¿Cómo Se Debe Evangelizar para Ganar Almas

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¿CÓMO SE DEBE EVANGELIZAR PARA GANAR ALMAS?

El evangelismo se ha venido cambiando a medida que pasan los años, ya que cada
vez contamos con más estrategias de poder llegar a las personas para darles un
mensaje de salvación, sin embrago, hay muchas personas que quizás este tema se
les dificulta un poco y se preguntan Cómo Se Debe Evangelizar correctamente o si
existe una manera más fácil de hacerlo, así que hoy estamos aquí para aclarar
algunas de tus dudas y ayudarte en este tema

Aunque algunas personas tienen más facilidad para hablar o para socializar, esto no
quiere decir que solo algunos estemos llamados a hablarle a la gente de cristo, al
contrario, el señor en su palabra nos indica que debemos predicar su mensaje a
todo el mundo y no dice que personas específicamente deben hacerlo, lo que
significa que todos tenemos no solo la oportunidad sino el llamado a hacerlo.
Marcos 16:15 “Id por todo el mundo y proclamad el evangelio a toda la creación”.

¿QUÉ SIGNIFICA EVANGELIZAR?


El evangelizar es compartir la palabra de Dios con las personas que no son
creyentes, que sabemos que están en el mundo y nos gustaría llevarles un mensaje
de salvación a sus vidas, de acuerdo a lo que nosotros hemos experimentado, y
aunque puede causar un poco de nervios, no hay mejor satisfacción que ver a una
persona que ha aceptado a Jesús en su corazón al igual que tú.

El evangelizar como dijimos al principio es un mandato de Dios, que es fundamental


para un creyente, y es que aunque la otra persona parece ser la única que está
recibiendo, es increíble la forma en la que quien predica puede ser bendecida por
Dios al obedecer sus mandatos, es por esto que es muy importante predicar cada
vez que tengamos la oportunidad.
2 Timoteo 4:2
Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y
anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar.
Lo que si nunca debes olvidar es que no se trata de ti solamente, sino de poder
proclamar y honrar el nombre del señor, él es el único que puede darte la gracia y
guiarte a hablar correctamente para que los demás puedan oírte plácidamente y
decidan entregar su vida a Dios.
(Romanos 10:14-15) ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y
cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les
predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito! Cuán
hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas
nuevas!»
¿POR QUÉ SE DEBE EVANGELIZAR?

Cuando decidimos evangelizar lo hacemos por amor, por amor a esas personas que
sabemos que sus almas están cautivas y que necesitan una palabra de aliento, no
lo hacemos por nosotros mismos, sino porque ahora somos más misericordiosos
con los que están perdidos, y hemos decidido ayudarlos a cambiar sus vidas para
que puedan crecer en Dios y tener una vida de salvación y plenitud.
(Mateo 28:19-20) “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”

¿CÓMO SE DEBE EVANGELIZAR?


Una vez que conocemos el por qué evangelizamos, es mucho más fácil poder estar
motivamos a proclamar la palabra de cristo a las personas, sin embargo, no todas
las personas son tan receptivas y si, debes estar preparado para que muchas no
estén dispuestas a escucharte.

Por otro lado, nos encantaría decirte que hay un metodo eficaz y específico para
evangelizar, pero la verdad no lo hay, no existen reglas más que hablar de la
palabra de Dios, la biblia está llena de historias, promesas, oraciones, cosas que
vivieron nuestros antepasados y que incluso la mayoría de esas historias se repiten
en la vida del ser humano, por lo que sabemos que si te dejas guiar por la biblia y le
hablas a las personas de lo que allí esta, podrán identificarse y será mucho más
fácil llegar a sus corazones.

CONSEJOS PARA EVANGELIZAR:


Aunque no existan reglas de lo que se debe decir en un evangelismo
obligatoriamente, si podemos darte algunos consejos que nos han servido mucho
para poder llegar a las personas que necesitan una palabra.
1. Prepara un mensaje de antemano: es importante que tengas una idea de lo
que hablaras y cual tema quieres abordar en este evangelismo, ya sea, libertad,
perdón, amor, entre otros.
2. Escoge versículos de la biblia fáciles de entender: no todas las personas
conocen las historias de la biblia, por lo que una reflexión que requiera de una
historia muy larga o poco conocida, no ayudara.
3. Se breve: las personas tenemos un máximo de 30 minutos de atención,
aprovecha el tiempo para decir lo más importante y poder tener un lenguaje simple
que las personas puedan identificarse, si hablas demasiado, se aburrirán, ademas
de que quien quiere hablar por 2 horas con un desconocido?
4. Nunca olvides orar: pedir a Dios antes de evangelizar te ayudara a tener su
respaldo y compañía, por otro lado, una vez que termines de evangelizar a la
persona, es fundamental que puedas orar con ella y llevarla a que confiese sus
pecados y como fin, pueda aceptar a Jesús en su corazón
5.
¿CUÁL ES LA MEJOR FORMA DE EVANGELIZAR?
Esperamos que estos consejos puedan servirte de mucha ayuda, como último
queremos decirte que la mejor forma de evangelizar es con tu testimonio, cuando
Dios restaura a una persona y el espíritu santo mora dentro de ella, es imposible
que no se note externamente.

Que tu única preocupación sea agradar a Dios y que puedas demostrar con tus
acciones que eres diferente y que tienes algo especial, esta es una de las mejores
formas de evangelizar, y que si te pones a pensar, cuando las personas te
comiencen a preguntar qué es lo que tienes ¿de qué hablaras? ¿Acaso lo que
tienes no es a Jesús?, y acaso tu pregunta no fue ¿cómo se debe evangelizar?
¡Asi es! Si las personas te verán y querrán de lo que tienes, y lo que tienes es a
Jesús, entonces ya tienes tu mejor manera de evangelizar.

¿QUÉ DEBEMOS ANUNCIAR EN LA EVANGELIZACIÓN?


La evangelización debe anunciar a Jesucristo como el único Salvador. La
evangelización también debe anunciar el amor de Dios, que transforma la vida.
La evangelización debe transmitirse con sencillez y mansedumbre, sin apegos a los
bienes materiales y juntos, en comunidad.
La evangelización debe anunciar el nombre, la doctrina, la vida, las promesas, el
reino, el misterio de Jesús de Nazaret Hijo de Dios.
La evangelización debe anunciar la buena noticia de que Jesús vive, de que ha
resucitado venciendo a la muerte. Jesús es el único hombre que, en toda la historia,
ha realizado esta hazaña.
La evangelización es un mandato cristiano fundamental. Algunos pasos para
evangelizar incluyen:
● Conocer el mensaje del evangelio
● Vivir el evangelio en la vida diaria
● Orar constantemente
● Conocer la Palabra de Dios
● Vivir una vida coherente con el evangelio
● Compartir el evangelio con amor y respeto
Algunas maneras de evangelizar incluyen:
● Iniciar conversaciones significativas
● Presentar el plan de salvación
● Contactar a un amigo no creyente
● Salir a caminar
● Usar la tecnología para hacer conexiones sociales
● Comenzar un grupo de descubrimiento en línea para explorar el cristianismo
● Organizar una reunión virtual para ver los cultos de adoración en línea
● Compartir el evangelio, que puede ser tan sencillo como amar a Dios y al
prójimo, compartir con ellos e invitarlos a estar con nosotros
● La evangelización debe contener siempre una clara proclamación de que en
Jesucristo, hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, se ofrece la
salvación a todos los hombres.

IMPORTANCIA DEL EVANGELISMO

La evangelización no es una tarea o un deber, sino un estilo de vida. Podemos


compartir el evangelio en nuestra vida diaria siguiendo a Jesús de maneras que
involucren a otros y les permitan ver a Cristo en nosotros y a través de nosotros. Ya
sea en la oficina, en la escuela o en el gimnasio, ¿reconocemos las oportunidades
en las que podemos compartir el evangelio y el amor de Dios con las personas que
vemos todos los días?
Muchos afirmamos que la cosa más maravillosa que pasó en nuestras vidas, es el
hecho de ser hijos de Dios. Disfrutamos de su amor, bendiciones y nos gozamos de
pertenecer a la Iglesia de Cristo, pero nos estamos convirtiendo en cristianos
egocéntricos y nos concentramos en nuestras necesidades mas no en nuestras
responsabilidades, olvidando que la tarea suprema de la iglesia es la
evangelización del mundo. Hay suficientes pruebas en la Palabra de Dios acerca de
esta responsabilidad de testificar de Cristo.

LA EVANGELIZACIÓN ES IMPORTANTE: Porque es el único mandamiento que


nuestro Señor Jesucristo ha dejado a su iglesia antes retornar al cielo. (Mt 28:19;
Luc 24:47; Hch 1:8)
El Señor Jesucristo después de realizar la obra redentora en la tierra, y antes de
partir a la gloria de Su Padre, nos dejó una tarea muy importante que debe ser la
prioridad de todos sus hijos: “Id por todo el mundo y haced discípulos de todas las
naciones…” “que se predique el mensaje del arrepentimiento y perdón de pecados
en todas las naciones” “cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo me
seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria hasta lo último de la tierra”.
Se puede observar que la visión de Dios no solamente es la iglesia local o un
determinado pueblo, sino todo el mundo para ser salvado. Una visión mundial. Dios
ama al mundo, Cristo murió por todos los pecadores, y es nuestro deber ir a todo el
mundo a predicarlo.
Algunas iglesias tenemos una visión limitada: estamos enfocados en nuestras
necesidades y apenas queremos llegar con el Evangelio a nuestra localidad, o
región; y otros lamentablemente ni nos preocupamos por la evangelización, quizá
porque pensamos que es tarea de los misioneros o predicadores, mas no de toda la
iglesia. Es momento de reflexionar y recordar nuestra verdadera misión: llevar el
evangelio a todo el mundo, a toda persona (Mateo 24:14). Porque TODOS los
cristianos somos responsables de anunciar el mensaje de salvación a toda persona,
sin distinción alguna. (Rom 10:13-15; Ez 3:17- 21)
La Palabra de Dios, como fuente de la única Verdad y Vida, afirma con toda claridad
que solamente serán salvos aquellas personas que crean y reconozcan al Señor
Jesucristo como su Señor y Salvador personal; y los que no creen en Él irán a la
condenación eterna. Hoy en día en nuestra ciudad y el mundo entero existe
muchísima gente que no conocen a Cristo. No creen porque nunca han escuchado
de Jesús, porque no hay quien les predique de Él. (Rom. 10:14)
La pregunta para cada uno de nosotros es ¿Qué estamos haciendo para que ellos
lleguen a conocer y creer en Cristo? No podemos negar que somos responsables
de cada persona que se pierde. Dios nos ha puesto como sus representantes aquí
en la tierra, por tanto, cada uno tiene la autoridad de amonestar a los pecadores
para que se arrepientan. Es nuestro deber presentar a Cristo como la única persona
quien perdona pecados y dar la vida eterna. Si no corregimos a la persona perdida
y muere en esa condición se irá a la condenación eterna, y a nosotros nos juzgará
Dios y seremos culpables de su sangre. Estas palabras deberían motivarnos a
ocuparnos más en la misión de evangelizar. Podemos hacer esto de muchas
formas: compartiendo el Evangelio, o enviando misioneros a los lugares donde falta
que llegue el Evangelio u orando para que la gente se convierta y para que Dios
envíe más obreros a Su mies.
Es mi oración de cada día, que la iglesia tome conciencia y empiece con su
verdadera tarea, y las palabras del apóstol Pablo esté en cada corazón “Ay de mí
sino predicare el Evangelio” (1 Cor 9:16).

LA NECESIDAD
– Principalmente adquirimos conciencia de la necesidad existente en nuestro
mundo de hoy, sobre la base de nuestra propia experiencia de conversión, a la vez
que descubrimos el mensaje claro de la Palabra de Dios, que así lo expone. El
hombre está perdido, y por ello necesita conocer el mensaje de la Salvación. «Por
cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios» (Ro. 3:23).
– A través de la predicación de Jesús y la predicación apostólica (el modelo que
debemos seguir), adquirimos conciencia del mensaje de salvación que hemos de
proclamar. Observamos que tanto Jesucristo como sus discípulos hablaron de: la
necesidad de reconciliar al hombre con Dios; hablaron del pecado, del infierno, de
la salvación, de la muerte de Cristo y su resurrección, de la necesidad de
arrepentimiento, de la conversión (entrega del corazón a Dios), del retorno del
Señor Jesús, del Juicio final, etc. Y todo ello forma parte del mensaje divino, que
incluye el mensaje del Evangelio, centrado principalmente en la muerte de Cristo
por nuestros pecados.
– El apóstol Pablo realiza un planteamiento lógico, desde una perspectiva humana:
«Cómo creerán en Aquel de quien no han oído? ¿Cómo oirán sin haber quien les
predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?…» (Ro. 10:14,15).
Entendamos aquí, porque si bien la efectividad evangelizadora corresponde al
poder del Espíritu Santo, no obstante a Dios le ha placido incluir el privilegio de que
colaboremos en este proyecto: el de anunciar la salvación a esta nuestra presente
Humanidad. Por tanto, ser un portavoz del mensaje salvador, es un acto de gracia
divina. Dios ofrece a sus hijos el gran favor de ser sus colaboradores en esta
maravillosa tarea. Podemos aceptarlo o podemos rechazarlo (es nuestra la
decisión).
– Admitimos que todos los creyentes no son evangelistas, en el sentido bíblico del
término (fundación de iglesias): «Él mismo constituyó… a otros, evangelistas; a
otros, pastores y maestros» (Ef. 4: 11). Pero, sin embargo, todos los cristianos
debemos dar testimonio de nuestra fe, y colaborar así para la extensión del Reino
de Dios: «Para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas…»
(1 P. 2:9).

¿CÓMO SE EVANGELIZA?

Hay muchas maneras de realizar la tarea de evangelismo. Podemos hacerlo de


forma personal; o saliendo de dos en dos; o en grupo con la Iglesia. Ahora bien, lo
más importante que hay que tener en cuenta para evangelizar no son los métodos,
sino la condición del corazón de la persona que evangeliza. Por eso vamos a
considerar este punto en primer lugar.

Puede ser que en una Iglesia se haya desarrollado ya un programa de


entrenamiento y capacitación muy completo para evangelizar, pero si la Iglesia
carece de la real visión para alcanzar a su comunidad, y si no existe una verdadera
compasión por los perdidos en el corazón de sus miembros, es difícil que se cumpla
la obra de evangelismo, porque la iglesia como cuerpo, no se movilizará.

Sin embargo, en otra iglesia con poca preparación formal en evangelismo, podrá
llevarse a cabo la obra si hay un alto grado de motivación y deseo en el corazón de
los creyentes.
También puede contarse con un método muy bueno, pero si no existe un buen
testimonio, una vida de oración y una actitud de comunión con Dios en la persona
que presenta el evangelio a la gente, difícilmente tendrá un impacto positivo. En la
misma forma, puede ser que la persona que evangeliza tenga una metodología
inadecuada, pero su amor y sinceridad resplandecerán por encima de sus carencias
y logrará buenos resultados. Esto nos hace entender que el evangelismo no es solo
un programa, sino que la unción del Espíritu Santo juega un papel determinante en
esto. No depende del método, sino de la

condición y la motivación del corazón del evangelista, es decir, de la persona que

presenta el evangelio.

CARACTERÍSTICAS DEL EVANGELISMO VERDADERO Y EFICAZ:

El que hace la labor de evangelismo reconoce la soberanía de Dios y muestra


sumisión a ella. Primeramente, lo reconoce en cuanto a la obediencia, pues
entiende que evangelizar es un mandato de Dios a Su pueblo. Como fieles
servidores del Señor, estamos obligados a obedecerlo, no es opcional
(Mt.28:19,20).

Segundo, reconocemos también que somos simples portadores del mensaje de


salvación, y que cuando alguien se convierte, es Dios quien ha salvado, no
nosotros. Él es el único que puede salvar (Hechos 4:12).

El evangelismo se caracteriza por el amor y la compasión hacia los perdidos.

La motivación es la misma que tuvo Jesús, cuando se conmovió al ver al pueblo


perdido y hambriento (Mateo 15:32).

El evangelismo trata de la verdad. No es la presentación de un punto de vista


personal, o de una idea o enseñanza cualquiera. Es la presentación de un mensaje
único, auténtico y verdadero, basado en la Biblia y confirmado por el Espíritu Santo.
El evangelio no es enseñanza de hombres (2da de Pedro 1:21).

El evangelismo auténtico toma en cuenta la profundidad de la naturaleza


pecaminosa del ser humano. Por lo tanto, debemos tener presente que la
conversión no es algo que se puede hacer a la ligera. No es algo que se hace para
complacer a otra persona. Tiene que ser de todo corazón, con un arrepentimiento
verdadero y con la intención de seguir a Cristo y dejar el pecado atrás (2da a los
Corintios 7:9,10).
El evangelismo verdadero respeta la santidad de Dios. Como Él es santo, así deben
ser sus mensajeros. El testimonio de la persona que evangeliza debe tener
correspondencia con el mensaje que lleva (1 Pedro 1:15,16).

El apóstol Pablo dice que “somos embajadores en nombre de Cristo” (2 Corintios


5:20).

Hay personas dotadas con el don de evangelismo. El mensaje del evangelio fluye
de su interior como “ríos de agua viva”. Al verdadero evangelista nadie tiene que
llamarlo ni motivarlo para evangelizar, lo hace como parte de su vida. Es un llamado
especial que se cumple por un impulso interno, motivado por el Espíritu Santo.
Pero, aunque no todos tenemos el don de evangelismo, todos hemos sido llamados
a evangelizar. Por eso la Biblia continuamente nos exhorta y nos prepara para el
evangelismo; y nos recuerda el compromiso que tenemos con la Gran Comisión. Es
asunto de obediencia, de entender y acatar la soberanía de Dios sobre nuestras
vidas. Los que tienen el don de evangelismo lo deben ejercitar; los que no lo tienen,
pueden hacer su mejor esfuerzo y aprender a comunicar el evangelio; pero todos
debemos ponernos bajo la guía del Espíritu Santo para realizar esta misión.
“Por tanto, íd, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo...” (Mateo 28:19).

¿CUÁL ES EL FIN O PROPÓSITO ÚLTIMO DEL EVANGELISMO?


El fin último del Evangelismo es que Dios atraiga a Su pueblo a través de la
predicación del Evangelio para que Su pueblo sea Salvado de la condenación y del
Día de la ira, para que así herede las promesas de la gracia y agradezca a Dios por
tan grande amor y benevolencia. Por ello, esta Salvación tiene como fin último el
que Dios sea glorificado a través de los redimidos que exaltarán, adorarán y
glorificarán a Dios por tan grande Obra Salvadora en Jesucristo. Así, el fin último es
cumplido, Dios es glorificado mediante las acciones de gracias del pueblo redimido.
El Evangelismo al proclamar el Evangelio, llama a los pecadores al más grande
gozo y comunión con el Dios Trino para contemplar la grandeza de Su gloria por
toda la eternidad.

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