Jaime MArtinez Luna Eso-Que-Llaman-Comunalidad
Jaime MArtinez Luna Eso-Que-Llaman-Comunalidad
Jaime MArtinez Luna Eso-Que-Llaman-Comunalidad
Consuelo Sáizar
Presidenta
Este libro es financiado por el Programa para el Desarrollo Integral de las Culturas de los
Pueblos y Comunidades Indígenas (PRODICI) en el cual participan la Dirección General de
Culturas Populares del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, la Secretaría de Cultura
del Gobierno del Estado de Oaxaca y la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, AC.
301.34
M334E
Martínez Luna, Jaime
Eso que llaman comunalidad
Jaime Martínez Luna--
Oaxaca, México: Culturas Populares, CONACULTA/Secretaría de Cultura,
Gobierno de Oaxaca/Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, AC, 2009
190 p.: retrs., 22 cm – (Colección Diálogos. Pueblos originarios de Oaxa-
ca; Serie:Veredas)
ISBN: 978-607-7713-25-8
1. Indios de México – Oaxaca – Zapotecos de la Sierra Norte.
2. Indios de México – Oaxaca – Condiciones rurales.
3. Zapotecos de la Sierra Norte – Vida social y costumbres.
4. Zapotecos de la Sierra Norte – Condición jurídica, leyes, etc.
5. Comunidades, vida en las – Oaxaca, México.
6. Derecho consuetudinario – Oaxaca.
7. Usos y costumbres (derecho) – Oaxaca.
8. Comunidades – Organización – Oaxaca.
9. Desarrollo comunal.
Producción:
Dirección General de Culturas Populares
del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Oaxaca
Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, AC
Coordinación de la edición:
Alma Rosa Espíndola Galicia
Silvia María Zúñiga Arellanes
ISBN: 978-607-7713-25-8
PRÓLOGO 9
A MANERA DE INTRODUCCIÓN: “¿POR QUÉ NO TE CALLAS?” 15
I. COMUNALIDAD: EXPRESIÓN DE NUESTRO MODO DE RESISTENCIA 21
II. COMUNALIDAD Y AUTONOMÍA 47
III. DISCRIMINACIÓN Y DEMOCRACIA 59
IV. COMUNALIDAD Y AUTORITARISMO 77
V. IDENTIDAD Y ESPIRITUALIDAD EN LOS PUEBLOS COMUNALES 95
VI. COMUNALIDAD Y COMUNICACIÓN EN LA ORGANIZACIÓN
SOCIAL 101
VII. DE TU PUEBLO NECESITO : VENEZUELA VOLTEA A LA VIDA
COMUNAL 135
VIII. CONCLUSIONES AL VAPOR: DE VUELTA AL SENTIDO COMÚN 141
OTROS DOCUMENTOS
DECLARACIÓN DE LOS PUEBLOS SERRANOS ZAPOTECOS Y
CHINANTECOS DE LA SIERRA NORTE DE OAXACA 167
AUTONOMÍA PARA LOS PUEBLOS DE LA SIERRA NORTE DE
OAXACA. PROPUESTA DE DECRETO 175
EPÍLOGO 185
PRÓLOGO
Gustavo Esteva
San Pablo Etla, marzo de 2008.
A MANERA DE INTRODUCCIÓN:
“¿POR QUÉ NO TE CALLAS?”
Hace más de quinientos años, con una espada y una cruz, el rey de
España le dijo a todo un continente: “¿Por qué no te callas?”; desenfun-
dó espada, arcabuz, cruz, razonamiento, valores, enfermedades, tecno-
logía, idioma, estructura, y terminó con ello, sueños y alegrías de un
continente. El monarca envió a sus soldados a aplastar lo que se encon-
trara y explotar lo que hubiere. Se escuchó, se sintió, se sufrió la pre-
potencia, la arrogancia, la supuesta superioridad de una civilización
que lo único que le distinguía era su sed de oro.
El tiempo no ha pasado para el monarca, con el mismo lenguaje, el
mismo tono, esas mismas palabras se dejaron escuchar después de cen-
turias, ahora en la república de Chile. No fueron suficientes trescientos
años de explotación bárbara, de despojo y robo de recursos, de explo-
tación inmisericorde de la mano de obra americana nativa, para que
esta misma obcecación y esta forma de razonar se volvieran a escuchar,
[ 16 ] A MANERA DE INTRODUCCIÓN: “¿POR QUÉ NO TE CALLAS?”
Estamos en la era planetaria, como bien lo dice Morín. Pero, como tam-
bién lo afirma Bohm, o entendemos la totalidad y pensamos con ella o
nos perderemos en la fragmentación, incluso de nuestros sentimientos.
Bonfil, Warman, Floriberto Díaz, anunciaron verdades sobre la
inseguridad. Nosotros tenemos la responsabilidad de lograrla. No es
una verdad originaria, pero sí una verdad social que siempre estará
en permanente debate.
El presente trabajo expone una suma de resistencia y existencia.
En los primeros capítulos se intenta hacer un resumen histórico de
nuestro pensamiento y sensación de la vida; a continuación se encon-
trarán capítulos que constituyen un esfuerzo por interpretar la
actualidad de nuestras ideas y necesidades; enseguida se hallarán
capítulos que pretenden aproximarse a las propuestas que hemos
trabajado con quienes nos rodean; y finalmente, exponemos quizás
nuestros sueños.
Entender el pensamiento actual que poseemos en tanto habitantes
de una región específica (Oaxaca, en particular), nos obliga a revisar
las fuentes del pensamiento originario, como también las fuentes del
pensamiento que nos fue impuesto. En el violento cruzamiento de
dos civilizaciones, podremos encontrar la explicación del comporta-
miento actual de nuestros coterráneos.
Esto, como ustedes se podrán imaginar, no es una labor fácil; sin
embargo, los estudios realizados al respecto nos pueden ayudar para que
en términos sencillos encontremos una explicación de nuestra forma de
pensar y con ello participar de manera simétrica o equitativa en el ejer-
cicio del pensamiento y conocimiento actual.
Un primer problema lo encontramos en los conceptos enunciati-
vos que están cargados de la concepción que se impone al continente
americano. Para empezar, a este continente se le denomina América,
simplemente porque quien supuso su existencia llevaba el nombre de
Américo Vespucio. Desde esta membrecía empiezan nuestros proble-
mas, dado que a todo el continente se le nombra América, y del
pasado a la actualidad sólo el Norte se presume como americano. A
últimas fechas el Centro y el Sur reivindican su pertenencia a un con-
tinente que habitamos todos.
ESO QUE LLAMAN COMUNALIDAD [ 23 ]
que sus tierras no tenían el atractivo necesario como las de los valles
de Tehuacán, Jalisco, Morelos, que permitían cultivos mercantiles de
importancia. A pesar de las órdenes de repartir la tierra y de que ésta
se asignara individualmente, esto no se dio. No tenía caso si entre
todos podían resolver las necesidades y sus linderos eran claramente
establecidos. Las cajas de la comunidad eran los bancos que hacían la
fiesta y en ese entonces no se veía la obligación de mandar a los hijos
a la escuela, incluso ni a la iglesia.
Y aunque la llegada de Juárez a la gubernatura significó mayor
interés de los liberales por disminuir el analfabetismo, esta práctica
no se generalizó, eran pocas las escuelas, en la Sierra había muchas
más que en otras regiones. Siendo presidente Juárez, en 1867, se emite
una ley que establece la educación obligatoria. Pero esta decisión se
toma en el centro, para que llegara a los rincones oaxaqueños estaba
difícil, más aún ante la falta de maestros en cada región.
Los caminos no llegaban a las comunidades, sólo a aquellas zonas
de donde se podía extraer algún recurso de mercado. Las poblaciones
resultaron fortalecidas hacia sus adentros, pues mientras más lejos se
sintieran y estuvieran de la violencia, podían contar con condiciones
favorables para vivir en paz. Esto promovió mayor organización, ma-
yor producción para el consumo inmediato, para el intercambio en
los tianguis. Podríamos afirmar que mientras en las batallas se diri-
mían los intereses de las clases acomodadas, claro con la sangre de
inocentes nativos, en la comunidad la paz permitía el crecimiento
espiritual, festivo, así como un cierto distanciamiento de movimien-
tos en los que no sentían comprometidos sus intereses. Las comuni-
dades que estaban ubicadas cerca de puntos estratégicos para la guerra
sí que la vieron difícil. Tanto su trabajo como sus vidas estuvieron en
peligro y en actividad debido a los constantes levantamientos. Lo cier-
to es que el movimiento de Independencia nada tenía que ver con la
población originaria, ni lo tuvo décadas después, ante el hecho de que
un indio (Juárez), estuviera en el centro de la movilización.
Muchos se preguntarán, ¿entonces, de dónde salían los soldados que
luchaban en las guerras de Independencia? Los soldados eran extraídos
de las capas de los peones, de lo macehuales pobres, principalmente de
[ 44 ] COMUNALIDAD: EXPRESIÓN DE NUESTRO MODO DE RESISTENCIA
L A AUTODETERMINACIÓN EDUCATIVA
En la década de los veinte y treinta del siglo pasado, se contó con un
sistema educativo fuertemente comunitario. Existían maestros muni-
cipales y la comunidad tenía la libertad de escogerlos, incluso aporta-
ba parte de sus salarios. Los maestros, ante la ausencia de materiales
pedagógicos, se basaban en la experiencia comunitaria, es decir el
alumno estaba más cerca de su cultura. El uso de su idioma más que
una línea de trabajo resultaba una necesidad frente al apabullante mo-
nolingüismo. Las enseñanzas reflejaban una intensa relación del tra-
bajo con el juego. Muchos de los principales o “caracterizados” de las
comunidades que en la actualidad orientan la vida de nuestros pue-
blos fueron educados bajo este sistema; la mayor parte de terrenos
comunales fueron determinados en aquella época por el liderazgo de
aquellos antiguos maestros.
[ 54 ] COMUNALIDAD Y AUTONOMÍA
NUESTRA AUTONOMÍA
Desde lo que hemos escrito, la autodeterminación es una realidad y
una esperanza. Tenemos relativa autonomía política porque la ejerce-
mos en términos comunitarios. Tenemos autonomía territorial y ésta
es responsabilidad de las fuerzas comunales. Nos surgen dudas sobre
la autodeterminación económica, pero no sabemos hasta qué punto la
solución está en la reflexión o en el trabajo cotidiano.
En realidad nunca nos habíamos preguntado sobre el futuro de nues-
tra autodeterminación. Esta inquietud nos llegó igual que a los nuevos
zapatistas; dado que nuestra autodeterminación la habíamos buscado
pero nunca la habíamos pensado como un proyecto general. Este es el
dilema, sin embargo estos comentarios buscan empezar a entender de
manera efectiva lo que es y puede ser la autodeterminación.
Tomen estas reflexiones como propuesta no siempre segura, pero
eso sí con la intención de avanzar en lo que desde hace muchos años
hemos estado pensando desde cualquier rincón de esta Sierra.
III. DISCRIMINACIÓN Y DEMOCRACIA
L A GEOGRAFÍA
El proceso de despojo que sufrimos las comunidades indígenas nos
empujó a las regiones más agrestes y arrinconadas del territorio, ahora
llamado “nacional”. En estas regiones donde nadie podía pensar que
era posible sobrevivir, encontramos la fraternidad de la Madre Tierra
ESO QUE LLAMAN COMUNALIDAD [ 79 ]
EL TERRITORIO COMUNAL
Uno de los aspectos que nos lleva a entender el actual pensamiento
de los pueblos originales es que en estas zonas es donde se ha mante-
nido con mayor fuerza la tenencia comunal de la tierra.
La tenencia comunal ciertamente fue confirmada a nuestros pueblos
por los colonizadores, pero de muchas maneras ésta era ya una exposición
natural de lo que significaba la tierra para nuestros ancestros.
Después de la conquista este régimen de tenencia siguió recibiendo
muchas agresiones. Por esta razón próceres patrios formados en las
escuelas criollas independentistas de aquellos años hicieron sentir su
desacuerdo.
En la actualidad el Estado mexicano sigue viendo en la tenencia
comunal un obstáculo para el desarrollo, una barrera para hacer eficien-
te el uso de la tierra, un verdadero escollo para el desarrollo económico
que aporte más utilidades, genere más empleos y garantice una mayor
ESO QUE LLAMAN COMUNALIDAD [ 81 ]
CONSEJO DE ANCIANOS
La participación en la estructura política le permite al ciudadano ofre-
cer sus atributos personales. Los muy trabajadores, los sistematizadores
de la historia, los conocedores de la naturaleza, los rezanderos, los co-
merciantes, los maestros, etc. Todos y cada uno aportan su experien-
cia y van siendo elegidos para desempeñar una actividad especial: la
de consejero. Ser consejero no necesariamente significa ser anciano, se
le debe entender como trabajador al servicio de la comunidad, sin nin-
gún otro interés más que cumplir con un mandato.
Los consejos de ancianos se integran por acuerdo de la mayoría de
la población, pero de manera específica por determinación del cabil-
do en turno. En esta decisión el cabildo suma sus preferencias por
aquellos de quienes recibirán el consejo necesario para la toma de de-
cisiones. No se les llama para cualquier cosa, se les aprovecha para
cuando los asuntos a tratar son complicados; por ejemplo, para la de-
finición de los límites con otra comunidad, para resolver asesinatos,
para abandonar o adoptar una tradición, en fin para aquellos temas
en los cuales el cabildo sienta que necesita auxilio.
[ 88 ] COMUNALIDAD Y AUTORITARISMO
EL TEQUIO COTIDIANO
Todo el quehacer comunitario tiene relación con el trabajo, por ello
el mantenimiento físico del pueblo es un trabajo específico; éste se
denomina “tequio”.
El tequio es la faena o labor que cada ciudadano otorga a la comu-
nidad una o dos veces al mes. Es el trabajo que permite la realización
de obras de carácter general: de embellecimiento y de servicio, tales
como escuelas, clínicas de salud, sistemas de abastecimiento de agua,
etc. El tequio es programado por el cabildo o la autoridad municipal
y lo coordina el síndico municipal. A él asisten todos los padres de
familia, madres solteras y viudas. Los primeros tienen las tareas más
duras y las mujeres se encargan de actividades de otro orden: preparar
agua, comida, incluso también participan tanto en la siembra como en
la cosecha.
El tequio es la institución que evidencia, de nueva cuenta, el com-
portamiento del ciudadano. Si éste no asiste tiene que pagar una mul-
ta o hacerlo en otro día. En algunos casos se encarcela al individuo
ESO QUE LLAMAN COMUNALIDAD [ 89 ]
L A SOLIDARIDAD COMUNITARIA
Durante los últimos seis años (a partir de 1990) en México a todo se
le ha llamado “solidaridad”. En esta ocasión nosotros quisiéramos
deslindar lo que entendemos como solidaridad y lo que es la comu-
nalidad. Pensamos que la solidaridad es un acto voluntario e indi-
vidual, mientras que la comunalidad es una ideología emanada de
acciones establecidas, en muchos casos de manera obligatoria. El ir a
la asamblea en la comunidad, el cumplir los “cargos”, el hacer sus
tequios, son pautas de obligación ciudadana que reproducimos con
mucha conciencia, pero que nos han sido enseñadas como líneas de
comportamiento. En contraste, ejercemos la solidaridad en un ámbito
ESO QUE LLAMAN COMUNALIDAD [ 91 ]
1
Texto presentado en la ciudad de Antigua, Guatemala, en el 2007.
[ 96 ] IDENTIDAD Y ESPIRITUALIDAD EN LOS PUEBLOS COMUNALES
L A NECESARIA CONCEPTUALIZACIÓN
Desde que regresamos a la región en 1979, nuestro compromiso se fin-
có en apoyar a una comunidad (San Pablo Macuiltianguis) para el apro-
vechamiento de sus recursos. Sin adentrarnos en esta historia debemos
señalar que nuestra preocupación era entender lo que sucedía en la
comunidad, no sólo como una responsabilidad o exigencia académica
sino en tanto compromiso común y corriente de alguien que desea sa-
ber qué hacer para entender y participar en un ámbito social que se le
requiere. Resultaba fundamental saber cómo operaba esta comunidad
el aprovechamiento de sus recursos naturales, bajo la premisa de consi-
derar injusto que su economía no mejorara a raíz de la explotación de
su naturaleza por agentes externos, fueran de gobierno o no. Macuil-
tianguis exigía para sí los beneficios forestales.
Desde la educación escolarizada que habíamos recibido, creíamos
que resultaba lógico organizar a los trabajadores del monte para que
éstos obtuvieran mayores ingresos por su trabajo y mejores condicio-
nes para la realización de su labor. Sin embargo, la relación directa con
la comunidad nos confirmó que los propietarios del bosque eran ellos,
[ 110 ] COMUNALIDAD Y COMUNICACIÓN EN LA ORGANIZACIÓN SOCIAL
L A ACTIVIDAD FONOGRÁFICA
Ángel García, integrante de Trova Serrana, con la asesoría amoro-
sa de Joaquín López Chapman (el Chas), emprendió este trabajo.
Ángel fue el núcleo detonador de este proceso, él consideraba que el
registro de la música era sustancia cultural. Así se comprendió y
[ 122 ] COMUNALIDAD Y COMUNICACIÓN EN LA ORGANIZACIÓN SOCIAL
COMUNICACIÓN PROFUNDA
Desde tiempo atrás hemos padecido apelativos: ‘‘indígenas”, “origi-
narios”, “nativos”; de que crean y de creer no saber a ciencia cierta
qué somos, y de serlo, porqué somos lo que somos.
El conocimiento, la información, la forma de sentir y pensar, se
nos ha impuesto a través de muchas instancias: Estado-nación, edu-
cación, iglesias, códigos, partidos. Es cierto, no han logrado conver-
tirnos del todo, aquí estamos y caminamos con nuestros pies, quizá no
a nuestro ritmo, pero sí con nuestra propia energía.
ESO QUE LLAMAN COMUNALIDAD [ 127 ]
EN LA EDUCACIÓN
Debemos en principio comprender que la comunalidad no es una
suma de normas, obligaciones que puedan extenderse simplemente
repitiendo un valor. La comunalidad no es una actitud que pueda
enseñarse en el discurso. Por el contrario, se debe comprender que es
una vivencia, una acción que puede ser racional o no, pero a realizar.
Es el hecho lo que lleva a su reflexión, no al revés. La reflexión es
resultado de una acción que como tal primero se da y en un segundo
momento se analiza.
La educación se ha entendido como un proceso vertical y de poder.
Para asumir la comunalidad es necesario llevar a cabo un proceso ho-
rizontal y sustentado en la autoridad. La comunalidad es el resultado
del conjunto, del trabajo en colectivo, de la labor común. Es el inter-
cambio permanente de actividades que no cierran la posibilidad de la
oralidad, como tampoco de la lecto-escritura si ésta deriva de una
labor conjunta. La comunalidad tiene una pedagogía estricta basada en
la acción común, una pedagogía que no permite la individualización
[ 138 ] DE TU PUEBLO NECESITO: VENEZUELA VOLTEA A LA VIDA COMUNAL
del hacer y del pensar. Se puede afirmar que el espacio adecuado para
el intercambio es el taller; es decir, un lugar que permita la colabora-
ción de los participantes.
La pedagogía de la comunalidad se sustenta en cuatro acciones bá-
sicas: el reconocimiento del territorio y la territorialidad resultante;
la integración de la instancia para la toma de decisiones (asamblea), la
elección de sus representantes; el trabajo colectivo para la satisfacción
de necesidades comunes; la organización del festejo terminal o del
proceso. Todo esto fundamentado en dos valores y principios centra-
les: el respeto y la reciprocidad.
EN LA ORGANIZACIÓN
Sobre la base del respeto y la reciprocidad podemos visualizar varios
niveles de organización. Estos niveles pueden estar diferenciados por
actividad, por origen, por edad, por sexo, etcétera. Lo cierto es que
en un proceso concreto la organización debe darse entre vecinos de un
caserío, de una comunidad, de una parroquia, en fin, una integración
que dependa del origen y de la cercanía. Es normal que un vecinda-
rio enfrente problemas que le son comunes y esto puede facilitar, pe-
ro también obstaculizar la organización, más si los participantes tienen
antecedentes individualitarios. Sin embargo el trabajo conjunto relaja las
tensiones.
Otro nivel se da con el encuentro entre representantes o voceros de
caseríos, parroquias, comunidades u organizaciones. En éste, el avance
conceptual puede ser mayor, incluso de trascendencia municipal, esta-
tal o nacional. Estos encuentros pueden fundar políticas públicas, pro-
gramas de gobierno, de trabajo municipal y microrregional, siempre
que al demandarse se tenga la comprensión del Estado. En Oaxaca esto
puede ser posible si se funda en lo establecido en la Ley Estatal de Edu-
cación y en la Ley de Derechos de los Pueblos Indígenas. Aun con esto
es necesaria la exigencia para su realización.
Un nivel organizativo más se encuentra en la academia. Tanto en
Venezuela como en México, los académicos requieren de una seria
revisión de su conceptualización. Es bastante obvio que el lenguaje
académico está plasmado de significantes de origen occidental e indi-
ESO QUE LLAMAN COMUNALIDAD [ 139 ]
EN LA PRODUCCIÓN
En Venezuela como en México es posible tener cadenas productivas
coincidentes. Sin embargo, los intercambios se pueden localizar en
las economías de baja escala, es decir en aquellas donde el productor
tenga la posibilidad de intercambiar tecnología y mercados. Los in-
tercambios en otras escalas responden a otra lógica y, por lo mismo,
requieren distinto tratamiento. Esto no significa que los intercambios
entre empresas no demanden una reflexión aguda de la racionalidad
que les envuelve, es más, resultaría saludable para sus dinámicas inter-
nas, no así en su vinculación con el exterior, en la cual la lógica de
mercado encauza toda negociación.
Intercambiar experiencias en procesos productivos de baja escala
permite la puesta en práctica de programas vinculados cercanamente a
las personas, a los recursos naturales, a posibilidades tecnológicas rea-
listas y manejables. Esto lleva a la reflexión de los factores que cons-
tituyen la comunalidad y así mismo a una mayor efectividad en los
intercambios. Un aspecto central a reflexionar en planos de produc-
ción es el valor que se le da al recurso natural. Es claro que la mercan-
tilización de la naturaleza ha sido uno de los principios identitarios de
la economía liberal, es por ello que la relación hombre-naturaleza se ha
prostituido para perjuicio de ambos. No obstante, la sobrevivencia del
ser humano depende de la naturaleza y esto es un interés que se mues-
tra en ambos países, es decir, la suficiencia alimentaria es prioridad y
por lo mismo los intercambios en este rubro son imprescindibles. Está
claro que la producción de alimentos responde a condiciones estable-
cidas por los capitales imperiales, sin embargo ésta es una necesidad
que ha de enfrentarse en todos los planos para garantizar la sobrevi-
vencia de los pueblos.
[ 140 DE TU PUEBLO NECESITO: VENEZUELA VOLTEA A LA VIDA COMUNAL
EN LA INVESTIGACIÓN
Todo encuentro e intercambio de experiencias lo consideramos un
proceso de investigación. En este sentido, los intercambios a realizar
constituirán la acumulación de información, la reflexión de proble-
máticas y de haceres comunes que pueden arrojar nuevos principios
y valores a ejercitar. Se pueden obtener políticas públicas para ambos
gobiernos y sobre todo programas de trabajo para cada contexto. La
investigación en planos académicos puede fructificar en publicaciones,
en principios a divulgar mediante las instancias educativas en ambos
países. Se puede obtener un nuevo conocimiento que ayude a supe-
rar el laberinto individualitario en el que nos encontramos.
De manera conjunta enfrentamos los efectos de la globalización
económica. Sin embargo son nuestros contextos y necesidades los que
pueden aportar conocimientos para trascender o adecuarnos a esta glo-
balización. No podemos pensar en cerrarnos en nuestras economías,
por lo mismo debemos hablar de soberanías relativas o compartidas y
de ese modo abrir senderos para solucionar nuestras necesidades. Por
todo esto resulta central el intercambiar nuestras experiencias y encon-
trar las repuestas en nosotros mismos.
VIII. CONCLUSIONES AL VAPOR:
DE VUELTA AL SENTIDO COMÚN
Demos inicio
Los seres humanos, desde la “comunidad científica”, en lugar de tra-
tar de explicar lo que les rodea de la manera más sencilla parecieran
complejizarlo todo. Por ejemplo, lo más nuevo que se lee dentro del
mundo académico suele titularse: “Introducción al estudio de la com-
plejidad”. Podríamos estar de acuerdo en que el ejercicio del conoci-
miento es complejo, si es que insistimos en entender y explicar todos
ESO QUE LLAMAN COMUNALIDAD [ 143 ]
el control del hombre por el hombre surge una religión del hombre
para el hombre. Los profetas encuentran en el hombre mismo su salva-
ción; al no encontrarla en la Tierra la ubican en el Cielo. Esto es lo que
algunos autores han llamado “Religiones de salvación celeste”.
En otros contextos, el hombre, al tener como referencia a la natura-
leza (el mar, la montaña, la selva, las llanuras), tiende a diseñar religiones
de salvación natural y desarrollan el conocimiento naturocéntrico.
Los grandes personajes de la historia escrita nacen de un pensa-
miento homólatra, urbano. Los conquistadores, emperadores, escrito-
res en su mayoría, surgen en contextos impregnados de homolatría, por
lo mismo, de una complejidad humana sin límites.
La existencia de paradigmas
No nos cabe duda de que el pensamiento de un contexto u otro ela-
bora sus propias herramientas para ordenar el pensamiento. Elabora
categorías, conceptos, cuantifica y califica los fenómenos que obser-
va. Cada paradigma tiende a explicar coherentemente lo que entien-
de, lo que le preocupa explicar; por ello el paradigma occidental
busca explicar al hombre en su medio y otros paradigmas buscan
explicar la naturaleza en la cual vive el hombre desde la naturaleza.
Se ha afirmado hasta la saciedad que el paradigma occidental separa
al hombre de la naturaleza, el sujeto y el objeto, el espíritu y la materia,
la forma, el contenido, etc. Pero el pensamiento surge en un contexto
donde la referencia inmediata es el hombre, de ahí que otros filósofos
encuentren como la esencia de lo occidental, la medida; la compara-
ción, la cuantificación y, por ende, el mercado y la acumulación. En el
polo contrario se afirma que la filosofía oriental se define en lo in-
mensurable, en la totalidad, en el universo, en el todo; mientras que
en occidente se fija en las partes, haciendo pedazos la totalidad para
entender la vida humana, con lo que termina por fragmentar su inter-
pretación (como también fragmenta a los seres humanos). La histórica
lucha entre religión y Estado significa que la lucha inmensa del hombre
por la libertad de pensamiento se da en el contexto homólatra. Ambos
modelos de asociación con base en principios, normas, dogmas, valo-
res, ritos, símbolos, no son más que modelos de poder, de control, del
[ 146 ] CONCLUSIONES AL VAPOR: DE VUELTA AL SENTIDO COMÚN
partir del contexto natural que lo abriga para diseñar las estrategias, las
políticas que formulen de manera sencilla el pensamiento necesario.
En primer lugar debemos desechar la medida como principio de ra-
zonamiento. Las teorías cuantitativas deberán ser trascendidas por las
cualitativas. En segunda instancia, es necesario entender que el pensa-
miento es resultado múltiple, en movimiento, conservador, transforma-
dor, pero a fin de cuentas una suma de presencias que se dan en el
contexto. Si vivimos cerca de la naturaleza tendremos en la marcha del
firmamento el ritmo para comprender el nacimiento del color, de las
plantas que hacen nuestra existencia; una magia permanente, un ámbi-
to en el que se da más la poesía que la prosa de la rutina. Un contexto
natural nos impregna de ánimo, no de prisa; de calor, no de sed. El
método que se genera al aprender lo que se mueve ante nosotros, tiene
un compás no cronometrado y se vincula poéticamente al día y la no-
che. Aunque nuestra labor tenga un horario, adquiriremos de la acti-
vidad de la naturaleza su ritmo; nuestro cerebro lo guardará todo, pero
la mente seleccionará lo necesario para relacionarnos con las personas
que nos definen, que hacen nuestra persona. La naturaleza permite y
obliga a la persona a asociarse, primero trascendiendo las necesidades,
con actitudes recíprocas, que no son meramente fraternas sino necesa-
rias, obligatorias, generadoras de normas, fundadas en el respeto y, por
lo mismo, en la integración de la diversidad de sus habitantes. Nos es-
tamos refiriendo a la comunidad territorialmente definida.
La naturaleza ofrece la sobrevivencia pero reclama su cuidado. Es-
to genera fórmulas de convivencia claramente precisadas. Una de ellas
es la asamblea, el ámbito de toma de decisiones (la que exige y obliga
a la participación). Luego encontramos como derivación el valor de
la representación: el “cargo”. Sí, así se le llama porque pesa una repre-
sentación obligada. No es lo mismo que ascender al poder, porque
esto se convierte en un negocio, en la negación de otro, en la eterna
competencia donde se ubica en la balanza el discurso frente a la prác-
tica. El cargo es prestigio, es valor colectivo definido por el trabajo,
acción que objetiva la presencia. El trabajo en comunidad es método y
esencia de la realización comunitaria; se da la responsabilidad comu-
nal más que la propiedad comunal. El trabajo categoriza la existencia
[ 150 ] CONCLUSIONES
TIEMPOS Y ESPACIOS
La comunalidad se da en tiempos y espacios. No es lo mismo una
comunalidad producida en la ciudad que una en el campo. La ciudad
es reproductora de comunalidades individualizadas, de seres comuna-
les que escogen individualmente su comunidad, y ésta se concreta a
partir de una visión básicamente homólatra; es decir, integra su comu-
nidad con los individuos que selecciona, con quienes se relaciona,
trabaja y se distrae. La comunalidad en el campo es resultado de una
relación directa con la tierra, la cual le da identidad y le asigna respon-
sabilidades. La comunidad es el espacio, pero en la ciudad se integra
de individuos y en el campo de individuos y de naturaleza. En la ciu-
[ 152 ] CONCLUSIONES AL VAPOR: DE VUELTA AL SENTIDO COMÚN
EDUCACIÓN NATURAL
Desde que nacemos participamos de un proceso permanente de apren-
dizaje. El contexto que nos recibe se encarga de ofrecernos todo tipo de
estímulos, desde la demostración de afectos hasta la violencia. Vivimos y
ESO QUE LLAMAN COMUNALIDAD [ 155 ]
Primero
Nuestro trabajo y nuestros recursos naturales han sido entendidos única-
mente como una mercancía, un valor y un sudor que sólo sirve para enri-
quecer económicamente a algunos hombres, nunca para ennoblecerlos.
1
Comunalidad y autonomía, Jaime Martínez Luna, 1994.
[ 168 ] OTROS DOCUMENTOS
Tercero
Desde siempre se nos ha tildado de indios flojos, porque no buscamos
la acumulación de capital y menos las comodidades onerosas. Se nos
tilda de anticapitalistas, incluso de socialistas primitivos. Sin embar-
go la realidad es distinta. Toda interpretación occidental o racional
de nuestro comportamiento, tendrá como esencia la incomprensión de
nuestra filosofía económica. Nuestra relación con la tierra es armónica,
por ello convivimos con ella, por eso no la utilizamos ni la explota-
mos. No queremos decir tampoco, que el hambre y nuestra situación
general en algunas ocasiones nos hayan llevado a casos extremos.
La presión sobre nosotros ha provocado que estos principios no se
manifiesten en toda su intensidad y riqueza, y que con el paso de los
días ésta se siga deteriorando en perjuicio de nuestro futuro y desarro-
llo. Por ello estamos seguros ahora de afirmar que “la tierra no es de
quien la trabaja sino de quien la comparte y la vive”.
El aprovechamiento de nuestros recursos forestales, minerales, acuí-
feros, faunísticos, así como los ritmos y tecnología que tenemos para el
uso de nuestra tierra, debe ser respetado en todas sus dimensiones y
categorías. Toda innovación tecnológica deberá ser también decisión
de nuestras comunidades.
La comercialización de nuestros productos así como la de otros
productos que podamos generar, deberán estar bajo la responsabilidad
ESO QUE LLAMAN COMUNALIDAD [ 171 ]
Cuarto
Independientemente de los esfuerzos que se han hecho para que la
educación tome en cuenta nuestras particularidades culturales, con-
sideramos que la educación en lugar de fortalecernos ha minado aún
más nuestra organización, nuestros principios y nuestros conocimientos.
[ 172 ] OTROS DOCUMENTOS
Quinto
Es evidente el divorcio entre los preceptos constitucionales y nues-
tras prácticas tradicionales de justicia, a pesar del agregado al Cuarto
constitucional. Esto es más dramático en la aplicación de las leyes. El
nivel de corrupción en los encargados de materializar la justicia del
ESO QUE LLAMAN COMUNALIDAD [ 173 ]
Exposición de motivos
PRIMERO. El Estado Mexicano actual, fruto de la Revolución Mexi-
cana y fundado en la Constitución de 1917, conformó a la Sierra Norte
del estado de Oaxaca como una región, integrada de 74 municipios y
186 comunidades dependientes de éstos, administrados a través de tres
cabeceras de distrito y regidas territorialmente por lo estipulado en el
Artículo 27 de la Constitución Federal.
SEGUNDO. A lo largo de 77 años, la Sierra Norte ha mantenido una
pacífica y respetuosa relación política con el gobierno del estado,
cumpliendo con las políticas establecidas y las leyes que han regido
esta relación. Ha cumplido también con los acuerdos y los esfuerzos
que los diferentes gobiernos han diseñado en la búsqueda de su desa-
rrollo y plena satisfacción.
TERCERO. Este periodo histórico, permitió asegurar nuestros bienes
territoriales, consolidar nuestra organización social y política, integrar
y clarificar los elementos que constituyen nuestra economía, definir las
líneas que reclamó nuestra educación, administrar sobre bases federa-
les la justicia, fomentar y desarrollar nuestra cultura.
CUARTO. La evaluación de este período histórico, nos lleva a la su-
prema necesidad de ejercitar cambios profundos en el pacto signado
con el gobierno estatal y federal. El establecimiento de un nuevo ré-
gimen, fundado en los aportes obtenidos en el pasado, que garantice
la corrección de los desaciertos y el logro de un pleno desarrollo acor-
de con las necesidades actuales, futuras y urgentes de la sociedad re-
gional, que reoriente las políticas de desarrollo económico y social,
que a la luz de siete décadas demuestran su caducidad.
QUINTO. Que el marco jurídico más adecuado, es el establecimiento
de un RÉGIMEN AUTONÓMICO para la región pluriétnica de la Sierra
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Segunda declaración de la compilación Comunalidad y Autonomía, Jaime Martínez Luna,
autor y compilador.
[ 176 ] OTROS DOCUMENTOS
Título primero
Disposiciones preliminares
Artículo 1º. La presente ley se funda en lo estipulado en el Artículo
4º y 115 en relación con el 133 de la Constitución Política de los Es-
tados Unidos Mexicanos, 20, 92, 94, y demás relativos de la Consti-
tución Política del Estado de Oaxaca, así como lo que establece el
Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo para los
Pueblos Indígenas.
Artículo 2º. El Ejecutivo será responsable de la coordinación de
las acciones entre instancias que deban contribuir para la promulga-
ción de la presente ley.
ESO QUE LLAMAN COMUNALIDAD [ 177 ]
Título segundo
Disposiciones generales
Artículo 3º. La presente ley se refiere a los pueblos que habitan la Sie-
rra Norte del estado de Oaxaca, actualmente integrada en 74 muni-
cipalidades, 186 localidades entre agencias municipales y agencias de
policía; en total 260 centros de población, que comparten valores cul-
turales, organizacionales y poseen bienes patrimoniales que integran
la región pluriétnica, para la aprobación de la presente ley.
Artículo 4º. El Ejecutivo estatal, los gobiernos municipales y el
consejo de representantes, serán los responsables de ejercer la presen-
te ley, cuidando y haciendo respetar lo que en ella se estipula, para
bien de los pueblos que integran la región que de aquí en adelante
ostentará el nombre de REGIÓN AUTÓNOMA PLURIÉTNICA DE LA SIE-
RRA NORTE DEL ESTADO DE OAXACA.
Artículo 5º. Para la atención de los problemas de toda naturale-
za que se llegaran a suscitar entre los pueblos y comunidades indíge-
nas de la Sierra Norte del estado de Oaxaca, se integrará un consejo
regional de representantes comunitarios que será nombrado en asam-
blea general de autoridades municipales de los tres distritos y su ubi-
cación será en el municipio que designe la propia asamblea.
Título tercero
Territorio
Artículo 6º. El territorio autonómico de la Sierra Norte del estado de
Oaxaca lo conforma la suma de superficies de tierras comunales con
que cuenta cada pueblo integrante.
Artículo 7º. La propiedad de las tierras comunales de los pueblos y
comunidades integrantes de la Región Autónoma de la Sierra Norte
será inalienable, imprescriptible, intransmisible e inembargable. Con
ello se garantiza el libre y pleno desarrollo de los pueblos indígenas.
Artículo 8º. La máxima autoridad sobre el territorio de cada pue-
blo o comunidad indígena será su Asamblea General Comunitaria.
Artículo 9º. El uso y forma de aprovechamiento de las tierras pro-
piedad de los pueblos indígenas será decidido mediante Asamblea
[ 178 ] OTROS DOCUMENTOS
Título cuarto
Economía
Artículo 15º. La economía de los pueblos indígenas será libre deter-
minación individual, grupal o colectiva.
Artículo 16º. La racionalidad económica en cada pueblo será libre
determinación siempre y cuando no afecte a terceros y ponga en pe-
ligro la sobrevivencia de la comunidad.
Artículo 17º. Todo programa o proyecto económico a realizarse
en una comunidad deberá surgir de la Asamblea General Comunita-
ria, cuidando que éstos no obedezcan a intereses personales.
Artículo 18º. Cada pueblo indígena, deberá tener un plan de tra-
bajo por trienio, el que regirá la actividad interna y considerará la co-
rrecta canalización de recursos provenientes del exterior.
Artículo 19º. Para su progreso, las comunidades tendrán la liber-
tad para usar sus recursos naturales renovables o no, siempre y cuando
ESO QUE LLAMAN COMUNALIDAD [ 179 ]
Título quinto
Organización social y política
Artículo 25º. La máxima autoridad en la Región Autonómica de la
Sierra Norte del estado de Oaxaca será la Asamblea General de Auto-
ridades legalmente constituidas en cada comunidad.
Artículo 26º. Para su desempeño, la Asamblea General de Autori-
dades de la Región Autonómica, tendrá una ley reglamentaria dicta-
da y autorizada por ella misma.
Artículo 27º. Como parte del pacto socio político entre los pueblos
indígenas y el Estado Mexicano, los municipios existentes quedarán
acreditados como tales, pero el trato administrativo tanto de las agen-
cias municipales como las agencias de policía y rancherías, responderán
a la ley reglamentaria de la Región Autonómica de la Sierra Norte.
Artículo 28º. La máxima autoridad social y política de los pueblos
o comunidades indígenas será su Asamblea General Comunitaria, la
cual se integra por la suma de ciudadanos con edades entre los die-
ciocho y los sesenta años.
[ 180 ] OTROS DOCUMENTOS
Título sexto
Educación
Artículo 35º. La Asamblea General de Autoridades de la Región Autóno-
ma de la Sierra Norte será la máxima autoridad quien decidirá sobre la
educación que deberá ser impartida en todo el territorio indígena.
Artículo 36º. La Asamblea General de Autoridades tendrá la facul-
tad de nombrar comisiones específicas para el caso, y éstas quedarán
definidas en sus leyes reglamentarias. Su objetivo será siempre una
mayor eficiencia y propiedad en la educación regional.
Artículo 37º. La selección del profesorado será responsabilidad de
las autoridades comunitarias, así como la vigilancia de su trabajo y la
atención que esta actividad requiere.
ESO QUE LLAMAN COMUNALIDAD [ 181 ]
Título séptimo
Cultura, conocimiento y comunicación
Artículo 40º. La cultura será patrimonio y ejercicio de cada comunidad.
Artículo 41º. La cultura será entendida como las facultades de crea-
ción, conocimiento y recreación de toda la sociedad regional.
Artículo 42º. La cultura integrará lo que en este momento la co-
munidad tenga como patrimonio cultural, el conocimiento asentado
en sus habitantes, y la información que provenga del exterior y sirva
al progreso de la comunalidad.
Artículo 43º. Cada comunidad decidirá qué valores culturales ha-
ya que difundir y convertir en patrimonio general.
Artículo 44º. La Asamblea General de Autoridades de la Región
Autonómica comprenderá las necesidades culturales de la región y ten-
drá la responsabilidad de satisfacerlas, así mismo será respetuosa de las
iniciativas de carácter comunitario en este rubro.
Artículo 45º. Toda iniciativa que involucre a más de tres comuni-
dades, en el aspecto cultural, será discutido en la Asamblea General
de Autoridades de la Región Autonómica.
Artículo 46º. Los derechos de autor de la creatividad cultural de
la Región Autonómica deberá ser responsabilidad de las comisiones
que para ese fin designe la ley reglamentaria de la Asamblea General
de Autoridades de la Región Autonómica.
Artículo 47º. Para la exposición de resultados culturales será res-
ponsabilidad de cada comunidad su decisión y tendrá que tomar en
cuenta las recomendaciones que en la Asamblea General Comunita-
ria se manifiesten.
[ 182 ] OTROS DOCUMENTOS
Título octavo
Régimen jurídico
Artículo 54º. La administración de la justicia en la región será res-
ponsabilidad de sus habitantes de acuerdo con los usos y costumbres
existentes en cada pueblo.
Artículo 55º. Será la Asamblea General de Autoridades quien nom-
bre el Cuerpo Consultivo Indígena, que estará presidido por un alcalde.
Artículo 56º. Quien ocupe este cargo será ciudadano de la región,
que de preferencia haya cumplido con las obligaciones que marca su
comunidad.
Artículo 57º. Será responsabilidad del alcalde regional administrar
la justicia en todos aquellos casos que lo soliciten las autoridades
comunitarias.
ESO QUE LLAMAN COMUNALIDAD [ 183 ]
Como el lector habrá notado, Eso que llaman comunalidad invita y con-
voca a las comunidades, a los estudiosos de los problemas sociales y a
quienes toman las decisiones públicas, a una serena reflexión de lo
que las comunidades antiguas son y lo que pueden ser en el futuro
para hacer realidad sus sueños, la mayoría de los cuales han sido ente-
rrados por medio de la violencia, el engaño, la explotación y la mar-
ginación durante los últimos quinientos años.
El texto que el lector tiene en sus manos proporciona reflexiones
acerca de cómo, para el “mundo occidental”, el trabajo y los recursos
naturales de las comunidades antiguas han sido entendidos como una
mercancía, un valor y un sudor que sólo sirven para enriquecer a
personas ajenas a las mismas. El resultado de esta mentalidad ha sido
la explotación: de los pueblos, su gente, sus tradiciones y sus recursos
[ 186 ] EPÍLOGO