Ética Nietzsche

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Nietzsche se ocupa de la ética en dos obras conocidas suyas: Más allá del bien y del mal y La

genealogía de la moral. En dichas obras el filósofo lleva a cabo una crítica a la moral
occidental. Esta moral tradicional se sustenta en la filosofía de Platón con su distinción
entre dos mundos. Y la consecuencia posterior de la filosofía platónica es el cristianismo.
La moral platónico-cristiana se opone a la vida.

Según Nietzsche, la moral platónico-cristiana:

-Establece mandamientos que van en contra de los sentidos, lo pasional, la carne. La


moral occidental niega las normas de la vida. Y quiere extirpar del ser humano sus deseos
y necesidades vitales.

-Inventa una serie de ficciones que servirán como supuesta salvación de los seres
humanos. Dichas ficciones son: la existencia de un mundo distinto de este y Dios. Dios y el
otro mundo son los conceptos menos reales que ha creado el ser humano; es decir, los más
opuestos a la vida.

La moral tradicional es según Nietzsche dogmatismo moral. Esto significa creer en la


objetividad y universalidad de los valores morales. Así, el cristianismo sitúa los valores
en el ámbito eterno e inmutable de la mente de Dios. Pero esta moral, dice Nietzsche, se
equivoca totalmente pues los valores morales no tienen una existencia objetiva. Los
valores, en realidad, los crean las personas, son proyecciones de nuestra subjetividad
(pasiones, sentimientos, intereses, etc.)

Nietzsche, por eso, califica la moral también de decadente ya que no gira en torno al ser
humano sino en torno a Dios y eso hace que el ser humano rechace su propia naturaleza.
Según él, el cristiano acaba siempre por resignarse a una vida triste en este mundo para
prepararse para la vida feliz prometida en el cielo.

Él defiende que hay que construir una nueva moral.

En La genealogía de la moral Nietzsche aplica el método genealógico a los valores morales.


Dicho método consiste en rastrear los orígenes de los conceptos básicos de la cultura
occidental para denunciar lo que subyace a ellos. Es decir, con este método Nietzsche va a
estudiar cómo surgieron los conceptos morales y cómo se impusieron como valores aceptados
a partir de la fuerza del grupo social que los propone.

Nietzsche descubre que la palabra bueno tuvo en un primer momento en todas las lenguas el
significado de “noble”, “fuerte”, “superior” y la palabra malo “bajo”, “inferior”, “débil”. Al
principio, esta contraposición entre estos términos se refería a un estamento social. De este
estamento derivará una moral diferente:

a) Por un lado estaban los señores hombres fuertes, superiores, solitarios que no aceptan
sujetarse a normas. No se someten a una voluntad que no sea la suya propia. Sus valores son
la plenitud, el poder, la fuerza, la disciplina, etc. La moral de los fuertes es llamada moral de
los señores. Son ellos los que afirman y exaltan la vida. Los que dicen sí a la vida y admiten
que con ello hay que aceptar que existe el cambio, el nacimiento y la destrucción; por
tanto, las necesidades corporales, la sensibilidad: hay que amar a la realidad incluso en lo que
esta tenga de terrible.

b) Por otro lado, estaban los esclavos hombres débiles e inferiores. Su moral es heterónoma.
Sus valores son la compasión, el amor al prójimo, la igualdad, la paciencia, la resignación, el
sufrimiento, etc. La moral de los débiles es llamada moral de los esclavos.

Originariamente, los señores eran los que dominaban. Sin embargo, fruto del resentimiento
de los esclavos que empezaron a envidiar y a odiar a los superiores empezaron a rebelarse y a
denominar buenos los valores que para los señores serían los malos. Se produjo así una
transmutación de los valores. Fue a partir de este momento cuando los conceptos bueno y
malo adquirieron un sentido moral.

Nietzsche afirma que la moral es hoy día, en Europa, moral de rebaño (moral de esclavos).

Nietzsche afirmará que debe producirse una nueva transmutación de los valores que
devuelva el predominio a la moral de los señores, y en la que vuelvan de nuevo a
considerarse “buenos” los valores de esta moral frente a los valores de la moral de los
esclavos. Para ello será necesario una nueva clase de hombre que destruya la moral
tradicional. Esta nueva clase de hombre será el superhombre.

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