Las Cuentas Por Cobrar
Las Cuentas Por Cobrar
Las Cuentas Por Cobrar
venta de bienes o servicios a crédito. Estas cuentas representan un activo para la empresa, ya que
son dinero que espera recibir en el futuro. Sin embargo, también implican un riesgo de impago o
morosidad, por lo que es importante gestionarlas adecuadamente.
Las cuentas por cobrar se pueden clasificar según el plazo en que se espera cobrarlas:
A corto plazo: son aquellas que se deben cobrar en un periodo menor a un año. Se
presentan en el balance general como activos corrientes.
A largo plazo: son aquellas que se deben cobrar en un periodo mayor a un año. Se
presentan en el balance general como activos no corrientes.
Comerciales: aquellas que comprenden los derechos que posee una empresa sobre sus
clientes o relacionados con el ámbito mercantil.
Personales: aquellas que comprenden los derechos que posee una persona física sobre
individuos o empresas.
Los derechos son cobrados durante el plazo acordado, ya sea a corto o largo plazo.
Antes de hacer el préstamo se debe evaluar el historial crediticio y financiero del cliente.
Asimismo, se solicitan referencias para efectuar las cuentas.
Deben establecerse ciertos términos de pagos de interés y beneficios por pago puntual.
Se pueden emplear varios métodos de pago durante el proceso.
La rotación de las cuentas por cobrar es un indicador que mide la eficiencia con la que una
empresa cobra sus créditos. Se calcula dividiendo las ventas netas entre el saldo promedio se las
cuentas por cobrar. El resultado indica el número de veces que la empresa cobra sus cuentas en
un periodo determinado. Un valor alto implica una mayor liquidez y una menor exposición al
riesgo de impago.
La administración de las cuentas por cobrar consiste en establecer políticas y procedimientos para
otorgar crédito a los clientes, fijar los plazos y condiciones de pago, realizar el seguimiento y el
control de los cobros, y gestionar las posibles incidencias o reclamaciones. El objetivo es optimizar
el flujo de efectivo y minimizar las perdidas por incobrabilidad.
Las cuentas a cobrar deben ser registradas en los libros contables de la empresa. Las mismas se
ingresan en el activo de la empresa, ya que, aunque sea a cobrar, la compañía posee la certeza del
pago de esa cuenta a cobrar.
Se debe realizar un ingreso contable en el haber a partir de la cuenta de ventas por mercaderías o
servicio según el caso. Al mismo tiempo debe apuntarse en él debe de la cuenta de clientes.
Cuando se cumpla el plazo y se realice el cobro, debe asentarse otro asiento. El mismo cancela la
cuenta de clientes contra las otras cuentas clientes y sus efectos comerciales.
Las cuentas por cobrar son muy importantes para cualquier empresa, ya que estas implican uno de
los más importantes activos circulantes y representan los ingresos futuros que se obtienen por la
venta de un producto o servicios. Estas cuentas permiten financiar las operaciones de la empresa,
mejorar su liquidez y aumentar si rentabilidad.
Los documentos contables son aquellos que sirven para registrar y restablecer las operaciones
económicas que realiza una empresa, como ventas, compras, pagos, cobros, entre otros. Estos
documentos contienen información relevante sobre las transacciones, como los montos, las
fechas, los conceptos, los impuestos, las partes involucradas, entre otros. Los documentos
contables son fundamentales para llevar una contabilidad ordenada y trasparente, cumplir con las
obligaciones fiscales y generar informes financieros confiables.
Existen diferentes tipos de documentos contables según su origen, su plazo y su función. Algunos
de las comunes son:
Facturas: son documentos que se emiten al vender o comprar bienes y servicios a crédito.
Las facturas deben incluir los datos del emisor, del receptor, de los bienes o servicios, del
precio, de los impuestos y de las condiciones de pago.
Recibos: son documentos que se emiten al recibir i entregar dinero en efectivo o por otros
medios. Los recibos deben incluir los datos del emisor, del receptor, del monto, del
concepto y se la fecha.
Comprobantes: son documentos que se emiten al realizar pagos o devoluciones por
diversos medios. Los comprobantes pueden ser cheques, transferencias bancarias,
voucher de tarjetas créditos, notas de débitos o crédito, entre otros.
Estados de cuentas: son documentos emitidos por el banco u otras entidades financieras y
que muestran los movimientos y saldos de las cuentas de la empresa. Los estados de
cuentas son útiles para conciliar los registros contables con los bancarios y detectar
posibles errores o diferencias.
Presupuestos: son documentos que se emiten para estimar los ingresos y gastos de un
proyecto o actividad futura. Los presupuestos deben incluir los datos del emisor, del
receptor, del proyecto o actividad, de los recursos necesarios, de los costos y beneficios
esperados y de la vigencia.