Nulidad de Los Contratos
Nulidad de Los Contratos
Nulidad de Los Contratos
Estos mismos informes serán necesarios para la suscripción de los contratos cuyo monto
iguale o exceda la base para el concurso público de ofertas, aunque no hubieren sido
licitados o concursados.
Las causas de nulidad general de los contratos contempladas en el Código Civil son las
siguientes:
- Vicio de Voluntad
- Objeto Ilícito
- Causa Ilícita
- Falta de Formalidad
- Falta de Capacidad
En lo que respecta a los vicios de la voluntad, estos son básicamente tres: el error, la
fuerza y el dolo.
El error vicia el consentimiento cuando: recae sobre la especie del acto o contrato que se
ejecuta o celebra; la sustancia o calidad esencial del objeto sobre que versa el acto o
contrato es diversa de lo que se cree; si la calidad de la cosa es el principal motivo de
una de las partes para contratar y este motivo ha sido conocido por la otra parte; si
existe error acerca de la persona siempre y cuando la consideración de esta persona sea
la causa principal del contrato.
Hay también objeto ilícito en las deudas contraídas en juegos de azar, en la venta de
libros cuya circulación esté prohibida por autoridad competente, de láminas, pinturas,
estatuas, telecomunicaciones, audiovisuales obscenos y, de impresos condenados como
abusivos para la libertad de opinión y expresión; y, generalmente, en todo contrato
prohibido por las leyes.
Además hay objeto ilícito en todo lo que contravenga al Derecho Público Ecuatoriano.
La causa es ilícita cuando esta va en contra de las leyes, la moral o el orden público;
cabe destacar que para que exista obligación esta causa debe ser real.
La Falta de Capacidad está presente tanto en los incapaces absolutos como en los
relativos; en el caso de la incapacidad relativa, esta da lugar a obligaciones naturales;
mientras que los actos y contratos celebrados por incapaces absolutos acarrean la
nulidad de los mismos.
Por otra parte, es preciso recodar que de acuerdo a nuestra legislación y a la doctrina, la
nulidad de los contratos no puede ser declarada de manera privada, unilateral o por
acuerdo de las partes, como bien lo aclara y señala la Procuraduría General del Estado al
absolver a través de la resolución No 4 publicada en el Registro Oficial 539 de 21 de
marzo del 2002, contenida en el oficio No. P. G. E. No 22520, de 30 de enero del 2002,
una consulta realizada por la Contraloría General del Estado y que en efecto señala que:
“…………..cuando un contrato se encuentre ejecutado o liquidado, sobre todo en
aquellos cuyo objeto es la ejecución de una obra o la prestación de un servicio, la
Procuraduría se pronuncia en el sentido que, considerando que las nulidades no
producen efectos de pleno derecho sino que tienen que ser demandadas, y que los
contratos se entienden válidos mientras no se declare su nulidad; ejecutado y liquidado
el contrato, resulta ineficaz e inconveniente para el interés público demandar la nulidad;
es más, ejecutado y liquidado un contrato, este se entiende terminado por cumplimiento
de las obligaciones contractuales, por lo que no existiría causa para demandar su nulidad
”, por lo que, es claro que la nulidad de un contrato debe ser conocida y resuelta por la
autoridad judicial competente ya que de no atender a este procedimiento la obligaciones
y relaciones contractuales se mantendrán vigentes o podrán extinguirse por las
condiciones establecidas en la Ley, aún más siendo de interés público el mantener dicha
contratación, como fin principal de esta contratación pública.
Para concluir cabe mencionar que conforme a los criterios de la Procuraduría General
del Estado, una vez que el contrato está ejecutado y liquidado no cabría alegar su
nulidad, puesto que se entiende se halla terminado por cumplimiento de las obligaciones
contractuales.