Sirviendo A Cristo I
Sirviendo A Cristo I
Sirviendo A Cristo I
El escritor a los Hebreos nos muestra los tres elementos de todo servicio que se hace para
Dios:
• Gratitud
• Temor
• Reverencia
Si usted nota, en cada una de sus cartas el apóstol Pablo se identificaba como siervo de
Cristo, así sea al principio, desarrollo o final de la epístola. ¿Qué quería decir con esto?
El hecho de que Pablo se presentara como siervo de Cristo decía mucho de su nuevo yo.
Un hombre cautivo por su orgullo y que usaba su poder religioso para destruir a los
cristianos, ahora es un siervo de aquel que perseguía.
Los siervos de Jesucristo desarrollan una disposición inusual de padecer por razón de
Cristo para que su servicio sea excelente.
Ejemplo en lo secular “Yo aprendo rápido, deme la oportunidad y le demostraré que soy
la persona ideal”.
Dios espera que nuestra diakonia no sea un simple compromiso de hacer algo sino una
disposición de servir a Cristo.
El hijo de Dios se convierte en siervo de Cristo como resultado de una vida que a través
de los procesos ha aprendido amar a Dios por quien Él es y le sirve.
La palabra servicio por sí misma nos dice de que se trata; Ser, es decir, servimos
efectivamente a Dios a medida que nos vamos convirtiendo o siendo al mismo tiempo
que efectuamos una acción física.
Las palabras de Pablo a la iglesia en Roma no era una simple fraseología de ánimo y
esperanza, sino el resultado de algo que había experimentado y naturalmente traspasa
ese principio que brota de un verdadero “siervo”.
La palabra que usa Pablo para referirse a como debe ser nuestro servicio es culto, que en
griego es “latreia” que traducido es servicio.
Este servicio debía ser:
• Cumpliendo el compromiso
Filipenses 3:16 (RVR60)
16
Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma
cosa.
2. Identifique una o varias de las cualidades anteriormente descritas y diga como esto
mejoraría tu servicio a Dios.