Nulidad de Los Contratos

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NULIDAD DE LOS CONTRATOS

Titulo: NULIDAD DE LOS CONTRATOS


Fecha de Creación : 16/10/2006
Autor : Dpto. Jurídico
Artículo : NULIDAD DE LOS CONTRATOS

En vista de los reiterados problemas que se suscitan en el sector de la construcción, en


su mayoría ocasionados por el desconocimiento de las normas que regulan la
contratación en el sector público, la Cámara de la Construcción de Quito pone a
consideración el siguiente artículo que se centra en el estudio de las CAUSAS DE
NULIDAD DE LOS CONTRATOS SEGÚN LA LEY DE CONTRATACIÓN
PÚBLICA.

Dentro de las causas de nulidad que se establecen en la Ley de Contratación Pública


encontramos las siguientes:

1. Por las causas de nulidad general de los contratos.


2. Cuando no se hubieren solicitado los informes requeridos por la ley.
3. Cuando, solicitados los informes, se hubiere celebrado el contrato sin uno o varios de
ellos, antes de haberse vencido el término previsto para expedirlos.
4. Si en el contrato no se recogieren las observaciones formuladas por los funcionarios
informantes.
5. Cuando se celebraren pese a que uno de los informes previstos en el Art. 60 de la Ley
de Contratación Pública (informes del: Contralor General del Estado, Procurador
General del Estado, Ministro de Economía y otros de acuerdo a la naturaleza del
contrato y a las normas legales pertinentes) fuere negativo

Conforme a la Ley de Contratación Pública, en forma previa a su celebración, los


contratos que hubieren sido adjudicados siguiendo los trámites de licitación o concurso
público de ofertas, requerirán los informes del Contralor General del Estado y del
Procurador General del Estado.

Estos mismos informes serán necesarios para la suscripción de los contratos cuyo monto
iguale o exceda la base para el concurso público de ofertas, aunque no hubieren sido
licitados o concursados.

Si el contrato implica egresos de fondos públicos, con cargo al Presupuesto del


Gobierno Nacional, se requerirá, además el informe del Ministro de Economía y
Finanzas. Si por la naturaleza u objeto del contrato se exigieren otros informes, se estará
a las normas legales respectivas.

Obtenidos los informes o vencido este término, se procederá a la celebración del


contrato, tomando en cuenta, las observaciones que se hubieren formulado, de existir
éstas.

Las causas de nulidad general de los contratos contempladas en el Código Civil son las
siguientes:

- Vicio de Voluntad
- Objeto Ilícito
- Causa Ilícita
- Falta de Formalidad
- Falta de Capacidad

En lo que respecta a los vicios de la voluntad, estos son básicamente tres: el error, la
fuerza y el dolo.

El error vicia el consentimiento cuando: recae sobre la especie del acto o contrato que se
ejecuta o celebra; la sustancia o calidad esencial del objeto sobre que versa el acto o
contrato es diversa de lo que se cree; si la calidad de la cosa es el principal motivo de
una de las partes para contratar y este motivo ha sido conocido por la otra parte; si
existe error acerca de la persona siempre y cuando la consideración de esta persona sea
la causa principal del contrato.

La fuerza vicia el consentimiento cuando es capaz de producir una impresión fuerte en


una persona de sano juicio, tomando en cuanta su edad, sexo y condición. Se considera
fuerza a todo acto que infunde a una persona justo temor de verse expuestos a ella, su
cónyuge o alguno de sus ascendientes o descendientes, a un mal irreparable y grave.
Para que la fuerza vicie el consentimiento no es necesario que la ejerza el que es
beneficiado por ella.
El dolo vicia el consentimiento siempre y cuando haya sido obra de una de las partes y
además, aparezca claramente que sin el no se hubiera contratado.

En lo que se refiere al objeto ilícito, este puede darse en la enajenación de:

1. Las cosas que no están en el comercio.


2. Los derechos o privilegios que no pueden transferirse a otras personas.
3. Las cosas embargadas por decreto judicial sin autorización judicial.

Hay también objeto ilícito en las deudas contraídas en juegos de azar, en la venta de
libros cuya circulación esté prohibida por autoridad competente, de láminas, pinturas,
estatuas, telecomunicaciones, audiovisuales obscenos y, de impresos condenados como
abusivos para la libertad de opinión y expresión; y, generalmente, en todo contrato
prohibido por las leyes.

Además hay objeto ilícito en todo lo que contravenga al Derecho Público Ecuatoriano.

La causa es ilícita cuando esta va en contra de las leyes, la moral o el orden público;
cabe destacar que para que exista obligación esta causa debe ser real.

En cuanto a la formalidad, está desemboca en nulidad siempre que se refiera a las


solemnidades sustanciales de un acto o contrato.

La Falta de Capacidad está presente tanto en los incapaces absolutos como en los
relativos; en el caso de la incapacidad relativa, esta da lugar a obligaciones naturales;
mientras que los actos y contratos celebrados por incapaces absolutos acarrean la
nulidad de los mismos.

CONTRATOS CELEBRADOS CONTRA EXPRESA PROHIBICIÓN


Si se celebrare un contrato contra expresa prohibición de esta ley, la máxima autoridad
de la entidad podrá declarar en forma anticipada y unilateral la terminación del contrato,
sin que proceda reconocer indemnización alguna al contratista.

A partir de la fecha en que se declare la terminación unilateral, la entidad se abstendrá


de realizar cualquier pago en razón del contrato, salvo de lo que resultare de la
liquidación que se practicará.

Si la celebración del contrato causare perjuicio económico a la entidad contratante,


serán responsables solidarios el contratista y los funcionarios que hubieren tramitado y
celebrado el contrato, sin perjuicio de la sanción administrativa y penal a que hubiere
lugar.

Por otra parte, es preciso recodar que de acuerdo a nuestra legislación y a la doctrina, la
nulidad de los contratos no puede ser declarada de manera privada, unilateral o por
acuerdo de las partes, como bien lo aclara y señala la Procuraduría General del Estado al
absolver a través de la resolución No 4 publicada en el Registro Oficial 539 de 21 de
marzo del 2002, contenida en el oficio No. P. G. E. No 22520, de 30 de enero del 2002,
una consulta realizada por la Contraloría General del Estado y que en efecto señala que:
“…………..cuando un contrato se encuentre ejecutado o liquidado, sobre todo en
aquellos cuyo objeto es la ejecución de una obra o la prestación de un servicio, la
Procuraduría se pronuncia en el sentido que, considerando que las nulidades no
producen efectos de pleno derecho sino que tienen que ser demandadas, y que los
contratos se entienden válidos mientras no se declare su nulidad; ejecutado y liquidado
el contrato, resulta ineficaz e inconveniente para el interés público demandar la nulidad;
es más, ejecutado y liquidado un contrato, este se entiende terminado por cumplimiento
de las obligaciones contractuales, por lo que no existiría causa para demandar su nulidad
”, por lo que, es claro que la nulidad de un contrato debe ser conocida y resuelta por la
autoridad judicial competente ya que de no atender a este procedimiento la obligaciones
y relaciones contractuales se mantendrán vigentes o podrán extinguirse por las
condiciones establecidas en la Ley, aún más siendo de interés público el mantener dicha
contratación, como fin principal de esta contratación pública.

Para concluir cabe mencionar que conforme a los criterios de la Procuraduría General
del Estado, una vez que el contrato está ejecutado y liquidado no cabría alegar su
nulidad, puesto que se entiende se halla terminado por cumplimiento de las obligaciones
contractuales.

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