: ver, oler, sentir alegría, sufrir pasiones como la
ira, etc.

El psiquismo humano está constituido por un entramado muy rico de afecciones denominadas sentidos, sentimientos,
emociones, pasiones, deseos… Algún autor ha dicho que el hombre se haya sumergido en un cierto "laberinto sentimental"
como dice J. A. Marina.

El psiquismo permite al hombre, en segundo lugar, adquirir un conocimiento sensible de los objetos externos y entablar
una relación básica con ellos beneficiosa para el hombre. Por medio del psiquismo el hombre percibe la bondad o malicia
de un objeto externo y reacciona ante él; ya sea para apropiárselo o para rechazarlo.

No obstante el conocimiento que el psiquismo humano tiene de los objetos externos es parcial; se limita a los aspectos
fenoménicos del objeto; a su apariencia. Un niño pequeño —precisamente porque vive todavía muy condicionado por el
psiquismo— tiende a llevarse a la boca lo que tiene un color llamativo y lo chupa o lo come, sin plantearse la posibilidad de
que pueda sentarle mal.

Las instancias afectivas humanas actúan por sí mismas de manera autónoma. Cabe decir que son ciegas si se analizan desde
el punto de vista del conocimiento de la verdad. Necesitan la luz de la inteligencia. Los afectos y sentimientos son educables:
hay que reconducir la vida afectiva y pasional hacia los verdaderos valores de la persona humana.

La conciencia
Cada hombre vive sumergido en un flujo de experiencias causadas por la percepción del propio cuerpo y el mundo externo
en el que vive el hombre. El hombre experimenta todo eso en su interioridad, en su intimidad subjetiva. Estas experiencias
son vividas por la subjetividad consciente del sujeto personal de una manera íntima, como vivencias personales. Estas
“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración
de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”
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vivencias constituyen ese flujo interior que denominamos conciencia. La conciencia es el ámbito en el que el hombre
experimenta interiormente todo el conjunto de vivencias subjetivas referentes a sí mismo y al mundo circundante.

En la conciencia confluyen las experiencias de la realidad objetiva y el sujeto que las experimenta. Por ejemplo, cuando
siento sed, percibo la necesidad de beber junto con la experiencia del «yo». El que tiene sed soy yo. Experimento a la vez
«sed» y «yo». El yo subjetivo acompaña todas mis experiencias. Dicho de otra manera, todas las experiencias se viven de
manera subjetiva, se viven por el sujeto como propias. La conciencia humana siempre es autoconciencia: incluye la
conciencia de sí mismo.

La conciencia de uno mismo o conciencia del yo viene a ser el común denominador de todas las experiencias psíquicas.
Desde que me despierto hasta que me duermo soy consciente de mí mismo como el sujeto de todas las afecciones
psíquicas. De esta manera va desarrollándose la imagen del «yo», aparece el conocimiento de mí mismo, el conocimiento
de mi propia identidad o autoconocimiento.
¿Quién soy yo? Yo me percibo como el sujeto de mis afecciones psíquicas: yo soy un sujeto que ve, huele, sueña, imagina,
recuerda, siente hambre, y frío... Yo soy quien siente la mano, el brazo, la pierna... todo mi cuerpo. Este cuerpo que siento,
lo siento como mío. Por tanto yo soy mis afecciones psíquicas y el cuerpo por el que siento esas afecciones. Ese cuerpo es
sentido como mío: es mi cuerpo.

El proceso de la autoconciencia se lleva a cabo por la relación con el resto de los seres que rodean al «yo»: las personas y
cosas que rodean al «yo» humano desde la infancia. Poco a poco cada hombre adquiere noción de su identidad por relación
al mundo en que vive. Mi «yo» aparece configurado dentro de un conjunto de seres, de manera especial por relación a un
«tu» personificado casi siempre en la figura de la madre, del padre, los hermanos y los demás: vecinos, amigos... La
autoconciencia se desarrolla en el encuentro y la comunicación con otros hombres.

En resumen: «yo» soy algo: un cuerpo; soy un sujeto consciente: un psiquismo; soy un alguien que convive y se comunica
con otros... ¿qué más? El «yo» descubre que además de paciente soy un agente de sus actos: soy capaz de inventar mis
propios actos; soy capaz de realizar elecciones propias: soy autor de mi propia existencia: soy libre.

¿QUÉ ES UN TRASTORNO PSICOSOMÁTICO?


Los trastornos psicosomáticos son aquellos que generan síntomas, como dolor o molestias que no se atribuyen a una
condición o disfunción fisiológica, por lo que el origen de la sintomatología es contemplado como psicológico.
Esta enfermedad puede estar desencadenada por situaciones de estrés, de sedentarismo, del consumo de sustancias
perjudiciales para la salud, de una mala nutrición, y cualquier otra situación que generan en el paciente ansiedad, depresión
y angustia.
De esta forma las enfermedades psicosomáticas pueden manifestarse de diversas formas, pero todas ellas alteran de
forma significativa la enfermedad, haciendo que el tratamiento no genere mayores beneficios y se agraven aún más las
dolencias referidas.
¿Cuáles son los síntomas de una enfermedad psicosomática?
El dolor es el principal síntoma de un trastorno psicosomático, el cual puede manifestarse en cualquier parte del cuerpo,
además suele estar acompañado de dolores musculares, problemas de espalda, agotamiento y problemas estomacales. Por
lo que diferenciar o encontrar la causa del problema no es tan sencillo.
Asimismo generalmente los trastornos psicosomáticos están vinculados a síndromes físicos como la fibromialgia, el
síndrome de fatiga crónica, la migraña, colon irritable, trastornos depresivos y de ansiedad.

ACTIVIDAD
Analizar y procesar la información, para luego organizar la información en un PPT y sustentar.

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