Analisis Sentencias
Analisis Sentencias
Analisis Sentencias
Instituciones Mercantiles.
Remoto grupo 62662.
Septiembre 11 de 2023.
1.Identificación de la sentencia:
Nombre de la sentencia: Sentencia C-602 de 2000 Corte Constitucional
Magistrado ponente: Eduardo Cifuentes Muñoz
Norma acusada: Demanda de inconstitucionalidad contra el artículo 81, parcial, del
Decreto-ley 410 de 1971 "Por el cual se expide el Código de Comercio"; en contra del
artículo 4, parcial, del Decreto-reglamentario 889 de 1996 ".
Por el cual se reglamentan las elecciones de Juntas Directivas de las Cámaras de Comercio
y se dictan otras disposiciones" y, contra los artículos 3 parcial, 4 parcial, 5 parcial, 6,
parcial y 7 del Decreto-reglamentario 637 de 1998 "Por el cual se modifica parcialmente el
Decreto número 00889 del 17 de mayo de 1996".
Fecha de emisión de la sentencia: Santafé de Bogotá, D.C., mayo veinticuatro (24) de dos
mil (2000).
2.Resumen de los antecedentes: El ciudadano Miguel Gustavo Neira Rueda presentó una
acción pública de inconstitucionalidad en la que impugnó la constitucionalidad de varios
artículos de decretos y leyes relacionados con la Cámara de Comercio en Colombia. En
particular, demandó la inconstitucionalidad de ciertas partes del Decreto-ley 410 de 1971,
el Decreto-reglamentario 889 de 1996 y el Decreto-reglamentario 637 de 1998.
El magistrado sustanciador admitió la demanda contra el artículo 81 parcial del Decreto-
ley 410 de 1971, pero rechazó la demanda contra otros artículos por considerar que carecía
de competencia para conocer de ellos. Ordenó que la norma impugnada fuera incluida en
una lista para su revisión, solicitó la opinión del Procurador General de la Nación y notificó
a varias autoridades, incluyendo al presidente de la República y al ministro de Justicia y del
Derecho, para que expresaran su punto de vista sobre la constitucionalidad de la norma
demandada.
El 10 de noviembre de 1999, un magistrado admitió la demanda presentada por Miguel
Gustavo Neira Rueda contra una parte del Decreto-ley 410 de 1971, lo que implicaba que
se consideraría la constitucionalidad de esta sección del Código de Comercio. Sin embargo,
el mismo magistrado rechazó las demandas relacionadas con otros decretos reglamentarios,
argumentando la falta de competencia de la entidad para abordar esos casos específicos.
Como resultado de esta decisión, se tomaron varias medidas adicionales. Primero, se
incluyó la sección impugnada del Decreto-ley 410 de 1971 en una lista de asuntos
pendientes de revisión constitucional, lo que implicaba un análisis detenido para determinar
su compatibilidad con la Constitución colombiana. Se solicitó la opinión del Procurador
General de la Nación para obtener una evaluación experta sobre la constitucionalidad de la
norma impugnada.
Finalmente, se notificó a altos funcionarios, incluyendo al presidente de la república, al
presidente del Congreso de la República y al ministro de Justicia y del Derecho, sobre el
inicio del proceso de revisión de la norma impugnada y se les invitó a expresar sus
opiniones sobre su constitucionalidad si lo consideraban apropiado.
3. Resumen de la intervención del Ministerio de Justicia y del Derecho.
En el contexto de un proceso legal, el interviniente defiende la legalidad de una disposición
específica relacionada con la elección de directores de las Cámaras de Comercio en
Colombia. La norma en cuestión otorga preferencia a los afiliados sobre los inscritos en
dicha elección, y el argumento presentado es que esta preferencia está respaldada por
principios democráticos y participativos.
El artículo 81 de la Ley 410 de 1971 establece que, en principio, todos los comerciantes
deben participar en la elección de directores de las Cámaras de Comercio. Sin embargo,
cuando el número de comerciantes supera los 300, se permite que solo los afiliados elijan,
mientras que el gobierno nacional garantiza la representación de todos los comerciantes.
La argumentación se basa en que esta diferenciación se justifica debido a las distinciones
entre los comerciantes afiliados y los inscritos. Los afiliados tienen una relación más
estrecha con las Cámaras de Comercio y asumen ciertas responsabilidades adicionales, lo
que justifica su papel destacado en la elección de directores. Además, se sostiene que este
enfoque es necesario para hacer factibles los procedimientos de elección en situaciones
donde la participación de todos los comerciantes sería impracticable.
El interviniente resalta que este tratamiento diferenciado no viola ninguna disposición
constitucional, ya que el legislador reconoce una realidad y aplica un trato proporcional y
razonable en función de los objetivos buscados. En resumen, se argumenta la
constitucionalidad de la norma en cuestión alineándola con principios democráticos y
participativos, y justificándola en función de las diferencias entre comerciantes afiliados e
inscritos.
4. Consideración de la corte frente a las cámaras de comercio.
El artículo cuestionado establece que, en la elección de directores de las Cámaras de
Comercio en Colombia, se da preferencia a los comerciantes afiliados cuando el número de
estos sea superior al 10% del total de comerciantes inscritos. Esto significa que, en
principio, todos los comerciantes deben participar en la elección, pero cuando hay más de
300 comerciantes inscritos, la elección se reserva para los afiliados.
La ley define a un comerciante como alguien que se dedica profesionalmente a actividades
mercantiles y establece obligaciones como la inscripción en el registro mercantil. Cada
Cámara de Comercio está compuesta por los comerciantes inscritos y tiene una junta de
directores. El Gobierno Nacional determina la jurisdicción de cada Cámara en función de la
geografía y vínculos comerciales de los municipios.
La norma también establece que el Gobierno Nacional está representado en las juntas
directivas de las Cámaras. Se argumenta que esta distinción entre comerciantes inscritos y
afiliados se basa en la libertad de asociación y se justifica por las diferencias en las
obligaciones y compromisos asumidos voluntariamente por los afiliados.
La Corte Constitucional analiza si esta distinción entre inscritos y afiliados viola la
Constitución y concluye que no, ya que la afiliación es voluntaria y se basa en el ejercicio
de la libertad de asociación. La decisión de limitar la participación en la elección de
directores a los afiliados se considera legítima dentro de la autonomía de las organizaciones
civiles y económicas, siempre y cuando se respeten los derechos fundamentales y se
ponderen adecuadamente los principios en juego. La norma, en este contexto, no se
considera inconstitucional.
1.Identificación de la sentencia:
Nombre de la sentencia: Sentencia C-1142 de 2000 Corte Constitucional
Magistrado ponente: José Gregorio Hernández Galindo
Norma acusada: Articulo 90 del código de comercio.
Fecha de emisión de la sentencia: Santafé de Bogotá, D.C., agosto treinta (30) de dos mil
(2000).
2.Resumen de los antecedentes: El demandante alega que el artículo impugnado, que
establece inhabilidades para abogados, economistas y contadores que sean empleados
permanentes de las cámaras de comercio, vulnera los artículos 13, 53 y 70 de la
Constitución Política. Considera que esta disposición es discriminatoria, ya que excluye a
otros profesionales y a trabajadores ocasionales o transitorios que desempeñan funciones
similares y tienen los mismos derechos y deberes que los empleados permanentes.
El actor argumenta que esta norma también viola los artículos 16, 20 y 26 de la
Constitución, ya que priva a los abogados, economistas y contadores de la libertad de
ejercer plenamente sus profesiones al imponerles una inhabilidad.
Sostiene que esta disposición se promulgó cuando no se tenía una comprensión clara de la
naturaleza jurídica de las cámaras de comercio y que la "inhabilidad" que establece es una
figura del Derecho Público, aplicable a empleados públicos, lo cual ya no es válido, dado
que las cámaras de comercio no son entidades públicas.
Por último, el demandante considera inapropiado que el proceso disciplinario por mala
conducta de los empleados lo lleve a cabo el Superintendente de Industria y Comercio, ya
que, en su opinión, este debería ser competencia del Consejo Superior de la Judicatura y/o
la Procuraduría General de la Nación. Además, insta a la Corte Constitucional a examinar
las razones detrás de la creación de esta inhabilidad en las actas de la comisión redactora
del Código de Comercio.