Las Formas de Enseñar en El Jardin de Infantes 2020

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LAS FORMAS DE ENSEÑAR EN EL NIVEL INICIAL.

Enseñar en el Nivel Inicial, supone conducir y acompañar desde una intencionalidad pedagógica
contextualizada, los procesos de construcción de significados y saberes que se abren en cada acto
pedagógico, desarrollando como continuos de aprendizaje: aprender a jugar y jugar para aprender
y alfabetizarse para aprender.

En este sentido, al momento de anticipar el plano de la enseñanza, en tanto potencien


experiencias significativas para los niños en los ámbitos que se prescriben como irrenunciables, se
consideran como formatos válidos las siguientes estructuras didácticas:

La unidad didáctica como estructura que permite abordar desde distintos campos de
conocimiento la complejidad de un entramado social y natural, tomando como objeto a conocer
un recorte de la realidad. Este recorte de la realidad puede considerar anclajes físicos, delimitados
desde entornos próximos (que no necesariamente refieren al criterio de proximidad geográfica)
así como también no demandar anclajes físicos o geográficos. Definida prioritariamente por los
procesos de indagación que se deben potenciar, utilizando diversas fuentes de información, la
unidad didáctica interpela a respetar y potenciar los procesos que los niños van realizando en las
instancias de relevamiento de los datos -según la experiencias de indagación que se propongan-
en la sistematización de la información, y en la comunicación de los saberes que se construyen.

El proyecto como estructura didáctica que prevé un recorrido para la consecución de un producto
tomando también contenidos de distintas áreas. Supone un ordenamiento temporal de
actividades organizadas para arribar a una producción ya anticipada y consensuada con los niños.
El trayecto de enseñanza se anticipa pero también se flexibiliza en torno a las propuestas que van
surgiendo desde el grupo de niños. Los proyectos pueden ser pensados desde: - una situación
problemática que se pretende resolver. - la consideración de los saberes curriculares que
necesitan ponerse en juego para arribar a un producto. El docente tendrá un conocimiento
experto en la situación que propone, en tanto será el que guía y facilita los andamiajes necesarios.
Las secuencias didácticas, entendidas como la organización de propuestas de actividades
articuladas y secuenciadas con coherencia interna y entre sí, pensadas para favorecer los
aprendizajes de los niños en contextos reales y significativos en torno a la determinación de
algunos contenidos; enriqueciendo los ámbitos de experiencia en los que se contextualiza.

La centralidad del juego

“Al jugar, el niño aprende y desarrolla su pensamiento, su imaginación, su creatividad. El Juego le


provee un contexto dentro del cual puede ensayar formas de responder a las preguntas con las
que se enfrenta, y también construir conocimientos nuevos. El juego lo ayuda a reelaborar sus
experiencias y es un importante factor de equilibrio y dominio de sí. Al mismo tiempo, el juego le
permite comunicarse y cooperar con otros y ampliar el conocimiento que tiene del mundo social”
(Sarlé, P., 2008).
El juego, en el Jardín de Infantes, es nombrado por Patricia Sarlé (2006) como la “textura” que
entrama la cotidianeidad de los espacios, tanto en la materialidad (presencia de objetos,
mobiliarios, recursos sonoros) como en la cultura simbólica que se percibe e introduce a una
manera identitaria de ser y estar, con la heterogeneidad de estilos y características que asume
cada realidad. Si bien se reconocen los distintos posicionamientos teóricos en la relación: juego y
enseñanza, se sostiene como decisiva la intervención docente para enriquecer los espacios, los
materiales, los motivos.

La multitarea con ofertas diversas y simultáneas y el trabajo en pequeños grupos como


modalidad organizativa privilegiada para los niños La multitarea como forma privilegiada de
organizar la enseñanza centralizada en los ámbitos de experiencias, supone un trabajo continuo,
sistemático y sostenido durante todo el Segundo Ciclo del Nivel Inicial, en pos de un desarrollo
progresivo de la autonomía en torno a la capacidad de aprender a aprender y la autogestión de los
aprendizajes, sosteniendo un enfoque que potencia la emergencia y el reconocimiento de la
diversidad y rompe con modelos de enseñanza organizados para el grupo total en base a criterios
homogeneizantes. En este sentido, es deseable que la multitarea sea considerada como una
modalidad de organización de la enseñanza recurrente y no esporádica. Promover la multitarea
como modalidad de organización sistemática y sostenida de la enseñanza para todo el Jardín de
Infantes, permitiendo la circulación de los niños por las distintas propuestas que se ofrezcan en las
salas, favoreciendo el intercambio entre los niños de las distintas salas y sus docentes, habitando
con un sentido didáctico anticipado los distintos espacios institucionales, y favoreciendo la
autonomía de los niños dentro de la institución.

Las experiencias directas con las fuentes de información que se prevén en torno a las situaciones
didácticas en contextos de los ámbitos de experiencias, suponen poner en contacto a los niños con
los objetos, eventos, hechos, situaciones, producciones de conocimientos sistematizados en
textos/videos/otros, en torno a la resolución de problemas. No se trata que el docente “cuente o
muestre” aquello que se enfoca como objeto de conocimiento, sino que se pretende generar
experiencias en las que se recoja información de “primera mano”, poniendo al niño como
protagonista activo en la construcción de aprendizajes. En este sentido, habrá que considerar lo
siguiente: “(…) el solo contacto directo con la realidad no constituye aprendizaje o al menos no
garantiza que se aprenda aquello que el maestro pretende enseñar” (Siede, I; 1998). Por lo tanto,
las intervenciones del docente para acompañar y guiar la propuesta son decisivas, para favorecer
la resolución de los problemas y las instancias de indagación que se han previsto.

La enseñanza centrada en construcción de escenarios.

Un escenario en el espacio educativo, pone en interrelación los mobiliarios, los objetos, las
propuestas, el ambiente sonoro, en torno a una intencionalidad didáctica y exige una anticipación
en la que se prevean posibles recorridos a realizar, para ampliar los repertorios culturales
personales y sociales. Construir un escenario institucional, demanda pensar en un “nosotros” que
interrelaciona no sólo conceptos, sino ideas, y sensibilidades compartidas, en el cual, las paredes
de las salas, y de la institución en su totalidad, pueden ser leídas desde las huellas que se van
produciendo en la cotidianeidad de los trabajos didácticos, así como también desde las
intervenciones que se realizan para dotarlas de significados. La disponibilidad de materiales, su
selección, estética y funcionalidad, condensan significancias en relación a las infancias que se
piensan, la perspectiva de género, el sostenimiento de la industrialización o de la artesanía, entre
otras múltiples lecturas que se pueden realizar. De aquí que, no es menor la decisión institucional,
en relación a los objetos y materiales que se mediará en las propuestas de enseñanza, en tanto
abren un universo de significación en los niños. Pensar y organizar ambientes 16 alfabetizadores
como condición que posibilita los aprendizajes, invita a decidir escenarios que permitan la
exploración, la manipulación, el descubrimiento de relaciones entre objetos y funciones de los
mismos, la simbolización, etc., en situaciones de interacción con pares y adultos, en espacios
dinámicos e intervenidos que inviten a romper los límites de lo conocido.

Documento 4, Las formas de enseñar en el Jardín de Infantes. Disponible en:


http://abc.gob.ar/inicial/sites/default/files/documento_2_0.pdf

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