1.4. Relaciones Semánticas Entre Palabras

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2ºBachillerato

Jesús Bajo Delgado

TEMA 1. LAS PALABRAS: ORIGEN, FORMACIÓN Y SIGNIFICADO.

1.4. RELACIONES SEMÁNTICAS ENTRE PALABRAS

Definimos la Semántica como la disciplina que se ocupa del significado de los


elementos lingüísticos, como la palabra.

Saussure define el significado como aquella de las dos caras del signo lingüístico que
tiene la «capacidad de representar un concepto que está en la mente del hablante», por
lo que se distingue de otros conceptos cercanos como el significante, el conjunto de
fonemas que forma la palabra, y el concepto de referencia en el que el significado es
un hecho del sistema de la lengua.

Así, las relaciones entre el significado y el significante pueden ser de varios tipos:

Cuando a un significante le corresponde un solo significado, decimos que la relación


es monosémica. Es propia del lenguaje especializado, de la terminología científica y
técnica: fonema, procariota. Pero lo habitual es que a un significado le correspondan
varios significantes (cerdo, puerco, marrano, cochino, chancho, gorrino, cuino) o que a
un significante le correspondan distintos significados (pico, cabeza, operación).

A) RELACIONES DE IDENTIDAD. Puede darse una identidad de significados (sinonimia) o


de significantes (polisemia y homonimia).

La sinonimia se produce cuando a dos o más significantes le corresponden un solo


significado, pero es difícil encontrar sinónimos perfectos o absolutos, es el contexto
extralingüístico el que determina qué significantes son más adecuados que otros.

Lo habitual son los sinónimos relativos, entre los que existe algún sema diferente, su
selección viene determinada por el contexto lingüístico y la situación comunicativa.
Podemos distinguir entre:

• Sinonimia conceptual: Se produce la coincidencia en los significados


denotativos (auto y coche; asno, burro, pollino, jumento).

• Sinonimia de connotación. Entre algunos términos se establecen asociaciones


metafóricas y sentidos figurados y se producen equivalencias de significado,
aunque sus contenidos denotativos sean muy diferentes: Ese delantero es un
monstruo/ fenómeno. Cuando dominan las connotaciones afectivas pueden
borrarse totalmente las diferencias y los términos se hacen equivalentes: ¡Eres
un bestia/ salvaje/ animal/ monstruo!

• Sinonimia referencial. Los términos aluden a la misma realidad


extralingüística, pero no significan lo mismo (el autor del Quijote y el manco de
Lepanto; el fútbol y el deporte rey).
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Jesús Bajo Delgado

• Sinonimia contextual. Son sinónimos contextuales los que pueden


intercambiarse en un contexto (lingüístico o extralingüístico) determinado, pero
en otros no (pesado/ latoso o enfermo, delicado, pachucho, malucho).

La polisemia. Un significante, varios significados y referentes. Un único significante,


a lo largo del tiempo, adquiere distintos significados, entre los cuales existe algún punto
de contacto. En los diccionarios, los distintos significados de las palabras
polisémicas aparecen en una única entrada y las acepciones o significados
numerados. Para la palabra cabeza aparecen 21 acepciones en el DRAE, a las que se
deben añadir todas las locuciones que se forman con ellas.

La homonimia. Palabras distintas en su origen coinciden en un mismo


significante. Si la identidad es fonética (se pronuncian igual, aunque su ortografía sea
diferente) se denominan homófonas (varón/ barón, vaca/ baca). Si es plena, fónica y
gráfica, se habla de palabras homógrafas (ante (sustantivo/ preposición) haz
(sustantivo/ verbo). Las palabras homónimas aparecen en los diccionarios en
entradas distintas.

B) RELACIONES DE OPOSICIÓN. Estas relaciones son la antonimia y los recursos


relacionados con ella, como la antítesis y la paradoja.

Antonimia. los significados de dos palabras se oponen, son contrarios: siempre/


nunca, finito/ infinito, tía/ sobrina. Aunque la relación semántica que existe entre estos
pares de palabras antónimas no es la misma.

• Antónimos graduales: admiten grados intermedios entre ellos (siempre- a


veces- nunca; caliente- tibio- frío; grande-mediano- pequeño).

• Antónimos complementarios: no admiten grados, de manera que la negación


de uno supone inevitablemente la afirmación del otro (finito/ infinito;
masculino/ femenino; vivo muerto; subir/ bajar; nacer/ morir).

• Antónimos recíprocos: los significados apuestos se implican mutuamente


(tía/ sobrina; comprar/ vender; entrega/ recepción).

En cuanto a su formación, podemos distinguir dos tipos:

• Lexicales, si se oponen dos términos con distinto lexema (juventud/ vejez;


cerca/ lejos.)

• Gramaticales, aquellos formados sobre la misma base por derivación (móvil/


inmóvil; vestir/ desvestir).
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C) RELACIONES DE JERARQUIZACIÓN. La Hiperonimia e hiponimia.

Antes de explicar la hiperonimia e hiponimia, hay que aclarar dos tecnicismos.


Entendemos por sema el rasgo mínimo de significado de una palabra, mientras que el
semema es el conjunto de semas de una palabra. (Ej: yegua. Sema 1: animal mamífero.
Sema 2: hembra. Sema 3: equino. Sema 4. Adulto).

Si los sememas de dos o más palabras tienen algo en común, llamaremos a esa parte
compartida archisemema. Desde el punto de vista del fenómeno de la hiponimia esta
parte común se llama hiperónimo.

Las palabras que comparten un mismo hiperónimo se llaman hipónimos y son entre sí
cohipónimos (relación que mantienen dos hipónimos). Así, Danone, Milbona, Clesa y
Pascual son cohipónimos entre sí e hipónimos respecto a yogur, que funciona como su
hiperónimo.

Un hipónimo incluye su hiperónimo como sema genérico (Danone y Pascual tienen


como sema genérico yogur); por eso, mientras que la hiperonimia supone una relación
de supraordenación, la hiponimia es una relación de subordinación. La hiponimia es,
por tanto, una implicación unilateral: un hipónimo supone su hiperónimo, pero no
viceversa y los cohipónimos no se suponen entre sí y no son sinónimos los unos de los
otros. Con todo, ello no impide que la norma haga que sea posible que un hipónimo
neutralice su hiperónimo en el discurso: Me he tomado un danone [por un Yogur que
no es Danone].

Un hipónimo de un término puede, a su vez, ser hiperónimo de otros y así


sucesivamente, dando origen a un sistema arbóreo de estratos jerarquizados:

Mamíferos (hiperónimo): monos, perros (hipónimo), caballos etc

Perros (hiperónimo): bulldog, caniche, pastor alemán etc

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