El Evangelismo Personal
El Evangelismo Personal
El Evangelismo Personal
“Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el
evangelio” (Hechos 8:4).
Respuesta: Todos los que han sido salvos por Jesucristo deben hacer este
trabajo. Esto incluye a usted, el nuevo creyente. Dios no le encargó a los
ángeles la predicación del evangelio; es lógico también que los que todavía
son inconversos, no pueden ni deben dar el evangelio a otros. El
evangelismo personal no es una responsabilidad exclusiva de los pastores.
Cierto, ellos deben hacer este trabajo, pero cada cristiano en particular
debe hacerlo también. Alguien ha dicho que las ovejas se reproducen entre
sí mismas. Es interesante observar que la expansión del cristianismo en los
primeros años, se debió principalmente al testimonio personal de los
llamados cristianos laicos. Hechos 4:20; Romanos 1:8; 1 Tesalonicenses
1:8.
Pregunta 5 ¿Cuándo debe el nuevo creyente hacer este trabajo?
Respuesta: No basta evangelizar, sino que hay que saber hacerlo. Hay que
procurar que el individuo a quien estamos evangelizando no se sienta
ofendido. Conviene ganar su amistad, su interés y su atención. No es bueno
mostrar aire de superioridad y, sin embargo, uno debe hablar con
convicción y sinceridad. No siempre será lo mejor lanzarse de buenas a
primeras al tema de la salvación; se debe esperar el momento oportuno
para en la conversación deslizarse hacia los asuntos espirituales. Pero una
vez abordado el tema, hay que permanecer en él hasta su final lógico.
También hay que actuar con amor, con paciencia y con sabiduría. Debemos
confiar en que el Señor bendecirá nuestra labor de evangelismo personal.
Mateo 10:16; 1 Corintios 9:22.
Respuesta: En primer lugar hay que hacerle ver, con la Biblia, que es
pecadora y que necesita del perdón de Dios. Luego, que Dios la ama, y que
en prueba de su amor envió a su Hijo Cristo Jesús al mundo. Después hay
que explicarle que Jesús murió voluntariamente en la cruz para salvar al
pecador. Entonces, que las condiciones para que Cristo la pueda salvar son
el arrepentimiento y la fe. Finalmente, hay que confrontar al individuo con
Jesucristo, a fin de que tome la decisión de recibirlo como su Salvador. Si
da este paso, se le pueden leer las palabras de Juan 5:24, que hablan de la
seguridad de la salvación.
Hay casos que convendrá contestar algunas preguntas, disipar ciertas dudas
y contrarrestar objeciones; esto hay que hacerlo, sin embargo, con mucho
tacto, y tener el cuidado de no quedarse sólo en los aspectos negativos. El
plan de Dios para la salvación del hombre es muy definido y positivo a la
vez que claro y sencillo. El siguiente breve bosquejo le puede ser muy útil
en su labor de evangelizar:
Pregunta 9 ¿Qué hacer con los que se convierten a Cristo como resultado
del evangelismo personal?