Obra Tísicos

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1.3.

Biografía

Abraham Valdelomar:
Abraham Valdelomar Pinto nació en el pequeño puerto de San Andrés de Pisco, en Ica,
Perú, el 27 de abril de 1888. Hijo de una familia de clase media, sus padres Anfiloquio
Valdelomar y Carolina Pinto le transmitieron valores de disciplina y cariño. Esta infancia
sencilla y provinciana sería una fuente inagotable de inspiración para su obra. El mar, los
atardeceres y la vida cotidiana de Pisco dejaron en él una huella profunda, y, en muchos de
sus escritos, Valdelomar volvería a esa infancia para pintar un retrato nostálgico y
sentimental de la vida en la costa peruana.

Primeros Años y Entrada en el Mundo Literario

En su juventud, se trasladó a Lima para cursar estudios superiores en la Universidad


Nacional Mayor de San Marcos, donde comenzó la carrera de Derecho. Sin embargo, nunca
terminó sus estudios formales, pues su verdadera pasión era la literatura y el periodismo. En
Lima, el joven Valdelomar empezó a destacar como escritor y a ganar reconocimiento en
los círculos literarios. Su talento, su inteligencia y su estilo excéntrico le dieron rápidamente
una reputación como una figura influyente y provocadora.

Comenzó a colaborar con varios periódicos y revistas, como El Diario, La Prensa, y


Variedades, donde publicó crónicas, ensayos y relatos breves. Su estilo se caracterizaba por
una gran habilidad para observar los detalles de la vida cotidiana, y su narrativa reflejaba un
Perú lleno de contrastes: la inocencia de la provincia y el dinamismo de la capital. Además,
su apariencia extravagante, siempre vestido de forma impecable y con un aire de dandy, lo
convirtió en un personaje único de la sociedad limeña.

Su Primer Gran Éxito: "El caballero Carmelo"

En 1913, Valdelomar publicó "El caballero Carmelo", uno de los cuentos más importantes
de su carrera y de la literatura peruana en general. La historia, inspirada en su infancia,
cuenta la vida de una familia de Pisco y el destino de su gallo de pelea, Carmelo, que
enfrenta su última y más feroz batalla. La obra captura con maestría la vida sencilla de una
familia peruana y explora valores como la lealtad, el amor y el sacrificio. El éxito de este
cuento lo consolidó como una figura prometedora de la literatura nacional, y su habilidad
para retratar la vida en el Perú rural le ganó el aprecio de lectores y críticos.
El Movimiento Colónida y el Nacionalismo Literario

En 1916, Valdelomar fundó la revista Colónida, que se convirtió en una plataforma de expresión
para él y otros jóvenes escritores. Con Colónida, Valdelomar pretendía romper con las normas
literarias tradicionales, buscando una literatura más libre, moderna y acorde a la realidad peruana.
La revista promovía un estilo que se alejaba del academicismo y buscaba representar una
identidad nacional que hasta ese momento estaba poco explorada en la literatura peruana.

Este movimiento, conocido también como el movimiento colónida, fue una especie de rebelión
literaria en la que Valdelomar y otros escritores jóvenes desafiaron las estructuras rígidas de la
literatura oficial. Colónida se convirtió en un símbolo de renovación, y su influencia en el Perú
sigue siendo recordada como un punto de partida en la búsqueda de una voz literaria nacional
propia.

Obras Principales de Valdelomar

Valdelomar dejó una obra rica y diversa, que abarca desde cuentos y novelas cortas hasta poemas y crónicas. Aquí
una lista de algunas de sus obras más importantes:

 "El caballero Carmelo": Esta es su obra más conocida y una de las piezas fundamentales de la literatura
peruana. En ella, Valdelomar evoca la vida provinciana y la nostalgia de la infancia con una sensibilidad
única.
 "Hebaristo, el sauce que murió de amor": Otro de sus cuentos destacados, en el que la naturaleza y las
emociones humanas se entrelazan en un relato que explora el amor, la tristeza y la soledad.
 "La ciudad de los tísicos" (1911): Su primera novela corta, un texto oscuro y simbólico que examina la
decadencia y la enfermedad en una ciudad ficticia, explorando la condición humana y la fragilidad de la
vida.
 "Los hijos del sol": Un poema épico en el que Valdelomar explora el pasado incaico y la grandeza de la
civilización peruana, con un claro mensaje de orgullo nacionalista.
 "La mariscala": Una obra de teatro histórica que narra la vida de Francisca Zubiaga, esposa del presidente
peruano Agustín Gamarra, explorando el papel de las mujeres en la historia.
 "Tristitia" y "El vuelo de los cóndores": Cuentos de tono melancólico y poético que exploran temas
como la muerte, el sufrimiento y el aislamiento.

Análisis de La ciudad de los tísicos

Entre sus obras, "La ciudad de los tísicos" es una de las más impactantes y enigmáticas. Publicada
en 1911, esta novela corta ofrece un vistazo a la mente de Valdelomar en su faceta más
introspectiva y sombría.

La historia se centra en un joven que llega a una ciudad donde viven enfermos de tuberculosis,
también conocida como "tisis". La atmósfera es oscura y decadente, y cada rincón de la ciudad
refleja un sentimiento de desesperanza y aislamiento. La tuberculosis se convierte aquí en un
símbolo de la descomposición tanto física como moral. La ciudad representa un lugar donde los habitantes
están atrapados en una rutina de muerte y sufrimiento, y Valdelomar utiliza esta alegoría para reflexionar sobre la
condición humana y la decadencia de la sociedad.
"La ciudad de los tísicos" destaca en la obra de Valdelomar porque se aleja de
su tono costumbrista y explora temas profundos, cercanos al existencialismo y
al modernismo decadente europeo. Este trabajo, cargado de simbolismo,
presenta un escenario en el que el protagonista debe enfrentar la soledad y la
mortalidad en un ambiente asfixiante. La novela es una reflexión sobre la
fragilidad de la vida y el sufrimiento humano, y está impregnada de un tono
melancólico que anticipa la literatura existencialista que florecería en décadas
posteriores.

La Vida Política y los Viajes

Además de su faceta literaria, Valdelomar también se involucró en la política.


En 1918 fue designado director de la Biblioteca Nacional del Perú, un cargo
que le permitió tener un impacto en el ámbito cultural. Ese mismo año,
emprendió un viaje a Europa, donde absorbió ideas sobre el arte y la literatura
contemporáneos, que luego enriquecerían su obra y su perspectiva.

Muerte Trágica y Legado

La vida de Valdelomar se truncó repentinamente en 1919, cuando murió en


Ayacucho a causa de una caída por unas escaleras, que le causó graves
lesiones en la columna. Tenía solo 31 años, y su muerte fue un golpe para la
cultura peruana, ya que se perdía a un escritor en plena madurez creativa.

A pesar de su corta vida, Abraham Valdelomar dejó una obra que sigue
vigente en el Perú y en toda la literatura en español. Fue un innovador que
supo capturar tanto la inocencia de la vida en provincias como los aspectos
más oscuros y profundos de la existencia humana. Su habilidad para explorar
diferentes estilos y temáticas, desde el costumbrismo hasta el simbolismo y el
modernismo, le permite ocupar un lugar destacado en la historia de la
literatura peruana.
1.4. Producción Literaria
Novelas.
1. La ciudad de los tísicos (1911) - Considerada su obra más importante.
2. El caballero Carmelo (1918)

Cuentos y relatos:

1. Historias peruanas (1914)


2. La aldea encantada (1911)
3. Los hijos del sol (1911)

Obras de teatro:

1. La princesa y el pastor (1911)


2. El rey de los cambistas (1913)
Poesía:

1. Tristitia (1915)
2. El alma de los poemas (1915)

Otras obras:

1. Ensayos y críticas (1912)


2. La vida y la obra de Ricardo Palma (1914)
1.4. Producción Literaria

La producción literaria de Abraham Valdelomar marcó un hito en la


literatura peruana. Su capacidad para mezclar lo tradicional con lo
moderno, su estilo lírico y su visión crítica de la sociedad hicieron de él un
pionero en la búsqueda de una identidad literaria peruana. Además, su
liderazgo en el movimiento Colónida fue un paso importante hacia la
renovación cultural en el Perú. Su influencia perdura en generaciones de
escritores peruanos que han seguido explorando los temas nacionales y el
estilo poético y simbólico que él ayudó a establecer.

Abraham Valdelomar es uno de los autores más prolíficos y versátiles de la literatura


peruana del siglo XX. Su producción literaria abarca una variedad de géneros, desde
cuentos y novelas cortas hasta poesía, teatro y crónicas. Cada uno de estos géneros
representa una faceta de su personalidad y de su interés en temas como la identidad
peruana, el costumbrismo, la nostalgia, el modernismo y la decadencia de la condición
humana.

1. Cuentos

El cuento fue el género en el que Valdelomar destacó de manera más notoria y donde
alcanzó su madurez como escritor. Sus relatos suelen combinar una evocación
nostálgica de su infancia en Pisco con un estilo lírico y lleno de simbolismo. Dentro de
su obra cuentística, se destacan:

 "El caballero Carmelo" (1913): Es su obra más conocida y una de las joyas de
la literatura peruana. En este cuento, Valdelomar describe con ternura la vida
familiar en un entorno provinciano, centrándose en la historia de un gallo de
pelea, Carmelo, que representa la valentía y la nobleza. El relato explora temas
como el amor filial, la nostalgia y la pérdida.
 "Hebaristo, el sauce que murió de amor": En este cuento, Valdelomar utiliza
el simbolismo de un árbol de sauce que muere de tristeza, reflejando la
sensibilidad melancólica del autor y su interés en el tema del amor trágico y la
desolación.
 "El vuelo de los cóndores" y "Tristitia": Estos cuentos son representativos de
su tono poético y de su capacidad para explorar la muerte y el aislamiento en la
vida humana. Son relatos llenos de imágenes simbólicas y un estilo narrativo
introspectivo.
 "Los ojos de Judas": Un cuento que indaga en la traición y en las emociones
humanas más oscuras, mostrando su interés en los aspectos complejos de la
psicología humana.

2. Novela Corta

Valdelomar escribió una novela corta que marcó un giro en su estilo, llevándolo hacia
un tono más oscuro y existencialista:
 "La ciudad de los tísicos" (1911): Esta novela breve es una de las obras más
complejas y oscuras de Valdelomar. Ambientada en una ciudad ficticia habitada
por enfermos de tuberculosis, la historia explora la decadencia moral y física de
sus personajes. Es una obra cargada de simbolismo, donde la enfermedad
representa la corrupción y el sufrimiento humano. Esta novela se aleja del estilo
costumbrista de otros relatos y se acerca más al simbolismo y al modernismo de
la época, reflejando influencias del decadentismo europeo.

3. Teatro

Valdelomar también incursionó en el teatro, aunque solo se conoce una obra en este
género, en la que demuestra su interés por temas históricos y sociales:

 "La mariscala": Esta pieza teatral se centra en la vida de Francisca Zubiaga,


conocida como "La Mariscala", esposa del presidente peruano Agustín Gamarra.
En esta obra, Valdelomar explora el papel de las mujeres en la historia y el
impacto de la ambición y el poder. Es un drama que ofrece una perspectiva
crítica y humana de un personaje femenino histórico, y representa una
innovación en su forma de tratar temas históricos.

4. Poesía

Aunque Valdelomar no se dedicó extensamente a la poesía, su estilo en prosa tiene una


cualidad lírica que lo acerca a este género. Su producción poética incluye algunas piezas
notables:

 "Los hijos del sol": Este poema es una exaltación del pasado incaico y de la
identidad peruana. A través de un lenguaje simbólico y épico, Valdelomar
celebra la grandeza del imperio incaico, expresando un fuerte sentido de
nacionalismo y orgullo por las raíces indígenas del Perú.

Su poesía en general tiende a explorar temas de la identidad nacional, la melancolía y el


amor por la cultura y la naturaleza peruana, reflejando su sensibilidad artística y su
compromiso con un estilo modernista y nacionalista.

5. Crónicas y Ensayos

Valdelomar también fue un prolífico cronista y ensayista. Su obra periodística se


caracteriza por un tono ágil y observador, y en ella plasmó aspectos de la vida cotidiana,
tanto de la Lima urbana como de las provincias peruanas. Algunas de sus crónicas más
notables incluyen:

 "La tragedia en los Andes": Esta crónica examina la vida rural en los Andes
peruanos y la tensión entre la modernidad y las tradiciones ancestrales. Es una
muestra del interés de Valdelomar por reflejar la realidad social del país, y en
ella adopta una postura crítica sobre los cambios que estaban afectando a la
cultura rural andina.
 Crónicas para El Diario, La Prensa y Variedades: En estas colaboraciones,
Valdelomar describe escenas de la vida cotidiana en Lima y las provincias. Su
habilidad para observar y narrar los detalles de la vida urbana y rural le permitió
capturar con precisión la esencia de una sociedad en transformación, dando
testimonio de los cambios sociales y culturales de su época.

Temas Principales en la Obra de Valdelomar

La obra de Abraham Valdelomar se caracteriza por una serie de temas recurrentes que
reflejan tanto su visión personal como su sensibilidad social y artística:

 Nostalgia y Costumbrismo: Muchos de sus relatos evocan la vida en el Perú


rural y provinciano, especialmente su infancia en Pisco. Este tono nostálgico
impregna obras como "El caballero Carmelo", donde la vida familiar y las
costumbres locales se presentan con un estilo casi idealizado.
 Identidad Nacional y Nacionalismo: Valdelomar fue uno de los primeros
autores peruanos en buscar una literatura auténticamente peruana. Su revista
Colónida promovía la creación de una literatura que reflejara la identidad y
realidad del Perú, con un enfoque nacionalista que exaltaba la cultura inca y el
folclore andino.
 Modernismo y Simbolismo: Influido por el modernismo y el decadentismo
europeo, Valdelomar exploró temas existenciales y simbólicos en obras como
"La ciudad de los tísicos". Aquí, el autor se adentra en la condición humana, la
enfermedad y la decadencia, explorando el lado oscuro de la existencia.
 Melancolía y Fragilidad Humana: La muerte, el amor trágico y la soledad son
temas recurrentes en su obra. En cuentos como "Tristitia" y "Hebaristo, el sauce
que murió de amor", Valdelomar examina la vulnerabilidad humana y la
tristeza, reflejando su interés en lo efímero de la vida.

1.5. Movimiento Literario: Modernismo

¿Y qué es el Modernismo?
El Modernismo es un movimiento literario surgido a finales del siglo XIX en
América Latina que buscó romper con las normas tradicionales, enfocándose
en la belleza estética, la renovación del lenguaje y temas exóticos y
sensoriales. Iniciado por Rubén Darío, sus autores exploraron mundos
idealizados y usaron un estilo lírico y elaborado, reflejando tanto influencias
europeas como una creciente identidad latinoamericana.
1.6. Contexto Histórico - Social
Abraham Valdelomar nació en Pisco, Perú, en 1888, una época de grandes
transformaciones en el país y en toda América Latina. Para comprender mejor su obra y
su influencia literaria, es necesario situarlo en su contexto histórico-social, el cual está
marcado por importantes cambios políticos, sociales y culturales.

1. La Era de la República Aristocrática (1895-1919)

Durante la niñez y juventud de Valdelomar, Perú vivió una época conocida como la
República Aristocrática, un período que se extendió entre 1895 y 1919. Este fue un
tiempo de consolidación política en el país, tras las guerras con Chile (la Guerra del
Pacífico, 1879-1883) y los conflictos internos. El gobierno estaba dominado por una
élite política y económica, compuesta principalmente por terratenientes y grandes
comerciantes, lo que creó una brecha marcada entre las clases altas y las clases bajas.

 Condiciones sociales y económicas: A pesar del auge de la economía de


exportación, principalmente a través de productos como el guano y el caucho, la
pobreza y la desigualdad social eran generalizadas, especialmente en las áreas
rurales y entre la población indígena. Las ciudades como Lima, aunque crecían,
reflejaban la división entre una elite educada y la gran masa de trabajadores y
campesinos.
 Impacto en Valdelomar: La obra de Valdelomar refleja un país en proceso de
modernización, pero también de desigualdad y conflicto. En su trabajo, se
observa la dicotomía entre el mundo tradicional y el nuevo, en el que las viejas
costumbres peruanas coexisten con las influencias extranjeras y las tensiones
políticas y sociales del momento. El autor, con una visión crítica, observa la falta
de cohesión social y la situación de exclusión que vivían muchos sectores de la
población.

2. La Influencia del Modernismo y la Generación del 900

El Modernismo, que estaba en pleno auge a nivel latinoamericano, tuvo un fuerte


impacto en la literatura peruana durante el cambio de siglo. Valdelomar fue parte de la
Generación del 900, un grupo de escritores y artistas peruanos que intentaron renovar
la literatura nacional. Aunque Valdelomar fue influenciado por el modernismo,
también se alejó de él para crear un estilo propio que reflejara la realidad peruana.

 Generación del 900: Este grupo de autores, que incluye a Valdelomar, fue muy
crítico con la situación social y política de su país. La literatura de esta
generación se caracteriza por un enfoque en la identidad nacional, en la
búsqueda de un estilo literario que se alejara de los modelos europeos y en la
representación de las tensiones sociales en la sociedad peruana.
3. Las Injusticias Sociales y el Nacionalismo

En el contexto de su obra, Valdelomar se enfrenta a la realidad de un Perú marcado por


las divisiones sociales, especialmente las que existían entre las clases altas y bajas y la
discriminación hacia los pueblos indígenas. Aunque no se considera un autor
indigenista, Valdelomar se preocupa profundamente por el destino de los pueblos
originarios y por cómo el Perú moderno podría reconciliar su pasado precolombino con
su presente.

 El nacionalismo: La exaltación de las civilizaciones andinas, especialmente la


incaica, fue un tema recurrente en la obra de Valdelomar, como en su poema
"Los hijos del sol". Este nacionalismo se refleja también en su postura de
valorización de la cultura peruana y su crítica al excesivo apego a los modelos
europeos.

4. La Revolución Industrial y sus Consecuencias

Aunque no vivió directamente en una sociedad industrializada, el auge de la


Revolución Industrial en Europa y los Estados Unidos impactó la estructura
económica de América Latina. En Perú, el crecimiento de las ciudades y la expansión de
la industria minera y el comercio exterior trajeron consigo una mayor urbanización y
el cambio de las estructuras sociales. Sin embargo, a pesar de los avances en ciertas
áreas, gran parte de la población seguía siendo rural, sumida en la pobreza y sin acceso
a los beneficios de la modernización.

 La ciudad y el campo: Valdelomar refleja en su obra una crítica al contraste


entre la vida urbana y rural. En relatos como "El caballero Carmelo", aborda el
conflicto entre la vida sencilla y auténtica del campo y las aspiraciones
modernizadoras de la ciudad. Esta dualidad entre la tradición y el progreso es
una de las tensiones más marcadas en la literatura de la época.

5. La Muerte de Valdelomar y el Cambio de Era

El contexto histórico-social de Valdelomar también se ve marcado por su muerte


prematura en 1919, a la edad de 31 años, durante una época de grandes cambios
políticos y sociales en el Perú. Su fallecimiento coincidió con la crisis de la República
Aristocrática y el comienzo de un periodo de luchas políticas y sociales que culminaría
con la Revolución de 1919.

 El legado de Valdelomar: A pesar de su corta vida, su obra dejó una huella


importante en la literatura peruana, tanto por su enfoque en la identidad nacional
como por su exploración de las tensiones sociales de la época. La combinación
de la herencia indígena, la crítica social y la modernidad quedó reflejada en sus
escritos, convirtiéndolo en un referente clave de la Generación del 900 y en un
precursor de muchos de los cambios que se producirían en la literatura peruana
en las décadas posteriores.
II. Análisis de Forma
2.1. Estructura de la obra: La Ciudad de los Tísicos

La Ciudad de los Tísicos es una obra que se caracteriza por su estructura compleja y fragmentada, lo cual es
fundamental para transmitir los temas de decadencia y muerte que la atraviesan. La obra está escrita en forma de
crónica, un género que mezcla elementos narrativos con una apariencia de objetividad propia de un informe. Sin
embargo, Valdelomar no se limita a describir la realidad de manera neutral, sino que emplea un estilo literario que
combina el modernismo con una crítica social, utilizando el lenguaje para crear una atmósfera cargada de simbolismo.

1. Primer episodio: El Perfume


En este primer episodio de La Ciudad de los Tísicos, el narrador describe una experiencia personal que
se produce en una tienda de perfumes. El protagonista, o narrador, se encuentra en este
establecimiento, observando los perfumes y experimentando los distintos olores. En ese momento,
aparece una chica misteriosa que lo observa fijamente mientras él prueba un perfume. La joven tiene
una mirada intensa, como si lo estuviera estudiando de manera profunda. Esta mujer parece estar
totalmente ajena a todo lo que ocurre a su alrededor, solo concentrada en el narrador, y el encuentro
genera una gran sensación de desconcierto y fascinación en él.

El narrador se siente atraído por la presencia de la mujer y la situación en la tienda parece cargada
de una tensión emocional inexplicable. A pesar de que la chica no habla, su mirada penetrante lo deja
desconcertado. Este episodio tiene un componente muy simbólico, pues el perfume que está probando
el narrador tiene un papel central. El perfume no es solo un aroma agradable, sino que se convierte en
un elemento que conecta a los personajes con sus propios sentimientos y deseos ocultos.

Interpretación y Simbolismo

La chica misteriosa puede interpretarse como un símbolo de la enfermedad o de la muerte inminente


que acecha al protagonista, ya que el perfume, un elemento que normalmente se asocia con lo
agradable, se convierte aquí en algo extraño y perturbador. La mujer, con su mirada fija, parece
representar algo inescrutable, como si fuera una personificación de la tuberculosis o la muerte que
acecha al protagonista, aunque de forma silenciosa y casi invisible.

Además, este episodio introduce el tema de la fragilidad humana y la fragilidad de la vida. El


perfume, como simbolismo de la enfermedad o del destino fatal, se mezcla con la presencia de esta
figura misteriosa, dejando al protagonista con una sensación de que algo oscuro y desconcertante está
por ocurrir. Es como si el aroma del perfume fuera una advertencia o un presagio de lo que está por
llegar, pero el narrador no logra entenderlo completamente en ese momento.

Análisis del Episodio


Análisis del Episodio

Este episodio tiene un carácter enigmático y lleno de tensión psicológica. La mujer misteriosa
podría ser vista como un símbolo de la enfermedad que se presenta sin previo aviso, observando a
los personajes, como si estuviera esperando para apoderarse de ellos. El perfume, en este contexto, se
vuelve una metáfora de algo que está presente pero no visible. A través de su encuentro en la
tienda, el narrador se enfrenta a una sensación de vulnerabilidad que le deja una impresión
duradera, como si la ciudad y sus habitantes estuvieran siempre bajo la amenaza de algo inminente,
que no pueden identificar completamente.

Este primer episodio es clave para establecer el tono de la obra, pues crea una atmósfera de misterio,
tensión y presagio. El perfume y la figura de la chica simbolizan lo inevitable que acecha en el
horizonte, mientras se empieza a construir el sentido de decadencia que marcará toda la obra.

Episodio II: "La Quinta del Virrey Amat"

En el segundo episodio de La Ciudad de los Tísicos, el narrador nos lleva a un lugar especial y casi
místico en la ciudad: la antigua quinta del Virrey Amat. Este lugar es una gran mansión o quinta de
campo que, en tiempos pasados, perteneció a un hombre de gran importancia, el virrey Amat, una
figura histórica y poderosa en el Perú colonial. Este espacio representa lo que alguna vez fue la
grandeza y riqueza de la aristocracia limeña, pero que ahora se encuentra totalmente abandonado y
en un estado de decadencia y olvido.

El narrador describe esta quinta con muchos detalles, y lo que alguna vez fue una mansión hermosa,
llena de lujos y opulencia, ahora está en ruinas. Las paredes, que en su tiempo debieron de haber
sido pintadas con colores vibrantes y adornadas con arte fino, están ahora desgastadas y cubiertas
de polvo y moho. El jardín, que antes debió ser muy cuidado y adornado con plantas y flores, ahora
está invadido por la maleza y todo parece enredado y desordenado.

A lo largo de su recorrido por la quinta, el narrador empieza a sentir que el pasado todavía está
presente de alguna forma en este lugar. Aunque no hay nadie, el protagonista siente que el aire está
cargado de recuerdos, como si en cualquier momento pudiera ver a las personas que vivieron ahí en
tiempos de lujo y esplendor. Es casi como si el espíritu del virrey y de los aristócratas que lo
acompañaron aún siguiera rondando este espacio, llenándolo de una sensación de nostalgia.

Sin embargo, esta impresión inicial de grandeza se desvanece rápidamente. Al ver el estado en el que
está la quinta ahora, llena de polvo y descuido, el narrador se da cuenta de que este lugar es solo una
sombra de lo que alguna vez fue. La decadencia de la quinta se convierte en un reflejo de la
sociedad que la rodea, una sociedad que también parece estar en un estado de decadencia y
enfermedad, marcada por la tuberculosis y por la falta de esperanza.
Análisis de la Quinta del Virrey Amat

La quinta del virrey en este episodio simboliza mucho más que una antigua mansión en ruinas.
Representa el paso del tiempo y la decadencia de los ideales y de las estructuras que alguna vez
fueron valiosas y poderosas. Lo que una vez fue un lugar lleno de vida y riqueza ahora es un lugar
solitario y olvidado, al igual que la ciudad de los tísicos, donde los habitantes viven atrapados en
la enfermedad y en la miseria.

Este espacio se convierte en una metáfora de cómo los seres humanos pueden desmoronarse y
desaparecer con el paso del tiempo. Así como la quinta ahora es solo un recuerdo de lo que fue,
las vidas de los habitantes de esta ciudad están marcadas por la misma decadencia y el mismo
deterioro, que lentamente los consume sin que puedan hacer nada al respecto.

Conclusión del Episodio

En conclusión, el episodio "La Quinta del Virrey Amat" nos muestra una escena cargada de
simbolismo. La quinta no solo es un lugar físico, sino también un reflejo de la fragilidad de la
vida humana y de cómo las cosas pueden caer en el olvido con el paso del tiempo. La descripción
de este espacio sirve para que el lector entienda mejor la situación de la ciudad y de sus
habitantes, quienes, al igual que la quinta, viven atrapados entre el pasado glorioso y un presente
de miseria. Este episodio prepara al lector para entender que la ciudad de los tísicos está marcada
por un sentido profundo de ruina y decadencia, no solo en el ámbito físico, sino también en el
espiritual.

Así, en este segundo episodio, Abraham Valdelomar nos muestra cómo los espacios en ruinas y
los símbolos del pasado ayudan a construir el ambiente sombrío y decadente de la obra,
preparando el camino para los eventos que se desarrollarán en los siguientes capítulos.
Episodio III: "La Correspondencia de Abel Rosell"

En el tercer episodio de La Ciudad de los Tísicos, titulado "La


Correspondencia de Abel Rosell", la historia se vuelve más personal y
nos introduce al personaje de Abel Rosell, un hombre joven y sensible,
atrapado en medio de la enfermedad y la soledad de la ciudad. A través de
la correspondencia que Abel mantiene con amigos y familiares, el lector
empieza a conocer su historia y a comprender su situación emocional y
física en este mundo decadente.

Abel Rosell es un personaje marcado profundamente por la tuberculosis,


que lo ha debilitado y apartado de su vida normal. Desde su llegada a la
ciudad, él ha estado escribiendo cartas en las que refleja sus pensamientos,
sus recuerdos y sus preocupaciones. La correspondencia se convierte en
su forma de expresar sus sentimientos más profundos y sus miedos, y cada
carta parece estar llena de una nostalgia intensa por los momentos que ya
no podrá vivir. Abel sabe que la enfermedad lo consume poco a poco, y
esto se refleja en el tono melancólico de sus palabras.

A medida que leemos sus cartas, nos damos cuenta de que Abel era un
joven lleno de aspiraciones y sueños, pero la enfermedad lo ha obligado a
abandonar sus proyectos y a aislarse en esta ciudad. Él escribe sobre sus
días pasados, los amigos y familiares que dejó atrás, y sobre los lugares que
alguna vez amó y que ahora están fuera de su alcance. En una de sus cartas,
describe con dolor la falta de esperanza que siente, como si estuviera en
un lugar del que no puede escapar, y donde todo, incluido él mismo, parece
destinado a desmoronarse lentamente.

La correspondencia de Abel también revela sus pensamientos sobre la


ciudad y la vida en la quinta. Abel siente que la ciudad es un lugar atrapado
en una especie de maldición, donde la gente vive esperando la muerte, y
donde la tuberculosis es una sombra constante que los persigue a todos. En
sus cartas, menciona cómo ve a otros enfermos en la ciudad, cada uno con
su propio dolor, y cómo sus vidas parecen detenerse mientras esperan el
final. Esto lo hace sentir atrapado en una existencia sin sentido, donde solo
puede escribir y recordar, pero no vivir.

La Relación de Abel con su Familia y Amigos


Abel escribe a su familia y amigos, quienes se encuentran lejos, y sus
cartas están llenas de afecto y preocupación. Se puede notar que Abel
extraña profundamente a sus seres queridos y que el hecho de no poder
estar cerca de ellos le causa un gran dolor. Sin embargo, también siente
que, al escribirles, está siendo una carga, porque sabe que su salud solo
empeorará, y esto lo hace sentir culpable. Hay una sensación de soledad
que lo invade, como si ya estuviera preparándose para su propia muerte.

En una de las cartas, Abel intenta tranquilizar a su familia diciéndoles que


todo está bien, aunque en realidad está lejos de estar bien. Se esfuerza en
mostrarse fuerte, pero entre líneas deja ver su tristeza y su resignación. La
correspondencia se convierte en un testamento de su sufrimiento y de sus
emociones más profundas, y refleja la desesperanza de alguien que sabe
que su tiempo se está agotando y que sus cartas podrían ser lo último que
compartirá con su familia y amigos.

Análisis del Episodio


Este episodio es importante porque nos muestra un lado más íntimo de la
historia. A través de las cartas de Abel Rosell, Abraham Valdelomar nos
permite ver el lado humano de la enfermedad y cómo afecta no solo
físicamente, sino también emocionalmente a los personajes. Abel
representa a todos aquellos que viven con la tuberculosis, enfrentándose al
miedo, la soledad y la nostalgia. La correspondencia de Abel es su única
forma de mantenerse conectado con el mundo exterior, aunque sabe que las
cartas no pueden reemplazar la cercanía de sus seres queridos.

En este episodio, la tuberculosis se convierte en algo más que una


enfermedad: es un símbolo de la decadencia y el aislamiento que sienten
quienes están atrapados en la ciudad. A través de las palabras de Abel, se
revela cómo los enfermos sienten que son una carga para sus familias, y
cómo la sociedad los ha dejado de lado, confinándolos a un lugar donde
solo esperan el final.

Conclusión del Episodio


La correspondencia de Abel Rosell no solo nos muestra el sufrimiento
personal de un hombre joven, sino que también sirve como una crítica
social. Valdelomar nos presenta a un personaje que representa a muchos
otros en su situación, personas que viven sus últimos días aisladas, lejos de
la sociedad, y olvidadas. Abel, con sus cartas llenas de dolor y nostalgia,
nos recuerda que detrás de cada enfermo hay una historia, un pasado y unos
sueños rotos. Este episodio nos deja con una sensación de tristeza profunda,
al ver cómo un joven lleno de potencial queda atrapado en una realidad sin
esperanza, donde la única compañía que tiene es el recuerdo de quienes una
vez lo rodearon.
La correspondencia de Abel Rosell es un reflejo del deterioro emocional
que la enfermedad causa en los personajes de La Ciudad de los Tísicos, y
también nos muestra el impacto de esta en las relaciones humanas, llenando
de tristeza y nostalgia a aquellos que sufren en silencio y en soledad.

2.2 Forma de Expresión: Prosa

En La Ciudad de los Tísicos, Valdelomar usa una prosa poética que


logra transmitir las emociones y el ambiente oscuro de la historia. Su
estilo es muy descriptivo, y gracias a esto podemos sentir el lugar y
los sentimientos de los personajes como si estuviéramos ahí. Las
descripciones de los espacios, como la quinta del virrey Amat o la
tienda de perfumes, son detalladas y cuidadosas, y esto hace que
cada lugar no solo sea un espacio físico, sino que también tenga un
significado emocional.

Valdelomar escribe de una forma que parece meterse en el interior


de los personajes, especialmente en Abel Rosell. A través de las
cartas de Abel, el autor usa una prosa íntima y casi triste para
mostrarnos cómo la enfermedad y la soledad afectan a alguien tan
joven. Sus cartas reflejan sus pensamientos, y en ellas podemos ver
el peso de la tristeza que carga.

Además, la prosa de Valdelomar está llena de metáforas y símiles


que representan la decadencia y el sufrimiento de los habitantes de
la ciudad. Por ejemplo, cuando describe los efectos de la
tuberculosis, es como si no solo hablara de una enfermedad física,
sino también de una especie de "muerte lenta" que afecta a toda la
ciudad y la va desmoronando poco a poco.

La prosa en La Ciudad de los Tísicos es muy rica en detalles y


simbolismos. Cada palabra y cada descripción que hace Valdelomar
tienen el propósito de sumergirnos en un mundo donde todo está
marcado por el dolor, la nostalgia y la decadencia. Es un estilo
que combina lo descriptivo con lo emotivo, haciendo que el lector
realmente sienta el sufrimiento y la soledad de los personajes.
2.3 Tipo de Lenguaje

Utiliza un lenguaje elegante y poético, pero al mismo


tiempo accesible y lleno de simbolismo. Su forma de
escribir es sencilla de entender, pero logra transmitir
emociones profundas y detalles que reflejan la atmósfera
oscura y melancólica de la historia.

El lenguaje que usa el autor está lleno de adjetivos y


metáforas que dan vida a las imágenes de decadencia y
sufrimiento que caracterizan la obra. Por ejemplo, describe
a la ciudad y sus habitantes con palabras que resaltan la
fragilidad y el deterioro, como si todo estuviera
consumiéndose poco a poco, tal como lo hace la
tuberculosis en los personajes.

Además, Valdelomar emplea un tono solemne y a veces


triste, que refleja el dolor y la desesperanza de los
protagonistas. El lenguaje es también bastante
introspectivo, especialmente cuando nos muestra los
pensamientos de personajes como Abel Rosell. A través de
sus palabras, se puede percibir el aislamiento y el vacío
que sienten por la enfermedad, algo que el autor consigue
resaltar con frases emotivas y llenas de nostalgia.

En conclusión, el tipo de lenguaje en esta obra es poético,


simbólico y descriptivo, lo que permite a los lectores
sentir de forma profunda el ambiente de la ciudad y la
lucha interna de los personajes. Es un lenguaje que
envuelve y ayuda a crear una atmósfera de tristeza y
deterioro, fiel al mensaje de la historia.
2.4 Vocabulario
El vocabulario en La Ciudad de los Tísicos es rico, variado
y descriptivo, lo que le permite a Valdelomar transmitir
con precisión la atmósfera melancólica y decadente de la
historia. El autor emplea palabras que no solo describen el
aspecto físico de los lugares y personajes, sino que también
reflejan sus estados emocionales y su conexión con el tema
de la enfermedad y la muerte.

Algunos términos son sofisticados y cultos, pero siempre


en un tono accesible, ayudando a que el lector se sumerja
en la época y en el ambiente de la obra. Valdelomar utiliza
un léxico lleno de adjetivos como "decadente," "sombrío,"
"ruinoso" y "frágil," que evocan imágenes de deterioro y
debilidad, especialmente en relación con la ciudad y los
personajes afectados por la tuberculosis.

Además, en las descripciones de lugares como la quinta


del virrey Amat y en las cartas de Abel Rosell, el
vocabulario incluye palabras que expresan la nostalgia y
la soledad que sienten los personajes. Palabras como
"desgaste," "abandonado," y "silencio" resaltan el sentido
de aislamiento, mientras que términos como "esperanza" y
"recuerdo" reflejan las emociones de los personajes que
viven atrapados entre sus sueños y la realidad de su
enfermedad.
20 palabras desconocidas de la obra:
1. Tísico: Persona que padece tuberculosis o se encuentra débil y enfermiza.

2. Decadencia: Proceso de deterioro o degradación, especialmente en lo moral o físico.

3. Solemne: Serio, majestuoso o imponente; también relacionado con algo importante o trascendental.

4. Opulencia: Abundancia de bienes o riquezas, lujo extremo.

5. Nostalgia: Sentimiento de tristeza o añoranza por algo pasado, como una persona, lugar o época.

6. Introspectivo: Que se dirige hacia el interior de uno mismo, reflexionando sobre los propios pensamientos y
sentimientos.

7. Sombrío: Oscuro o melancólico, con un aspecto que causa tristeza o preocupación.

8. Melancolía: Tristeza vaga, profunda y prolongada, generalmente sin una causa específica.

9. Maleza: Plantas silvestres que crecen de manera desordenada, usualmente en terrenos abandonados.

10. Opresión: Sensación de incomodidad o angustia, o acto de someter a alguien de manera injusta.

11. Perenne: Que es continuo, incesante o que dura mucho tiempo sin cambiar.

12. Inerme: Sin medios para defenderse o protegerse; indefenso.

13. Ruina: Deterioro, destrucción o pérdida total, tanto de estructuras como de personas o situaciones.
14. Morbidez: Debilidad o delicadeza extrema, a veces asociada con la enfermedad o una sensibilidad excesiva.

III. Análisis del contenido.


3.1 Género literario:

La Ciudad de los Tísicos de Abraham Valdelomar pertenece


al género narrativo, ya que se trata de una obra en prosa
que desarrolla una historia con personajes, ambientes y
situaciones específicos. Más precisamente, se ubica dentro
de la novela o relato corto debido a su extensión y a su
estructura compacta, que cuenta una historia concentrada
en pocos personajes y espacios.

La novela también se puede clasificar en el subgénero


realista porque retrata con detalle la vida de personas
enfermas y marginadas en un ambiente sombrío, típico de
un sanatorio. Valdelomar se centra en mostrar la dureza de
la tuberculosis y la sensación de aislamiento y decadencia
de los personajes. A través de descripciones detalladas y
un enfoque introspectivo, busca reflejar aspectos sociales y
emocionales de la época, especialmente el sufrimiento y la
marginación de quienes padecían esta enfermedad.

3.2 Especie Literaria


La especie literaria de La Ciudad de los Tísicos se puede
clasificar como novela corta o relato extenso. A
diferencia de una novela larga, esta obra presenta una
historia concentrada en un número reducido de personajes
y en un espacio único, lo que permite un enfoque más
íntimo y detallado de los temas y emociones de los
protagonistas.

En La Ciudad de los Tísicos, Abraham Valdelomar emplea


varias figuras literarias que enriquecen su prosa y ayudan
a construir la atmósfera sombría y decadente de la obra. A
través de estas figuras, el autor logra transmitir la tristeza,
la soledad y el deterioro de los personajes y el entorno. A
continuación, se presentan algunas de las figuras literarias
más destacadas en la obra:

1. Metáfora: Valdelomar utiliza metáforas para


expresar la decadencia física y emocional de los
personajes y la ciudad. Por ejemplo, describe la
tuberculosis como una "sombra" o una "muerte lenta"
que va consumiendo a las personas, reflejando su
impacto más allá de lo físico.
2. Simil: La comparación es otra figura recurrente. Por
ejemplo, el autor puede describir el sanatorio como
"frío como una tumba", o el aspecto de los personajes
como "pálido como la luna", lo que ayuda a crear una
imagen más vívida del sufrimiento y aislamiento.
3. Personificación: Se le da vida a elementos
inanimados para enfatizar la atmósfera de la obra. La
ciudad, por ejemplo, es presentada como un ser vivo
en decadencia, un organismo que también está
enfermo y agonizante junto con sus habitantes.
4. Epíteto: Valdelomar usa adjetivos para intensificar
las características de los lugares y personajes.
Ejemplos de esto serían "mortal sombra" o "fría
tristeza", que ayudan a aumentar la carga emocional
de las descripciones.
5. Hipérbole: A través de exageraciones, el autor hace
que las sensaciones de desesperanza y deterioro se
sientan más intensas. Por ejemplo, puede describir el
sufrimiento de los personajes como "eterno" o
"inmenso", lo que refuerza la percepción de su dolor.
6. Antítesis: La oposición de conceptos también está
presente en la obra, como vida/muerte,
salud/enfermedad o luz/oscuridad. Estas antítesis
acentúan los contrastes en las vidas de los personajes
y la transformación de la ciudad.
7. Paralelismo: Se emplea para repetir estructuras
similares y dar un ritmo particular a las
descripciones. Esta repetición refuerza la monotonía
de la vida en el sanatorio y de la rutina de los
personajes que viven con la enfermedad.
8. Ironía: Valdelomar emplea una cierta ironía trágica
en la obra al describir cómo los personajes intentan
mantener la esperanza en medio de una situación que,
en realidad, parece no tener salida. La ironía acentúa
el tono de desesperanza y resignación.
9. Prosopografía: Se describe detalladamente el
aspecto físico de los personajes, especialmente su
palidez, delgadez y aspecto enfermizo, para que el
lector pueda imaginar su apariencia deteriorada.
10. Topografía: Valdelomar realiza descripciones
precisas de los escenarios, como el sanatorio y la
quinta del virrey Amat. Esto permite que el lector
visualice la ciudad y sus alrededores, acentuando la
atmósfera de decadencia.
11. Alusión: La obra contiene referencias culturales
y literarias que dan un contexto más amplio,
conectando el sufrimiento de los personajes con
temas universales sobre la vida y la muerte.

3.4 Tema
El tema principal de La Ciudad de los Tísicos es la
decadencia física y emocional de los seres humanos,
representada a través de la enfermedad, especialmente la
tuberculosis, y su impacto en los personajes y en el entorno
en el que viven. Valdelomar nos presenta un mundo de
sufrimiento, aislamiento y muerte en una ciudad donde
los habitantes luchan contra una enfermedad devastadora
que les roba la vitalidad, el futuro y las esperanzas.

Dentro de este tema central, hay varios subtemas que se


desarrollan a lo largo de la obra:

1. La lucha contra la enfermedad: La tuberculosis es


un símbolo de la fragilidad humana y el proceso de
descomposición física y psicológica. A través de los
personajes, especialmente de Abel Rosell, Valdelomar
nos muestra cómo la enfermedad no solo afecta el
cuerpo, sino también el espíritu, aislando a las
personas, dejándolas atrapadas en sus propios
pensamientos y miedos.
2. El aislamiento y la soledad: Los personajes viven en
un sanatorio, un espacio cerrado y apartado de la
sociedad, lo que intensifica el sentido de soledad y
desesperanza. La ciudad misma parece ser un reflejo
de la condición interna de sus habitantes, pues se
encuentra en decadencia y envuelta en un aire de
muerte inminente. La separación de la vida
cotidiana, el abandono y la desconexión social son
temas recurrentes.
3. La muerte y la angustia existencial: La obra trata
también de la mortalidad humana. La tuberculosis
actúa como una constante amenaza, y los personajes
sienten que viven una muerte lenta y silenciosa. La
angustia de enfrentar la muerte sin poder hacer nada
resalta la fragilidad de la vida y cómo la enfermedad
altera la percepción del tiempo y la existencia.
4. El paso del tiempo: El tiempo en La Ciudad de los
Tísicos se presenta como una entidad que avanza
sin piedad. Los personajes sienten que su tiempo se
agota, mientras sus cuerpos y espíritus se desgastan
de manera irreversible. La obra juega con la
sensación de que el tiempo es una fuerza externa
que no perdona, marcando el ritmo de la vida de los
enfermos.
5. La crítica social: A través de las vivencias de los
personajes, Valdelomar también ofrece una crítica a
la indiferencia social hacia los enfermos y
marginados. Los protagonistas, al estar enfermos y
confinados, son excluidos de la vida social y
económica, lo que refleja una sociedad indiferente a
su sufrimiento.

3.5 Especie:

Personajes Principales:

1. Abel Rosell:
o Características físicas: Es el personaje principal de la
obra. Su apariencia es delgada, pálida y frágil, lo que
refleja el impacto de la tuberculosis en su cuerpo. Es una
persona que muestra signos evidentes de la enfermedad,
como la fatiga y la debilidad.
o Características psicológicas: Abel es un hombre
introspectivo, con una profunda reflexión sobre su vida
y su enfermedad. Su carácter está marcado por la
melancolía, desesperanza y un fuerte sentido de
aislamiento. La enfermedad lo ha distanciado de la vida,
y su percepción del mundo es sombría y existencial. A
pesar de su sufrimiento físico, también lucha con un
vacío emocional y una angustia existencial frente a su
inevitable destino.

2. La Chica Misteriosa:
o Características físicas: En el capítulo "El perfume", una
chica misteriosa aparece en la tienda. Se la describe
como una joven atractiva y enigmática que captura la
atención de Abel. Su apariencia es fugaz, casi como una
visión, lo que aumenta su misterio.
o Características psicológicas: La chica representa un
símbolo de lo inalcanzable y lo deseado. Ella despierta
en Abel un sentimiento de curiosidad y deseo, pero
también de frustración, ya que, debido a su condición, se
siente incapaz de acercarse o interactuar con ella de
manera significativa. Su figura encarna una sensación de
idealización y evasión, funcionando como un escape del
dolor que enfrenta Abel.

Personajes Secundarios:

3. El Doctor:
o Características físicas: El doctor es una figura seria y
racional. Su apariencia es la de un profesional, con una
postura que denota autoridad y confianza. Es un hombre
que ejerce control sobre el sanatorio, pero su figura es
algo distante.
o Características psicológicas: A pesar de su
conocimiento médico, el doctor carece de empatía. Su
carácter es más funcional que humano, y no muestra
una conexión emocional con los pacientes. Representa la
deshumanización del sistema médico, que se enfoca
más en los aspectos físicos de la enfermedad que en el
bienestar emocional de los enfermos.

4. Los demás pacientes del sanatorio:


o Características físicas: Al igual que Abel, muchos de
los otros pacientes son descritos como demacrados,
delgados, y pálidos debido a la tuberculosis. Cada uno
tiene un aspecto frágil y debilitado por la enfermedad.
o Características psicológicas: Los otros pacientes en el
sanatorio son reflejo de la diversidad de actitudes ante la
enfermedad. Algunos buscan consuelo en la compañía de
los demás, mientras que otros se sumergen en la
desesperación y el aislamiento. Son personajes que se
encuentran atrapados entre la vida y la muerte, y a
menudo experimentan una angustia existencial similar
a la de Abel. En su mayoría, están abandonados
emocionalmente y viven una vida de resignación.

5. La enfermera:
o Características físicas: La enfermera es una figura
amable pero distante, cuya presencia transmite cierta
seguridad y orden en el sanatorio.
o Características psicológicas: Aunque su trabajo es
cuidar a los enfermos, la enfermera se muestra
desapegada emocionalmente de ellos. Se limita a
cumplir con sus responsabilidades de manera eficiente
pero sin ofrecer consuelo o comprensión emocional a los
pacientes, lo que refleja la indiferencia del sistema de
salud frente al sufrimiento humano.

6. La Ciudad (Personaje simbólico):


o Características físicas: Aunque no es un personaje en
sentido tradicional, Valdelomar describe la ciudad como
un lugar ruinoso, decadente y mortal. La ciudad está
en un estado de constante deterioro, con edificios que
reflejan la misma fragilidad que los personajes.
o Características psicológicas: La ciudad refleja el
aislamiento y la decadencia de sus habitantes. Es un
símbolo de la muerte inminente y de la indiferencia de
la sociedad hacia los enfermos. La atmósfera en la ciudad
refuerza los temas de desesperanza y marginalización.

Conclusión:

Los personajes de La Ciudad de los Tísicos son complejos y


reflejan los temas de sufrimiento, enfermedad y
aislamiento que dominan la obra. Abel Rosell, como
protagonista, representa la lucha interna contra la muerte
y el vacío existencial, mientras que los personajes
secundarios, como la chica misteriosa y el doctor, actúan
como símbolos de los deseos no cumplidos y de la
desconexión emocional. La ciudad misma, con su
decadencia y desolación, funciona como un reflejo de las
condiciones físicas y emocionales de los personajes,
creando un ambiente sombrío y pesimista.
3.6 Tiempo
En La Ciudad de los Tísicos, el tiempo juega un papel
fundamental en la atmósfera de la obra, contribuyendo al
tono de decadencia y mortalidad que caracteriza a la
narrativa. Valdelomar maneja el tiempo de manera no
lineal y, en muchos casos, lo utiliza para intensificar la
sensación de desesperanza y enfermedad. A
continuación, se analiza cómo se emplea el tiempo en la
obra:

1. El Tiempo Interior:

El tiempo que se experimenta en la obra no es solo el


cronológico, sino el interior de los personajes,
especialmente el de Abel Rosell. La sensación del paso del
tiempo está marcada por la tuberculosis y la conciencia
de la muerte inminente. Los personajes viven una
experiencia subjetiva del tiempo, donde este parece
alargarse o acelerarse dependiendo de su dolor físico y su
angustia psicológica.

 Para Abel, por ejemplo, los días parecen eternos, y


cada momento se siente como una lucha con el
tiempo limitado que le queda. Este tiempo interior
se convierte en una prisión que refuerza su
aislamiento y su sensación de estar atrapado entre la
vida y la muerte.
 La repetición de las actividades diarias en el
sanatorio, junto con la rutina de tratamiento y los
avances lentos de la enfermedad, crean una sensación
de tiempo monótono, que parece no tener fin, lo que
acentúa el vacío existencial de los personajes.

2. El Tiempo Cronológico:

En cuanto al tiempo cronológico, la obra no se presenta


de forma estricta o lineal. La narración avanza de manera
fragmentada, lo que sugiere que el tiempo para los
personajes no es algo que avanza de manera firme y
organizada, sino que es percibido de manera difusa. A
menudo, los eventos se narran de forma discontinua,
como si los momentos de la vida de los personajes
estuvieran interrumpidos por su enfermedad, creando
una sensación de que el paso del tiempo está detenido.

El sanatorio donde se encuentran los personajes también


tiene un carácter atemporal, donde las estaciones
parecen no tener importancia y el espacio se convierte en
un limbo fuera del mundo exterior. En este sentido, la obra
juega con la idea de que los enfermos, al estar atrapados
en este espacio cerrado, están fuera del alcance del
progreso social o de las dinámicas de la vida cotidiana.

3. El Tiempo de la Muerte:

La muerte es otra dimensión temporal importante en la


obra. Los personajes viven una constante amenaza de la
muerte que les acecha en cada momento. El tiempo se
vuelve una cuenta regresiva hacia el fin inevitable, lo que
crea una atmósfera de urgencia y angustia.

Este sentimiento de temporalidad acotada se refleja


tanto en las emociones de los personajes como en las
descripciones del entorno. Los enfermos saben que cada
respiro podría ser el último, lo que les da una perspectiva
muy diferente sobre el tiempo: uno que se siente tanto
desesperado como pasajero.

4. El Tiempo Externo:

A pesar de que el tiempo se percibe de manera tan


alterada dentro del sanatorio, la obra también señala que,
fuera de ese espacio aislado, el tiempo continúa de manera
objetiva. La ciudad sigue avanzando, la vida en la sociedad
continúa su curso, pero los enfermos dentro del sanatorio
parecen estar ajenos a esa realidad. Este contraste resalta
aún más el tema del aislamiento y el sentido de estar
desconectado del mundo exterior.

3.7 Espacio
En La Ciudad de los Tísicos, el espacio tiene un papel
crucial, ya que no solo actúa como el escenario físico
donde se desarrollan los eventos, sino que también refleja
el estado emocional y psicológico de los personajes. El
sanatorio, donde se desarrolla la mayor parte de la trama,
es un espacio cerrado, aislado y opresivo, que simboliza
la decadencia y el sufrimiento. A través de la descripción
del espacio, Valdelomar logra crear una atmósfera de
aislamiento, mortalidad y desesperanza.

3.8 Argumento
La Ciudad de los Tísicos es una obra que narra la historia de Abel
Rosell, un joven que se encuentra internado en un sanatorio para
tratar la tuberculosis, una enfermedad que consume su cuerpo y su
alma. A lo largo de la obra, Abel lucha no solo contra los efectos
físicos de la enfermedad, sino también contra la sensación de vacío
existencial que le provoca estar atrapado en ese espacio cerrado y
aislado. La novela explora su experiencia de sufrimiento,
desesperanza y la conciencia de la muerte inminente.

Resumen General del Argumento:

Abel llega al sanatorio, un lugar donde los enfermos de tuberculosis


se encuentran recluidos, esperando tratamiento o, en muchos casos,
la muerte. Desde el inicio de la obra, se presenta la atmósfera
sombría y decadente del sanatorio, donde el tiempo parece estar
detenido y los personajes se encuentran atrapados en su sufrimiento.
Abel, consciente de su condición, observa el paso del tiempo y los
cambios que la enfermedad provoca en su cuerpo, pero también se
enfrenta a su lucha interna por encontrar un sentido en medio de la
desesperación.

En el sanatorio, Abel se encuentra con otros personajes que


representan diferentes formas de enfrentar la enfermedad y la
muerte. Uno de los personajes más enigmáticos que aparece es una
joven misteriosa que despierta en él un deseo y una curiosidad
profundos, pero su enfermedad lo separa de cualquier posibilidad de
acercarse a ella. Esta figura femenina se convierte en un símbolo de
lo inalcanzable, de los sueños y deseos que Abel ya no puede
alcanzar debido a su condición.

A lo largo de la obra, Abel también reflexiona sobre la falta de


propósito en su vida. La enfermedad lo ha aislado completamente
de su vida anterior y de la sociedad, y la rutina en el sanatorio se
convierte en una especie de prisión sin salida. La relación de Abel
con los demás pacientes, como el doctor y la enfermera, refleja una
falta de empatía y una desconexión emocional, lo que agudiza su
sentimiento de soledad y desesperanza.
En cuanto al tema de la muerte, Abel se enfrenta a la angustia
constante de saber que está cercano a su final, lo que se convierte
en el motor de su reflexión sobre el sentido de su vida. La ciudad,
aunque cercana, parece estar fuera de su alcance, como si los
enfermos estuvieran condenados a vivir en un espacio de suspenso,
entre la vida y la muerte, donde el tiempo se diluye y las
posibilidades de escape se desvanecen.

En conclusión, La Ciudad de los Tísicos es una obra que profundiza


en los temas de la mortalidad, el aislamiento y la búsqueda de
sentido frente a la inevitabilidad de la muerte. A través de los ojos
de Abel, el lector experimenta la agonía de vivir atrapado en una
enfermedad terminal, mientras la ciudad y la vida en el exterior
siguen su curso ajenas al sufrimiento de los que están internados. La
novela se caracteriza por su tensión existencial y la angustia de
sus personajes, quienes enfrentan su destino con resignación y
desesperanza.

3.9 Valores
En La Ciudad de los Tísicos, se pueden identificar varios valores que se
reflejan a través de las experiencias y las actitudes de los personajes. A lo
largo de la obra, los temas de la enfermedad, la muerte y el aislamiento son
abordados de manera profunda, mostrando cómo estos valores influyen en
las vidas de los personajes. Aquí te dejo cinco de los valores más
importantes que se presentan en la obra:

1. Solidaridad:

Aunque la mayoría de los personajes viven atrapados en su sufrimiento, un


valor que se destaca es la solidaridad que se da entre los pacientes del
sanatorio. A pesar de la dureza de la situación, algunos personajes muestran
apoyo y comprensión hacia otros que atraviesan por experiencias similares.
La solidaridad se expresa en gestos pequeños, como compartir historias o
simplemente estar al lado de alguien que está atravesando un momento
difícil. Este valor refleja cómo, en situaciones extremas como la
enfermedad, los seres humanos pueden unirse y apoyarse mutuamente.

2. Esperanza:

A pesar de las circunstancias dolorosas que viven los personajes, la


esperanza sigue siendo un tema clave en la obra. Los personajes, como
Abel, en algún momento siguen aferrándose a la idea de que algo puede
cambiar o mejorar, incluso si la muerte está siempre presente como una
sombra. Aunque la obra tiene una atmósfera de desesperanza, la esperanza
no desaparece completamente, y esto se ve en las acciones de los
personajes que tratan de encontrar consuelo o alguna razón para seguir
luchando. Es un valor que, aunque tenue, da algo de luz en medio de la
oscuridad.

3. Desesperación:

La desesperación es otro valor que aparece a lo largo de la obra,


principalmente en la forma en que los personajes enfrentan su enfermedad.
La lucha contra la tuberculosis es larga y llena de sufrimiento, lo que lleva
a los pacientes a sentir que no hay salida. Este valor refleja el estado mental
y emocional de los enfermos, que se sienten atrapados tanto física como
psicológicamente. Aunque es un valor negativo, es parte integral de la
narrativa, ya que muestra la lucha interna de los personajes contra su propia
fatalidad.

4. Aceptación de la muerte:

La obra también transmite el valor de la aceptación de la muerte. Los


personajes, a pesar de la juventud o la vida que les queda por vivir, saben
que la muerte está cerca. Esta aceptación no siempre es fácil, pero es un
proceso inevitable. A lo largo de la obra, se ve cómo los personajes deben
enfrentar la realidad de su enfermedad y llegar a un entendimiento de que
la muerte es algo que no pueden evitar. A través de este valor, Valdelomar
nos invita a reflexionar sobre nuestra propia relación con la muerte.

5. Soledad:

La soledad es uno de los valores más significativos que se exploran en la


obra. Los personajes, especialmente Abel, pasan gran parte de la novela
sintiéndose desconectados de los demás, ya sea por su enfermedad o por el
hecho de estar aislados en el sanatorio. Esta soledad no es solo física, sino
también emocional, ya que muchos de los personajes sienten que nadie los
entiende realmente. El valor de la soledad se presenta como una realidad
dolorosa, pero también como un momento de introspección en el que los
personajes tienen que confrontar sus pensamientos y emociones más
profundos.

Estos valores son esenciales para entender los conflictos internos de los
personajes y las temáticas de la obra. La solidaridad y la esperanza
contrastan con la desesperación y la soledad, mientras que la aceptación
de la muerte se convierte en un tema central que influye en las decisiones
y el comportamiento de los personajes.
IV Apreciación critica.
4.1 Importancia de la obra:

4.1 Importancia de la obra:

La Ciudad de los Tísicos de Abraham Valdelomar es una


obra fundamental dentro de la literatura peruana, ya que
ofrece una profunda reflexión sobre la vida, la muerte y la
condición humana en medio de la enfermedad. Publicada
en 1919, la novela marca un hito dentro de la narrativa
peruana y latinoamericana, no solo por su tratamiento de
temas existenciales y su exploración de la tuberculosis
como enfermedad social, sino también por su estilo
literario y su enfoque en la realidad de los marginados de
la sociedad.

Reflexión sobre la enfermedad y la muerte:

Una de las características más importantes de la obra es su


capacidad para reflejar las consecuencias emocionales y
sociales de vivir con una enfermedad terminal, como la
tuberculosis. A través del personaje de Abel Rosell,
Valdelomar nos permite explorar el sufrimiento, el
aislamiento y la lucha interna de una persona que se
enfrenta a la mortalidad. La enfermedad, en la obra, no
solo es física, sino también psicológica y existencial, lo
que permite una reflexión sobre el destino humano y las
decisiones que toman los personajes frente a la muerte
inminente. De esta manera, la obra tiene una profunda
carga filosófica que trasciende el contexto histórico en el
que fue escrita.

Aislamiento social y crítico de la sociedad:

Valdelomar presenta a los personajes del sanatorio como


seres aislados, no solo en el sentido físico, sino también en
un sentido social y emocional. La sociedad exterior
parece indiferente a su sufrimiento, y el sanatorio se
convierte en un microcosmos de un mundo que olvida a los
enfermos y marginados. Este aislamiento social es un
tema recurrente en la obra, y Valdelomar lo utiliza para
criticar la falta de empatía y atención hacia los más
vulnerables. En este sentido, La Ciudad de los Tísicos se
convierte en una crítica social a las estructuras de poder
y a la manera en que la sociedad trata a las personas que
padecen enfermedades terminales.

Estilo narrativo y aporte a la literatura peruana:

En cuanto al estilo literario, la obra es notable por su


capacidad para transmitir la angustia existencial de sus
personajes mediante una prosa llena de sensaciones y
reflexiones. Valdelomar logra utilizar el lenguaje de
manera que no solo describe la realidad externa del
sanatorio y sus personajes, sino también las emociones
internas de los mismos. A través de descripciones
detalladas, el autor crea una atmósfera opresiva y
melancólica que refleja la desesperación de los
personajes y el vacío que sienten ante la vida y la muerte.
Este enfoque narrativo, introspectivo y emocional, fue un
avance dentro de la literatura peruana y latinoamericana
de la época.

Relevancia histórica y social:

Es importante resaltar que la obra se desarrolla en un


contexto de inicios del siglo XX, cuando la tuberculosis
era una de las principales causas de muerte en Perú y en
muchas partes del mundo. La obra, por lo tanto, se sitúa
dentro de una época de crisis sanitaria y de un creciente
interés en el estudio de las enfermedades sociales.
Valdelomar, al abordar este tema, no solo da voz a los
enfermos de tuberculosis, sino que también coloca el foco
en un tema muy relevante para la sociedad de la época: la
salud pública y la manera en que la enfermedad afecta la
vida de las personas y sus relaciones sociales. En este
sentido, La Ciudad de los Tísicos tiene una relevancia
histórica, ya que pone en evidencia una de las mayores
tragedias sanitarias de su tiempo.

Conclusión:

En resumen, La Ciudad de los Tísicos es una obra crucial


en la literatura peruana y latinoamericana debido a su
capacidad para abordar temas universales como la
muerte, el sufrimiento y la condición humana. La obra
no solo es un retrato de una enfermedad que afecta a los
personajes, sino también una crítica a la indiferencia social
y un llamado de atención sobre la soledad y el
aislamiento de los enfermos en la sociedad. Además, su
estilo narrativo único y su contribución al desarrollo de la
narrativa moderna en Perú hacen que esta obra siga siendo
relevante para estudios literarios y reflexiones filosóficas
contemporáneas.

4.2 Personajes Valiosos

En La Ciudad de los Tísicos, los personajes son clave para


comprender la trama y los temas centrales de la obra.
Cada uno de ellos refleja diferentes actitudes frente a la
enfermedad, la muerte y la existencia. A continuación,
se destacan algunos de los personajes más valiosos de la
obra, no solo por su importancia en la narración, sino
también por lo que representan en el contexto emocional,
social y filosófico de la historia.

1. Abel Rosell: El protagonista


Abel es el personaje principal de la obra y, por lo tanto, el
más valioso en términos de desarrollo y simbolismo. A lo
largo de la novela, Abel es el reflejo de la angustia
existencial y el sufrimiento físico que experimentan los
enfermos de tuberculosis. Su evolución como personaje no
se centra tanto en una transformación externa, sino en la
lucha interna que sostiene contra la fatalidad de su
enfermedad.

 Simbolismo: Abel representa a aquellos que se


enfrentan a la muerte de una manera profunda y
filosófica. En su soledad y aislamiento dentro del
sanatorio, se ve obligado a reflexionar sobre el
sentido de su vida y la inevitabilidad de la muerte.
Este personaje, lleno de contradicciones, se enfrenta
a la descomposición de su cuerpo mientras busca
alguna razón para continuar. La lucha de Abel se
convierte en un reflejo de la lucha humana universal
contra la mortalidad y la tristeza existencial.
 Valor: Abel es valioso porque, a través de su
perspectiva, el lector puede reflexionar sobre la
condición humana y la forma en que las personas
enfrentan su destino cuando se encuentran atrapados
por el sufrimiento y la enfermedad.

2. La joven misteriosa: Un símbolo de deseo y


desesperanza

La joven que aparece brevemente en la obra representa un


deseo no cumplido, una ilusión que Abel no puede
alcanzar debido a su estado de salud. Ella simboliza la
belleza y la juventud que el protagonista ya no puede
disfrutar, pero también el deseo y la esperanza que nunca
se concretan. Su aparición en la tienda de perfumes y su
breve encuentro con Abel destacan cómo las personas,
incluso en las situaciones más desesperantes, siguen
buscando algo que les dé sentido, aunque en muchos casos
es inalcanzable.

 Simbolismo: Esta joven puede ser vista como una


representación de la vida fuera del sanatorio, la belleza y el
deseo que se mantienen vivos, aunque solo como un sueño
lejano. Su valor en la obra es doble: por un lado, refleja el
deseo humano por lo que ya no se puede tener, y por otro lado,
demuestra que incluso en la enfermedad, los personajes siguen
teniendo anhelos que los mantienen vivos, aunque estos sean
imposibles de alcanzar.

3. El Doctor: Representación de la racionalidad y la


ciencia

El doctor que atiende a los pacientes en el sanatorio tiene


una presencia menos destacada, pero es un personaje que
juega un papel fundamental dentro de la obra. Él es la
figura de la racionalidad y la ciencia, que, aunque ofrece
una solución médica a la enfermedad, no logra resolver el
sufrimiento humano emocional ni la angustia existencial
de los pacientes. La interacción de Abel con el doctor
resalta la distancia entre la medicina como una ciencia
objetiva y la realidad subjetiva y emocional de los
pacientes, que no solo necesitan tratamiento físico, sino
también una comprensión emocional y humana.

 Valor: Aunque el doctor es necesario para la salud física de


los enfermos, representa la limitación de la ciencia ante
problemas más profundos. Su figura es valiosa porque ilustra
la deshumanización del tratamiento médico en situaciones
extremas y cómo, a veces, la cura no es suficiente para sanar
el alma o el espíritu.

4. Los pacientes del sanatorio: Reflejo de la lucha


humana

Aunque no son personajes que se desarrollan


profundamente en la obra, los pacientes del sanatorio
juegan un papel importante en reflejar la diversidad de
respuestas humanas ante la enfermedad. Cada uno de
ellos tiene su propia forma de enfrentar la tuberculosis,
ya sea con resignación, rabia o aceptación. Algunos se
resignan a su destino, otros se aferran a la esperanza de
una cura, mientras que algunos parecen haber perdido
toda voluntad de luchar. Estos pacientes, aunque
secundarios, son valiosos porque representan las
diferentes formas de lidiar con el sufrimiento y con el
miedo a la muerte.

 Valor: Los pacientes secundan la trama y la temática de la


obra, ya que ilustran cómo las diferentes personalidades se
enfrentan a la misma tragedia de manera distinta. Cada uno
aporta una perspectiva única

4.3 Mensaje
La Ciudad de los Tísicos tiene un mensaje muy profundo que toca
temas como la vida, la muerte, el sufrimiento y la búsqueda de
sentido. A través de los personajes y sus experiencias, Abraham
Valdelomar nos invita a reflexionar sobre nuestra propia existencia y
cómo enfrentamos los momentos difíciles, especialmente cuando nos
sentimos aislados o cuando enfrentamos lo inevitable: la muerte.

1. La fragilidad de la vida humana:

Uno de los mensajes más importantes de la obra es la fragilidad de


la vida humana. Los personajes, especialmente Abel Rosell, están
constantemente enfrentando la idea de la muerte por la
tuberculosis. Este sufrimiento físico y emocional resalta que, sin
importar lo que hagamos, todos somos vulnerables, y la muerte está
siempre presente. La obra nos recuerda que la vida es inesperada y
puede terminar en cualquier momento, lo que nos lleva a
preguntarnos sobre lo que realmente importa mientras estamos
vivos.

 Lección: A través de la enfermedad y el sufrimiento de los


personajes, Valdelomar nos hace pensar sobre la importancia de
aprovechar el tiempo que tenemos y cómo enfrentamos lo
efímero de la vida.

2. El sufrimiento y la búsqueda de sentido:

El sufrimiento de los personajes no es solo físico, sino también


emocional y existencial. Abel, al estar en el sanatorio, se enfrenta
a su enfermedad, pero también a una lucha interna sobre el sentido
de su vida. A pesar de estar rodeado de personas enfermas, su
angustia viene de no saber si su vida tiene algún propósito. La obra
pone en evidencia cómo las personas, frente al dolor y la muerte,
intentan encontrar un significado en sus vidas.

 Lección: La obra nos invita a pensar en cómo buscamos propósito


en nuestras vidas, especialmente en momentos de crisis. El
sufrimiento no es solo algo que pasa, sino una oportunidad para
cuestionarnos y tratar de entender nuestro lugar en el mundo.

3. El aislamiento social y la indiferencia de la sociedad:

Una de las críticas más fuertes de Valdelomar es la indiferencia de


la sociedad hacia aquellos que sufren. Los personajes en el sanatorio
viven en una especie de aislamiento no solo físico, sino emocional,
porque la sociedad en general los ve como personas que no tienen
futuro. Abel y los demás enfermos son olvidados por los que están
afuera, que continúan con sus vidas sin prestar atención al dolor
ajeno. Este aislamiento también refleja cómo muchas veces la
sociedad es insensible a las necesidades de los más vulnerables.

 Lección: Este mensaje nos invita a reflexionar sobre nuestra


capacidad de ser más empáticos con los que sufren, a no ser
indiferentes ante el dolor de los demás y a reconocer que todos
somos parte de una misma sociedad que debe apoyarse
mutuamente, especialmente en tiempos de crisis.

4. La esperanza frente a la desesperación:

A pesar de todo el sufrimiento y la cercanía de la muerte, en la obra


hay momentos donde los personajes se aferran a la esperanza.
Incluso cuando las posibilidades de sobrevivir son mínimas, la
esperanza es lo que mantiene a los personajes vivos, aunque sea por
un momento. Abel, a pesar de ser consciente de que su tiempo está
por acabarse, se aferra a pequeñas ilusiones y deseos, como el
recuerdo de la joven misteriosa.

 Lección: La esperanza, aunque no siempre tenga bases reales, juega


un papel importante en la vida de las personas. Aunque la
desesperación nos rodee, siempre hay algo que nos impulsa a
seguir adelante, aunque sea por un pequeño destello de luz en
medio de la oscuridad.

5. La inevitabilidad de la muerte:

Uno de los mensajes más claros de La Ciudad de los Tísicos es la


inevitabilidad de la muerte. La enfermedad y el sanatorio son un
recordatorio constante de que, sin importar lo que hagamos, la
muerte llegará. Sin embargo, en lugar de ser solo un tema triste, la
obra también muestra cómo los personajes, aunque saben que la
muerte es inminente, viven sus últimos días con una mezcla de
resignación y lucha. Esta aceptación de la muerte forma parte de lo
que significa ser humano.

 Lección: La obra nos recuerda que la muerte es parte de la vida,


y la clave no está en evitarla, sino en aprovechar al máximo el
tiempo que tenemos. La muerte no debe ser un miedo que nos
paralice, sino algo que nos haga valorar lo que tenemos en el
presente.
4.4 Ilustración
La ilustración de La Ciudad de los Tísicos juega un papel
clave en la comprensión de la obra, ya que ayuda a
transmitir visualmente los temas y las emociones que
Valdelomar trata a lo largo de la novela. Si bien la obra es
principalmente literaria, las ilustraciones (si están
presentes en ediciones ilustradas) tienen un impacto
significativo al reflejar la atmósfera sombría, melancólica y
aislada del sanatorio, lugar central de la historia. Estas
imágenes refuerzan los temas del sufrimiento físico, la
soledad, la muerte y la desesperanza que atraviesan los
personajes.

1. El entorno sombrío y desolado:

En muchas ilustraciones relacionadas con la obra, el


sanatorio se presenta de manera fría y desolada, reflejando
el ambiente de enfermedad y aislamiento. Las imágenes
del paisaje montañoso, las habitaciones oscuras y la
atmosfera opresiva contribuyen a transmitir el sentido de
reclusión que sienten los personajes. Este espacio físico
se convierte en un reflejo del estado emocional de los
personajes, especialmente de Abel, que se encuentra
atrapado en un lugar donde las posibilidades de escape son
mínimas.

2. La figura de Abel Rosell:


La ilustración de Abel, como el protagonista,
probablemente aparecería con un aire de melancolía y
reflexión. Su figura podría verse aislada, sentado o en pie,
mirando hacia el vacío o hacia un objeto lejano, como un
símbolo de su desconexión con el mundo exterior y de su
lucha interna. Tal representación visual ayudaría a resaltar
su soledad y su desesperanza ante la enfermedad que
consume su cuerpo y alma.

3. El contraste entre la juventud y la muerte:

Otro tema que podría ser ilustrado es el contraste entre la


juventud (como la figura de la joven misteriosa) y la
muerte (representada por los enfermos). La juventud
podría ser mostrada como una figura brillante, pero
siempre al margen de los enfermos, en un espacio de
contraste visual con los personajes que luchan por
sobrevivir. Esta separación podría enfatizar el vacío y el
anhelo que Abel siente por lo que ya no puede alcanzar.

4. Las interacciones de los pacientes:

Las interacciones entre los pacientes del sanatorio también


son representadas de manera poderosa en ilustraciones,
mostrando sus diferentes formas de lidiar con la
muerte. Algunos podrían ser representados en
conversaciones sombrías, mientras que otros se muestran
más distantes, atrapados en su propio mundo interior.
Estas imágenes visualizan la lucha de cada uno de los
personajes con la desesperación y la aceptación de su
destino.

5. El simbolismo del perfume:

Si consideramos las ilustraciones que acompañan al


capítulo "El perfume", podría haber una representación de
la tienda de perfumes, un espacio donde el sentido de
deseo y ausencia se encuentra de manera simbólica. El
perfume, asociado a la joven misteriosa, podría ser
ilustrado como una fragancia que escapa de las manos de
Abel, mientras él se queda atrapado en la fatalidad de su
enfermedad, simbolizando el deseo inalcanzable.
V. Datos bibliográficos
5.1 Números de páginas

El número de páginas de La Ciudad de los Tísicos puede variar


dependiendo de la edición del libro. La obra, originalmente publicada
en 1919, ha tenido múltiples reimpresiones y ediciones a lo largo de
los años, y cada una puede tener una cantidad de páginas diferente
debido al tamaño de la letra, el formato del libro y la inclusión de
notas o prólogos.

Por lo general, las ediciones de bolsillo o las ediciones estándar de


La Ciudad de los Tísicos suelen tener alrededor de 150 a 200
páginas. Sin embargo, esto puede cambiar en ediciones con
introducciones o comentarios adicionales, lo que puede hacer que el
número de páginas aumente.
5.2 Editorial
La editorial de La Ciudad de los Tísicos puede variar
dependiendo de la edición específica del libro que se
consulte. La obra fue publicada originalmente en 1919 por
Editorial Minerva, una de las editoriales más importantes
en la época en que Abraham Valdelomar comenzó a ganar
notoriedad literaria.

Sin embargo, a lo largo de los años, La Ciudad de los


Tísicos ha sido reeditada por diversas editoriales. Algunas
de las editoriales más conocidas que han publicado
ediciones contemporáneas de la obra son:

 Editorial Losada
 Editorial Planeta
 Editorial Biblioteca Breve
 Editorial Seix Barral

Cada una de estas editoriales puede tener diferentes


ediciones del libro, con variaciones en el formato, el
prólogo, las notas, y otros aspectos adicionales. Si tienes
una edición específica en tus manos, lo mejor es verificar
en las primeras páginas del libro para encontrar el nombre
de la editorial correspondiente.

5.3 Fecha de publicación:


La fecha de publicación original de "La ciudad de los tísicos" de
Abraham Valdelomar es 1919. Esta obra fue lanzada en ese año,
consolidándose como una de las más importantes de la literatura
peruana del siglo XX.
Introducción
La Ciudad de los Tísicos, escrita por el peruano Abraham
Valdelomar, es una de las obras más significativas del
indigenismo y una de las más destacadas dentro de la
literatura peruana moderna. Publicada en 1919, esta
novela corta ofrece una visión cruda y sombría de la vida
en un sanatorio para enfermos de tuberculosis, un espacio
en el que se entrelazan las emociones humanas, el
sufrimiento y la inevitable cercanía de la muerte.
La obra se sitúa en un contexto histórico y social en el que
la tuberculosis era una enfermedad devastadora que
afectaba a muchas personas, especialmente en las clases
más vulnerables. En este ambiente, Valdelomar crea un
relato profundamente introspectivo que explora temas
como el aislamiento social, la desesperación y la
fragilidad de la vida humana, mientras que también nos
invita a reflexionar sobre la mortalidad y las relaciones
humanas en circunstancias extremas.

La historia se centra en Abel Rosell, el protagonista, un


joven enfermo de tuberculosis que, junto a otros pacientes,
lucha contra la muerte en el sanatorio. A lo largo de la
obra, el personaje de Abel se enfrenta a sus propias
contradicciones internas, mientras observa la realidad de
los enfermos y reflexiona sobre su existencia. El relato se
caracteriza por su atmósfera melancólica y, en muchos
casos, por la sensación de fatalidad que acompaña a los
personajes en su lucha contra la enfermedad.

A través de un estilo narrativo lleno de simbolismos y una


prosa detallada, Valdelomar transmite no solo los horrores
de la enfermedad, sino también una profunda reflexión
sobre la vida, el sufrimiento y la búsqueda de sentido en
medio de la tragedia. Con esta obra, Valdelomar no solo
expone la cruda realidad de una época, sino que también
invita al lector a meditar sobre temas universales como la
muerte y la esperanza, cuestiones que siguen siendo
relevantes hoy en día.

En este análisis, se explorarán tanto los aspectos formales


como los contenidos de la obra, desglosando su estructura,
los personajes, los temas tratados y el mensaje profundo
que Abraham Valdelomar dejó para futuras generaciones
de lectores.

Índice
I. Datos biográficos
……………………………………………………………………………… 1
1.1. Titulo
…………………………………………………………………………………………….
2
1.2. Autor
…………………………………………………………………………………………….
3
1.3. Biografía
………………………………………………………………………………………. 4
1.4. Producción Literaria
……………………………………………………………………… 5
1. 5. Movimientos Literarios
…………………………………………………………………. 6
1.6. Contexto Histórico
………………………………………………………………………… 7
II. Análisis de la forma
………………………………………………………………………… 8
2.1 Estructura de la Obra
……………………………………………………………………… 9
2.3. Forma de expresión
………………………………………………………………………. 10
2.4 Vocabulario
…………………………………………………………………………………… 11
III. Análisis del contenido
……………………………………………………………………. 12
3.1. Genero Literario
……………………………………………………………………………. 13
3.2. Especie Literario
……………………………………………………………………………. 14
3.4. Tema
…………………………………………………………………………………………….
15
3.5. Espacio
………………………………………………………………………………………….
16
3.6. Tiempo
………………………………………………………………………………………….
17
3.7. Espacio
………………………………………………………………………………………….
18
3.8. Argumento
……………………………………………………………………………………. 19
3.9. Valores
………………………………………………………………………………………….
20
IV. Apreciación Critica
…………………………………………………………………………. 21
4.1. Importancia de la Obra
…………………………………………………………………… 22
4.2. Personajes valiosos
…………………………………………………………………………. 23
4.3. Mensaje
………………………………………………………………………………………….
24
4.4. Ilustración
……………………………………………………………………………………… 25
V. Datos Bibliográficos
…………………………………………………………………………… 26
5.1. Números de paginas
…………………………………………………………………………. 27
5.2. Eliterial
……………………………………………………………………………………………
28
5.3. Fecha de publicación
………………………………………………………………………… 29

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