Enseñanza No 001 AIEKA - ¿Dónde Estás
Enseñanza No 001 AIEKA - ¿Dónde Estás
Enseñanza No 001 AIEKA - ¿Dónde Estás
AIEKA
¿DÓNDE ESTÁS?
vaiqrá Adonai elohím el-háadám; vaiómer ló aiékah .
Pero el Eterno Elohim llamó al hombre y le preguntó: –¿Dónde estás tú?
Bereshit (Génesis) 3:9
“Cuando oyeron la voz del Eterno Elohim que se paseaba en el jardín en el fresco
del día, el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del Eterno Elohim
entre el árbol del jardín.”
Tanaj – Bereshit (Génesis) 3:8
Nuestros Sabios nos enseñan que los Cinco Libros de Moisés están encapsulados
en el Libro de Génesis. Los temas que aparecen aquí presentados en forma
telegráfica son ampliados en la continuación de la Torá. Por ejemplo, la pregunta
consistente de una sola palabra que Hashem le hizo a Adam: aieka – dónde estás
– constituye la base de toda la conexión existente entre el ser humano y Hashem.
Tal como todos sabemos, y tal como nos cuenta el Midrash, Hashem ciertamente
sabía dónde se encontraba Adam. Pero al preguntarle dónde estaba, le estaba
dando la oportunidad de frenar un poco, auto-evaluarse, y aclarar la verdad en su
mente. Hashem ya sabe todas las respuestas, pero Él quiere que nosotros
aclaremos la verdad para que podamos entender qué está sucediendo en nuestra
vida. Aquí Hashem le pregunta a Adam: “¿Acaso tu pecado fue un accidente o
tienes la intención de continuar pecando?”.
La respuesta de Adam es un tanto extraña (ibíd, 12): “Ella me dio del árbol y yo
comí”. ¿Qué clase de respuesta insolente es esta? ¿Cómo es que Adam tiene el
descaro de decirle a Hashem que pecó y que seguirá pecando?”.
Con ojos de emuná, nos damos cuenta de que todo lo que vemos, oímos y
encontramos es un mensaje de Hashem que nos llama a evaluarnos: “¿Dónde
estás?”. Una vez que te das cuenta de lo peligrosa que es la mala inclinación, y de
lo propenso que es el ser humano a pecar, puedes tomar las precauciones
necesarias. El soldado que subestima al enemigo finalmente será tomado
sorpresa.
Adem no se engañó a sí mismo. Él sabía que podía volver a pecar. Y por eso él
fue el primer baal teshuváe, el primer arrepentido, porque fue sincero con Hashem
y consigo mismo.
Hoy estamos buscando una manera de escapar de una situación muy confusa que
prevalece en nuestro mundo. No lo haremos nunca hasta que no empecemos
preguntando: “¿Dónde está usted? ¿Dónde estoy yo?”. Tal vez el motivo por el
que muchos no pueden encontrar ayuda hoy es o porque no pueden o no quieren
contestar a esta pregunta. Hágase usted la pregunta. ¿Dónde está usted? Durante
el curso de su vida, desde el nacimiento hasta la muerte, moviéndose como
espera usted hacerlo para desarrollar la estabilidad de carácter, honradez,
integridad del ser, todas estas cualidades que admiramos en otras personas y
queremos para nosotros mismos, ¿dónde está usted? ¿Hasta dónde ha llegado?
Hasta que no pueda usted contestar a esto, al menos en algún sentido, no hay
posibilidad de que consiga ayuda.